Nota
Movilización contra el nuevo Código Minero: El atraso del progreso
Comunidades de todo el país a través de sus asambleas de vecinos se manifestaron frente al Congreso contra la explotación minera actual, que contamina y aniquila a la Naturaleza, a los esquemas productivos de las provincias, y produce niveles crecientes de enfermedad y muerte. El discurso sobre el “progreso” que representa la minería no se sostiene. La presencia de vecinos de todo el país, y un dilema sobre cuál es el lugar de la democracia.
Doscientos metros de bandera celeste y blanca envolvieron el edificio del Congreso de la Nación. La sostenían centenas de personas que bajaron desde la cordillera a la ciudad de Buenos Aires para denunciar una política presentada como progreso económico pero que en verdad atenta contra la vida: la explotación minera contamina con cianuro, metales pesados y lluvia ácida a sus campos, a sus ríos y a sus cuerpos. Este martes, asambleístas de Catamarca, San Juan, Córdoba, La Rioja, Tucumán, Chubut, Mendoza, Jujuy, Santiago del Estero y Sierra de la Ventana reclamaron una ley que prohíba la minería a cielo abierto y la derogación lisa y llana del Código Minero. Los manifestantes protestaron con igual intensidad contra las normas aprobadas durante el menemismo como contra la política del sector que impulsa el actual gobierno.
Marcha y asamblea
“Despierten diputados, despierten”, exigían los manifestantes acompañados por el penetrante sonido de un erque de cuatro metros de largo que asimilaba a la manifestación con un ritual sagrado. El cineasta Fernando Pino Solanas y la cantante Zuna Rocha encabezaban la marcha, convocada por los diputados Carlos Tinnirello (Redes), Fabiana Ríos (ARI) y Alejandro Sangenis (Movimiento Tres Banderas).
Un rato antes del banderazo, Cristian Cabrera, de la Comisión por los Derechos Humanos de Jujuy, invitaba a ingresar al auditorio ubicado en el subsuelo del edificio anexo del Congreso, donde se desarrolló una multitudinaria asamblea federal. “En mi provincia –dijo el jujeño- tenemos 17 emprendimientos mineros, que contaminan el agua y el aire. Las empresas vienen, explotan la montaña, se llevan metales valiosos, no dejan regalías ni trabajo, sólo contaminación”.
En el auditorio, una mesa hacía las veces de púlpito. Estaba cubierta por una bandera que clamaba: “Basta de saqueo y contaminación. Defendamos el agua. Defendamos la vida”. Frente a ella se sentaron miembros de comunidades originarias, peones de campo, productores y también personas vinculada a la actividad turística. Todos coincidían ante lavaca en ver como una amenaza para su vidas y para el país a la actual explotación minera.
“Venimos en defensa de la ley provincial que, por fuerza del pueblo, prohibió la minería a cielo abierto. No queremos que trabajen con cianuro ni con ácido sulfúrico, que contaminan las cuencas hídricas y provocan lluvias ácidas que caen sobre nuestras tierras. La minería usaba en Mendoza un millón de litros de agua y nos quedábamos sin agua para nuestros cultivos”, explicaba Edgar Bulos, uno de los diez integrantes de la Multisectorial de General Alvear que llegaron a Buenos Aires. Llevaban una remera blanca estampada con letras azules que decía: “Sí al agua, sí a la vida”.
El silencio de los inocentes
Los mendocinos estaban especialmente preocupados: el viernes pasado, las empresas mineras que se vieron obligadas a suspender la explotación por la nueva ley, hicieron un reclamo judicial para que se dicte la inconstitucionalidad de la nueva norma. “Queremos que se conozca nuestra problemática en Buenos Aires, 15.000 vecinos de General Alvear salimos a las rutas y durante 15 días las cortamos. Acá nadie se enteró. Hay una política de silenciamiento y queremos avisarles que esto nos afecta a todos”.
Los números del veneno
Desde Catamarca llegaron 90 integrantes de la agrupación Belén resiste, una ONG que nació por la inquietud de un grupo de estudiantes de Derecho. “En nuestra provincia se encuentra el emprendimiento minero más importante de Sudamérica, Bajo La Alumbrera. Su método de lixiviación –la forma de separar el metal de la roca- es a través del cianuro. Ya contaminó el río Vis Vis y ni siquiera nos permiten acceder a él para tomar muestras y analizarla. Ahora, encima, está por empezar la explotación de Agua Rica, un emprendimiento aún más grande”, señalaba Franco Ontivero.
Tinnirello abrió el encuentro y recordó que la actual explotación es posible tanto por el paquete de medidas aprobadas para el sector en la década del 90 como por el Plan Nacional de Minería lanzado por Néstor Kirchner en 2004. “Desde entonces, se habla de 600 emprendimientos mineros para la Argentina” dijo, y enumeró:
- Sólo en San Juan hay 36 que están avanzados y 131 en fase de investigación. Es información oficial que, se sabe, no siempre es la real.
- Hay 23 emprendimientos en Santa Cruz,
- 22 en Salta,
- 11 en Mendoza.
Tras esta descripción, el diputado de la Red de Encuentro Social acusó al gobernador de San Juan José Luis Gioja de ser el principal lobbista de las multinacionales mineras. “Èl y el secretario de Minería, Jorge Mayoral, nos quieren vender la idea del país minero: dicen que para que China sigua creciendo al 7 por ciento anual y Europa al 3, necesitan de nuestros minerales”.
A continuación Zuna Rocha les regaló a los fatigados viajeros La Maldición de Malinche, una chacarera del mexicano Gabino Palomares que recuerda el despojo que los europeos hicieron cuando conquistaron América. “Cuando no quede un árbol, cuando no quede un pájaro, cuando no quede un pez, recién entonces, el hombre entenderá que no podrá comerse su dinero”, recitó antes de cantar. La audiencia contemplaba el espectáculo con un potente silencio, ése que es tan característico del altiplano.
Además, subsidiadas
“La minería no deja nada al país –denunció con tono encendido Pino Solanas-. En teoría debería dejar el 3 por ciento en regalías. Pero con mucha suerte, apenas aportan el uno por ciento, porque pueden deducir de ellas todos los gastos de exploración. Además, todos estos valores se toman sobre las declaraciones que realizan las propias empresas, porque no existe ningún control público de las riquezas que se llevan del país. Aparte, no pagan ni el impuesto al combustible, ni el impuesto al cheque. El gobierno subsidia la actividad, un 2,5 por ciento en el noroeste y del 2 al 7 por ciento en la Patagonia. Con estos subsidios se pagan todos los salarios de los empleados de las mineras. Pobre San Juan, la exportación de tres de sus mineras equivale a cuatro veces su presupuesto. Y el Bajo La Alumbrera extrae 80 millones de litros de agua por día, es el agua que no tienen los agricultores.”
Lo que está creciendo
Desde Esquel se sumó Churi Boto, miembro de los autoconvocados por el No a la Mina, que quiso aportar esperanza a la convocatoria. “Tengo una inmensa alegría por ver como se nacionalizó este conflicto –señaló-. Hace cinco años éramos poquitos, a veces nos decíamos que teníamos todo en contra: el gobierno nacional, el provincial, el municipal, la Iglesia. Pero decidimos no mirar al que teníamos enfrente, sino mirar al que teníamos al lado nuestro. Hoy ya somos 14 provincias movilizadas contra la minería y cinco ya consiguieron leyes que la limitan. Esta es una pelea de David contra Goliat. Esquel pudo, si estamos juntos podremos todos”.
Enseguida subió al escenario Sergio Martínez de Andalgalá, Catamarca, y desplegó un mapa. Señaló Bajo La Alumbrera y el inminente emprendimiento de Agua Rica, separados por tan solo 17 kilómetros. “Ahora están realizando cateos en mi pueblo, nos están diciendo que nos vamos a tener que ir. Ya no sólo nos contaminan el medio ambiente, sino también la vida de nuestros poblados”.
El próximo orador habló pausado, casi sin modular, pero con mucha energía. Damián Flores llegó de la comunidad indígena Santa María, la única de todo el territorio argentino que tiene títulos de propiedad obtenidos en la época de la conquista. “No veo a los legisladores de Catamarca aquí y si no están, son parte de esto que destruyó y saquea a nuestros pueblos. La nación diaguita está siendo saqueada. Antes venían los tucumanos y los salteños a curarse a nuestras tierras, hoy los enfermos somos nosotros. Lo dicen los médicos, el 80 por ciento de nuestros chicos tienen problemas respiratorios”, denunció.
Desde Santiago del Estero llegó la diputada provincial Susana Elías quien habló junto a un representante ambientalista. “Como cortamos rutas dicen que somos extremistas –señaló-, pero si no cortamos los periodistas no nos abren las puertas. Nuestras termas de Río Hondo vendían buen clima y salud. Hoy están amenazadas por las minas a cielo abierto de Catamarca. Las termas van a desaparecer, el río no sólo ya no tiene peces sino que enferma.”
Viudas y prostíbulos
Una presencia llamativa era la del tucumano Juan Prado: la provincia más pequeña de la Argentina no tiene actividad minera. Sin embargo, el hombre estaba allí. “No es necesario tener minas para ser parte de este proceso. A nosotros nos llega la contaminación por el mineralducto, el electroducto y las plantas de secado. Hace doce años, las empresas entraron a la casa de los tucumanos de la mano de la Justicia para sacarnos y hacer los electroductos que necesitaban. Y no sólo eso, la Universidad de Tucumán participó del proyecto de La Alumbrera”, se indignó
Héctor Pituil era una de las presencias más pintorescas. Estaba cubierto de pies a cabeza por una bandera argentina: “El Famatina no se toca”, estaba escrito sobre ella. “Pobreza, viudas y prostíbulos. Eso genera la minería”, sintetizó.
Una de las que asía con más fuerza la bandera argentina gigantesca era Marina Martínez. Había llegado de Ongamira, un poblado que se encuentra a 110 kilómetros de Córdoba Capital y a 25 de Capilla del Monte. No hay Internet ni teléfono y viven apenas 40 personas que trabajan la tierra. Era una zona sagrada de los comechingones y dicen que es una gran reserva arqueológica y paleontológica. Nueve mil hectáreas ya fueron concedidas para la extracción de oro, plata, cobre, cinc y abesto. “No solo contaminarán varios ríos, sino taimbién la Laguna de Mar Chiquito y Salinas Grande”, subrayaba Martínez que, junto a todos los manifestantes, comenzó otra vez a gritar. Ya no le exigían a los diputados que se despierten. La consigna había cambiado. Otra vez, por la avenida Rivadavia tronó la consigna “que se vayan todos”.
La sensación del observador era extraña en Congreso, en plena calle. ¿Dónde estaba ejerciéndose mejor la democracia en ese momento? ¿En la asamblea de esas comunidades, con sus temores, sus intercambios y sus esperanzas, o en los impenetrables despachos legislativos?
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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.
Por María del Carmen Varela
La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.
La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario. Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.
El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.
Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.
Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.
La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.
Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA
Domingos 18 y 25 de mayo, 20 hs
Más info y entradas en @perlaguarani
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Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado
Todo lo que se narra a continuación sucedió mientras, en el Congreso, la policía reprimía a mansalva a jubilados, periodistas –incluido Lucas Pedulla, integrante de lavaca– y personas que se acercan a movilizarse cada miércoles. Fin.
Crónica de Franco Ciancaglini. Fotos de Sebastian Smok.


