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Obelisco: la marcha en la escena del crimen

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Una recorrida por el acto en reclamo tras la muerte de Facundo Molares. Imágenes, palabras y sentimientos para no naturalizar la injusticia y la violencia institucional.  

Por Franco Ciancaglini

La escena del crimen está a 10 metros del Obelisco. Allí, un grupo de personas le deja mensajes, flores y velas a Facundo Molares, asfixiado por la Policía de la Ciudad hasta provocarle un infarto en ese mismo lugar. Es el único círculo que las personas respetan en una marcha de organizaciones y movimientos sociales que llenarán todo el resto de los metros cuadrados una cuadra a la redonda del Obelisco.

Es una jornada que mezcla el luto y la lucha. Las decenas de organizaciones sociales posadas sobre la 9 de julio son en su mayoría de izquierda, pero también las hay afines al gobierno nacional. Están presentes el MTR, Votamos Luchar y Rebelión Popular, las que se manifestaban ayer cuando Facundo fue asesinado.

Obelisco: la marcha en la escena del crimen

Parte de la marcha en el Obelisco. (Fotos Sebastián Smok).

La muerte de Facundo Molares: a 10 metros del Obelisco

Romina se baja de un auto junto a dos amigas y apura el paso por la 9 de julio. Lleva una túnica negra que la cubre hasta los pies, tiene la cara pintada de blanco y un palo con una cabeza de vaca en la punta: es la muerte. También tiene un cartel que dice: “Soy amiga de Larreta”.

 Es parte del Bloque Social por el Trabajo, y dentro de eso, de un grupo que hace performance con contenido político. ¿Cómo la impactó la noticia? “A mí literalmente me dio náuseas, vómitos, dolor de estómago, así también como me pasó con el caso de Morena, asesinada durante un robo el día anterior. Y también me indigné por el manejo de los medios, que dicen que Facundo se descompensó, encubriendo toda la situación, cuando hay videos que muestran cómo lo aplastaron. Es una noticia terrible, porque podríamos haber sido cualquiera de nosotros”.

¿Cómo se conecta lo de Morena y Facundo? “Es la expresión de la falta de libertad, de no poder estar en la calle porque los policías son los que manejan todo. En Argentina, lamentablemente, seguimos justificando el gatillo fácil, así como seguimos justificando los femicidios… Hasta que no haya un cambio real, un control real, un cambio en la formación de los policías, esto va a seguir pasando: tanto las zonas liberadas como la represión en una manifestación”. La policía, culpable por acción u omisión.

¿Por qué el arte como método de lucha? “Porque el arte es la batalla cultural que tenemos que dar. Es una forma de decir sin palabras, con una imagen, así como veíamos ayer la imagen del compañero cuando se ahogaba… nosotras transmitimos de la misma manera, con la acción, con lo que vemos, con nuestra bronca transformada”.

Obelisco: la marcha en la escena del crimen

Performance para hablar de estos acontecimientos. (Fotos Sebastián Smok)

En la marcha se leen otros carteles: “Yuta asesina”, “Larreta asesino”, “Repudio la represión”.

Todos son sostenidos por una serie de mujeres en fila pertenecientes a la organización Liberación Popular. Una de ellas, Silvia, vecina del barrio Soldati, dice a lavaca: “Nos matan por el hecho de que estamos en la calle. Larreta quiere subir a la presidencia, ¿qué nos va hacer? Es un mensaje”.

¿Cuál es el mensaje? “Que si él toma la presidencia perdemos los que estamos en la calle. Nosotros salimos a luchar a la calle por el propio Larreta: no tenemos seguridad en los barrios, no tenemos alimentos en los comedores”.

Obelisco: la marcha en la escena del crimen

Carteles que explican el presente. (Fotos Sebastián Smok)

¿Qué hay en común entre el crimen de Morena y el de Facundo? “Veo como un complot, un complot que están armando, un aviso que nos están dando, una alerta”.

