Nota
Ley Ómnibus Día 1: crónica en vivo de una jornada clave

Con 137 diputados y diputadas propios y ajenos finalmente el gobierno consiguió quórum y empezó el debate de la llamada Ley Ómnibus. El recinto debate así más de 600 artículos sobre todo tipo de cuestiones que implican cambios fiscales, educativos, en seguridad, promueve privatizaciones, restringe la protesta social, desfinancia la cultura, en un largo etcétera que tiene como denominador común el desguace del Estado. Compartimos el registro de los principales momentos del día, hora por hora, de cómo se vive el debate en el Congreso y en la calle. Lo que dicen los y las diputadas protagonistas, el clima y la rosca, y la movilización que sigue mientras el gobierno intenta promulgar la ley en una sesión especial que durará hasta mañana.
Fotos Nacho Yuchark y Lina Etchesuri
El proyecto “Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos” empezó a ser tratado en comisiones el pasado 9 de enero y tres semanas después llegó al Congreso. 211 organizaciones expusieron en esa primera instancia mostrando la mayoría el rechazo al proyecto. Luego, los diputados y diputadas oficialistas, con una parte de la oposición amigable, sacaron un dictámen de mayoría con gran cantidad de disidencia. Ese texto con ya artículos reducidos, junto a los dictámenes de minoría, se imprimieron el 26 de enero para ser entregados a quienes deben votarlo o rechazarlo. Pero cinco días después, al inicio de esta sesión, ese texto ya no servía: fue sustancialmente modificado.
A las 10 de la mañana, cuando Martín Menem dio comienzo a la sesión, aún era un misterio qué versión es la que estaba en juego.

Fotos Nacho Yuchark para lavaca
Gritos e invitados
El inicio de la sesión se dio con la primera tanda de las “cuestiones de privilegio”. Fueron doce intervenciones que apuntaron a autoridades del Poder Ejecutivo (el presidente Javier Milei y la ministra de Seguridad Patricia Bullrich) y a la autoridad de Diputados, Martín Menem, que fue acusado de todo tipo de irregularidades en el funcionamiento de la Cámara, y quien contestó a cada una con un inmutable “la cuestión planteada será girada a la comisión de asuntos constituciones para su consideración”.
Cuando le tocó a la diputada de la izquierda Miryam Bregman, desde uno de los palcos del recinto la abuchearon y gritaron. Así se desató la primera rebelión de esta sesión que se estima que durará 35 horas por lo menos. “Hasta que no se retire el que insultó a Bregman no podemos seguir funcionando”, dijo Germán Martinez, jefe de bloque de Unión por la Patria. Se sumó Miguel Angel Pichetto (Encuentro Republicano Federal): ““Parece una cancha de fútbol”. Martin Menem pidió seguir adelante. Pero se plantaron también Carla Carrizo (UCR) y Silvia Lospenatto (PRO). La sesión estuvo frenada 20 minutos hasta que se lo retiró: quien gritó fue Tomás Agote, quien se definió como un empresario que apoya la ley, pero es más que eso.
Hubo más tarde otro intercambio, por otro invitado. La diputada Cecilia Moreau (UxP), ex presidenta de la Cámara -única y primera mujer que lo fue hasta ahora- pidió la palabra para denunciar que en el edificio estaba presente Leonardo Sosa, integrante de Revolución Federal, procesado por incitación a la violencia. Sosa tenía pulsera roja, la que se le entrega a los invitados de los diputados. Aún no se sabe quién lo invitó. Menem junior se comprometió a informarlo después de excusarse de esta forma: “Hace un mes estamos en la casa”.

