#NiUnaMás
“Que una emergencia no tape a la otra”: Actrices Argentinas exige al Estado políticas para frenar la violencia machista
La colectiva Actrices Argentinas lanzó un comunicado en el que expresa la preocupación por la “invisibilización y la falta de respuestas” ante los casos de violencia machista durante la cuarentena obligatoria: “Necesitamos que el estado nacional se pronuncie firmemente en relación a las políticas y medidas que se tomarán en esta temática”. La situación cultural, las denuncias que siguen llegando y el debate sobre cómo posicionarse. El comunicado completo.

Desde que comenzó en Argentina el aislamiento social preventivo obligatorio el 20 de marzo, las llamadas a las líneas de asistencia por violencia machista aumentaron un 39%. Las denuncias presenciales disminuyeron. Y los femicidios y transfemicidios continuaron, inalterables, y sin respuestas eficientes para frenarlos.
El chat de WhatsApp que comparten más de cien actrices estaba en ebullición por posicionarse frente a la urgente necesidad de respuestas. Fue la Comisión Cartas de la colectiva Actrices Argentinas quien tomó la tarea de redactar el contundente comunicado que lanzaron en sus redes sociales y en donde realizan una radiografía de la situación y de lo que falta. “Desde Actrices Argentinas queremos expresar nuestra preocupación por la invisibilización y falta de respuestas ante los casos de violencia de género que crecen día a día, en el marco de la emergencia sanitaria. Las medidas estatales adoptadas hasta ahora son insuficientes para prevenirlos y apenas actúan como dispositivos de acompañamiento”, comienza el comunicado oficial, y luego agrega:
- El incremento de los llamados y la falta de recursos para dar respuesta.
- Las múltiples violencias: desde el hacinamiento, la violencia económica y la recarga en las tareas de cuidado.
- La necesidad urgente de políticas públicas que den respuesta.
- Lo fundamental que se vuelve la actuación rápida de las fiscalías.
- Lo importante de poder hacer un seguimiento a quienes tienen medidas perimetrales y de dar mayor difusión a la medida que exceptúa de la cuarentena a quien sufre violencia y necesita ir a denunciar.
- La responsabilidad de la sociedad toda para llegar mediante la comunidad a las mujeres.
- La utilidad que implicaría para las organizaciones que trabajan en los territorios conocer un mapeo que releve cuáles son los lugares que necesitan asistencia de manera urgente y colaborar así con la asistencia.
La actriz Noemí Frenkel, quien participó en la redacción, explica a lavaca que la colectiva suele tener asambleas cada quince días y que, aún en el contexto de aislamiento que no permite juntarse, venían trabajando en cómo posicionarse frente al tema. “Hubo un llamamiento firmado por referentes feministas, en algunos sentidos sentimos que no nos representaba en el tono. Nos quedó el deseo de hablar, y replicar propuestas y demandas. Darles voz. Nos llevó mucho trabajo encontrar cómo pararnos, desde dónde hablar. Es un momento muy complejo en todos los sentidos, también en el sentido político”.
¿Cómo decidieron el tono? “Fue desde expresar la preocupación y de palpar tanto en los discursos oficiales como en los medios de comunicación que el problema de la violencia está totalmente invisibilizado”.
