Nota
Qom: huelga de hambre en la 9 de Julio
Félix Díaz está sentado en una silla, cabeza gacha, rodeado de gente, seguramente con hambre. Desde el lunes a las 19 horas ha decidido, junto a los 46 vecinos qom que lo acompañan desde hace cinco meses en pleno centro porteño, no probar bocado hasta que haya respuestas a sus reclamos. También han cortado la mitad de la Avenida 9 de julio. Ahora es mediodía y acaba de llegar la Policía Federal en dos patrulleros, un carro hidrante y un colectivo. Los oficiales, de traje, se le acercan a Félix y empieza la negociación por el corte de calle.
De los DNI quemados, de las casas quemadas por la policía de Gildo Insfrán en Formosa, de los terrenos y el río usurpados, los derechos indígenas, etc, no hay negociación, hasta ahora… Está Nora Cortiñas y otras representantes de Madres de Plaza de Mayo. Hay algunos canales de televisión, y otros medios más independientes. Unos y otros acercan micrófonos y grabadores a Félix y sus hermanos, que repiten acaso lo mismo que hace 5 meses, en el mismo lugar, con la misma indiferencia: «Decidimos tomar esta medida porque ningún funcionario nos recibe, siquiera nos dan respuestas».
¿A quién se acusa?
Hasta ahora, los únicos imputados por la causa de la represión del 23 de noviembre de 2010 en la Colonia La Primavera, Formosa, que dejó dos muertos del pueblo qom, son los propios indígenas.
Siguen las conversaciones en la 9 de Julio. La Policía Federal se forma a metros de estas carpas, frazadas y palos que se cruzan en un intento desesperado de vida. El comisario se acerca otra vez (se acerca cada tanto) e interpela a Díaz: «Vení, vamos a hablar adentro de la carpa más tranquilos». Díaz no sospecha quizá porque nadie le pidió de hablar en estos 5 meses. Nora Cortiñas está a mi lado y me dice: «Este es un trucho».
Al rato, lavaca pudo dialogar con el propio Díaz.
-¿Qué hablaron, Félix?
Félix: Me pide que liberemos al menos un carril de la Avenida, que él nos lleva hasta el Ministerio para hablar.
Nora: Te dije que era un trucho.
Promesas
Cerca de las 12,30, media 9 de Julio está ya abierta. Los comisarios vuelven a acercarse: ahora quieren toda la calle.
Félix se niega, se va, se sienta junto a sus compañeros en el medio del corte. Lo acompañan no más de 50 personas, entre hermanos, periodistas, militantes, curiosos. Nora repite que no hay que retirarse hasta que alguien los reciba.
Daniel, otro integrante de la Comunidad, recuerda a los amnésicos que esto mismo (corte de calle, huelga de hambre) viene ocurriendo hace largos meses. Tampoco hubo respuestas. En un momento se retiraron y concluyeron la huelga ante la promesa del Ministro del Interior, Florencio Randazzo, de recibirlos. Jamás lo hizo ni volvió a comunicarse.
-¿Qué lograron en estos 5 meses de acampe?
Daniel: Cinco DNI repuestos, de 19 que nos quemaron allá en Formosa, y de los 14 que faltan todavía no sabemos nada. Sobre la devolución de las tierras, tampoco.
Mientras tanto…
Parece increíble pero suena un celular, al lado, y le avisan a Félix que la Gendarmería está sobre la ruta 11, allá en Formosa, y hay tractores que empezaron ya las obras de una universidad en las tierras ancestrales que la policía, el gobierno de Gildo Insfrán y el nacional les quitaron a estos habitantes y por las que comenzó todo el conflicto.
Pasadas las 13 la Policía da media vuelta y se retira. Sólo quedan algunos que regulan el descontrolado tránsito (muchos autos pasan y agitan la bocina en señal de apoyo) y los comisarios (que esperan que Díaz se aparte del montón y reanudar la negociación).
Entre tanta nada, llega una buena: integrantes del Ministerio Público de la Defensa de la Nación acercan una respuesta cautelar de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a la denuncia presentada el 23 de noviembre por el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS): la CIDH exige al Estado argentino que proteja a los miembros de la Comunidad Qom «La primavera». Algunos de los puntos del comunicado:
- La CIDH solicitó al Estado argentino que «adopte las medidas necesarias para garantizar la vida y la integridad física» de los miembros de la comunidad.
- Para la Comisión, el Estado argentino debe proteger a los indígenas «contra posibles amenazas, agresiones u hostigamientos por miembros de la policía, de la fuerza pública u otros agentes estatales».
- También exhortó al Estado a garantizar el retorno a Formosa del referente de la comunidad Félix Díaz y su familia en condiciones de seguridad.
- Además, la Comisión solicita al Estado Argentino que informe «las acciones adoptadas a fin de investigar los hechos que dieron lugar a la adopción de medidas cautelares».
El papel circula entre los qom hasta que uno llama a todos y lee en voz alta. Terminan celebrando con un grito esta medida cautelar, aunque luego Félix dirá a lavaca: «No es garantía de nada».
La frase siguiente enseña que no debe esto leerse con mala intención: «No queremos que nos pongan una camiseta, necesitamos crecer solos. No queremos andar mendigando: tenemos derechos».
Sin respuestas
Estas son todas las acciones jurídicas y cartas enviadas que nunca fueron respondidas:
- Amparo que tiene que resolver la Corte Suprema de Justicia de la Nación, presentado por la Defensoría General de la Nación
- El 15 de febrero algunos organismos de derechos humanos entregaron 8 notas dirigidas a distintos funcionarios:
- Presidente de la Nación
- Gobernador de la provincia de Formosa
- Secretaría de Derechos Humanos de la Nación
- Ministra de Seguridad
- Ministra de Acción Social
- Administración General de Parques Nacionales
- INAI (Instituto Nacional de Asuntos Indígenas)
- El 15 de abril se entregó una carta firmada por 38 diputados y 3 senadores dirigida a la Presidenta de La Nación, pidiendo que reciba a los qom. Hasta ahora no lo hizo.
Nota
Darío y Maxi: el presente del pasado (video)