Fotos Nacho Yuchark para lavaca
Los artículos
Dos horas después del inicio de sesión se conoció el texto que finalmente se está debatiendo. La situación atípica incluyó a un empleado de la Cámara leyendo uno a uno los artículos que se quitaban del texto que se había impreso cinco días atrás.
En síntesis: se suprimieron 159 artículos completos, y anexos de otros 2 artículos. El diputado de izquierda, Nicolás Del Caño, que salió del recinto en búsqueda de unas barritas de cereal, dijo a lavaca que el tratamiento “es un mamarracho”, que recién después de la lectura de los artículos se enteraron en su espacio cuáles son los cambios y que así lo que está sucediendo es que “es directamente otra ley”.
Germán Martinez (UxP) pidió formalmente que el proyecto vuelva a comisiones. La moción se votó, pero la oposición no consiguió los votos necesarios para que suceda: se computaron solamente 103 a favor.
Entonces, quedan por delante son dos momentos: por un lado la votación en general del proyecto. Y luego la votación artículo por artículo. El oficialismo tendría los votos aliados necesario para aprobar la general, pero no están asegurados los votos para muchos de los artículos que quieren impulsar: por ejemplo, las privatizaciones.

Con el oficialismo votando a favor pero sin que le resulte suficiente, queda ver cuál será el rol de la oposición. Acá, dos posturas a modo de reflejar el amplio abanico de posiciones y oposiciones a la Ley Ómnibus:
Santiago Cafiero, diputado de Unión por la Patria
¿Cómo puede impactar la delegación de facultades del legislativo a MIlei?
Cafiero: Hoy están las administrativas, la fiscal las han quitado, pero cuando vos tenés la emergencia administrativa tenés la capacidad de ejecutar en el Estado todas las herramientas de políticas públicas que vos tenés; desde las intervenciones en organismos públicos hasta los descentralizados, y fundamentalmente la posibilidad de generar despidos masivos, que es en definitiva lo que están buscando. Esas son herramientas que supuestamente en la negociación se habían quitado, pero están. Si ellos consiguen las facultades delegadas van a poder avanzar con la desregulación del Estado.
¿Qué se sabe sobre la posibilidad de que se voten las privatizaciones de empresas nacionales?
Cafiero: El bloque nuestro rechaza las privatizaciones y también el hibrido que trataron de hacer para negociar, un hibrido vinculado a armar sociedades mixtas. En nuestro bloque rechazamos todo, pensamos que las empresas públicas son estratégicas, que los trabajadores que allí están necesitan tener certidumbre y que en todo caso lo que necesitamos en definitiva es mejorar los servicios públicos que esas empresas dan. Pero el camino de las privatizaciones no es un camino que a Argentina le vaya a dar ningún rédito. A nivel internacional Argentina es prestigiosa porque hace satélites; es exitosa porque tiene desarrollo propio de energía nuclear. Lo que nosotros vemos es que no solo se pierden capacidades cuando no tenés más esas empresas públicas: se pierde prestigio internacional.
¿Cómo están los votos?
Cafiero: Bueno, en eso los autodenominados dialoguistas tendrán que hacerse cargo de poner o no el combustible a la motosierra.

Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Karina Banfi, diputada por la Unión Cívica Radical
¿Van a acompañar el debate?
Banfi: Vamos a avanzar con esta propuesta que hizo el PE de más de 24 horas de sesión para votar en general y luego seguramente tengamos más de 20 horas para votar en particular. Tenemos muchas disidencias para plantear.
¿Cuáles?
Banfi: Algunas de las cosas que sacaron creo que hoy, muchas de ellas las habíamos solicitado, y las privatizaciones y algunos artículos de seguridad.
Sobre privatizaciones, ¿cuál es la postura?
Banfi: Así como están no lo vamos a acompañar
¿Y sobre las facultades extraordinarias?
Banfi: Bueno, ahí hicimos un gran trabajo. De 11 facultades extraordinarias pasaron a 6 a pedido nuestro, y la renovación es de 1 año y la otorga el Congreso.
Si tiene las facultades administrativas, ¿no está habilitado a poder efectuar otros cambios?
Banfi: Si tenemos la mayoría suficiente como oposición, en cualquier abuso que cometa sobre las facultades delegadas podemos sacárselas inmediatamente.

