CABA
Legado Bléfari: historia y futuro de una artista única
Marcelo Zanelli, Flopa Lestani y la joven Montarosa repasan vida y obra de una amiga y referente. De los escenarios en Cemento a su última entrevista con MU. De Suárez a sus incursiones en el cine y la escritura: breve semblanza de Rosario Bléfari, una artista fundamental que marcó a generaciones. Por Manuel Palacios.

«Melodía, yo lo siento, voy a recuperarme con voz, el remedio del misterio en una canción”. “Melodía” es una canción hipnótica, onírica en su simpleza, incluida en Cara el debut solista de Rosario Bléfari en 2001. De una bella melancolía, la canción está construida sobre diferentes capas que conforman un paisaje sonoro de corte surrealista. Y si el surrealismo fue -entre otras cosas- la búsqueda de lo maravilloso en lo cotidiano podríamos decir que toda la vida Rosario Bléfari fue también, de alguna manera, surrealista.
Breve semblanza
La primera vez que vi a Rosario fue en Cemento en 1995. En el marco de un festival de lo que por aquellos años se llamó Nuevo Rock Argentino. Suárez era la primera banda en tocar; el show comenzó con un telón formado por gruesas tiras de papel que cubrían el frente del escenario. La música era una cortina de distorsión y la banda, cuyos músicos aparecieron tocando de espaldas al público, iba quedando a la vista a medida que la cantante iba cortando las tiras de papel con una tijera. Una concepción de puesta en escena que ella traía del teatro y que desconcertó a casi todos los presentes.
Signo de otros tiempos: cinco grupos conformaron la grilla de ese festival. Con un promedio de cuatro integrantes por banda, Rosario Bléfari fue la única mujer que se subió al escenario aquella noche.
Nacida en Mar del Plata el 24 de diciembre de 1965, Bléfari vivió también de niña en Bariloche pero su música y en gran parte también su poética están ligadas a la ciudad de Buenos Aires. O mejor dicho, a una forma de mirar la ciudad, a una poética de lo cotidiano que nos permite compartir esa mirada de “niña grande” que ella solía desplegar ante cada situación.
Música, actriz y escritora, con cuatro discos editados con Suárez entre 1994 y 1999, siete como solista, dos con Sue Mon Mont, uno con el dúo Los Mundos Posibles y varias colaboraciones más, Bléfari no solo se dedicó a la música. Actuó en 16 largometrajes, entre los que se destacan la icónica Silvia Prieto (1999), Los Dueños (2013) y la que fue su última incursión en el arte cinematográfico, Planta Permanente, película del 2019 que hasta ahora solo circuló por algunos festivales. Como escritora publicó relatos, crónicas y poemas. También fue una docente de la canción. La noticia de su temprana muerte en la mañana del 6 de julio inundó las redes de mensajes de cariño y admiración, recuerdos genuinos del entusiasmo y la generosidad que la caracterizaron hasta el final.

