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La FM Bajo Flores cumple 10 años

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FM Bajo Flores tiene raíces de resistencia al menemismo, de ganas de hacer comunicación, y de que esa comunicación no sea una burbuja “alternativa” sino un reflejo de la diversidad cultural de un barrio que pelea contra la exclusión. La agenda temática: violencia doméstica, gatillo fácil, la droga. Los chicos y su aporte de lucidez, y desconfianza. La autonomía, el fútbol, los talleres, y las estrategias para llegar cada vez más lejos.
Antes de que termine el recorrido del colectivo 23, una mujer se pone de pie y dice con voz impostada: “Llegamos al country”. Varios pasajeros ríen con ella. Riestra y Camilo Torres es una intersección interesante. Allí comienzan la Villa 1-11-14 , los barrios Rivadavia, Presidente Illia, Juan XXIII y los más recientes Rivadavia II y Presidente Illia II. Según el último censo oficial, 50 mil personas viven ahí. Sin embargo, sus habitantes saben que son más que el doble. Se trata del centro del Bajo Flores, una zona con un altísimo porcentaje de comunidades peruanas, bolivianas, paraguayas y, por supuesto, argentinos que, juntos, dan una dura pelea cotidiana contra la exclusión.
Agenda: gatillo, mujeres y droga
En esa misma esquina, donde empiezan y terminan los barrios, al lado de una gomería y en frente de un baldío, está la FM Bajo Flores (en el 88.1) cuyo nombre, escrito con aerosol rojo, se anuncia sobre una pared gris. A un costado, sobre la vereda, conversan Ramón Silvero –que coordina un taller de fútbol en la zona- y Eduardo Nájera, referente y fundador de la FM. De cada diez chicos que pasan, siete levantan la mano o saludan con un grito. Otros se acercan a preguntar cuándo es la reunión para planificar las actividades futboleras, y un nene de flamantes ocho años y renegrido guardapolvo se acerca y le dice un secreto a Nájera. A pesar de los esfuerzos, todos escuchan: “Hoy es mi cumpleaños y te quería pedir si el sábado lo puedo venir a festejar a la radio”…
FM Bajo Flores -que el próximo 1º de junio cumplirá diez años- funciona antes que nada como un espacio de encuentro de los vecinos. “La agenda de la radio la impone el barrio”, explica Nájera y enumera: “Gatillo fácil –porque la policía acá pega y pega duro-, violencia contra las mujeres, y consumo de drogas peligrosas. Esos chicos de la escuela que se ven por acá están en contacto con drogas duras como el paco; y ahí está la radio tratando de intervenir, de buscar ámbitos de participación para ellos. No nos resignamos”.
Muerte en el Riachuelo
Muchas veces, la información llega en vivo y en directo de la voz de las propias víctimas. “Un día estábamos acá –recuerda Nájera- y llegó un vecino que nos dijo: ‘Desde anoche que mi hijo Ezequiel no aparece en casa y algunos nos comentaron que se lo llevó la Policía’. Agarramos el micrófono y empezamos a difundir el caso. Este chico resultó ser Ezequiel Demonty, muerto a golpes por la Policía y después arrojado al Riachuelo”.
Durante un mes, la FM Bajo Flores siguió el caso del chico que aún estaba desaparecido. Después organizó marchas pidiendo justicia e impulsó a través de toda la programación una investigación sobre el asesinato. “Lamentablemente en el barrio surgen estas cosas y se transforman en la agenda de la radio, como los talleres textiles clandestinos y el trabajo esclavo,” explica Nájera.
En la programación se reflejan –en boca de los protagonistas que tienen sus propios programas al aire- las contradicciones de los vecinos: “Están los compañeros que laburan 18 horas por día, que cobran 300 mangos y son explotados. Y también en el barrio hay talleres que funcionan como un microemprendimiento y que trabajan a destajo, pero para ellos es absolutamente normal. A nosotros nos cuesta resignarnos y aceptarlo. Pero es una diferencia que existe y nosotros como medio de comunicación, no podemos dejar de darle visibilidad”, aclara Nájera.
Volver a empezar
