Nota
Represiones, allanamientos y detenidos: continúa la represión al pueblo mapuche
El lunes, la Policía de Seguridad Aeroportuaria reprimió junto a Gendarmería una protesta que exigía la liberación del lonko Facundo Jones Huala, detenido desde el 27 de junio. Hubo 9 personas detenidas. El martes, la Gendarmería entró a los tiros al Pu Lof en Resistencia del Departamento de Cushamen, allanó las tierras y quemó las instalaciones: desde Esquel denuncian que los efectivos detuvieron a una persona que aún no saben dónde está. Mientras, organizaciones de derechos humanos presentaron un amicus curiae para exigir la inmediata liberación de Jones Huala: “Es arbitraria, ilegítima y abusiva”.
Dos escenas forman parte de un mismo cuadro.
Con el apoyo de Gendarmería, efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria reprimieron el lunes a integrantes de comunidades mapuche que se manifestaban frente al Juzgado Federal de Bariloche para exigir la liberación de Facundo Jones Huala, el lonko del Pu Lof en Resistencia del Departamento de Cushamen, detenido desde el 27 de junio. Hubo 9 personas detenidas: la fiscalía ya emitió dictamen favorable para su liberación. “Las detenciones fueron muy violentas”, dice a lavaca Marina Shifrin, abogada. “Les pegaron mucho. Hay una chica que tiene los dientes partidos, personas con las piernas muy golpeadas. Muchos hematomas. Pedimos la excarcelación y pudimos ver qué les imputaban. Les van a quedar causas por daño agravado, por haber roto vidrios, pero el centro de la cuestión no es ese, sino que están luchando contra Benetton para recuperar las tierras vendidas al extranjero”.
La segunda escena ocurrió un día después, en el propio Pu Lof de Cushamen. Cientos de efectivos de Gendarmería ingresaron a la comunidad por una orden de allanamiento del juez federal de Esquel Guido Otranto “a los fines de identificar a las personas que habrían realizado un corte de ruta”, dijo a lavaca la abogada Sonia Ivanoff. “Nunca se vio la orden. Entraron a las 7:30 de la mañana a los tiros”. Lo que siguió lo explica Martiniano Jones Huala (tío del lonko Fernando): “Nos quemaron todo, tratando de dejarnos sin nada para que la gente abandone sus lugares. Hubo provocación: la idea era encerrarlos a todos”. Lo grave: denuncian que durante el allanamiento la Gendarmería detuvo a Santiago Maldonado.
No saben dónde está. Martinano: “Lo que nos urge ahora es encontrar a Santiago. Sabemos que lo detuvieron”.
La persecución al pueblo mapuche lleva años y tiene una escalada puntual desde el 13 de marzo del 2015, cuando el Pu-Lof en Resistencia inició la recuperación de tierras ancestrales en el paraje Vuelta del Río, en una de las estancias de la multinacional Benetton. Sufrieron amenazas, represiones y una causa que intentó aplicarles la Ley Antiterrorista. La primera vez que detuvieron a Jones Huala fue el 27 de mayo de 2016, cuando un violento despliegue de efectivos policiales, Gendarmería y GEOP detuvo al lonko por un pedido de captura desde Chile. Ese mismo día, horas después y con el lonko ya preso, las fuerzas policiales volvieron a la recuperación y desalojaron a golpes y gases lacrimógenos: hubo heridos y detenidos, y dos mujeres con cuatro niños –el menor de 1 mes, el mayor de 8 años- pasaron la noche a la intemperie, con 10 grados bajo cero, custodiadas por Gendarmería.
La nueva detención se produjo el 27 de junio, horas después que el Presidente Mauricio Macri visitara en Santiago a Michelle Bachelet en el Palacio de la Moneda, y motivó un repudio generalizado que se manifestó en protestas no sólo en la Patagonia, sino también en Capital Federal: la Policía de la Ciudad reprimió este martes una concentración frente a Tribunales. El saldo: siete personas detenidas, cuatro varones y tres mujeres. En enero, el Pu Lof en resistencia había sufrido tres operativos violentos por parte de la Gendarmería, Infantería y policía provincial, que golpearon y dispararon contra niños y mujeres. Hubo diez detenidos y varios heridos de gravedad, internados. A uno de ellos le fracturaron la mandíbula de un balazo y otro estuvo en terapia intensiva con traumatismo de cráneo.
La otra campaña: cómo es el plan contra los pueblos originarios
Un amicus por Jones Huala
La nueva detención de Jones Huala se produjo por una orden del juez federal de Bariloche Gustavo Villanueva. “Está detenido de forma ilegal y arbitraria”, dice Ivanoff, quien junto a la abogada Elizabeth Gómez Alcorta califica este proceso como una “aberración jurídica”.
¿Cómo se explica entonces? Las abogadas explican que la detención obedece a la misma orden de captura que emitió el Estado de Chile y que fue motivo de un juicio de extradición que se produjo el 31 de agosto y el 1 de septiembre del año pasado. El juez federal Otranto declaró la nulidad del juicio ya que no se cumplieron las garantías del debido proceso: el dato que permitió ubicar a Jones Huala en Argentina fue obtenido bajo torturas a un testigo.
Gómez Alcorta: “Para la Argentina Facundo debería estar en libertad, si es que no apareciera otra nueva causa, que hasta el momento no apareció. El juicio y todo el proceso de extradición fue declarado nulo”. Luego de ese proceso, la fiscal Silvina Ávila y el procurador Eduardo Casal pidieron a la Corte Suprema que revocara la nulidad y concediera la extradición a Chile. Desde noviembre del año pasado, la Corte aún tiene pendiente de resolución ese trámite. Las abogadas Gómez Alcorta y Sonia Ivanoff denunciaron penalmente al juez Villanueva y el fiscal Jorge Bagur Creta por la “privación ilegal de la libertad” de Jones Huala, que quedó radicada en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N°6. También presentaron un escrito ante la Corte Suprema para que se expida sobre la situación de Jones Huala.
La Madre de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, Nora Cortiñas, el titular de la APDH-La Matanza, Pablo Pimentel, y el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel presentaron un amicus curiae que exige la liberación inmediata del lonko: “La detención de Jones Huala, en nuestra opinión, resultaría arbitraria, ilegítima y abusiva. No existirían, a nuestro criterio, motivos razonables que fundamenten la necesidad de que Jones Huala sea privado de su libertad. Al contrario, Jones Huala durante todo este tiempo ha hecho innumerable cantidad de apariciones públicas (entre otras: conferencias en universidades). Se ha mantenido a Derecho. No habría dado razones para que se tome una medida tan gravosa contra su persona”.
“Es muy grave la política represiva”
Compartimos aquí la entrevista que le hicimos el 4 de julio al lonko Jones Huala, preso en de la Unidad Penitenciaria Federal N°14 de Esquel (Chubut).
-¿Qué significa esta nueva detención?
-Es parte de la constante y progresiva criminalización de la lucha mapuche. Es una forma de reprimir el crecimiento de la conciencia, de nosotros como luchadores, como conciencia del pueblo, como conciencia social. Se inscribe al tener un gobierno tan empresarial como el de Mauricio Macri y neoliberal como el de Bachelet, teniendo en cuenta que hubo una reunión entre ellos dos justo cuando caigo detenido. Es una situación de clara persecución política, más que nada tratando de reprimir y amedrentar desde lo simbólico, porque esto me trasciende a mí mismo. Es una situación que se da para amedrentar al pueblo mapuche movilizado como también a otros sectores que pudieran tomar como ejemplo la lucha mapuche.
-Además de tus dos detenciones, hubo represiones muy violentas sobre la comunidad.
-Es muy grave la política represiva que está tomando el Estado. Teniendo en cuenta que nosotros ya habíamos sido reprimidos por el kirchnerismo, la represión que se está viviendo ahora es brutal, mucho más profunda, más direccionada y la escalada represiva se ha incrementado. Macri es amigo de Lewis, Lewis es socio de Benetton. El estado de derecho que dicen defender queda violado al ver las situaciones que estamos pasando.
-¿Cómo está el proceso de la recuperación en Vuelta de Río?
-Sigue más firme que nunca. Ha crecido mucho. Han salido a la luz algunas comunidades, que se han movilizado. En Río Negro están planteando una Ley de Tierras para convertir las tierras en unidades productivas. Lo que ha sucedido es que el movimiento ha ido creciendo cada vez más y la propuesta se está instalando con mayor fuerza, se está arraigando y eso es lo que se intenta reprimir, porque más que la cantidad –y que importa- es la calidad del movimiento lo que a ellos les preocupa. Les preocupa la calidad política, la calidad filosófica, el contenido de la propuesta integral. Eso lo que le da temor al sistema porque tampoco tienen herramientas reales para reprimir situaciones que quizá si conoce de otros movimientos, con todo respeto que merezcan, pero el emergente de la lucha mapuche es algo de lo que no tienen un análisis correcto, porque para ellos es un fenómeno extraño y novedoso, por más que seamos un pueblo milenario. Es lo que más le da terror a ciertos sectores del poder.
Nota
Orgullo

