Nota
Inspección judicial en territorio mapuche buscando una respuesta: ¿Quién mató a Rafael Nahuel?

(Desde la Lof Lafken Winkul Mapu) Se cumplió una inspección ocular de los jueces, imputados y testigos en el juicio por el crimen de Rafael Nahuel, asesinado en 2017 durante una represión propiciada por el gobierno de Mauricio Macri y su entonces ministra de seguridad Patricia Bullrich. Los hallazgos y reflexiones en un la escena del crimen: un lugar mapuche arrasado por la violencia. Los avances judiciales y la voz de la machi de la comunidad. Para lavaca, desde Río Negro, por la agencia Perycia.
Por Luciana Avilés. Fotos: Jaime Carriqueo
Cobertura colaborativa entre Perycia y agencia lavaca.
Son las 11 de la mañana. Un gran operativo a cargo de diversas fuerzas de seguridad ha sido desplegado una vez más en la zona de Villa Mascardi, Rio Negro. El foco está puesto nuevamente en la tranquera que da inicio al territorio que reivindica territorialmente la Lof Lafken Winkul Mapu aunque las zonas linderas también están colmadas de efectivos de la Policía Federal, la de Río Negro y Gendarmería.

Durante la inspección ocular, una casa quemada en la Lof, bajo la mirada mapuche.
A esa hora de la mañana del 24 de octubre ya hay un corte parcial en la ruta sentido Bariloche- Bolsón y viceversa a la altura de la estación YPF y del lado contrario, ni bien se pasa el desvío, a la zona de Pampa Linda y Cerro Tronador.
El paisaje es soñado: el lago Mascardi está totalmente planchado ya que no corre una gota de viento, el cielo está totalmente despejado y un sol radiante ilumina las puntas de los cerros nevados. A pesar de las postales, los vehículos demorados esperan con gente con caras de pocos amigos mientras escuchan a los efectivos explicarles que es para “garantizar que el operativo judicial pueda desarrollarse con normalidad”.
El operativo del que hablan es la inspección ocular solicitada días atrás por el Ministerio Público Fiscal y forma parte de la causa que busca esclarecer el asesinato de Rafael Nahuel. El joven mapuche murió de un tiro que ingresó por su espalda en noviembre de 2017 mientras se encontraba resistiendo junto a su comunidad en las tierras en disputa. El violento desalojo ordenado por la gestión del ex presidente Mauricio Macri y su ministra de Seguridad Patricia Bullrich, dejó como saldo varixs adultxs y niñxs mapuches detenidxs, heridxs con balas de plomo y una muerte.

Funcionarios judiciales recorriendo la escena del crimen de Rafael Nahuel, asesinado por la espalda en 2017.
A 500 km del crimen
Por este grave hecho, se encuentran imputados 5 efectivos del grupo Albatros de la Prefectura Naval Argentina: Sergio Guillermo Cavia, Juan Obregón, Sergio García, Carlos Sosa y Francisco Javier Pintos. Este comando especial de Prefectura se sumó a los más de 300 efectivos de Gendarmería y Policía Federal que intervinieron aquel día en el lugar. Hay dos teorías girando:
Por un lado, la del enfrentamiento armado que sostiene que ambos bandos actuaron en legítima defensa.
Por el otro, la de una especie de cacería humana hacia lxs integrantes de la Lof, replicando las épocas más violentas y de barbarie que tuvo la historia argentina con la Campaña del Desierto.
El juicio llega 6 años después y no en las mejores condiciones. Desde el 15 de agosto de este año, la ciudad de General Roca se convirtió en el escenario principal ya que el Poder Judicial Federal resolvió que las audiencias sucedan allá, a más de 500 km de donde se produjeron los hechos. Familiares, testigxs, amigxs, comunidades mapuches y quienes acompañan la causa pidieron seriamente que el mismo se desarrollara en Bariloche por cuestiones ligadas a distancias, viáticos y cotidianidades. A pesar de los pedidos a los que se sumaron incluso los de los abogados de la familia Nahuel e integrantes de la APDH, Rubén Marigo y Ezequiel Palavecino, no se tuvo éxito.

Mapuches en su territorio: el conocimiento de la montaña. A los visitantes no les resultó tan sencillo moverse entre el bosque y los cerros.
Es más. En Bariloche, a 30 km aproximadamente de donde sucedió todo, existe un Juzgado Federal en condiciones de asumir un caso con estas características. Sin embargo, se decidió hacerlo en General Roca y es por eso que diferentes organismos de derechos humanos han descripto públicamente al hecho como otro gesto de racismo hacia el pueblo nación mapuche.
A lo largo de estos meses sucedieron diversas audiencias, algunas virtuales, otras presenciales. Ya se expusieron las pruebas recabadas y brindaron testimonio lxs testigxs. Jornadas tensas y emotivas fueron las que tuvieron como protagonistas a Johana Colhuan, Fausto Jones Huala y Lautaro González Curruhuinca, integrantes de la comunidad y piezas claves en el armado del rompecabezas ya que fueron ellxs quienes estuvieron cuando Rafael recibió el disparo y luego bajaron su cuerpo. De hecho, el mismo día de la muerte, Colhuan también recibió un disparo en su brazo y resultó seriamente herida. Es por eso que durante la inspección ocular tuvieron un papel crucial.