La grilla está compuesta por programas de las comunidades boliviana, paraguaya, peruana y argentina. Nájera recibe de manera permanente casetes con propuestas de nuevos programas. La participación sorprende y las felicitaciones emocionan: “En mi trabajo subimos a todo volumen la radio al mediodía. Traje este saludo para mi hermana que mañana cumple años”, dice un señor menudo al tiempo que entrega un papel escrito por él y pregunta: “¿Así estará bien?”. Nájera le contesta que está perfecto y que van a pasar el saludo al horario acordado. “Y pónganle cachaca con el saludo” dice el hombre refiriéndose al ritmo tropical, “para que se emocione pero también se alegre”.
Además de la producción propia –por ejemplo el informativo diario que dura desde las 9 de la mañana hasta el mediodía- la radio coproduce programas con la Cátedra Libre de Derechos Humanos de la Facultad de Filosofía y Letras y la agrupación Volver a Empezar, conformada por un grupo de madres de la Villa 1-11-14 que tienen hijos con discapacidades.
La marca registrada de la emisora tiene que ver, sin duda alguna, con la diversidad cultural. Según Nájera, eso se debe al barrio: “Estamos a cinco minutos del centro. A dos minutos de Parque Chacabuco, Almagro y Boedo. Y acá, en un perímetro de veinte cuadras, convivimos diferentes culturas, diferentes prácticas e historias. Todo eso converge en nuestra radio”.
Fútbol y memoria
La FM Bajo Flores es apenas el punto de partida de una serie de actividades que trascienden la programación. El equipo de trabajo apuesta también a la formación y a la contención de los jóvenes del barrio. Silvero, por ejemplo, coordina un taller de fútbol en la canchita que está frente a los estudios de la radio. Participan cien jóvenes, que ya viajaron por Córdoba, Mendoza y Misiones llevando sus goles y más de una rabona.
Tampoco faltan los talleres de radio para niños, adolescentes y adultos. Se trata de tres clases semanales intensivas donde se transmite a unos 80 participantes nociones sobre producción radial, artística, aspectos técnicos y todo lo que les sirva luego para poner en marcha un programa. Los encuentros siempre terminan con una realización concreta: un micro, un separador o una idea. Por ejemplo, uno de los trabajos tuvo como tema central el 30° aniversario del último golpe militar. Cada uno de los grupos investigó y realizó registros sobre cada detenido-desaparecido del barrio. Con toda esa información pusieron en el aire un programa especial el 24 de marzo de 2006 y pintaron un mural a 150 metros de la emisora.
Lo que saben los chicos
En su primera década de vida, el mayor éxito de la FM consiste –según sus directores- en haber podido involucrar a la juventud en el proyecto. “Son chicos que llegaron con 12 años y ahora tienen 22. Por ahí están estudiando Comunicación Social, locución. Se formaron acá, hicieron los talleres y están comprometidos política y socialmente con la radio. Nadie les va a venir a contar nada porque ellos conocen lo que es la pobreza y la necesidad. Conocen lo que es ser discriminado. Y conocen lo que es un proyecto político porque son ellos los que lo construyen día a día”, se enorgullece Nájera.
La FM del Bajo Flores realiza una tarea integral en su zona de influencia. Organiza la colonia de verano, salidas formativas y hasta vacaciones en Chapadmalal y Río Tercero, gracias la gestión de estadías gratuitas ante la Secretaría de Turismo de la Nación. “Este es un barrio de luchar todo”, enuncia Nájera y relata las batallas que tuvieron que dar los vecinos y la propia radio para que se construyera un colegio secundario (E.M.E.N Nº3) y un Centro de Salud.
Quienes sostienen estas y otras actividad son un grupo de 25 personas que día a día trabajan en la emisora. Otras 150 personas –de 15 a 45 años- transitan semanalmente la FM Bajo Flores para brindar su colaboración. Para organizarse, los integrantes de la radio crearon una Dirección Política y una serie de áreas: técnica, artística, producción, publicidad, donde cada una cuenta con un responsable elegido por el resto de sus compañeros. Nájera asegura que, aunque no votan, se pelean y discuten mucho. “Los más viejos ponemos alguna esperanza en lo que tiene que ver con el proyecto que está llevando adelante el gobierno de Kirchner; mientras que los más jóvenes, que crecieron con las promesas no cumplidas, con las políticas en forma de limosnas para estos barrios, desconfían mucho. De todas formas, la radio nunca tuvo nada que ver con los partidos”.
