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República Transgentina hasta en el pan: aprobaron el trigo transgénico pero hay dudas sobre si logrará ser impuesto

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El trigo HB4, transgénico, fue aprobado por el actual gobierno generando una nueva amenaza social, ambiental y alimentaria sobre la población. El país es el primero del mundo que aprueba este evento, cosa celebrada por el periodismo transgénico. La ausencia de la supuesta grieta, con todos los políticos (opositores y oficialistas, de antes y de ahora) favoreciendo el modelo de agricultura tóxica. La desmentida de la idea de que la vida y la salud están por encima de la economía. Horizonte de más fumigaciones, más venenos, más enfermedades y la idea de un alimento masivo, el pan, hecho a partir de un trigo modificado genéticamente cuyos efectos para quienes los consuman son desconocidos. Lo que ni Macri se atrevió a hacer. El negocio, la dependencia de lo que decida Brasil, la operatoria del trigo, y los sectores que se oponen por razones de mercado. Las miradas de Miryam Gorban, Remo Vénica, Irmina Kleiner, Alicia Massarini, Horacio Lucero, Damián Verzeñassi, Carlos Manessi, Anabel Pomar, y algunos argumentos para comprender por qué la medida solo significaría empeorar lo malo que ya ocurre en el país con el modelo productivo.  

“Siempre fuimos críticos de la tecnología de la transgénesis, pero ahora, además, se meten con el pan: vamos a tener en el futuro un elemento transgénico metido en la comida las 24 horas de los argentinos, que es resistente no sólo al glifosato sino también al glufosinato de amonio, un veneno peor. Desde la medialuna hasta el biscocho del mate. Estamos muy preocupados por las consecuencias en la salud de nuestro pueblo”.

Carlos Manessi es integrante del Centro de Protección a la Naturaleza (Cepronat) y la campaña Paren de Fumigarnos, y así grafica a lavaca las implicancias de una decisión preocupante: la aprobación del gobierno a la comercialización de la variedad transgénica de trigo HB4, del grupo biotecnológico Bioceres, convirtiendo a Argentina en el primer país del mundo en autorizar trigo modificado de forma genética. Sin embargo, la decisión, que fue publicada en el Boletín Oficial, ata la comercialización a la autorización de Brasil, que es el principal comprador del trigo argentino: sólo en este año, el 85% de la importación del cereal proviene de Argentina.

“Leo esta medida como la consolidación de un rumbo dentro del gobierno actual que sigue la misma línea del gobierno anterior: no hay ninguna grieta”, plantea a lavaca el médico, científico e investigador Damián Verzeñassi, del Instituto de Salud Socioambiental de la Universidad Nacional de Rosario (ISS-UNR). “El macrismo no se animó a aprobarla porque económicamente no le cerraba el número: sabía que sólo era una ganancia para Bioceres pero iba en detrimento de la producción del país porque no se la iba a poder vender a nadie. No hay ninguna posibilidad de que este trigo resistente a herbicidas sea autorizado en ningún otro país del mundo que no tenga destino a la dependencia absoluta. ¿Dónde está la soberanía alimentaria de la que hablaron?”.

El pan transgénico

República Transgentina hasta en el pan: aprobaron el trigo transgénico pero hay dudas sobre si logrará ser impuesto

Como publicó MU en su edición 135, el trigo transgénico no está impulsado por Monsanto-Bayer, ni Syngenta-ChemChina, ni Corteva (fusión de Dow y Dupont). La impulsora es Bioceres, un emporio conformado por medio centenar de empresarios del agro, entre ellos los millonarios Hugo Sigman (presidente del Grupo Insud, con presencia en cuarenta países, desde laboratorios farmacéuticos hasta medios de comunicación, y hoy con un rol ante la producción de la supesta vacuna contra el coronavirus, también transgénica), Gustavo Grobocopatel (el llamado “rey de la soja”) y Víctor Trucco (presidente honorario de Aapresid, cámara que reúne a empresarios referentes del agronegocio e impulsores de los transgénicos en Argentina).

Bioceres se presenta como “proveedor totalmente integrado de soluciones en productividad de cultivos” y publicita que cuenta con “alianzas estratégicas con líderes mundiales, tales como Syngenta, Valent Biosciences, Dow AgroSciences, Don Mario y TMG”. Sus ejes de negocios incluyen semillas de soja, maíz, alfalfa y trigo.

La variedad del llamado “trigo HB4” ya había sido presentada en noviembre de 2018. Dos años antes, una decena de organizaciones sociales (Cátedra de Soberanía Alimentaria de la UBA, Foro Ecologista de Paraná, Acción por la Biodiversidad, entre otras) había lanzado la campaña No se metan con nuestro pan, donde expresaban: “Sabemos que los transgénicos son una amenaza para la biodiversidad, para el ambiente y la salud de todos. Sabemos que las aprobaciones y los controles son, en la Argentina, muy poco serios. Pero esto es peor. No queremos trigo ni pan transgénico. Exigimos saber qué estamos comiendo”.

Manessi subraya que el avance de esta variedad transgénica se fue acuñando en Santa Fe, de la mano de la científica Raquel Chan, docente de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral y el Conicet, tomó notoriedad pública cuando desarrolló una soja resistente a la sequía. La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner y el entonces ministro de Ciencia, Lino Barañao (luego devenido en ministro macrista), la mencionaban como ejemplo de la ciencia productiva para el país. “Este desarrollo significaría mayor producción de alimentos, con una población mundial que crece cada vez más”, afirmó Chan en 2012.

“No es nuevo el intento de cristalizar este camino”, apunta Manessi. Y, como Verzeñassi, siembra dudas con relación a su valor económico, en medio de la búsqueda desesperada de dólares. “Es la pata más floja que tiene el proyecto. Siempre nos preguntamos por qué las corporaciones no avanzaron con la transgénesis del trigo”.

Por ejemplo, el presidente del Consejo de Calidad de Trigo de Estados Unidos, Dave Green, le dijo a la agencia Reuters que en su país –segundo exportador mundial de trigo, después de Rusia- no existe interés en desarrollar el trigo transgénico: “Ninguno de nuestros clientes extranjeros lo quiere”.

Manessi, desde Santa Fe, completa: “Pasa que va a haber una gran batalla para que esa harina se consuma. En Brasil, lo mismo: el 85% del trigo brasilero es argentino. Hasta que Brasil lo autorice, si es que lo autoriza, va a tardar por lo menos cinco años”.

La preocupación del lobby

República Transgentina hasta en el pan: aprobaron el trigo transgénico pero hay dudas sobre si logrará ser impuesto

Algunos datos para entender el esquema del trigo en Argentina:

  • La cosecha de trigo se concentra en diciembre y enero. En 2019/2020, finalizó con un “record productivo” de 19,5 millones de toneladas, según relevó la Bolsa de Comercio de Rosario, un incremento de 500 mil toneladas respecto al máximo anterior.
  • Luego, en mayo de cada año, los servicios de Estimaciones Agrícolas publican el dato de intención de siembra para la siguiente campaña. Este año, la Bolsa porteña indicó que la superficie a sembrar era levemente superior a la del 2019: 6,7 millones de hectáreas contra 6,6 millones. A nivel mundial, según estas estimaciones, fue el cultivo que registró la menor baja de precios desde el comienzo de la pandemia en todo el mundo. Además, el departamento de Economía de la Bolsa relevó una tendencia a dietas volcadas al consumo de cereales, en mercados como Argelia, Egipto y Turquía que abrieron licitaciones para la importación de trigo y el ojo en qué hará China.
  • La Bolsa de Rosario había estimado una cosecha para la campaña actual de 22 millones de tonelada: 14,5 millones se destinarían a exportación, 6,6 millones a molienda y balanceados y 1 millón a semillas y otros. Sin embargo, en su reporte mensual de oferta y demanda mundial de granos, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por su siglas en inglés) este viernes planteó que la cosecha 2020/21 alcanzaría 19 millones de toneladas, por debajo de lo prefigurado. La explicación de la caída de esa proyección, según la USDA, es porque el norte y el oeste argentino sufren una sequía que impactó en el desarrollo de los lotes.

Rusia es el principal exportador mundial de trigo. Le siguen Estados Unidos, Canadá, Europa y Argentina. En el país, el último informe oficial de la cadena de valor de la harina del trigo -segunda transformación luego de la molienda, que es el primer eslabón- es de marzo de 2019, y también arroja datos que permiten completar el panorama:

De las más de 6 millones de hectáreas, la provincia de Buenos Aires encabeza la producción con el 41,6%. Le siguen Córdoba (22,4%), Santa Fe (17,5%), Santiago del Estero (6%), Entre Ríos (5,9%) y La Pampa (4,3%).

  • En volumen, Argentina es el quinto productor mundial de trigo (2%), detrás de la Unión Europea (18,8%), China (18,1%), India (13,6%), Rusia (9,5%) y Estados Unidos (7%).
  • En exportaciones, es el cuarto principal exportador, (tiene el 4,3% del mercado) detrás de Turquía (23,3%), Kasajastán (10,4%) y Alemania (7,1%). Luego de Argentina, sigue Bélgica (3,5%).
  • El principal destino de exportación del trigo argentino es Brasil. En 2018 hubo un record histórico con 5,9 millones de toneladas, el valor más alto de los últimos 12 años. Representó un ingreso de 1306 millones de dólares.
  • Argentina también es el quinto país con los valores más altos de trigo destinados a consumo humano (117 kilos por habitante durante 2018/19).