La gente de la comunidad frente a la policía, mientras se realizaba la recorrida por el escenario del crimen de Rafa Nahuel en 2017.
Comienza el operativo
A la altura de la tranquera que da ingreso al territorio que está en disputa, se ha formado un cordón humano de efectivos de la Policía Federal que toman lista de las personas autorizadas a ingresar e impiden el paso de quienes no. Hasta allí, han llegado integrantes de comunidades mapuches con sus hijxs e instrumentos musicales, algunxs trabajadorxs de prensa y la comitiva autorizada para realizar la inspección ocular.
Hay varios autos estacionados a los costados del ingreso al territorio y un grupo de pocas personas reunidas en círculo escuchando lo que los jueces a cargo del operativo tienen para decir.
“Les pido que pidan la palabra para que sea lo más prolijo y dinámico posible. Va a haber tiempo para asentar lo dicho, tenemos todo el día. Como somos muchos y los senderos son chicos, si no ponemos un poco de orden va a ser un lío”, dijo uno de los tres jueces intervinientes para dar inicio” dijo uno de los jueces.
Y siguió: “Si las defensas necesitan que los imputados se acerquen a los testigos avisen. Vamos a estar todos separados, Nosotros adelante con los testigos e imputados atrás. Vamos en función de los requerimientos de lo que van manifestando los testigos, observando y si necesitan alguna consulta, acercamos a los imputados. Como si estuviéramos en juicio. Tratemos de pedir la palabra para no pisarnos porque la ansiedad está”.
La charla fue encabezada por los jueces del Tribunal Oral Federal de Roca, Alejandro Silva, Simón Bracco y Pablo Díaz Lacava y fue pensada para despejar cualquier tipo de duda sobre el operativo. “La inspección ocular no es una reconstrucción ni una declaración testimonial. Se refiere a lugares, reconocimiento del lugar y realizar observaciones”, sostuvo uno de los magistrados.
El fiscal de la causa, Rafael Vehils Ruíz, también se encontraba presente, así como Mariano Przybylski, director nacional de Políticas Contra la Violencia Institucional de la Secretaría de Derechos Humanos, ya que el organismo estatal interviene como querellante en la causa.
Último tramo de la introducción de los jueces: “La propuesta es hacer paradas. Primero Puesto Tranquera, después Puesto Mochila, Antena 1, Antena 2, donde se visualizó el perro. Me parece que Lescano es el que nos tiene que ir guiando porque es el que estuvo y es el suboficial de mayor graduación. Va a ir diciendo por dónde ascendieron, dónde los binomios se separaron, dónde ubicaron el perro, dónde se ubicaron los otros binomios, cómo bajaron y cómo se replegaron. Van a surgir cosas, vamos a parar, paciencia y orden”, finalizaron.

Mujer y niño mapuche, frente a policías pertrechados como para una guerra. En 2017 se cumplieron los peores presagios cuando los uniformados recibieron la orden de atacar la Lof.
Montaña arriba
La pequeña comitiva inició trayecto de más de 1000 metros montaña arriba para llegar al lugar exacto donde murió Rafael. Recién descendieron pasadas las 17.30, luego de 6 horas intensas y emotivas. Bajaron primero integrantes de la Lof, a quienes se vio como conocedorxs del territorio y la vida en la montaña. El resto de la comitiva tardó un poco más, reflejo de las dificultades del terreno tanto para subir como para bajar.
Los tres jueces fueron los primeros en dejar Villa Mascardi rápidamente, escoltados por efectivos de seguridad, sin tener contacto con la poca prensa que había hecho guardia a la vera de la ruta 40, ni con integrantes de la comunidad. El resto de los presentes aprovechó para reunirse nuevamente cerca de la tranquera, de forma espontánea, para charlar sobre lo vivido montaña arriba. “Fue muy duro”, se escuchó decir. En todo ese tiempo convivieron imputados y testigxs, recorriendo, reviviendo y regresando al lugar de los hechos por segunda vez. Colhuan, Jones Huala y González Curruihunica no habían vuelto después de aquel día de 2017. Y brindaron su versión pero también escucharon a los Albatros.
El operativo de seguridad seguía intacto. Muy agotado se lo vio al fiscal de la causa Rafael Vehils Ruiz, quien luego de hidratarse y tomar un poco de aire, aceptó el dialogo con este medio.
–¿Cuál es el balance que hacen?
–Fue muy interesante porque lo que nosotros buscábamos era lo que obtuvimos. Ver el lugar. Preguntamos a la gente sobre las condiciones climáticas de ese día y fueron muy parecidas. Lo mismo con la visibilidad. Hay lugares que tienen más maleza pero está bastante bien conservado el lugar de los hechos. Se indicó dónde cayó Rafael Nahuel. Cada una de las partes dio su versión y en definitiva lo que queríamos con la Fiscalía era conocer in situ el lugar de los hechos para tener una noción más acabada de lo que ocurrió.