Si bien el tema del financiamiento es uno de los ítems más complicados de resolver, aseguran que es uno de los temas sobre los que más aprendieron. Obtienen una buena cantidad de publicidades, incluidas pautas oficiales: “Al principio se debatió si debíamos tomar esa publicidad, pero cuando hubo que comprar el primer casete dijimos: Bueno muchachos, si no hacemos esto estamos muertos”.
Además, la FM cuenta con una forma legal, Asociación Civil Rodolfo Walsh, que le permite la gestión de recursos ante distintas Agencias de Cooperación Internacional. Todos esos recursos alcanzan para pagar un sueldo fijo a los operadores técnicos. Luego, dependiendo de la situación económica del momento, el resto del colectivo se lleva unos pesos para sobrevivir.
Lo alternativo = la burbuja
Nájera evita definir a la FM del Bajo Flores como una emisora alternativa: “Para nosotros lo alternativo es de elite y, entonces, no es popular. Ahí aparecen algunas diferencias con otras radios que se llaman así. Nos parece que están adentro de una burbuja, con poca pata en la realidad. Lo popular tiene que ver con una práctica política diaria y en eso estamos”.
La radio –dicen sus miembros- se propone respetar la diversidad cultural y estar donde haya un conflicto barrial, siempre defendiendo los derechos humanos.
Integra una red de instituciones barriales junto al E.M.E.N Nª3, el Centro de Salud Nº 20, la C.O.P.A (Cooperativa de Producción y Aprendizaje), la Capilla Itatí y el Comedor Niños Felices. Juntos conforman una red de instituciones barriales que gestionan recursos ante el Estado y las agencias de cooperación Internacional. También llevan adelante el proyecto Adolescentes de Bajo Flores en el que se lanzan, por ejemplo, campañas de prevención del HIV.
La FM forma parte además de la mesa Ejecutiva del Foro Argentino de Radios Comunitarias y también integra la Asociación Mundial de Radios Comunitarias y la Asociación Latinoamericana de Enseñanza Radiofónica.
¿Cómo resistir al menemismo?
FM Bajo Flores nació a partir un grupo de militantes peronistas de base, desencantados con la gestión de Carlos Menem en la presidencia de la Nación. Tras sucesivas divisiones, decidieron abrir una olla popular que al poco tiempo se transformó en una organización comunitaria llamada Monseñor Enrique Angelelli. Dentro de esa estructura, Nájera y sus compañeros estaban inquietos. Querían hacer algo más y en 1992 se lanzaron a la comunicación popular. Fundaron, entonces, La Voz del Bajo Flores, una revista muy sencilla y humilde que se planteaba una distribución masiva dentro del barrio: “Era la época de las privatizaciones, que las fábricas que se cerraban, que la gente desocupada crecía día a día…”, describe Nájera. La idea de la publicación, entonces, era denunciar todo lo que pasaba pero también reflejar que en el barrio había grupos que se estaban organizando.
La revista salió durante un año y luego se transformó en una radio abierta. De a poco, el grupo se iba acercando al objetivo final. Montaron bocinas en los techos de las instituciones barriales para pasar casetes, leer noticias del diario y en especial difundir las actividades que realizaban las distintas organizaciones. La Gran Propaladora, como la llamaron sus inventores, llegó a funcionar en el Comedor Angelelli, en el Niños Felices, en la Parroquia y el Centro de Salud. Nájera asegura que si uno mira el mapa, esos lugares cubrían un sector bastante importante de la Villa 1-11-14. La experiencia duró medio año de transmisiones abiertas todos los sábados y, si bien tuvo buenos resultados, aún les faltaba llegar profundamente a más gente.
Con esta práctica como antecedente y con un transmisor de apenas 10 vatios, la Bajo Flores empezó a transmitir el 1º de junio de 1996, fundada por la Parroquia Santa María del Pueblo, el comedor Angelelli y un grupo de vecinos. Hoy tienen un transmisor de 500 y llegan a todo el Bajo Flores y aunque no lo midieron formalmente, reciben llamados de Villa Soldatti, Lugano, Ciudad Oculta, Villa Inta, Villa Calasita y hasta de Pompeya y Boedo.
Ahora van por más: quieren tener su propia página web, un nuevo centro de formación y levantar una biblioteca especializada en comunicación popular, empecinados como están en no quedar apresados por ninguna burbuja.

