Sigamos en contacto

Nota

Alerta Ecuador: de la dolarización al narco estado

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

“Las escenas que vimos en televisión con esos supuestos narcos me parecieron algo armado, para distraer, mientras habría que ver qué está haciendo el gobierno debajo de la mesa con la economía. La pregunta es: ¿A quién le conviene un estado de guerra?”. Así lo planteó Avelina Rogel en diálogo con lavaca, anticipándose a lo que se denunció horas después: el ataque al canal habría sido un montaje organizado por el gobierno ecuatoriano para habilitar al presidente ultraderechista Daniel Noboa a decretar el estado de sitio.

La mirada sobre la dolarización y la liberalización en Ecuador: inflación, empobrecimiento, vacío estatal, extractivismo, decadencia y los efectos sobre la vida cotidiana. Texto: Sergio Ciancaglini

“Lo que está ocurriendo no es una casualidad ni surgió de la noche a la mañana: vivimos en un narco-estado” dice Avelina Rogel desde Ecuador.

El contacto con lavaca se produjo a partir de la supuesta toma de un canal de televisión por parte de un grupo narco, generando el estado de excepción promulgado por el gobierno del presidente ultraderechista Daniel Noboa: 36 años, el más joven mandatario en la historia del país, que se auto percibe como de centroizquierda.

Todo en medio de motines carcelarios, violencia callejera, escenas de pánico y la fuga de Adolfo Fito Macías (jefe del grupo narco Los Choneros) de la cárcel del Litoral, en Guayaquil. 

El gobierno ha declarado un estado de guerra, con intervención de las fuerzas armadas, contra 22 bandas de narcotraficantes que llevan reclutados aparentemente a unos 20.000 miembros en un país de 18 millones de habitantes: en proporción argentina, habría que pensar en un conglomerado narco de más de 50.000 personas.

Ajuste, dólar y bananas

Rogel es ingeniera agrónoma especializada en agroecología, está preparando su tesis para una maestría en Bioética, y culminó la carrera de Etnomedicina en la Faculté Libre de Médecines Naturelles et d’Ethnomedicine de Paris, Francia. Es autoridad espiritual de los pueblos de su país, e integrante de la CONAIE (Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador), una de las organizaciones indígenas más importantes del continente, que reúne a unas 1.800 comunidades de la Costa, los Andes y la Amazonía, y necesita traductores en algunas reuniones para comunicarse debido a la cantidad y diversidad de lenguas. 

“Para entender lo que  ocurre actualmente hay que recordar que tuvimos dos gobiernos como el de Lenin Moreno desde 2017 y Guillermo Lasso desde 2021 hasta fines del año pasado, que aplicaron planes de ajuste supuestamente con la idea de utilizar ese dinero en el pago de la deuda externa” (75.000 millones de dólares que representan el 61,32% del PBI).

El resultado, relata Avelina con voz calma, es que “nunca en la historia hubo tan pocos recursos para para salud y educación o la infraestructuras: tenemos todas las carreteras destrozadas. Lo peor no es eso: como las cuentas de luz, por ejemplo, subieron de 10 o 12 dólares a 60, se está volviendo a usar velas. Y como crecen los precios de los alimentos, la gente come cada vez menos y peor. Es todo muy decadente”.

Todos los ajustes, además, tienen un cepo: desde enero de 2000 la economía fue dolarizada. “Eso provocó un gran empobrecimiento, porque primero desataron una hiperinflación, y luego dolarizaron. Los precios quedaron altísimos, y destrozaron los ingresos de la gran mayoría de las personas. No hubo inflación en los primeros años,  pero el dinero no alcanzaba para vivir”. No fue el caso de las minorías acomodadas de la sociedad, que apoyaron este tipo de políticas mientras cundía el empobrecimiento en el resto de la población.