El comunicado, difundido después del anuncio de la extensión de la cuarentena, dice: “De acuerdo a datos oficiales, desde que empezó la cuarentena las llamadas a los números de asistencia de víctimas por violencia de género se incrementaron un 39%. Sin embargo, siguen sin ser suficientes los fondos y recursos destinados para esta tarea. El confinamiento obligatorio empuja a convivir, en la mayoría de los casos, en condiciones de hacinamiento, con ingresos que no alcanzan y con la presión del cuidado de niños y adultos mayores durante todo el día. Desaparecieron los espacios de socialización por fuera de la familia (escuela, centros culturales, clubes, plazas) y muchos hogares se convirtieron en una caldera. Con la extensión de la cuarentena se vuelve urgente una alternativa para las víctimas de violencia. Convivir día y noche con el violento podrá mitigar el problema sanitario, pero simultáneamente habilita otro de igual dimensión”.
¿Cuál era la dificultad que encontraban para posicionarse? “El comunicado que salió en su momento, desde mi punto de vista, tenía un tono un tanto obsecuente al gobierno más allá de que las propuestas yo las comparto. Ahí salió la preocupación acerca del tono. Después hubo otro comunicado que tenía el tono opuesto, de una confrontación absoluta, y me resultó hasta desmovilizante. Nos preguntamos: ¿desde dónde hablamos? ¿Cuál es nuestra efectiva representatividad? Encontrar un tono que ayude a presionar en poner el tema en agenda. El objetivo es ese: necesitamos presionar para que el tema de la violencia se ponga en agenda”.
Frenkel relata que el sector de la cultura se encuentra “castigadísimo” y que “el presupuesto de cultura suele ir a funcionarios, mientras que el lugar que se le da al artista es competir por subsidios”. A la violencia machista se suma así la precarización y el hambre. “Se supone que tenemos aguantar. Sabemos que durante muchos meses no vamos a poder subir al escenario o dar una clase que son recursos con los que contamos los trabajadores de la cultura. Siempre fue difícil pero venimos de la era macrista donde bajó el laburo y dejó mucha desocupación en el sector”.
“Necesitamos que el estado nacional se pronuncie firmemente en relación a las políticas y medidas que se tomarán en esta temática, y que cada provincia y municipio contemple en sus estrategias para gestionar la crisis cómo deben manejarse los casos de violencia de género en este contexto”, detalla el comunicado de la colectiva que, luego de acompañar la denuncia de Thelma Fardin en 2018, comenzó a recibir el pedido de acompañamiento y ayuda de otras mujeres. Según una encuesta de la Sociedad Argentina de Gestión de Actores e Intérpretes (SAGAI) dos de cada tres actrices fueron acosadas sexualmente en algún momento de sus carreras. Desde Actrices Argentinas armaron entonces la Comisión Abuso: “Hicimos un recursero, con una serie de formas de ayudar. Venimos recogiendo esas consultas y pedidos y por eso la necesidad de salir a presionar para que el tema se ponga en agenda”.
Desde Periodistas Argentinas se sumaron al reclamo de las actrices y en sus redes oficiales se pronunciaron: “En esta cuarentena es prioritario que el Estado destine recursos y esfuerzos para víctimas de violencia machista”
Que así sea.
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38° Encuentro Plurinacional: Qué momento