Fotos Nacho Yuchark para lavaca
La calle
Desde el mediodía la Plaza de los Dos Congresos fue sede de encuentro de partidos de izquierda, principalmente PO y PTS, y grupos autoconvocados como Jubilados Insurgentes que se vienen manifestando desde el inicio del gobierno.
Por esas horas el operativo policial no había comenzado su despliegue. Pero ya se veían en las inmediaciones camiones de Policía Federal, Gendarmería y Policía de la Ciudad.

Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Los primeros encontronazos se dieron cuando un grupo estaba cortando Callao e Yrigoyen cuando paraba el semáforo, vio venir el cordón policial para evitar que siga sucediendo. Durante toda la jornada se intentó aplicar el Protocolo Antipiquetes, generando la absurda tendencia de esta medida de que sea la propia fuerza la que termina interrumpiendo el tránsito.

Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Allí estaba Melisa, 28 años, de un comedor del Polo Obrero en Soldati. Dice a lavaca: «Esta ley abarca muchas leyes que nos afectan. Soy estudiante y me afecta. Esta ley afecta a muchas cosas, a la educación, el trabajo, la salud. Necesitamos impedir esta ley. El presidente no se está fijando en la gente. No ve. Como pueblo debemos estar unidos, porque hoy la economía no alcanza. Con Alberto Fernández por lo menos se podía llegar a comer al mediodía y a la noche, hoy no. Milei quiere cambiar todo y está pasando por arriba de la gente. No nos ve. Me encantaría que vaya a los barrios, a las villas , y vea lo que falta. En Soldati, si no hubiera comedores la gente se estaría muriendo de hambre».

Fotos Nacho Yuchark para lavaca
Allí estaba Luciana, que dice: «Los representantes no están evaluando la realidad que estamos atravesando como argentinos. Están corridos del verdadero tema. En relación al ambiente, por ejemplo, no lo podemos poner en discusión; deben prevalecer las leyes que estaban vigentes. No se pueden modificar los artículos. En cuanto a la educación, no podemos decir que los alumnos a partir de cuarto grado pueden quedar estudiando por zoom. ¿Qué es lo que se está entregando? No tenemos una cabal conciencia de lo que puede llegar a ocurrir y los representantes tampoco. Hay un corrimiento general. En mi barrio tenemos asamblea a las 19 en Jonte y López de Vega. Las principales preocupaciones son la jubilación, la cuestión laboral, la pérdida del derecho al reclamo, el aumento del boleto y el tema de las góndolas, suben los precios indiscriminadamente, y no hay ningún control. No hay beneficio para el consumidor ni tampoco ninguna explicación».

Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Mientras tanto, a las 16.50 Sergio Palazzo y otros diputados todavía reclaman el dictamen definitivo del oficialismo, que seguía sin aparecer. Y mientras tanto, la Prefectura llegaba para reforzar el operativo.
En pleno horario de noticieros, ocure la primera detención.
Mientras el show represivo continúa ante una manifestación pacífica, se va sumando cada vez más gente y convocatorias a movilizarse a las 20 y a las 22 horas frente al Congreso.
Continuará…

Fotos Nacho Yuchark para lavaca


Fotos Nacho Yuchark y Lina Etchaesuri para lavaca
Esta nota fue actualizada durante la jornada a medida que avanzó el debate y la movilización.
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Nota
Encuentro a la hora del té: Hebe de Bonafini, Chicha Mariani y una reunión para hacer historia