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Escritos sobrevivientes: Un nuevo libro escrito por ex detenidos desaparecidos

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Este 24 de marzo, a 49 años del golpe, la editorial lavaca publica Escritos sobrevivientes, un libro creado junto a un grupo de personas que estuvieron secuestradas y desaparecidas en distintos centros clandestinos de represión durante la última dictadura militar. Se presenta el próximo viernes 28, pero ya podés pasar a buscarlo por MU (Riobamba 143) desde hoy. En este texto, Claudia Acuña cuenta qué representa esta obra parida en colectivo y en medio de aires negacionistas.

Por Claudia Acuña

Este libro representa muchas cosas y todas y cada una nos parecen decisivas para estos tiempos desesperados.

Ni sé por dónde comenzar a enumerarlas, así que sin orden de importancia ni cronológico enumero algunas, aunque sin duda me faltarán otras que invito a que completen quienes lo lean.

Lo primero, para mí, es reconocer el valor social, político, histórico y ético que merecen las personas detenidas-desaparecidas por la dictadura cívico militar que azotó este país desde el 24 de marzo de 1976. No olvidamos esa fecha gracias a ellas, pero no siempre se las nombra con la relevancia que han tenido para construir verdad, justicia y memoria.

A algunas de ellas he tenido el honor de escucharlas y verlas testimoniar en los juicios de lesa humanidad, pero también en los diferentes procedimientos contra la impunidad que crearon y sostuvieron para que esos juicios sucedan.

Una y otra vez.

Una y otra vez.

Una y otra vez.

Hasta lograrlo.

Solo a una pude agradecerle con palabras y lágrimas el esfuerzo, el coraje y el legado que recibíamos por su esfuerzo, pero fundamentalmente por sus vidas consagradas a hacer posible lo imposible. Fue en la puerta de los tribunales de Comodoro Py, mientras los altoparlantes transmitían la primera condena a los genocidas responsables del centro de detención clandestino y de tortura que funcionaba en la Esma. Ahora, con este libro queremos extender esas gracias a cada una, a cada uno.

Sé, porque comprendí la lección que nos daban, que no puedo afirmar que lo hicieron solo ellas, ellos. Esa es otra de las cosas que representa este libro: el saberse parte – y reconocerlo siempre- de algo más grande, más importante y más trascendente no solo del yo, sino incluso del núcleo colectivo en el que nos organizamos, reflexionamos y tomamos fuerza para resistir. Nuestras fuerzas individuales y nuestras construcciones políticas suman, activan, empujan, pero alcanzan sus objetivos cuando sincronizan con la necesidad social, con la época y con la Historia. Tienen alas porque tienen raíces y mueven al mundo hacia lugares mejores porque se sabe más grande y más poderosa que lo que nos rodea.

Eso que aquí las y los autores definen como “subjetividad sobreviviente” nos advierte eso: somos nuestros cuerpos y la sombra que proyectan, lo que hacemos y lo que soñamos, nuestras obras y nuestra imaginación, nuestros saberes y nuestra intuición, pero también y además aquellos cuerpos, proyecciones, hechos, batallas ganadas y perdidas, que nos anteceden y desbordan para fortalecernos y sostenernos de pie. Aquello que ilumina la oscuridad es la memoria sensible: de eso se trata este libro, además.

Otra: el valor de las utopías. En los momentos más aterradores hemos gritado “Aparición con vida y castigo a los culpables”. Bueno: la noticia es que hemos tenido éxito y aquí están las personas que cuando pronunciábamos esas palabras mágicas no podíamos abrazar. Algunas de ellas son las que el tercer sábado de cada mes vimos ingresar a nuestra trinchera durante el largo y desalentador año 2024. Para nosotros ese taller de escritura significó una cita con la esperanza, cada vez. Y una comprobación: el futuro se construye con el hacer colectivo, cada vez.

Por último: este no es un libro de testimonios sobre el horror de la dictadura, sino su contracara o quizá, lo que se puede pensar después de cruzar el abismo de la impunidad.

Quizá.

Me falta todavía superar la alegría de haberlo logrado, de sostener con las manos esta pequeña utopía realizada en tiempos de saqueo de recursos simbólicos y materiales, en las cuales sólo proponerlo sonaba casi irresponsable, para poder encontrar las palabras certeras, que expresen lo que representa que personas empobrecidas y violentadas podamos hacer lo que querramos financiadas sólo por el deseo y la convicción, que siempre es política.

Quizá la palabra exacta sea una sola: Argentina.

La presentación

Escritos sobrevivientes y compila una serie de textos producidos en un taller de escritura que tuvo lugar en MU durante 2024. Estos relatos abordan historias marcadas por lo que el grupo denomina «subjetividad sobreviviente». El resultado es un conjunto de textos poéticos, políticos y filosóficos, de una potencia y belleza conmovedoras.

Participan: Rufino Almeida, Margarita Fátima Cruz, Graciela Daleo, Lucía Fariña, Mercedes Joloidovsky, Eduardo Lardies, Susana Leiracha, María Alicia Milia, Claudio Niro, Silvia Irene Saladino, Stella Maris Vallejos e Inés Vázquez.