Con estos datos, no es casual que no sean solo las organizaciones ambientales y las asambleas vecinales que rechazan la medida. El Comité Ejecutivo de la Asociación Argentina de Trigo (Argentrigo) expresó la “preocupación” de los actores de la cadena de trigo. Además, otras 16 entidades del propio agronegocio (Bolsas de Cereales y de Comercio de Buenos Aires y Rosario, entre otras, además la Federación Agraria y la Sociedad Rural) expresaron que es el Ministerio de Agricultura quien debe “asumir las responsabilidades de las consecuencias directas que puedan generar costos económicos y comerciales para todos los productores del trigo, así como para todos los eslabones de comercialización y transformación interna y de exportación”.

El verdadero riesgo

Más acá del rechazo de un sector del lobby (que, por las dudas, aclaraó que la tecnología “no tiene riesgos ambientales ni de salud pública”, pero sí “riesgos comerciales”), lo que a Manessi le parece el dato más preocupante y menos difundido: “Están buscando comercializar un trigo resistente al glifosato y al glufosinato de amonio. Recuerdo que Carrasco (Andrés, expresidente del Conicet, y uno de los científicos que investigó y denunció públicamente los efectos del glifosato en la salud) siempre decía que el glufosinato es peor. Hay que hacerlo visible”.

Verzeñassi acuerda: “El trigo HB4, más que resistencia a la sequía, tiene como mayor logro la resistencia al apilamiento de estos dos venenos. Es como volver al futuro, pero en el pasado. Estamos haciendo lo mismo que hicimos en el 96 con la soja, pero ahora con el trigo, mientras Argentina se transforma en un chiquero de China. Con el discurso de recuperar dólares y que los transgénicos nos iban a salvar de la debacle, lo que se logró es eliminar un productor cada dos horas desde 2002 a 2018 según el Censo Agropecuario. Y así se termina de destruir a los productores del trigo, mientras nos hacen dependientes”.

Argumenta: “No cierra desde la soberanía. No cierra desde la economía. No cierra desde el cuidado de los territorios ni en la mejora de la producción, y menos de la salud. No hay ningún beneficio para el pueblo argentino con el trigo HB4. No hay nada”.

Verzeñassi señala la contradicción que representa que la medida venga de un gobierno de signo contrario a Cambiemos: “Sobre todo porque uno confiaba en que el gobierno iba a transitar un camino hacia la construcción de una soberanía nacional. Pero nos hablaron de soberanía alimentaria, para amagar una supuesta estatización de Vincentín, que fue más amenaza que otra cosa, y sólo sirvió para bastardear el concepto”.

Razones para rechazar

República Transgentina hasta en el pan: aprobaron el trigo transgénico pero hay dudas sobre si logrará ser impuesto

“Ni Macri se atrevió a tanto” dice el abogado especializado en soberanía alimentaria Marcos Filardi, al referir la aprobación durante el macrismo de 24 eventos transgénicos que quedarán devaluados frente a la posible relevancia de haber aprobado el trigo HB4, o sea, el transgénico. Filardi recuerda que en 2019 organizaciones como la UTT (Unión de Trabajadores de la Tierra), Multisectorial Paren de Fumigarnos, Foro Ecologista de Paraná, Museo del Hambre, Coordinadora Basta es Basta de Entre Ríos, entre otras, firmaron un documento con razones para rechazar la transgénesis del trigo. Actualizando aquel enfoque, algunos ejemplos:

  • Multiplicará el uso de agrotóxicos (ya se duplicaron en los últimos años hasta 525 millones de litros de pesticidas, y la novedad triguera hará estallar aún más esas cifras).
  • El glufosinato es más tóxico aun que el glifosato (prohibido en muchos países por su alta toxicidad y sus efectos cáncerígenos, neurotóxicos, genotóxicos).
  • Aumentará el período de fumigaciones en el país a todo el año.
  • Ese pesticida estará presente en el pan que consume la población.
  • Contaminará y convertirá en transgénicos a los trigos que no lo son.
  • El trigo transgénico ya ha sido rechazado en el mundo.
  • No se garantizó la participación ciudadana en la aprobación de un evento transgénico, llevada adelante por organizaciones como la CONABIA, controlados por las propias empresas.

¿Qué conviene exportar?

Miryam Gorban, nutricionista, titular de la Cátedra de Soberanía Alimentaria de la Facultad de medicina de la UBA, y doctora Honoris Causa de esa misma facultad.

“Nosotros ya sabíamos hace mucho veníamos peleando contra esto”.

Descripción del presente: “Yo creo que seguimos con el mismo modelo con algunos amagues de cambios, de pasos positivos como la creación de la Dirección de Agroecología pero esto se da de patadas con la agroecología. Forma parte de las contradicciones que se dan”.

Tampoco cree Miryam que el negocio sea para el país. “¿Quién es el cliente que va a aceptar esto si está siendo rechazado en Europa en una medida altísima? Yo estoy a favor de la exportación, pero ¿qué vamos a exportar? Transgénicos o productos de alta calidad? Ahí tenés dos modelos totalmente diferentes”.

Solá, Basterra, Cerdá y los sapos

Considera Miryam Gorban que se vive un momento de enormes contradicciones. «Se ve la puja que hay en el propio gobierno con cada tema. Es un grupo heterogéneo que responde a distintos intereses. Felipe Solá no es Basterra, y Basterra no es Eduardo Cerdá”. Cerdá, creador de la Red Nacional de Municipios y Comunidades que fomentan la Agroecología, recibió en marzo el ofrecimiento de la Dirección de Agroecología, nombramiento que jamás se concretó hasta el momento.

“Estas son las cosas. No es fácil tragarse el sapo. Pero lo quieren meter a Eduardo, pero al mismo tiempo el programa de los negocios de los ruralistas y las corporaciones. ¿Seguiremos siendo la patria de los transgénicos? Vamos a seguir siendo la república del monocultivo sojera o aspiramos a ser la república que produce alimentos sanos, seguros y soberanos para el mundo? Yo creo en esta segunda opción. Estoy de acuerdo con aumentar la exportación, pero aumentar la exportación con alimentos de calidad y alimentos genuinos”.

Otra advertencia de Miryam: “Además, otra vez, ¿dónde está el principio de precaución? Acá hay otra vez violación del principio de precaución porque se está liberando un evento sin que podamos conocer estudios, impactos, conecuencias. Esto tuvo origen allá en el 96 cuando se aprobó la soja. Argentina fue desde ese momento un campo de experimentación. ¿Vamos a seguir con el mismo cuento, cuando ya los demás países empiezan a despertarse? Ya España rechazó a las naranjas argentinas  por tener clorpirifos, otro tóxico del paquete tecnológico que está prohibido tanto en EEUU como en Europa. Si seguimos experimentando en ese plano vamos a seguir teniendo rechazo y dentro de muy poco no tendremos a quién vender”.

Lo que parece un callejón sin salida, en realidad ya cuenta con una. “Han dado las noticias sobre esto diciendo que dan trabajo a millones de personas. Yo no sé si están borrachos. ¿Cuántos empleos trajeron? ¿Por qué tenemos más villas? Porque se ha expulsado a la gente del campo. En cambio si se impulsa la producción regional de calidad, ahí sí vamos a tener más empleo, vamos a desarrollar las regiones con la posibilidad de miles de cultivos de todo tipo y altos valores de exportación. Pero con trigo transgénico no desarrollamos nada. Más vaciamiento rural, más gente hacinada en las ciudades y sus periferias, más desempleo, más pobreza. ¿A dónde van a mandar a la gente, a Costa Salguero?”. 

Tripas revueltas

Desde Guadalupe Norte, Remo Vénica plantea que la aprobación del trigo transgénico va a contramano de las sociedades. “Venden esto por la necesidad de exportar. Pero el futuro inmediato de la exportación son los productos ecológicos y orgánicos. Es lo que reclama cada vez más la gente, y más después de esta situación de pandemia. Productos agroecológicos, y no de degeneración genética”, plantea asombrado. “Estos son negocios para las corporaciones, pero lo motorizan desde el Estado las mismas personas que metieron el modelo transgénico en los 90” dice en referencia al canciller Felipe Solá.

“El verdadero modo de resistir a la sequía es con otro tipo de producción y de manejo agrícola. La clave es pensar en el suelo y no en el producto, en este caso el trigo. Es crear un ambiente en el que los cultivos puedan crecer, sin necesidad de hacerlos resistentes a más tóxicos, que a su vez contaminan y que terminan agravando toda la situación, incluso la climática”.

