Nota
El plan sistemático antimapuche
El crimen de Rafael Nahuel representa el último nivel de la escalada de violencia contra el pueblo mapuche. Represiones salvajes en Chubut, criminalización en Neuquén, operativos sin orden judicial, detenidos -incluso niños y niñas- y torturas. El Gobierno respaldó a los efectivos y así explicitó la orden para el avance represivo. El fantasma RAM (Resistencia Ancestral Mapuche), la chilenidad de la política oficial contra los indígenas y el genocidio que no cesa. Una nota de Darío Aranda, que repasa los hechos, los discursos y la embestida judicial, y analiza qué representan. El reportaje fotográfico que acompaña esta nota es un documento clave para comprender las consecuencias concretas de este plan. Fue producido durante la “inspección ocular” ordenada por la justicia en el lof Lafken Winkul Mapu y realizado por Foto Viojf para la revista Cítrica. Forma parte de la cobertura colaborativa que conformamos para informar sobre este tema los medios cooperativos Cítrica, Tiempo Argentino y lavaca.

Así fue «la inspección ocular» judicial al predio donde asesinaron a Rafael Nahuel. Editamos la secuencia cronológicamente. Reportaje fotográfico realizado por Foto Viojf para revista Cítrica.
Los hechos
30 de agosto de 2016. El Ministerio de Seguridad, conducido por Patricia Bullrich, acusó en un informe interno a los pueblos originarios de la Patagonia de delitos federales y los responsabilizó de hechos delictivos sin aportar ninguna prueba. El documento interno fue titulado “Revalorización de la ley. Problemática en territorio mapuche” y reconocía que la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) realizaba “tareas de investigación” ilegales y catalogaba los reclamos como “amenazas para la seguridad social”. El Ministerio de Seguridad, en línea con el discurso de las petroleras, argumentó que las comunidad realizan “usurpaciones” en campos hidrocarburíferos. Un centenar de organizaciones de pueblos originarios, Amnistía Internacional, el Servicio de Paz y Justicia (Serpaj) y la Asamblea Permanente de Derechos Humanos (APDH) emitieron un comunicado para alertar sobre la “estigmatización y persecución al Pueblo Mapuche”. El texto, titulado La lucha indígena no es delito, cuestionó al Gobierno: “El ministerio de Seguridad coloca a las reivindicaciones territoriales mapuches como amenazas para la seguridad social (…) El Estado privilegia los intereses de las petroleras y criminaliza al pueblo mapuche”.

Así fue «la inspección ocular» judicial al predio donde asesinaron a Rafael Nahuel. Editamos la secuencia cronológicamente. Reportaje fotográfico realizado por Foto Viojf para revista Cítrica.
1° de septiembre de 2016. El juez federal Guido Otranto determinó la nulidad del pedido de extradición impulsado por la justicia chilena en contra del lonko Facundo Jones Huala. El gobernador Mario Das Neves cuestionó el fallo: “No queremos jueces federales que actúen en connivencia con delincuentes (en relación a mapuches)”. E instó a que la población desobedezca al juez: “Que la gente reaccione, que no permita, por más que sea un juez, llevar a cabo este tipo de acciones”.
10 y 11 de enero 2017. Tres represiones en dos días sobre el Pu Lof en Resistencia de Cushamen. Gendarmería Nacional y Policía de Chubut avanzaron con escopetas y gases lacrimógenos. El disparo en el cuello sobre Fausto Emilio Jones Huala llegó a la prensa de Buenos Aires. Otro integrante de la comunidad perdió un tímpano. No hubo víctimas fatales de casualidad.

Así fue «la inspección ocular» judicial al predio donde asesinaron a Rafael Nahuel. Editamos la secuencia cronológicamente. Reportaje fotográfico realizado por Foto Viojf para revista Cítrica.
21 de junio de 2017. Un centenar de efectivos de Gendarmería ingresó a la comunidad mapuche Campo Maripe (en Vaca Muerta, Neuquén), cerró los caminos internos y escoltó a cuadrillas de YPF para realizar una nueva perforación petrolera. Los integrantes de la comunidad pidieron explicaciones, solicitaron que exhiban la orden judicial (nunca se las mostraron) y reclamaron que se retiren del territorio indígena. Los efectivos impidieron que la comunidad abandonara su propia tierra. “YPF usa la Gendarmería para entrar ilegalmente a territorio mapuche. Ingresaron sin consulta, ni autorización, con un procedimiento totalmente desmedido, sin mediar palabra, ni exhibir orden judicial. Los miembros del lof (comunidad) fueron amenazados y fueron rehenes en su propio territorio”, denunció el Consejo Zonal Xawvn Ko de la Confederación Mapuche de Neuquén, que cuestionó la “militarización” del lugar y acusó a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, de una “escalada de represión”.