La historia comienza así: el partido del gobierno La Libertad Avanza organizó un acto de cierre de la campaña del vocero presidencial y candidato a legislador porteño Manuel Adorni, en Plaza Mitre, Recoleta.
El montaje del escenario afirma: “Adorni es Milei”.
Se espera que ambas personalidades estén y hablen hoy.
Pero falta para eso.
Media hora antes de la convocatoria, en distintas esquinas de la avenida Libertador, hay grupos de personas que, muy organizadas, esperan.
En las esquinas la mayoría va vestida de negro pero, en un acto de magia política, luego se las verá llegar a la plaza con la misma remera violeta, puesta arriba de sus verdaderas remeras o incluso de buzos y camperas.
Un notero de TN primero y luego de C5N hablaron con estas personas, que confesaron haber sido convocadas para trabajar en “prevención” bajo la promesa de una paga de 25 mil pesos.
El Whatsapp de la convocatoria, revelado a cámara por uno de ellos, decía: “Ahy (sic) un acto político de 17 a 21. 25 mil pesos. El que quiere se anota”.
Finalmente no era para prevención, sino para “presencia”.
Pero lo peor no es nada de esto, sino que finalmente no les pagaron los 25 mil, sino que quisieron darles 10 mil; ante la presión, algunos recibieron 20 y otros, nada: “Porque no me quiero poner la remera esa sucia no me quieren pagar”, denunció el más sincero ante las cámaras.
Fin.


