CABA
Una toma al Ministerio para no lavar los platos
Investigadores y becarios ocuparon pacíficamente el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación en protesta al recorte del 60% en los ingresos a la carrera de investigación. Exigen la renuncia del ministro Lino Barañao y del directorio del CONICET, encabezado por Alejandro Cecatto: ambos justificaron el ajuste. Testimonios que ponen rostro y palabras al peligro que significa desfinanciar la ciencia argentina.
Patricia Bustos está sentada sobre uno de los paredones que da a la calle Godoy Cruz, mirando de frente una bandera de unos 20 metros que cubre gran parte de la bella entrada del Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación (Mincyt) que dice: “Ministerio tomado”. Desde adentro se escuchan bombos y aplausos que surgen de la asamblea que acaba de votar una nueva reunión para decidir la continuidad de la medida de fuerza que ya lleva más de 24 horas.
La toma pacífica del Ministerio comenzó el lunes al mediodía cuando distintas organizaciones de becarios e investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicos y Técnicos (CONICET) ocuparon la sede tras el recorte del 60% en los ingresos a la carrera de investigador. En números concretos, esto significa:
- Durante 2015 ingresaron 943 investigadores.
- De los 874 investigadores e investigadoras evaluados positivamente por las Comisiones Asesoras y la Junta de Calificación y Promoción, este año se sumarán sólo 385.
- Quedan afuera así 489 científicos que ya habían aprobado el concurso y habían sido recomendados.
Esa es la imagen que Patricia Bustos ve sentada desde el paredón. Trabaja en el Instituto Fatala Chaben del Mabrán en la investigación de la Enfermedad del Chagas, que estudia la respuesta inmune de las madres afectadas y cómo es la transmisión a sus bebés. “Soy becaria posdoctoral del CONICET, tengo beca hasta marzo y soy una de las que no ingresó en este llamado”, dice a lavaca. “Directamente quedé afuera. Somos un instituto pequeño, pero si me guío por colegas, el recorte fue brutal: de 15 compañeros no entró ninguno. Tampoco queda claro el por qué: uno creía que tenía muchos antecedentes. Además, dentro del llamado está lo que se llaman ´temas estratégicos´, que están señalados aparte porque son prioritarios para el desarrollo del país. Este año entraron 40 personas nomás. Eso te da una idea de dónde quedaron los temas estratégicos. Uno de ellos era el Chagas”.
De golpes y contradicciones
La toma pacífica del Mincyt, en el Polo Científico de Palermo, llegó cinco días después de la ocupación de la sede central del CONICET. A principio de mes, tanto el ministro Lino Barañao como el director del CONICET, Alejandro Cecatto, justificaron el recorte de presupuesto. Barañao subrayó que “no hay ningún país que, con un 30 por ciento de pobres, esté aumentando el número de investigadores”. Por su parte, Cecatto manifestó que durante la gestión anterior se habían incorporado una cantidad de vacantes “sin ningún criterio” y que no había presupuesto para “soportar” el número de ingresos.
Sin embargo, en la sede del Polo Científico las organizaciones piden la renuncia de los funcionarios. Walter Kofman, becario doctoral del área de Humanísticas, lleva la pechera amarilla de Jóvenes de Científicos Precarizados y es uno de los que se quedó a dormir en la toma. “Estamos defendiendo el derecho a trabajar y a que compañeros que han sido formados durante 6 o 7 años por el propio Estado no sean hoy expulsados”, dice a lavaca. “El lunes nos reunimos con Barañao y nos dijo que lo que aquí se está comenzado a procesar es una política de racionalización en el sentido de que era insostenible el número de ingresos de los años anteriores. Es contradictorio, ya que estamos hablando de una persona que proviene de la gestión anterior y que se desdijo a él mismo de su propia política científica”.
Kofman traduce el recorte en números concretos: “De los 300 investigadores y becarios del instituto Gino Germani ingresaron solamente 6. En el área de Historia, habrán ingresado unos 10 de todo el país. De Sociología, unos 15. Las consecuencias son difíciles de medir, pero estamos hablando de equipos que van a perder gran parte de su masa crítica, como investigadores en formación o investigaciones que directamente van a quedar trabadas. Así comenzaría un proceso de desarmar todos esos proyectos, equipos, laboratorios y sería un golpe durísimo como pocas veces se ha visto en la historia de la ciencia argentina”.
