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Asbesto en subtes: denuncian que falleció un trabajador producto de la contaminación

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La familia de Jorge Pacci, trabajador del subte, denuncia que su fallecimiento se debe a un cáncer producido por la exposición a asbesto, un material contaminante que se encontró en vagones, materiales y espacios del subte producto de una compra de trenes en 2011 por parte del Gobierno de la Ciudad, situación reconocida por la empresa concesionaria. Los antecedentes de la salud de Pacci y estudios científicos que demuestran el comportamiento del asbesto avalan las sospechas, que se extienden a al menos otros 42 trabajadorxs afectadxs que vienen denunciando la situación hace años. Por el hecho el sindicato Metrodelegados llamó a un paro para mañana sábado 3 de abril, de 10 a 17 horas, y junto a las víctimas directas reclama que se determinen las causas y se haga justicia, mientras las enfermedades y los riesgos continúan latentes debajo de la tierra.

Jorge Pacci tenía 56 años, tres hijos, una esposa con la que estaba casado hace 31 años, y desde 2013 era trabajador del subte. Todavía entre lágrimas, su pareja Carolina Castellano dice a lavaca: “No voy a parar hasta que se sepa la verdad y se haga justicia, aunque me lleve el resto de mi vida. Le robaron el futuro a él, a mis hijos, a mí. Murió muy joven, y sufrió mucho”.

Carolina no tiene dudas: Jorge murió a causa de un cáncer producido por la exposición a asbesto. Decenas de compañerxs del subte vienen manifestando enfermedades por presencia de este material en el cuerpo. Jorge es el primer trabajador activo del subte que fallece por esta causa.

“No hay antecedentes de cáncer en la familia, no fumó nunca, era deportista y sano”, cuenta su pareja para contextualizar la irrupción de la enfermedad, despachando otros posibles causales. “Y de un día para el otro nos dicen tiene un cáncer agresivo que le está tomando todo el tórax. Era tan tarde cuando se lo agarraron que estaba todo metido en las costillas, inoperable. Es un cáncer que no hace metástasis, se queda ahí, pero es tan agresivo que te revienta. Con mucho dolor, vivió a morfina nueve meses. La enfermedad culmina porque te agarra una neumonía incurable”.

El sindicato Metrodelegados convocó a un paro mañana, sábado 3 de abril de 10 a 17 horas, a lo que la empresa Metrovías contestó lamentando que la situación derive en la interrupción del servicio.  “Metrovías lamenta la suspensión del servicio, y nosotros lamentamos que hayan comprado trenes con asbesto ilegalmente y que esto haya matado a nuestro querido padre y esposo”, escribieron en un comunicado Carolina y sus hijos, que además denuncian que la empresa nunca se comunicó con la familia desde que Jorge falleció.

Prueba contaminada

El 16 de febrero de 2018 se conoció en España, mediante notas periodísticas, que había un trabajador del Metro de Madrid enfermo de asbestosis. Los trabajadores españoles ya habían denunciado un fallecido por cáncer de pleura, y varios enfermos. Con esta noticia se confirmaba la presencia de asbesto en los trenes de la flota CAF 5000, los mismos que habían sido adquiridos en 2011 por la Ciudad de Buenos Aires con Mauricio Macri como Jefe de Gobierno: 36 coches para la Línea B que en España habían sido retirados de circulación once años antes. 

“Hay alguien que se enriqueció con la compra de esos trenes, hay alguien que está disfrutando de esa plata, y mi marido está muerto”, resume Carolina a lavaca.

El 20 de febrero de 2018 Subterráneos de Buenos Aires (Sbase) dispuso sacarlos de servicio ante las sospechas. A mediados de ese año la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP, conocida como Metrodelegados) había iniciado la denuncia a la empresa para que investigara si en las formaciones que se habían comprado estaba presente el asbesto.

La investigación se inició en los trenes comprados a España y se extendió al resto de las flotas que estaban en circulación y luego a los trenes que ya no circulaban. Las muestras fueron enviadas para su análisis a la Universidad Nacional del Sur, Departamento de Geología, donde es docente la doctora Leticia Lescano y cuya tesis doctoral en el año 2013 había sido “Asbestos argentinos y sustitutos. Degradación, movilidad y potenciales riesgos para la salud”.

Recién en diciembre de 2018 Sbase reconoció la presencia de asbesto en los coches CAF 5000 que había retirado de circulación, y Metrovías confirmó que hay trabajadores de los talleres afectados por la exposición a esa sustancia.

Aún hoy se siguen encontrando en los subtes argentinos trenes y espacios con asbesto.

Dudas que enferman

La presencia del asbesto en el subte desató una serie de batallas sindicales, legales y sociales que está en plena disputa. Además de lograr un proceso de paulatina desabestización de las formaciones, los trabajadores lograron que exista un Registro de Agentes de Riesgo en el que figuren estudios, se dicten capacitaciones y la empresa se haga cargo del lavado de la ropa.