Así fue «la inspección ocular» judicial al predio donde asesinaron a Rafael Nahuel. Editamos la secuencia cronológicamente. Reportaje fotográfico realizado por Foto Viojf para revista Cítrica.
27 de junio. El lonko Facundo Jones Huala fue detenido horas después de concluida la reunión entre Mauricio Macri y Michelle Bachelet en Chile. El vecino país había solicitado la extradición de Jones Huala. El 31 de julio, miembros de comunidades mapuche reclamaron frente al juzgado federal de Bariloche por la detención arbitraria de Facundo Jones Huala y fueron reprimidos por la Gendarmería y el Grupo Especial de Asalto Táctico de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, con balas de goma disparadas al cuerpo. Nueve personas fueron detenidas y una decena resultaron heridas.
1° de agosto. Represión de Gendarmería en el Lof en Resistencia de Cushamen. Sin orden judicial, ingresaron a territorio comunitario. Con la posterior desaparición y muerte de Santiago Maldonado. En el lugar había estado el jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad y mano derecha de Patricia Bullrich, Pablo Noceti. Las camionetas de Gendarmería fueron lavadas antes de los peritajes.

Así fue «la inspección ocular» judicial al predio donde asesinaron a Rafael Nahuel. Editamos la secuencia cronológicamente. Reportaje fotográfico realizado por Foto Viojf para revista Cítrica.
18 de septiembre. Más de cien efectivos de Gendarmería llegaron de madrugada hasta la comunidad Vuelta del Río (entre Esquel y El Bolsón) en búsqueda de indicios de Santiago Maldonado. La brutalidad y desproporción fueron la regla. Rompieron puertas, levantaron de forma violenta a los integrantes de la comunidad, los mantuvieron precintados durante seis horas a la intemperie, desde antes de la salida de sol y sin abrigos.

Así fue «la inspección ocular» judicial al predio donde asesinaron a Rafael Nahuel. Editamos la secuencia cronológicamente. Reportaje fotográfico realizado por Foto Viojf para revista Cítrica.
19 de septiembre. Más de 60 policías de la Uespo (Unidad Especial de la Policía) ingresaron de forma violenta a la comunidad Fvta Xayen en el paraje Tratayen (a 80 kilómetros de Neuquén capital), parte de Vaca Muerta. Detuvieron al werken (vocero) Diego Rosales y a dos jóvenes de la comunidad. “El aspecto más grave y urgente es que han plantado falsas ‘pruebas’ para ensuciar nuestra justa causa. Junto con el operativo ha aparecido armas y drogas que servirán para un montaje repetido, el ‘maputerrorismo’“, denunció la Confederación Mapuche.

Así fue «la inspección ocular» judicial al predio donde asesinaron a Rafael Nahuel. Editamos la secuencia cronológicamente. Reportaje fotográfico realizado por Foto Viojf para revista Cítrica.
20 de septiembre. Por la noche, cuatro sujetos quemaron la casa de Marcelo Calfupán (de la comunidad Vuelta del Río) e intentaron lo mismo con la vivienda del lonko, Rogelio Fermín.
23 de noviembre. Operativo con más de 300 efectivos sobre el Lof Lafken Winkul Mapu (a 35 kilómetros de Bariloche). El operativo, ordenado por el juez federal Gustavo Villanueva, fue realizado de madrugada. Se esposó a mujeres durante horas e incluso se detuvo a los niños.

Así fue «la inspección ocular» judicial al predio donde asesinaron a Rafael Nahuel. Editamos la secuencia cronológicamente. Reportaje fotográfico realizado por Foto Viojf para revista Cítrica.
25 de noviembre. Asesinato de Rafael Nahuel en una represión del Grupo Albatros de la Prefectura. La bala ingresó por la espalda.
28 de noviembre. Javier Cañio (de la comunidad Caniu) de Buenos Aires Chico (El Maitén), fue demorado y retirado de su territorio por dos móviles policiales para sacarle sangre, según la orden judicial que le presentaron. El hecho se enmarca en la denuncia realizada por el grupo Benetton en la causa del puestero que habría sido apuñalado en julio pasado. “Es un claro acto intimidatorio”, sostuvo el propio Cañio en diálogo con la radio comunitaria Kalewche.
Esa es la enumeración solo de un puñado de los acciones de violencia contra el Pueblo Mapuche en el último año.