Así lo resumen sus autoras y autores: «Un grupo de compañeras y compañeros, ex detenidos desaparecidos por el terrorismo de Estado, nos reunimos en un taller de escritura para crear textos enfocados en la subjetividad sobreviviente, mientras la voz del poder alimenta el negacionismo y la reiteración del sufrimiento popular por variados medios».

El libro se presentará el próximo viernes 28 de marzo a las 20 horas en Mu Trinchera Boutique, Riobamba 143.

Podés conseguirlo desde hoy, 24 de marzo, también en MU.

Escritos sobrevivientes: Un nuevo libro escrito por ex detenidos desaparecidos
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La Justicia esquiva la causa por el disparo a Pablo Grillo: “Hasta ahora no se investigó nada”

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La recuperación de Pablo “es muy rápida” pero la investigación sobre su intento de asesinato, muy lenta, o directamente inexistente. Qué dijo el padre hoy frente al Hospital Ramos Mejía donde Pablo sigue pelando por su vida, aún en terapia intensiva pero con avances prometedores, y las abogadas del caso que presentaron ante la Justicia: primero Servini de Cubría y luego el candidateado a la Corte Ariel Lijo rechazaron la causa, y ahora se sortea en la Cámara Federal de Casación a qué juez le tocará investigar a quien le disparó y a sus superiores jerárquicos. Los dichos de Adorni en conferencia de hoy, y quién cortó el diálogo con la familia; las pruebas que se pidieron y las que se aportaron; y el texto de la presentación judicial en la que la familia pide ser querellante, con las pruebas que aportamos desde decenas de medios, fotoperiodistas y organizaciones sociales.

Por Francisco Pandolfi

Pablo Grillo todavía no está fuera de peligro, pero la mejoría día a día, paulatina y constante, le permite a la familia hablar ya no sólo de su estado de salud. Hasta hoy, el único foco era la supervivencia de este fotógrafo de 35 años impactado por una granada de gas lacrimógeno, fuera de toda legalidad, por las fuerzas de inseguridad comandadas por la ministra Patricia Bullrich.

La pérdida de masa encefálica y la fractura de cráneo con la que llegó de urgencia al Hospital Ramos Mejía –el miércoles 12 de marzo, cuando se desató la represión en la marcha por las paupérrimas condiciones en las que viven las y los jubilados–; la primera operación esa misma noche en la que se bajó la presión intracraneal y se le reconstruyó algo del tejido. Las pupilas que empiezan a reaccionar bien. La merma en la sedación. Los primeros movimientos – prematuros e inesperados por los propios médicos–. Otra operación por un derrame que es revertido a tiempo. La baja de los glóbulos blancos como síntoma de la baja en la infección. Y a solo una semana del disparo, Pablo abre los ojos. Y le sacan el respirador para ver cómo reacciona y lo hace agarrándole la mano a la mamá. Y por si fuera poco le susurra las palabras más hermosas a su papá: “Hola, viejo”. 

Pablo continúa en terapia intensiva, en estado crítico, pero respondiendo bien neurológica y físicamente. “Es asombroso el nivel de avance que tuvo”, dice Fabián, su viejo, con los ojos emocionados e incrédulos por la mejoría impensada en tan poco tiempo. Esa sucesión de buenas noticias las que posibilitan a la familia convocar este viernes a una conferencia de prensa «para contar novedades en la causa judicial».

Primero, habla Fabián, su papá, sobre la salud de Pablo: “Las novedades son que está estable, por lo tanto es bueno. Está con los ojos abiertos y sigue sin respirador”.

En la conferencia de prensa convocada por la familia de Pablo Grillo, fotógrafo que fue impactado por una granada de gas lacrimógeno lanzada por las Fuerzas comandadas por Patricia Bullrich, Fabián, su papá, habló sobre la salud de su hijo.

www.lavaca.org (@revistamu.bsky.social) 2025-03-21T19:35:39.538Z

Fabián lleva puesta una remera azul, con letras blancas que dicen: “Justicia por Pablo Grillo”. Se lo nota cansado, pero más distendido. Se ríe cuando cuenta: “Tengo un video con saludos de (Ricardo) Bochini, veremos si los médicos nos permiten que se lo pasemos. Si lo escucha al Bocha, va a volver a hablar seguro Pablo”. Mantiene los pies sobre la tierra: “Todavía la situación es grave: está en terapia y con riesgo de vida. Pero en ese marco todo lo que estuvo ocurriendo es favorable. A todos nos sorprendió su evolución. Incluso los médicos manifiestan que la evolución que está teniendo es asombrosa. Es muy rápida”.