Tiempo, emoción y galletitas. Memoria, humor y lucidez. Esos fueron algunos ingredientes de una reunión histórica y nutritiva ocurrida en 2010 entre Hebe de Bonafini y María Isabel Chicha Mariani. Una charla para recordar un día como hoy, 4 de diciembre, en el que Hebe cumpliría años, porque cuenta parte del nacimiento de un inédito tipo de movimiento social conformado por mujeres desesperadas ante la desaparición de sus hijas e hijos, nietas y nietos, tras el golpe del 24 de marzo de 1976. ¿Por qué recordar? Porque quienes olvidan todo o tienen amnesia, no saben quienes son hoy, en este momento.
Este encuentro de 2010 ocurrió en La Plata entre dos vecinas: Hebe (fallecida en 2022, quien era presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo) y Chicha (quien fallecería en 2018, fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo). Estaban distanciadas desde hacía 29 años, y la propuesta de nota en MU permitió reunirlas. ¿Qué nos dicen sobre el presente los primeros tiempos en la historia de lucha por la aparición de sus hijos y nietos? Los viajes, las gestiones, las anécdotas, la causa de la pelea, sus reflexiones e intercambios, en los principales tramos de esta conversación inolvidable.
Por Sergio Ciancaglini
A las 6 de la tarde sonó el timbre, con una puntualidad de los tiempos en que vida o muerte podían depender de la exactitud de las citas de madres, abuelas y familiares de desaparecidos. En la casa de la fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo, María Isabel Chorobik de Mariani, Chicha, había una mesa con tetera, tazas y medialunas, que por un rato desplazaron expedientes judiciales, recortes de diarios y denuncias de su creación más cercana, la Asociación Anahí. A esa casa de la calle 47 de La Plata, llegó Hebe de Bonafini, presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, con masas, un huevo de Pascua (enviado por Alejandra, su hija) y galletas dietéticas.
Besos, abrazos. Chicha ha perdido casi totalmente la vista. Por eso es Hebe la que dice: “Nos vestimos igual. Estamos en la misma murga”. Las risas ayudaron a sobrellevar la emoción de este encuentro en el que cada palabra y cada silencio tuvieron una carga que mejor que adjetivar, es conocer.
Chicha tiene 86 años, Hebe 81, y ambas una lucidez sin edad.
Se habían distanciado hace 29 años. Se volvieron a ver en marzo, en una exposición sobre Clara Anahí, la nieta que Chicha busca desde noviembre de 1976. Hebe fue a esa muestra en Canal 7, y del reencuentro fugaz nació la idea de una charla con MU. Con tiempo, té y galletitas.