Lo cierto es que estas columnas de unas 50 personas cada una fueron las que lograron ocupar una plaza Mitre que estaba semivacía.
Temprano, los remera violeta se negaban a hablar con la prensa, aún disciplinados por la promesa de la paga. Luego, ante la deflación de lo prometido descargaron su bronca ante las cámaras dejando en evidencia cómo trabaja el puntero Sebastián Pareja en la provincia de Buenos Aires, de donde provenían estas personas, para el cierre de una campaña porteña.
Alicia es jubilada pero no está marchando alrededor del Congreso, sino que está acá, colándose entre los violetas para saltear unas vallas y pasar más rápido hacia el sector del escenario. Hace un año y medio que se afilió al partido en la Comuna 13 Belgrano, Núñez. Habla de Milei como obnubilada, apurando su paso como ansiosa por la posibilidad de verlo en vivo. Faltan, al menos, dos horas.
Describe a Milei como un “bocho en economía” y se ríe al recordar que en la última elección, hace dos años, votó al actual jefe de gobierno, Jorge Macri. Está claro que no repetirá voto: “Está la ciudad muy abandonada. Mucho linyera, ratas por todos lados. En mis 82 años nunca había visto ratas en la ciudad”. Voto cantado: Adorni, a quien define como “alguien muy correcto”.
Sobre el otro Macri, el Mauricio, dice que “en su momento gobernó bien” pero ahora lo ve fuera de escena. No está al tanto de sus últimas apariciones contra Caputo, Karina y al propio Presidente, o no le interesan.
Alicia prefiere no hablar más y busca un lugar cerca del escenario para ver a su Presidente.


