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Para qué sirve el Encuentro Nacional de Mujeres III: la mirada de las obreras de Zanon

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Hablar de Zanon es hablar de resistencia, solidaridad y trabajo colectivo. En ese marco, las trabajadoras, de la mano de los reclamos laborales, actúan en torno de las realidades que afectan a sus compañeras. Por eso participarán en el Encuentro de Mujeres de Paraná y llevarán planteamientos en contra de la judicialización de la protesta y contra la trata de personas y la explotación sexual. Les urge que el encuentro sea resolutivo en esos aspectos.
Zulma Morales tiene 42 años y cuatro hijos. Desde hace cinco años que trabaja en Zanon para sostener a su familia. Ella no es la única. Son 50 las compañeras que ocupan puestos en distintas fases de la producción de la cerámica, así como en la enfermería, en la cocina y en la limpieza. Hace tres meses que ella dejó el área de selección para pasar a aprender sobre prensa y difusión.
Para qué sirve el Encuentro Nacional de Mujeres III: la mirada de las obreras de Zanon
Antes de que Zanon fuera una fábrica en manos obreras pertenecientes a  la cooperativa Fasinpat, había solo 8 trabajadoras y según lo que cuentan las compañeras más antiguas, «cuando quedaban embarazadas, la empresa decía que reducirían personal con las mujeres».
Ya las cosas no son como antes. Zulma también es pro-tesorera en el Sindicato Ceramista y cuenta que es el primer año que junto a cuatro compañeras ocupan cargos allí. También dentro de Zanon hay una Comisión de Mujeres, que además de la lucha que llevan hace casi 10 años por la gestión obrera, organizan actividades para la comunidad. «El 21 de septiembre  hicimos un recital con las Manos de Filipi. Fue la primera vez que la Comisión organizó un festival por el caso de Otoño Uriarte, que la mataron  hace tiempo pero aún la justicia no sabe quién fue (Otoño desapareció el 23 octubre de 2006 y seis meses después fue encontrado su cadáver apuñalado. En el marco de la investigación judicial, una escucha telefónica reveló la relación entre las redes de tratas y la policía de la provincia ). Se reclamó también contra la trata de personas y sobre la judicialización de la protesta. Ya hay 20 compañeros de Zanon y Stefani con causas por reclamos en cortes de ruta».
Aprender a defender derechos
El Sindicato Ceramista arrancó con el conflicto con la patronal en el 2001, cuando la empresa quiso cerrar «entonces se recupera el sindicato, se recuperan los puestos de trabajo y se pone en funcionamiento la fábrica Zanon», sintetiza Zulma.
-¿Y cómo surge ahora la incorporación de mujeres al sindicato?
Fue una propuesta de  los compañeros de la fábrica de empezar a incorporar mujeres para que conozcamos lentamente los derechos nuestros y ser parte de la lucha y empezar a organizarnos y empezar a ver la realidad sobre lo que nos pasa a los trabajadores.
Una de las decisiones que Zulma tomó con sus compañeros fue la de acompañar un conflicto con las mismas características que Zanon, pero en la fábrica de cerámicos Stefani, de Cutralcó, que comenzó hace 8 meses. Lo que no vivió del proceso de Zanon, a Zulma le tocó sentirlo acompañando a la gente de la otra fábrica. «La empresa abandonó la fábrica y dejó 60 trabajadores a la deriva así que hicimos un fondo de huelga, cortes de ruta, y la empresa nunca se presentó a las audiencias. Después de 14 audiencias nunca se presentó, entonces tomamos otras medidas». El 19 de mayo se resolvió en asamblea la toma de la fábrica de Cutralcó. Todavía en Stefani «no hubo orden de desalojo, pero sí persecución por parte de la justicia. Les sacaron fotos a los compañeros en los cortes y ahora tienen causas judiciales».
Para ella,  la experiencia de la toma de la fábrica fue contundente y movilizante. «Ver a los compañeros y a sus familias emocionados hasta las lágrimas cuando se prendieron los motores de la fábrica fue muy fuerte y dan ganas de seguir aprendiendo mucho más».
¿Por qué deciden comenzar a trabajar dentro de Zanon temáticas que tienen que ver con los derechos de las mujeres?
Yo vengo de trabajar 15 años en una planta de empaque con una mayoría de mujeres y muy explotadas, que siguen siendo explotadas. Yo sufrí eso. Y esas compañeras siguen padeciendo eso. Ni teníamos hora de refrigerio; teníamos 20 minutos y había que devolverlos. Entonces, venir a trabajar en una fábrica sin patrones me abrió más para conocer, me da fuerza como trabajadora. En la otra fábrica veíamos que estaba el derecho,pero no se cumplía. Por ejemplo, no se respetaba el día femenino. Acá sí. He aprendido mucho de derechos que se están perdiendo.
-¿Cuándo comenzó a trabajar en Zanon?
Empecé a trabajar en 2005 porque en el otro lugar no me llamaron para hacer la temporada de fruta y me consideré despedida después de 15 años. También había trabajado dos años en una chacra, raleando y cosechando. Después entré a Zanon. Tengo a mi hermano ahí y vio la situación económica en la que yo estaba y lo planteó y así entre. Yo estaba en la parte de selección, es la última instancia antes de salir a la venta, y hace tres meses estoy en prensa y difusión. Me están enseñando los compañeros.
Para qué sirve el Encuentro Nacional de Mujeres III: la mirada de las obreras de Zanon

