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Ministerio del libro en la Feria: presentación, renuncias, despidos y propuestas para el sector editorial independiente

De pronto confluyeron Las fuerzas del libro, el vocero Manuel Adormir, ministros y secretarios renunciantes o reemplazados por la inteligencia artificial (con el riesgo de que la ironía se transforme en realidad). La iniciativa de un Ministerio del Libro, formal y oficialmente desmentida en su momento por el propio Javier Milei, fue presentada en la Feria del Libro, impulsada por grupos que reúnen a 18 editoriales independientes. Una performance que incluyó sellos muy ministeriales, y el trasfondo de un sector que revela que se está vendiendo por lo menos 30% menos que hace un año.
En el marco de la 48° Feria del Libro, en el Pabellón Verde, donde se ubica el stand que comparten dos grupos integrados por distintas editoriales –Todo libro es político y Typeo– dos chicas de la Oficina de Sellos, con guardapolvos celestes, piden organizar la fila para proceder a estampar el sello del Ministerio del Libro en los ejemplares que el público haya adquirido en la Feria. Los sellos tienen el logo del flamante Ministerio del Libro.

Funcionarias del ministerio.
Otro interroga: “¿Cuánto vale un libro?”.
Y otro “Las fuerzas del libro”.
Sello en mano invitan: “Pasen a validar sus libros”. Una coqueta señora vestida de negro aclara: “Yo vengo de otro stand, soy autora”. Un chico pregunta: “¿Qué pasa si valido varios libros, tengo algún premio?”.

El vocero Manuel Adormir. Fin.
En el segundo día de la Feria, Matías Reck, responsable de la Editorial Milena Cacerola y funcionario del flamante Ministerio del Libro dio inicio a la presentación de este naciente ministerio que llegó para quedarse y velar por el sostenimiento del sector editorial. “Iba a haber una conferencia de prensa, no vino la prensa. Todo esto es para las cámaras, no es para nosotres que somos veinte”, dijo Reck con look descontracturado de saco y zapatillas. Luego cedió la palabra al vocero Manuel Adormir, quien tomó el micrófono y se lamentó: “Quiero pedir disculpas por el estado de mi corbata. Vengo de una exposición del señor Presidente y me desperté recién”, señalando su corbata rosa visiblemente arrugada. Luego realizó algunos anuncios, los primeros de este ministerio:

- Matías Reck, editor, funcionario entrante y saliente.
- La modificación de la ley de trabajo para fomentar la libre circulación de libros, que establece que las empresas deberán contar con bibliotecas. Se incluye la hora de lectura para cada trabajador durante la jornada laboral.
- Aceptar propuestas a la casilla de mail ministeriodellibro@gmail.com.
- La creación de gimnasios de escritura y lectura guiados por el principio de cooperación y no de competencia.
Acto seguido se dio lugar a las preguntas de la prensa –que sí estaba presente– y del público que a medida que transcurría la presentación, se iba sumando a la escucha. Diego Skliar, periodista, poeta y Secretario de Comunicación del ministerio preguntó acerca de los rumores que indicaban que para la finalización de la presentación del ministerio, ya sería reducido a secretaría. Sin dar precisiones, tal como es su costumbre, el vocero eludió la pregunta. “¿Listo, chicos? Fin. Nos vemos”, saludó y se retiró del escritorio donde posaban unas bananas, la banderita del país donde provienen –Ecuador– y la leyenda #Platano Hay.

Sellos de goma, frente a una realidad que no está sellada.
Prestar libros
Reck avisó que “el compañero JM no llegó, parece que no va a venir, arrugó, como dicen en el barrio”. La jura de la viceministra Ángeles Morán, de La Libre fue dedicada a la la promoción de la cultura y para que los libros sean accesibles para todo el mundo. Terminó al grito de: “¡Vivan los libros, carajo!”. Después de las juras de distintxs funcionarixs, Skliar volvió a tomar la palabra y se sinceró: “Es muy importante saber que se está vendiendo realmente poco, y que por ese motivo hemos armado toda esta gran máscara, este caballo de Troya y venimos acá a proponer una política clara: a partir de este momento los libros prestados no deberán ser reclamados. Si prestan un libro no lo reclamen porque esto es una política pública”.

