Actualidad
Ministerio del libro en la Feria: presentación, renuncias, despidos y propuestas para el sector editorial independiente

De pronto confluyeron Las fuerzas del libro, el vocero Manuel Adormir, ministros y secretarios renunciantes o reemplazados por la inteligencia artificial (con el riesgo de que la ironía se transforme en realidad). La iniciativa de un Ministerio del Libro, formal y oficialmente desmentida en su momento por el propio Javier Milei, fue presentada en la Feria del Libro, impulsada por grupos que reúnen a 18 editoriales independientes. Una performance que incluyó sellos muy ministeriales, y el trasfondo de un sector que revela que se está vendiendo por lo menos 30% menos que hace un año.
En el marco de la 48° Feria del Libro, en el Pabellón Verde, donde se ubica el stand que comparten dos grupos integrados por distintas editoriales –Todo libro es político y Typeo– dos chicas de la Oficina de Sellos, con guardapolvos celestes, piden organizar la fila para proceder a estampar el sello del Ministerio del Libro en los ejemplares que el público haya adquirido en la Feria. Los sellos tienen el logo del flamante Ministerio del Libro.

Funcionarias del ministerio.
Otro interroga: “¿Cuánto vale un libro?”.
Y otro “Las fuerzas del libro”.
Sello en mano invitan: “Pasen a validar sus libros”. Una coqueta señora vestida de negro aclara: “Yo vengo de otro stand, soy autora”. Un chico pregunta: “¿Qué pasa si valido varios libros, tengo algún premio?”.

El vocero Manuel Adormir. Fin.
En el segundo día de la Feria, Matías Reck, responsable de la Editorial Milena Cacerola y funcionario del flamante Ministerio del Libro dio inicio a la presentación de este naciente ministerio que llegó para quedarse y velar por el sostenimiento del sector editorial. “Iba a haber una conferencia de prensa, no vino la prensa. Todo esto es para las cámaras, no es para nosotres que somos veinte”, dijo Reck con look descontracturado de saco y zapatillas. Luego cedió la palabra al vocero Manuel Adormir, quien tomó el micrófono y se lamentó: “Quiero pedir disculpas por el estado de mi corbata. Vengo de una exposición del señor Presidente y me desperté recién”, señalando su corbata rosa visiblemente arrugada. Luego realizó algunos anuncios, los primeros de este ministerio:

- Matías Reck, editor, funcionario entrante y saliente.
- La modificación de la ley de trabajo para fomentar la libre circulación de libros, que establece que las empresas deberán contar con bibliotecas. Se incluye la hora de lectura para cada trabajador durante la jornada laboral.
- Aceptar propuestas a la casilla de mail [email protected].
- La creación de gimnasios de escritura y lectura guiados por el principio de cooperación y no de competencia.
Acto seguido se dio lugar a las preguntas de la prensa –que sí estaba presente– y del público que a medida que transcurría la presentación, se iba sumando a la escucha. Diego Skliar, periodista, poeta y Secretario de Comunicación del ministerio preguntó acerca de los rumores que indicaban que para la finalización de la presentación del ministerio, ya sería reducido a secretaría. Sin dar precisiones, tal como es su costumbre, el vocero eludió la pregunta. “¿Listo, chicos? Fin. Nos vemos”, saludó y se retiró del escritorio donde posaban unas bananas, la banderita del país donde provienen –Ecuador– y la leyenda #Platano Hay.

Sellos de goma, frente a una realidad que no está sellada.
Prestar libros
Reck avisó que “el compañero JM no llegó, parece que no va a venir, arrugó, como dicen en el barrio”. La jura de la viceministra Ángeles Morán, de La Libre fue dedicada a la la promoción de la cultura y para que los libros sean accesibles para todo el mundo. Terminó al grito de: “¡Vivan los libros, carajo!”. Después de las juras de distintxs funcionarixs, Skliar volvió a tomar la palabra y se sinceró: “Es muy importante saber que se está vendiendo realmente poco, y que por ese motivo hemos armado toda esta gran máscara, este caballo de Troya y venimos acá a proponer una política clara: a partir de este momento los libros prestados no deberán ser reclamados. Si prestan un libro no lo reclamen porque esto es una política pública”.