¿Quiénes? “La derecha. Ellos nos vienen avisando que nos va a pasar algo malo a nosotros. En Jujuy pasó eso, y ahora acá. Nos tenemos que poner todos juntos en la calle: estamos muy molestos con esta situación, no podemos permitir que pase. En la calle es la lucha, y si tenemos que morir vamos a seguir en la calle”. La frase, que en otro contexto podría sonar heroica, hoy parece una triste verdad.

Obelisco: la marcha en la escena del crimen

El Centro de Monitoreo que recibió una molotov y piedras. Los propios manifestantes reclamaron a los encapuchados que se fueran. Ocurrió como siempre, cuando finalizaba el acto. (Fotos Sebastián Smok)

Lo innatural de la injusticia

Hugo “Cachorro” Godoy, secretario general de la CTA Autónoma y de ATE, es otro de los presentes en la movilización. Analiza: “Venimos de dos crímenes tremendos, que hablan de un Estado que no garantiza ni justicia ni seguridad. Y al contrario de lo que pasó con Morena, aquí en ciudad de Buenos Aires la policía siembra muerte de manera desproporcionada: era una movilización que ya estaba terminando, que se había desarrollado con absoluta tranquilidad. Generaron un escenario de represión para lastimar a las personas: a Facundo y a los otros detenidos les pusieron las rodillas en la cabeza, en el cuello, los golpearon innecesariamente. Y en el caso de Facundo, le produjeron la muerte. Eso es un crimen, y el responsable no es solamente el que usó de manera directa la fuerza pública, sino quien dio la orden política. Eso es lo extremadamente grave”.

¿Es un mensaje? “No me voy a poner a hacer disquisiciones respecto a si hubo un mensaje político. Sin embargo, cuando ordenan la represión desproporcionada, son conscientes de que siembran muerte”.

Obelisco: la marcha en la escena del crimen

(Fotos Sebastián Smok)

Esteban “Gringo” Castro, secretario general de UTEP (Unión de Trabajadores de la Economía Popular) describe: “Uno en política se basa sobre los hechos reales. Primero, el hecho de que a partir de la dictadura empezamos a tener índices más grandes de trabajo precario; hoy tenemos la mitad de la sociedad sin un trabajo en relación de dependencia. Eso se va naturalizando en el pueblo. Después, empieza a naturalizarse el proceso de empobrecimiento. Entonces vivís sin gas, sin luz, tenemos el 50% de los jóvenes pobres, vas naturalizando que los pibes vivan en la calle… Y ahora es el intento de naturalizar el hecho de que si sos reprimido, bueno te tocó ser reprimido, por algo será”.

La charla con Castro se interrumpe de manera intempestiva: un grupo de encapuchados arrojan dos bombas molotov contra un Centro de Monitoreo de la Policía de la Ciudad que se encuentra a pocos metros. Las personas que manifestaban pacíficamente, entran a correr. Todos y todas corren, alejándose de una leve llama prendida que se desvanece minutos después.

Obelisco: la marcha en la escena del crimen

El Malón de la Paz, formado por pueblos originarios de Jujuy, se hizo presente en el Obelisco. De la lucha por los derechos, el agua y la tierra, a la solidaridad frente a la represión generada por Gerardo Morales. (Fotos Sebastián Smok)

Aparecen entonces las cámaras de televisión y sus noteros para enfocar los disturbios.

Mientras todo huele a quemado, las organizaciones desconcentran y se escucha un último grito unificado: “Facundo Molares, presente ahora y siempre”.

«Lo que me hizo hermanar»

Nina Brugo, fue militante en los 60 y 70, y hoy se encuentra en el Obelisco. “Siempre estoy en las causas de todos los movimientos de liberación, de independencia, lucha contra la deuda”, enmarca, para traer una anécdota que cobra actualidad: “El día 14 de julio de este año estaba, también, en la esquina frente al Obelisco en la puerta casi del McDonald’s, esperando una marcha que se estaba formando… Eran organizaciones de izquierda y yo ese día estaba con un poquito de presión, no me sentía muy bien. Se acerca una persona que para mí era de 45 largos, cerca de 50 y me dice: ‘Disculpe compañera ¿usted no se siente bien?’. Iba a participar también de la marcha. Fue una actitud de solidaridad. Fue lo que me hizo hermanar con él, eso lo sentí y lo viví”.

