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¿Quién tira la piedra en Chubut? Detenidos sin pruebas, sospechas de escena armada y el miedo como forma de control social
En Lago Puelo, el lugar donde la comitiva de Alberto Fernández fue apedreada, lavaca habló con un docente, un abogado de una de las acusadas y una defensora de derechos humanos que analizan qué pasó, qué se sabe y qué no. Quiénes y cómo son los docentes detenidos por el supuesto ataque presidencial. Los apuntados que ni siquiera estaban en el lugar de los hechos. Las sospechas de una escena armada en la cual no hubo seguridad pero sí la huida del auto de una brigada policial local. El choque entre el gobierno provincial y nacional que abona esta hipótesis, confirmada a lavaca por el viceintendente de Lago Puelo. El modo en el que tanto la justicia provincial como el gobierno nacional aprovechan el caso para deslegitimar la organización social contra los proyectos megamineros, en medio de una Comarca Andina que continúa ardiendo.

Por Francisco Pandolfi desde Lago Puelo. Fotos de Nacho Yuchark
Mientras el gobierno nacional y el de la provincia de Chubut juegan al Gran Bonete, endilgándose responsabilidades sobre la turbulenta venida del presidente Alberto Fernández a Lago Puelo; mientras diversas cámaras y flashes mediáticos se suben a ese juego de distracción, la Comarca Andina continúa ardiendo.
Siguen los incendios, sigue habiendo cada vez más afectados (por el fuego y por sus consecuencias), sigue aumentando el número de casas relevadas arrasadas –el número oficial es de 350, pero organizaciones autoconvocadas apuntan a más de 500 por la falta de registro de viviendas–. Sigue habiendo sectores sin luz, sin agua, sin acceso a internet.
Pese a este escenario que permanece desolador, se va apagando de los medios la catástrofe ambiental, minimizando el desguace del Estado provincial, en medio del show de las detenciones. Pero, ¿qué hay detrás de los allanamientos y su puesta en escena? ¿Qué esconden las detenciones violentas y mediáticas, sin ninguna prueba concreta contra las y los acusados? ¿Quién piensa en esas personas y en el temor que hoy las atraviesa?

Piedras y perejiles: en el lugar del hecho
El lunes por la mañana, el ministro de Seguridad de Chubut, Federico Massoni, expuso en conferencia de prensa a los presuntos involucrados en la apedreada que recibió la comitiva presidencial el sábado 13 de marzo. Nombres y apellidos, direcciones de sus hogares, ocupaciones, salarios y una parva de datos personales fueron difundidos para justificar los ocho allanamientos y las seis detenciones que se produjeron, incluida una menor de edad. Les secuestraron sus celulares en la fiscalía comandada por Carlos María Díaz Mayer, socializaron sus datos privados y, en un lapso de sólo tres horas, los liberaron.
“Las detenciones tienen un patrón común: son todos perejiles. Yo conozco al menos dos casos que no estuvieron en el lugar. Ana Ruiz, a quien represento en su defensa, y Trinidad Muñoz, a quien no la allanaron todavía pero está en la orden del juez que pidió el fiscal. ¿Se entiende? ¡Ni estaban en el lugar del hecho! Entonces te das cuenta de que se trata de una pelea entre los distintos gobiernos, que nos trasciende. Acá, agarraron al voleo y ese fue el criterio”, afirma a lavaca el abogado Edgardo Manosalva.
Ana es vecina del paraje Entre Ríos y auxiliar en una escuela. Según afirma su defensor, el día anterior había viajado a Trevelin y aparece en las cámaras de salida y entrada a Esquel con su vehículo. “Al regresar, ni siquiera pasó cerca de lugar de conflicto; no sé por qué la agarraron”, y completa: “Es muy admirable la performance del fiscal… hay que tener mucha puntería para acertar contra gente que no tiene nada que ver. Me atrevería a decir que le erró en los ocho casos que estaban en la orden de allanamiento”.