El stand en la Feria
El colectivo Todo libro es político está integrado por las editoriales Milena Caserola, Hekht, La Cebra, Ediciones Documenta, Lom, Tinta Limón, Tren en movimiento y Traficantes de sueños. Typeo está constituida por Astier, Cúlmine, Del Signo, El Colectivo, Hasta Trilce, La Libre, Muchas Nueces, Rara Avis, Ripio y Ubu. Ambas agrupaciones se dedican a la actividad editorial independiente. El sector está en crisis, no es el único, y como informara el presidente de la Feria del Libro Alejandro Vaccaro, durante el primer trimestre del año, las ventas de libros cayeron en un 30%. Los responsables de algunos stands se muestran preocupados. En la noche del viernes hay un poco más de gente que el jueves, pero no tanta como en años anteriores. “Recién empieza, esperamos que esto mejore. Lo necesitamos”, confían. Vaccaro llamó a participar de un acto de desagravio por la TV pública y el intento de cierre de Telam hoy sábado 27 de abril ya que a partir de las 20 la entrada es libre y gratuita.
El vocero y Miley (Cyrus)
Al rato, el vocero Adormir reapareció para hablar ante las cámaras de C5N. El cronista televisivo hizo mención a la falta de un stand oficial y preguntó qué representa. “La libertad que estábamos pidiendo después de décadas de populismo y politiquería barata”. Consultado sobre la presencia del presidente Milei en la Feria, Adormir contestó: “Futurología no hacemos, que venga o no venga corre por cuenta de él”, para dar por concluidas las preguntas, anunció que a las 20.30 llegaría la Ministra del Libro, pero Reck se acercó al micrófono para consultar: “Bueno, yo hasta recién era funcionario, ahora soy periodista, por falta de laburo. Quiero preguntar si el ministerio se irá moviendo por los distintos stands para ver si puede contrarrestar la baja de ventas”. A lo que Adormir respondió: “No me compete. Es buena tu pregunta pero no voy a responder eso”.

A dejar propuestas: cómo evitar el fin de la cultura.
Un sector del stand está dedicado a las propuestas que las personas que pasan por allí pueden escribir en papelitos de colores y pegar:
- Precios más accesibles y mejores ofertas. Y que viva la educación pública
- Que se vaya Miley. (Alguien agregó: Escribí bien, Miley Cyrus)
- Educación, si no ya no va a haber gente que pueda leer y eso es el fin de la cultura
- Promover la donación de libros nuevos, que toquen temas actuales e interesantes para los chicos de las escuelas públicas carenciadas
Finalmente arribó la tan esperada Ministra del Libro, la periodista y conductora Ivana Szerman, quien fue ruidosamente aplaudida. “Estoy claramente subcalificada para el puesto, por eso lo acepté inmediatamente, para no desentonar con la gestión, y básicamente, como en una asunción que se precie, vamos a desarrollar el paquete de medidas que se van a implementar:
- Durante este mandato no se editarán libros con interlineado menor a 1,5 pero se prohibe el tamaño de la letra 20 en adelante.
- Se fijará un precio diferencial para el papel para pequeñas editoriales.
- Para garantizar la reactivación de la industria editorial, golpeada en el corriente año, se enetregará un subsidio del 40% a excepción de los libros de Luis Majul que tendrán un recargo del 40%.
- Subrayados con lapicera, ¡afuera!
- Con el programa Adopte un librero se intentará llevar previsibilidad a las familias para que estén asesoradas.
- Devolver a los millenials a la lectura con la reedición de la colección Elige tu propia aventura.
- Se traslada la capital del libro a Viedma.
Al término de la exposición de la ministra, se dio a conocer que este sería su primer y último día de gestión porque asumiría esta cartera la inteligencia artificial. La ministra con el mandato más corto de la historia del país, fue invitada a retirarse y en su lugar apareció una laptop para reemplazarla. “Te va a llegar un cheque por tus honorarios por Correo Argentino la semana próxima, si es que todavía existe Correo Argentino”, sentenció Reck.