Era Facundo.

Sigue Nina: “Así que cuando anoche veo por televisión la persona que muere acá en el Obelisco, veo las fotos y era él, que con espíritu solidario, me vio cómo que necesitaba ayuda. Esa generosidad y solidaridad me quedó patente y no me olvidé más de su cara. Por eso cuando vi por televisión, recordé que era él, y sentí una conmoción porque ese compañero era la solidaridad en persona”.

Obelisco: la marcha en la escena del crimen

(Fotos Sebastián Smok)

La marcha se desconcentra y otras personas arman el rompecabezas presente de lo que ya es recuerdo: de quienes militaron con él en los 90 en la “Fede”, o que viajaron a Cuba en 2001, o lo recuerdan en emisiones de Telesur como portavoz de las FARC en Colombia…

Sobre el final de la marcha, alguien agrega otro rompecabezas a la escena del crimen, convertido en memorial: “Facundo militó en nuestro barrio en los 90”. El barrio es la 1-11-14.

Los barrenderos se apuran a barrer la zona como si nada hubiese pasado, pero evitan tocar ese círculo sagrado en el que sus compañeros prometen poner una placa en su recuerdo. Unas horas más durará un graffiti que decora el Obelisco, que dice: “Facundo presente. Viva la revolución”.

Obelisco: la marcha en la escena del crimen

(Fotos Sebastián Smok)

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Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”

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Los feminismos siguen siendo el único movimiento que tiene la capacidad de transversalizar la unidad, amplia, y poner en Avenida de Mayo, de cara a Plaza Congreso, cuadras y cuadras de columnas que van desde el sindicalismo, a los movimientos sociales, a la izquierda, al kirchnerismo. 

Aún cuando por Hipólito Yrigoyen ingrese la enorme columna de la intersindical feminista seguida por poco del oficialismo; y por el otro costado, por Avenida de Mayo, ingrese la izquierda; todos los espacios comparten plaza a menos de un mes de elecciones generales que definen quién presidirá el país. 

Esa es la noticia: seguimos transversalmente en la calle. 

Video: Sebastián Smok.

De la economía popular a la formal

“Creían que el movimiento había desaparecido porque no estaba en la calle, pero estábamos en cada uno de nuestros territorios, ahí también damos la batalla y la lucha”, dice Leonor Cruz, Secretaria de Géneros y Diversidad de la CTA Autónoma, frente a la enorme columna de trabajadoras que son protagonistas de esta marcha. Las tres banderas que encabezan: UTEP, CTA y CTA Autónoma. De la economía popular a la economía formal, todas adentro.

Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”
Foto: Sol Tunni.

Junto a ellas también marchan familias de víctimas de femicidios: Marta y Guillermo, mamá y papá de Lucía Pérez; y Daniel y Susana, papá y mamá de Cecilia Basaldúa, que salieron desde la sede de MU junto a un grupo de mujeres que les siguen con los pañuelos blancos que bordan dos palabras: Nunca Más. 

Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”
Foto: Sebastián Smok.

No con el FMI

Dice Leonor: “La derecha más fascista de nuestro país tiene una agenda muy clara contra el feminismo, quieren ir contra cada uno de los derechos que hemos conquistado con sangre y a fuerza de lucha; pero no lo vamos a permitir. Estamos en la más amplia y diversa unidad de vuelta en la calle porque a la derecha la vamos a enfrentar, pero también vamos a decir: no es con el FMI, porque somos las trabajadoras, las precarizadas, las compañeras del barrio, las que más sufren el ajuste”. 