La reunión en casa de Chicha, después de 29 años distanciadas. Foto: lavaca.org
Sonrisas junto al paraíso
Hebe tiene dos hijos desaparecidos, Jorge y Raúl. A Enrique Mariani, el hijo de Chicha, lo mataron en 1977. En noviembre de 1976, un ataque de la Bonaerense bajo órdenes de Ramón Camps reventó literalmente la casa donde había al menos cinco personas que fueron acribilladas, entre ellas la nuera de Chicha, Diana Teruggi. Allí estaba Clara Anahí, tres meses de edad.
Hebe y Chicha se conocieron en noviembre de 1977, con la llegada a Buenos Aires de Cyrus Vance, enviado del presidente norteamericano James Carter, que iba a participar en un acto en Plaza San Martín. Chicha: “Yo había conocido a Licha (Alicia De la Cuadra, un hijo y una hija embarazada desaparecidos) y me dijo que podíamos ir a darle un ‘testimonio’ a Vance. Yo era una bruta, daba clases de Artes Visuales en el Liceo de La Plata pero no sabía viajar a Buenos Aires. Aprendí que un testimonio era un papel con mi caso. Cuando llegué me quedé paralizada. Estaban los funcionarios, todo lleno de milicos armados, los perros, en otro lugar había mujeres. Todas empezaron a gritar. Y se pusieron los pañuelos que tenían escondidos. Y yo sin saber qué hacer, con el papelito apretado contra el pecho. Vino una mujer corriendo, me dijo: ‘Dame el testimonio’, y se lo llevó a Cyrus Vance. Era Azucena Villaflor, la fundadora de Madres”.
Con Licha ya habían resuelto encontrarse allí mismo con otras mujeres que buscaban a sus nietos. “Nos juntamos abajo de un paraíso, frente al Colegio Militar. Nos debían estar filmando desde adentro. Conocí a Ketty (Beatriz Neuhaus) y me llevé una sorpresa: me saludó con una sonrisa. Y Eva Castillo, lo mismo. Pensé que no tenía que andar con esa cara de desgraciada, si ellas intentaban que el encuentro no fuera tan ingrato”.
Así, el 21 de noviembre, nacía Abuelas. Hebe, intencionadamente: “¿No era el 22 de octubre, entonces?” La diferencia de fechas es parte tal vez de las distancias nacidas con la salida de Chicha de Abuelas, en 1989. “Hubo cosas que no me gustaron y siguen sin gustarme, pero no quiero hablar de eso. No quiero que nada demore el trabajo de buscar a mi nieta”. Hebe: “Pero tu trabajo fue fundamental, y en los momentos más difíciles con vos al frente, fue que lograron recuperar a los primeros 60 chicos. Todos lo sabemos. Y por eso te quiero decir que todas las Madres te mandan un beso grande, te apoyamos totalmente en lo que necesites”.
Chicha se emociona, y me cuenta: “Pero aquel día, cuando me iba a volver, la veo a Hebe que dice: ¿quién va para La Plata? Cuando me acerqué, no me preguntó si quería que fuéramos juntas. Directamente me dijo: ¡vamos!” Se ríen y Hebe agrega datos no descartables: “Los pañuelos eran en realidad los viejos pañales que guardábamos para nuestros nietos. Los habíamos usado primero en octubre, para poder reconocernos en una marcha a Luján. Las que nunca los usaron fueron Azucena, y Esther Careaga, porque decían que parecíamos monjas”. Azucena, Esther y Mary Bianco desaparecieron poco después, en diciembre de 1977, operativo de la ESMA alrededor de la Iglesia de la Santa Cruz, merced a la infiltración de un falso hermano de desaparecidos, que en realidad era Alfredo Astiz.
Madre de la bombacha roja
Los viajes de estas dos mujeres recién comenzaban. Chicha empieza a reírse, recordando uno de sus regresos en colectivo, desde Quilmes.
Hebe: Yo iba con la carpeta de denuncias, paraguas, piloto, fiambres y chorizos.
Chicha: Y yo llevaba salamines, lo hacíamos medio para disimular, y para hacer algún mandado de paso.
H: Cuando llegamos, me paro, se me cae la pollera, y quedo en bombacha.
C: Escuché la risotada de Hebe, que para no largar los chorizos no se subía la pollera. No la veía bien porque yo iba agarrada a los salamines. Pensé que tenías combinación.
H: ¡No! Para mi las enaguas eran cosa de vieja, y para colmo me habían regalado una bombacha roja y era justo la que llevaba puesta. Más trola imposible.
Otra ronda de té. Chicha toca la mano de Hebe.