El stand en la Feria
El colectivo Todo libro es político está integrado por las editoriales Milena Caserola, Hekht, La Cebra, Ediciones Documenta, Lom, Tinta Limón, Tren en movimiento y Traficantes de sueños. Typeo está constituida por Astier, Cúlmine, Del Signo, El Colectivo, Hasta Trilce, La Libre, Muchas Nueces, Rara Avis, Ripio y Ubu. Ambas agrupaciones se dedican a la actividad editorial independiente. El sector está en crisis, no es el único, y como informara el presidente de la Feria del Libro Alejandro Vaccaro, durante el primer trimestre del año, las ventas de libros cayeron en un 30%. Los responsables de algunos stands se muestran preocupados. En la noche del viernes hay un poco más de gente que el jueves, pero no tanta como en años anteriores. “Recién empieza, esperamos que esto mejore. Lo necesitamos”, confían. Vaccaro llamó a participar de un acto de desagravio por la TV pública y el intento de cierre de Telam hoy sábado 27 de abril ya que a partir de las 20 la entrada es libre y gratuita.
El vocero y Miley (Cyrus)
Al rato, el vocero Adormir reapareció para hablar ante las cámaras de C5N. El cronista televisivo hizo mención a la falta de un stand oficial y preguntó qué representa. “La libertad que estábamos pidiendo después de décadas de populismo y politiquería barata”. Consultado sobre la presencia del presidente Milei en la Feria, Adormir contestó: “Futurología no hacemos, que venga o no venga corre por cuenta de él”, para dar por concluidas las preguntas, anunció que a las 20.30 llegaría la Ministra del Libro, pero Reck se acercó al micrófono para consultar: “Bueno, yo hasta recién era funcionario, ahora soy periodista, por falta de laburo. Quiero preguntar si el ministerio se irá moviendo por los distintos stands para ver si puede contrarrestar la baja de ventas”. A lo que Adormir respondió: “No me compete. Es buena tu pregunta pero no voy a responder eso”.

A dejar propuestas: cómo evitar el fin de la cultura.
Un sector del stand está dedicado a las propuestas que las personas que pasan por allí pueden escribir en papelitos de colores y pegar:
- Precios más accesibles y mejores ofertas. Y que viva la educación pública
- Que se vaya Miley. (Alguien agregó: Escribí bien, Miley Cyrus)
- Educación, si no ya no va a haber gente que pueda leer y eso es el fin de la cultura
- Promover la donación de libros nuevos, que toquen temas actuales e interesantes para los chicos de las escuelas públicas carenciadas
Finalmente arribó la tan esperada Ministra del Libro, la periodista y conductora Ivana Szerman, quien fue ruidosamente aplaudida. “Estoy claramente subcalificada para el puesto, por eso lo acepté inmediatamente, para no desentonar con la gestión, y básicamente, como en una asunción que se precie, vamos a desarrollar el paquete de medidas que se van a implementar:
- Durante este mandato no se editarán libros con interlineado menor a 1,5 pero se prohibe el tamaño de la letra 20 en adelante.
- Se fijará un precio diferencial para el papel para pequeñas editoriales.
- Para garantizar la reactivación de la industria editorial, golpeada en el corriente año, se enetregará un subsidio del 40% a excepción de los libros de Luis Majul que tendrán un recargo del 40%.
- Subrayados con lapicera, ¡afuera!
- Con el programa Adopte un librero se intentará llevar previsibilidad a las familias para que estén asesoradas.
- Devolver a los millenials a la lectura con la reedición de la colección Elige tu propia aventura.
- Se traslada la capital del libro a Viedma.
Al término de la exposición de la ministra, se dio a conocer que este sería su primer y último día de gestión porque asumiría esta cartera la inteligencia artificial. La ministra con el mandato más corto de la historia del país, fue invitada a retirarse y en su lugar apareció una laptop para reemplazarla. “Te va a llegar un cheque por tus honorarios por Correo Argentino la semana próxima, si es que todavía existe Correo Argentino”, sentenció Reck.