Leonor llegó a Plaza Congreso desde Tucumán, trayendo lo que se ve fuera del centro porteño: “En nuestra Argentina profunda lo que se ve es la pobreza, en todas sus dimensiones, pero el movimiento feminista en la provincia es lo más fuerte que hay, es donde está la unidad y donde nosotras resistimos”.

Sobre la transversalidad habla también Silvia León, referente de ATE Nacional: “Hoy el objetivo tiene que ser que las derechas no avancen en nuestro país. Los 30 mil compañeros desaparecidos y muertos no murieron en vano, y las víctimas de femicidio tampoco”. 

Silvia, rodeada de pañuelos verdes, sostiene junto a las familias de víctimas de femicidios, que tienen las fotos de sus hijas colgando en el pecho, los pañuelos blancos. Los feminismos honran el legado que los derechos humanos construyeron en la calle, con los pies. Dice Silvia: “Nosotras peleamos por soberanía, por educación, por salud, y también seguimos el camino de las Madres, las Abuelas, de los 30 mil, pero también de los familiares. Hay un tiempo que se termina, el de la verticalidad, el del verticalismo y del patriarcado, ahora toca construir transversal y federalmente”

Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”
Foto: Sol Tunni.

Significado de la libertad

Marta y Guillermo, llegaron desde Mar del Plata a las siete de la mañana; junto a Susana y Daniel, se colgaron las fotos de sus hijas en el pecho: Lucía Pérez y Cecilia Basaldúa, dos femicidios territoriales emblemáticos, donde las tramas narco barriales marcaron como alerta una emergencia que traen las periferias.  

¿Por qué recorrer la Ruta 2 durante toda la noche para marchar? Contesta Marta Montero, mamá de Lucía: “Para gritar que no vamos a permitir perder nuestros derechos, lo que hemos conquistado en este tiempo de lucha que no es solo el reciente, me voy más lejos: en este tiempo de democracia que es el tiempo en el que podemos salir, podemos luchar, y también decir lo que pensamos. Todo esto está en peligro, no podemos permitir que venga alguien a decirnos lo que tenemos o lo que podemos hacer, que corten nuestros derechos y lo conseguido: por ejemplo un ministerio. Todas las mujeres no tenemos la suerte de que nos acompañen los gremios, las organizaciones; hay muchas mujeres que están solas, pero vos sabés que hay una puerta que podés golpear y que se va a abrir. Ahora corremos el peligro de que todo eso se termine».

Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”

Fotos y video: Sebastián Smok.

¿Por qué creés que quieren que se termine?

Porque somos muchas, hemos tomado la calle, hemos salido, y nuestra palabra se ha hecho escuchar. Y así hemos logrado cambios: el más importante fue el aborto legal. Es imposible no pensar hoy en día que una mujer no tiene derecho de poder decidir sobre su vida.Yo soy una persona de fe, creo en dios, en la virgen, pero no creo en que alguien pueda decirnos que esto tiene que ser de una sola manera porque creo en la libertad de las personas, y si alguien no quiere tener un hijo es respetable. 

Libertad es una palabra hoy disputada, ¿qué significa?

Libertad significa levantarme, salir a la calle y decir lo que pienso sin censura de nadie, poder acompañar a alguien, poder hablar, poder estar. El libertario es otra cosa: son los que nos quieren vender que vamos a estar mejor por cosas que no terminamos ni de entender, es un juego de palabras siniestro que termina en opresión. 

¿Qué tienen que hacer los movimientos feministas?

No los tenemos que dejar avanzar. A mí no me representa una persona que esté con una agresividad tal que se le nota, en su manera de hablar, de moverse, a mi no me representa esa violencia, pero estamos viviendo en un momento muy difícil que hoy todo es violencia. El enojo hoy está peor que nunca, o tal vez tenga otra visibilidad, antes se tapaba más, hoy lo ves en un medio, en una red social, es más visible, por eso parece que pasa más. 