Irmina Kleiner, la otra inspiradora de la Granja Naturaleza Viva, sugiere que “podemos decir que al alterar los alimentos, los procesos biológicos, los resultados han sido siempre negativos para la salud de la gente. Son las imposiciones de mercado, con argumentos tecnológicos falsos, que en realidad encubren solamente un gran negociado”. Remo: “Ya es evidente la cantidad de gente que ha tomado conciencia sobre la necesidad de comer sano para no vivir enfermos. Y esto no es una teoría, hay casi 100.000 hectáreas en producción agroecológica y cada vez más productores de alimentos que lo están demostrando”.  

Remo dice que cuando escuchó la noticia tuvo “un ataque de hongos”. Irmina reconoce: “Se me revolvieron las tripas. Hay un doble discurso. Dicen que van a poner una Dirección de Agroecología pero nunca nombraron a Eduardo Cerdá. Es inadmisible, y es un modo de tener frenadas a las voces críticas frente a lo que está pasando. Agregá los incendios que responden a los mismos intereses, y lo de las megagranjas de chanchos para China,  y es toda una situación preocupante”.

“No van a poder -apuesta Remo-. Es evidente que la verdadera producción se logra de la mano de la naturaleza. La gente está despertando, comprende esto cada vez más. Nadie quiere eso para sus hijos. Nadie quiere seguir metido en estas mentiras y burlas: para que haya negocio, nos quieren enfermar hasta con el pan”. Cree Remo que hay que trabajar ensentrido contrario a las noticias cotidianas: “Hay querecuperar bosques, humedales, producir sano”. Irmina agrega: “y además informar a la gente con los etiquetados, para que todos sepan qué están comiendo. Así vamos a saber si hay alguien que realmente quiere harina o pan transgénico”.

Modelo sin grieta

“Pasan los gobiernos, pero el modelo transgénico crece cada vez más. Al revés del mundo. Cuando ves las investigaciones internacionales sobre cambio climático se alerta siempre sobre ir completamente en otra dirección para enriquecer la tierra y absorber el carbono que hemos desprendido a través de la terrible desertificación que hemos producido en el planeta” plantea el doctor Horacio Lucero. Dirige el Laboratorio de Embriología Molecular de la Universidad Nacional del Noreste, en Resistencia, Chaco, y fue de los primeros científicos que salió a denunciar los efectos del modelo transgénico a partir de la aprobación de la soja, y su inevitable “paquete tecnológico” (pesticidas). Cánceres, abortos a repetición, bebés malformados, y un cúmulo de enfermedades que del territorio iban a su laboratorio.

Ante la noticia sobre la aprobación del trigo HB4: “De nuevo nos metemos en un problema del que no podemos salir. La resistencia social no alcanza, porque los gobiernos siguen haciendo lo mismo de siempre”.

Lucero relaciona el tema con la cuarentena: Estamos todos encerrados para cuidar la salud, pero este tipo de cuestiones se autorizan sin controles, y con efectos impredecibles”.

Parte de los discursos falaces: “La Bolsa de Cereales, las confederaciones rurales, los industriales ya fijaron posición diciendo que no hay riesgos ambientales ni de salud. Pero ellos no son los que tienen que hablar de salud sino los científicos que se dedican a estudiar la toxicidad de estos productos. Si ellos no hablan, queda un espacio vacío que ocupan los que quieren maximizar las ganancias privadas con un gran costo social, ambiental y de salud colectiva. Eso es muy impresionante, con un efecto arrasador que este modelo tiene en el país”.

Otro detalle: “El trigo transgénico puede contaminar al trigo natural».

Los productores que hacen las cosas medianamente bien tendrán que pagar un impuesto porque tendrán el trigo transgénico en sus campos, como pasó en México con el maíz que se contaminó con los transgénicos. O sea que entra por las buenas o por las malas, pero toda la producción termina contaminada”.

Lucero espera que aparezcan formas de resistencia férrea a esta metodología “porque para colmo de males se meten con un alimento tremendamente popular y masivo, sin darte opción a saber qué es lo que estás comiendo. Quedamos todos a merced de un puñado de personas y sus ganancias”.

El científico chaqueño considera que hasta el cambio de pesticida responde a una estrategia comercial y de poder. “Como el glifosato y sus efectos ya son conocidos y estudiados, se apela a otra molécula como el glufosinato para patear la pelota hacia adelante. Mientras se hacen los estudios, ganarían años produciendo y enfermando de este modo, como ya lo hicieron antes con el glifosato”.  Considera que el propio anuncio funciona como una burla: “El gobierno habla de soberanía alimentaria, de agroecología, pero la política real evidentemente es otra”.

Peor que el glifosato

Anabel Pomar, periodista, una de las realizadoras de la página de los Monsanto Papers activista e integrante de Exaltación Salud, grupo vecinal contra las fumigaciones y por la Soberanía Alimentaria

“Lo primero que se me vino a la cabeza  fue una imagen. Me vi temblando ante la situación de poner pan en mi mesa: comer y darles a mis hijos pan y que ni eso sea seguro. Es desolador. Y además van a usar glufosinato de amonio, un biocida aún más peligroso que el glifosato”.  

Explica Anabel: “Se venía hablando de esto, en los medios supuestamente grandes que instalan la agenda de las corporaciones, pero no esperaba que se acelerara de este modo. En este contexto de urgencias ambientales y las consecuencias en los territorios del uso intensivo y cada vez en mayor volumen de agrotóxicos, solo es una mala noticia”.  

“En lugares como Exaltación de la Cruz, estoy en primera fila viendo el impacto directo de estos venenos sobre mi familia, sobre mi cuerpo y el de tantas y tantos vecinos. Por las mañanas, como parte de mi rutina, suelo caminar mucho por detrás de mi casa. Cada vez que veo que en vez de soja, lo más usual, están haciendo trigo sentía un poco más de alivio, si es que se puede usar esa palabra, aunque sé que usaban agroquímicos pre y pos emergentes. Pero ahora cada vez que vea trigo será imposible no pensar que están además pulverizando con glufosinato de amonio, peor que el glifosato del cual tanto he escrito y sobre el hay tanta certeza acerca de sus daños”.  

¿Cuáles son esos efectos en las personas? “La gente se enferma cada vez más. Mueren niñas de cánceres que no son comunes y menos a esa edad. Vecinas y vecinos que se enteran tienen que tienen en el cuerpo glifosato. Aparecen problemas respiratorios, alergias, asma, problemas de tiroides, diabetes. Y en todos los casos, el factor común que comparten, es el de vivir rodeados de campos altamente pulverizados”.

El contexto: “En pandemia, encerrados en nuestras casas, vemos cómo la actividad de los productores veneno-dependientes no fue suspendida ni un día. Por el contrario, fue declarada esencial, y les bajan retenciones a los agroexportadores. Lo que faltaba era esto”.

Anabel cree que hay otras cuestiones en danza: “Una es que las mismas autoridades que por un lado te hablan de casa común, del ecocidio, o soberanía alimentaria y agrecología gestionen de este modo. En una visión tan a corto plazo y tan a contramano de la vida misma, que estremece. Y por supuesto para quienes sufren las consecuencias de este modelo tóxico, un insulto. Una nueva señal de que nuestros derechos más básicos a la alimentación, a la salud, al ambiente sano, ya vulnerados por el estado, lo serán aún más”. 

“Otra cuestión es que todo este evento, el IND 00412-7 (Indear) tolerante a stress hídrico y al glufosinato de amonio, es posible por la inversión estatal, el CONICET y la Universidad pública. Sin ellos primero, y luego aceptando asociarse a un privado cuya lógica es solo ganar dinero y no cuidar el bien común, este trigo transgénico jamás se hubiera desarrollado”. 

“Y algo más grave, ahora su implementación masiva depende de la autorización de Brasil para importarlo. Nuestra salud y destino está en manos de un tercero, no de nuestros gobernantes cuyo trabajo incumplen, y es garantizar nuestra vida. No dicen que está supeditado a una evaluación de Impacto ambiental, o a la licencia social, o a la salud de la población, que ya tenemos el triste récord de ser la más pulverizada con agrotóxicos. Todo queda subordinado a otro país y a otro negocio. A costa de la vida, y a costa de ganancias que quedan en pocas manos y perjudican, enferman y matan a la mayoría”. Este mismo gobierno que habló de poner encima la vida sobre la economía, aquí hace exactamente lo contrario”. 

Dobles discursos

La bióloga Alicia Massarini, integrante del grupo Ciencia entre Todxs, cree que “no hay trigo transgénico aprobado en ningún país del mundo. Más allá de los temas de salud y ambiente que nos interesan a nosotros, para los decisores pesa la lógica de mercado, y en el mercado internacional está muy mal visto el trigo transgénico que además puede contaminará las variedades del no transgénico. Como tantas veces, Argentina es punta de lanza para cosas de este tipo. Si el mercado internacional no le pone un freno a esto, internamente parecería que no hay voces críticas o un criterio científico para detenerlo. Por eso se aprobó en la CONABIA”.

¿Qué pensar frente a esta actitud oficial? “Yo veo un panorama muy desalentador. La idea de una transición o recambio hacia un modelo productivo más amigable con el ambiente y la producción de alimentación sana, no está ocurriendo. Hay un doble discurso donde se dicen esas cosas, pero las decisiones van por el lado de reforzar el modelo del agronegocio. Ni siquiera ponerlo en duda sino potenciarlo”.

