Nota
Acto por Proin: los reposteros que no se rinden
Tras la quiebra de la empresa de alimentos los trabajadores formaron una cooperativa y tienen todo listo para volver a producir. El viernes, con una actividad que nuclea a distintas fábricas recuperadas y sectores de la economía social, llaman a la planta de Villa Maipú para presionar contra las trabas que les impone el juzgado. Flanes, mousses y postres en peligro, entre empresarios que se quieren quedar con toda la torta.
Proin es otra fábrica recuperada por sus trabajadores – otra más y van…- que desde octubre del 2016, fecha en que el anterior dueño decretó la quiebra de la firma, tomaron la planta en Villa Maipú y siguen pasando trámites para volver a producir.
Son 15 trabajadores que tienen entre 10 a 39 años de experiencia en esa fábrica y en el rubro, un verdadero capital técnico que no piensan ceder. Los otros números hablan de edades, de los cuarenta hasta los 63, difíciles para reinsertarse en el llamado mercado laboral. “Y en tiempos de crisis”, suma Omar, el presidente de la cooperativa que formaron para organizar el trabajo.
Moverse
Proin es una empresa de alimentos, en particular de productos de repostería: hacen confites plateados y dorados y también los polvos de postres como flanes y mousses.
Hablando con Omar, así, es imposible que no se haga agua la boca al mismo tiempo que cuenta cómo estas delicias se fueron dejando de producir: “Los anteriores dueños decían que había pocas ventas, que no salía la mercadería, que no se movía”, cuenta. “Pero era un autoboicot: si uno es comerciante va a tratar de vender a toda costa, y estas personas no se movían”.
Así, Proin fue perdiendo clientes y los trabajadores ganando indicios de que las cosas no iban bien: «A los pocos clientes que atendían siempre se quejaban. Por eso nos dábamos cuenta que pasaba algo de antemano. Prácticamente echaban a los clientes».
La caída de la producción significó también una baja en los puestos de trabajo, que fueron mermando con los años hasta llegar a los actuales 15: 14 hombres y una mujer. Omar: «Llegamos a ser 60 y después de a poquito se iba rebajando la cantidad hasta que hace 7, 8 años llegamos a este número».
Desde que tomaron la planta, los 15 trabajadores de Proin hacen guardas en tres grupos y ya piensan cómo remontar la producción, los clientes y las fuentes de trabajo. «Hay clientes que al enterarse de que estamos los trabajadores acá adentro nos dicen: «cuenten con nosotros»».
La maniobra
El 7 de octubre de 2016 los dueños de Proin solicitaron la propia quiebra de la empresa. Los trabajadores reaccionaron rápido: se quedaron adentro de la fábrica sosteniendo una ocupación, protegiendo la fábrica y las máquinas, para evitar el vaciamiento que suele ser el paso siguiente.
Ahí se enteraron de algo increíble: los inmuebles ya estaban vendidos. Lo cuenta Gisela Bustos, abogada de los trabajadores: «Los inmuebles de esta fábrica fueron vendidos por la patronal 2 años antes que pidiera su propia quiebra. El supuesto dueño actual de los inmuebles va a reclamar que le restituyan los inmuebles: típica maniobra. Lo que hizo la patronal fue poner a nombre de otro el bien más valioso».
Los trabajadores ya están dando la pelea legal. Desde ese momento empezaron los trámites para formar una cooperativa y ya tienen número de registro provincial y ahora el proyecto está en el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES). «Ellos están cumpliendo todo lo que la justicia y demás organismos les exigen – dice Gisela. Tuvimos un oficio que contestó el municipio de San Martin favorable para la cooperativa y su continuidad».
En el juzgado nacional n° 22 secretaría 44, en cambio, no corren la misma suerte: «Nos siguen poniendo trabas en cuestiones burocráticas, pero ya las vamos a ir solucionando».
El rubro alimenticio no permite apurar los trámites ya que las exigencias en cuestiones de sanitarias y de bromatología son minuciosas. Los trabajadores de guardapolvos, barbijos y guantes blancos aseguran saber hacer todo bajo los estándares indicados y se ufanan de tener mejor calidad que otras fábricas.
Gisela analiza: «Más allá de las indemnizaciones y pagos, acá lo que se plantea la defensa del trabajo. El objetivo no termina en una indemnización, porque los trabajadores quieren seguir trabajando porque ellos están convencidos de que esto es viable, solo que no le convenía a la patronal porque eran trabajadores con mucha antigüedad».
Movidas
En Navidad y año nuevo los trabajadores brindaron adentro de la fábrica y, en el medio, el 29 de diciembre, se movilizaron al juzgado. «Había salido una orden que mandaba a cortar todos los servicios», cuenta Omar. La marcha logró frenar el corte y ahora piensan replicar la técnica para seguir avanzando los pasos legales: «La única manera es presionando».
Omar cuenta esos primeros momentos: «Nos presentamos a la fabrica y estaban las puertas cerradas, eso fue a las 7 de la mañana». Sin haber cobrado septiembre y con las sospechas a cuestas, los trabajadores se contactaron con el Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas y tomaron valor: al mediodía decidieron meterse adentro. «No queremos adueñarnos de nada – aclara Omar-: queremos luchar por nuestros derechos y que cumpla lo que corresponde».
Sobre cómo transitan los pasos cooperativos: «Nosotros somos trabajadores que siempre estuvimos adentro de la planta, no sabíamos lo que era la calle y ahora encontrarnos de golpe con tanta información es todo nuevo».
Omar enumera otras fábricas, otros trabajadores, otras realidades que conecta con lo que le pasó a él y sus 14 compañeros que quieren seguir produciendo. Para eso, el viernes convocan a «una acción con otros trabajadores para que se acerquen y que veamos juntos en qué estado está cada uno y podamos visibilizar que la pelea es conjunto – dice Omar-, en un año que va a estar complicado para los trabajadores. Es un puntapié para decir «Estamos presentes»».
VIERNES 24 DE FEBRERO DE 2017 – 18 HS.
J. H. MARTÍNEZ 1358 (ESQUINA SAVIO), VILLA MAIPÚ
Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.
Por María del Carmen Varela
La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.
La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario. Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.
El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.
Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.
Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.
La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.
Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA
Domingos 18 y 25 de mayo, 20 hs
Más info y entradas en @perlaguarani
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