¿Cómo volvemos para volver a ser marea?

Es muy importante creer en nosotras mismas, en el valor que nosotras tenemos, valorar quienes somos. Es muy importante no tener miedo, no tener miedo al ridículo, estar seguras de lo que hacemos, de lo que queremos y si tenemos que salir a defender a una compañera, a una hermana, salir y hacerlo con convicción propia. Lo más libre que una puede hacer es salir. Si no es con cada una de nosotras, hasta acá no se hubiese llegado, sin las mujeres luchando por su propia vida, las más grandes ayudando a las más chicas, y las más chicas, por ellas mismas. Esa es la hermandad, todas nos necesitamos, yo sola no puedo, te necesito a vos, a otra, a la hermana, sola es imposible. Necesitamos la confianza en nosotras mismas, evitar la competencia. Nosotras luchamos por la vida, por eso luchamos por todas. Solas no llegamos a nada, pero juntas llegamos a todo.

Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”
Fotos y video: Sebastián Smok.
Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”
Fotos y video: Sebastián Smok.

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Resultados en la Cumbre Científica de Naciones Unidas: Argentina con agrotóxicos al 100%

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El total (100%) de participantes argentinos en una investigación internacional sobre agrotóxicos “presentó un rango de 6 a 13 plaguicidas en orina, un rango de 2 a 10 plaguicidas en sangre y un rango de 0 a 18 plaguicidas en materia fecal”. El problema incluye a personas que viven lejos de las fumigaciones, por lo que se consideró a estos plaguicidas como «omnipresentes». Se encontraron además los venenos en los alimentos, el polvo del hogar, los granos de cultivos, animales, alimentos para animales, suelos y agua.

A través de una conferencia virtual desde Nueva York, durante más de 3 horas, el proyecto SPRINT reveló este miércoles 27 -Día de la Salud Ambiental- los resultados del estudio realizado en Europa y en la provincia de Buenos Aires (como principal exportadora de soja para alimentación animal).

Entre los venenos detectados están obviamente el glifosato (genotóxico y probable cancerígeno) y el clorpirifos (que pese a estar prohibido en Argentina se sigue vendiendo hasta en los supermercados). El informe señala además los “cócteles”, que mezclan químicos para aumentar la potencia de cada veneno, reuniendo hasta 120 plaguicidas.

La dirección del INTA prohibió a la doctora Virgina Aparicio (que integró en la investigación) participar en cualquier instancia actual del proyecto, y hablar con la prensa, siendo que se trata de un tema de salud pública.

Algunos de los datos que, pese al silencio y a la mordaza oficial, se revelaron en el marco de la Cumbre Científica de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

En alimentos: “el total de participantes argentinos presentó un rango de 6 a 22 plaguicidas en la muestra de alimentos”.

En el polvo del hogar: “el total de muestras analizados en Argentina presentó un rango de 43 a 86 plaguicidas en polvo del hogar”.

Granos de cultivos: “el total de muestras analizadas en Argentina presentó un rango de 0 a 8 plaguicidas en grano”.

En animales: “el total de animales analizados en Argentina presentó un rango de 1 a 12 plaguicidas en orina, un rango de 0 a 16 plaguicidas en materia fecal”. (Los de sangre continúan pendientes).

En alimento para animales: “un rango de 5 a 25 plaguicidas en alimento animal”.

En suelos: “el total de muestras analizados en Argentina presentó un rango de 0 a 12 plaguicidas en suelo”.

Agua superficial: en “el total de muestras analizadas presentó un rango de 10 a 28 plaguicidas en agua superficial”.

Por Anabel Pomar

Resultados en la Cumbre Científica de Naciones Unidas: Argentina con agrotóxicos al 100%

Resultado global presentado sobre las concentraciones de glifosato en seres humanos. Argentina lidera esa tabla con absoluta comodidad.