Ivana Szerman, ministra del Libro que asumió ayer, y fue inmediatamente desplazada por la inteligencia artificial.
El Ministerio del Libro arrancó oficialmente sus actividades aunque ya hace días que está trabajando en la puesta a punto de medidas que favorezcan al sector. Lo que no existe, se crea. Lo que urge y no aparece, se inventa. Esta rueda empezó a girar.
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La sociedad en movimiento versus el Estado barrabrava

Jubilados e hinchadas generaron una movilización en Congreso que recibió como respuesta un feroz operativo represivo. Al cierre de esta nota el fotógrafo Pablo Griillo (35 años) peleaba por su vida tras ser herido por un ataque policial; había al menos 108 personas detenidas, pero no una lista ni confirmación oficial y en las esquinas de Buenos Aires sonaban las cacerolas mientras vecinas y vecinas marchaban espontáneamente hacia Plaza de Mayo.
La convocatoria de las y los jubilados, con el respaldo de las hinchadas de todo el fútbol argentino, entre otros sectores, tenía hora y lugar: 5 de la tarde en la puerta del Congreso de la Nación. Desde las 14 ya había gente, y a las 16, una masividad suficiente para que las distintas Fuerzas de Seguridad cumplieran la orden de reprimir a mansalva y sin excusa. El objetivo era impedir la concentración de manifestantes para evitar la foto más temida por el gobierno: la de una multitud unida y con camisetas de todos los colores.

Beatriz Blanco, 87 años, golpeada por la policía, cayó golpeando la nuca contra el asfalto. La segunda agresión: ningún efectivo se acercó a ayudarla mientras ella estaba desmayada en el piso.
Los efectivos de la Policía Federal, la Gendarmería Nacional, la Prefectura Naval y la Policía Aeroportuaria no estuvieron hoy en Bahía Blanca ayudando a la comunidad devastada por la inundación, ni vigilando las valijas que ingresan al país con sospechosa carga, sino dedicadas a tirar balas de goma y gases a diestra y siniestra, a activar hidrantes y -con infiltrados- destruir sus propios patrulleros, hasta transformar la calle en un infierno. En tanto, dentro del Congreso Nacional el oficialismo –conformado por la alianza LLA/PRO que permitió a Javier Milei ser Presidente- protagonizó una pelea a las trompadas cuando se disponía a votar las autoridades de la Comisión de Juicio Político. Martín Menem aprovecho el caos para levantar la sesión.
En tanto, durante el resto de la tarde, se detuvo al menos a unas 108 personas –a la hora de cierre de esta nota no hay listado ni cifra oficial de las y los detenidos-, culpándolas de los hechos que las propias fuerzas de seguridad provocaron para justificar lo injustificable: la brutal represión que dejó decenas de heridos. El caso más dramático: el fotógrafo Pablo Grillo. El impacto de una descarga de gas le produjo una herida en la frente, con derrame cerebral y dejó su vida al borde del abismo.

En el mismo momento en que Grillo estaba siendo intervenido de urgencia en el hospital Ramos Mejía, la ministra Patricia Bullrich, responsable del operativo, pronunciaba su nombre en la pantalla del canal La Nación+, presentándolo como un militante kirchnerista detenido. Los periodistas que la escuchaban no corrigieron la (des) información. El conductor, Luis Majul, prefirió expresar su “vergüenza”, pero por el desorden.
Los jubilados y las hinchadas –que los medios oficialistas trataron de presentar como barras bravas- seguían en las calles del Congreso, pese a todo. “Este gobierno hizo lo que pocas cosas logran: unirnos”, dirá un hincha de Huracán al posar para una foto -inédita en la Historia argentina- abrazado a otro con la camiseta de San Lorenzo, y al lado de la de Morón, a otra de Almirante Brown, a otra de Boca, y de River, y de Tigre, y de Ferro, y de Los Andes, y etcétera, etcétera, etcétera.

Pablo Grillo estaba sacando fotos cuando fue víctima de un proyectil de gas policial. Una vida en riesgo, por la violencia institucional contra un comunicador.
Dos horas después de las declaraciones de Bullrich, mientras Grillo seguía peleando por su vida en el quirófano, su papá, Fabián, sintetizaba así a lavaca, la realidad que la prensa oficial deformaba: “Somos una familia de militantes y lo decimos con orgullo porque la militancia no es mala. Y lo digo porque me enteré lo que está declarando esa bazofia de la ministra. Mi hijo es un militante, pero también es fotógrafo y hoy estaba ahí trabajando. Y ahora por culpa de una ministra y un presidente que mandan a matar, la vida de mi hijo está corriendo peligro. Su situación es muy grave, muy grave”, dice entre lágrimas.