Lucía y Paula, también jubiladas, vinieron de Vicente López y prefieren mirar la escena desde atrás de todo. Es que llevan dos perritos de raza, o de diseño: Coca y Cola. ¿Qué les gusta de Milei? “Te puede gustar o no pero él habla desde el sentimiento. De lo que sentimos muchos”, dice Paula. Lucía suma: “Me gusta porque va a fondo”.
Sobre Mauricio Macri: “Yo lo voté. Ahora, de política no entiendo mucho, pero me da un poco de tristeza porque creo que tienen (con Milei) más coincidencias. Pero tiene que haber una oposición con responsabilidad. Tal vez Macri sea la oposición”.
Marta también es jubilada de 87 años bien llevados. Por qué vino acá (y no al Congreso): “Porque quiero escuchar quiero informarme quiero saber. Son tantos años de lo otro, que esto merece una oportunidad”.
Sigue sola: “El tono no me gusta. Cuando dice malas palabras es un mal ejemplo para la juventud”.
Qué le pedirías al gobierno a nivel Ciudad: “Por favor que saque las villas. La 31 es infernal”. Se pregunta y se responde: “¿Porque avanzaron tanto? Porque les han dado plata”.

¿Marra? “Sí, me gusta. Qué paso ahí, no sé. Me gusta, te soy sincera, pero ahora hay que unir fuerzas”.
¿Está de acuerdo con la medida anti-inmigratoria? “¿Vos te podés hacer ciudadano dinamarqués, o paraguayo? Acá entran todos. Los chorros, los burros. Y si no les gusta que se vuelvan a sus países”.
¿Y la pobreza? Marta cambie el eje: “Basta de decir ‘hagan lío’. Francisco se terminó. Basta de decir la iglesia de los pobres. Pepe Mujica era comunista. Se han hecho ricos con los pobres”.
Precisamente Mujica pareciera que no. Ella: “No sé. Déjame dudar. Pero basta”.
¿Qué representa para vos Mujica y qué Milei? “Apoyo a Milei y lo nuevo. Y que dios nos ayude”.
¿Y si sale mal? “Creo que ya no voy a estar con vida. Que se arreglen los que quedan”.
Fin.