En el día de la celebración del día de la salud ambiental, miércoles 27 de septiembre, en Nueva York, EE. UU., en el marco de la Cumbre Científica de la Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGA78) por primera vez para grandes audiencias pudieron conocerse parte de los resultados del proyecto europeo SPRINT (siglas en inglés de Transición Sostenible de Protección Vegetal: Un Enfoque de Salud Global 2020/2025).

¿Qué es el SPRINT? Es un proyecto financiado por La Unión Europea (UE) que busca identificar los residuos de los agrotóxicos, en ecosistemas y en humanos, y analizar el peligro de la sinergia (la combinación o mezcla) entre los plaguicidas hallados. Esto último, algo jamás contemplado a la hora de aprobar esos peligrosos venenos en el mercado, ni en el llamado “viejo continente”, ni en nuestro país.

En 2021 los muestreos en el marco de ese proyecto además de realizarse en los 10 países europeos participantes se ampliaron a la provincia de Buenos Aires. 

¿Por qué se incluyó a nuestro país?  Por ser el principal exportador de soja para alimentación animal al mercado europeo.

Entre las principales conclusiones del evento de este miércoles en NY, pudieron escucharse las voces de expertas y académicos participantes de ese proyecto. Contaron, basados en rigurosa información, cómo los agrotóxicos usados en la agricultura veneno-dependiente están contaminándolo todo. Cuerpos, comida y ambientes. Una de las palabras que más se repitió en las presentaciones, fue “omnipresente”. Los agrotóxicos están en todos lados: incluso en donde no son utilizados.

Entre los cuadros con centenares de nombres de moléculas químicas usadas en la agricultura, destacan algunos de los agrotóxicos más fumigados en nuestro país. El herbicida glifosato, y su metabolito AMPA, en los primeros puestos. Y para los muestreos en Argentina, en cantidades hasta tres veces superiores en algunas matrices. También el clorpirifos, recientemente prohibido en el país pero que se puede seguir comprando en cualquier góndola de supermercado en el sector de insecticidas.

Resultados en la Cumbre Científica de Naciones Unidas: Argentina con agrotóxicos al 100%

Resultados de plaguicidas en las muestras en orina.

El momento de la presentación es importante ya que este próximo 13 de octubre la Unión Europea deberá votar si decide re-autorizar el uso del glifosato. Desde la coordinación del SPRINT aseguraron que a la brevedad la información –que ya fue presentada en la euro-cámara– será publicada y distribuida al público general para lograr mayor difusión. También aseguraron que esperan que tales resultados impidan que se concrete la renovación del peligroso herbicida.

Omnipresentes

 Ver la presentación de esos estudios que respaldan una afirmación que muestra la magnitud del daño, estremece. Hasta las personas que consumen o producen alimentos sin usar agrotóxicos tienen sus cuerpos contaminados. Y aquellas que consumen alimentos libres de agrotóxicos, también. El cuadro completo muestra que la exposición ambiental llega a todas las personas, no solo a quienes producen con venenos o viven en zonas rurales. Y por todas las rutas de exposición.

Resultados en la Cumbre Científica de Naciones Unidas: Argentina con agrotóxicos al 100%

Los resultados de los venenos en materia fecal.

En los hogares

Como ejemplo se puede mencionar lo que se encontró al medir el polvo de hogares, presentado por Daniel M. Figueiredo, de la Universidad de Utrecht de Países Bajos. Los resultados indican que los agrotóxicos llegan a impactar en los organismos más por los ambientes que por la dieta misma: también son una ruta de exposición directa. El más detectado es el glifosato y su metabolito AMPA, en un cóctel de sustancias químicas peligrosas en un rango de entre 25 y 120 plaguicidas.

Otra constante: los cócteles de agroquímicos. No hay una sola sustancia sino decenas o cientos, mezcladas para aumentar la  potencia del veneno. En el caso presentado impactaban tanto a los vecinos de producciones convencionales cómo orgánicas.