El alcance del problema: “Está demostrado que los transgénicos, más allá de los agrotóxicos, representan en sí mismos una amenaza para la salud. Que eso ocurra con el pan implicaría una amenaza prácticamente a toda la población”.

¿Qué decirle a la gente que consume pan? “Si la transgénesis implica meter la mano en un sistema genético que tiene miles de años de evolución, sin duda puede haber muchos efectos inesperados porque los genes están interactuando. Y muchos de esos efectos no pueden medirse en su resultado. Acumulación de toxinas, producción de sustancias que alteren el metabolismo: es todo imprevisible pero además innecesario. Solo es necesario para los que quieren hacer negocios con esto. A los consumidores no nos genera ninguna mejora y nos expone a riesgos que no podemos predecir”.

Alicia se siente pesimista. “Ves los incendios, las megagranjas de cerdos y todo va en un mismo sentido”. Muchas veces esos sentidos cambian. Y existen modelos comprobadamente diferentes de hacer las cosas con respecto a la producción agrícola, que son un punto ciego (por intereses, por ignorancia) de los funcionarios de todos los gobiernos. Por eso las dudas que genera que se haya creado una Dirección de Agroecología, no en el ministerio de Agricultura sino en el de Desarrollo, sin designación alguna hasta el cierre de esta nota.   

Todo ocurre en una era histórica en la que el actual gobierno dijo poner la vida y la salud por encima de la economía. Salvo que haya informaciones en contrario parece que dependerá de las propias personas y comunidades, en defensa propia, lograr que tal postulado sea algo más que un conjunto de palabras intoxicadas.    

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El acto de Cristina en Plaza de Mayo: una de suspenso

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“Una más y no jodemos más” fue el grito más atronador de toda la tarde en Plaza de Mayo, en referencia a una posible candidatura de Cristina Kirchner. Fue el signo más visible del «operativo clamor» con el que se había ideado el acto, aunque ella ya había aplacado las semana previas la hipótesis de ser candidata.

En un discurso que reivindicó tanto a Néstor Kirchner como a sus dos mandatos, CFK dejó el tema electoral sin definición. Terminado el acto Florencia, entre la multitud, brindó a lavaca un editorial políticos de la jornada en 9 palabras: “Nunca sabés cuándo va a ser la última plaza”.

Pese a truenos, rayos y tormentas, el encuentro más ansiado por el kirchnerismo simbolizó una medición actual de fuerza y movilización aunque no dejó definiciones sobre el enigma 2023: quién será el o la candidata del actual espacio oficialista, con todas sus diferencias. Los cálculos llevaron el termómetro movilizador a 500.000 personas, dato otros relativizan: en ambos casos, y como tantas cosas, el tema pasa a formar parte del sistema de creencias de cada persona. La ex presidenta hizo una pormenorizada defensa de su gestión, resaltando los altos salarios o el hecho de haber encontrado un Producto Bruto de 167.000 millones de dólares al asumir Néstor Kirchner, y llevarlo a 647.000 millones de dólares al finalizar el mandato en 2015. El gobierno de Macri, en cuatro años, bajó el Producto a 400.000 millones, dejando 120.000 millones de dólares de deuda que hoy sigue condicionando al país.

Definió a la Corte Suprema como un «mamarracho indigno», planteó la necesidad de un nuevo diseño institucional y pacto democrático y sugirió: «Basta de pedirle al otro que haga lo que no se está dispuesto a hacer».

Muchas mujeres escucharon el final del discurso de Cristina con las manos como en un rezo, esperando que definiera su propia candidatura, o la de alguien más, cosa que quedó pendiente. El acto, entonces, parece haber sido un posicionamiento en las negociaciones que se vienen para definir candidaturas ante el misterio que significan las PASO y luego los comicios. Y una demostración de apoyo frente a lo que llamó mamarracho, y frente a los pantanos de Comodoro Py. Con Cristina, aparte de sus nietos, tuvieron un rol televisivamente importante Alicia Kirchner, Axel Kicillof, Máximo Kirchner, Wado de Pedro y Sergio Massa, en medio de ese palco plagado de invitados que aplaudieron frases pertinentes, como “Se discuten muchas boludeces en los medios”. (Confirmando la teoría, luego se conocieron repercusiones de políticos y panelistas oficialistas y opositores sobre el acto, realizando piruetas verbales que rellenaron como suele ocurrir horas estériles de programación televisiva y tal vez cerebral).

Crónica de la jornada. La música que se escuchó, una teoría sobre el hambre y las ganas de comer. Las reflexiones entre pancartas, pastelitos y lluvia de quienes estaban abajo del palco, en la calle. Ideas y hallazgos de personas que se movilizaron y no se sienten necesariamente espectadoras. Lo que dijeron las personas movilizadas antes y después del acto.  

El acto de Cristina en Plaza de Mayo: una de suspenso

La Plaza, los reconfortados y las sorprendidas. (Fotos: lavaca/Sol Tunni).

Mujer anonadada y caritas feas

Gerardo, 56, comerciante, brindó a lavaca un primer signo saliendo de la Plaza en el atardecer tormentoso: «Vinimos a escucharla y nos vamos reconfortados, porque en estos tiempos en que la política pasa por otro carril venir a escucharla a ella nos nutre y nos hace seguir con fuerza para el mañana».

¿Y hacia adelante? «Vamos a acompañar al compañero que se decida o que decida Cristina».

Mariana, 55, bancaria estaba con otra sensibilidad menos conformista: «Estoy anonadada, porque me doy cuenta de que no sé quién va a tomar la posta y quién va a tener los huevos suficientes para hacer lo que dice Cristina, que es diseñar un programa y es poner caritas feas”. La vicepresidenta había planteado: «El problema que hoy tenemos acuciante es la distribución del ingreso. Creanme que para distribuir el ingreso muchas veces hay que ponerle carita fea a los que tienen mucho. Y no se trata de confrontar».

Mariana completa su idea caminando de salida por Avenida de Mayo: “¿Quién de los nuestros va a tener los huevos para hacerlo? Ella hoy tiró el encuadre que hay que seguir, ¿pero quién lo va a llevar a cabo? No sé”.

Se queda pensando sobre el asfalto mojado: “El único candidato que a mí me parece que podría ser el de Cristina, con todas las letras, sería Kicillof (gobernador bonaerense), pero no se lo puede sacar de donde está».

El acto de Cristina en Plaza de Mayo: una de suspenso

Truenos, rayos y lluvia que no detuvieron a las familias que se acercaron. (Fotos: lavaca/Lucas Pedulla).

Todo puede pasar

Florencia e Inés son amigas, de Ituzaingó y Morón, 33 y 60, diseñadora gráfica y arquitecta. 

Explica Florencia: «Básicamente había ganas de venir porque hay como mucha incertidumbre. Yo venía a escuchar si había una fórmula, pero bueno: nunca sabés cuándo va a ser la última plaza… ya me puse un poco catastrófica: pero hace casi cuatro años ya pasamos por esto y la verdad que yo estoy con miedo, estoy con miedo por la oposición, no porque gane la oposición, no es por una cuestión de resultados, sino por los discursos que se vienen escuchando. No es solamente por una cuestión económica, sino por una cuestión social, se está viendo mucha violencia, ya no se respeta nada, todo puede pasar».

«A mi me gustaría que sea ella la candidata, pero tampoco la podemos exigir, pobre mujer. Ya dijo que no, ya está. La verdad me gustaría que sea Axel, no me gustaría que sea Massa, pero también soy consciente de que ayudaría a la elección porque hay mucha gente que no es del partido que a Massa lo votaría».

Mística y bastones

Alejandra, 48 años, es docente de música: «Estamos debatiendo lo que dijo. Ya tomó una decisión, pero deja como una mística, un relato a seguir construyendo, y el ejercicio es que ese relato lo tenemos que construir nosotros, más allá del candidato. Ella siempre está hablando del proyecto de país, eso es a lo que está apostando, no importa quién. De hecho, cuando asume Alberto, ella se lo dice: ‘Vuelva al pueblo para no confundirse, apóyese en el pueblo’. Me parece que ese es el ejercicio democrático que ella está planteando, entonces uno termina en los nombres, pero en realidad lo que hay que debatir acá es qué proyecto queremos. Lo de Colonia no, Patria sí, eso es lo de fondo que hay que seguir laburando y militando que es lo más difícil; eso justamente es lo que los medios de comunicación te sacan del centro todo el tiempo».

Martín, 35: «Ella es la conducción, una voz necesaria, sea candidata o no, ella representa a la mayoría y tiene una palabra convocante, ordenadora y tiró cuatro ejes de discusión, como la economía y la Corte; ella es muy dialoguista; la dibujan como que no pero es súper dialoguista y estadista».

