A la madrugada, en un descampado del sur de Moreno, cerca del predio deportivo del Sindicato del Seguro, encontraron el cuerpo de Camila Aldana Tarocco, 26 años, dos hijes de 5 y 7 años. Estaba dentro de una bolsa, semienterrada, a doscientos metros de la casa de su ex novio, que está detenido. Llevaba más de diez días desaparecida. Desde que comenzó en Argentina el aislamiento social preventivo obligatorio hubo un femicidio cada 32 horas. Las llamadas a las líneas de asistencia por violencia machista aumentaron un 39%. Las denuncias presenciales disminuyeron. Y los femicidios continuaron, inalterables, y sin respuestas eficientes para frenarlos. Una nota urgente con un grito que no cesa: Paren de matarnos.

Camila había desaparecido el sábado 4 de abril. Llevaba más de diez días desaparecida. La madre tuvo que insistir para que el lunes 6 le tomaran la denuncia: la radicó en la Comisaría 1ra de Moreno.

El rastrillaje, con perros de la Policía Bonaerense, había comenzado a medianoche. Estaba dentro de una bolsa, semienterrada, a doscientos metros de la casa de su ex novio, Ariel Alberto González, que está detenido. Una vecina fue quién dijo haberlo visto dirigirse al descampado.

Organizaciones feministas de Zona Oeste se manifestaron ayer a la mañana frente al Municipio respetando la distancia entre unas y otras y girando por la Plaza San Martín. En el medio local Desalambrar, declararon: “La denuncia de la desaparición comienza a circular el sábado que es el día en que desaparece, pero los primeros rastrillajes se hacen el lunes. Es a lo que estamos acostumbradas: ir a hacer la denuncia, aguantando que te digan “se habrá ido por ahí”, justo tenía para cobrar la plata del bono así que se rumorea eso, juegan con esta cuestión. Cuando pasan un par de horas que no aparece y con presión de las orgas empiezan a activar”.

Agostina Belastegui, Directora de Intervención en Situaciones de Alto Riesgo y Casos Críticos del Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual atendió a lavaca horas después de conocerse el hallazgo: “Tomé contacto con Claudia, mamá de Camila, el día lunes 6 y la directora de Género de Moreno, Giselle Coronel, se había comunicado el domingo. Empezamos a acompañarla para que le tomen la denuncia, hicimos una reconstrucción del viernes al sábado y empezamos a articular con fiscalía y comisaría. Hubo una demora en el inicio de las actuaciones, y es algo a reparar y mirar en vista para adelante. Es una de las líneas que estamos trabajando: que a las mujeres se les tome la denuncia, no tener que esperar 48 horas”.

La carátula de la causa, a cargo de la fiscal de Moreno y General Rodríguez, Luisa Pontecorvo, era búsqueda de paradero. Horas antes de encontrar a Camila, en una reunión entre el Ministerio de Justicia y el Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual bonaerenses y la Dirección de Géneros del Municipio de Moreno, se había solicitado el cambio de carátula.

“Cuando tenés una persona desaparecida hay dos posibilidades: privación ilegítima de la libertad o posible femicidio; tenés que investigar desde ese lugar. Puede estar también la hipótesis de trata, pero con los elementos que había en la investigación la de femicidio era más fuerte”, dijeron a lavaca fuentes que estuvieron en la reunión.

Consultada por la carátula Belastegui sostuvo que “es una caratula que quedaba corta” y que el cambio “es la orientación que damos a partir de los protocolos, no es lo mismo el protocolo de la búsqueda de paradero. Hay que apuntalar el trabajo, pensar un nuevo protocolo, y cómo llevar una investigación con perspectiva de género. Las primeras hipótesis fueron otras: empezar analizando con la presunción de femicidio en una causa es otra cosa”.

Ariel Alberto González tenía antecedentes por violencia machista y también había sido denunciado por Camila cuando estaban en pareja. Días antes había declarado que había estado con ella hasta el sábado a la mañana y luego la había acompañado a la parada de colectivo porque ella iba al cajero pero se comprobó que nunca hubo movimientos en su cuenta.

Desde que comenzó en Argentina el aislamiento social preventivo obligatorio hubo un femicidio cada 32 horas.

Las llamadas a las líneas de asistencia por violencia machista aumentaron un 39%. Las denuncias presenciales disminuyeron. Y los femicidios continuaron, inalterables, y sin respuestas eficientes para frenarlos.

Son 19 femicidios en el país en este período, el 56% fueron cometidos por parejas o ex parejas.

En la Provincia de Buenos Aires hubo 9 femicidios durante la cuarentena: Susana Edith Melo, 51 años; Cristina Iglesias, 40 años, y su hija Ada de 7 años; Claudia Repetto, 53 años; Maria Florencia Santa Cruz, 30 años; Romina Videla, 37 años; Estela Florentin, 40 años; María Esperanza Yusco, 45 años, y Camila Aldana Tarocco, 26 años.

Precisamente, este miércoles salió publicado en el Boletín Oficial de la provincia con mayor densidad demográfica y cantidad de femicidios un subsidio que permite dar asistencia inmediata y acompañamiento a quienes estén en situación de violencia machista y que había sido creado mediante decreto el 31 de marzo. “Lo territorial es fundamental, necesitás que las Direcciones de Género de los municipios estén activas y tener contacto permanente. Con el Fondo de Emergencia las mesas locales van a contar con una herramienta. Hicimos también una cartilla para poner en las bolsas de alimentos con medidas básicas de cómo moverse. Y un material para organizaciones que acompañan a mujeres en situación de violencia”, dijo a lavaca Flavia Delmas, subsecretaria de Políticas contra las Violencias por Razones de Género.