“Con Rafael Correa hubo problemas, pero al menos cierta estabilidad” dice Avelina. “Luego apareció Lenin Moreno, que venía con Correa, pero dio el salto para hacer todas las políticas liberales y del Fondo Monetario Internacional basadas en el extractivismo petrolero. Allí, además del ajuste, empezó poco a poco la inflación, cada vez peor. Y luego llegó a la presidencia Guillermo Lasso, que tenía un banco y se enriqueció porque era funcionario cuando se hizo la dolarización, en el 2000. Ya como Presidente se descubrieron sus vínculos con la mafia albanesa. Como el Parlamento le inició juicio político apeló a lo que se llama ‘muerte cruzada’: lo disolvió y llamó a elecciones”.

A fines de 2023, tras perder la primera vuelta contra la correísta Luisa González, Daniel Noboa la derrotó en la segunda, igual a lo ocurrido en la Argentina con Javier Milei.   

Modelo narco-capitalista

Noboa es hijo de Álvaro, el fundador de la Corporación Bananera que dio nacimiento al Grupo que cuenta con 156 empresas y activos calculados en unos 1.500 millones de dólares.

El año pasado, el propio Noboa definió en una entrevista televisiva la causa del avance incontrolable del narcotráfico en su país.  “Porque no ha habido un control fronterizo real. Porque nuestros puertos están desprotegidos, y porque estamos dolarizados, que es un elemento que ayuda al narcoterrorismo: no tiene que andar cambiando moneda. Es simplemente que entran dólares y salen dólares, no hay rastro cambiario. Y Ecuador tiene el 3º puerto con mayor volumen de contenedores de Latinoamérica. Es fácil el tráfico de esa manera”. Los otros dos puertos son de Brasil y México. Cerró Noboa: “Entonces es un Estado que se presta,  que no tiene un control real portuario y fronterizo a organizaciones narcoterroristas”.

Alerta Ecuador: de la dolarización al narco estado

Avelina Rogel (derecha) durante una visita a la Argentina en 2023.

“Vacunar” por 60 dólares diarios

Avelina baja a tierra toda esa información: “Con la dolarización, la pobreza y la crisis, las familias no pueden producir agricultura, cocos, plátano, yuca, arroz. Los bancos les quitan la tierra. Para salir de la pobreza los más jóvenes, de 12 a 16 años, se van a trabajar para las mafias, que les pagan 60 dólares diarios. Los llaman ‘vacunadores’: están en la calle y cobran un peaje para que puedas salir o volver a tu casa o para que los niños puedan ir a la escuela. Como no hay Estado, y como no existe ni la policía porque no le dan recursos, te dicen: ‘Nosotros te protegemos, me das 5 dolaritos y no te pasará nada’. Si pagas quedas como vacunado. Pero no se puede salir después de las 6 de la tarde. Por eso mi hermana se tuvo que ir de Quinindié, por el peligro y los tiroteos permanentes. Me decía: vivimos para pagarles a ellos, no me queda ni para el arriendo (el alquiler)”. 

Avelina no necesita levantar la voz para decir cosas fuertes: por ejemplo, sobre la dolarización. “Facilita todo lo malo por el lavado de dinero. Está lleno de edificios fantasmas, clubes fantasmas, barrios fantasmas, donde no vive nadie. Lo único que logró la dolarización es que los capitales se concentren en unos poquitos y que los demás nos volvamos esclavos empobrecidos. Decimos que somos Ecuayork”. 

El panorama incluye al Estado: “Hay un abandono total de los servicios básicos. Con el aumento de 12 a 50 o 60 dólares de la luz, la gente va a la compañía eléctrica y les dicen que debe ser que sus lámparas y aparatos están viejos. Todos empezaron a vender las lámparas, las lavadoras, todo lo eléctrico, pero les siguen cobrando lo mismo. Es una situación de atraso, totalmente recesiva. Imagínate vivir sin luz. Ni hablar de Internet”. Para cuando las cifras oficiales hablan de una inflación general anual de menos del 2%, los alimentos básicos para la población crecieron entre el 15 y el 55% entre 2022 y 2023. En dólares.