Así fue «la inspección ocular» judicial al predio donde asesinaron a Rafael Nahuel. Editamos la secuencia cronológicamente. Reportaje fotográfico realizado por Foto Viojf para revista Cítrica.
Los discursos
Pablo Noceti, jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad de la Nación, días antes de la represión en la desapareció Santiago Maldonado: “(Debemos) Empezar a tomar intervención y detener a todos y cada uno de los miembros del RAM que produzcan delitos en la vía pública y en flagrancia (…) Sólo quieren generar caos y temor en la población (…). No tenemos nada que dialogar. Lo único que vamos a hacer es judicializarlos, van a quedar todos presos”. Incluso afirmó que los mapuches estaban en contacto con “extremistas kurdos”. Explicó que las fuerzas federales estaban articulando acciones junto a la policía de Río Negro y de Chubut.
Reivindicó la figura de “flagrancia” (del Código Procesal) y justificó que los efectivos actúen sin la intervención de un juez ante cortes de ruta. También anunció la llegada de más efectivos a la Patagonia.
Luego de la desaparición de Santiago Maldonado, la ministra Patricia Bullrich apuntó contra las comunidades indígenas: “No vamos a permitir una república autónoma y mapuche en el medio de la Argentina. Esa es la lógica que están planteando, el desconocimiento del Estado argentino, la lógica anarquista”.

Así fue «la inspección ocular» judicial al predio donde asesinaron a Rafael Nahuel. Editamos la secuencia cronológicamente. Reportaje fotográfico realizado por Foto Viojf para revista Cítrica.
El presidente Mauricio Macri se refirió a la desaparición de Santiago Maldonado recién diez días después de la represión. Y tildó a la comunidad mapuche: “poco democráticos y bastante violentos”.
Luego del asesinato de Rafael Nahuel, la ministra Bullrich respaldó de forma contundente a los efectivos: “El juez necesitará elementos probatorios, nosotros no. No tenemos que probar lo que hace una fuerza de seguridad en el marco de una tarea emanada de una orden judicial. La Prefectura Naval fue a enfrentarse con un grupo violento. El juez tendrá que ir a buscar las pruebas y está perdiendo bastantes días”.
La vicepresidenta, Gabriela Michetti, insistió en que los mapuches atacaron y afirmó que siempre a los efectivos se les debe dar “el beneficio de la duda (…). Si no le damos el beneficio de la duda no le damos la posibilidad de que defienda a los ciudadanos”.
En declaraciones al diario Ámbito Financiero, justificó además el uso de balas de plomo: “Son legítimamente usadas por las fuerzas de seguridad. Ellos tienen la legitimidad para actuar ante un ataque y así lo hicieron”.

Así fue «la inspección ocular» judicial al predio donde asesinaron a Rafael Nahuel. Editamos la secuencia cronológicamente. Reportaje fotográfico realizado por Foto Viojf para revista Cítrica.
El relato
Los gobernadores y funcionarios provinciales también mantuvieron un discurso represivo para con los mapuches. El ministro de Gobierno de Chubut, Pablo Durán, luego de la represión de enero contra la comunidad en Resistencia de Cushamen calificó de terroristas a la RAM (Resistencia Ancestral Mapuche), aunque la comunidad había aclarado en numerosas oportunidades que no pertenecían a esa organización.
Durán anticipó que Chubut “va a endurecer las posiciones” frente a los cortes de ruta y explicó que junto a Río Negro “programarán tareas de inteligencia y protocolos de actuación” ante las comunidades. También adelantó que exigirán “mayor firmeza a las autoridades judiciales”.
El ministro chubutense criticó a la justicia provincial y federal porque “hay sospechosos que siguen libres” y advirtió que es “difícil prever los blancos de ataque del terrorismo mapuche”. El 25 de julio volvió a referirse a los mapuches: “Son un grupo de delincuentes”.

Así fue «la inspección ocular» judicial al predio donde asesinaron a Rafael Nahuel. Editamos la secuencia cronológicamente. Reportaje fotográfico realizado por Foto Viojf para revista Cítrica.
El fantasma de la RAM
Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) es una organización fantasma. No se conocen sus líderes, su historia ni su proyección. Sí hubo incendios y sabotajes de encapuchados que luego dejan pintadas de RAM o prolijos panfletos con la sigla, reivindicando el atentado, auto incriminándose.
La única persona que señaló haber pertenecido a la RAM es Facundo Jones Huala. Justificó su accionar. Pero afirmó que “hace años” no participaba más.
La estrategia política y mediática fue que todo lo mapuche sea igual a RAM. Aunque las comunidades aclarecen no saber quiénes son y no pertenecer a la organización, funcionarios y periodistas lo usan como sinónimos.
A cada comunidad que se le preguntó siempre respondió lo mismo: “No somos de la RAM. No conocemos a la RAM”.
En septiembre pasado, una decena de organizaciones mapuches emitió un duro comunicado: Frente al drama o grotesco llamado Resistencia Ancestral Mapuche.
- “No avalamos, no justificamos, no adherimos a ninguna RAM. La RAM y la contracara que es el plan de represión desde el Estado, es síntoma de la falta de diálogo político institucional serio. El Pueblo Mapuche reivindica los derechos humanos y la no violencia como método de reivindicación de derechos”, destaca el escrito firmado por referentes de la Coordinadora del Parlamento Pueblo Mapuche Chewelche de Río Negro, de la Confederación Mapuche Neuquina (Zonales Xavnko, Pewence, Willice y Lafkence) y comunidades de Santa Fe, Chubut y Santa Cruz. Cuestionaron duramente a la RAM: “Hoy surge una expresión que se autotitula mapuche, que a través de comunicados y panfletos se responsabiliza de acciones directas, en ataques físicos y destrucciones materiales de supuestos ‘objetivos enemigos’ que de lo grotesco y evidente parece más el accionar de un grupo de inteligencia que de la lucidez y capacidad de resistencia cultural que ha tenido el pueblo mapuche en décadas de represión”.