Paula, también 35: «Sí, lo importante es el proyecto, aunque a mí me encantaría que sea ella porque nos representa, pero también estábamos hablando recién que nos gustaría Wado. O Grabois, aunque no sé si para presidente». Martín retruca: «Grabois se hace el purista con Massa, pero con los macristas se sienta a tomar el té, como con Carolina Stanley y Pepín Simón». Paula: «Bueno, no es momento de tirarnos con el bastón del mariscal”.

La Plaza de fue vaciando bajo la lluvia del 25 de Mayo.

El acto de Cristina en Plaza de Mayo: una de suspenso

Pancartas que implican una certeza, y algunas incertidumbres electorales. (Fotos: lavaca/Sol Tunni).

La inteligencia colectiva en la previa

Todo había empezado mucho antes.

La noche anterior ya la Plaza se va ocupando de gente que quiere estar cerca del palco. Llegan, sobre todo, desde distintas provincias. Una señor de Salta dice: “Quiero ver qué puntos especiales, bien claritos, nos da Cristina sobre lo que hay que hacer de ahora en más”.

Durante la mañana comienza a verse el río de gente. Lavaca consulta deseos de quienes van por Avenida de Mayo hacia la Plaza. Todo es demasiado más interesante en forma y contenido que lo que se suele ver en televisión o escuchar en radios. Las respuestas de una señora de tapado, una pareja sub-20 y un hombre de gorrito de lana forman casi un programa político. 

“Reforma del Poder Judicial”.

“Inseguridad”.

“Que los pibes no se vayan del país”

“Recuperar la Ley de Medios”.

Todos tienen trabajo, tal vez por eso no hablen de inflación. O la inflación es un problema tan obvio que desear que termine es algo que no hace falta siquiera mencionar.

Una mujer lleva una remera con una pregunta para diferenciar palabras: “¿Justicia o Poder Judicial?”

El acto de Cristina en Plaza de Mayo: una de suspenso

Los colores contra el gris de la tarde (Fotos lavaca/Sol Tunni).

Dos hombres portan una bandera: “Cristina el pueblo te ama y te necesita”.

Por Twitter alguien lanza otra definición política, sobre certezas y sobre incertidumbres:

“Con Cristina hasta la luna. Con los demás, hasta donde ella diga”.

Que nombre al candidato

A las 11.30 de la mañana la Plaza de Mayo ya está llena. «Es que viajamos toda la noche» explica una joven que hace de cordón de La Cámpora, que vino desde Córdoba. «Hoy es más que bancar a Cristina, es recordar a Néstor. Es mostrar fuerza para que la derecha agrandada sepa que estamos fuertes y en la calle».

Otra joven de veintipico le propone otro final a la frase, en tono irónico, medio chiste-medio en serio: «Unidos y organizados».

Algunos pasacalles se animan a proponer nombres: figuran carteles de Grabois, de De Pedro y de Katopodis, tal vez los más ligados a las militancias territoriales; no se ven carteles de Scioli, Rossi ni otros que han mostrado su voluntad electoral, que habrá que ver en qué queda tras las palabras de la vicepresidenta.

El acto de Cristina en Plaza de Mayo: una de suspenso

Letanías y aspiraciones en Plaza de Mayo. (Fotos: lavaca/Sol Tunni).

Todo parece fluir: las columnas separadas por cordones, acomodándose en sus lugares indicados o ganados en la plaza, van poniéndole límites a la posibilidad de circular por el lugar.

Cada 100 metros sobre Avenida de Mayo hay grandes pantallas que mostrarán a Cristina hablando. Se espera que la Plaza se colme rápido y las personas puedan seguir la conferencia desde donde estén, hasta donde lleguen. Quienes se acerquen a Avenida de Mayo tendrán transmisión privilegiada, no así en las otras arterias o en los bordes de la plaza, donde se espera que la voz de Cristina suene bien fuerte.

«Es un evento bastante pautado, se convocó a las dos y Cristina dijo que habla a las 4. Nosotros estamos acostumbrados a actos mucho más  largos» responde alguien veterano sobre la convocatoria temprana.

No llueve. Y eso es toda una noticia. Hace calor, muchos aprovechan para hidratarse, ponerse en cuero, cantar y tocar: hay clima de hinchada.

¿Qué se espera que diga Cristina? «No me importa lo que diga, hay que bancarla: la quisieron matar» dice una señorita. Al lado suyo un joven: «Que diga quién va a ser candidato «. Otro postula: «Wado». Pero son propuestas tímidas, esperando lo que defina ella.

El otro protagonista del día es Néstor, presente en fotos, banderas y hasta tatuajes. A 20 años de asumir, otra mujer espera que se explique todo lo que se logró en esos años de gobierno, «para recordarle a los pibes que no lo vivieron» casi como una clase de historia. Y que se analice el presente, «el acuerdo con el FMI, la pandemia» y las dificultades que, cree, hicieron que estos 3 años y medio con ella como vicepresidente no fueran los mejores, o los esperados.

El acto de Cristina en Plaza de Mayo: una de suspenso

Esperando definiciones, ejerciendo el aguante (Fotos: lavaca/Sol Tunni)

¿Dónde queda Plaza de Mayo?

La banda sonora de la tarde es primordialmente la cumbia. Suena Rosalía, suena Trueno con “Tierra Zanta”, y Los Palmeras con “Soy Sabalero”.

Junto al Cabildo un joven de la mano de su la novia consulta intrigado: «¿Dónde queda Plaza de Mayo?». “Es esto” le contestan señalando alrededor, y él sale feliz y apurado hacia el palco. No sabe dónde está pero sí para qué vino, por primera vez. Y eso a algunos les da esperanza. Algo que empieza.

Se escucha “Universo Paralelo” de La Konga.

Entre la gente hay quienes vienen desde Trelew, Tucumán y Chaco, otros de Florencio Varela o Lomas del Mirador. Viviana tiene 54 años y es de Pilar. Olina tiene 61 y es de Villa Martelli. Ambas son trabajadoras de casas particulares y dicen que gracias a Cristina están recibiendo aportes: «40 años trabajando y descubro que nadie me había aportado». Quieren que vuelva Cristina y sea candidata.

Pero ya dijo que no: «Tiene que ser ella. La esperanza es lo último que se pierde. Gracias a ella volvimos a tener todo lo que nos sacaron. Hizo muchas cosas por las mujeres, los jubilados, las asignaciones. ¿Que hicieron los otros? Nos dejaron sin trabajo».

¿Qué falló para que ahora las cosas sean tan inciertas? Cuestionan que faltó unidad y respeto para estar en una situación como la actual: «Unidad, porque cada uno hoy piensa en su parte. Y respeto, porque las Canosa y los Baby Etchecopar dicen cualquier cosa abusando la confianza de la gente». Cuentan a lavaca un deseo fraguado mientras limpiaban vidas ajenas: «Que se vayan todos los jueces corruptos» dice sobre ciertos universos paralelos.

El acto de Cristina en Plaza de Mayo: una de suspenso

Familia movilizada (Fotos: lavaca/Sol Tunni).

¿Fin o principio?

Unas mujeres en la era de la cincuentena se sacan selfies con la notera de C5N y de paso le preguntan si sabe “bien-bien” a qué hora hablará Cristina. La joven responde que sabe lo mismo que todos: que dijo a las 4 y que si bien suele demorarse, esta vez el clima apremia. ¿O será una cuestión de pronósticos? Los canales oficialistas están en etapas complejas, oscilando entre una suerte de depresión por el supuesto “no” de Cristina a una postulación, y reacciones exaltadas por solo pensar que una resurrección política puede darse a partir de este acto.

El dilema es si lo de hoy es un fin, o un principio.

Celeste (21) dice que “llueve, nieve o truene” iba a estar acá: se queja de que, al final, hace un calor de verano y ella vino toda emponchada. Pasa como con el clima político: no se entiende si hace frío o demasiado calor. Pero Celeste armó un rancho a una cuadra de la Plaza –porque ahí, a las 12, ya no se puede ni caminar– con su pila de ropa en el medio y algunos bizcochitos para tirar hasta que hable Cristina. “Me muero por un chori pero no hay un mango” se justifica y el precio del embutido (600 pesos, 2 por mil) obliga a pensarlo. Y a juntarse con alguien más para aprovechar la rebaja.    

El acto de Cristina en Plaza de Mayo: una de suspenso

Recuerdos de la Ley de Medios (Fotos lavaca/Sol Tunni)

La oferta gastronómica de hoy incluye, además de choris y bondiolas, empanadas fritas y pastelitos, a tono con el 25 de Mayo. El local cooperativo Lo de Néstor, a tres cuadras de la Plaza sobre la calle Bolívar, reabrió después de unos meses difíciles porque hoy es su día: se especializan en locro. Tienen lleno el local, están tomando reservas y pedidos. “A las 3.30 los echo a todos” avisa el mozo, avisando que él también querrá hacer esas cuadras hasta llegar a la Plaza. El lugar se define como «Un bar para seguir discutiendo el proyecto» aunque por ahora se nota más apetito locrero que ganas de debatir.

También hay vendedores de escarapelas y otros artilugios con motivos patrios que inundan Avenida de Mayo como una góndola en el asfalto: gorros, banderas, pilusos, pins, stickers, imanes. La mayoría con Néstor y de Cristina. No hay más imágenes.