La situación armada

El episodio en el canal TC, ocupado por un grupo armado deseoso de hacerse ver en el horario del noticiero para tener como rehenes a los trabajadores y periodistas, generó  pánico en las calles. Cuenta Avelina Rogel: “Hubieron muchos accidentes de tráfico porque la gente corría a sus casas a encerrarse. Yo percibí una intencionalidad clara. El canal es del Estado. Pero qué casualidad, debe ser el único lugar de los de poder que no estaba cuidado por la policía en ese momento. La policía no está en la calle para cuidar a la sociedad, sino a estos lugares de poder y principalmente a la gente rica. Nuestra inseguridad es peor: es no saber qué vas a comer mañana, o si tus hijos podrán seguir yendo a la escuela. Hay muchísima deserción escolar por eso”.  

Otro viraje: “Lo cierto es que el lugar no estaba cuidado, casualmente. Y los jovencitos que tomaron el canal, yo veía que serían uno o dos años mayores que mi hija, que tiene 14 años. Esos jóvenes, ¿qué van a hacer? ¿Dónde van a trabajar? Aparece el narcotráfico y les da una posibilidad para que lleven algo a sus familias. Lo mismo pasa con muchas personas que llegan desde otros países y hacen funcionar ese imaginario de que vienen de afuera a quitarnos la comida. Se genera cada vez más violencia. Y las puertas abiertas a esa violencia, después no se cierran”.

¿A quién le conviene?

La pregunta es: «¿A quién le conviene un estado de guerra?”.

Una posible respuesta, hecha también con preguntas: “¿Quiénes nos están gobernando? ¿Cuáles son los intereses que tienen? Porque ahorita si quieren pasar leyes, privatizaciones de sectores estratégicos, tienen a todos distraídos, mirando la tele y encerrados en sus casas, con pánico. Al crear caos hay muchas cosas que pueden pasar por debajo de la mesa en nombre de la seguridad. Nos dicen que tenemos que unirnos, apoyar al presidente con todas las leyes que quiera. Se juegan la psicológica”.

El método: “Van creando enemigos, pero el verdadero problema es que con esas normas de seguridad toman como enemigos a los activistas sociales, los activistas que quieren defender la naturaleza. Eso es lo que quieren los gobiernos y las empresas con los decretos. Hablan de los narcos, pero la verdadera víctima de la violencia siempre es el pueblo. Las urbanizaciones de la gente rica están más blindadas que las cárceles de ala seguridad de Guayaquil y de Quito”.

El narco estado

“Vivimos en un narco estado. No es nuevo, pero creo que el tráfico es también el tráfico de la vida misma, de nuestros territorios, nuestra cultura, nuestra forma de vida”. 

Frente a tanto montaje Avelina habla de la realidad: «He visto a los grupos narcos robando o maltratando a la gente pobre sin que nadie lo impida. He visto a los médicos en los hospitales llorar porque no tienen lo mínimo con qué atender a los pacientes porque el Estado no les da nada. Veo cómo despiden gente todos los días y ni si quiera les pagan porque las leyes no defienden a quien trabaja. Y cuando las organizaciones hemos salido a la calle a defender nuestros derechos, nos atacan, nos detienen y nos matan”. Recuerda las movilizaciones contra Lenin Moreno, con 11 muertos, 1.340 heridos, 1.200 detenidos en 2019, y contra Lasso en 2022: 6 muertos, 60 heridos”.

“Entonces, ¿dónde está la violencia? ¿De dónde viene? No solo la violencia de las balas, sino la de la falta de atención médica, de educación, de posibilidad de vivir. ¿Somos nosotros el enemigo?”.

¿Quién subsidia a quién?

¿Cómo se posiciona la CONAIE frente a la situación? “Estamos un poco en jaque mate. Está avanzando la derecha en el continente. Las izquierdas han ido poniendo los cimientos para que el proyecto neoliberal ponga el techo. Lo importante es comprender que el Estado vive de nosotros. En Ecuador el 78% del alimento que se produce viene del sector campesino y de la agricultura familiar indígena. A eso el Estado no le da nada. Nosotros estamos subsidiando la vida del resto”.