Así fue «la inspección ocular» judicial al predio donde asesinaron a Rafael Nahuel. Editamos la secuencia cronológicamente. Reportaje fotográfico realizado por Foto Viojf para revista Cítrica.
Recordaron que el pueblo mapuche siempre reivindicó el diálogo cómo forma de resolución de conflictos.
- “Cómo es posible que panfletos absurdos que reivindican violencia, agresiones físicas, incendios de bienes de trabajadores, de espacios públicos, sean propios de personas que se identifican con una historia como la mapuche. Creemos que es obra de un montaje, del accionar de los servicios de inteligencia de los estados argentino y chileno, para implementar un plan de aplicación de la ley antiterrorista; construyendo así un escenario que justifica una política represora”.
Afirmaron que el pueblo mapuche tiene “decenas de autoridades procesadas”, con órdenes de desalojos ya dictadas y próximas a ejecutarse. Reivindicaron la defensa de territorios indígenas mediante cortes de ruta, bloqueos a locaciones, “acciones legítimas y legales que nunca llegan a agresiones físicas, ni a jugar con lo más valioso que defendemos que es la vida”.
Explicaron que cada pu Lof o Lofce (comunidades) tiene sus propias autoridades originarias (Lonko, kona, werken). No existe una sola autoridad ni una organización que decida por todas las comunidades. La Confederación Mapuche Neuquina está conformada por más de 60 comunidades que se encuentran en las distintas zonales (Xavnko, Centro, Willice, Pewenche y Lafkence). La Coordinadora del Parlamento del Pueblo Mapuche Chewelche en Río Negro la componemos más de 145 Comunidades de las cuatro regiones (Andina, Sur, Atlántica y Alto Valle). “No existe una sola forma de organización que lleve la voz de las comunidades, nuestros mayores nos han trasmitido que tenemos diversidades territoriales, pero siempre convencidos de un principio que nos une la defensa y la lucha por nuestro territorio”.
Repudiaron la instalación de mineras, petroleras, hidroeléctricas y forestales. “No vamos a entregar el territorio ni vamos a permitir que ingrese ninguna multinacional a destrozar nuestros elementos naturales que por vida hemos resguardado y cuidado para las presentes y futuras generaciones”. Exigieron una política de reparación histórica y regularización territorial.
(El texto completo en https://www.lavaca.org/notas/mapuche-no-es-ram-el-fantasma-de-los-servicios-de-inteligencia/)

Así fue «la inspección ocular» judicial al predio donde asesinaron a Rafael Nahuel. Editamos la secuencia cronológicamente. Reportaje fotográfico realizado por Foto Viojf para revista Cítrica.
Chilenización
El discurso oficial es que las comunidades mapuches de Argentina adoptan formas organizativas y “violentas” similares a las de Chile. No hay pruebas reales de eso. Pero sí hay indicios de que el gobierno de Argentina adopta lo que en Chile es política de Estado hace décadas: construcción de enemigo interno, criminalización de la lucha mapuche y ley antiterrorista.
Macri se reunió con su par de Chile (Bachelet) en junio. El oficialista diario Clarín consignó que hablaron de la situación de las comunidades mapuches. El subsecretario del Interior chileno, Mahmud Aleuy, visitó Argentina el 29 de septiembre. Se reunió con Patricia Bullrich y el tema central fue la situación del pueblo mapuche.
“No sabemos bien en qué momento la administración macrista asumió el garrote como una posibilidad real (…) Es posible que la chilenización de la política indígena no haya sido programada sino que sea una consecuencia, por ejemplo, de la importancia que tomó en el gabinete el sector duro de la política policial, representado en la figura de Patricia Bullrich”, señaló Felipe Gutiérrez Ríos, integrante del Observatorio Petrolero Sur (Opsur) y del portal de noticias Mapuexpress.