No parece ser un día para asomar demasiado la cabeza, aunque el partido está en marcha: “Hoy se lanza un nuevo Frente de todos” dice un dirigente a la tevé. En Lo de Néstor nadie está mirando la pantalla.

El acto de Cristina en Plaza de Mayo: una de suspenso

Definiciones sobre el operativo clamor. (Fotos lavaca/Lucas Pedulla).

El problema adentro

Sebastián y Olga vinieron desde Chubut específicamente para este acto. «Venimos para que nos diga algo que pueda ser», dice Olga, 69 años, jubilada. «Aunque ella ya hizo mucho. Los mejores años de mi vida fueron kichneristas. Venimos a acompañarla y defenderla porque hasta matarla quisieron».

¿Qué faltó? Olga y un profundo editorial político callejero: «No se cumplió con el compromiso que tenían. Hay que ayudar más al de abajo que al de arriba». Él tiene 41, es comerciante: «Nos peleamos entre nosotros. Nuestras internas son difíciles. El problema lo tenemos más adentro que afuera». Un deseo: «Transformar la Corte urgente, volver a la Ley de Medios, redistribuir la riqueza» dice Olga. Sebastián lo explica desde su oficio: «Manejar los precios de los alimentos. Si me llega caro, tengo que vender caro. Si solucionamos eso vamos a poder proyectar para adelante».

El acto de Cristina en Plaza de Mayo: una de suspenso

Fotos: lavaca/Sol Tunni

“Salís pero no sabés si volvés”

Ruth Aredes vino de Tucumán con otras 15 mujeres que gritan al celular grabando: «Vamos Cristina». Son parte de la red nacional de mujeres, de curas villeros y monjas por opción por los pobres. «Hoy queremos escuchar un grito de esperanza. Con ella sea cual sea la decisión, vamos a acompañar. Con ella vivimos en una Patria. Queremos soberanía y trabajo genuino. Que dejen de vender nuestros commodities, no puede ser que venga cualquiera y se quede con la Patagonia».

¿Y qué es lo que pasó para que se esté en una situación tan para atrás?

«Formación política. Queremos despegar de nuevo y enamorarnos de un proyecto nacional y popular». Un deseo: «Echar a todos esos cortesanos corruptos. No creemos en esta justicia».

Carla tiene 44 y Rosana, 51. Son promotoras de salud del Movimiento Evita en diversos barrios de La Matanza. «Anhelo que diga que se va a presentar ella, aunque ya dijo que no. Me gustaría que sea quien sea, se comprometa de verdad con el pueblo», dice Carla.

¿No pasó eso ya con Alberto?

Rosana: «Al principio sí, pero después esquivó el bulto. Se abrió de gambas. No nos mandó comida a los merendederos. Y eso es el Estado. Además de ser militantes somos amas de casa, y tuvimos que exprimir los bolsillos para que no falte el plato de comida».

¿Qué faltó para llegar a este nivel de incertidumbre?: «Faltó trabajo. La mayoría fuimos madres solteras y tuvimos que salir a buscar. Y lo otro muy grave es la inseguridad: con mi familia nos despedimos todos los días como si no nos volviéramos a ver. En los barrios salís pero no sabés si volvés. Hay que enfocarse seriamente».

¿Un deseo? Carla se emociona: «Que los jóvenes no se vayan del país. Hoy mi hija tiene 18, se está profesionalizando y se quiere ir. Y a veces tengo que darle la razón. Me cruzo con taxistas que son abogados o médicos. No por desmerecer, pero ahí hay familias que bancaron titulos que hoy se desmerecen». Rosana también frota su lámpara de los deseos: «Pensar en los jóvenes y futuro».

El acto de Cristina en Plaza de Mayo: una de suspenso

Remera con definiciones. Fotos: lavaca/Sol Tunni.

Voy a olvidarme de mí

Agustina tiene 24 años y vino de Rosario con dos amigas. «Se generó mucha expectativa por este momento. Hay esperanza e ilusión, pero también bastante incertidumbre. Hoy hay una crisis económica que genera un nivel de individualización, que rompe espacios. Pero estos encuentros nos convocan a reunificarnos de nuevo. Se juega nuestro futuro en términos políticos, económicos y culturales». Un deseo: «Fortalecer lo colectivo»

lena tiene 33, Pablo 31, son pareja, se aman y se besan frente a la cámara de lavaca. Él es administrativo en una escuela, ella en una empresa privada. «Vinimos a bancar a la jefa», dicen. Vienen de Rosario. Elena: «Nos encantaría que nos digan que va a ser candidata, algo imposible por la Corte corrupta que tenemos. Pero esperamos una guía, un ‘es por acá’. El peronismo está dividido, sabemos que la patria es el otro, pero hoy esperamos su claridad y su conducción».

El acto de Cristina en Plaza de Mayo: una de suspenso

Danzando bajo la lluvia. (Fotos lavaca/Sol Tunni).

Sigue la cumbia con Mario Luis con un título un tanto zen: “Voy a olvidarme de mí”. La letra podría estar simbolizando mucho de lo que se percibe en el ánimo de la multitud. “Voy a sentarme al frente de la calle, para esperar a ver si tú regresas”.

Pablo piensa en los goles en contra de la política: «Falló que hay mucho ego. Y falta empatía. Si a vos te va mal, a mí no me puede estar yendo bien. Es así». Elena tiene un deseo claro sobre lo que se necesita: «Lo principal es la vivienda. Yo soy de Salta y hay tierra de sobra, nomás que está acumulada en pocas manos». Pablo habla de los alimentos y en pocas palabras dice demasiado: «En un país productor no puede ser que la mitad de la población tenga hambre. Y en un gobierno peronista».

La cumbia suena cada vez más fuerte. Guadalupe (25) y Ariel (27) vinieron de Avellaneda con su bella hija Delfina de 9 y su bello hijo León, de 3. Él trabaja en la administración del puerto y ella es estudiante de abogacía.

«Venimos por respeto a la familia, que siempre fue peronista», dice Ariel. Delfina completa: «Y por respeto a la patria». Como muchas personas, esperan que Cristina se postule, aunque sea solo una expresión de deseos: «La gente lo piensa igual porque sabe que ella pasó cosas que ningún presidente o persona pasó. Cristina tiene mucho huevo para enfrentar todo lo que está enfrentando hoy. Mucho huevo. Por eso estamos acá: para bancarla».

Sobre qué faltó, piensan: «Faltó tiempo. Venimos de 8 años donde tuvimos macrismo y pandemia. Sin esos años de pérdida capaz hoy estaríamos en otra cosa como país. Hablo por la juventud, porque los grandes ya pasaron muchos gobiernos, pero hoy la juventud la está peleando. La gente de pueblo, ¿no?, porque los que no están acá hoy están en la costa». ¿Con qué la están peleando?: «Hoy hace falta que la gente llegue a fin de mes para comprarse un plato de comida al mediodía y a la noche. Nosotros somos inquilinos también, y el tema vivienda está complicado. Ojalá podamos repuntar». La cumbia se sazona con Charly García, siempre Hablando a tu corazón. 

El acto de Cristina en Plaza de Mayo: una de suspenso

Pastelitos e indicadores de la época

Virginia es peronista, tiene 56 años y se vino en colectivo desde Quilmes con cuatro cajas con pastelitos que vende a 250 pesos y tortafritas que vende a 300. «Espero escuchar algo bueno, que nos de trabajo a todos, que cambie esta miseria». Tiene un radar callejero para entender mejor que nadie esos vaivenes económicos: «Antes la gente estaba más suelta con la billetera, ahora le cuesta más el pesito. A mí me bajan mercadería más cara, y yo un poquito tengo que subir, pero tampoco mucho. Pierdo, pero también gano».

¿Cuál es su indicador? Virginia dice algo que debería enseñarse en las autopercibidas «ciencias sociales»: «Me pongo en el lugar de la gente que tiene hambre y ganas de comer”. Encadena el siguiente razonamiento: “Entonces pienso: ¿cómo le voy a cobrar tanto?»

Se acercaba la hora de escuchar la palabra crucial de la convocatoria de una tarde gris y llena de colores.

Entre el hambre y las ganas de comer.

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Femicidio de Griselda Blanco: Periodistas Argentinas y Fatpren reclamaron una investigación seria y responsable

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Las dos organizaciones encabezaron una conferencia para reclamar que se investigue las amenazas y presiones que recibió la víctima por ejercer su profesión. Adelantaron que viajarán a Curuzú Cuatiá este viernes y que solicitarán que la Secretaría de Derechos Humanos se constituya como querellante. Durante el encuentro se repartieron cintas negras de luto. A horas de terminar la conferencia se conoció la noticia de que la fiscal ordenó acceder a la información guardada en la nube del celular perdido, uno de los reclamos expresados en la conferencia.

Femicidio de Griselda Blanco: Periodistas Argentinas y Fatpren reclamaron una investigación seria y responsable

Griselda Blanco, la periodista que denunció amenazas y presiones, y fue víctima de un femicidio.