Usa Avelina una figura futbolera: “Tenemos que darnos cuenta de nuestro propio poder, y desmarcarnos de todas las políticas jerárquicas, universalistas, globalizadoras, que lo único que quieren es sostener una vida en condiciones de esclavitud, sin libertad: o te quedas en estas condiciones, o no comes, no vives. Entonces debemos tener esa fuerza para no quedarnos en la rabia ni en la frustración. Tenemos que resignificar y abrirnos a cosas nuevas. No se trata solo de resistir, sino de hacernos valer. De buscar formas de insurgencia, de desobediencia. Incluso de quienes quieren darnos sus miradas jerárquicas para resistir como ellos quieren. En la CONAIE, con nuestros pueblos, nacionalidades, con organizaciones fraternas, se está trabajando justamente el poder crear proyectos políticos de territorio, comunitarios, de base, que se desmarquen de la política electoral y partidista, empezar desde otros sitios desde otros lugares. No fortalecer el discurso de los otros. ¿Le voy a dar poder a esa violencia? Hay un sector que cae en la desesperación, en la incertidumbre. Nosotros podemos mostrar que hay otro sector bien despierto, bien claro sobre lo que está pasando. Hay que hablar menos y hacer más”.

¿Por ejemplo? “Bueno, ahorita mismo ponemos los huesos, nos juntamos, hacemos nuestro cotidiano. Hay pájaros que cantan, es un día maravilloso, las guaguas están correteando, veo mucho verde. Así que bueno: nos toca mirar desde otro lugar ¿no? Y ya veremos qué hacer para defender toda esta vida”.  

Nota

La Estela: tierra guaraní en escena

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Las actrices Casandra Velázquez e Ivana Zacharski crearon un unipersonal sobre una niña litoraleña que descubre aventuras al amparo del monte misionero. El calor agobiante, la siesta obligatoria, los árboles de yerba mate y las leyendas de ese territorio se cruzan con la inspiración de Clarice Lispector como punto de partida.

Por María del Carmen Varela

A la hora de la siesta el pueblo entra en una pausa obligatoria barnizada por un calor agobiante. Ni el sueño ni el sofoco detienen a la niña, que abandona su cama con sigilo y logra escapar al amparo del monte. Encuentra en la intemperie el abrigo que no es costumbre en su casa. Cada día la espera una aventura distinta, aunque no siempre hay juego y risas. Rebelde, divertida, decidida, busca compañía para sus andanzas y si no la encuentra, transita en soledad.  La salvación a cielo abierto, la naturaleza como sostén y una fascinación: “La Estela”.

La actriz y bailarina Casandra Velázquez y la actriz y directora de teatro Ivana Zacharski dieron luz a esta niña litoraleña sumergida en la vastedad de un paisaje indómito y deslumbrada por Estela, la joven esquiva con mirada de pantera. Ivana y Casandra se conocieron a sus 18 años tomando clases de actuación con Pompeyo Audivert en el Teatro Estudio El Cuervo, poco tiempo después de que cada una viniera a estudiar teatro a la Capital. Casandra nació en Rosario y creció en Venado Tuerto (Santa Fe), Ivana es de Apóstoles, Misiones, donde se desarrolla esta historia que juntas llevaron a escena. Este universo, recorrido por Ivana, de tierras guaraníes surcadas por árboles de yerba mate y leyendas de peligros a la hora de la siesta, fue la inspiración para La Estela.

Ivana tenía ganas de dirigir un unipersonal y eligió a su amiga Casandra para actuarlo. El punto de partida fue un cuento de Clarice Lispector: La relación de la cosa. Casandra: “Los primeros encuentros fueron sin texto, nos acercamos a la obra desde el cuerpo, la respiración y la carne. En los primeros ensayos bailé un montón, unas danzas extrañas, medio butohkas, transpire, canté, corrí, toqué el bajo. Ivana empezó a escribir y yo a probar y actuar todos esos textos e hipótesis, el insomnio estaba presente, la obsesión con el tiempo, los fantasmas del futuro, algo vinculado a la materialidad del agua y el devenir del río. Aparecieron unos cuentos protagonizados por distintas niñas en paisajes litoraleños. Nuestro personaje de ese momento: una mujer en medio del insomnio, se contaba esos cuentos a ella misma para poder dormir”.