La otra imagen inédita es la que registra el video en el momento en el que un policía derriba a la jubilada Beatriz Blanco, de 87 años, con un golpe artero, que produce un estremecedor estruendo: es la cabeza con canas golpeando en la vereda, mientras el policía se esconde detrás de otros uniformados.
Hay más: cuando la protesta se trasladó a Plaza de Mayo las fuerzas de seguridad reavivó su show represivo, que esta vez incluyó el registro en video de cómo plantaban un arma en el pasto y, algo quizá peor: chorros saliendo de la Casa Rosada, aunque eran de agua.
La cacería siguió por el Obelisco e incluyó la fugaz detención del Padre Paco Oliveira –ataviado con una camiseta de Boca y referente de Curas en Opción por los pobres- quien fue rápidamente liberado al ser reconocido por un comisario: “Soltalo que es cura”, dijo. Eligieron entonces encarcelar al monaguillo que lo acompañaba.

Carlos, el jubilado que impulsó la llegada de hinchas de Chacarita y luego del resto de los equipos.

River y Boca, esta vez unidos (y unidas).
A las diez de la noche, en Diagonal Norte una veintena de personas esposadas y tiradas en el piso esperaba que su destino se definiera de acuerdo al resultado de una disputa abierta entre el intendente Macri, Jorge –a cargo de la Policía de la Ciudad- y Bullrich, Patricia, con las fuerza federales a sus órdenes. En tanto, en varias esquinas porteñas comenzaba a escucharse la característica música del descontento: la de las cacerolas vacías. Y su clásica consecuencia: la marcha espontánea de vecinas y vecinos hacia Plaza de Mayo.
Al momento de escribir esta nota hay mucha información todavía por definirse y al menos una vida en juego, pero tal como lo define Carlos, el jubilado que logró convocar a las hinchadas, lo único certero es que esta historia continuará.

El Estado desparramando personas en el piso, para que no se manifiesten.



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Diez cuadras de feminismo

Por Claudia Acuña.
¿Cuánto mide diez cuadras de feminismo? La respuesta no es matemática, sino política y la política hoy es batalla y es incógnita. La calle revela algunos de sus misterios. Nos dicta, por ejemplo, lo que no hay:
No hay policías, ni protocolo.
No hay escenario ni documento.
Hay sí muchas personas organizadas y con convicciones que transmiten en carteles, en banderas y hasta en los cuerpos. Yasmín es una síntesis. Tiene 17 años, es de Lomas de Zamora. Su cara está cubierta con un pañuelo violeta que proclama Ni una menos, en la pierna derecha con marcador rojo se escribió Yo sí te creo; en la izquierda Yo tenía 5 años; en la muñeca, el pañuelo verde que defiende el aborto legal y sobre el corazón, un cartel que grita Fuera Milei. Fue abusada por su padrastro, dirá sobre lo que informan sus piernas. “Está haciendo mierda el país”, dirá sobre lo que exige su corazón.

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
Hay también pancarta oficial de la CGT. Y algunas voces que explican lo que implica haber logrado sacarla de su letargo.
Micaela Polak, secretaria de género del sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba) lo sintetiza así: “El Bloque Sindical Transfeminista tiene un protagonismo en la organización de estas marchas y dentro de la CGT. En noviembre, por ejemplo, hicimos un encuentro con más de mil mujeres sindicalistas. El 8M recuerda a las obreras muertas en un incendio y en estos momentos ese crimen cometido contra quienes defendían sus derechos se resignifica con este crimen que están cometiendo contra nuestros derechos laborales, contra las y los jubilados, contra las paritarias, con la precarización. Y que la CGT recoja esto hoy y esté presente de manera contundente es un mensaje esperanzador para enfrentar a Milei. El fascismo nos ha elegido como enemigas principales en todo el mundo y en nuestro país, en particular. Es lógico, entonces, que seamos nosotras quienes estemos protagonizando los movimientos que son necesarios para enfrentarlo”.

Una de las más flamantes organizaciones de derechos humanos: Nietes. Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
Las docentes de la agrupación El Desborde, que integra el gremio de UTE, advierten: “Es para prestarle atención a lo que está pasando dentro de la CGT en estos momentos. Hay muchas compañeras que están haciendo fuerza ahí adentro y quién te dice que en breve no logren imponer una secretaria general”. Su mensaje para hoy lo llevan escrito en las remeras y lo repiten ante el grabador: “Arriba el feminismo que va a vencer”. Completan: “Es una etapa difícil, adversa, porque volvemos a ser la variable de ajuste, pero es en la calle, es con organización y es para adelante como se superan estas épocas, como lo hicimos siempre. “

