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Bolivia hoy: El congreso del MAS por abajo y por la unión

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En una asamblea con más de diez mil representantes de movimientos sociales el MAS debatió, en medios de críticas y arrepentimientos, la estrategia para restructurarse. Con sus principales líderes exiliados y ocultos por las persecuciones, enfrentó así el mayor desafío de sus veinticinco años de historia.  Fueron las mujeres las que, sin medias tintas, reclamaron que los candidatos no sean elegidos “desde arriba”. El documento final le otorgó a Evo Morales el título de jefe de campaña. Con la ultra derecha golpista dividida todo parece indicar que otra vez las elecciones se decidirán entre quienes consagre el MAS y el partido de Carlos Mesa, así que la fórmula que resulte elegida deberá cargar con el desafío de una campaña electoral en pleno gobierno de facto.

(Sebastián Ochoa desde Cochabamba) En la mañana de ayer, miles de campesinas, campesinos, mineros y trabajadores comenzaron a juntarse en la plaza San Sebastián de esta ciudad, ante la mirada impávida de la población urbana, que ya había perdido la costumbre de ver a tanta gente del pueblo reunida. Con sus wiphalas flameando, subieron 200 metros por la colina de La Coronilla, para ingresar al Coliseo donde tuvo lugar el Ampliado Nacional del Movimiento Al Socialismo (MAS), el partido más grande de Bolivia, que en las últimas semanas sufrió ataques implacables que terminaron con 38 asesinatos aún no esclarecidos. Con sus principales líderes exiliados u ocultos, el MAS enfrenta al mayor desafío en sus veinticinco años de historia. Golpeado, de luto y desbandado, debe elegir de inmediato candidato o candidata a Presidente y vice, armar listas de postulantes para cargos en la Asamblea Legislativa Plurinacional, además de restructurarse para tener algo de la solidez que tenía cuando Evo Morales estaba en cada detalle orgánico.

El líder, el ausente, solamente se materializaba en los gritos y en los cantos de quienes ingresaban por miles al Coliseo. “¡Viva el Presidente Evo!”, “¡Evo no está solo!”, coreaban mientras subían la empinada colina. Con estas y otras frases invocaban al Presidente constitucional derrocado hace ya casi un mes. El camino escarpado estaba repleto de feriantes que aprovecharon la concurrencia para armar sus qhatus y vender lo que sea: desde milagroso jugo de maca hasta videos de las masacres de Senkata y Sacaba “con imágenes inéditas, nunca vistas en televisión ni en redes sociales”, como pregonaban a cada paso, entre otros vendedores de wiphalas, frutillas y mocochinchi. La gente había llegado de todo el país, en muchos casos luego de viajar más de un día, por lo cual estaban hambrientos y cansados. Algunos de ellos, con platos calientes sobre las rodillas, comían quinua, mote, chuño, trigo; comidas típicas que habían llevado las caseras en enormes ollas, tapadas con trapos para no perder el calor. 

Las y los feriantes recibían con aplausos y aliento a quienes iban entrando al Coliseo. En la ciudad de Cochabamba, donde ahora no se puede hablar del golpe en voz alta, se había formado un microclima de amor por la Bolivia perdida el último 10 de noviembre. En las cercanías del Coliseo, las y los campesinos podían estar tranquilos, que allí nadie los iba a discriminar ni acusar de “terroristas”. Podían hablar de política a los gritos y no ahorrarse insultos para la autoproclamada Áñez y el ahora candidato presidencial Luis Fernando Camacho. Mientras hacían fila para entrar, tres ancianos debatían:

-Todos los de la derecha se quieren adueñar de nuestras riquezas para venderlas a otro país.

-¡Así es!

-¡Tenemos que levantarnos!- gritó uno de los tatas.

Cada tanto, las voces quedaban tapadas por el ruido de helicópteros del Ejército, que sobrevolaban  la zona de cerca.


Críticas y arrepentidos

Bolivia hoy: El congreso del MAS por abajo y por la unión

En los últimos años, se había instalado en el imaginario boliviano la idea de que Evo era un personaje dictatorial. El mismo Morales contribuyó a cimentar esta imagen, al desobedecer el resultado del referéndum del 21 de febrero de 2016. Según esos comicios, él no tendría que haberse postulado a las elecciones del 20 de octubre pasado, que ya fueron anuladas por la Asamblea con mayoría del MAS.

Pese a su fama de autoritario, Evo abandonó de inmediato la Presidencia cuando el golpe lo puso en jaque. Eso desconcertó a los golpistas, quienes esperaban que sanguinariamente se aferrara a su cargo. De modo que este “caudillo” se fue al exilio y sus bases, desde senadores y diputados hasta centrales campesinas, tuvieron que ver cómo arreglárselas sin que Morales les dijera qué hacer. En ese plan estaban ayer, cuando iniciaron el Ampliado.

Desde el comienzo de la reunión hubo abucheos a las intervenciones de algunos dirigentes. Entre diferentes sectores del MAS se echaban la culpa por no haber actuado correctamente ante el golpe de Estado. Consideraban que se podría haber hecho más para defender al gobierno de Evo. A lo largo de la tarde, por medio del debate se intentó aunar las posiciones que estaban enfrentadas. En cierta medida se lo logró, aunque el cierre de este encuentro estuvo a cargo de Juan Carlos Huarachi, el secretario general de la Central Obrera Boliviana (COB). Sí, esa misma que el día del golpe, con la Policía sublevándose en todo el país y con el Ejército lustrando sus botas, se sumó a los golpistas para pedir la renuncia de Evo. Huarachi pidió disculpas por lo que consideró “un error”, pero con ello no logró disminuir la silbatina y la rechifla generalizada.