Este jueves, el vocero presidencial Manuel Adorni dijo que el diálogo con la familia quedó roto desde que el padre de Pablo acusó a Bullrich de ser cómplice. Fabián le responde: “Nosotros no cortamos nada porque nunca existió el diálogo. Lo mío fue una respuesta a una declaración mentirosa de Bullrich, por tanto si es que alguien cortó el diálogo fueron ellos. Yo estoy dispuesto a escuchar, si alguien me llama”. Y agregó: “A esta altura no lo espero (ese llamado). Espero poco. Pero demostraría que tienen todavía un grado de humanidad”. 

En relación a las mentiras de Bullrich sobre el trayecto del proyectil, expresó: “Me da vergüenza la forma en que fue acomodando la mentira. La va acomodando a medida que la realidad se lo desmiente, es hasta absurdo, burdo, grotesco: no sé que palabra utilizar”. Cuando le preguntaron si le diría algo al gendarme que, según los elementos reconstruidos hasta el momento, sería quien disparó (presuntamente, el cabo Guerrero), afirmó: “Personalmente no le diría nada. Sí lo vamos a decir de forma jurídica. El mejor diálogo que podemos tener con esta gente es en lo judicial”.

La causa, sin avances

Fabián estuvo acompañado por Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos, y a Paula Litvachky, del CELS, organismos que patrocinarán legalmente a la familia, que este 21 de marzo se presentó ante el Juzgado Criminal y Correccional Federal Nº 1 para ser tenida en cuenta como querellante en la investigación judicial.

Lo más importante de la causa hasta ahora: desde el 12 de marzo “no se investigó nada y reclamamos que se empiece a investigar urgente”. Las abogadas cuentan el por qué: “La causa iniciada por la denuncia de la Procuvin (Procuraduría de Violencia Institucional) que dio inicio a la instrucción estaba presentada en el Juzgado 12 de Ariel Lijo, quien se la devolvió a la Jueza Servini de Cubría, que otra vez la rechazó. Ninguno de los dos quiere hacerse cargo de la investigación. Ahora irá a sorteo para definir quién la sigue. La Cámara Federal de Casación Penal tiene que resolver”. Agregan: “Hasta ahora el Ministerio de Seguridad dijo que no hará sumarios internos por el accionar de su Fuerza, lo que refleja el encubrimiento”. 

La causa aún no tiene carátula porque no está radicada en ningún juzgado. La denuncia presentada es por tentativa de homicidio agravado, por abuso de autoridad e incumplimiento de funcionario público.

Dice Paula Litvachky, del CELS: “Es muy importante que la causa salga de este limbo judicial y se inicie el pedido de pruebas antes de que pase más tiempo”.

Dice Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos: “Esperamos que en estos primeros 9 días en los que no se hizo nada, no haya ninguna prueba que se haya destruido, modificado, alterado. Hay cámaras del Gobierno de la Ciudad que tienen un tiempo de duración determinado, o de negocios que también se van borrando y si no las pedís inmediatamente después ya no están. Es vergonzoso que un hecho así no lo esté investigando nadie”.

Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos, es junto a Paula Litvachky, del CELS, la abogada que representa a la familia jurídicamente. En este video cuenta los avances de la causa judicial:

www.lavaca.org (@revistamu.bsky.social) 2025-03-21T19:54:48.310Z

Las abogadas pidieron una serie de pruebas. Las más relevantes: “Quién dio las órdenes, cómo se manifestaron esas órdenes y cuáles fueron, antes y después del impacto; cuál fue el protocolo que se aplicó, quienes integraban el equipo donde estaba incluido el cabo Guerrero y qué órdenes se le impartió a ese grupo en particular; qué armas utilizaron”. También exigen que se lo llame a indagatoria a Guerrero. “Ya hay suficientes elementos para hacerlo”.

Completa Paula Litvachky: “Hicimos una presentación con los hechos, tenemos un montón de pruebas para que se reconstruya ese tramo del operativo de modo tal que se pueda tener la responsabilidad de quién disparó y de toda la cadena jerárquica”.

Concluyen ambas: “Las pruebas están. Nunca hubo tanto registro fotográfico y audiovisual. Necesitamos el acompañamiento social para empujar a que se haga justicia y que no quieran desviar el foco de la investigación”.