Cómo fue el montaje: sin seguridad y con la brigada
El pueblo sigue viviendo con el carbón en la cara, en las manos, en la respiración. El proceso de reconstrucción se palpa en cada pedazo de tierra vapuleada, mientras varios focos permanecen encendidos en distintos puntos de la Comarca andina. Cuando se llama para reclamar por falta de luz, desde las cuadrillas contestan que no tienen recursos. Sin embargo, eso ya no parece ser noticia: desde el sábado pasado se mira a Chubut por la disputa entre Nación y Provincia tras el ineficiente operativo de seguridad. “Hubo una comitiva casi sin vigilancia, entonces, no es difícil de imaginar que todo fue armado. Como resultado, ahora hay más información de la apedreada que de lo que le pasa a nuestra comunidad y a la desidia del Estado”, dice a lavaca N., profesor de Geografía de Lago Puelo y compañero de trabajo de Alejandro Orda, otro de los detenidos.
Alejandro Marqués, viceintendente de Lago Puelo, también analiza los hechos a la luz de un montaje: “Me llamó mucho la atención lo que pasó el sábado, no vimos un operativo de seguridad de la provincia. Había 150 personas que se manifestaban contra la minería; y luego aparecieron 50 de la UOCRA de Esquel. De las asambleas contra la mina me pidieron que intervenga por las provocaciones del sindicato. No tengo evidencias, pero el análisis es simple: vinieron todos los ministros de la provincia menos uno: el de Seguridad. Eso ya era un indicio de algo, ¿no?».
En relación a las detenciones, manifestó: “Me llaman la atención porque aunque tengan una posición contraria al gobierno provincial, los docentes son contundentes en sus reclamos, pero no agresivos. No entiendo por qué a ellos. Se ve que tenían la necesidad de presentarlos como violentos”. Y agregó: “Dos personas tiraron piedras; es extraño que con las áreas de Inteligencia que tienen, esas personas no hayan sido identificadas”.
Hay versiones de testigos que indican que las piedras fueron arrojadas desde un vehículo que pertenece a la Brigada de Investigaciones de la Policía de Chubut.
Patricia Dambielle tiene 61 años y es la presidenta de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos Regional Noroeste de Chubut. Es veterinaria y docente de la escuela 788 de arte. Es maestra de la menor que fue llevada a la comisaría y conoce a su padre, otro de los detenidos. “Yo pude identificar que ese auto estaba radicado en Rawson y luego se conoció que pertenecía a la Brigada policial. A esta altura nada me sorprende de Mariano Arcioni, el gobernador. Siento angustia, indignación, bronca, se me estruja el corazón; está todo muy complicado acá”. Edgardo, también abogado, complementa: “No me sorprende cómo actuaron, ni la aparición de ese vehículo policial ni el show montado con las detenciones: de un gobierno burdo, con mentalidad burda, solo pueden salir acciones y consecuencias burdas. La capacidad de sorpresa en Chubut está ‘a niveles diablo’, diría mi hijo”.

La doctrina del miedo
El lunes por la mañana, Alejandro Orda estaba durmiendo cuando lo despertó una veintena de policías de Infantería golpeando la puerta y la ventana de su casa. Su hijita estaba mirando la televisión y fue quién más se asustó. Se fue corriendo a meterse en su cama, sin querer ver ni escuchar nada más. Esteban, docente de Lago Puelo y compañero de Alejandro, lo describe: “Él es muy tranquilo, sensible, laburante; en la escuela está todo el tiempo resolviendo cosas. Él acompaña en el rol técnico y da capacitaciones sobre grooming. Habla mucho con los pibes, que suelen contarle sus problemas. No es una persona que se fuera a meter en ninguna situación confrontativa”.
El profesor profundiza sobre el estado de su amigo: “No quiere salir de su casa, tiene miedo de perder el laburo, de quedar marcado; su compañera me llamó desesperada luego de ser detenido de una manera hiper violenta. Llegaron con armas largas, escudos y cascos. Imaginen cómo se puso la nena. Se lo llevaron, le sacaron fotos, lo filmaron y publicaron hasta dónde vive”.
Agrega un dato significativo en el armado de la causa: “Casi al mismo tiempo que sucedían las detenciones, medios masivos de Buenos Aires ya sabían lo que estaba pasando. Fue muy rara la movida. En la comisaría sólo les avisaron que los estaban notificando de la acusación. O sea, fue todo un circo exteriorizado por Massoni, que escrachó a gente que no tiene nada que ver”.