La Estela: tierra guaraní en escena

Foto: Gentileza La Estela.

Después de que Ivana hiciera un taller de escritura con Santiago Loza y Andrés Gallina, la historia fue tomando fuerza. Cuenta Casandra que algo se abrió y comenzó a aparecer la trama: “La obra apareció y nos empezó a hablar. Nos metimos adentro de esos cuentos, de esos paisajes y de esas niñas y dejamos de lado todo lo demás. Apareció algo muy mágico entre nosotras, algo de eso que las obras permiten, que es crear un universo común, descubrir conexiones y relaciones nuevas. Sentía que la obra estaba apareciendo y tenía voz propia, apareció el cuerpo de la obra y una forma de narrar”. Casandra recorre el escenario y su fuerza expresiva invita a adentrarse en la historia de esta niña llena de vitalidad y asombro. La vemos en su habitación, presa del calor de la tarde, en busca de libertad y juego, invocando protección divina cuando algo se le escapa de las manos, trabajando en el puesto rutero, pateando una pelota, como se patea a la injusticia, hipnotizada al descubrir la mirada felina de “la Estela”.

El entusiasmo de la juventud, las tragedias inesperadas, las súplicas, el goce de la novedad caben en ese cuerpo palpitante de sueños. Ivana y Casandra apelaron a sus propias vivencias para hilar la narración. Casandra: “Las dos pasamos nuestras infancias y adolescencias medio punkis en distintos paisajes litoraleños, lejos de esta ciudad, sus ritmos y velocidades. Había algo de ese universo común, de elegir siendo muy chicas irnos de las ciudades donde crecimos, que empezó a operar, casi telepáticamente. El ejercicio de revisitar esos paisajes y poblarlos de ficción fue fascinante, mirar el mundo con ojos de infancia nos abrió mucho permiso y nos devolvió mucha vitalidad, nos permitió vincularnos con la violencia, el dolor y la crudeza de crecer desde un lugar de mucho delirio y mucho juego. La obra es bastante impune en ese sentido, el relato no pide permiso, ni da explicaciones, sólo sucede. Justicia poética, decimos, un conjuro de liberación”.

Al cabo de dias de ensayo, la voz de la niña litoraleña comenzó a asomar y Casandra hizo un trabajo específico con la coach vocal Mariana García Guerreiro. El actor Iván Moschner también se sumó a pulir el fluir de la voz. Escuchar radios misioneras, discos y entrevistas a Ramón Ayala y otrxs artistas misionerxs colaboró con esa tarea. La niña que sube el escalón hacia la adolescencia, la que se enfrenta al monte y sus amenazas, se abre paso en la oscuridad con la lumbre de su irreverencia. Salvar y ser salvada, desafiar la imposición de la siesta, para correr a soñar despierta.

La Estela

El Camarín de las Musas, Mario Bravo 960, CABA

Sábados a las 18  hs, hasta el 27 de septiembre

@laestela.obra

@casandravelazqz

@ivanazacharski

Seguir leyendo

Nota

Litio: nace un nuevo documental

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Este viernes 29 de agosto se presentará un nuevo contenido de Cooperativa de trabajo lavaca: Litio. Un documental dirigido junto a Patricio Escobar que refleja la lucha de las comunidades originarias y el paralelismo entre la reforma (in)constitucional de Jujuy, como experimento hacia la Ley Bases votada a nivel nacional.

“Te cuento esta historia, si me prometés hacer algo. ¿Dale?”.

Así arranca el documental Litio, una historia de saqueo y resistencias, que continúa…

Un documental independiente y autogestivo de cooperativa lavaca y dirigido en conjunto con Patricio Escobar, que traza un hilo conductor entre la reforma (in)constitucional de Jujuy votada a espaldas del pueblo en 2023, y lo que pasó un año después a nivel nacional con la aprobación de la Ley Bases y la instauración del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones).