Así fue «la inspección ocular» judicial al predio donde asesinaron a Rafael Nahuel. Editamos la secuencia cronológicamente. Reportaje fotográfico realizado por Foto Viojf para revista Cítrica.
La embestida judicial
La Confederación Mapuche de Neuquén denunció penalmente a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y a su jefe de Gabinete, Pablo Noceti, el 30 de noviembre. La organización aportó pruebas de que Gendarmería Nacional ingresó a territorio mapuche (en Vaca Muerta) sin autorización judicial. “Se dispuso el uso de la fuerza pública por simple orden política. El caso reviste extrema gravedad, y compromete seriamente la responsabilidad penal de Bullrich y Noceti, ya que devela la existencia de un plan de acción deliberado desde la cartera de Seguridad, consistente en utilizar en forma discrecional la fuerza pública sin contar con la autorización judicial, vulnerando garantías constitucionales, afectando derechos humanos fundamentales y poniendo en vilo la vigencia del Estado de derecho”, explicó la Confederación Mapuche.
Jorge Nahuel, werken (vocero) de la Confederación Mapuche, en diálogo con radio Universidad Calf explicó que formularon la denuncia penal por “la embestida judicial que hay contra el pueblo mapuche, que se viene traduciendo en numerosas causas jurídicas, en desalojos violentos y en casos de muerte, que era algo que nosotros pensábamos que nunca iba a llegar a ese extremo”.
(Ver: https://www.lavaca.org/notas/denuncia-mapuche-contra-bullrich-y-noceti-por-allanamientos-sin-orden-judicial/)

Así fue «la inspección ocular» judicial al predio donde asesinaron a Rafael Nahuel. Editamos la secuencia cronológicamente. Reportaje fotográfico realizado por Foto Viojf para revista Cítrica.
Nota
Daniel Solano: la Corte Suprema confirmó la detención de los siete policías condenados por homicidio

Los siete policías condenados a prisión perpetua por el asesinato de Daniel Solano, el joven salteño de 27 años desaparecido en Choele Choel el 5 de noviembre de 2011, fueron detenidos tras el rechazo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación a un recurso de queja de los efectivos, y así deberán empezar a cumplir la pena en prisión por primera vez desde la sentencia. El juicio concluyó el 1 de agosto de 2018, pero desde entonces los oficiales Sandro Berthe, Pablo Bender, Juan Barrera, Pablo Albarrán Cárcamo, Pablo Quidel, Diego Cuello y Héctor Martínez estaban en libertad, a la espera de la resolución de la Corte. “Nunca los sacaron de la policía: tenían libertad, cobrando sueldo y portando armas”, dice Leandro Aparicio, uno de los abogados de la familia Solano, que subrayó su “satisfacción” por el fallo: “Uno está golpeado, pero esto da energías para poder avanzar. No hay muchos casos que se detengan a 7 policías”.
La desaparición de Daniel se produjo tras un episodio de violencia policial en la vereda de un boliche de la ciudad. Antes había reclamado por su sueldo y el de sus compañeros como trabajadores rurales de la empresa Agrocosecha, tercerizada de Expofrut Argentina. Aparicio: “Fue un homicidio más allá de la desaparición, y fue un homicidio en un contexto de trata de personas, que está denunciada en la justicia federal de Roca, como está denunciado el narcotráfico, pero la causa no se mueve como se debería. Está parada. Pero esto va a servir para darle un impulso a toda esas cuestiones pendientes”.

Entre esas cuestiones, en abril habrá audiencias por la acusación a otros cuatro policías, entre ellos Tomás Vega, a quien la familia lo señala como el “nexo” con la empresa: “Vega estuvo cuando le pegaban a Solano en el boliche. Vio todo eso. Y fue el que estuvo a cargo de la investigación los primeros día de la desaparición”.
Daniel sigue desaparecido. Gualberto, su papá, murió en medio del juicio, sin poder llegar a la sentencia por homicidio, y fue el principal motor de la causa que denunció la desaparición forzada y la connivencia judicial y estatal bajo un reclamo concreto que repitió una y otra vez a lo largo de seis años y medio: “Quiero encontrar el cuerpo y llevarlo”. No se detuvo un día: hizo huelgas de hambre, inició acampes y se encadenó al juzgado para exigir respuestas. Así reveló la trama de explotación laboral en Río Negro, la corrupción judicial que cubrió el caso y logró la detención de los oficiales que hoy están presos. Aparicio lo recuerda: “Nosotros tenemos esperanza de que el cuerpo aparezca. Algún policía capaz que se puede quebrar, o Vega mismo, sabiendo lo que se viene, puede dar información. Hemos hecho lo imposible para que aparezca el cuerpo”.
Compartimos la investigación de MU sobre este caso:
Nota
Sí, podemos: 20 años del No a la Mina de Esquel

Esquel está cumpliendo 20 años del histórico plebiscito en el que por más del 81% de los sufragios la comunidad votó «No a la Mina» y rechazó así la instalación de la megaminería en la región. A qué le dijeron que «Sí», desde la nota histórica que se hizo desde MU en uno de los tantos viajes, el primero, a la madre de muchas batallas.