Con una población estimada de 15 mil personas, entre el 10% y el 15% de Lago Puelo fue afectado directa o indirectamente por el incendio. En este contexto se agravó la crisis habitacional preexistente: las familias que perdieron todo buscan alquilar a través de un grupo público de Facebook, porque en la zona hay entre dos mil y tres mil viviendas para el turismo, pero prácticamente nada para el pueblo. “Las detenciones tienen la intención de seguir tapando todo lo que realmente pasa en Chubut. Yo vivo hace 8 años en la provincia y, sin exagerar, ya viví más de 80 incendios, algunos más chicos, algunos más grandes. ¿Cuál es el fin? Si te saco todas las posibilidades para el uso del suelo, para existir, y te dejo solo lo que me interesa como Estado, ¿qué te quedas, a qué te dedicás? Sin animales, sin producción en el campo, sin pasto. Esto fue una catástrofe medioambiental, en medio del deseo gubernamental de aprobar la minería”, cuenta el docente de Geografía, que por seguridad personal y de su familia prefiere no revelar su identidad: otro signo de cómo están las cosas en la provincia.
El procedimiento que las Fuerzas de Seguridad provinciales llevaron a cabo anteayer no fueron una excepción. De hecho, hace sólo dos semanas la APDH le envió a la Corte Interamericana de Derechos Humanos un extenso informe sobre las violaciones de derechos que se producen en Chubut: “Nos cansamos de mandar informes a cuanto espacio del gobierno nacional se les ocurra. Sin ninguna respuesta y habiendo agotado todas las instancias, lo elevamos a la Corte Interamericana solicitando que este organismo internacional le pida a Nación investigar lo que pasa en Chubut”, comenta Patricia Dambielle, de la APDH, que sentencia: “Hay violaciones por violencia institucional, intensificadas en pandemia; al derecho a la vivienda, a la alimentación, a la salud, a la educación; todos los empleados estatales hace más de tres años sufrimos la falta de pago de sueldos en tiempo y forma. Existe una violación directa del gobierno provincial, pero hay una violación por omisión del gobierno nacional”.

Esa matriz de violencia institucional histórica queda en evidencia ante las nuevas detenciones: “Fue una tragedia lo que pasó; una violación supina de los derechos humanos, además de constituir crímenes, como por ejemplo, abuso de autoridad e incumplimiento de deberes de funcionario público penados por el código penal argentino, al haber expuesto con fotos a los acusados. El otro crimen es la calumnia. Los están acusando con nombre y apellido de un crimen que, sabemos, no es cualquier crimen”, analiza el defensor Edgardo Manosalva y cierra con un tema que en Chubut parece nunca acabar: “Todos los detenidos quedaron desmoronados emocionalmente. Y lo que más expresaron es la crueldad en el escrache, el sadismo institucional que les implicó una exposición de esa naturaleza y con un cargo de ese peso. Acá no está el Estado asistiéndolos: sino que los está acusando sin ninguna prueba”.
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La Estela: tierra guaraní en escena

Las actrices Casandra Velázquez e Ivana Zacharski crearon un unipersonal sobre una niña litoraleña que descubre aventuras al amparo del monte misionero. El calor agobiante, la siesta obligatoria, los árboles de yerba mate y las leyendas de ese territorio se cruzan con la inspiración de Clarice Lispector como punto de partida.
Por María del Carmen Varela
A la hora de la siesta el pueblo entra en una pausa obligatoria barnizada por un calor agobiante. Ni el sueño ni el sofoco detienen a la niña, que abandona su cama con sigilo y logra escapar al amparo del monte. Encuentra en la intemperie el abrigo que no es costumbre en su casa. Cada día la espera una aventura distinta, aunque no siempre hay juego y risas. Rebelde, divertida, decidida, busca compañía para sus andanzas y si no la encuentra, transita en soledad. La salvación a cielo abierto, la naturaleza como sostén y una fascinación: “La Estela”.