Sin la presencia de Evo, que estaba en cada detalle del partido, quedó al descubierto una militancia decidida a representarse a sí misma.


Desde abajo

En 2009, fracasó el intento de golpe de Estado cívico prefectural urdido por las autoridades de la Media Luna, como se llamaba a esa mitad del país confabulada. En ese momento, los militares apoyaron a Morales, lo cual determinó su victoria. Pero una vez derrotados sus enemigos, Evo se encontró con un gran territorio, como los departamentos de Santa Cruz, Beni y Pando, donde el MAS aún no tenía llegada. Por ello, Morales optó por realizar alianzas con políticos de derecha, que permitirían al oficialismo asentarse en las Tierras Bajas.

En las organizaciones campesinas sienten que fueron relegados de la administración pública cuando Evo empezó a darle prioridad a “los invitados”, como le decía a esos políticos de derecha que fueron poblando el MAS.

Ayer, en el Coliseo, una dirigenta de la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia “Bartolina Sisa” (CNMCIOB “BS”) tomó el micrófono para pedir “no aceptar más a los invitados. Porque ellos lo han traicionado al hermano Evo. Y en las reuniones nos han discriminado”.  

Para las elecciones de 2014, en varias partes de Bolivia las bases habían elegido a sus candidatos para diversos cargos. Pero en muchos casos, Morales terminó designando a otras personas, que no agradaban a las poblaciones locales. Muchas organizaciones obedecieron el mandato presidencial. Pero otras fueron con sus propios candidatos a sumarse a partidos de la oposición.

Para que no se repita este error, una dirigenta campesina de Pando reflexionó que “las bases deben elegir a los candidatos. Ya no podemos dejarnos imponer candidatos desde arriba”. Ella aseguró que si la elección de candidatas y candidatos respeta al clamor de las bases, “vamos a tener una victoria contundente. Esa va a ser nuestra forma de honrar a nuestros muertos”.

Si logra rearmarse, el MAS tiene grandes posibilidades en las próximas elecciones. El dúo golpista de Camacho y Marco Pumari se rompió, porque los dos quieren ser candidato a Presidente. Pero el exlíder cívico cruceño no tiene proyección nacional. Su ámbito de influencia se limita, por ahora, a su tierra natal. Lo mismo le pasa a Pumari, quien difícilmente consiga un voto fuera de Potosí. Con la fragmentación que quedó en el campo político de derecha extrema luego del golpe, los únicos que pueden aspirar a captar al 30 por ciento del electorado son el excandidato Carlos Mesa y el MAS.

Resoluciones

Luego de horas de debate, en el Coliseo fue leído un documento que fue aprobado por aclamación, en el cual califican al gobierno interino de Áñez como una “dictadura fascista racista”.

Convocaron a “mantener la unidad granítica de todos los movimientos sociales, militantes y simpatizantes de las organizaciones sociales, para organizar la victoria del pueblo boliviano en las elecciones de 2020. Para eso, se designa al compañero hermano Evo Morales Ayma como jefe nacional de la campaña del MAS-IPSP (Instrumento Político para la Soberanía de los Pueblos)”.

Asimismo, exigieron a la Asamblea Legislativa Plurinacional “instaurar el juicio de responsabilidades contra Jeanine Áñez Chávez, Presidenta autoproclamada, por la comisión de delitos de lesa humanidad”. En este sentido, indicaron que también deben presentarse a declarar los ministros que nombró Áñez, así como las cúpulas de la Policía y las Fuerzas Armadas.

Por su parte, las organizaciones sociales presentes se comprometieron a bajar a sus comunidades para compartir los avances y determinaciones dirigidas a reconstruir al MAS.

Para cerrar el encuentro, la concurrencia gritó varias veces: “Patria o muerte/ Venceremos”, frase que ya no repiten más los policías y militares, por orden de Áñez.

Terminada esta comunión, las diez mil personas que llenaban el Coliseo salieron a la intemperie, donde aún los esperaba dando vueltas un helicóptero del Ejército. Detuvieron su descenso por la colina de La Coronilla para alzar sus puños al cielo y gritarle al aparato: “¡Fuera!”. Este “fuera” -que iba acompañado de una serie de improperios que es mejor no repetir- condensaba la rabia contenida de un pueblo que, si sigue unido, “jamás será vencido”, como cantaban bajando y con sus wiphalas al viento.

Portada

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

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La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.

Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.

Fotos: Juan Valeiro.

Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos. 

“Pan y circo”, dice. 

Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro. 

Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.

Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.

Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.

Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

El poco pan

La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:

“Si no hay aumento, 

consiganló, 

del 3% 

que Karina se robó”. 

Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”. 

Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”. 

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

El mucho circo

Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes. 

Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena. 

“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial. 

Silencio. 

“¿Me pueden decir sí o no?”. 

Silencio.  

Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.

Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”

“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.

La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

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Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival. 

Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:

  • “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
  • “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
  • El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.

El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.

Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

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Artes

Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

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La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.

Por María del Carmen Varela.

«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).

En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.

El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.

Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.

“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.

Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro
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Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

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A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.

Por María del Carmen Varela

Fotos Lina Etchesuri para lavaca

Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.

Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.

Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.

Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.

El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.

Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.

Continuará.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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