Este proyecto tiene algunas particularidades: por un lado, no se trata de una única pieza audiovisual, sino de varias. Una más larga, de 22 minutos; y otras más cortas, de menos de 6 minutos. Por otro lado, se propone un documental en construcción permanente, al que se le irán agregando nuevas piezas de una cadena extractivista que parece no tener fin. Para esto, creamos una página web (que también estrenaremos el viernes 29) en la que iremos agregando los nuevos eslabones que surjan a futuro relacionados al oro blanco. 

LITIO muestra cómo viven las comunidades de la puna jujeña en la cuenca de las Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, una de las siete maravillas naturales de Argentina, y a la par, zona de sequía y uno de los mayores reservorios de litio del mundo. Dato insoslayable: para obtener un kilo de carbonato de litio se utilizan hasta dos millones de litros de agua. Las imágenes se entrelazan con los ostentosos congresos mineros, la represión policial a las manifestaciones por la reforma (in)constitucional y la resistencia de un pueblo que no otorga la licencia social a la explotación minera.

“¿Cuánto cuesta, cuánto vale… nuestra Pacha?”, cantan las comunidades originarias. Esa bandera hecha canción – y esa pregunta- se construye a través de distintas entrevistas a las comunidades Santuario de Tres Pozos, Lipán, El Moreno, Tres Morros, Potrero de la Puna, así como a otros actores. También evidencia el silencio de las autoridades, que no quisieron hacer declaraciones públicas. “Todas las Salinas están cuadriculadas de pedimentos mineros. Allí viven las comunidades y debajo, en el subsuelo, están las minas”, cuenta Alicia Chalabe, abogada de las comunidades.

El documental plantea una premisa: la reforma (in)constitucional de Jujuy en 2023 impuesta por el entonces gobernador Gerardo Morales –a merced de la explotación del litio, ya que modificó el régimen de agua, de tierras fiscales y de la propiedad privada, y ratificó la propiedad exclusiva de la provincia sobre los recursos naturales, entre los que incluye el subsuelo y el mineral de litio– fue el experimento que sirvió de antesala a la Ley Bases aprobada en 2024. Esta profundizó no sólo la matriz extractivista mediante enormes beneficios fiscales a empresas mineras, petroleras y del agronegocio, sino también las relaciones carnales con Estados Unidos y particularmente con Elon Musk, dueño de la empresa Tesla que construye autos eléctricos, para lo cual el litio es fundamental.

LITIO termina con tres palabras, y se erige como punto de partida:

“Esta historia continuará

¿Dale?”.

Te invitamos a seguir construyendo esta historia, este viernes 29 de agosto a las 20, en MU Trinchera (Riobamba 143, CABA).

Litio: nace un nuevo documental
Seguir leyendo

CABA

Super Mamá: ¿Quién cuida a las que cuidan?

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

¿Cómo ser una Super Mamá? La protagonista de esta historia es una flamante madre, una actriz a la que en algún momento le gustaría retomar su carrera y para ello necesita cómplices que le permitan disfrutar los diferentes roles que, como una mamushka, habitan su deseo. ¿Le será posible poner en marcha una vida más allá de la maternidad? ¿Qué necesitan las madres? ¿Qué necesita ella?

Por María del Carmen Varela

Como meterse al mar de noche es una obra teatral —con dirección y dramaturgia de Sol Bonelli— vital, testimonial, genuina. Un recital performático de la mano de la actriz Victoria Cestau y música en vivo a cargo de Florencia Albarracín. La expresividad gestual de Victoria y la ductilidad musical de Florencia las consolidan en un dúo que funciona y se complementa muy bien en escena. Con frescura, ternura, desesperación y humor, abordan los diferentes estadíos que conforman el antes y después de dar a luz y las responsabilidades en cuanto al universo de los cuidados. ¿Quién cuida a las que cuidan?