La belleza del paisaje, y el rol del Estado en el conflicto.
¿Quién disparó el proyectil?
Vehils Ruiz explicó que lo narrado por testigxs sí estuvo bajo juramento, en cambio lo que expusieron los imputados no. Por lo tanto: “En su derecho de defensa pueden decir lo que les parezca. Pueden mentir, no se le puede decir nada al respecto. No así los testigos que si mienten están bajo juramento y les acarrea una consecuencia penal. Por supuesto que la Fiscalía tiene una teoría del caso y esta inspección nos aportó bastante a lo que venimos conversando”.
Por cuestiones procesales el funcionario no pudo adelantar conclusiones pero sí sostuvo que “seguramente pidamos algo más todavía antes de terminar porque tenemos un campo que sería el último para despejar todas las dudas. Tenemos un camino marcado que es el que marcó la Dra. Little a través de su acusación originaria. Esa es la guía nuestra, veremos si estamos de acuerdo con ella o no”.
En este sentido, es posible que el fiscal solicite un careo entre los peritos que hicieron la primera y la tercera peritación balística, porque llegaron a conclusiones contradictorias, a pesar de haber analizado el mismo proyectil y las armas secuestradas a los sospechosos.
En el peritaje realizado a mediados del 2018 los peritos oficiales Roberto Nigris y Karina Uribe, del Poder Judicial de Río Negro, con la adhesión de la perito designada por la querella Silvia Bufalini, informaron que la bala había sido disparada del subfusil MP5 del albatros Francisco Javier Pintos. Pero a principios de 2021, peritos del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) del Ministerio Público de Salta concluyeron que el proyectil calibre 9 milímetros que mató al joven mapuche, salió del arma que portaba el albatros Sergio Guillermo Cavia.
“Lo que podemos hacer es adecuar y resignificar la calificación legal en base a elementos que se aporten en esta etapa que es la de la certeza porque justamente venimos de una etapa de sospecha. Se modificará siempre y cuando existan elementos de convicción”, concluyó el fiscal sobre lo sucedido en la jornada.
Recordando un disparo
Otra voz resonante y dispuesta al diálogo fue la del director nacional de Políticas Contra la Violencia Institucional, Mariano Przybylski. El organismo que depende de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación es querellante en la causa.
“Esta prueba era importante porque venimos hasta ahora en todas las audiencias escuchando testigos. Nos van contando cada uno su punto de vista pero es la primera vez que tanto el Tribunal como los abogados pudimos ver en el lugar los hechos y donde los testigos nos fueron contando acá pasó tal cosa, acá tal otra. Eso te genera otra visión, sobre todo para el Tribunal que tiene que resolver”, dijo ni bien empezada la entrevista.
“Fue fuerte para todos”, siguió “sobre todo para Johana Colluan, Fausto y Lautaro que estuvieron ahí. Johana estuvo al lado de Rafa y ella misma recibió un disparo. Nos dijo que no había vuelto a ese lugar desde aquel momento. Llegar al lugar donde cayó Rafa fue muy fuerte. Fue muy importante también marcar el lugar en donde le pegaron el tiro y después pudimos visualizar y paramos donde teníamos la referencia de las vainas de 9mm que se habían encontrado. Todos pudimos ver el ángulo que coincide de abajo para arriba y de izquierda a derecha que son los orificios de bala que tuvo Rafa. Coincidieron con los restos de las vainas que habían disparado. Esto confirma todo lo que venimos hablando y viendo y te da una referencia in situ de eso. Es fuerte verlo”, insistió.
El funcionario reflexionó: “Ningún gobierno ni funcionario está exento de que una fuerza de seguridad que dependa de si, un agente o una fuerza de seguridad cometa un hecho de violencia institucional. Puede pasar. Ahora la diferencia es cómo reacciona un gobierno ante eso. Un gobierno puede salir a justificarlo, apoyarlo, marcarlo como ejemplo que es lo que pasó o sancionar y decir esto no puede pasar más. Separar o ponerse a querellar e investigar qué es lo que pasó para que haya responsables. Esas son las diferencias que te van marcando y bajando línea para que las cosas no pasen más porque si vos lo marcás como un ejemplo es bastante probable que siga pasando”.