El 23 de marzo se cumplieron 20 años del rechazo a la megaminería en Esquel, símbolo de lucha contra los proyectos contaminantes, inconsultos, impuestos en silencio y con violencia, y símbolo también de la democracia participativa, la organización y una lucha que se contagió a otros lugares del país.
En estos días hubo recitales, charlas, caminatas, marcha el 23 de marzo, y este domingo culminará la celebración con un ascenso al cerro Calfu Mahuida, un modo de simbolizar ese contacto permanente de la comunidad de Esquel con la naturaleza.
La historia viva cuenta que un puñado de vecinas y vecinos, que fueron cada vez más, comenzaron a reunirse, a estudiar la situación, a ir a escuelas, clubes, barios, difundiendo capilarmente, en una movilización a la vez inmensa, lo que se estaba tramando para hundir a Esquel en la megaminería. El 4 de diciembre de 2002 fue la primera marcha que reunió a más de 6.000 personas. Nunca desde entonces se dejó de marchar el 4 de cada mes.
Esa creación de movilización involucró otro hecho histórico: se había formado la Asamblea No a la Mina, grupo apartidario, horizontal, democrático, diverso, expresión de las nuevas formas de organización social que emergían en el país tras la crisis de 2001.
El mecanismo asambleario en el que participaba todo el que quisiera, llevó a presionar la situación hasta obtener la posibilidad de la que se celebraron ahora 20 años: el 23 de marzo de 2003 se realizó un plebiscito en el que la comunidad rechazó por más del 81% de los votos al proyecto que intentaban imponer la empresa Meridian Gold y el Estado. Esquel hizo nacer aquel No, pero además generó un contagio en diferentes lugares en que se manifestaban conflictos ambientales en todo el país (Gualeguaychú, Famatina, Andalgalá, como emblemas de una actitud ciudadana no ha dejado de crecer hasta hoy frente a diferentes situaciones territoriales, de salud, y hasta de derechos humanos). Se ponía en foco al modelo extractivo.
Desde aquellos años Esquel ha pasado por situaciones de todo tipo que han sido reflejadas tanto en lavaca.org como en la revista MU:
- la intención de dar vuelta la decisión de la población a través de campañas de acción psicológica y desinformación;
- el espionaje a vecinas y vecinos que integraban la Asamblea, por parte de la AFI, como forma de amedrentamiento y control social;
- las presiones políticas y hasta laborales que sufría toda persona involucrada con el proceso asambleario;
- el contagio fundamental de la acción de Esquel a toda Chubut, que se pobló de asambleas en todo el territorio, incluyendo a las comunidades de pueblos originarios, siempre rechazando los proyectos y negociados minero-estatales;
- las trampas legislativas detectadas cuando se obtuvo la foto del diputado Gustavo Muñiz (del Frente para la Victoria) chateando por celular con el gerente Gastón Berardi de Yamana Gold, la empresa que había asumido el proyecto para impedir y ningunear la Iniciativa Popular presentada por la ciudadanía para que se convirtiera en Ley;
- las represiones a los manifestantes en Rawson, cuando la lucha debió concentrarse en la capital provincial; el acoso mediático a toda esta movida en defensa de la naturaleza por parte de buena parte del sistema mediático, dependiente de pautas publicitarias estatales y privadas.
- Y, por nombrar algo de lo más relevante en los últimos tiempos, el Chubutazo, o “Chubutaguazo”, con que la provincia movilizada logró dar vuelta de un modo comovedor en 2020 un nuevo intento de legislación que bajo el disfraz de una “zonificación” provincial buscaba lo de siempre: ir por la minería. La ciudadanía logró tumbar esa intentona y reponer la ley que prohíbe los megaproyectos extractivos.
- Otro detalle de estos tiempos: ya hay una tercera generación de integrantes de las asambleas participando plenamente, un sub-17 que demuestra el alcance de todo lo que se ha realizado, también desde el punto de vista inter-generacional.
Esquel fue el nacimiento de la resistencia de Chubut, que no significa solamente un rechazo al saqueo y la contaminación, un No, sino también múltiples Sí:
- Sí: sí a la vida.
- Sí a la reivindicación por la positiva de otras formas de producción que no impliquen la destrucción.
- Sí a la necesidad de licencia social para cualquier proyecto, de cuidado de ambiente como forma de preservación de la vida y el trabajo.
- Sí a nuevas formas de relación entre lo humano y la naturaleza. A nuevas relaciones también entre las personas para plasmar la idea de que el agua vale más que el oro, y de que el futuro es posible.
Como homenaje a todo eso aquí puede verse la primera de las notas publicadas en MU sobre la asamblea de Esquel: “La madre del No”, para conocer esa experiencia histórica hecha de resistencia, inteligencia, generosidad y, también, alegría.
Nota
24 de marzo de 2023: Que la memoria (los) ilumine
Crónica de un nuevo 24 de marzo desde la voz de la gente, que habla de todo: de cuánto estaba el chori la marcha pasada a cuánto está hoy; de la pesificación de los fondos jubilatorios y de las elecciones por venir; de las dos marchas, y de la realidad. La necesidad de seguir enfrentando al fascismo, ¿cada vez más presente?, y la energía que da la calle. El recuerdo de Hebe, la presencia y las palabras de Nora Cortiñas, la partida sin condena de Carlos Blaquier. Lo pendiente: los juicios aún en curso, la falta de respuestas del Poder Judicial y de la política, les desparecides de hoy. La presencia de niñas y niños como herencia de una sana costumbre: memoria, verdad y justicia, ahora y siempre.