Ivana Szerman, ministra del Libro que asumió ayer, y fue inmediatamente desplazada por la inteligencia artificial.
El Ministerio del Libro arrancó oficialmente sus actividades aunque ya hace días que está trabajando en la puesta a punto de medidas que favorezcan al sector. Lo que no existe, se crea. Lo que urge y no aparece, se inventa. Esta rueda empezó a girar.
Actualidad
Marcha de jubilados: lo que une el espanto

Dos fotoperiodistas detenidas. Seis personas heridas. ¿Cuál es la causa de la tendencia represiva creciente, y en particular contra la prensa? Lo que plantean quienes monitorean la violencia policial, con cifras concretas, a cinco meses del ataque al fotógrafo Pablo Grillo que este miércoles volvió a ser operado. Mientras tanto, en Congreso se volvió a marchar: las divisiones entre diversos grupos, y lo que los une como sector que sigue siendo símbolo de movilización en estos tiempos. ¿Cómo se vive hoy? El combate a la naturalización, datos sobre emperadores, el diálogo trans con un medio oficialista. Vetos, votos y una pregunta: “¿Nos pueden entender?”.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla
“Estamos acá porque le tenemos más miedo al hambre que a la represión”.
Quien habla es Gladys, 63 años, enfermera jubilada del hospital Rawson. Lo dice pasadas las 3 de la tarde, ni bien había arrancado la concentración de jubiladas y jubilados para exigir el “no al veto” del gobierno de Javier Milei a la módica suba de los haberes que en realidad no es una suba sino devolver ese 7,2% arrebatado con el shock inflacionario que generó al asumir.
En Congreso, dos horas después, pasará lo de siempre y lo que nunca podrá naturalizarse: la represión policial, en este caso acompañada de dos detenciones arbitrarias por parte de la Policía de la Ciudad, en la esquina de Rodríguez Peña y Bartolomé: Camila Luciana Rey, fotógrafa y Yazmín Orellano, ambas de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) fueron capturadas al voleo.


Camila Luciana Rey y Yazmín Orellano. El momento de la detención «al voleo» en Congreso, y la imagen de la policía llevándolas en la comisaría. Fueron liberadas después de las 22 horas.
El puñado de fotógrafos y periodistas que presenciaron el hecho afirmaron: “Las cazaron”. Minutos después, la fuerza de seguridad porteña se las llevó en una camioneta a Combate de los Pozos 155. Luego fueron trasladadas a la comisaría de Tacuarí e Independencia. Las acusan de “lesiones”, “atentado y resistencia a la autoridad”. Después de las 22 ambas fueron liberadas.
La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) contabilizó seis personas heridas en dos eventos represivos de la tarde. La tendencia: hasta fines de junio, la CPM había registrado en seis meses 130 detenciones arbitrarias contra 93 del 2024. En el mismo período, las personas heridas también superaron a todas las del año pasado: 1.251. Entre ellas hubo 179 trabajadoras y trabajadores de prensa. El informe completo puede leerse aquí: https://www.comisionporlamemoria.org/project/informe-especial-represion-de-las-fuerzas-de-seguridad-a-las-manifestaciones-publicas/
Rodrigo Pomares, del Centro Provincial de la Memoria, planteó a lavaca: “Hay una preponderancia en la represión hacia los sectores de los medios y fotoperiodistas, y un límite muy concreto al desempeño de los medios de comunicación y en algunos casos de quienes cubrimos las manifestaciones con el objetivo del monitoreo”.
Para Pomares “La motivación más evidente es que quieren evitar el registro de las represiones y que se puedan reconstruir luego las secuencias de la represión como ocurrió en el caso de Pablo Grillo y tantos otros. El registro de la prensa y de quienes estábamos monitoreando permitió reconstruir lo que pasó, y aportar esos datos a la justicia. Eso es lo que parece evidente que quieren evitar”.

Otra operación a Pablo Grillo
Este martes se cumplieron cinco meses del miércoles 12 de marzo, cuando durante otra represión a la marcha de jubilados, el gendarme Héctor Guerrero le disparó de forma totalmente ilegal una granada de gas lacrimógeno al reportero gráfico Pablo Grillo. El impacto dirigido a su cabeza casi lo mata y perdió parte de la masa encefálica. Este miércoles a la mañana, Pablo fue operado con éxito una vez más: esta vez, le colocaron una prótesis en la cabeza (dos placas en ambos hemisferios). “La operación duró tres horas y salió bien, ahora hay que esperar la evolución”, dijo Fabián, su papá. El gendarme Guerrero, autor material de ese disparo, recién será indagado el próximo 2 de septiembre.
Dice Ana María, 72 años, durante la marcha: “Se está normalizando lo que jamás se debe hacer normal. Hoy prendés la tele y escuchás: ‘Otro miércoles más que les pegan a los viejos’. Todo al revés. No se puede naturalizar que se le pegue a nadie”.