Aprendizaje permanente
Una de las personas que mejor la conoció es Marcelo Zanelli, guitarrista de Suárez y su amigo durante más de tres décadas. Cuenta a MU: “Rosario transmitía una seguridad que a mí, bastante inhibido, me venía bien. Y de a poco y cada vez más nos fuimos haciendo amigos. Así empezó un vínculo fuertísimo y profundo. Para mí, siempre, casi desde el día que la vi en acción, fue una persona especialmente magnética. Muy inteligente y muy aguda. Sucede que con Rosario, por algún misterio que no se resolverá nunca, la proximidad se producía con una naturalidad y nos sentíamos muy cómodos el uno con el otro. Yo hacía mucho que no participaba en un grupo y de pronto me sumo a Suárez. Había canciones, equipos, instrumentos, sala de ensayo en casa de Gonzalo (Córdoba). Al principio me costó un poco porque no sabía qué aportar. Pero ahí estaba Rosario para decirme tocá, para darme una pista o para dejarme hacer lo que se me cantara. Después empecé a mostrar mis canciones, que siempre se completaban en la sala tocando juntos”.
Flopa Lestani también es música. La cantautora y guitarrista, que en 2018 editó el notable disco “5 finales para el mismo cuento”, conoció a Rosario en los 90 por transitar la misma escena independiente, pero recién en los últimos años estableció una relación más cercana que la llevó a compartir escenarios con ella: “Mi percepción de Rosario como artista está ligada a la curiosidad y a la inquietud. Eso la llevó a pisar fuerte en distintos terrenos como son la actuación, la música y la escritura. Y que pudiera conjugarlos. De alguna manera todo era una convergencia en ella. En un estado de aprendizaje permanente. No es tan común encontrar a una persona con la experiencia y el recorrido de ella que se saliera de ese lugar de “yo me las sé todas”. A mí siempre me gustó de ella que hacía siempre lo que se le cantaba. Hacía camino por sus propios senderos y nunca por las grandes avenidas. Y eso se ve también en su lírica porque muestra un paisaje o un imaginario distinto. Quizá tal vez por eso no fue una artista masiva. No era eso lo que ella buscaba. Tenía la capacidad de alcanzar la profundidad a través de elementos en apariencia superficiales o cotidianos. Era una muy buena observadora. Era una persona diáfana, cálida, despierta, una gran conversadora. Tenía una mirada de las cosas como de una niña sabia. Me alegra de alguna manera saber que a partir de la obra tan contundente que deja haya nuevas generaciones que la conozcan, la disfruten y se nutran de ella a partir de ahora”.
Si hablamos de nuevas generaciones que la disfrutan y se nutren de ella podemos mencionar a Montarosa. La joven tandilense publicó este año un prometedor álbum debut llamado Fuega camina conmigo que no oculta su admiración por la cantante de Suárez: “Pienso en su belleza y su sensibilidad, que son únicas, y en cómo intento hace años que un estribillo abrace tanto como los suyos. Pienso en ella y aparece la posibilidad, diaria, de escribir, de mirar un verso difícil, de tallar un acorde hasta encontrar el sonido perfecto, la melodía justa. Su forma de habitar el mundo de la canción es total, una entrega completa. Esa enseñanza, la de darle todo el corazón a un verso. Pienso en ella en presente, guía de mi cantar desde siempre. Es la electricidad que me hizo armar una banda. Es la imperfección como método para componer o hacer silencio, para hacer de una rama torcida, una obra. La llevo en mis oídos que conocen sus pistas. Como una amiga que desmaleza el camino para abrir el paso”.

Canciones eternas
Suárez se separó en 2001 cuando estaban alcanzando cierto reconocimiento y proyección internacional. Ese año se presentaron en un festival al aire libre en la ciudad de Buenos Aires que fue transmitido a todo el país por la televisión pública. Rosario estaba embarazada de su hija Nina y que decidiera subirse al escenario con esa ostensible panza para cantar al frente de una banda de noise-rock motivó bastante revuelo. Incluso de parte de rockeros que intentaron disciplinarla al sugerir que lo mejor hubiera sido que guardara reposo. Pronto llegaría el momento de parir el primero de sus discos solistas, que mencionamos más arriba, donde ella aparece ya despojada de distorsión, con un puñado de canciones que navegan entre la electrónica mínima y sutiles arreglos de guitarras acústicas. La distorsión volvería, tanto en su disco Privilegio (2011) como en muchos de los temas que grabó junto a ese “súper grupo” del indie que fue Sue Mon Mont. Pero siempre en relación a lo que las canciones demandaban. Los arreglos como puesta en escena en función de la historia a contar y nunca como meros efectos especiales.
En 2016 Suárez volvió a reunirse. Motivados por la realización del documental Entre dos luces de Fernando Blanco, la banda volvió a los escenarios para una serie de shows. Marcelo Zanelli lo recuerda así: “Entre muchas cosas una suma de emociones y un descubrimiento asombroso: el cariño y el amor de muchas personas. No sé si se puede generalizar, pero uno no suele tener mucha noción de lo que pasa con lo que uno hace. Muchas gente no había visto Suárez en vivo o eran muy jóvenes cuando lo vieron”.
En aquella ocasión realizamos una entrevista con Rosario para MU donde contó que ella lo había vivido como una revalorización, incluso propia: “Ninguno quería nostalgia. Lo que nos pasó fue al contrario: no es que vos te vas al pasado, sino que traés esas canciones al presente. Quien le tiene miedo a la nostalgia siente que va a ser chupado hacia atrás. Por lo menos yo tengo esa sensación, como si te olvidaras del momento presente. Pero en realidad muchas veces ejercitar la memoria y el recuerdo es eso. El hecho de que otras personas hayan estado escuchando esas canciones las mantuvo presentes. Entonces es más fácil. Las canciones están ahí”.
Y ahí seguirán, por siempre.
Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
- Revista MuHace 3 semanas
Mu 207: Crear lo que viene
- NotaHace 4 semanas
Julio López, 19 años desaparecido en democracia: sus testimonios contra la Bonaerense
- #NiUnaMásHace 3 semanas
Triple narcofemicidio: la respuesta al horror
- #NiUnaMásHace 2 semanas
Lara, Brenda, Morena: Las velas del silencio
- NotaHace 1 semana
Entrevista a Celeste Fierro, tras ser detenida en la flotilla de ayuda humanitaria a Gaza