A su lado hay un joven con una pala gigante. Posa sonriente para decenas de cámaras. Parece haber logrado su objetivo: llamar la atención.
Se llama Santiago y se tomó dos colectivos desde “la zona más fea de la provincia”, Florencio Varela, donde vive. Tiene 21 años, camisa manga larga a cuadros y una enorme mochila roja sobre la que ató un pañuelo celeste.
Cuenta sobre el sentido de la pala: “Hay que trabajar en este país. Nada se puede conseguir gratis. Todo es trabajo en la vida”.
De qué trabaja: “Soy Rappi y Pedidos YA”. ¿Cuánto gana? “Un poco, mi mamá me decía: muy bien Santiago, ese dinero lo sacaste de tus esfuerzos”. No dice números. Y finalmente revela que ahora ya no trabaja.
Al joven de la pala lo interrumpe Franco, otro joven, vestido de traje, que quiere sacarse una foto con el instrumento. Me da la cámara y posa de mil maneras para fotos que luego subirá a su Instagram. Franco Vera, sabré después, es un joven militante que ha irrumpido hace pocos meses en el colegio Nicolás Avellaneda de Palermo –estando él domiciliado en el conurbano- para postularse como Presidente del centro de estudiantes de la institución.
Franco Vera es de estatura pequeña pero en el debate del centro de estudiantes miró a sus contendientes de la lista oficialista, asociada al peronismo, y al ver que eran 8 personas dijo: “Yo estoy solo pero me la aguanto”. Primera gran ovación del público que recién lo conocía en un debate que ganó con comodidad con palabras clave como fútbol, Messi, Dios, diversidad.
Su lista, hasta antes del debate compuesta por él solo, se llama Ruge el cambio.

Ahora tiene una decena de seguidores, más después de su segunda jugada: hacerle una cámara oculta a la directora. En la cámara, subida a las redes, se ve cómo la mujer lo apercibe por una serie de hechos difíciles de entender desde afuera, supuestas actitudes de Franco desde que llegó al colegio. Es cierto, se lo nota sobre excitado y concentrado en su carrera estudiantil. Y si bien el video no lo muestra, él asegura que el objetivo de la directora es censurar a Ruge el Cambio para que no se presente –y gane- las elecciones del centro.
Así utilizó la cámara oculta para denunciar la censura institucional.
Su historia merece un documental aparte, que no entra en esta nota. Sobre la elección porteña, él no puede votar. Y pese a las preguntas sobre la actualidad él hablará como representante de los jóvenes de LLA en tono candidato y pedirá que sea a través de videos: “Menos Estado es menos peso al sector público. O sea… Si una persona no capacitada no nos sirve, ¿para qué lo vamos a tener como empleado? Necesitamos tener personas capacitadas. Hay que aprender en esta batalla cultural que los que nos gobiernan son personas normales, no son entes superiores, no tienen título de nobleza”.
¿Los Menem no serán parte? A Franco no le entra una bala: “Los jóvenes somos el cambio” responde en casete y mostrando su sonrisa de dientes con aparatos. Corta la charla para seguir sacándose fotos que subirá tanto a su Instagram como al de la agrupación Ruge el cambio, actividad que le sale muy bien: durante la tarde noche logrará cosechar selfies con personajes como el Gordo Dan o el diputado Martín… Menem.
Fin.




Otras celebridades que se llevan las miradas:
El Zorro con la bandera de Argentina.
Mickey Mouse con un cartel que dice “Aguante Adorni”.
Lila Lemoine vestida como playera de YPF.
Una mujer que tiene tatuada en la cara, justo arriba de su ceja, la palabra “Castrate”. Hay que acercarse bien para entender bien de qué va… o no tanto. En su cachete izquierdo amplía las siguientes consignas:
- Castrá
- Adoptá callejeritos
- Educá
- No compres
- No + piroctenia
Son tatuajes.
En la cara.
Fin.