Divisiones y reflexiones
El modus operandi de las Fuerzas de Seguridad genera efectos colaterales. A la represión concreta, literal, manifiesta, visible –granadas, gases, camiones hidrantes, palazos– se le suma la silenciosa, la invisible, la que divide para reinar: las fragmentaciones que se generan –o potencian– internamente entre las múltiples organizaciones de jubilados.
Hoy, mientras Jubilados Insurgentes terminaba de marchar alrededor del Congreso y doblaba en Rodríguez Peña, parte de las Mesa de Organizaciones caminaba por Hipólito Yrigoyen, mientras que otro grupo permanecía parado frente al Congreso.
Mario es un jubilado que todos los miércoles da el presente. «Más allá de las divisiones hay que tener plena conciencia de que el enemigo es uno solo: el gobierno, y el plan criminal que está aplicando. Hay que pensar mucho más en la unidad porque con ella vamos a poder conseguir disminuir la intensidad del ajuste».

Betty, 65 años, es enfermera jubilada del hospital Penna. Habla sobre la fragmentación notoria: “Vengo acá para sumar un granito de mostaza para conquistar nuestros derechos como jubilados, más allá de las organizaciones a la que cada uno represente. Yo soy autoconvocada y vengo por lo mal que la estoy pasando. Tenemos que defendernos con nuestras tristezas y con nuestras experiencias, que valen un montón”.
¿Cómo se vive en estos días? “Con los 350 mil pesos que cobro no llego a comer todos los días. Espero que este gobierno se vaya pronto y no lo digo porque sí: estoy viviendo mal, estamos viviendo mal, ¿me pueden entender? ¿nos pueden entender?”.
Un poco más allá estaba Vic, trans que había llegado desde Parque Patricios. “Vine a apoyar la lucha de los jubilados porque es una lucha contra el odio la que nos une”. Se acercó un periodista de La Nación + preguntándole si es jubilada.
Vic fue notablemente ilustrativa en su respuesta: “No. Soy odiada y hambreada y solidaria como ellos”.

Lo que no cambia
Gladys y Betty, las enfermeras jubiladas, vienen cada miércoles porque las une la bronca a esta gestión nacional. Como a tantos otros, y como decía Jorge Luis Borges, no los une el amor sino el espanto.
Hay otro punto de unión: la injusticia que están viviendo. Gladys: “Si no venimos, si no nos hacemos escuchar, van a creer que está todo bien, que estamos conformes, y no es así. Tenemos haberes miserables, mientras los legisladores cobran 9 millones, es una vergüenza”. Y subraya: “Esta vida es una vergüenza, parece como si quieran matarnos”.

Jubilada y un arma novedosa: pompas de jabón.
Betty la interrumpe: “Es que sí, nos quieren matar. Milei es un déspota, un criminal, que se complace en sacarnos a los pobres lo poco que tenemos”. Se hace una pregunta: “¿Cómo se explica, si no, que pretenda que vivamos con 350 mil pesos? Seguro que para mantener a esos perros grandes que tiene gasta mucho más que eso. Es un atorrante”.
Más allá de la represión policial (primero las fuerzas federales y desde hace tres miércoles la Policía de la Ciudad) y las divisiones de las organizaciones de jubiladas y jubilados, hay algo que no cambia: la convocatoria permanente cada miércoles a las 15 frente al Congreso de la Nación, potenciada desde hace diez días cuando Javier Milei vetó el aumento de 7.2% de las jubilaciones y el retorno de la moratoria previsional. Al ratificarse el veto, el aumento de agosto para las y los jubilados fue del 1,62%, por lo que la jubilación mínima sigue desplomada, en $ 314.243,51.

Manuel, 75 años, cuenta por qué sigue viniendo: “El objetivo común es ponerle un freno a Milei, que está haciendo padecer a la Argentina. Debe entender que es el Presidente, no un emperador como pretende ser, que no acata las leyes ni las instituciones”.
¿Cómo se lo frena? “Como creo que en la democracia, el parate a Milei debe hacerse en las urnas y para eso hay que hablar con cada persona, crear conciencia, seguir desmintiendo todas las barbaridades que dice. Por eso también estamos hoy acá y seguiremos estando”.
Manuel lleva un cartel que dice: “Milei vetó, nosotros votemos”. Y lo firma “un viejo meado”.
Cierra, hasta el próximo miércoles: “No nos quedemos en casa, es la única manera de cambiar esto”.