La mujer señala la destrucción a la que ha sido sometido el territorio.
La intención de matar
¿Qué expectativas hay con este juicio? ¿Se iniciarán algunas acciones judiciales más que apunten a la responsabilidad estatal más allá de los cinco integrantes del grupo Albatros?
“La expectativa y el optimismo como litigante, como secretaria siempre lo tenemos que mantener. No podemos pensar que el Poder Judicial se va a tapar los ojos y no va a ver lo que estuvimos viendo nosotros durante todo el juicio. Llegamos al juicio y dijimos que por las pruebas que teníamos en instrucción, acá lo que había habido era una persecución a los tiros montaña arriba, con los miembros de una comunidad corriendo y escapando y los 5 prefectos imputados disparando por lo menos 130 municiones de plomo con intención de matar. Eso fue lo que llevamos a juicio y la verdad que con el tiempo fuimos corroborando todos esos hechos. Hoy lo pudimos transitar. Vimos donde empezaron los primeros disparos que estaban marcados con la recolección de las vainas, seguimos subiendo, vimos donde terminó muriendo, lo vimos en el terreno y lo vio el tribunal. La expectativa es que esto termine como tiene que terminar, que es por una condena por homicidio. Yo no veo otra posibilidad que no sea esta.
En cuanto a la responsabilidad estatal más allá del grupo Albatros, “este juicio tiene a estos imputados. Tendría que ser otro juicio eventualmente si existiera algún vínculo que eso no siempre es fácil porque vos tenés lo que se vio en este juicio por ejemplo. Un operativo, cinco efectivos de Albatros que en un determinado momento abren fuego con intención de matar. Ahora, ¿cómo unir eso y decir que hubo una orden superior que les haya dicho: ‘ustedes tienen que ir al lugar y asesinar a las personas que están ahí’?. Bueno ese es un paso más que no siempre es tan fácil de poder acreditarlo. Una cosa es lo político y otra cosa es lo penal. En lo político tenemos claro que son responsabilidades políticas pero en lo penal necesitás pruebas fehacientes que acrediten una orden concreta, y eso es más difícil”.
La voz de la machi
Mientras se desarrollaba la inspección, integrantes de comunidades mapuches, allegadxs a la Lof Lafken Winkul Mapu y representantes de la Multisectorial contra la Represión pudieron hacer la guardia desde el rehue, espacio sagrado de suma importancia para la Lof y la cultura mapuche. No fue fácil porque en un primer momento y a pesar de haber dialogado con los jueces, ese vallado humano conformado por efectivos de seguridad no les permitía el acceso. Luego, gracias a la presión ejercida, se consiguió el objetivo que era realizar ceremonias para brindar newen o fuerza espiritual a sus lamngen (hermanxs) quienes estaban encabezando el operativo.
Allí pudimos conversar con la machi (autoridad espiritual) Betiana Colhuan.
A diferencia de todo lo que se había escuchado ese día, ella inició la conversación con este medio en su idioma, el mapudungun. Un rato antes había compartido mates alrededor del fuego con quienes pudieron ingresar a esta parte del territorio que reivindican. Entre amargo y amargo surgieron charlas interesantes sobre feminismos, luchas de los pueblos originarios, reflexiones en torno a los derechos humanos y a ser una sociedad verdaderamente plurinacional.
Dice mientras amamanta a uno de sus hijos.
“Hemos llegado nuevamente al territorio que está muy militarizado. Rafael Nahuel dejó su vida resistiendo, defendiendo este territorio donde hoy se encuentra el rehue, un espacio de celebración sagrado para nosotros, para nuestra conexión y nuestro ser mapuche. Este territorio ha sufrido tanta represión, atropellos, nos han tirado tiros, nos han gaseado. Es en este mismo territorio donde de esa misma forma le quitan la vida por la espalda a Rafael. Hemos vuelto hoy con tanto despliegue policial de distintas fuerzas, federales, gendarmería. Nuevamente nos vimos hostigados, agredidos por la policía”.
Sobre el regreso al lugar del crimen: “Es difícil volver al territorio, encontrarlo en el estado en que está, con tanta violencia hacia el espacio, está destruido. Nuestras casas están demolidas, nuestro rehue profanado que es nuestro ser más sagrado. Por eso nuestra cultura espiritual, nuestro ser mapuche también se ve agredido y violentado. Vinimos la semana pasada en el marco del Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias. Vimos el estado del espacio y del rehue. Una semana después volvemos a venir y volvemos a ver esto. En nuestra ausencia siguen profanando, siguen manoseando, cambian las cosas de lugar, las tocan. Ni hablar de los tratos y violencias recibidas de parte de fuerzas policiales y represivas del Estado”.
Mientras observa cómo uno de los integrantes de la Lof acomoda escombros de lo que antes era su ruka, su casa, dice que “estamos esperando que los lamngen puedan bajar, estamos apoyándolos espiritualmente y anímicamente para que ellos tengan la fortaleza porque es un proceso difícil volver a recordar los momentos en los que la policía se llevó la vida de un hermano acá en el territorio y para nosotros como comunidad revivir esos momentos”.
“Recordamos lo que pasamos el 4 de octubre pasado. Otro violento desalojo en el que nos detuvieron 8 meses injustamente. Por una causa de usurpación estuvimos detenidas cuatro de nosotras, y por la misma causa hoy se encuentra detenida Jessica Bonefoi con prisión domiciliaria”, sostuvo al tiempo que denunció “la persecución y estigmatización que hacen hacia nuestro pueblo mapuche, hacia este territorio particular, hacia las comunidades que luchan por la defensa de los espacios sagrados, los territorios limpios y puros. Es una tristeza hoy volver al territorio y verlo atropellado. Igual que a nosotros”.
Hay palabras que vuelven a Betiana al contar la realidad del lugar: “Atropellado, herido, contaminado, violentado”.
“Nos sentimos con esta fortaleza que da el espacio para seguir luchando y no bajar los brazos, para seguir defendiendo este espacio incansablemente. Nos da tristeza y seguimos denunciando aunque nosotros ya sabemos cómo se maneja el Estado, sus fuerzas policiales y todas las formas desde la Campaña del Desierto: la colonización de nuestro pueblo mapuche y todos los pueblos originarios hasta hoy”.
Reflexiona: “Sigue siendo lo mismo. No ha cambiado. Somos pueblos pre-existentes que vivimos en esta sociedad, que se nos ha impuesto una nacionalidad, un idioma, una forma de educación, de salud, pasando por encima nuestra propia cultura y creencias. Hoy estamos siendo parte de esta sociedad, empobrecidos. Gran parte de nuestra gente mapuche ha sido lanzada a las periferias de las ciudades, despojados de sus territorios e identidades lamentablemente. Pero estamos en una lucha por recuperar lo robado, por fortalecer nuestra cultura, nuestra espiritualidad, nuestro ser mapuche. Entendemos que eso es grave porque para el Estado es un peligro que nosotros hoy estemos tratando de fortalecernos. Nos estigmatizan llamándonos violentos, terroristas. Nos tildan de indios salvajes, ignorantes y hoy somos terroristas, delincuentes, violentos siendo que nuestro único objetivo es la protección de los territorios sagrados para proteger el agua, las montañas, que no solo son nuestras sino que somos parte de este territorio y no es solo por nosotros esta lucha sino por todas las generaciones”.
El respeto no es un folklore
Betiana añade que la lucha es por la defensa de la vida, de la propia, de los espacios sagrados y la de todos los territorios porque “siempre los muertos los hemos puesto nosotros, el pueblo mapuche, los pueblos originarios, preexistentes”.
Así es que “estamos poniendo la fuerza espiritual para que el territorio se levante, para que las comunidades se levanten, para que el pueblo mapuche se levante, para que haya una unión como pueblo mapuche y para que la sociedad en general, aquel no mapuche pueda concientizarse, pueda respetar que hoy estamos en una plurinacionalidad y que es importante que el respeto sea concreto, sea real. El respeto no es un folklore sino apoyar los reclamos porque se confunde mucho. Se dice que las comunidades hoy tratan de generar una nación aparte, que somos terroristas, violentos pero en verdad nosotros buscamos vivir en paz en los territorios. Buscamos sumar a la conciencia, a la solidaridad, a los espacios que están en lucha, que se acerquen a conversar para tener la voz en primera persona y ver por lo que realmente estamos luchando”.
“Es una situación que estamos viviendo como comunidad pero también como pueblo porque estamos siendo despojados de todos los territorios, los atropellos son en todos los territorios. Son de parte de empresas extractivistas como las mineras, las petroleras, grandes terratenientes que nos siguen corriendo el alambrado, alambrando nacientes de ríos como es el río Chubut, como lo es Lewis que tiene un lago entero. Nuestra lucha es contra esto, contra los grandes extractivistas terratenientes que lo único que quieren a la vez que nos asesinan como pueblo preexistente, también asesinan a los territorios y a nuestra Mapu. Agradecemos a la gente que apoya, que difunde y acompaña. Marichiweu” dice para despedirse, término que significa “cien veces venceremos”.