La actriz y bailarina Casandra Velázquez y la actriz y directora de teatro Ivana Zacharski dieron luz a esta niña litoraleña sumergida en la vastedad de un paisaje indómito y deslumbrada por Estela, la joven esquiva con mirada de pantera. Ivana y Casandra se conocieron a sus 18 años tomando clases de actuación con Pompeyo Audivert en el Teatro Estudio El Cuervo, poco tiempo después de que cada una viniera a estudiar teatro a la Capital. Casandra nació en Rosario y creció en Venado Tuerto (Santa Fe), Ivana es de Apóstoles, Misiones, donde se desarrolla esta historia que juntas llevaron a escena. Este universo, recorrido por Ivana, de tierras guaraníes surcadas por árboles de yerba mate y leyendas de peligros a la hora de la siesta, fue la inspiración para La Estela.
Ivana tenía ganas de dirigir un unipersonal y eligió a su amiga Casandra para actuarlo. El punto de partida fue un cuento de Clarice Lispector: La relación de la cosa. Casandra: “Los primeros encuentros fueron sin texto, nos acercamos a la obra desde el cuerpo, la respiración y la carne. En los primeros ensayos bailé un montón, unas danzas extrañas, medio butohkas, transpire, canté, corrí, toqué el bajo. Ivana empezó a escribir y yo a probar y actuar todos esos textos e hipótesis, el insomnio estaba presente, la obsesión con el tiempo, los fantasmas del futuro, algo vinculado a la materialidad del agua y el devenir del río. Aparecieron unos cuentos protagonizados por distintas niñas en paisajes litoraleños. Nuestro personaje de ese momento: una mujer en medio del insomnio, se contaba esos cuentos a ella misma para poder dormir”.

Foto: Gentileza La Estela.
Después de que Ivana hiciera un taller de escritura con Santiago Loza y Andrés Gallina, la historia fue tomando fuerza. Cuenta Casandra que algo se abrió y comenzó a aparecer la trama: “La obra apareció y nos empezó a hablar. Nos metimos adentro de esos cuentos, de esos paisajes y de esas niñas y dejamos de lado todo lo demás. Apareció algo muy mágico entre nosotras, algo de eso que las obras permiten, que es crear un universo común, descubrir conexiones y relaciones nuevas. Sentía que la obra estaba apareciendo y tenía voz propia, apareció el cuerpo de la obra y una forma de narrar”. Casandra recorre el escenario y su fuerza expresiva invita a adentrarse en la historia de esta niña llena de vitalidad y asombro. La vemos en su habitación, presa del calor de la tarde, en busca de libertad y juego, invocando protección divina cuando algo se le escapa de las manos, trabajando en el puesto rutero, pateando una pelota, como se patea a la injusticia, hipnotizada al descubrir la mirada felina de “la Estela”.
El entusiasmo de la juventud, las tragedias inesperadas, las súplicas, el goce de la novedad caben en ese cuerpo palpitante de sueños. Ivana y Casandra apelaron a sus propias vivencias para hilar la narración. Casandra: “Las dos pasamos nuestras infancias y adolescencias medio punkis en distintos paisajes litoraleños, lejos de esta ciudad, sus ritmos y velocidades. Había algo de ese universo común, de elegir siendo muy chicas irnos de las ciudades donde crecimos, que empezó a operar, casi telepáticamente. El ejercicio de revisitar esos paisajes y poblarlos de ficción fue fascinante, mirar el mundo con ojos de infancia nos abrió mucho permiso y nos devolvió mucha vitalidad, nos permitió vincularnos con la violencia, el dolor y la crudeza de crecer desde un lugar de mucho delirio y mucho juego. La obra es bastante impune en ese sentido, el relato no pide permiso, ni da explicaciones, sólo sucede. Justicia poética, decimos, un conjuro de liberación”.
Al cabo de dias de ensayo, la voz de la niña litoraleña comenzó a asomar y Casandra hizo un trabajo específico con la coach vocal Mariana García Guerreiro. El actor Iván Moschner también se sumó a pulir el fluir de la voz. Escuchar radios misioneras, discos y entrevistas a Ramón Ayala y otrxs artistas misionerxs colaboró con esa tarea. La niña que sube el escalón hacia la adolescencia, la que se enfrenta al monte y sus amenazas, se abre paso en la oscuridad con la lumbre de su irreverencia. Salvar y ser salvada, desafiar la imposición de la siesta, para correr a soñar despierta.