C: Pero te quiero recordar algo más, también por el 77 o 78. Un día apareciste con vestido celeste, planchadito. La noche anterior se había escuchado un tiroteo. Viniste a avisarme que ibas a ver qué pasaba. Y llevabas una canastita con comida por si había alguien que necesitara algo. Te pregunté si querías que fuera con vos, dijiste que no. Fue una prueba de coraje. Yo no me atrevía a ir.
H: Esas cosas nacen pensando en que si tu hijo está en esa situación…
C: El tema es cómo superar el miedo sin paralizarse.
H: Las mujeres lo sabemos. Es como parir. No pensás en vos, ni en quedarte quietita, pensás que tenés que hacer fuerza para que nazca y sea sano. Pero además, se llevan a tu hijo ¿Hay algo peor, más horrible? Así que nada: hay que seguir.
C: Yo pensaba que si me llevaban no iba a aguantar ni dos minutos en la mesa de torturas. Soy muy sensible al dolor. Mi ilusión era morirme enseguida. Qué tonta, ¿no?
H: Una piensa estupideces. Yo andaba siempre con cepillo de dientes, calzoncillos y pañuelitos en una bolsita, por si encontraba a mis hijos. Todos éramos muy inocentes. Hasta los chicos. Un día entro al cuarto del mayor y estaba con unos amigos, todos atándose. ¿Qué hacen? “Practicamos cómo desatarnos por si nos agarran”. Creían que les iban a dar tiempo.
C: Nunca imaginaron la perversión.
H: Habían preparado todo para saltar a lo del vecino. Pobres. A uno de mis hijos lo encontraron por mi vecina, que dijo que había reuniones en la casa y pasaba algo raro.
C: Pensar que tanta gente pudo ayudar, pero se calló. No sé qué tenemos adentro. El enano fascista.
H: Pero fijate al revés: otro vecino salió a avisarle a mi hijo que lo esperaba la policía, y entonces se lo llevaron a ese vecino. Después lo soltaron, pero el tipo no quería ni verme. Es difícil juzgar.
C: Sí, pero yo veo que tenemos raíces. Hace mucho quiero hacer un libro, la Historia de la Infancia Argentina. Desde los españoles que llevaban chicos y chicas indígenas como esclavos y sirvientes, después los terratenientes con derecho a hacerles hijos a las mujeres campesinas y apropiarse de ellos. El derecho de pernada, que todavía existe, del patrón sobre la primera noche de cada niña. Hagamos un salto: llegan los militares, se llevan a los chicos, y mucha gente lo ve bien. Yo creo que es todo ese residuo ancestral, que produjo la enorme vergüenza de un pueblo que se supone culto, pero no abrió la boca, no tomó la defensa de ningún niño. Me atrevo a decirlo porque es mi pueblo. Pero no puede ser que haya parecido normal que los chicos sean secuestrados y apropiados.
H: Hacé el libro. Nosotras lo podemos imprimir.
C: Te cuento algo más. El secretario de Pío Laghi, monseñor Celli, les dijo a dos abuelas, Elba Ford y Delia Penela: “Dejen de molestar, imagínense los chicos están con familias que pagaron 4.000 pesos por cada uno, eso les dice que los van a cuidar bien”.
Hebe da un respingo. “Tengo una información muy importante que contarte cuando estemos solas”.
Les propongo apagar el grabador. “No, totalmente solas. Encerradas en el baño”, dice Hebe, entre las carcajadas de Chicha. ¿El baño es un lugar para intercambiar datos? Hebe: “Claro. Hay cagadas, pero de otra clase”. Chicha: “Me estoy divirtiendo. Mirá, cada una habrá hecho o dicho cosas. Pero somos leales”. En una época engañaron a Chicha diciéndole que podría recuperar a su nieta. “Le hice a Hebe un poder para que cuidase a mis padres por si yo tenía que irme al exterior. Todavía lo tengo guardado”.
El día que se distanciaron
Siguen las cataratas de diálogos:
C: ¿Te acordás cuando estuvimos con Sandro Pertini? (Presidente de Italia)
H: Estábamos en un departamentito vacío, con dos camas y dos colchones. Como éramos cuatro (con Elida Galetti y María Del Rosario Cerrutti) nos turnábamos: cama sin colchón, o colchón en el piso. Calentábamos agua en una jarrita para poder bañarnos.
C: Salimos de compras y vos llevabas la comida en una bolsita.
H: Comprar era un lío, como no sabíamos italiano, tenía que hacer el gesto de limpiarme el que te dije para que entendieran de queríamos papel higiénico.
C: Y de repente nos avisan que vayamos urgente al Quirinale, que Pertini nos iba a recibir. Salieron los del protocolo, agarraron nuestros tapados pero Hebe no quería darles el tapadito ni la bolsa de comida.