Actualidad
Carne

Por Claudia Acuña.
Son las siete y cuarto de la tarde y en la sucursal del supermercado Coto de la calle Castro Barros, barrio de Almagro, hay cuatro mujeres haciendo fila en la sección carnicería. La primera es una anciana que tiene en las manos apretado el monedero y la mirada atenta en el corte de la carne que pretende: ojo de bife. Le pide al muchacho que tiene el cuchillo expectante en el trozo que le saque toda la grasa que pueda para que pese menos. El muchacho lo hace con esmero. La mujer le pide luego que lo corte lo más finito que pueda. El muchacho lo hace con precisión milimétrica. “Doscientos gramos”, le anuncia y la mujer agradece. Dirá luego, sonriendo, que quiere darse ese “gustito” porque hace tiempo –no dice cuánto, pero suena a demasiado– que no come carne. El muchacho le entrega la bolsa sin mirarla a los ojos: fija la vista en la siguiente mujer, más joven, que está acompañada por su hija, que no supera el metro de altura y parece estar cantando para sí misma Ojalá, el tema de María Becerra.
“Oja-ojalá-lá
que te vuelva el karma
Eras un muñeco
porque no tenías alma….”
La mujer pide dos churrascos de paleta. Otra vez: cortados finitos.
El muchacho vuelve a esmerarse y luego, los pesa.
Teclea en la calculadora de la balanza. La mujer está expectante de los números digitales y cuando asoma el resultado ordena:
“Deja solo uno”.
La balanza vuelve a dictar la cotización.
La mujer señala entonces con esperanza un fragmento que quedó en la tabla.
“Probá con ese que parece más chico”, pide.
El muchacho prueba.
La balanza dictamina el mismo precio que con los otros dos.
“Dejá uno solo”, repetirá la mujer casi sin voz.
Cuando el muchacho le entrega la bolsita, agrega:
“Perdón”.
La tercera mujer pregunta si hay huesos para caldo.
El muchacho responde que ya se los llevaron todos.
La mujer se va.
La cuarta soy yo, que estoy sin palabras.
El silencio obliga la mirada del muchacho directo a los ojos.
“Así, todo el día”, dirá.
¿Hace falta decir algo más?
(Imagen, diario Tiempo Argentino)
Actualidad
San Cayetano: 15 kilómetros de realidad

Desempleo, estampitas, falta de comida, espigas, chicha (nueva droga que invade los barrios, gracias a la crisis), vetos, bendiciones y maldiciones, goleadas, votos, malos pensamientos, arrepentidos, desquicios, la forma actual de la corrupción, la inseguridad, los zombies. Los temas que no aparecen en la política, resurgen con San Cayetano, que volvió a reunir a la gente para pedir y agradecer trabajo entre otras cosas, para tener paz y para marchar a lo largo de 15 kilómetros hasta Plaza de Mayo. Conversaciones en ese trayecto que atraviesa varias avenidas del presente.
Por Lucas Pedulla
Fotos: Juan Valeiro
Marcela, 52 años, vende espigas a 1.000 pesos en la estación de Liniers. Llegó de Lanús a las nueve de la noche del miércoles para vender en las inmediaciones de la iglesia de San Cayetano, patrono del pan y del trabajo, en su versión 2025. Lo primero que percibió fue la cantidad de personas que iban a pedir comida. «Un montón, el año pasado traían sus viandas», compara.
No le sorprende: ella está más ajustada, el alquiler sube y las matemáticas para alimentar tres hijos necesitan otras audacias. No habla de cifras, solo dice que «cuesta más».
¿Y el gobierno? Revolea los ojos: «Soy de derecha, pero no lo voté».
¿A quién votó? «A Bullrich. Después no voté porque no me convencían ni Massa ni Milei. Por eso ahora tampoco voy a ir a votar». Bullrich está en el gobierno y como ministra de Seguridad es la que reprime todas las semanas a jubiladas y jubilados. Marcela levanta los brazos: «Estoy en contra de que hagan eso, como también de las barbaridades que está haciendo con los vetos».
Marcela ofrece espigas a quienes pasan, y vaticina las próximas elecciones: «Para mí le va a ir mal. Está desquiciado».