Franco Carcedo es autor de un libro recién salido del horno que se llama Milei: Conexiones filosóficas. Lo escribió junto a su esposa en La Pampa, donde vive, de donde llegó hoy 7AM y a donde vuelve hoy mismo a las 22. Vino, además de para ver a Adorni y Milei con el objetivo concreto de vender su libro. Lleva 5 ejemplares en la mano, y cuenta que ya vendió otros 5. “Es un camión”, anuncia. Y cuenta sobre su contenido: “El libro relaciona distintos acontecimientos que sucedieron durante la vida de Javier Milei, lo que hizo y muchas veces lo que dijo y dice”. ¿Un ejemplo?
Lo que sigue es literal y no está trucado ni escrito maliciosamente: es parte del libro editado por la editorial Dunken, que cualquiera puede comprar. Dice Franco: “Cuando habla de la felicidad él sin saberlo está hablando de algo que dijo Oscar Wilde en 1888”. ¿Cómo? “Cuando Milei dice que la felicidad es no tenerle miedo a la muerte. Oscar Wilde dice algo parecido”.
La pido mejor hojear el contenido; al inicio hay dos citas. Una de Napoleón que dice: “Los hombres excepcionales son parte de un momento excepcional”. Y otra de Javier Milei: “No seré reconocido como economista sino como rockstar”. Ahí nos vamos entendiendo.

En el libro, profundiza Franco, “hay referencias a Nietzche, Maquiavelo, hay cosas de Spinoza… y la frutilla del postre”. Atención: “La cita de Wilde de la felicidad es de 1888. Milei en 1998 funda una banda que se llama Everest. ¿Sabés cuantos metros tiene el Everest? 8848.88”. Ante mi mirada atónita, Franco Carceda prosigue: “Pero hay más. El día que nació Milei se jugó un partido amistoso para homenajear a Arsenio Erico (futbolista paraguayo muy querido en Independiente). En ese partido debutan Bianchi, Carrascosa y César Laraignée. Ese día nació Milei”.
¿Y entonces? Franco Carceda repite: “El día que nació Milei ellos debutan con la casaca argentina”.
¿Pero cuál sería la conexión filosófica: “Es algo piola porque Milei es fanático de Boca y Bianchi es casi el máximo ídolo de Boca, con Riquelme y Palermo, ponele”.
Vuelvo a pedirle el libro. Sobre el nacimiento de Milei, se informa también que nació el mismo día que el guardameta ruso «Araña» Yasín (¡dos arqueros!) y que se editó un álbum del conjunto Jackson 5 de donde saltaría a la fama Michael Jackson.
Fin.


Equivalencias y bebidas.
Una señora envía videos a un grupo y le responden “como quisiera estar ahí”, “cuidate” y le ponen emojis de un león.
Una nena con la careta de Milei y una motosierra posa para las fotos mientras la mamá, al lado, tiene una careta de Adorni, un caniche y muchos pañuelos celestes atados a la mochila, como si los hubiera llevado para hacerse unos pesos.
Un remera violeta grita “viva la libertad” y otros remera violeta, alrededor, lo miran y estallan en carcajadas. Él también.
Franco Vera me contará luego, orgulloso y dolorido, que le tocó la mano a Milei pero que eso le costó que, literalmente, que los seguridad lo tiraran al piso y le pisaran la cabeza: “Estoy bendecido”.
Suena en el escenario un tema con acordes punk cuya letra asegura que Milei es “el último punk” y “el último superhéroe de la libertad”; eso significa que están al caer el Presidente y también Adorni, a quien nadie parece esperar demasiado. Menos que nadie, los remera violeta.
Aparece más allá otro contingente de remeras violetas que ahora llevan bengalas violetas y tocan bombos violetas, siguiendo a una bandera sostenida por jóvenes prolijos y sonrientes sin remera violeta.
La inscripción de la bandera en la cabecera dice «Jóvenes LLA» y otra atrás “Lugano”. La entrada es de cancha: se canta “el domingo cueste lo que cueste” y “un minuto de silencio para Macri que está muerto”.
Otro de los hits son “El que no salta es radical” y uno que cambia la palabra “Perón” por “León”.

Un hombre de 40 y pico, vestido de traje, es el que saca las canciones y agita.
Lidera a la barra hasta meterla en el centro mismo del escenario.
Mientras este cronista anota otras cosas, como la presencia de francotiradores en las terrazas de Recoleta y al lado del escenario, se ve que el hombre sale del tumulto, ofuscado.
Le han robado el celular.
Habla con una persona de seguridad, que abre las manos en señal de “no puedo hacer nada”.
El hombre está visiblemente afectado, dice “no lo puedo creer” y pide un celular para “dar de baja las tarjetas”.
Consigue una cómplice, a quien le confesará lo que él cree es la razón del robo:
-Es que está lleno de negros.
Fin.
