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El delito de protestar: 12 detenidos de Metrodelegados y paro total de subtes
La Policía de la Ciudad reprimió y detuvo a trabajadores del subte, afiliados al sindicato Metrodelegados, por hacer un paro en las líneas H y E en protesta por el acuerdo paritario entre el sindicato UTA y el gobierno de un 15% en tres cuotas. 12 trabajadores, entre ellos el secretario general del gremio, Néstor Segovia, fueron detenidos por unos 50 efectivos de la Policía de la Ciudad que militarizaron la estación Las Heras de la línea H, foco del conflicto gremial. La secretaria de organización Virginia Bouvet dijo a lavaca que, hasta que no se liberen a los detenidos, pararán todas las líneas de subtes de Buenos Aires. Los videos de la represión.
La secretaria de organizaciones de Metrodelegados, Virginia Bouvet, habla rápido y preciso. El efecto de la mañana agitada continúa en su cuerpo y se nota en su voz: “Vino la policía directo a desalojarnos, sin orden judicial: no nos mostraron nada”, denuncia. Y dice que al frente del operativo se encontraba un comisario al que no alcanzaron a identificar. “Eran unos 50 policías de la Ciudad, y nosotros éramos una cantidad similar. Nos empezaron a pegar sin que provocáramos ningún incidente”, asegura.
Bouvet pone en contexto el paro de hoy, y la represión con la que responde el gobierno a los gremios que reclaman mejores acuerdos paritarios: “No vamos a avalar el acuerdo que hizo la UTA con el gobierno, y ese es el fondo del conflicto”. En línea con el pedido del gobierno, la UTA firmó el martes 27 de febrero un aumento salarial del 15% en tres cuotas. “Es insuficiente”, dice Bouvet, que aclara que todos los años “discutimos paritarias con o sin matrícula y este nos quisieron puentear. ¿Por qué? Porque arreglaron a la baja”.
Antes de ser detenido, el secretario adjunto del gremio Néstor Segovia alcanzó a decir a la prensa que lo llevaban preso “por defender el bolsillo de los compañeros” y pidió “que no paren por Segovia, que paren por paritarias libres”, en referencia a lo que pide el sindicato como acuerdo económico. Bouvet cuenta que el porcentaje estimado por Metrodelegados no baja de un 24%.
El secretario de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires Marcelo D´Alessandro declaró a los medios que las detenciones “no dependen del gobierno porteño sino de la Justicia”, aunque los trabajadores declararon no haber visto ninguna orden judicial. “Fueron detenidos por cometer los delitos de interrupción del servicio y atentado y resistencia a la autoridad», agregó D´Alessandro, no sin antes anticipar que si la protesta continúa, la Policía actuará “de la misma manera”.
Instalados en las distintas líneas, los Metrodelegados aseguran que el subte no circulará hasta tanto no se liberen a los 12 trabajadores detenidos. Luego discutirán en asamblea cómo seguir el plan de lucha para ampliar la discusión paritaria más allá del 15%, además de combatir la discriminación estatal y mediática.
Crónica de una represión anunciada
El conflicto entre el gobierno y los Metrodelegados (formalmente Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro) viene de larga data. El último revés que había recibido el gremio conducido por Roberto Pianelli fue en marzo de este año, cuando la Corte Suprema ratificó un fallo que plantea la nulidad de la personería gremial del sindicato de trabajadores y trabajadores del subte y premetro, luego de un recurso presentado por el otro sindicato, UTA, en medio de una discusión judicial sobre cuál es el más representativo del sector. “Si el Gobierno nos desconoce, se va a comer el peor paro de su vida” había afirmado el secretario general de la Roberto Pianelli, en la conferencia de prensa en la sede del sindicato.
El conflicto tiene como punto de partida la escisión de una masa trabajadora de la UTA, el otro sindicato del sector, que quiso expulsar a todo el cuerpo de delegados. Éstos conformaron un propio gremio, Metrodelegados, que con el paso de los años y las luchas logró conquistar uno de los mejores salarios del movimiento obrero y la afiliación de más de 2 mil trabajadoras y trabajadores. Hoy aseguran que son los más representativos del sector.
La personería había sido aprobada en las últimas semanas del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner mediante la resolución 1061/2015, pero el fallo de la Sala II la puso en disputa en marzo de 2017. Un año después, llegó el fallo de la Corte.
Pianelli ubica a lavaca el contexto del fallo y la represión: “Castigan a aquellos que se oponen a las políticas de ajuste y premian a aquellos que aceptan firmar paritarias o que no adhieren a la huelga general, como la UTA, que acaba de firmar paritarias del 15 por ciento. Hay una política de liquidar a los sindicatos en general y a los combativos en particular, y esa política es la que se está aplicando ahora y en la que se enmarca el fallo de la Cámara y de la Corte. De todos modos, nosotros tenemos el apoyo de todos los trabajadores del subte: no hay ninguna posibilidad real de que el gobierno o las empresas nos quieran eludir. Si lo hacen, sólo van a lograr más conflictividad”.
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83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.
Por María del Carmen Varela
La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.
La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario. Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.
El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.
Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.
Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.
La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.
Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA
Domingos 18 y 25 de mayo, 20 hs
Más info y entradas en @perlaguarani
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