Y si de vos
“Octubre 1976”, de Ana María Ponce, desaparecida.
me dijeran que no exististe,
les gritaría que me quedan,
tus ojos tristes,
tu caminar lento,
tu sonrisa apenas esbozada,
tu caricia leve,
y una espera,
una larga espera
de la que no volveremos
nunca,
o tal vez sí…

Ahora es marzo de 2023.
24 de marzo de 2023.
Un pibe alto camina lento, con ojos tristes; el frente y el dorsal de su musculosa negra, cuenta: “Son 30.000 y uno es mi abuelo”. Al lado, su mamá, camina lento, con una sonrisa apenas esbozada. Su musculosa gris, cuenta: “Son 30.000 y uno es mi papá”. Caminan lento porque hay un océano de cabezas, pies y corazones que se dirigen desde el Congreso de la Nación hacia Plaza de Mayo, a reivindicar la Memoria, la Verdad y la Justicia, a 47 años de la noche más sombría.
El pibe alto se llama Thomas Aballay y sostiene un cartel que contiene la foto de su abuelo, cuya sonrisa es tan ancha que parece desbordarse de la imagen. Se lee: “Jorge Oscar Tanco, detenido desaparecido, 16/09/1976”. Dice: “Pertenezco a la agrupación de Nietos de desaparecidos, conmueve un montón estar acá. El Nunca Más no debe quedar en el aire, por eso hay que seguir luchando”. Lo escucha su mamá, Maika Tanco, la hija de Jorge. Plantea deudas de esta democracia en relación a los castigos por los crímenes de lesa humanidad: “Necesitamos hablar no sólo del pasado, sino del presente y del futuro. La cárcel para los genocidas debe ser definitiva; cárcel común, no que estén en sus casas. Además, los juicios están retrasados. En los últimos cuatro años no hubo adelantos significativos y eso quedó manifiesto en que el empresario Carlos Blaquier acaba de morir sin ser juzgado por su complicidad con la dictadura. 47 años después, no es justicia. Y él ni siquiera la tuvo; falleció como inocente, y no lo fue”.


Lo que plantea Maika, minutos después lo confirman en números desde Sobrevivientes, Familiares Compañerxs y Amigxs del Centro Clandestino de Detención «El Olimpo”, emplazado en el barrio porteño de Floresta: “Hoy, 8 de cada 10 condenados por delitos de lesa humanidad están en sus casas cumpliendo las penas que debieran completar en cárcel común”. Desde que se reabrieron los juicios, entre 2006 y 2022 hubo 283 sentencias dictadas, 1115 personas condenadas y 171 absueltas. Hay 15 juicios en curso y 75 causas aguardan fecha de debate. En relación a la falta de celeridad, se debe a la escasez de tribunales orales disponibles. Un ejemplo es el proceso judicial por las violaciones de derechos humanos en el Centro Clandestino “Puente 12”, en La Matanza. El debate, pactado para principios de 2022, recién comenzará el próximo 3 de abril “por cuestiones de agenda”.
Como el mundial
El olor a humo que emana de decenas de parrillas acompañan toda la marcha. Hay olor a chori, hay olor a un pueblo que, pese a ser una fecha que evoca la peor de las crueldades, se hermana, se abraza. Se trata de una fecha para encontrarse y reencontrarse, con unx mismo y con el resto. El barro que se multiplica con el paso de las horas en varios sectores de la Plaza de Mayo refleja la masividad de la cita ineludible. Hay mil banderas de organizaciones sociales, de partidos, de sindicatos; pasacalles, stencils, graffitis viejos y que acaban de nacer; bombos, cánticos, intervenciones artísticas; hay sueños compartidos: “La importancia de estar acá es mostrar que la derecha, los milicos, la policía, no tiene la cancha libre; desearía que fueran menos, pero no lo son, siguen teniendo mucho poder. Entonces, la única defensa que tenemos es la calle”, alza Cecilia, 69 años, de Florida Norte. Y profundiza: “Hay que apuntar a la igualdad social como eje; tenemos alimentos para millones de personas, pero la mitad de nuestra población infantil es pobre. Alguien se la está llevando y es contra ellos que debemos pelear”.
Antes de empezar a marchar, Norita Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, le dice a la lavaca que está “con mucha fuerza para seguir pidiendo Memoria, Verdad y Justicia”; le dice que “el país está cada día peor, porque este gobierno, gobierna para los ricos, y hay que resistir en la calle”; le dice que pasó su cumpleaños (93, el 22 de marzo) “muy feliz, llena de abrazos y de afecto, pero la felicidad nunca es completa y será así hasta encontrar a Gustavo (su hijo, desaparecido)”; dice que el compromiso “debe ser hasta morir” y antes de terminar la charla, en medio de un intenso calor, propone ir tomar una cerveza al final de la jornada.