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
Maqui, de la Comisión de Mujeres del Sindicato del Neumático, suma: “Estamos en las calles no simplemente marchando, sino luchando por todos los reclamos que tenemos ante un gobierno que quiere llevarse por delante todos nuestros derechos. Sobre todo en esta fecha que siempre fue importante para las trabajadoras y hoy más que nunca, cuando quieren hacer desaparecer hasta la figura de femicidio y cuando, como madres y trabajadoras, estamos soportando todo el peso del ajuste. Es un momento para estar juntas y buscar una salida. Es un día para repetir: exigimos que no nos maten y respeten nuestros derechos.”
Magdalena, integrante de la junta interna ATE Capital en el Conicet. “Estamos soportando el embate desde un montón de frentes, muy preocupadas por la situación en general, no solo en el Conicet sino en todo el sector público que está sufriendo un recorte brutal en programas que afectan a toda la población, no solo a nosotras”.
Pregunta difícil: ¿por qué no salen a la calle todas las personas despedidas del Estado?
Lo que percibo es que es un sector súper precarizado, que está haciendo malabares para sobrevivir, y también que es todo un desafío organizar eso. Creo que construir esta resistencia es difícil porque lo que está amenazada es la subsistencia.
¿Qué tiene para decirle el feminismo a esos despedidos?
Que más que nunca hay que evitar que el miedo te paralice, que hay que salir a la calle, hay que encontrarse, escuchar y conversar para crear la respuesta entre todas. Se van construyendo las respuestas en el caminar. El movimiento feminista lo hizo siempre con sensibilidad. El feminismo tiene una tradición larguísima que nos enseña a abrazar las crisis y a no eludir las dificultades, sino a enfrentarlas. A poner el cuerpo y el corazón en los momentos más críticos.
La última difícil: ¿quién conduce a este movimiento?
Su historia.

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
Hay también militantes de partidos políticos –otro milagro que produjo esta marcha– y adolescentes –muchísimas– que a su paso cantan:
“Los varones quienes parar/que paren/ que paren/ que paren de matarnos”.
Hay, adelante, una bandera que proclama “Asamblea Antifascista y Antirracista”, la noticia de esta, la más nueva y la más vieja de las batallas. Entre quienes la sostienen –trabajadoras sexuales, travas, lesbianas, personas no binarias y otras identidades que hoy están al frente y siempre fueron las últimas de la fila– está Jazmín. Al lento paso de la marcha resume su historia: comenzó su transición trans en 2022, a prostituirse a los 17, a estudiar la licenciatura en Economía cuando se sancionó la Ley de Identidad, a tener un trabajo con derechos, cuando se logró la ley de cupo. “Mi vida es un resumen de cómo impacta en la vida de las personas tener estas leyes. Y también cómo el feminismo nos dio las herramientas para lograrlo. Luchamos por una sociedad fraternal y sorora y eso significa hoy estar en las calles contra el fascismo. No estamos por nosotras: el feminismo siempre es abrazo”.

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
Hay, además, intervenciones artísticas que exponen a otra de las protagonistas que impulsa esta protesta: la tierra. Es lo que llevan en las manos las mujeres vestidas de blanco, con las bocas tapadas con cintas que advierten “peligro” y es también lo que exponen las mapuche que enarbolan la ancestral bandera de su criminalizada nación.

Gustavo Melmann, reclamando justicia por el crimen dsu hija Natalia. Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
Hay más, por supuesto, porque la Avenida de Mayo y sus laterales desbordan de mensajes que son de actualidad y de urgencia, pero que también anuncian horizontes y esperanzas. Mateo y Ana representan exactamente eso. Están parados frente a la Catedral, son primos, tienen 8 y 7 años y eligieron compartir hoy estas noticias escritas con colores en una cartulina:
“Soy nene, no quiero ser macho”.
“Quiero ser la artista, no la musa”.

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
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La marcha sin fin

La señora de canas y anteojos sacude su dedo índice a centímetros de la cara del policía. Es menuda y el uniformado es del tamaño de un gorila con casco y palo, pero no es la abuela la que tiembla cuando le grita:
-Mirame a los ojos: a mí me estás pegando. A mí, que tengo 70 años y dos hijas que estudiaron para no ser policía como vos.