La visión del Encuentro
-¿Van al Encuentro Nacional de Mujeres?
Yo no puedo ir, pero van cinco compañeras y el planteamiento que llevamos es contra la judicialización de la protesta, a nivel nacional, porque somos miles de protestantes a quienes nos hacen causas en todo el país cuando salimos a reclamar por los derechos. Otro de los planteamientos es contra la trata de personas y la explotación sexual y por los derechos de los trabajadores, y también contra la explotación infantil.
Respecto de estos planteamientos que llevan al Encuentro, ¿en el cotidiano hacen alguna actividad en ese sentido?
Seguimos trabajando con la comunidad de Neuquén, por primera vez hicimos un pronunciamiento contra la trata desde Zanon y desde el Sindicato en el festival que realizamos el 21 de septiembre por los casos de unos compañeros paraguayos a los que explotaban laboralmente y por el tema de la trata en el Alto Valle, en los cuales la justicia no da respuesta. Hace dos semanas atrás encontraron a una mujer paraguaya  apuñalada y supuestamente la tenían dentro de lo que es la trata. Para nosotros es importante inculcar que esto tenga una pena y que los tratantes paguen lo que deben pagar. Antes del festival, habíamos ido a unas charlas sobre trata que fueron en las universidades y el festival dio margen para tratar el tema. Nosotros empezamos a juntarnos y a charlar sobre esas situaciones porque queríamos ver a más a fondo como era el tema y fuimos obteniendo información. El festival se hizo cuando se acercaba el Día Mundial de Lucha contra la Trata y a un mes de que se cumpla, el 23 de octubre, otro aniversario de la muerte de Otoño Uriarte.
-¿Asistió a otros encuentros de mujeres?
Participé el año pasado en Tucumán. La verdad es que me pone muy bien que las mujeres nos juntemos una vez al año y que dialoguemos, pero también me gustaría buscar un sentido, que el encuentro sea resolutivo, que tenga un sentido en cuanto a todos los reclamos que se hacen en los talleres. En Zanon, los trabajadores hacen propuestas, se votan y me gustaría que también ahí sea así.
-En 2008 se hizo en el encuentro en Neuquén y se había pedido que fuera en Zanon pero el comité organizador no quiso. ¿Cómo vivieron eso? Porque era en tiempos en que la Legislatura comenzaba a discutir la expropiación.
La propuesta fue que el acto de apertura se hiciera en Zanon. Estábamos en pleno momento de lucha y se hizo un acto en la fábrica que nos llenó de satisfacción y por el que pasaron alrededor de 15 mil compañeras Lo que pasó fue que hubo mucha interferencia de la CCC, PCR y de partidos que no querían que esto sea parte. Había gente del Movimiento Popular Neuquino (MPN), justicialistas, radicales, gente de la izquierda que se negaron a que el acto apertura fuera en Zanon.
-¿Cómo fue lidiar con eso?
Ellas se negaron a que el acto apertura fuera acá, pero cuando fue el acto por la expropiación de Zanon igual se le dio la palabra, todas ellas fueron parte porque la fábrica no le cierra las puertas a nadie. Algunos partidos de izquierda marchan juntos por un reclamo y después te das cuenta de que están en la vereda de enfrente. Nosotras no compartimos eso, nosotros no cortaríamos rutas si tuviéramos un sueldo decente y un hogar digno para nuestros hijos. Creo que eso pasa por no ver la realidad
-¿Conoce algo del movimiento feminista en Argentina?
Mucho no he leído ni tuve contacto con esas compañeras
-Uno de los reclamos más contundentes es sobre el aborto.
En la fábrica aún no está debatido bien, pero individualmente las compañeras tenemos una visión , aunque no se ha debatido en la fábrica. Este tema vamos a tocarlo más adelante, lo charlaremos más a fondo con los compañeros y veremos qué sacamos de los debates.
– ¿Cuáles son las problemáticas que más deben afrontar las compañeras de Zanon?
Acá en la fábrica no tenemos problemáticas como lo que me pasó en la otra empresa. Nosotras con las compañeras siempre vamos charlando y nos vamos contando. Hace un tiempo a una compañera se le quemó la casa y el marido tenía un problema de alcohol y nosotras la ayudamos con la vivienda y charlamos con el esposo para que se haga tratamiento. Hay otra compañera, que su esposo dejó de ser parte de la fábrica, aunque hicimos todo lo posible para que se recupere, pero abandonó el trabajo porque tenía problemas de alcoholismo. Y hoy la que entró a trabajar es la esposa para que sostenga a su familia. En esos casos tenemos contemplación, somos parte de eso y tratamos de dar solución.
