Nota
El ENM en Trelew ya empezó: conversaciones con un taxista no muy feliz
Del aeropuerto a la rambla de Puerto Madryn, un viaje que sintetiza por qué el feminismo es una revolución.
Por Florencia Paz Landeira
El aeropuerto de Trelew tiene sólo dos cintas para el equipaje. Alrededor de ellas, decenas de mujeres de todas las edades estiramos el cuerpo y esperamos para salir a esa ciudad que hará de mapa para nuestro encuentro. De las mochilas y los bolsos cuelgan los pañuelos en los que nos anudamos. Algunas cruzamos miradas de complicidad y hasta sonrisas.
El sol pega fuerte y anula toda posibilidad de nube. La piel ya se empieza a secar, los labios tiran. Salimos y un grupo de seis hombres apoyados sobre sus autos corean «taxi, taxi». Aunque caminamos hacia ellos, no parecen convencerse y continúan con su cántico cada vez más insistente. Entre ellos negocian a cuál nos subimos.
Una vez arriba, el taxista quiere cambiarnos el recorrido. No cedemos. «Como quieran», dice con desgano, al mismo tiempo que acelera para pasar a los autos que están adelante en la ruta. «¿Esperan mucha gente?», le preguntamos. «Mucha. Ya arrancó… a oscurecerse la cosa, digamos». Miro a mi compañera de viaje y arqueamos las cejas en un gesto mínimo. Sin esperar la repregunta, sigue: «Ya llegaron varios grupos y empezó mal la cosa. ¿Sabés qué pasa? Yo soy nacido y criado en Trelew, yo quiero a mi ciudad. No me gusta cuando vienen a hacer destrozos. Y las pintadas que hacen son una incitación a la violencia. Ésta es una ciudad tranquila», afirma en un tono que parece contradecirlo. En el asiento de atrás, nos volvemos a mirar, como un modo de acompañarnos en esa incomodidad que a las mujeres nos resulta tan violentamente familiar.
Quizás por nuestro silencio, aclaró: «No tenemos problema con las manifestaciones. Incluso con este tema del ni una menos. El último caso que hubo fue de un amigo, no un amigo, un compañero de trabajo que le pegó un tiro en la sien a la mujer». Hizo una pausa, nos miró por el espejo retrovisor y siguió: «Y después se pegó un tiro él. Se hicieron marchas y no hubo problema. El tema es cuando vienen con violencia. Tu derecho termina cuando empieza el mío». Le preguntamos si había pasado algo puntual en estos días para entender de dónde venía tanto malestar. La respuesta fue vaga y pronto desvió nuevamente hacia la defensa de su ciudad. «Trelew es muy tranquilo y es chico. Somos alrededor de 150 mil habitantes. Date cuenta que si en un fin de semana llegan 50 mil mujeres, choca». Nos quedó un poco más claro.
Llegamos y al bajarnos del auto nos cruzamos con otros tipos que nos miran detenidamente. Respiramos y el aire se siente entrecortado. Entendemos, pronto, que todos esos son mensajes de recibida: quieren reconquistar su territorio y ubicarnos en un mapa que consideran propio.
Entre hoy y mañana mujeres de distintos puntos del país se preparan para este viaje. Un movimiento hacia el encuentro, hacia la otra; un movimiento de lucha y de fiesta; un movimiento que desafía fronteras, reinventa el modo de nombrarnos y pensarnos y que transforma los modos de construir políticamente. Un movimiento con la potencia suficiente para gestar en un año una pluralidad de encuentros, en las plazas de todo el país, frente al Congreso y también en esta Trelew que ya está revolucionada.
Nota
De la idea al audio: taller de creación de podcast
Todos los jueves de agosto, presencial o virtual. Más info e inscripción en [email protected]
Taller: ¡Autogestioná tu Podcast!
De la idea al audio: taller de creación de podcast
Aprendé a crear y producir tu podcast desde cero, con herramientas concretas para llevar adelante tu proyecto de manera independiente.
¿Cómo hacer sonar una idea? Desde el concepto al formato, desde la idea al sonido. Vamos a recorrer todo el proceso: planificación, producción, grabación, edición, distribución y promoción.
Vas a poder evaluar el potencial de tu proyecto, desarrollar tu historia o propuesta, pensar el orden narrativo, trabajar la realización sonora y la gestión de contenidos en plataformas. Te compartiremos recursos y claves para que puedas diseñar tu propio podcast.
¿A quién está dirigido?
A personas que comunican, enseñan o impulsan proyectos desde el formato podcast. Tanto para quienes quieren empezar como para quienes buscan profesionalizar su práctica.
Contenidos:
- El lenguaje sonoro, sus recursos narrativos y el universo del podcast. De la idea a la forma: cómo pensar contenido y formato en conjunto. Etapas y roles en la producción.
- Producción periodística, guionado y realización sonora. Estrategias de publicación y difusión.
- Herramientas prácticas para la creación radiofónica y sonora.
Modalidad: presencial y online por Zoom
Duración: 4 encuentros de 3 horas cada uno
No se requiere experiencia previa.
Docente:
Mariano Randazzo, comunicador y realizador sonoro con más de 30 años de experiencia en radio. Trabaja en medios comunitarios, públicos y privados. Participó en más de 20 proyectos de podcast, ocupando distintos roles de producción. También es docente y capacitador.