Nota
Madres de Plaza de Mayo: rondar el presente

La Ronda de Madres de cada jueves como lugar de encuentro, denuncia y reflexión, desde los 12 hasta los 93 años. Elia Espen y lo que vienen pidiendo hace más de 40 años. Por Lucas Pedulla
Tiene 12 años, se llama Catalina y es la primera vez que viene. «Es hermoso», dice, con brillo en los ojos, después de tomarse un tren y un subte desde Lomas de Zamora, sur del conurbano, con su tía Daniela, para venir a la ronda de las Madres en Plaza de Mayo, segunda después del triunfo de Javier Milei en el balotaje presidencial.
La caminata la encabezan Nora Cortiñas y Elia Espen, Madres de Plaza de Mayo de la Línea Fundadora. Hay menos personas que la semana pasada, pero el movimiento sigue siendo vital para pensar esta época.
Catalina, por ejemplo, cuenta que en su colegio se discutió mucho durante las elecciones, y si bien fueron pocos los compañeros que apoyaban a Milei, lo hacían con argumentos que le parecían extraños: «Hablaban de la dolarización y pedían que vuelvan los militares».

Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org
Zurda vas a correr
Daniela –31 años, preceptora– abre los ojos: «¿Por qué será que siendo tan jóvenes crean eso? Soy docente y he tenido problemas por tratar de frenar esos discursos. Tenía estudiantes que me chicaneaban, y aun si lo hacían para hacerme enojar, eran chicanas violentas: ‘Se te acaba la joda’, ‘viene el Falcon verde’. Mi otro sobrino, el hermano de ella, me dijo: ‘Zurda vas a correr’. Tiene 10 años».
¿Dónde vio eso? «En Tik Tok», dice. Catalina suma su visión: “Hay mucho Tik Tok y mucha violencia. Las redes sociales no ayudan para nada”. Daniela piensa que son necesarias nuevas formas de comunicar: “Trato de dar información, hablar con mi mejor tono, y enfatizar los ejemplos: los militares secuestraban personas y las tiraban vivas de los aviones. Pero no cala. En algo estamos fallando. Ahora todo son 10 segundos efímeros”.
De fondo, mientras caminamos, una voz lee nombres:
Lopez Ceferino.
López Bravo José María.
Lópes Calvo María Eugenia.
Son personas que siguen desaparecidas.

Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org
El lugar donde se mira al mundo
Otro de los camina en ronda es Sergio Maldonado, hermano de Santiago, el joven de 28 años que desapareció el 1º de agosto de 2017 en medio de una brutal represión de Gendarmería a una comunidad mapuche en Esquel, provincia de Chubut. Su cadáver, sospechosamente aparecido meses después, fue señalado como efecto de un “accidente”. Eran tiempos de Mauricio Macri como presidente y Patricia Bullrich como ministra de Seguridad. Tiempos en que también fue asesinado por la espalda Rafael Nahuel en la Patagonia. Maldonado está en Buenos Aires porque el 11 de diciembre iba a tener la audiencia de apelación por el intento del juez Gustavo Lleral de cerrar la causa, pero se la postergaron hasta el 28 de febrero.
Percibe, en general, un sentimiento de retroceso: “Todas las instituciones se rompen, como un desmoronamiento general. Ya no es un negacionismo, sino desidia. Hubo una disconformidad que se manifestó, pero también es irresponsabilidad: es triste ver cómo la tercera fuerza se mete ahora a manejar el gobierno, con el discurso de rebeldía, pero el ministro de Economía va a ser el mismo que nos endeudó por 100 años (Nicolás Caputo). Hay un grupo de gente que no votó con el bolsillo, sino de manera irracional”.
No sintió miedo, pero sí preocupación: “Bullrich está coqueteando con el Ministerio de Seguridad, aunque hoy también sonó para Trabajo. Representa dos épocas nefastas, porque como ministra de Trabajo en 2001 ya le recortó el 13% a los jubilados. Y ni que hablar que ahora, si asume en Seguridad, tiene como vicepresidenta a alguien que reivindica el genocidio”.
¿Por qué, entonces, venir a la Plaza? “Quedan poquitas Madres y esto tiene que seguir. Nos encontramos con seres queridos en una misma línea. Capaz no sabés la fecha de cumpleaños, pero es un lugar de reencuentro. Desde acá se mira el mundo y también se interpela a la Casa Rosada. No hay que perder el vínculo con las Madres”.

Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org
Pensar todo otra vez
Lua tiene 16 años y Paloma 17. Son estudiantes de cuarto año del colegio porteño Carlos Pellegrini. Paloma viene por primera vez: “Estamos en una situación complicada y ahora, que se está reivindicando la dictadura, es súper importante cuidar la memoria”.
Lua ya vino varias veces: “Se cuestiona algo tan básico que siempre me pareció incuestionable. Y es importante venir para que en las casas se vuelva a hablar”. Percibió que Milei entró en el Pellegrini más silenciosamente, a diferencia de otros colegios donde el apoyo fue más colectivo, precisa: “La mayoría son por las familias; o lo toman como chiste, un meme, algo nuevo; o por la desconfianza en la política. Muchos descreen de lo político, entonces tampoco hablan, por lo general, con alguien que no piensa como ellos”.
¿Qué pudieron hablar post balotaje en el Pellegrini? “Siento que es un momento donde deberíamos hablar más que nunca, pero en mi colegio la juventud no se está pudiendo organizar lo suficiente para pensar estos cuatro años. Recién pasaron dos semanas, pero tuvimos una instancia para hablar y éramos nada más que 20 personas. Siendo un colegio tan politizado, es poco, y hay que replantearnos cosas básicas y volver a esquematizar todo”.
–¿A qué te referís con esquematizar?
–Pensar cómo vamos a salir, cómo van a ser nuestras marchas, cómo nos vamos a cuidar. Probablemente a mucha gente no la dejen ir a las marchas, porque somos pibes de 16, 17, 18 años, incluso menos. Tenemos que ser un gran volumen.

Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org
Me tienen podrida
Elia Espen tiene 93 años. El 18 de febrero de 1977, su hijo Hugo Orlando Miedan Espen fue secuestrado y llevado al centro clandestino de detención y tortura El Atlético. Sigue desaparecido.
«Están diciendo pobrecitos los generales, que tienen que liberarlos, mientras nuestros hijos siguen desaparecidos, fueron tirados al mar –habla, micrófono en mano, una vez terminada la ronda–. Estamos como empezamos: me tienen podrida. ¿Qué más podemos decir? Seguimos pidiendo lo mismo que pedimos hace más de 40 años: verdad y justicia. Estoy escuchando cada cosa por la radio y televisión que me espanta. Todavía no sabemos nada de lo que pasó con nuestros familiares. Ojalá se unan, ustedes, todos. Lo único que tenemos que seguir haciendo es estar juntos».
Luego, le pasó el micrófono a Nora Cortiñas, 93 marzos. Su hijo Gustavo está desaparecido desde el 15 de abril de 1977. Nora habló y dejó frases para tomar apuntes:
- “Todavía este pueblo no llegó a captar los horrores que vivimos durante el terrorismo de Estado porque, si no, las elecciones hubieran sido diferentes”.
- “Vamos a tener que seguir hablando”.
- “Como vienen días muy difíciles tratemos de estar juntas, juntos, y pensar que no queremos que se repita más lo que vivimos”.
- “Tenemos que estar en la calle todo lo que podamos”.
- «En vez de absorber el veneno que tienen les contestaremos con el amor que tenemos».
- “Hay que salir y reivindicar lo que lucharon nuestros 30 mil”.
- “Vengan acá, vengan a acompañarnos porque así vamos a demostrar que exigimos memoria y verdad hasta el final”.
- “A seguir luchando. Vamos a vencer”.
- “No pasarán”.
Voto cansancio
Rocío, 23 años, de Lomas de Zamora, estudiante de Periodismo en la Universidad Nacional de Avellaneda (UnDAV), militante del Movimiento Evita, la escucha con atención. También, es la primera vez que viene. “Me movilizó mucho venir ahora que Milei es gobierno, ver todo el sufrimiento de las Madres, pero que siguen acá. Vine por eso. Y seguro vuelva”.
Rocío es de las que piensa que no fue un voto negacionista sino un voto cansancio: “Venimos haciendo las cosas muy mal y hay reconocerlo: en los últimos cuatro años no hubo grandes políticas que le cambiaran la vida a la gente, que es por lo que el peronismo se identifica. Hay un cansancio: no creo que el 55% sea negacionista. Espero que no”.
Le cuento que recién, en otra entrevista, una docente hablaba de la necesidad de nuevas formas de comunicar. ¿Qué piensa una estudiante de periodismo? “Las empresas de medios siguen siendo funcionales al sistema. Yo me tiro del lado de los medios autogestivos, ahí se cuenta la realidad de los hechos. Soy mamá de una nena de cuatro años y no quiero que se malinforme por Tik Tok. Deberíamos volver a lo que hicieron las Madres y contar desde ahí. Por no querer confrontar, la juventud peronista fue tibia. Tenemos que perder el miedo y dejar de ser sumisos. El Nunca Más es Nunca Más en muchas cosas”.
-¿Qué destacás en las Madres como comunicación?
-La sensibilidad. Las Madres son un gran ejemplo de cómo enfrentaron la dictadura. Hubo estrategia ahí. Cuentan un hecho terrible que vivieron en carne propia, pero desde la sensibilidad con el otro, de entender al otro, de comunicar hacia el otro. Es por ahí y es lo que nos está faltando.
Repite: “Es por ahí”.
El jueves que viene, a las 15:30, habrá ronda otra vez, como hace 46 años.

Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org
Nota
Crimen de Rafael Nahuel: condenan a los prefectos a 4 y 5 años de prisión; la familia apelará

La condena por el asesinato de Rafael Nahuel llegó tarde y mal: el prefecto Sergio Guillermo Cavia, responsable del delito de homicidio agravado, fue condenado a 5 años de prisión. Sus cuatro compañeros, cómplices, a 4 años y 6 meses. Y hasta tanto no quede firme la condena, seguirán libres. La familia anunció que apelará el fallo, a las puertas de una nueva presunta asunción de Patricia Bullrich, la responsable política del asesinato. Crónica de la audiencia de un veredicto anunciado, en cobertura colaborativa con Perycia.
Por Ludmila Cabana Crozza. Fotos de Jaime Carriqueo
desde fiske menuco
El fiscal llegó antes que nadie. Al habilitarse la sala de audiencias era la única persona sentada en la sala, en su lugar. Por momentos cerraba los ojos, por momentos revisaba su teléfono celular. Cuando ingresó al Juzgado saludó a una de las decenas de policías federales que custodiaban el edificio del Tribunal Federal de la ciudad de General Roca adentro y afuera. Antes de iniciar la subida por la escalera recibió un buen deseo. Va a estar todo bien, doctor, le dijo un policía.
Desde las 7:25 am hasta que se habilitó el ingreso a la prensa, el fiscal Rafael Vehils Ruiz estuvo solo en la sala. Entraron la prensa y la familia de Nahuel. Se llamó a un breve cuarto intermedio y todos regresaron, junto al Tribunal, cerca de las 11 para presenciar la lectura de la decisión final.


Este miércoles 29 de noviembre de 2023 en la sala de audiencias Alfredo C. Nielsen se leyó el veredicto que los jueces federales Alejandro Silva, Simón Bracco y Pablo Díaz Lacava entendieron como justicia por unanimidad: condenar a Sergio Guillermo Cavia por considerarlo autor material responsable del delito de homicidio agravado por haber sido cometido mediante la utilización de arma de fuego y con exceso de legítima defensa, a 5 años de prisión e inhabilitación especial por 8 años.
Eran cinco los prefectos procesados por la muerte de Rafael Nahuel en 2017 en Bariloche. Francisco Pinto, Juan Obregón, Carlos Sosa y Sergio García fueron condenados a 4 años y 6 meses de prisión e inhabilitación especial por 7 años por el tribunal oral criminal federal de General Roca ya que los consideraron partícipes necesarios del delito de homicidio agravado cometido por Cavia. Los 5 condenados no tendrán condena preventiva: serán detenidos cuando la sentencia quede firme. Hasta tanto no podrán abandonar el país ni retirarse de su domicilio por más de 24 horas salvo que avisen con anticipación.