Texto de Claudia Acuña. Fotos de Juan Valeiro.
Es cortita y tiene el pelo petiso, al ras en la sien. La bandera se la anudó al cuello, le cubre la espalda y le sobra como para ir barriendo la vereda, salvo cuando el viento la agita. Se bajó del tren Sarmiento, ahí en Once. Viene desde Moreno, sola. Un hombre le grita algo y eso provoca que me ponga a caminar a su lado. Vamos juntas, le digo, pero se tiene que sacar los auriculares de las orejas para escucharme. Entiendo entonces que la cumbia fue lo que la protegió en todo el trayecto, que no fue fácil. Hace once años que trabaja en una fábrica de zapatillas. Este mes le suspendieron un día de producción, así que ahora es de lunes a jueves, de 6 de la mañana a cuatro de la tarde. Tiene suerte, dirá, de mantener ese empleo porque en su barrio todos cartonean y hasta la basura sufre la pobreza. Por suerte, también, juega al fútbol y eso le da la fuerza de encarar cada semana con torneos, encuentros y desafíos. Ella es buena jugando y buena organizando, así que se mantiene activa. La pelota la salvó de la tristeza, dirá, y con esa palabra define todo lo que la rodea en el cotidiano: chicos sin futuro, mujeres violentadas, persianas cerradas, madres agotadas, hombres quebrados. Ella, que se define lesbiana, tuvo un amor del cual abrazarse cuando comenzó a oscurecerse su barrio, pero la dejó hace apenas unas semanas. Tampoco ese trayecto fue fácil. Lloró mucho, dirá, porque los prejuicios lastiman y destrozan lazos. Hoy sus hermanas la animaron a que venga al centro, a alegrarse. Se calzó la bandera, la del arco iris, y con esa armadura más la cumbia, se atrevió a buscar lo difícil: la sonrisa.
Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Al llegar al Congreso se pierde entre una multitud que vende bebidas, banderas, tangas, choripán, fernet, imanes, aros, lo que sea. Entre los puestos y las lonas que cubren el asfalto en tres filas por toda Avenida de Mayo hasta la Plaza, pasea otra multitud, mucho más escasa que la de otros años, pero igualmente colorida, montada y maquillada. El gobierno de las selfies domina la fiesta mientras del escenario se anuncian los hashtag de la jornada. Hay micros convertidos en carrozas a fuerza de globos y música estridente. Y hay jóvenes muy jóvenes que, como la chica de Moreno, buscan sonreír sin miedo.
Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Sobre diagonal norte, casi rozando la esquina de Florida, desde el camión se agita un pañuelazo blanco, en honor a las Madres, con Taty Almeyda como abanderada. Frente a la embajada de Israel un grupo agita banderas palestinas mientras en las remeras negras proclaman “Nuestro orgullo no banca genocidios”. Son quizá las únicas manifestaciones políticas explícitas, a excepción de la foto de Cristina que decora banderas que se ofrecen por mil pesos y tampoco se compran, como todo lo mucho que se ofrece: se ve que no hay un mango, dirá la vendedora, resignada. Lo escaso, entonces, es lo que sobra porque falta.
Y no es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Nota
Cómo como 2: Cuando las marcas nos compran a nosotros