El 38° Encuentro Plurinacional de Mujeres, Travestis, Trans, Lesbianas, Intersex y No Binaries terminó este domingo con una movilización de 20 cuadras por la costanera correntina. Más de 90 mil personas participaron de estas jornadas que se vivieron una vez más como un hecho histórico y más aún ante el contexto libertario: «Qué momento/ qué momento/ a pesar de todo, les hicimos el Encuentro». Voces de distintas generaciones, desde las que fueron por primera vez a las más experimentadas, que participaron de talleres y de conversaciones para pensar y hacer otro feminismo para enfrentar al fascismo. Las canciones, las estrategias, y las opciones para el año que viene: ¿Córdoba o CABA?
Por Claudia Acuña. Fotos de Line Bankel para lavaca.org
Enviadas especiales a Corrientes.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org
¿Cuánto son veinte cuadras de feminismo? ¿Y si esas veinte cuadras corresponden a la costanera correntina? ¿Y si se mueven durante dos horas gritando “señor, señora, no sea indiferente, nos robaron a Loan en la cara de la gente”?
A las siete y pocos minutos, la marcha de cierre del 38º Encuentro Plurinacional de Mujeres, Travestis, Trans, Lesbianas, Intersex y No Binaries partió de un parque con color emblemático: Poncho Verde. Apenas dos cuadras después ya hacía llorar a una señora asomada a la ventana y agitar los brazos a su vecina, tres pisos más arriba, mientras una tercera se atrevía a aplaudir. La multitud se detuvo para saludarlas y, con ese abrazo a distancia, la marcha se sintió bendecida.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org
Los cálculos aritméticos dictan que se agotaron todas las plazas de alojamiento en Corrientes Capital, que la demanda desbordó hacia ciudades vecinas como Resistencia y Paso de los Libres, y que eso significa que al menos 70 mil personas llegaron a este Encuentro. Las cuentas por espacio ocupado en el asfalto correntino elevan esa cifra a 90 mil. Cualquiera haya sido la cantidad, lo que sin duda representa en este contexto lo sintetiza una palabra: demasiado. Ese fue el sentimiento que aderezó desde la apertura hasta este final, que hizo llorar a las organizadoras y cantar una y otra vez el hit de este Encuentro: “Qué momento/ qué momento/ a pesar de todo/ les hicimos el Encuentro”.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org
Mientras un grupo de chicas de San Luis se pinta la bandera palestina en los cachetes, me cuentan que participaron del taller de antiimperialismo y de otro sobre el trabajo sexual. Dicen con seguridad que el desafío ahora es poder transmitirles a las “más jóvenes” por qué vale la pena organizarse y pelear por mantener derechos que costaron tanto conseguir y seguir batallando por otros que todavía están pendientes. “Las jóvenes tienen que ser el futuro del feminismo y es nuestra tarea que así sea”.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org
La que habla se llama Lucía y tiene apenas 22 años. Sus amigas completan: para ellas fue el primero, pero no será el único. No les llamó la atención que existiera cierta tensión entre los aparatos políticos –“lo vemos siempre”– y hasta consideran que “está bien que se debata con pasión sobre temas importantes, como la reforma laboral, porque lo importante es hablar”, aunque sin duda sería mejor que también las escuchen.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org
Otro grupo de chicas tucumanas –primerizas también– dirá que les interesó el taller de educación y que aprendieron mucho escuchando a mujeres de todas las edades intercambiando experiencias y opiniones. “No es habitual que podamos conversar con diferentes generaciones y todas en un plano de igualdad: no había quien se presentara como si supiera más o fuera más importante”. Otra dirá que rescató que los talleres no cerraran con conclusiones o recetas sobre lo que hay que hacer. Eran personas compartiendo preguntas y eso es lo que se llevan. Les pregunto cuáles, como ejemplo. Dirá otra: “En el taller de violencia digital alguien planteó que se nota que los varones fascistas están muy activos en las redes y sin duda organizados. Entonces se preguntó: pero ¿dónde están nuestros varones? ¿Por qué ellos consideran que si nos atacan a las mujeres no es su problema? Otra chica planteó su duda: ¿tenemos que hablarles a los varones fachos? Y si así fuera, ¿qué tendríamos que decirles? Nos dejó pensando”.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org
Durante el recorrido de esta marcha alegre y sin sobresaltos se cruzaron algunas amenazas que llevaron a la práctica y la resolución al paso de algunas respuestas a estas preguntas. Dos opciones:
Opción No te Tenemos Miedo: cantarles “tiemblan los machistas/ América Latina va a ser toda feminista”.
Opción Defendemos lo Irrefutable: gritar “¿Dónde está Loan?”.
La inteligencia es colectiva.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org
Mañana habrá que resolver también colectivamente la tensión interna que se encarna en la elección de la próxima sede del Encuentro: CABA o Córdoba. Hay quienes temen que en CABA monopolice el tema la prisión y proscripción de Cristina Kirchner. Otras plantean que es hora de un Cordobazo feminista. Ambas cantaron hoy sus preferencias (“que sea en CABA”, gritaban las Mumalá correntinas; “paso a paso se viene otro Cordobazo”, agitaban las cordobesas), pero la marea entera coincidía en lo importante: el poder de estar juntas sigue intacto.
La pregunta que dejó a todas pensando es qué hacer con eso.