Pero antes de los 6 minutos que tardó la lectura del veredicto hecha por el presidente del tribunal, Alejandro Silva, los cinco procesados tuvieron un momento para decir las palabras finales. Todos hicieron uso de ese derecho y dijeron casi lo mismo: que obraron en cumplimiento del deber, conforme a derecho, sin cometer excesos y con una orden judicial que los legitimaba.
Cavia agregó que tenía fe en que se iba a hacer justicia; Obregón dijo que respetó la vida propia y la de terceros en cuanto se pudo. García dijo que actuó en este “lamentable hecho conforme a derecho”. Todo fue escuchado y visto en una pantalla, porque ninguno de los acusados pisó el Tribunal Federal en ninguna de las audiencias: siguieron el juicio desde sus casas, conectados a internet. Recibieron el veredicto en las mismas circunstancias.
Durante el debate oral hubo dos querellas: una por parte de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación con el abogado Mariano Przybylski como representante, y otra por parte de los padres de Rafael Nahuel con los abogados Rubén Marigo y Ezequiel Palavecino. En los alegatos ambas querellas pidieron prisión perpetua para los 5 prefectos por homicidio agravado.
El pedido de pena máxima se desprende de lo que el abogado Marigo entiende es un delito político, un delito de violencia institucional pero fundamentalmente una deuda de la democracia: no haber terminado con prácticas que vienen de la dictadura militar. Se refiere a usar el aparato estatal (en este caso las fuerzas de seguridad) en contra de ciudadanos comunes.

La defensa fue por la absolución, no reconoció ningún delito pese al resultado de una persona muerta y dos heridos de bala del mismo lado. El fiscal Vehils Ruiz, por su parte, pidió 5 años de prisión para los acusados. No consideró quitar el atenuante en la acusación original de homicidio en exceso de legítima defensa y fue por la idea de un enfrentamiento entre las partes. Esta posición, pese al pedido de las querellas, limitó la decisión del Tribunal en cuanto a la pena dictada: la más alta fue la que pidió el Ministerio Público Fiscal.
Rafael Nahuel fue alcanzado por un disparo por la espalda y murió el 25 de noviembre de 2017, tenía 22 años. Quienes lo acompañaban también fueron heridos y oficiaron de testigos en una de las jornadas del juicio que ayer terminó, no estaban armados.
El miércoles 29 de noviembre, día del veredicto, la mamá de Rafael Nahuel cumplió años. Se llama Graciela, es una mujer bajita, lleva zapatillas negras de caña alta, medias de color rosa, un pantalón animal print y una remera mangas largas con otra blanca encima con la cara de su hijo asesinado. La misma remera llevan Alejandro, el padre y Ezequiel, el hermano. Graciela tiene, en el día de su cumpleaños, que estar lejos de su casa en Bariloche, a 481 kilómetros, porque le falta un hijo y busca justicia.
Lleva dos hebillas con brillos en el pelo, tiene una bolsa de tela de Unelen que revisa buscando alguna cosa, hace un gesto como de revolver algo en la boca mientras escucha y mira lo que dicen los jueces sobre los acusados de la muerte de su hijo, que son culpables y están en sus casas -¿qué mastica Graciela? ¿bronca?-.
Afuera, al sol, dijo frente a un micrófono que no está conforme, que esperaba más, que está desilusionada. El abogado Marigo aseguró que apelarán, Horacio Pietragalla Corti, titular de la Secretaría de Derechos humanos de la Nación que acompañó la jornada dijo que, a pesar del cambio de gestión que se acerca, esa también es la intención de la Secretaría.


El 29 de Diciembre de 2023 a las 11 hs. es el día fijado para dar a conocer los motivos del hecho en el que se funda el veredicto conocido hoy. «Que tengan un excelente día, cuídense», fueron las palabras del juez antes de dejar el recinto.
En 2017, el año del hecho juzgado hoy, la poeta neuquina Silvia Mellado escribió:
Rafael Nahuel
han soltado los albatros
en el medio del bosque
donde dice tierra ancestral
leen coto de caza los perdigueros que olisquean
gustosos un pedazo de tu muerte
Nota
La casa de Lucía: inauguración en Mar del Plata de un centro de capacitación y encuentro, símbolo de una epopeya

(Desde Mar del Plata/lavaca.org) Guillermo Pérez se quedó mirando absorto unos pupitres escolares que había enviado el cura Héctor Díaz, muchísimo más conocido como Chobi. Los pupitres estaban siendo acomodados por toda la gente de la Campaña Somos Lucía en el patio de una casa ubicada en la calle Alvarado al 4500.

Las mujeres y luchas en el acto. Fotos: Lina Etchesuri.
En medio del vértigo de la inminente inauguración Guillermo (mecánico de automóviles) le habló a su esposa, la enfermera Marta Montero:
–Acá hay un mensaje. Acá empezó todo– dijo señalando los pupitres garabateados en algunos casos, un símbolo de la escuela pública a la que iba Lucía cuando fue captada como tantas otras adolescentes por narcos que vendían lo suyo a la salida de las clases. En el caso de Lucía, el negocio terminó en el femicidio de esa chica que iba a 4º año del secundario, en octubre de 2016, caso que provocó el primer Paro Nacional de Mujeres.