La Estela
El Camarín de las Musas, Mario Bravo 960, CABA
Sábados a las 18 hs, hasta el 27 de septiembre
@laestela.obra
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Litio: nace un nuevo documental

Este viernes 29 de agosto se presentará un nuevo contenido de Cooperativa de trabajo lavaca: Litio. Un documental dirigido junto a Patricio Escobar que refleja la lucha de las comunidades originarias y el paralelismo entre la reforma (in)constitucional de Jujuy, como experimento hacia la Ley Bases votada a nivel nacional.
“Te cuento esta historia, si me prometés hacer algo. ¿Dale?”.
Así arranca el documental Litio, una historia de saqueo y resistencias, que continúa…
Un documental independiente y autogestivo de cooperativa lavaca y dirigido en conjunto con Patricio Escobar, que traza un hilo conductor entre la reforma (in)constitucional de Jujuy votada a espaldas del pueblo en 2023, y lo que pasó un año después a nivel nacional con la aprobación de la Ley Bases y la instauración del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones).
Este proyecto tiene algunas particularidades: por un lado, no se trata de una única pieza audiovisual, sino de varias. Una más larga, de 22 minutos; y otras más cortas, de menos de 6 minutos. Por otro lado, se propone un documental en construcción permanente, al que se le irán agregando nuevas piezas de una cadena extractivista que parece no tener fin. Para esto, creamos una página web (que también estrenaremos el viernes 29) en la que iremos agregando los nuevos eslabones que surjan a futuro relacionados al oro blanco.
LITIO muestra cómo viven las comunidades de la puna jujeña en la cuenca de las Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, una de las siete maravillas naturales de Argentina, y a la par, zona de sequía y uno de los mayores reservorios de litio del mundo. Dato insoslayable: para obtener un kilo de carbonato de litio se utilizan hasta dos millones de litros de agua. Las imágenes se entrelazan con los ostentosos congresos mineros, la represión policial a las manifestaciones por la reforma (in)constitucional y la resistencia de un pueblo que no otorga la licencia social a la explotación minera.
“¿Cuánto cuesta, cuánto vale… nuestra Pacha?”, cantan las comunidades originarias. Esa bandera hecha canción – y esa pregunta- se construye a través de distintas entrevistas a las comunidades Santuario de Tres Pozos, Lipán, El Moreno, Tres Morros, Potrero de la Puna, así como a otros actores. También evidencia el silencio de las autoridades, que no quisieron hacer declaraciones públicas. “Todas las Salinas están cuadriculadas de pedimentos mineros. Allí viven las comunidades y debajo, en el subsuelo, están las minas”, cuenta Alicia Chalabe, abogada de las comunidades.
El documental plantea una premisa: la reforma (in)constitucional de Jujuy en 2023 impuesta por el entonces gobernador Gerardo Morales –a merced de la explotación del litio, ya que modificó el régimen de agua, de tierras fiscales y de la propiedad privada, y ratificó la propiedad exclusiva de la provincia sobre los recursos naturales, entre los que incluye el subsuelo y el mineral de litio– fue el experimento que sirvió de antesala a la Ley Bases aprobada en 2024. Esta profundizó no sólo la matriz extractivista mediante enormes beneficios fiscales a empresas mineras, petroleras y del agronegocio, sino también las relaciones carnales con Estados Unidos y particularmente con Elon Musk, dueño de la empresa Tesla que construye autos eléctricos, para lo cual el litio es fundamental.
LITIO termina con tres palabras, y se erige como punto de partida:
“Esta historia continuará
¿Dale?”.
Te invitamos a seguir construyendo esta historia, este viernes 29 de agosto a las 20, en MU Trinchera (Riobamba 143, CABA).

CABA
Super Mamá: ¿Quién cuida a las que cuidan?

¿Cómo ser una Super Mamá? La protagonista de esta historia es una flamante madre, una actriz a la que en algún momento le gustaría retomar su carrera y para ello necesita cómplices que le permitan disfrutar los diferentes roles que, como una mamushka, habitan su deseo. ¿Le será posible poner en marcha una vida más allá de la maternidad? ¿Qué necesitan las madres? ¿Qué necesita ella?