H: ¡Con lo que nos costaba la comida, mirá si se las voy a dar! Además yo había salido así nomás, con ropa medio feona, no quería sacarme el tapado. Pertini lloró con nosotras, denunció a la dictadura. No lo reconoció a Videla. Fue de los pocos.
C: Pero cuando salimos, en esos salones principescos, había un sillón de terciopelo con la bolsita de nuestra comida.
¿Cuándo se distanciaron?
C: Capaz que ni te diste cuenta. Yo me enojé con vos en la Catedral de Quilmes. Las Madres la habían tomado. Yo las acompañaba. Seríamos 20 entre todas. Hiciste un comentario de esos que hacés vos, fuerte. Yo dije: “No podemos seguir discutiendo”, y me abrí.
H: Ya me acuerdo, fue en 1981, después de la primera Marcha de la Resistencia. Claro, lo querían mucho al obispo (Jorge Novak) y yo le decía de todo. Fue así: terminó la Marcha y nos fuimos para Quilmes. Teníamos termos, frazadas, hasta walkie talkie (en la era pre-celulares y pre-Internet). Estábamos comiendo heladito en la plaza, todas separadas para que nadie se diera cuenta. Juanita Pergament se encargaba de la prensa. Pero llegó antes de tiempo con los periodistas, tiramos los helados y nos metimos corriendo antes de que nos cerraran la Catedral. Se armó un quilombo padre. Y ya ni sé qué le habré dicho al viejo ese. Me decían: “Claro, tomás la Catedral del que sabés que no te va a echar”. Y claro, no iba a ir a una donde nos rajaran. El ayuno duró 12 días, hasta Navidad. Pero es cierto, siempre fui una desbocada. Ella no (señalando a Chicha). Ella lo que tuvo es el rigor, la prolijidad para investigar todo. Impresionante.
C: Mi desesperación era encontrar a Clara Anahí. Todo lo que fuera distraer esa búsqueda para discutir, me sacaba de quicio. Pelear con Hebe no tenía sentido. Además, te acordás que una vez en tu casa te dije: mi hijo está muerto. Mi búsqueda es diferente. Las Abuelas tenemos que recurrir a la justicia. Las Madres tienen otro reclamo. Fue bueno que cada una fuera por su lado.
La hora del secreto
Hebe cuenta que a pedido de su hijo Raúl una vez sacó a una mujer y a un chiquito al Brasil, todos con documentos falsos, en plena dictadura. “Lo llevaba en brazos yo, porque si agarraban a la mamá, por lo menos se salvaba la criatura”. Chicha tuvo lo suyo, pero en democracia: “Con Mirta Baravalle, una valiente, llevamos a un chiquito a Brasil, donde tenía familia. La mamá había muerto ese día en el ataque a La Tablada (enero de 1989). Lo hicimos en secreto. Nunca supe de él”.
¿Cuáles son las claves para actuar en estas situaciones donde todo parece en contra?
C: Hay que aprender a mirar para afuera de uno, de la casa, captar todo lo que hay alrededor. Aprender todo lo que quepa en el cerebro, en el cuerpo y en la memoria.
H: Es cierto. No pensar en uno. El otro soy yo. Lo que le pasa al otro me pasa a mí. Y no parar. Como hizo Chicha. Lo que está haciendo ahora es muy importante con la Asociación Anahí. Hay que conocer eso. Porque ella tiene un modo especial que le llega mucho a la gente. Hoy como funciona la política, no sirve. Hay que cambiar el estilo. A nadie le interesa hablar de marxismo, trotskismo ni peronismo. No te dan bola. Funciona que haya gente como Chicha, o las cosas que hacemos nosotros con el Ecunhi (Espacio Cultural Nuestros Hijos, en la ex ESMA), con la Universidad, la radio y todo lo demás”.
Sobre el presente, Chicha dice: “El gobierno hizo avances, pero para mí falta que apuren a las fuerzas militares para que digan qué pasó con los desaparecidos y los chicos apropiados. Lo saben, tienen el material. Entonces, que digan la verdad”.
Hebe: “¿Te digo lo que te tengo que contar”. Chicha le responde “vamos” y zarpan las dos tras una puerta vaivén. La reunión no fue en el baño, sino en la cocina de la casa de Chicha. Vuelven, sin apiadarse del cronista.
Hebe: No sabés lo que te perdiste.
Chicha: Ya lo sabrás alguna vez.
Hebe: Ella sabe unas cosas. Yo sé otras. Es lo que hicimos siempre. Juntar lo que cada una sabe, y armar el mapa, para saber dónde estamos paradas.
Nota
Orgullo