La situación en Zanón
Los trabajadores de Zanon aún no tienen firmado el proceso de expropiación y entonces la siguen peleando, aunque la Legislatura lo aprobó en agosto de 2009. «No tenemos la documentación firmada en mano, por eso andan compañeros en Buenos Aires viendo el paso a seguir. No significa que no van a firmar, pero lleva tiempo. El gobierno nacional y provincial no dando esos papeles nos ahoga económicamente, porque teniendo firmado eso podemos acceder a algún crédito y aparentemente es eso lo que el gobierno no quiere que pase acá. Necesitamos eso para renovar tecnología y para que haya más puestos de trabajo. También hemos hecho presentaciones al gobierno nacional y provincial sobre los subsidios que antes  otorgaban a Zanon cuando estaba bajo patrón y nosotros no tenemos nada».
Zulema cuenta que todos los días las jornadas laborales comienzan temprano. A las 8 se reúnen para ver cuáles son las necesidades de  la fábrica, pero también analizan el panorama local y la situación de  las empresas cercanas que atraviesan crisis. Luego, se dividen las tareas. Así transcurren los días de casi 500 trabajadores, entre ellos, Zulma quien recalca en cada paso de la conversación todo lo que fue aprendiendo en este camino. «Soy independiente, empecé a militar en el sindicato.  Estar trabajando en Zanon me enseñó mucho. Ojalá pudiera entender mucho más políticamente, pero me quedan muchos años más de esto, para ir aprendiendo».

Para más información:
https://www.ceramicafasinpat.com.ar/
https://www.obrerosdezanon.com.ar

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83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

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Pablo Grillo
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83 días.

Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.

83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.

83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.

83 días y seis intervenciones quirúrgicas.

83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo. 

83 días hasta hoy. 

Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro. 

Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”. 

Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).

Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca. 

El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”. 

La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».

La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería. 

Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.

Esta es parte de la vida que no pudieron matar:

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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

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Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.

Por María del Carmen Varela.

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia. 

La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.

Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.

La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional.  A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.

Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.

Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro. 

MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA

Viernes 30 de mayo, 20.30 hs

Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

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Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.

Por María del Carmen Varela

La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.

La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro
Gabriela Pastor en escena. Detrás, Juan Zuberman interpreta a un ciego que toca la guitarra.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario.  Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.

El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.

Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.

Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.

La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.

Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA

Domingos 18 y 25 de mayo, 20  hs

Más info y entradas en @perlaguarani

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