El colectivo Periodistas Argentinas y la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa brindaron este miércoles una conferencia en la cual expresaron su preocupación por el femicidio de la periodista Griselda Blanco en Curuzú Cuatiá, Corrientes, y reclamaron que se investiguen las denuncias de amenazas, las presiones por revelar sus fuentes de información y el celular que desapareció de la escena del crimen. ”Hacemos nuestra la preocupación de Griselda por sus fuentes. Necesitamos saber qué pasó y quiénes protegen hoy a las personas que están en riesgo» dijeron en la conferencia y solicitaron «que se sigan todas las líneas de investigación y se cumpla el debido proceso».

La conferencia de prensa estuvo conducida por Silvia Martínez Cassini, de Periodistas Argentina acompañada por Claudia Acuña, fundadora de esa asociación, y por la Secretaria General de Fatpren, Carla Gaudensi. También se sumaron a la conferencia dos integrantes del Observatorio de Libertad de Expresión de Fopea.

Acompañaron la presentación dos centrales de trabajadores –Jorgelina Sosa, de CTA y Leonor Cruz y Silvia de León de CTA Autónoma), Claudia Rodríguez, secretaria de Género de ATE, la ministra bonaerense Estela Díaz, dos subsecretarias del ministerio de las Mujeres de Nación –Carolina Varsky y Natalia Chinetti– María Julia Naddeo, de la APDH, Araceli Ferreyra (ex diputada correntina e integrante del Movimiento Evita) y Agustina Lecchi de SiPreBA.

Femicidio de Griselda Blanco: Periodistas Argentinas y Fatpren reclamaron una investigación seria y responsable

La conferencia y los abrazos (Fotos: Lina Etchesuri)

Griselda: “Recibo mucha presión, amenazas”

La periodista Silvia Martínez Cassina planteó: «Lo que nos une hoy es una misma consigna: Justicia por Griselda Blanco. Más allá del deseo de que se aclaren rápidamente su femicidio hay muchísimos indicadores que no se pueden dejar afuera. Y le pedimos a la justicia que actúe rápido y transparentemente. Porque estamos hablando del trabajo que hacía Griselda, que venía denunciando a distintos sectores del poder, de los cuales sufrió amenazas».

A continuación presentó a la víctima como “una periodista sin medio y sin miedo, precarizada, pero sindicalizada, que informaba pese a todo y para todos”. Luego se escuchó la voz de Griselda desde uno de los 15 audios que Periodistas Argentinas puso a disposición de quienes quieran escucharlo o reproducirlos y que fueron grabados pocas horas antes de su asesinato.

«Yo lo único que hago es mi trabajo, comunicar, siempre con la verdad. Pero recibo mucha presión, amenazas”, expone Griselda en el audio.

Días antes de ser asesinada, le había entregado a su hijo el teléfono de su abogada, «por si me pasa algo».

Las organizaciones de periodista comunicaron: 

  1. Solicitarán a la Secretaria de Derechos Humanos que se constituya como querellante.
  2. Viajarán este viernes a Curuzú Cuatiá en una misión destinada a escuchar a la familia de la víctima y a colegas con el fin de realizar un informe que compartirán con todas las organizaciones de la red.
Femicidio de Griselda Blanco: Periodistas Argentinas y Fatpren reclamaron una investigación seria y responsable

Se anunció en la conferencia que la policía correntina fue separada de la investigación del femicidio. (Fotos: Lina Etchesuri)

“La investigación judicial empezó muy mal”

Claudia Acuña sintetizó los motivos de la conferencia: «Estamos muy preocupadas por las Griseldas de este país, las compañeras que están ejerciendo la profesión en sus provincias, jugándosela. Ellas son las primeras a las que les tiene que llegar nuestro mensaje: no están solas. Estamos acá, también,  para ser la voz de Griselda: hacemos nuestra su preocupación por sus fuentes de información y que haya desaparecido su teléfono en ese contexto convierte a ese hecho en un atentado  a la libertad de expresión. Estamos acá, unidas todas las organizaciones de periodistas de este país, para decir que estamos comprometidas en seguir paso a paso esta causa judicial. Porque esta investigación arrancó muy mal: vimos las fotos del cuerpo y no deja dudas: se trata de una muerte violenta. Pero nos matan y las fiscales nos suicidan. Afortunadamente, como Griselda era muy buena periodista dejó mucha información, entre ellas el teléfono de una abogada de Corrientes Capital con la que se comunicaron sus hijos y que aportó los audios y contextos necesarios para que, rápidamente, el sindicato de Prensa de Corrientes hiciera los más de 300 kilómetros hasta Curuzú Cuatiá, contuviera a los dos hijos de Griselda y se entrevistara con la fiscal, que aceptó el pedido de apartar a la policía local y caratular la causa como homicidio”.

Concluyó: “»Necesitamos construir una justicia que garantice investigaciones serías sobre los femicidios, y necesitamos que protejan a las personas que están en riesgo».

Carla Gaudensi, de Fatpren, federación que incluye al Sindicato de Periodistas de Corrientes: «Debemos dar un mensaje claro a la sociedad. Nosotras venimos tejiendo redes contra la violencia, que incluye la violencia económica. Y el femicidio de Griselda muestra esa violencia: era una trabajadora precarizada, algo que conocemos muy bien en este gremio, sobre todo las mujeres, que nos genera un marco de indefensión. En este momento la precarización nos está imponiendo una lógica individual, sin embargo Griselda sabía que no estaba sola; era parte de un sindicato, y como organización sindical tenemos que dar esta discusión: el miedo no nos tienen que desorganizar. Contra el miedo y las amenazas tenemos que estar juntas. Y no solamente lo tenemos que hacer entre nosotras, por eso este es un llamado a toda la sociedad».

Gaudensi también señaló la necesidad de seguir de cerca el proceso judicial: “Si no investigan todas las líneas en una causa como el atentado a la Vicepresidenta imagínense lo que pueden pasar con nosotras”.

Femicidio de Griselda Blanco: Periodistas Argentinas y Fatpren reclamaron una investigación seria y responsable
Femicidio de Griselda Blanco: Periodistas Argentinas y Fatpren reclamaron una investigación seria y responsable
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Marcha por la reparación para Personas Mayores Travestis y Trans: que sea ley

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Marcha en la calle y debate en Diputados. La comunidad travesti trans tuvo un miércoles movido y movilizado. Reclaman la sanción de la Ley de Reparación para Personas Mayores Travestis y Trans. El contenido del reclamo para una comunidad que en promedio no llega a los 40 años de edad. La prostitución, lo que significó la Ley de cupo, lo que se dijo en la calle y también en la Cámara de Diputados. Por María del Carmen Varela y Anabella Arrascaeta.

En la calle

Marcha por la reparación para Personas Mayores Travestis y Trans: que sea ley

La artista Susy Shock en la marcha de reparación para personas travestis trans. (Fotos: lavaca/Sol Tunni)

Marcha por la reparación para Personas Mayores Travestis y Trans: que sea ley

El aguacero de la mañana era desalentador este miércoles. El pronóstico anunciaba lluvia para toda la jornada. “Si llueve marchamos igual. Si pudimos sobrevivir a este sistema, no nos asusta la tormenta”, aclaraban en un flyer Las Históricas Argentinas en las redes, una de las tantas formas que emplearon para comunicar lo que hace tiempo esperaban: el día de la Primera Marcha Plurinacional por la Ley de Reparación Histórica para travestis y trans mayores sobrevivientes.

El clima acompañó sin aguar la fiesta, contra todo pronóstico, y hasta por un rato salió el sol.

Marcha por la reparación para Personas Mayores Travestis y Trans: que sea ley

Marlene Wayar, de la reunión en el Congreso con diputadas para impulsar la ley, a la calle con la marcha por Avenida de Mayo. (Fotos lavaca/Sol Tunni).

La cita fue a partir de las 15 de este 24 de mayo en Plaza de Mayo, donde convivieron los preparativos para el acto de la vicepresidenta Cristina Fernández y, en la otra mitad de la plaza, el colectivo travesti trans que  imprimió su sello: cánticos, colores, banderas, abrazos y lucha. Juntes y en las calles.

Carolina Iriarte es tucumana y vive en Buenos Aires hace veinte años. Alta, elegante, cabello recogido y labios pintados de rosa, cuenta que tiene 53 años. “Sigo trabajando en la prostitución. Venimos hoy a la Marcha por la Ley de Reparación Histórica, por todo lo que pasamos, el maltrato de la policía, nos tratan como delincuentes, lo más justo es una reparación porque ya somos mayores. A cualquier persona que pasa los 40 le cuesta, imaginate a nosotras”.

Marcha por la reparación para Personas Mayores Travestis y Trans: que sea ley

Fotos: lavaca/Sol Tunni.

Prostitución y reparación

Clara Fox es de Mendoza y también hace algunos años que vive en la Capital, milita en el Movimiento Evita y actualmente, gracias al cupo laboral trans, está trabajando en el INAES. “Esta una forma de reparar todo el daño que nos hicieron y visibilizar a las compañeras que pusieron el cuerpo para que hoy nosotras podamos caminar tranquila y dignamente. Recuerdo a tantas compañeras asesinadas, que se fueron sin un trabajo, sin una vivienda, ellas tendrían que estar acá hoy. Por ellas también estamos acá”.