Por María del Carmen Varela
Como meterse al mar de noche es una obra teatral —con dirección y dramaturgia de Sol Bonelli— vital, testimonial, genuina. Un recital performático de la mano de la actriz Victoria Cestau y música en vivo a cargo de Florencia Albarracín. La expresividad gestual de Victoria y la ductilidad musical de Florencia las consolidan en un dúo que funciona y se complementa muy bien en escena. Con frescura, ternura, desesperación y humor, abordan los diferentes estadíos que conforman el antes y después de dar a luz y las responsabilidades en cuanto al universo de los cuidados. ¿Quién cuida a las que cuidan?
La escritura de la obra comenzó en 2021 saliendo de la pandemia y para fines de 2022 estaba lista. Sol incluyó en la última escena cuestiones inspiradas en el proyecto de ley de Cuidados que había sido presentada en el Congreso en mayo de 2022. “Recuerdo pensar, ingenua yo, que la obra marcaría algo que en un futuro cercano estaría en camino de saldarse”. Una vez terminado el texto, comenzaron a hacer lecturas con Victoria y a inicios de 2023 se sumó Florencia en la residencia del Cultural San Martín y ahí fueron armando la puesta en escena. Suspendieron ensayos por atender otras obligaciones y retomaron en 2024 en la residencia de El Sábato Espacio Cultural.
Se escuchan carcajadas durante gran parte de la obra. Los momentos descriptos en escena provocan la identificación del público y no importa si pariste o no, igual resuenan. Victoria hace preguntas y obtiene respuestas. Apunta Sol: “En las funciones, con el público pasan varias cosas: risas es lo que más escucho, pero también un silencio de atención sobre todo al principio. Y luego se sueltan y hay confesiones. ¿Qué quieren quienes cuidan? ¡Tiempo solas, apoyo, guita, comprensión, corresponsabilidad, escucha, mimos, silencio, leyes que apoyen la crianza compartida y también goce! ¡Coger! Gritaron la otra vez”.
¿Existe la Super Mamá? ¿Cómo es o, mejor dicho, cómo debería ser? El sentimiento de culpa se infiltra y gana terreno. “Quise tomar ese ejemplo de la culpa. Explicitar que la Super Mamá no existe, es explotación pura y dura. No idealicé nada. Por más que sea momento lindo, hay soledad y desconcierto incluso rodeada de médicos a la hora de parir. Hay mucho maltrato, violencia obstétrica de muchas formas, a veces la desidia”.
Durante 2018 y 2019 Sol dio talleres de escritura y puerperio y una de las consignas era hacer un Manifiesto maternal. “De esa consigna nació la idea y también de leer el proyecto de ley”. Su intención fue poner el foco en la soledad que atraviesan muchas mujeres. “Tal vez es desde la urbanidad mi mayor crítica. Se va desde lo particular para hablar de lo colectivo, pero con respecto a los compañeros, progenitores, padres, la situación es bastante parecida atravesando todas las clases sociales. Por varios motivos que tiene que ver con qué se espera de los varones padres, ellos se van a trabajar pero también van al fútbol, al hobby, con los amigos y no se responsabilizan de la misma manera”.
En una escena que desata las risas, Victoria se convierte en la Mami DT y desde el punto de vista del lenguaje futbolero, tan bien conocido por los papis, explica los tips a tener en cuenta cuando un varón se enfrenta al cuidad de un bebé. “No se trata de señalarlos como los malos sino que muestro en la escena todo ese trabajo de explicar que hacer con un bebé que es un trabajo en sí mismo. La obra habla de lo personal para llegar a lo político y social”.
Sol es madre y al inicio de la obra podemos escuchar un audio que le envió uno de sus hijos en el que aclara que le presta su pelota para que forme parte de la puesta. ¿Cómo acercarse a la responsabilidad colectiva de criar niñeces? “Nunca estamos realmente solas, es cuestión de mirar al costado y ver que hay otras en la misma, darnos esa mirada y vernos nos saca de la soledad. El público nos da devoluciones hermosas. De reflexión y de cómo esta obra ayuda a no sentirse solas, a pensar y a cuidar a esas que nos cuidan y que tan naturalizado tenemos ese esfuerzo”.
NUN Teatro Bar. Juan Ramirez de Velazco 419, CABA
Miércoles 30 de julio, 21 hs
Próximas funciones: los viernes de octubre