(Escuchá el podcast completo: 7 minutos) Coca Cola, Nestlé, Danone & afines nos hacen confiar en ellas como confiaríamos en nuestra abuela, nos cuenta Soledad Barruti. autora de los libros Malcomidos y Mala leche. En esta edición del podcast de lavaca, Soledad nos lleva a un paseíto por el infierno de cómo se produce, la cuestión de la comida de verdad, y la gran pregunta: ¿quiénes son los que realmente nos alimentan?
El podcast completo:
Con Sergio Ciancaglini y la edición de Mariano Randazzo.
Nota
Elecciones: lo que ven y sienten los jubilados para el domingo y después
Otro miércoles de marcha al Congreso, y una encuesta: ¿cuál es el pronóstico para el domingo? Una pregunta que no solo apunta a lo electoral, sino a todo lo que rodea la política hoy, en medio de una economía que ahoga: la que come en el merendero; el que no puede comprar medicamentos; el que señala a Trump como responsable; la que lo lee en clave histórica; y los que aseguran que morirán luchando, aunque sean 4 gatos locos. Crónica y fotos al ritmo del marchódromo.
Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla
Fotos Juan Valeiro
El domingo son las elecciones legislativas nacionales pero también es fin de mes, y Sara marchó con un cartel que no necesitaba preguntas ni explicación: “Soy jubilada y como en un merendero”.
Tiene 63 años, es del barrio Esperanza –Merlo, oeste bonaerense–, y para changuear algo más junta botellas y cartón, porque algunos meses no le alcanza para medicamentos: “El domingo espero que el país mejore, porque todos estamos iguales: que la cosa cambie”.