El megáfono sonaba con alarma de ambulancia mientras gritaban “Reparación, indemnización”.

La edad de muerte promedio del colectivo es de 32 años. Hace poco más de ocho años, un grupo de travestis y trans que lograron superar ese triste promedio y llegaron a los 40 años o más,  dedicieron organizarse y crear Las Históricas Argentinas. Patricia Rivas es una de ellas, tiene 53 años y dice: “Nos autoconvocamos por las redes sociales las adultas de toda la Argentina, estamos en contacto unas cien más o menos. Sufrimos persecución tanto en dictadura como en democracia. Nuestra  democracia no empezó en el ´83, sino en 2012 con la Ley de Identidad de Género. Se nos negó todo futuro, se nos negó trabajo, estudios, salud, por eso pedimos una vejez digna”.

Marcela Carreño está recién llegada de Tucumán y se vuelve a la noche: “Ya que no tuvimos una buena adolescencia por lo menos que nos sea buena la vejez. Yo tengo 57 años, sigo ejerciendo la prostitución allá en San Miguel y cobro el Plan Potenciar, que complementa pero no es suficiente”. Hoy comieron en la olla  popular que organizaron para que todes pudieran primero comer, luego marchar.

Marcha por la reparación para Personas Mayores Travestis y Trans: que sea ley

Fotos: lavaca/Sol Tunni.

Susy, Lohana y Diana

Agrupades en un costado de la Plaza, desplegaron su bandera. Con los colores negro y magenta se leía: “Ley de Reparación Histórica ya!”. La artista Susy Shock posaba para las fotos que le pedían todes quienes la reconocían. Una imagen de Lohana Berkins (referente del movimiento, fallecida en 2016) hecha de goma espuma con alas brillantes paseaba entre la gente. Say Sacayán (hermano de Diana Sacayán, referente trans, asesinada en 2015), tomó el megáfono: “Si no se tienen en cuenta las transmasculinidades en las leyes que se supone que después se convierten en políticas públicas, lo que termina sucediendo es que nos siguen invisibilizando, nos siguen matando y nos siguen desapareciendo”.

“¿Dónde está Tehuel?” fue otro lema. “Furia Travesti” se escuchaba como un mantra atronador. Mamás y papás de la agrupación Infancias Libres recibieron a su presidenta Gabriela Mansilla, que llegó a las corridas pero a tiempo para la marcha.

Laura Moreira, hermana de Cynthia, una joven trans de 25 años asesinada en Tucumán, dio su testimonio: “Mi hermana fue brutalmente asesinada, sigue sin justicia, sus asesinos siguen en libertad, eran policias expulsados de la fuerza por corruptos. Cynthia salió a una fiesta un 14 de febrero y fue la última vez que la vimos con vida. El 19 de febrero apareció su cuerpo desmembrado, calcinado, en bolsas, en una casa abandonada. Mi hermana sigue siendo discriminada por la justicia de Tucumán. La justicia se burla de las mujeres trans”.

Marcha por la reparación para Personas Mayores Travestis y Trans: que sea ley

“Somos las nietas de todas las travas que nunca pudieron quemar”, “Diana, Diana corazón, acá tenés las travas por una reparación”, “Lo dijo Diana Sacayán: al calabozo no volvemos nunca más”, “Señor, señora, presten atención. Acá estamos las travas por una reparación” fueron algunos de los cánticos que se escucharon durante la Marcha, que arrancó a las cuatro y veinte y recorrió Avenida de Mayo, Rivadavia, hasta llegar al Congreso de la Nación. Durante la caminata que abarcaba más de dos cuadras se cantó, se bailó, se arengó, se exigió.

Pequeñas y grandes victorias

Romina Escobar afirma: “Estamos para pedir una reparación histórica para todas las compañeras que vivieron la época de la represión, los 90, con los edictos policiales. Son pocas las que están vivas. No están todas acá”. Romina es actriz, trabajó en la novela Pequeña Victoria en Telefé y gracias a la Ley de Cupo Laboral Trans está trabajando actualmente en el INCAA.

“Las travestis somos parte de la Patria. Viva la Patria Travesti. Sin travestis no hay Patria”, se escucha desde el megáfono. Gritos y aullidos. Al pasar por el Café Tortoni, una fila de unas 15 personas miran con curiosidad y sacan sus celulares para filmar y sacar fotos. Unas 50 personas hacen cola en la puerta de un Carrefour Express, quizá para pedir trabajo. Ellxs también miran y apuntan con sus teléfonos. Una gran llamarada  surca el aire. Luego de expulsar de su boca el líquido combustible que combinado con un poco de fuego provoca el centelleo, Comando continúa la caminata y repetirá su truco varias veces más. Vino desde las islas del Tigre porque “hay una deuda enorme del Estado y de la sociedad con toda la comunidad travesti trans, con les adultes sobrevivientes mucho más”.

Marcha por la reparación para Personas Mayores Travestis y Trans: que sea ley

La marcha por la reparación, y la fiesta en la calle (Fotos lavaca/Sol Tunni).

Al llegar al Congreso, los tambores de Batuka dieron la bienvenida y Laurent Tropikalia, Madre de House of Tropikalia, exponente de la cultura ballroom, fue quien tomó el micrófono para recibir a todes y anunciar la lectura colectiva  del documento. Si alguien sabe de lucha en las calles es Eva Analía De Jesús, más conocida como Higui. Después de haber estado presa y ser acusada de homicidio por defenderse de un intento de violación, Higui fue absuelta en marzo del año pasado. Para que eso sucediera fue clave el acompañamiento del colectivo, la movilización en las calles y durante los tres días de audiencias en el Tribunal Oral en lo Criminal N° 7 de San Martín. Con remera violeta, gorrita con un escorpión bordado y un cartel que decía “Con hambre no puedo estudiar”, Higui se acercó al escenario, saltó, levantó su puño en alto, sonrió y se metió entre la gente hasta perderse en la multitud.

La diputada Mónica Macha, quien presentó uno de los proyectos en la Cámara de Diputados,  expresó ante el micrófono: “No es un camino sencillo ni lo tenemos facilitado. Lo tenemos que construir”.

La jornada finalizó con un show musical a cargo de Tía Marilú, Max Vanns, Casa Exilia y Desobedientes FOLQ. Minutos antes, María Pilar Giménez, desde el escenario y para reafirmar un día en el que el colectivo travesti trans hizo historia,  leía a viva voz: “Somos comunidad, somos resistencia”.

En el recinto

Marcha por la reparación para Personas Mayores Travestis y Trans: que sea ley

Horas antes de que el colectivo travesti trans marchara de Plaza de Mayo a Congreso, en la Cámara de Diputados de la Nación la Comisión de Mujeres y Diversidad hubo una reunión para comenzar a tratar la Ley de Reparación para Personas Mayores Travestis y Trans. 

La reunión fue informativa, es decir que se realizó para escuchar distintas voces y empezar a construir los consensos necesarios para llegar a un dictamen. Por el momento son cuatros los proyectos de ley que abordan el tema que fueron presentados y tienen estado parlamentario. 

La activista y teórica Marlene Wayar empezó su intervención preguntando qué diputadxs estaban presentes. “¿Estamos hablando para el arco político o estamos hablando como siempre medias solas?”. Lo cierto es que estaban presentes solamente cinco diputadas: Mónica Macha, quien preside la Comisión de Mujeres y Diversidad y encabezó la reunión, Romina del Pla, Gabriela Estévez, Lucila Masin, María Rosa Martínez y Florencia Lampreabe.  

Durante tres horas, casi veinte exposiciones de activistas, funcionarias y diputadas expresaron la urgente necesidad de contar con la ley. “En Argentina, la comunidad trans ha sido sistemáticamente perseguida, sufriendo crímenes de lesa humanidad en el marco de un genocidio dirigido específicamente hacia nuestro grupo debido a nuestra identidad de género. Estos actos han sido cometidos con la intención de destruir total o parcialmente a nuestra comunidad”, expuso Marlene Wayar.

Los proyectos expresan como objetivo prioritario reparar la vulneración sistemática de los Derechos Humanos del colectivo travesti trans y garantizarles una vejez digna. Recibirían la pensión quienes sean mayores de 40 años, dado que el promedio de vida de las travestis y trans apenas llega a los 40 años. 

“Por supuesto, no es un problema presupuestario. El tema es que frente a la posibilidad de ampliar derechos hay sectores que igual van a poner obstáculos”, sostuvo Mónica Macha, presidenta de la comisión cabecera del proyecto.  Las otras comisiones a las que posiblemente tengan giro son Previsión y seguridad social (presidida por Marisa Uceda, Frente de todos) y Presupuesto y Hacienda (Carlos Heller, Frente de Todos). 

Macha expresó la voluntad de que a mediados de junio haya una primera reunión de comisión para tratar efectivamente el proyecto junto a diputadxs y asesorxs y poder llegar a un texto consensuado que sea llevado al recinto.

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