Nota
Darío y Maxi: el presente del pasado (video)

Hoy se cumplen 23 años de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki que estaban movilizándose en Puente Pueyrredón, en el municipio bonaerense de Avellaneda. No eran terroristas, sino militantes sociales y barriales que reclamaban una mejor calidad de vida para los barrios arrasados por la decadencia neoliberal que estalló en 2001 en Argentina.
Aquel gobierno, con Eduardo Duhalde en la presidencia y Felipe Solá en la gobernación de la provincia de Buenos Aires, operó a través de los medios planteando que esas muertes habían sido consecuencia de un enfrentamiento entre grupos de manifestantes (en aquel momento «piqueteros»), como suele intentar hacerlo hoy el gobierno en casos de represión de sectores sociales agredidos por las medidas económicas. Con el diario Clarín a la cabeza, los medios mintieron y distorsionaron la información. Tenía las imágenes de lo ocurrido, obtenidas por sus propios fotógrafos, pero el título de Clarín fue: “La crisis causó 2 nuevas muertes”, como si los crímenes hubieran sido responsabilidad de una entidad etérea e inasible: la crisis.

Darío Santillán.

Maximiliano Kosteki
Del mismo modo suelen mentir los medios hoy.
El trabajo de los fotorreporteros fue crucial en 2002 para desenmascarar esa mentira, como también ocurre por nuestros días. Por aquel crimen fueron condenados el comisario de la bonaerense Alfredo Franchiotti y el cabo Alejandro Acosta, quien hoy goza de libertad condicional.
Siguen faltando los responsables políticos.
Toda semejanza con personajes y situaciones actuales queda a cargo del público.
Compartimos el documental La crisis causó 2 nuevas muertes, de Patricio Escobar y Damián Finvarb, de Artó Cine, que puede verse como una película de suspenso (que lo es) y resulta el mejor trabajo periodístico sobre el caso, tanto por su calidad como por el cúmulo de historias y situaciones que desnudan las metodologías represivas y mediáticas frente a los reclamos sociales.
Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
- Revista MuHace 3 semanas
Mu 204: Creer o reventar
- AmbienteHace 3 semanas
Contaminación: récord histórico de agrotóxicos en el Río Paraná
- ActualidadHace 4 semanas
Los vecinos de Cristina
- ArtesHace 1 semana
Vieron eso!?: magia en podcast, en vivo, y la insolente frivolidad
- ActualidadHace 4 semanas
Universidad, ciencia y comunidades: encuentro en Rosario y debate frente a la policrisis