Nota
Brasil se mueve en Argentina: «Nos une el NO al golpe»
Un grupo de brasileros que viven en Buenos Aires se manifestó en la embajada de su país para defender la democracia: «no estamos por un partido ni por Dilma en particular. Es el proceso democrático lo que está en peligro», dicen.
El nene de pelo color Brasil levanta con sus dos manitas una bandera roja que tiene solo dos letras.
“PT”.
Posa para todas las fotos y ríe con una sonrisa vacía de sus primeros dientes de leche.
No teme a las cámaras ni a los flashes y levanta la bandera bien alto para que todos la vean.
Frente a él está la Embajada de su país –vallada y con algunos policías– y alrededor hay unas 100 personas que se autoconvocaron vía redes sociales para esta tarde de viernes porteño. Carolina, la mamá del nene de pelo color Brasil, mira orgullosa a su hijo. Cuenta que son de Belo Horizonte y hace dos años viven en Belgrano, al norte de la Ciudad de Buenos Aires.
Pero hoy están acá. Con una bandera roja. Con dos letras.
-Las letras son anecdóticas, estamos acá por otra cosa -aclara Carolina.
La pregunta es por qué.
La respuesta es el contexto a esta manifestación:
-Hay un golpe que se está armando en Brasil para sacar a Dilma y poner a otro del interés de los medios, que es lo mismo que Estados Unidos. Dilma fue electa por mayoría y ahora eso no les gusta, entonces quieren sacarla sólo porque se les ocurre. Y no es así. Pero acá no estamos por un partido ni por Dilma en particular. Es el proceso democrático lo que está en peligro. Eso está en juego. Esta manifestación se llama «Por la democracia». Ni más ni menos.
La calla un canto que empieza a tener potencia: “Nãovai ter golpe”.
Lo repiten una, cinco, diez, veinte veces.
El mensaje es claro: “No van a tener golpe”.
El nene de pelo color Brasil levanta la bandera roja todavía más alto hasta tocar el cielo.
Parecidos y diferente
Marco, 26 años, hace 4 que estudia diseño gráfico en Argentina. Está callado en una esquina, pero sonríe cuando nos cuenta cómo llegó él ahí: «Vi la convocatoria que se originó en solidaridad con la gente que está hoy en Brasil defendiendo la democracia. »
Sobre la idea de corrupción en el actual gobierno de Brasil Marco dice: «Creo que hay que hacer una investigación realmente plural y no lo que está pasando, que es desviar la atención y usarlo para tener un chivo expiatorio. El gobierno de Brasil se equivocó mucho porque hizo aliados que hoy son los que usan artimañas para sacarlos y entrar ellos.”
Cuando preguntamos si ve similitudes entre Argentina y Brasil, Marco agrega: “Es distinto pero parecido a la vez. Distinto porque acá la derecha logró llegar con un marketing increíble, pero democráticamente. En Brasil están apresurados en lograrlo de otra manera. Lo parecido que veo es que como acá invitaron a Obama, allá se invitó al FBI para investigar lo que está pasando. Creo que son los mismos los que están detrás.”
Aún cuando nombra al FBI Marco no deja de sonreir.
“La prensa es el partido opositor”
Hay diversos carteles escritos a mano. Uno reza: “Acto en defensa de la democracia, los derechos sociales y contra el golpe”. Otro repite el canto: “Nãovai ter golpe”. De a poco, también se impone otra cantata: “Fascistas, machistas: no pasarán”. Ese es el grito que sale de la garganta de Manoel Hayne, 34 años, editor y estudiante de cine, uno de los organizadores de esta manifestación.
Manoel nos habla sobre lo que estamos viendo: «Nos juntamos personas distintas que creen que existe algo en común y es estar a favor de la democracia. Vinimos porque en Brasil se está viviendo un clima de violencia extrema y no lo toleramos más. Hoy tengo amigos que no pueden usar una remera roja porque grupos de skinheads y de extrema derecha les pueden pegar por involucrarlos con el Partido de los Trabajadores. Ese tipo de cosas nosotros no las podemos aceptar.»
Al nombrarle la palabra corrupción Manoel nos dice:“Acá hay gente que duda sobre la corrupción o no del gobierno. Igual no queremos que atrás de esa duda se genere una crisis en la democracia. Si hay corrupción que paguen, pero si no hay que la oposición lo acepte. Si no hay pruebas no pueden sacar al gobierno porque sí. No es un equipo de fútbol en el que perdieron el partido y pueden sacar al técnico. Tenemos un acuerdo en el que son cuatro años y en las próximas elecciones se votará a otra persona.”
Le preguntamos sobre las marchas en contra del gobierno de Dilma, Manoel comenta: “Es muy difícil pensar que las marchas de derecha son de clase alta y las de izquierda de clase baja. Yo lo que veo es que en general las marchas que piden la intervención militar están formadas por gente blanca. Pero también hay una incomodidad en la gente que no es de clase alta. Lo que hay que ver es hasta qué punto eso no está generado por los medios.”
Manoel continúa: “A mí me parece que la prensa ya es en sí misma un partido opositor. Allá le decimos Partido da Imprensa Golpista (PIG). Esa es la prensa que logra llevar gente hacia las marchas contra el gobierno.”
Cuando le consultamos qué opinaba él del gobierno nos contestó: “Creo que el progresismo en Latinoamérica tiene sus fallas, sus errores y está en crisis. No logró acabar con un sistema político que utiliza la plata y los grandes medios a su favor. Los dueños de todo siguen siendo los mismos. El progresismo no logró cambiar eso y ése es el gran problema actual.”
Manoel nos comenta cómo y por qué surgió la movilización: “Armé un grupo de Facebook cansado de todo esto, pero otros también convocaron el mismo día. Se mezclaron acá eventos distintos, pero hay una unión.”
¿Qué los une?
“Nuestro límite es el golpe de estado. Es el fascismo.”
Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.
Por María del Carmen Varela
La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.
La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario. Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.
El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.
Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.
Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.
La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.
Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA
Domingos 18 y 25 de mayo, 20 hs
Más info y entradas en @perlaguarani
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