De los gases a las espigas, la alegoría de Marcela refleja también algo de esta Argentina, un día después de la dura goleada sufrida por el gobierno en la Cámara de Diputados (12 a 0 entre leyes votadas y vetos rechazados), en medio de otra cruda represión a jubilados y trabajadores de prensa. Entre ellos, el fotógrafo de la agencia AP Rodrigo Abd, que salió un rato de la clínica a donde lo atienden para ver la marcha que hoy no pudo cubrir: le están haciendo estudios por una inflamación en la parte media de su oído derecho por el impacto del chorro del camión hidrante que recibió ayer en la Plaza de los Dos Congresos. Fue uno de los atacados por la policía de un gobierno que publica en las redes propias y de sus asalariados: “No odiamos lo suficiente al periodismo”.

Pensamientos y bendiciones
Sobre la calle Cuzco, entre puestos de estampitas y velas con promos de dos por 1.000, siguen las filas para que los curas bendigan espigas, estampas y velas. Ema, 65 años, y Marcelín, de 68, son una pareja de jubilados que cobran la mínima y también se vinieron de zona sur, de Glew. Marcelín dice que la cosa está brava: «Uno viene a agradecer por todo lo que San Cayetano nos ha dado hasta ahora. La situación está bastante comprometida: todo lo que es para bien lo vetan enseguida». Por eso, suma Ema, hay que agradecer: «Y pedir por los hijos y los nietos. Está difícil para los jóvenes, no hay expectativa para un chico de 20».
Ema pide si podemos, por favor, no hablar de política. «Uno viene para tener paz y transmitirle paz al otro. Si todo el tiempo estamos con malos pensamientos…», dice pero no termina la frase porque la fila avanza y el cura está ahí y ella va rumbo a la bendición: «Nos vemos».

La agenda invisible
Desde allí se prepara para salir la novena movilización que los movimientos sociales nucleados en la UTEP organizan en el día de San Cayetano. También adhirieron y convocaron gremios, sobre todo de las dos CTA, que caminaron unidas. La marcha cruza toda la ciudad por una de sus arterias principales, Avenida Rivadavia, que conecta el territorio porteño con un oeste infinito. Liniers, casa de la iglesia, oficia de punto neurálgico donde también llegan vecinas y vecinos de todo el conurbano.
La distancia total a Plaza de Mayo es de 15 kilómetros. Hubo una posta en Flores, frente a la Basílica donde comenzó su carrera Jorge Bergoglio. Lo recordaron con un audio suyo, ya como Papa Francisco, donde habla de cuidar el medio ambiente y luchar por paz, pan, tierra, techo y trabajo. Es el primer San Cayetano sin Francisco como actor espiritual y político.

La marcha arrancó a las 9 de la mañana, llegó a Casa Rosada cerca de las 14, y tuvo en Congreso la sumatoria de columnas nutridas que cruzaron la 9 de Julio en dirección a Plaza de Mayo, a donde llegaron, como llegan hace nueve marchas, con una agenda de temas tan profundos que no entran en los debates políticos: comedores, trabajadoras de cuidado, jóvenes en proceso de recuperación de adicciones, recorte de alimentos, falta de acceso a la tierra, y parálisis de la obra pública de integración socio-urbana que lo único que permite es el avance de la narcoestructura territorial.

Cuando te comen la cabeza
Mauricio, 27 años, es uno de los que puede jactarse de caminarse todo. Milita en la JP Evita. Vino del barrio Victoria, en Moreno, la última estación del tren Sarmiento. «Laburo para pibes desde 18 años y la cosa está fea. La última vez salimos a repartir 320 porciones de comida. En un día. Es un montón. Y vemos que mucha gente del barrio que antes no venía, ahora llega. Impresiona: cada vez se suman más».
Otra cuestión es el consumo problemático: «Está a full, y sube cada día. Intentamos hablar con los jóvenes para que no caigan, pero es una problemática que crece. Peleamos para frenarla. Pero al pibe le comen la cabeza. El transa de la esquina les dice: ‘Vendé acá y te doy plata». Y los pibes, lamentablemente, con eso los compran. Pero no les dan nada».
Para Mauricio, el hambre y el consumo son dos temas ausentes del actual debate político. ¿Cómo buscar de nuevo a esos pibes? “Siempre les hablo para enamorarlos de la política. Le digo: ‘En la política está todo’. Hay desencanto, sí, pero por cómo está el país entienden que tienen el poder para cambiarlo. Hasta con un voto”.