A su turno, Hans Mol de la Universidad de Wageningen de Países Bajos, en la presentación de lo hallado en muestras de fluidos humanos –en los que el glifosato vuelve a estar entre lo más detectado. Los resultados señalan que hay presencia del herbicida genotóxico y probable cancerígeno en orina en el 86,1% de los argentinos muestreados y en el 35,2% de los europeos, mientras al analizar las heces humanas se detecta ese plaguicida en el 70,5% de las personas residentes en Europa y en el 100% de los bonaerenses.

Para el caso del clorpirifos, el 3,7% de europeos tiene en sus heces ese tóxico, mientras que para la Argentina el número asciende a 37,7%. Nuevamente salimos campeones, esta vez de otro podio tóxico.

La mordaza

En la conferencia virtual –toda en inglés– que  duró tres horas y a la que asistió lavaca y aproximadamente un centenar de personas conectadas desde distintas partes del mundo, no estuvo la investigadora a cargo del proyecto en Argentina, la doctora Virginia Aparicio.

Lavaca consultó a la investigadora del INTA el porqué de su ausencia que para la decena de personas conectadas desde Argentina no pasó desapercibida. Aparicio no tiene autorizado por orden directa de la dirección de ese organismo estatal participar de ninguna instancia del SPRINT, ni hablar con la prensa.

Lavaca se comunicó con el INTA (socio número 16 identificado como CSS11-Buenos Aires dentro del proyecto SPRINT) pero nuevamente, como sucede desde hace meses, no hubo respuesta oficial.

El organismo público impidió que hasta el día de hoy los resultados de lo muestreado en nuestro país se difunda. En julio de este año, pese a esa censura oficial, la vaca pudo conocer los resultados de ese muestreo en territorio y población bonaerense y publicarlo.

Del muestreo en Argentina participaron 73 personas. De las 73, 1/3 consumidoras, 1/3 habitantes de pueblos pequeños y “vecinos de productores”. Y 1/3 productores agropecuarios de los cuales la mitad usa plaguicidas y la otra mitad trabaja agroecológicamente. También se incluyó un monitoreo en 14 establecimientos rurales. Se tomaron pruebas en ambiente, alimentos, grano y muestras biológicas en animales.

“El total de participantes argentinos presentó un rango de 6 a 13 plaguicidas en orina, un rango de 2 a 10 plaguicidas en sangre y un rango de 0 a 18 plaguicidas en materia fecal” es una de las revelaciones de la  investigación.   

En los ambientes en los que esas personas se mueven a diario, “el total de participantes argentinos presentó un rango de 7 a 53 plaguicidas en las pulseras” de detección.

La vida cotidiana asediada

En las consideraciones preliminares de esos estudios personales que trascendieron se consigna: “Las mezclas de residuos de plaguicidas están presentes en los cuerpos humanos. Las personas se exponen a los plaguicidas en su vida cotidiana (datos de pulseras). La mayoría de los residuos son peligrosos para el ecosistema y los humanos”.

En alimentos, “el total de participantes argentinos presentó un rango de 6 a 22 plaguicidas en la muestra de alimentos”.

En el polvo del hogar, en “el total de muestras analizados en Argentina presentó un rango de 43 a 86 plaguicidas en polvo del hogar”.

Granos de cultivos, en “el total de muestras analizadas en Argentina presentó un rango de 0 a 8 plaguicidas en grano”.

En animales, en “el total de animales analizados en Argentina presentó un rango de 1 a 12 plaguicidas en orina, un rango de 0 a 16 plaguicidas en materia fecal”. (Los de sangre continúan pendientes).

En alimento para animales, en “un rango de 5 a 25 plaguicidas en alimento animal”.

En suelos, “el total de muestras analizados en Argentina presentó un rango de 0 a 12 plaguicidas en suelo”.

Agua superficial (en la zona de trabajo de SPRINT) en “el total de muestras analizadas presentó un rango de 10 a 28 plaguicidas en agua superficial”.