Cómo organizar la bronca
“CONICET de los trabajadores y al que no le gusta, se jode”, canta el centenar de investigadores, científicos y becarios en el hall del Minicyt entre micrófonos, cables, bidones de agua, galletitas y carteles por doquier. Uno de ellos reza: “CONICET, Comisiones: no sean verdugos de este gobierno”. Otro contextualiza el reclamo:
- “Luego de la movilización y toma del CONICET vemos necesario seguir organizando la bronca y generar instancias reales de discusión que puedan hacer frente al brutal ataque al sistema universitario y de CyT”.
- “La continuidad de la misma cúpula en los organismos estatales de CyT, garante del ajuste del gobierno macrista, evidencia la acentuación de un modelo ya vigente: la producción de conocimiento mercantilizada, tecnocrática y al servicio de los grandes concentrados de poder”.
A unos metros, buscando sombra bajo un caliente sol de mediodía, camina Alejandro Roscobar, becario posdoctoral del Instituto Multidisciplinario de Historia y Ciencias Humanas (Imhicihu). “Llegamos a esta situación por las políticas del gobierno de recortar y querer ´equilibrar´ el presupuesto. En paralelo teníamos el Plan 2020, que proponía seguir aumentando los ingresos 10 por ciento cada año hasta llegar a los 15 mil científicos. Más allá de si te gustaba más o menos el gobierno anterior, era una política de Estado, construida por consenso, que este gobierno está destrozando en pos del equilibrio fiscal. Por ejemplo, dos de nuestras becarias posdoctorales, con probados antecedentes en junta y en carrera, han quedado afuera. Cualquier medida es importante para hacerle torcer la muñeca al gobierno”.
Encontrar la vacuna
Vanesa Sánchez (33 años) y Lucas Guz (31) caminan por el Polo Científico tomados de la mano. Ella es becaria posdoctoral en el Centro de Estudios en Salud y Medio Ambiente (CESyMA) de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM). Él es becario posdoctoral en el departamento de Física de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA: trabaja plástico biodegradable.
Dice Vanesa: “Estamos viendo que el recorte impacta fundamentalmente en la línea de investigación. Más allá de los sueldos y de los trabajadores y de la gente que se queda sin trabajo, esto es también un recorte en la capacidad de dar subsidios para que las investigaciones se realicen, porque tenemos que comprar insumos carísimos, muchos en dólares e importados, porque todavía no llegó a organizarse en algunos sectores una industria nacional. En ese sentido, si escuchás a los ministros o cabezas del CONICET diciendo las cosas terribles que dicen, ¿cómo vas a estimular a tus alumnos a que crean en la ciencia argentina?”.
Dice Lucas: “Tirás para atrás a los chicos que están haciendo una carrera. Estamos en una situación medio de limbo. Nosotros somos docentes, hay otra generación que viene y que trataremos de guiar, pero sin presupuesto es imposible desarrollar nada”.
¿Algunos ejemplos?
Lucas: “Nosotros trabajamos con plástico y ya estamos para producir unas bolsas que reemplazarían a las bolsas de polietileno común, pero no conseguimos plata para tener la máquina que nos falta”.
Vanesa: “Nosotros estamos desarrollando vacunas para tratamientos, y eso no lo hace nadie. Si no invertís en tu país para cuidar la gente, no lo va a desarrollar la empresa privada, y menos acá, que sólo cortan y venden. Las empresas no hacen desarrollo”.
La toma del Mincyt, el estado de asamblea y las próximas acciones de las organizaciones de becarios y científicos seguirán sumando capítulos a medida que corran las horas. Otros sectores que no participan de la toma, como Científicos y Universitarios Autoconvocados, Conadu y Becarios Empoderados, llaman a una reunión abierta el miércoles a las 17:30 en la Facultad de Medicina de la UBA para discutir qué acciones tomar.
Aún sentada en el paredón, la investigadora Patricia Bustos reflexiona: “Veo todo con mucha tristeza porque esto va más allá de cada puesto de trabajo. Detrás de los 500 investigadores hay gente que se queda sin salario, familias, proyectos que se truncan y divisiones más profundas porque esto provoca que nuevamente haya una generación que no puede acceder al sistema científico. Eso nos atraviesa a todos y afecta radicalmente el desarrollo nuestro como sociedad. Lo vimos en los 90, y eso se arrastra durante años”.
Patricia concluye: “Al decirnos científicos a veces parece que tenemos una visión alejada de la realidad, como que somos personas especiales o distintas, pero esa mirada va cambiando y nos estamos formando más para estar al servicio de la sociedad en la que vivimos. Por eso nos afecta estar acá, porque esto es a largo plazo: este recorte se va a sentir en el futuro”.




Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
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