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Observatorio «Lucía Pérez» de violencia patriarcal: primer padrón público de femicidios, travesticidios, muertas por aborto clandestino y desaparecidas

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Presentamos un nuevo registro público y autogestivo de la violencia patriarcal. Con orgullo y permiso de la familia lo bautizamos Observatorio Lucía Pérez. En nombre de las vidas de las jóvenes que ella representa elaboramos un registro de femicidios (119), travesticidios (25), muertas por aborto clandestino (1) y desaparecidas (12) durante este 2020, mientras tenemos en proceso de elaboración un padrón de los últimos diez años. Abrimos en este acto la colaboración para ir actualizándolo mes a mes de manera colaborativa.

No son cifras. Es el registro social de aquello que el Estado no hace, a pesar de estar obligado. No son números. Es la cartografía de la violencia patriarcal y la descripción de cómo opera el Poder Judicial, la policía y las pocas medidas de protección con la que cuentan las víctimas antes de ingresar a esta dolorosa planilla. No es un “proyecto”. Es el esfuerzo cotidiano de muchas manos enlazadas para aportar datos, chequearlos, analizarlos y pensar así, en panorama, las acciones que prevengan estos crímenes atroces. No es un padrón. Es una invitación a que se aporten los casos que faltan, se corrijan los errores y se precise la información para intentar así trazar una mirada panorámica que nos ayude a pensar y a hacer, a actuar y a exigir, a movernos y sacudir lo que sea necesario para detener esta pandemia y curar estas heridas que son a la vez, biográficas y sociales.

Hay otros padrones y eso significa que hay otras personas y organizaciones interesadas en lo mismo, así que lejos de establecer una competencia, el Observatorio Lucía Pérez se propone una tarea colaborativa para mejorar y optimizar todos los registros que la sociedad realiza con mucho esfuerzo y con diferentes criterios, pero sin duda con el mismo objetivo: aportar a las soluciones.

En este caso, la propuesta es registrar las siguientes violencias patriarcales.

Femicidios

Con nombre, edad, fecha y localidad (en caso de provincias) y barrios (en caso de Capital Federal), ya que es un dato que nos permite identificar el territorio de posibles acciones de prevención, pero también de contención, ya que todo femicidio representa la violencia ejercida sobre un cuerpo, pero al mismo sobre una familia, un grupo de afectos y una comunidad. No existe hasta el momento un protocolo que obligue al Estado a actuar en escuelas o en barrios luego de haber sufrido un femicidio.

Sumamos también los datos del presunto femicida (con nombre y edad) con la intención de trazar así un retrato social que, ojalá, nos permita dirigir esfuerzos de charlas, talleres, campañas y mensajes hacia sectores concretos, con la misma intención: prevenir estas violencias.

Otro dato importante es la carátula con la que el Poder Judicial inicia la investigación de estos crímenes, ya que de ella depende no solo la suerte que correrá la investigación y luego, el trámite hasta llegar a la sentencia, sino algo muy importante, que aprendimos gracias a las familias sobrevivientes de femicidios: los derechos de las y los huérfanos por estos crímenes. La llamada Ley Brisas, por ejemplo, restringe sus beneficios de acuerdo a las calificaciones judiciales y el Estado no ha procurado hasta hoy ninguna forma de hacer llegar la ayuda necesaria cuando más la necesitan. Es un derecho vulnerado y a las infancias, grave incumplimiento que en cada caso y cada día sigue cometiendo el Estado.

En el mismo sentido, tratamos de sistematizar la información sobre si la víctima había realizado denuncias y pedidos de protección, así como contabilizar los días que transcurrieron desde la denuncia de su desaparición hasta el hallazgo del cuerpo, en los casos que así sucedan.

Son todos datos muy difíciles de obtener solo por el registro periodístico, así que representa un esfuerzo por obtener la información y chequearla con juzgados, familias y otras fuentes, lo cual supone que todos los casos registrados están en permanente actualización.

La gran deuda es con las mujeres más pobres y de localidades más remotas, ya que sus asesinatos ni siquiera son registrados por los medios, que representan una primera y más accesible fuente de alerta.

Es por todo esto que pedimos colaboración para completar este padrón, enviando los datos al mail: [email protected]

-El envío de datos será el primer paso para que, luego de chequeada la información, se sume al padrón para ir completándolo.

-En esta primera etapa enfocaremos nuestros esfuerzos en el registro de este año -2020-, pero tenemos en proceso de elaboración un padrón histórico de los últimos diez años, con 1.619 casos registrados.

Travesticidios

Mucho más difícil de sistematizar, ya que las violencias que se ejercen sobre los cuerpos trans y travestis no suele ser noticia en los medios, aunque en los últimos años hemos avanzado tanto en esta batalla que hay agencias como Presente y organizaciones como la agrupación Rosa Naranja que informa cotidiamente sobre estos crímenes. Educadas por Lohana Berkins, consideramos que las violencias que se ejercen sobre esos cuerpos son tantas y tan diversas que debe considerarse travesticidio tanto el crimen perpetrado por una persona como por el sufrimiento, desigualdad y maltrato que reciben cotidiana y sistémicamente y que las lleva inevitablemente a la muerte. Llamamos a esos casos “travesticidio social”.

El registro se completa con testimonios de compañeras y amigas que nos acercan datos, que luego chequearemos.

Pedimos entonces colaboración para poder hacerlo mejor y más completo enviando un mail a: [email protected]

Muertas por aborto clandestino

Entramos aquí a una zona oscurecida por la impunidad de la que goza actualmente el aborto clandestino. Con la intención de terminar con esta cultura del ocultamiento intentamos abrir este registro que hasta ahora tienen en 2020 un único caso, registrado en plena cuarentena. Pedimos en estos casos y especialmente la colaboración del personal de salud, con absoluta garantía de reserva de la fuente.

Desaparecidas

Este registro es de actualización permanente y pretende dejar constancia de qué esfuerzos realiza el Estado y cuánto tiempo demanda el hallazgo de las desaparecidas. Fue el papá de María Cash quién nos explicó la necesidad de crear un organismo centralizado de búsqueda de mujeres, niñas y trans desaparecidas, idea que expresó a funcionarios de diferentes áreas de gobierno, sin suerte. Él murió en un choque en la ruta, mientras iba tras un dato y por su hija. Nuestra forma de honrarlo es trabajar en este registro para que impulse que se concrete su idea.

Por último, agradecemos muy especialmente a la familia de Lucía Pérez por habernos enseñado tanto y por habernos permitido que el nombre de su hija, de 16 años, asesinada el 8 de octubre de 2016, designe este registro.

Es entonces en nombre de las vidas de las jóvenes que ella representa que hacemos todo esto.

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83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

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Pablo Grillo
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83 días.

Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.

83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.

83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.

83 días y seis intervenciones quirúrgicas.

83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo. 

83 días hasta hoy. 

Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro. 

Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”. 

Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).

Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca. 

El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”. 

La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».

La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería. 

Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.

Esta es parte de la vida que no pudieron matar:

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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

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Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.

Por María del Carmen Varela.

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia. 

La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.

Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.

La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional.  A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.

Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.

Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro. 

MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA

Viernes 30 de mayo, 20.30 hs

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

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Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.

Por María del Carmen Varela

La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.

La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro
Gabriela Pastor en escena. Detrás, Juan Zuberman interpreta a un ciego que toca la guitarra.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario.  Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.

El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.

Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.

Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.

La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.

Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA

Domingos 18 y 25 de mayo, 20  hs

Más info y entradas en @perlaguarani

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