El miércoles de jubilados y jubiladas previo a las elecciones nacionales de medio término –se renuevan 127 diputados y 24 senadores– tuvo, al menos, tres rondas distintas, en una Plaza de los Dos Congresos cerrada exclusivamente para manifestantes. Nuevamente el vallado cruzó de punta a punta la plazoleta, y los alrededores estuvieron custodiados por policías de la Ciudad para que la movilización no se desparramara ni tampoco avanzara por Avenida de Mayo, sino que se quedara en el perímetro denominado “marchódromo”. Un grupo encaró, de todas formas, por Solís, sobrepasó un cordón policial y dobló por Alsina, y se metió de nuevo a la plaza por Virrey Cevallos, como una forma de mostrar rebeldía.
Unos minutos antes, un jubilado resultaba herido. Se trata de Ramón Contreras, uno de los rostros icónicos de los miércoles que llegó al Congreso cuando aún no estaba vallado después de la marcha por el recorte en discapacidad, y mientras estaba dando la ronda alrededor del Palacio un oficial lo empujó con tanta fuerza que cayó al suelo. “Me tiraron como un misil –contó a los medios–. Me tienen que operar. Tengo una fractura. Me duele mucho”. La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) presentó una denuncia penal por la agresión: “Contreras fue atacado sin razón y de manera imprevista”.

La violencia desmedida, otra vez, sobre los cuerpos más débiles y más ajustados por un Gobierno que medirá esa política nuevamente en las urnas. Jorge, de 69 años, dice que llega con la “billetera muerta”. Y Julio, a su lado, resume: “Necesito tener dos trabajos”.
Juan Manuel es uno de esos jubilados con presencia perfecta cada miércoles. Una presencia que ninguna semana pasa desapercibida. Por su humor y su creatividad. Tiene 61 años y cada movilización trae mínimo un cartel original, de esos que hacen reír para no llorar. Esta vez no sólo trae un cartel con una inscripción; viene acompañado de unas fotocopias donde se leen una debajo de la otra las 114 frases que creó como contraofensiva a la gestión oficialista.
La frase 115 es la de hoy: “Milei es el orificio por el que nos defeca Trump”.

Muestra la lista que arrancó previo a las elecciones de octubre de 2023. Sus primeras dos creaciones:
- “Que no te vendan gato por león”.
- “¿Salir de la grieta para tirarse al abismo?”.
Y elige sus dos favoritas de una nómina que seguirá creciendo:
Sobre el veto al aumento de las jubilaciones: “Milei, paparulo, metete el veto en el culo”.
Sobre el desfinanciamiento de las universidades: “Milei: la UBA también tiene las facultades alteradas”.
Juan Manuel le cuenta a lavaca lo que presagia para él después de las elecciones: “Se profundizará el desastre, sea porque pierda el gobierno o porque gane, de cualquier forma tienen la orden de hacer todo tipo de reformas. Como respuesta en la calle estamos siendo 4 gatos locos, algo que no me entra en la cabeza porque este es el peor gobierno de la historia”.