Fotos: Line Bankel/lavaca.org


Fotos: Line Bankel/lavaca.org

Fotos: Line Bankel/lavaca.org

Fotos: Line Bankel/lavaca.org

Fotos: Line Bankel/lavaca.org
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Oraciones, entre la cruz y la raya: un ritual para presentar el nuevo libro del Observatorio Lucía Pérez

Este domingo 16 de noviembre presentamos el nuevo libro del Observatorio de Violencia Patriarcal Lucía Pérez, editado por lavaca, con una perfomance conmovedora: Oraciones, entre la cruz y la raya fue una obra de teatro danza basada en los ejes teóricos de Femicidios, narcotráfico y Estado. La puesta transformó en lenguaje poético, corporal y musical una realidad que duele y mata, de la mano de talentosas artistas.

Familias sobrevivientes de femicidios, con el libro del cual son parte: el nuevo libro del Observatorio Lucía Pérez.
Oraciones, entre la cruz y la raya: así se llamó la presentación performática del nuevo libro del Observatorio Lucía Pérez editado por lavaca y titulado Femicidios, narcotráfico y Estado.
La obra de teatro y danza indagó en los mecanismos que operan sobre los cuerpos y los territorios desde una dramaturgia que combinó texto, movimiento y música. El resultado fue una experiencia que funcionó tanto como obra artística como herramienta para hacer sentir, colectivamente, de qué hablamos cuando hablamos de femicidios.
La obra fue ideada y escrita por Claudia Acuña, también responsable de la dirección general del Observatorio Lucía Pérez. En escena, Oraciones desplegó el trabajo de las intérpretes Julieta Costa, Lola Domínguez Hayes, Lucía Harismendy, Pia Leone, Luca y Juana Torras, quienes construyeron una trama sensible entre la fragilidad y la fortaleza. La música en vivo, a cargo de Santiago Torricelli en piano, aportó un pulso emocional que atravesó toda la pieza.



El diseño sonoro siguió de la mano de Pía Leone, junto con la operación técnica de Teo Escobar y Lucas Pedulla. Y el diseño gráfico estuvo a cargo de Jonatan Ramborger (autor, también, de la tapa del libro) y Julie August.
La puesta en escena fue realizada por Julieta Costa, mientras que la dirección coreográfica estuvo a cargo de la reconocida directora y coreógrafa Carla Rímola.
Oraciones dejó en quienes asistieron la certeza de que el arte no sólo puede denunciar lo que duele, sino también abrir caminos para imaginar otras formas de vida y de cuidado.
Y también, otras formas de presentar un libro.



El Observatorio y su libro
El Observatorio Lucía Pérez es una herramienta de análisis, debate y acción creada por lavaca.org con el objetivo de profundizar el trabajo sobre formas de prevención y erradicación de la violencia patriarcal.
Cada día un equipo conformado por Claudia Acuña, Amalia Etchesuri, Anabella Arrascaeta y Pablo Lozano actualiza 12 padrones de manera autogestiva, datos que sumados al seguimiento de lo publicado en medios de todo el país son luego chequeados y precisados con fuentes judiciales y periodísticas. Se trata del único registro público del país, lo cual quiere decir que pueden consultarse las fuentes de cada dato.
Cada mes el Observatorio realiza un resumen de este diagnóstico junto a víctimas y familias sobrevivientes de femicidios. El resultado es el informe mensual que se difunde a través de organizaciones sociales y referentes de la política y la cultura que intenta pensar, más allá de las cifras, la radiografía social y política de esta violencia.


Femicidios, narcotráfico y Estado reúne ahora y por primera vez los distintos informes, investigaciones y acciones del Observatorio Lucía Pérez. Es un material que indaga a través de la articulación de textos teóricos y reportajes periodísticos las vinculaciones entre lo narco, la violencia machista, los femicidios y el rol del Estado en la trama de la impunidad.
Todo eso quedó plasmado en esta presentación-ritual colectivo para empezar a sanar una realidad que duele, y organizar la realidad que viene: aquella que queremos, deseamos y nos merecemos.
Si querés el libro escribinos al teléfono que figura en este link, y suscribite para apoyar todo lo que hacemos:
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La venda en los ojos: la justicia frente al abuso sexual contra niñas y niños
El 42% de las denuncias de violencia sexual corresponden a menores de 17 años en la ciudad de Buenos Aires. El ministerio de Justicia bonaerense reveló que entre 2017 y 2022, de más de 96.000 causas por abuso sexual, 6 de cada 10 tuvieron como víctimas a menores y se duplicó el número de denuncias: el 80% fueron mujeres, principalmente niñas y adolescentes de entre 12 y 17 años. ¿Cómo recibe el Poder Judicial a las infancias que se atreven a denunciar abusos? Las víctimas convertidas en “culpables” de un delito que padece a nivel mundial entre el 15 y el 20% de la niñez. La campaña conservadora y oficial: desestimar denuncias y motosierra. Lo que no quiere ver la justicia. Cómo encarar estos casos, y la enseñanza de Luna. Por Evangelina Bucari.
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