Fotos: Juan Valeiro/ lavaca.org
En el piso del Congreso de la Nación hay seis jubilados y cinco fotógrafos que están siendo asistidos por la posta sanitaria para mitigar el gas con el que los cegaron –que no es ni lacrimógeno ni pimienta y activa su laceración con cualquier medio húmedo, como el sudor de esta tarde infernal-, mientras la multitud canta:
“Qué feo, qué feo, qué feo debe ser/ pegarle a un jubilado para poder comer”.
Los peatones que ven la escena desde la vereda de enfrente editorializan al paso:
“Se están robando a los pibes y ustedes están pegándole a los jubilados”.
“Oíme tortuga: son cuatro por cada viejo de 80 años. Qué fácil te ganás la guita”.
“El día que tu jefa reparta la plata del operativo entre los jubilados van a tener que ir a laburar en serio, ratas”.

Uno de los atacados por el gas pimienta policial. La gente cantó: «Qué vergüenza, qué vergüenza, pegarle a jubilados por dos pesos con cincuenta». Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org.
Así es el final de otro miércoles de la ronda que repiten cada semana las personas que trabajaron toda su vida y aportaron durante décadas para gozar de un derecho que se ha transformado en un extraño privilegio: ser el sector social más perjudicado por las políticas de ajuste, pero también el único que no claudica ni se calla.

Uno de los hinchas de Chacarita, presente en la marcha en el Congreso. Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org.
Así lo explica Carlos, el jubilado que conmovió a los hinchas de Chacarita – un club de fútbol experto en el pogo policial– que hoy se sumaron a la ronda con la intención explícita de protegerlos:
“Trabajé durante 40 años en el correo. No me regalaron nada. La estoy pasando mal, pero no estoy acá por mí porque yo ya estoy jugado: tengo 75 pirulos. Estoy acá por mis cuatro hijos y mis dos nietos. Estoy acá porque les quiero dejar un país digno para que puedan vivir en paz”.

Carlos, el jubilado que cada miércoles marcha con la camiseta de Chacarita y esta vez impulsó que llegue parte de la barra del club a apoyar el reclamo. Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org.
Sobre el Presidente:
“Milei es un pobre tipo. Está mal de la cabeza. Yo le aconsejaría que, por el bien de todos los argentinos, dé un paso al costado: nos va a hacer un gran favor. Está muy mal asesorado, y tiene al lado esas lacras de los Caputo: esos sí… esos sí qué saben lo que están haciendo. Yo nunca tomo revancha con nadie, pero a esos dos me gustaría encontrarlos cara a cara para preguntarles qué significa para ellos ser tan ambiciosos –casi enfermos– de la plata y el poder a costa del hambre de los argentinos. Pero es mi opinión personal, porque acá no hablamos de política. Acá venimos a reclamar nuestros remedios y nuestra dignidad. Acá venimos todos los miércoles y nos encontramos con personas como esa abuelita de 82 años que nos dice ´hoy no almorcé´: Por ellas estamos. Lo único que queremos es dar la vuelta al Congreso y que no nos peguen”.
Carlos llora.

Una imagen de esta época. Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org.
“No estás solo”.
Dos hinchas de Chacarita lo abrazan y le prometen:
Lo rodean, también, una familia con esa misma camiseta: el padre, jubilado; la hija, investigadora del Conicet y lesbiana; el nieto, quinto grado de la escuela pública. Será ella quien presenta así al trío para señalar, con esas etiquetas sociales, lo que significa estar ahí hoy: “Unir la luchas, unir las fuerzas: la indiferencia no es una opción.”

Acorralados: jubilados apretujados y víctimas del gas pimienta de la policía. La canción: «Qué veo debe ser, pegarle a jubilados para poder comer». Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org.
La hinchada suma, además, esa poética instantánea, que acribilla sin pausa al doble cordón policial:
“No tenemos casco/ no pegamo`a jubilados/Somos locos y borrachos / porque somos funebreros”.
Refieren así a la identidad de ese club de fútbol, que nació vecino al cementerio, pero en el territorio del Congreso el verso se reinterpreta: son quienes entierran al miedo.

Retrato de un miércoles. La bandera para cubrirse de los gases policiales. Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org.
Así, sumando gota por gota personas y organizaciones hasta ser multitud, la ronda gira por los grises muros del Congreso, desbordando el desproporcionado cordón de policías y gendarmes, que tira palos y gases sin piedad, pero también sin suerte: la vuelta se completa.
El final, literalmente, es realmente otro: no habrá fin. Lo anuncia el gesto de Zulema y Keiko, dos jubiladas insurrectas, cuando con elegancia y picardía apoyan ambas los dedos en los labios para lanzarle besos a los uniformados, con una promesa:
“Nos vemos el miércoles”.

El abrazo y una convicción: «Nos vemos el miércoles». Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org.
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