La escritura de la obra comenzó en 2021 saliendo de la pandemia y para fines de 2022 estaba lista. Sol incluyó en la última escena cuestiones inspiradas en el proyecto de ley de Cuidados que había sido presentada en el Congreso en mayo de 2022. “Recuerdo pensar, ingenua yo, que la obra marcaría algo que en un futuro cercano estaría en camino de saldarse”. Una vez terminado el texto, comenzaron a hacer lecturas con Victoria y a inicios de 2023 se sumó Florencia en la residencia del Cultural San Martín y ahí fueron armando la puesta en escena. Suspendieron ensayos por atender otras obligaciones y retomaron en 2024 en la residencia de El Sábato Espacio Cultural.

Se escuchan carcajadas durante gran parte de la obra. Los momentos descriptos en escena provocan la identificación del público y no importa si pariste o no, igual resuenan. Victoria hace preguntas y obtiene respuestas. Apunta Sol: “En las funciones, con el público pasan varias cosas: risas es lo que más escucho, pero también un silencio de atención sobre todo al principio. Y luego se sueltan y hay confesiones. ¿Qué quieren quienes cuidan? ¡Tiempo solas, apoyo, guita, comprensión, corresponsabilidad, escucha, mimos, silencio, leyes que apoyen la crianza compartida y también goce! ¡Coger! Gritaron la otra vez”.

¿Existe la Super Mamá? ¿Cómo es o, mejor dicho, cómo debería ser? El sentimiento de culpa se infiltra y gana terreno. “Quise tomar ese ejemplo de la culpa. Explicitar que la Super Mamá no existe, es explotación pura y dura. No idealicé nada. Por más que sea momento lindo, hay soledad y desconcierto incluso rodeada de médicos a la hora de parir. Hay mucho maltrato, violencia obstétrica de muchas formas, a veces la desidia”.

Durante 2018 y 2019 Sol dio talleres de escritura y puerperio y una de las consignas era hacer un Manifiesto maternal. “De esa consigna nació la idea y también de leer el proyecto de ley”. Su intención fue poner el foco en la soledad que atraviesan muchas mujeres. “Tal vez es desde la urbanidad mi mayor crítica. Se va desde lo particular para hablar de lo colectivo, pero con respecto a los compañeros, progenitores, padres, la situación es bastante parecida atravesando todas las clases sociales. Por varios motivos que tiene que ver con qué se espera de los varones padres, ellos se van a trabajar pero también van al fútbol, al hobby, con los amigos y no se responsabilizan de la misma manera”.

En una escena que desata las risas, Victoria se convierte en la Mami DT y desde el punto de vista del lenguaje futbolero, tan bien conocido por los papis, explica los tips a tener en cuenta cuando un varón se enfrenta al cuidad de un bebé. “No se trata de señalarlos como los malos sino que muestro en la escena todo ese trabajo de explicar que hacer con un bebé que es un trabajo en sí mismo. La obra habla de lo personal para llegar a lo político y social”.

Sol es madre y al inicio de la obra podemos escuchar un audio que le envió uno de sus hijos en el que aclara que le presta su pelota para que forme parte de la puesta. ¿Cómo acercarse a la responsabilidad colectiva de criar niñeces? “Nunca estamos realmente solas, es cuestión de mirar al costado y ver que hay otras en la misma, darnos esa mirada y vernos nos saca de la soledad. El público nos da devoluciones hermosas. De reflexión y de cómo esta obra ayuda a no sentirse solas, a pensar y a cuidar a esas que nos cuidan y que tan naturalizado tenemos ese esfuerzo”.

NUN Teatro Bar. Juan Ramirez de Velazco 419, CABA

Miércoles 30 de julio, 21 hs

Próximas funciones: los viernes de octubre

Seguir leyendo

Lo más leido

Anticopyright lavaca. Todas nuestras notas pueden ser reproducidas libremente. Agradecemos la mención de la fuente. ©2025 Agencia lavaca.org. Riobamba 143, Ciudad Autónoma de Buenos Aires - Argentina - Editor responsable: Cooperativa de Trabajo Lavaca ltda. Número de propiedad intelectual: 50682265 - [email protected] | Tel.: +54 9 11 2632-0383

Vistas el día de hoy: 37.061