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La causa de la caída: la denuncia de Beatriz Blanco, la jubilada gaseada y golpeada por la Policía

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Traumatismo encéfalo craneano, herida cortante e irritación ocular: las heridas causadas a Beatriz Blanco (81 años) ya forman parte de una causa judicial que inició ella misma y también la Procuraduría de Violencia Institucional, y apunta contra dos efectivos que la gasearon y le pegaron, provocando su caída. También apunta a la responsable del operativo, la ministra Patricia Bullrich, que se desplegó el miércoles de manera feroz, pero que -plantea la denuncia- es parte de un “plan sistemático”. Beatriz fue golpeada a las 16:10, antes de los principales incidentes, mientras se manifestaba en una esquina: cómo fue el momento, según relata ella misma en la denuncia y cuenta su hija. Quién es esta jubilada que trabajó de todo. Cómo está: recuperándose, enojada y “con más fuerza que nunca”. La voz de una de sus hijas junto a quienes lucha por justicia, y paz.

Por Franco Ciancaglini.

La imagen de Beatriz Blanco cayendo en seco al suelo -tras ser gaseada y empujada por dos efectivos de la Policía Federal- dio la vuelta al mundo. 

En el video se ve el fin de una secuencia más larga que inicia cuando la Policía Federal empuja de manera violenta a jubiladas y jubilados que se encontraban haciendo el clásico semaforazo de todos los miércoles en el Congreso. 

“Ella lo que cuenta es que estaba con el grupo de jubilados, cortando Entre Ríos, para mostrar sus carteles. Y cuando el semáforo se pone verde se vuelven a la esquina. Y en ese momento vino la policía, apurando a todos los viejos a subirse a la vereda”.

La que habla es una de sus hijas, Paula.

El relato coincide con la temprana decisión de las fuerzas de abalanzarse sobre personas que hacen lo mismo todos los miércoles -un semaforazo, y luego una movilización que da la vuelta al Congreso-: Beatriz fue atacada a las 16:10. 

Esta vez, por lo especial de la fecha, los Policías iban además con el gas apretado y el palo suelto. Cualquiera que estuvo en la manifestación pudo apreciar cómo apenas una persona se acercaba a los efectivos, o incluso estando a metros, sin hacer nada, podía ser gaseado. Incluso teniendo 81 años.

La causa de la caída: la denuncia de Beatriz Blanco, la jubilada gaseada y golpeada por la Policía

Los camiones hidrantes fueron parte de la cacería desatada. Foto: Lina Etchesuri.

El arma y la palabra

Beatriz Blanco no está afiliada a ninguna barrabrava ni milita en ningún partido político.

Es jubilada.

Trabajó toda su vida como empleada en cooperativa de fletes, empleada cuidando niños, costurera, y de casera hasta los últimos tiempos.

Tiene tres hijas.

Una de ellas, Paula Ippolito, cuenta que junto a su madre Beatriz y su hermana Paula suelen ir juntas a las marchas. “Esta vez fue sola porque justo yo estaba operada de la rodilla. Suele ir, no va todos los miércoles pero cuando puede va”.

Beatriz ya conocía a varios y por eso se acercó al grupo de jubilados que realiza los miércoles el semaforazo. Luego de que la empujaran a la vereda, se puso a hablarle a un cordón policial, una práctica habitual de jubilados anodados ante la violencia sin sentido que ejercen las fuerzas: “Ella siempre es de ir y hablar, de decir qué están haciendo, cómo no les da vergüenza; mi mamá siempre como que quiere hacer conciencia. Ella le debería estar gritando al policía que estaba de espaldas y lo toca con el bastón como diciendo ´mirame´. Ahí el chabón se da vuelta y le tira el spray, y el otro que le pega con el palo en la cabeza”.

Ese combo, que representa un ataque, de gaseo, empujón y golpe, hace que Beatriz pierda el equilibrio instantáneamente, y caiga al suelo.

La primera pregunta es cómo está: “Se está recuperando. Está en reposo, en observación por el golpe que recibió en la cabeza. Está con mucho dolor en todo el cuerpo, con un poco de inestabilidad, con el dolor en los ojos por el gas que le tiraron. Tiene los ojos muy hinchadas: le tiraron gas directo en la cara”.

Este dato del gas directo a sus ojos explica a la vez la pérdida del equilibrio, desechando por tierra las mentiras del Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, que aseguró que se “cayó sola”. También el título de la empresa La Nación que habló de que la jubilada “atacó” a la policía previo a su “caída”: “Ella le tocó con su bastón para que se diera vuelta, para que la escucharan, no golpeó a nadie. Habría que mostrar los videos enteros donde la Policía increpa primero a los jubilados para que se suban a la vereda, con la agresividad que suelen tener”.