Sobre el cierre de la marcha, en uno de los varios actos que se armaron en esta plaza, Virginia, de Jubilados Insurgentes y megáfono en mano, describió que la crisis que el país está atravesando no es nueva: “Estuvo Krieger Vassena con Onganía, Martínez de Hoz con la última dictadura, Cavallo con Menem, Macri con Caputo y Sturzenegger, que son los mismos que ahora están con este energúmeno”. La línea de tiempo que hiló Virginia ubica ministros de economía con dictaduras y gobiernos constitucionales en épocas distintas, con un detalle que a su criterio sigue permaneciendo impune: “La economía neoliberal”.
Allí radica la lucha de estos miércoles, dice. Su sostenibilidad. Porque el miércoles que viene, pase lo que pase, seguirán viniendo a la plaza para continuar marchando. “Estar presente es estar activo, lo que significa estar lúcido”, define.

Carlos Dawlowfki tiene 75 años y se convirtió en un emblema de esa lucidez luego de ser reprimido por la Policía a principio de marzo. Llevaba una camiseta del club Chacarita y en solidaridad con él, una semana después la mayoría de las hinchadas del fútbol argentino organizaron un masivo acompañamiento. Ese 12 de marzo fue, justamente, la tarde en que el gendarme Héctor Guerrero hirió con una granada de gas lacrimógeno lanzada con total ilegalidad al fotógrafo Pablo Grillo (todavía en rehabilitación) y el prefecto Sebastián Martínez le disparó y le sacó un ojo a Jonathan Navarro, quien al igual que Carlos también llevaba la remera de Chaca.
Carlos es parte de la organización de jubilados autoconvocados “Los 12 Apóstoles” y habla con lavaca: “Hoy fui a acompañar a las personas con discapacidad y me di cuenta el dolor que hay internamente. Una tristeza total. Y entendí por qué estamos acá, cada miércoles. Y sentí un orgullo grande por la constancia que llevamos”.
La gente lo reconoce y le pide sacarse fotos con él. “Estás muy solicitado hoy”, lo jode un amigo. Carlos se ríe, antes de ponerse serio: “Hay que aceptarlo, hoy somos una colonia. Pasé el 76 y el 2001, y nunca vi una cosa igual en cuanto a pérdida de soberanía”. De repente, le brota la esperanza: “Pero después del 26, volveremos a ser patria. Esperemos que el pueblo argentino tenga un poquito de memoria y recapacite. Lo único que pido es el bienestar para los pibes del Garrahan y con discapacidad. A mí me quedarán 3, 4, 5 años; tengo un infarto, un stent, así que lucho por mis nietos, por mis hijos, por ustedes”.

Carlos hace crítica y también autocrítica. “Nosotros tenemos un país espectacular, pero nos equivocamos. Los mayores tenemos un poco de culpa sobre lo que ocurrió en las últimas elecciones: no asesoramos a nuestros nietos e hijos sobre lo que podía venir y finalmente llegó. Y en eso también tiene que ver la realidad económica. Antes nos juntábamos para comer los domingos, ahora ya no se puede. No le llegamos a la juventud, que votó a la derecha, a una persona que no está en sus cabales”.
Remata Carlos, antes de que le pidan una selfie: “Nosotros ya estamos jugados pero no rendidos. Estos viejos meados -como nos dicen- vamos a luchar hasta nuestra última gota. Y cuando pasen las elecciones, acá seguiremos estando: soñando lo mejor para nuestro país”.


Revista MuHace 2 semanasMu 208: Lara Brenda Morena

#NiUnaMásHace 2 semanasUn mes sin Brenda, Lara y Morena: lo que se sabe de la trama narcofemicida

Soberanía AlimentariaHace 2 semanasMiryam Gorban: hasta siempre, maestra

Derechos HumanosHace 2 semanasEstela, 95 años y 140 nietos recuperados: ¡que los cumplas feliz!

#NiUnaMásHace 3 semanasTransfemicidio en Neuquén: reclaman justicia por Azul, la trabajadora estatal por la que se declararon dos días de duelo




