Texto de Claudia Acuña. Fotos de Juan Valeiro.
Es cortita y tiene el pelo petiso, al ras en la sien. La bandera se la anudó al cuello, le cubre la espalda y le sobra como para ir barriendo la vereda, salvo cuando el viento la agita. Se bajó del tren Sarmiento, ahí en Once. Viene desde Moreno, sola. Un hombre le grita algo y eso provoca que me ponga a caminar a su lado. Vamos juntas, le digo, pero se tiene que sacar los auriculares de las orejas para escucharme. Entiendo entonces que la cumbia fue lo que la protegió en todo el trayecto, que no fue fácil. Hace once años que trabaja en una fábrica de zapatillas. Este mes le suspendieron un día de producción, así que ahora es de lunes a jueves, de 6 de la mañana a cuatro de la tarde. Tiene suerte, dirá, de mantener ese empleo porque en su barrio todos cartonean y hasta la basura sufre la pobreza. Por suerte, también, juega al fútbol y eso le da la fuerza de encarar cada semana con torneos, encuentros y desafíos. Ella es buena jugando y buena organizando, así que se mantiene activa. La pelota la salvó de la tristeza, dirá, y con esa palabra define todo lo que la rodea en el cotidiano: chicos sin futuro, mujeres violentadas, persianas cerradas, madres agotadas, hombres quebrados. Ella, que se define lesbiana, tuvo un amor del cual abrazarse cuando comenzó a oscurecerse su barrio, pero la dejó hace apenas unas semanas. Tampoco ese trayecto fue fácil. Lloró mucho, dirá, porque los prejuicios lastiman y destrozan lazos. Hoy sus hermanas la animaron a que venga al centro, a alegrarse. Se calzó la bandera, la del arco iris, y con esa armadura más la cumbia, se atrevió a buscar lo difícil: la sonrisa.
Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Al llegar al Congreso se pierde entre una multitud que vende bebidas, banderas, tangas, choripán, fernet, imanes, aros, lo que sea. Entre los puestos y las lonas que cubren el asfalto en tres filas por toda Avenida de Mayo hasta la Plaza, pasea otra multitud, mucho más escasa que la de otros años, pero igualmente colorida, montada y maquillada. El gobierno de las selfies domina la fiesta mientras del escenario se anuncian los hashtag de la jornada. Hay micros convertidos en carrozas a fuerza de globos y música estridente. Y hay jóvenes muy jóvenes que, como la chica de Moreno, buscan sonreír sin miedo.
Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Sobre diagonal norte, casi rozando la esquina de Florida, desde el camión se agita un pañuelazo blanco, en honor a las Madres, con Taty Almeyda como abanderada. Frente a la embajada de Israel un grupo agita banderas palestinas mientras en las remeras negras proclaman “Nuestro orgullo no banca genocidios”. Son quizá las únicas manifestaciones políticas explícitas, a excepción de la foto de Cristina que decora banderas que se ofrecen por mil pesos y tampoco se compran, como todo lo mucho que se ofrece: se ve que no hay un mango, dirá la vendedora, resignada. Lo escaso, entonces, es lo que sobra porque falta.
Y no es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Nota
Cómo como 2: Cuando las marcas nos compran a nosotros

(Escuchá el podcast completo: 7 minutos) Coca Cola, Nestlé, Danone & afines nos hacen confiar en ellas como confiaríamos en nuestra abuela, nos cuenta Soledad Barruti. autora de los libros Malcomidos y Mala leche. En esta edición del podcast de lavaca, Soledad nos lleva a un paseíto por el infierno de cómo se produce, la cuestión de la comida de verdad, y la gran pregunta: ¿quiénes son los que realmente nos alimentan?
El podcast completo:
Con Sergio Ciancaglini y la edición de Mariano Randazzo.

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