La causa de la caída: la denuncia de Beatriz Blanco, la jubilada gaseada y golpeada por la Policía

Beatriz Blanco, tras los gases recibidos y el golpe posterior. Foto: Lina Etchesuri.

El caso de Beatriz es uno de los dos -junto al del fotógrafo Pablo Grillo- denunciados por la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin) ante la Cámara del Crimen. En esas denuncias a las que accedió lavaca, el organismo que se encarga de monitorear a las fuerzas -en estos tiempos, con menos entusiasmo- presenta como “pruebas” distintos recortes periodísticos alrededor del ataque a Beatriz. Y solicita a la justicia que requiera al Ministerio de Seguridad el personal policial afectado a los lugares de ambos ataques, así como los datos de la “sala de operaciones” a la que reportaban los agentes a cargo del operativo.

Por otro lado, la propia familia de Beatriz presentó una denuncia contra los dos agentes de la Policía Federal y contra la propia ministra Bullrich. Narra en su presentación lo mismo que refiere su hija en esta nota: “Siendo aproximadamente las 16:10 hs me encontraba en las inmediaciones de la esquina de las avenidas Entre Ríos y Rivadavia de esta ciudad (…) cuando fui rociada con una sustancia lacerante por un efectivo de la Policía Federal. Inmediatamente después, y también a manos de un efectivo de la PFA, recibí un golpe en la cabeza, con un elemento que creo se denomina ‘tonfa’, lo que provoca mi caída al piso”.

Tras el golpe, Beatriz fue derivada al Hospital Argerich, donde diagnosticaron lo producido por el ataque: traumatismo encáfalo craneano, herida cortante e irritación ocular.

Por eso, por un lado, reclama la identificación de los dos efectivos que la atacaron, plausibles de ser responsables de “delitos de lesiones leves” agravadas por tratarse de personal de la fuerza. Y por otro, califica a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich como “autora mediata” por ser responsable del operativo y algo más: la valiente presentación habla de que estos hechos son parte de un plan sistemático.

La causa de la caída: la denuncia de Beatriz Blanco, la jubilada gaseada y golpeada por la Policía

Una síntesis del plan sistemático. Foto: Juan Valeiro.

“Como en los momentos más aciagos de nuestra historia, desde el Poder Ejecutivo se ha montado un Programa de Miseria Planificada cuya consecuencia natural es la Protesta Social. Y sabido es que este tipo de políticas socioeconómicas sólo resultan aplicables cuando se pone a disposición de las mismas al aparato represor del Estado”.

Firma toda esta historia la propia Beatriz, acaso poniendo en contexto lo que representan los golpes que sufrió, su historia y el futuro por el que pelea junto a sus hijas. “Nosotras somos fieles a las marchas que son para los derechos del pueblo”, cuenta Paula, una de ellas. “No militamos en ningún partido político, siempre vamos independientes y solas”, aclara por si hiciera falta.

Paula habla siempre en plural femenino, pensando en su madre y su hermana. Desde ese lugar cuenta: “Nos están sacando todo. Nos están metiendo miedo para que no salgamos a las calles. Están imponiendo todo lo que quieren imponer. Siempre estamos atentas a todas las luchas. Esto va a por todos, no es solamente por los jubilados. A mi me han robado plata con la AFJP a pesar de que ya tengo 30 años de aportes. Estos vienen por todo, por todo lo que conquistamos”.

Junto a Natalia, las jóvenes militan tocando tambores en Batuka, uno de los conjuntos que lleva el ritmo a la calle y es la banda de sonido de la protesta social y la lucha. Hoy, del lado de la víctima, Paula asegura: “Estamos luchando para que esto no vuelva a suceder. Para que tengamos memoria y el pueblo no se duerma. No tenemos miedo. Ya la verdad que queda poco por perder”.

Esta lucha incluye, claro, a Beatriz: “Está más fuerte que nunca. Está enojada, muy enojada. Pero está fuerte para seguir la lucha”.

La lucha, ahora, es por justicia: “Solamente queremos que los responsables tengan justicia, sean los policías o la ministra de Seguridad: que la justicia trabaje a favor del pueblo. Y que no salga nadie más impune”. 

¿Tenés esperanzas? “Y no. Pero hay que hacerlo igual: nos corresponde”.

La esperanza tal vez siga estando en la calle, mientras estas jóvenes sin contención psicológica ni asistencia estatal de ningún tipo enfrentan los golpes: “Estamos nosotras, las hijas, para cuidarla y para que se reponga de esto”.

¿Necesitan algo? “Sí: paz”.

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