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Tucumán: condenan a un funcionario judicial y en el fallo recomiendan colgar placas en Tribunales que digan «un ambiente violento de trabajo afecta el servicio de justicia»

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Un funcionario judicial de Tucumán fue condenado por abuso sexual: 4 años, obligación de reparación económica, capacitación y placas en Tribunales. El hecho no es aislado: el Observatorio Lucía Pérez lleva adelante un registro que incluye 420 funcionarios (integrantes del Poder Ejecutivo, Poder Legislativo, Poder Judicial, de las cúpulas de las Fuerzas de Seguridad y de la Iglesia Católica) denunciados por violencia de género. Los argumentos e implicancias de un fallo ejemplar.

Jorge Edmundo Mistretta, exjefe de despacho de la Secretaría Electoral del Juzgado Federal N° 1 de Tucumán, jubilado desde 2019, fue condenado a cuatro años por abuso sexual contra dos de sus empleadas. Los abusos ocurrieron en 2013 y 2015: incluye tocarle los pechos a una de ellas y querer besarla, comentarios sexuales groseros, e intento de tocar a otra de las denunciantes. 

En el fallo del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Tucumán, compuesto por la jueza María Noel Costa, y los jueces Carlos Enrique Jiménez Montilla y Enrique Lilljedhal, se ordenó: 

  • La inmediata detención, aunque cumplirá prisión domiciliaria por su estado de salud.
  • Una indemnización de $4.4 millones de pesos y 3.6 millones de pesos para cada una de las víctimas.
  • La realización de un programa de capacitación sobre perspectiva de género y en política de prevención, sanción y eliminación de la violencia contra la mujer.
  • Se solicitó a Recursos Humanos de la Corte Suprema de Justicia Nacional que “se arbitren los mecanismos administrativos necesarios por una medida restaurativa que contemple la incorporación a una de las oficinas judiciales de esa jurisdicción -de la Cámara o del Tribunal Oral -, debiendo garantizar la ‘no revictimización’ de una de las víctimas”.
  • Además se recomendó que se coloquen placas en tribunales donde sucedieron los hechos que digan: “Un ambiente violento de trabajo afecta el servicio de justicia. No a la violencia ni al acoso”.

Los fundamentos se conocerán el próximo 29 de septiembre.

El “caso” no es aislado. El Observatorio Lucía Pérez lleva adelante un registro de denuncias por violencia de género contra integrantes del Poder Ejecutivo, Poder Legislativo, Poder Judicial, de las Fuerzas de Seguridad y de la Iglesia Católicas. 

El registro incluye ya 420 funcionarios denunciados, entre intendentes, diputados, fiscales, sargento, jueces, asesores, concejales, cabos, decano, sacerdotes y un largo etcétera. De todos los denunciados 99 son del Poder Judicial, al igual que Jorge Edmundo Mistretta; 139 del Poder Ejecutivo; 62 del Poder Legislativo; 67 de la Iglesia Católica; y 53 de las cúpulas de las fuerzas de seguridad.  

El padrón de funcionarios denunciados se puede ver acá

Tucumán: condenan a un funcionario judicial y en el fallo recomiendan colgar placas en Tribunales que digan «un ambiente violento de trabajo afecta el servicio de justicia»
El Poder Judicial es el segundo del Estado con más denuncias. Datos de Observatorio Lucía Pérez.

El Estado argentino se comprometió en 2020 a llevar un registro público de funcionarios judiciales denunciados por violencia de género como parte de un acuerdo amistoso alcanzado en el marco de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Hasta el momento lo hizo de forma incompleta y escasa, por ello comenzó a realizarlo, de manera autogestiva, el Observatorio Lucía Pérez que sumó además otros poderes para completarlo y con esa información reflexionar acerca de qué relación hay entre la ausencia de políticas públicas de contención y prevención y estas prácticas impunes.

Lo que se ve: la consigna “El Estado es responsable” se hace carne en la sistematización de esta información. No lo es solamente por omisión, o ineficaz: es un Estado violento. 

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