Hoy se cumplen 23 años de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki que estaban movilizándose en Puente Pueyrredón, en el municipio bonaerense de Avellaneda. No eran terroristas, sino militantes sociales y barriales que reclamaban una mejor calidad de vida para los barrios arrasados por la decadencia neoliberal que estalló en 2001 en Argentina.
Aquel gobierno, con Eduardo Duhalde en la presidencia y Felipe Solá en la gobernación de la provincia de Buenos Aires, operó a través de los medios planteando que esas muertes habían sido consecuencia de un enfrentamiento entre grupos de manifestantes (en aquel momento «piqueteros»), como suele intentar hacerlo hoy el gobierno en casos de represión de sectores sociales agredidos por las medidas económicas. Con el diario Clarín a la cabeza, los medios mintieron y distorsionaron la información. Tenía las imágenes de lo ocurrido, obtenidas por sus propios fotógrafos, pero el título de Clarín fue: “La crisis causó 2 nuevas muertes”, como si los crímenes hubieran sido responsabilidad de una entidad etérea e inasible: la crisis.

Darío Santillán.

Maximiliano Kosteki
Del mismo modo suelen mentir los medios hoy.
El trabajo de los fotorreporteros fue crucial en 2002 para desenmascarar esa mentira, como también ocurre por nuestros días. Por aquel crimen fueron condenados el comisario de la bonaerense Alfredo Franchiotti y el cabo Alejandro Acosta, quien hoy goza de libertad condicional.
Siguen faltando los responsables políticos.
Toda semejanza con personajes y situaciones actuales queda a cargo del público.
Compartimos el documental La crisis causó 2 nuevas muertes, de Patricio Escobar y Damián Finvarb, de Artó Cine, que puede verse como una película de suspenso (que lo es) y resulta el mejor trabajo periodístico sobre el caso, tanto por su calidad como por el cúmulo de historias y situaciones que desnudan las metodologías represivas y mediáticas frente a los reclamos sociales.
Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
Nota
La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
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