La estrategia electoral de Arturo
Por Rivadavia también marcharon jubilados que todos los miércoles están en Congreso. Uno de ellos es Arturo, vecino de Almagro, que tiene una de las mejores estrategias de comunicación alguna vez creadas: con una sartén ya rota por los golpes que le propina con un utensillo de metal, se mete en cuanto comercio o local ve abierto. Y grita, por cuadras: “Fuera Milei, estafador. ¡Gobernás para los ricos!”. Se asoma a kioscos, verdulerías, cafeterías y aprovecha los momentos que las puertas de algún COTO o banco se abren: “Fuera Milei, ¡fuera!”. Hasta algunos policías ya sonríen. El cálculo de Arturo: “Hoy conseguí 1.000 votos”.
Arriba de un tractor cruza la 9 de Julio el padre Toto, de la parroquia Virgen de Caacupé, de la Villa 21: “Esta marcha es donde tengo que estar”. Una entrevista con Toto y su trabajo en el barrio sobre la cuestión de consumo se publicará en la próxima edición de MU.

La chicha y los zombies
Samantha, 30 años, es de la Corriente Clasista y Combativa (CCC) de Rafael Castillo, en La Matanza. En el comedor dan de comer a 30 personas por día y cada vez son más. “Los maridos se quedan sin trabajo y no les alcanza para pagar las cuentas. Dejan de pagar las tarjetas de crédito. Los chicos sólo comen gracias a los comedores de los colegios”.
Cuenta que entró una droga nueva al barrio, a la que llaman “chicha” y definen como peor que el paco: “La consumen muchos jóvenes, pibes de 14 o 15 años. Los deja como zombies. A veces ni te reconocen. Chicos que iban al colegio y de pronto dejan”. Al debate político también le falta una discusión seria sobre seguridad, explica Samantha: “Es un tema llevar a mi nene a las 6.30 a la escuela. No voy con el celular porque no sabés lo que puede pasar”.
Para las elecciones que vienen, La Libertad Avanza propuso como candidato de la Tercera Sección Electoral, donde predomina La Matanza, al excomisario Maximiliano Bondarenko. Samantha abre los ojos: “Pero eso es más corrupción. Necesitamos un debate en serio”. Piensa que hay condiciones: “Muchos vecinos se han arrepentido de haberlo votado a Milei. Creyeron, pero te dicen: ‘Me equivoqué’. Algunos tenían un almacén, o capaz que otro negocio, y lo tuvieron que cerrar”.

Potenciar narco
Vanesa, 33 años, vino de Melchor Romero, en La Plata, y lleva una pechera del Partido Comunista Revolucionario (PCR). «Soy comunista y banco al Papa», se presenta. «Es el primero que habló de techo, tierra y trabajo».
¿Cómo está el barrio?: «Se la está pasando malísimo: desde que asumió Milei, a los comedores no van más alimentos. La mayoría de la gente no llega a fin de mes. El Potenciar Trabajo está congelado en 78.000 pesos y no se mueve. ¿Cómo hacés? A nuestro comedor vienen más de 100 personas por día. Las compañeras sacan de su casa para la olla porque no alcanza. Los barrios se organizan: unos dan merienda, otros dan cena, pero a fin de mes es tremendo, con jubilados, desempleados. Hoy ves gente revolviendo basura en cada cuadra».
De nuevo, el hambre como tema. Y el narco consumo: «Creció horrores. El narcomenudeo arrasa. Pibes que dejan el colegio para ser ‘soldaditos’ de los transas. Les ofrecen plata fácil, pero los hacen mierda. Desde que asumió Milei, todo está peor: ves nenes de 8 o 9 años consumiendo paco».
A este combo le agrega que llegó la factura de luz de 200.000 pesos. Y 36.000 a otro comedor. «Las garrafas de gas están a 15.000 cada una. No duran nada. Muchos cocinamos con leña para estirar».
¿Cómo salir de esto? Vanesa sigue marchando y tiene una hipótesis: «Uniéndonos y saliendo a la calle. Milei vino a sacarnos nuestros derechos. La única forma es resistir organizados» dice rodeada de gente, de espigas y tal vez de preguntas.

- Revista MuHace 3 semanas
Mu 205: Hay futuro
- CABAHace 3 semanas
Villa Lugano: una movilización en contra del “Máster Plan”
- #NiUnaMásHace 2 semanas
Femicidios en julio: la noticia es el horror
- ActualidadHace 2 semanas
Mendoza movilizada: sábado de caravanazo contra la minera San Jorge
- ActualidadHace 3 semanas
Mapuches en Neuquén: 10.000 personas movilizadas contra la represión y en apoyo a las comunidades originarias