Hoy hay incluidos en el RAR 1.323 trabajadores del subte, todos con estudios, muchos sin resultados. “Todos fueron chequeados, todos fueron auditados, pero a solo el 40% la empresa le hizo la devolución de los estudios. Esto es gravísimo. Son más de 4000 los que deberían entrar al RAR y estamos en esa pelea, porque cada vez encontramos más asbesto en más lugares del subte. Si vos le das al 40% el diagnostico, el otro 60% entra en crisis, está angustiado, pensando que puede tener algo”, dice Ledesma.

El sindicato tuvo que acompañar el reclamo de la familia de Jorge para que sea ingresado al RAR. Explica Ledesma: “La empresa no lo quería incluir porque decía que era auxiliar. Pero los primeros dos años él estuvo en el taller Rancagua, barría y limpiaba en los CAF 5000 que fue los que compró el macrismo. Entendemos nosotros, por hacer la historia laboral, que se contagió ahí. Después el asciende, y la primera categoría es el molinete, o sea auxiliar, y estaba en el andén al paso de los trenes que tienen asbesto, o sea él estaba en un ambiente que no estaba libre de asbesto”.

Una vez que fue incluido al RAR la información fue derivada a la ART. Para ese momento Jorge ya se encontraba en tratamiento con su prepaga; la familia quiso seguir así y que la ART se hiciera cargo de los gastos que esto implicaba. “Sino era por el sindicato que nos ayudó era muy difícil que la ART lo agarre”, dice Carolina, esposa de Jorge, a lavaca. En el comunicado que la familia difundió agregan: “Lo incluyeron ante el pedido expreso de la superintendencia de Riesgos de Trabajo”.  

Francisco Ledesma, secretario de Salud del gremio de Metrodelegados, explica la situación de los trabajadores al día de hoy: “Tenemos 42 trabajadores que tienen la afección; el diagnóstico es “neumoconiosis con exposición de asbesto”. Dentro de esa definición están los que tienen fibras de asbesto en la pleura, y está ahí depositado y lo único que hace es engrosar un poquito la pleura pero no está activo. Puede ser que pase a una forma activa en un año o dentro de 70 años, no se sabe. Después tenemos tres compañeros enfermos: uno fue operado, le extirparon una parte del pulmón; otro compañero que está cursando la enfermedad desgraciadamente; y un compañero fallecido, Jorge Pacci. Además un compañero jubilado falleció por esta enfermedad y estamos junto a la familia luchando para que las autoridades reconozcan que murió por eso: tenemos el diagnóstico, los estudios, pero lleva un tiempo para que las autoridades competentes reconozcan ese caso”.

Qué es y dónde está

El asbesto o amianto es un material fibroso, compuesto por la combinación de ácido salicílico con magnesio, calcio, sodio y hierro, cuyo uso se extendió con la revolución industrial. Tiene gran resistencia a la combustión y por eso era empleado como aislante, en revestimiento y en tejidos resistentes al fuego y al calor. Sus fibras son flexibles y se descomponen con facilidad; cuando esto sucede, pueden ser inhaladas y provocar graves patologías en el cuerpo. 

Francisco Ledesma detalló a este medio en dónde se encontró asbesto en el subte:

-Flotas en servicio con asbesto al día de hoy que se encontró asbesto: Mitsubishi, en la línea B; Fiat Concord, andando en la E; otro marca Brouguierse que la empresa los está usando como tren de trabajo, al igual que los Siemmens, en la línea A y CAF 6000 en la línea B.

– Flotas fuera de servicio: General Electric, Nagoya 300 y Nagoya 1200.

– Áreas de trabajo ingresadas al Registro de Agentes de Riesgo: obras civiles, espacio de trabajo en los túneles; Servicios Auxiliares, que se ocupa de cuestiones que tiene que ver con la estación; Almacén, donde toda el área de infraestructura acopia o recibe las herramientas para trabajar y los materiales que se van a colocar o lo que se retiran; Subestaciones de Energía, Vías, Señales de la línea C.

– Además hay asbesto en los cuartos de bombas, en los cuartos de ventilación, en los centros de potencia, en las juntas de los motores de las bombas, en los depósitos de baños del subte que sean de fibrocemento, en los motores que hacen los cambios de señales.

Y dentro de los cuerpos de trabajadorxs como Jorge, cuya muerte intenta echar luz de una vez por todas sobre las causas y responsables de las contaminaciones impunes.

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83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

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Pablo Grillo
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83 días.

Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.

83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.

83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.

83 días y seis intervenciones quirúrgicas.

83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo. 

83 días hasta hoy. 

Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro. 

Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”. 

Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).

Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca. 

El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”. 

La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».

La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería. 

Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.

Esta es parte de la vida que no pudieron matar:

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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

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Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.

Por María del Carmen Varela.

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia. 

La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.

Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.

La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional.  A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.

Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.

Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro. 

MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA

Viernes 30 de mayo, 20.30 hs

Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

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Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.

Por María del Carmen Varela

La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.

La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro
Gabriela Pastor en escena. Detrás, Juan Zuberman interpreta a un ciego que toca la guitarra.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario.  Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.

El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.

Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.

Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.

La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.

Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA

Domingos 18 y 25 de mayo, 20  hs

Más info y entradas en @perlaguarani

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