La ministra Mazzina, Marta, Guillermo, Raquel Vivanco, Yamila Rodríguez. Fotos: Lina Etchesuri.
Guillermo completó su idea:
–Y acá puede continuar todo ahora: a esto vamos con todo lo que estamos haciendo– dijo señalando los pupitres, porque el proyecto de la Casa de Lucía es que sea un lugar para capacitaciones, talleres, para compartir ideas, acciones y la contención de las familias víctimas. Un punto de encuentro crucial para el trazado de estrategias de vida frente a la violencia contra las mujeres en la ciudad, y la impunidad que suele acompañarla desde siempre.

La mamá de Candela, la mamá de Iaria. El sentido de tener un lugar de encuentro. Fotos: Lina Etchesuri.
Tres datos para sintetizar la historia
- –El femicidio de Lucía provocó un cimbronazo social que derivó en aquel primer Paro Nacional de Mujeres el 19 de octubre de 2016. La familia llevó el caso a un juicio (2018) que resultó vergonzoso, con jueces dedicados a sembrar sospechas sobre la víctima menor de edad y a exculpar a los narcos acusados, Matías Gabriel Farías (29) y Juan Pablo Offidani (48). El tercero, Alejandro Maciel, había fallecido en 2020.
- –Marta y Guillermo se propusieron entonces lo que parecía impensable: la anulación de esa vergüenza, y la realización de un nuevo juicio que se realizó finalmente en febrero de este año, en el que sí se pudo lograr la condena a perpetua por femicidio de Farías, y a 15 años a Offidani como “partícipe secundario”, tema que está apelado.
- –La familia además impulsó un jury aún pendiente, que juzgue a los jueces del primero de esos juicios, Facundo Gómez Urso y Pablo Viñas (el tercer juez, Alejandro Carnevale, eludió el proceso al jubilarse antes).
- –Ahora la Campaña Somos Lucía obtuvo algo más: recibió del Estado, a través de la AABE (Agencia de Administración de Bienes del Estado) una casa abandonada y derruida que en apenas dos meses lograron acondicionar a pulmón y corazón, y que fue inaugurada este martes 28 de noviembre junto a otras familias de víctimas de femicidios que se acercaron a compartir ese momento acaso histórico.
- Lugar de encuentro y aprendizaje
- Así contado todo parece veloz, pero en la práctica significó años, meses, días y cada segundo de energía, de lágrimas, de insomnios, de amenazas, que Guillermo y Marta, y también su otro hijo Matías Pérez, lograron superar.
No lo hicieron dedicados solo al caso de Lucía sino también buscando acompañar y reunir a otras familias que pasaron por infiernos similares. Así fue que inspiraron otra organización clave: Familias Victimas de Femicidios, Transfemicidios y Desparecidas.

Madres que no bajan los brazos, y el sacerdote Héctor Díaz, Chobi, siempre acompañando las luchas marplatenses. Fotos: Lina Etchesuri.
Entre los familiares estuvieron Gustavo Mellman, papá de Natalia (asesinada en febrero de 2001). Los policías condenados están presionando para obtener su libertad. Estaba también Mariela Quintanilla, la mamá de Iara Nardelli (sus huesos aparecieron este año, pero el caso sigue sin investigarse como femicidio), Carola Labrador, madre de Candela Rodríguez (asesinada por una banda narcopolicial en 2011, cuando ella tenía 11 años), Marisa, la madre de Luna Ortiz (asesinada en 2017 a los 19 años). Participaron también integrantes de la Asamblea por un mar libre de petroleras, y de la multisectorial Ni un hundimiento más, creada por familiares del barco pesquero El Repunte, hundido en 2017.
Estuvieron además las hijas de Evangelina Sánchez, asesinada el 20 de noviembre pasado. Por el lado oficial se hizo presente la ministra nacional de Mujeres, Igualdad y Género, Ayelén Mazzina. El presidente Alberto Fernández no pudo asistir, y fue representado en el acto por una de sus asesoras, Raquel Vivanco, así como Yamila Zavala Rodríguez representó a Estela Díaz, ministra provincial de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual.

Marta, Guillermo, y una idea: “No nos podemos quedar en el dolor, el sufrimiento y que todo termine así. Nuestras hijas son la semilla». Fotos: Lina Etchesuri.
“Lucía está acá” dijo Marta durante su intervención, junto a la gigantografía con los ojos de su hija. “La perversidad de la justicia fue de tal magnitud… pero no pudieron con nosotros, que somos gente de la calle, y eso muestra que nadie nunca debe bajar los brazos”. Marta nombró y presentó a quienes fueron a compartir la inauguración formal de la casa y destacó que en los casos de femicidios no alcanza con la condena: “Siguen las vidas de quienes quedan, pero el Estado tiene que estar presente como tiene que ser. Que las hijas de Evangelina, por ejemplo, puedan tener comida, educación, que puedan cubrir sus necesidades básicas porque quedaron solas, criaturas enfrenando un mundo perverso de adultos. No es una dádiva, es un derecho el que hay que darles. Y organizados vamos a hacerlo” dijo mirando a dos de las hijas de Evangelina Sánchez.
Dijo también: “Esto va a ser un lugar de encuentro, de aprendizaje. Acá no terminó nada. Acá seguimos sin bajar los brazos para que crezca una esperanza de vida, de respeto y de derechos. Esto hay que hacerlo porque en el fondo lo que se quiere es que estemos desunidos. Si estamos desunidos, ganan ellos”.

Familiares de un pesquero hundido, El Repunte. Fotos: Lina Etchesuri.
“No nos podemos quedar en el dolor, el sufrimiento y que todo termine así. Nuestras hijas son la semilla. Jamás nos van a convencer de que somos unos negros de mierda. Somos mujeres y hombres trabajadores, que no son egoístas, gente que piensa que no somos el ombligo del mundo, sino que necesitamos comunidad para trabajar”.
Después fue el tiempo de las fotos, los abrazos y las lágrimas de tantos familiares, que por esta vez no fueron de tristeza sino que simbolizaron una puerta al futuro.

Fotos: Lina Etchesuri.
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