Lucía Iérmoli tiene 35 años y está embarazada de seis meses. “Las conquistas hay que defenderlas acá, contra el poder concentrado que sigue creciendo. No estar un día como hoy marcaría una ausencia. Que reviente de gente esta plaza es un logro de todas, de todos. No sé cuántos lugares en el mundo tienen un día que reivindique la memoria”, dice, con voz tierna y con Vera en la panza, que también sigue creciendo. A su lado, su amiga Alejandra Spinetta, 59 años, agrega: “No se puede no estar acá; si uno falta, si no se compromete, es dejarle el lugar para que avance la derecha”.
A unos metros, Laura, de 66, está contenta. Muestra una vitalidad que está recuperando, a medida que avanzan las horas: “Es mi primera movilización después de la pandemia; estuve muy enferma, durante muchos años, pero hoy sentía que debía estar con mi pueblo y no me arrepiento: me llena de energía”.
Detrás, una imagen bellísima que retrata a Hebe de Bonafini, en el primer 24 sin su presencia física. Está con sus dos hijos, chiquitos, ambos desaparecidos. Una frase acompaña el cuadro, a 40 años de la recuperación de la democracia: “El día que me muera no me tienen que llorar. Hagan una fiesta en la calle, porque hice lo que quise y peleé con todo como quise”.

El 24 de marzo de 1995 a las 6 de la mañana llegó al mundo Victoria Rossi. “Victoria por la frase del Che, de ‘hasta la victoria siempre’, por el concepto del triunfo del pueblo”, rememora Viqui, a metros de la Catedral vallada, en su cumpleaños 28. “A partir de que empecé a militar en el centro de estudiantes del secundario, sentí que los 24 de marzo ya no había lugar para festejos personales, sí para abrazos, sí para estar con mi gente, pero desde un lado más colectivo”. Su mamá y su papá, militantes de izquierda, venían a las marchas mucho antes de que se decretara feriado, allá por 2022: “Desde chiquita fui consciente del valor que tenía esta fecha y me acuerdo que en cuarto grado fue el último cumple que festejé en la escuela. Sin embargo, estar acá es lo más importante en este día; un año no vine y algo me faltó. Decidí que esa sensación no la quiero sentir más”. Y asocia: “Más allá de que esto no sea una celebración, vivo un 24 de marzo como lo más parecido a ganar un campeonato del mundo, porque hay un gran motivo para juntarse: hay orgas, partidos, familias, parejas, gente que va de la mano con quien quiere y eso tiene que ver con la búsqueda de la libertad por la que peleaban las y los desaparecidos”.

Ideas de ayer a hoy
Un hombre cuarentón camina de la mano de su hija. Ambos tienen puesta el mismo modelo de remera que exige “Juicio y castigo”. La diferencia es que una es talle X y la otra es talle S. Expresa Lucas: “Estamos acá por dos motivos: por responsabilidad social y porque mi papá es uno de los 30 mil”. ¿Qué utopías de su viejo hay que traer al presente? “Nunca dejar de hacer política seria y trabajar mucho en los barrios”. Se va a seguir marchando, siempre de la mano de su hija. En su espalda, de su mochila cuelga un pañuelo blanco que denuncia: “Pablo Córdoba, desaparecido”.

Ana Valverde escucha atentamente el documento leído por el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia. Tiene 72 años, milita hace 54 y lleva bien alto un cartel con la foto y el nombre de Patricia Gaitán, desaparecida por la última dictadura cívico militar eclesiástica. “La principal pelea de los 70 que hay que dar hoy es cómo lograr la unidad de las y los laburantes”. Dice que es jubilada y protesta porque “el gobierno nacional acaba de confiscar el fondo de garantía de sustentabilidad que estaba en dólares y que por un DNU lo pesificó. Esto no perjudica a quienes ahora somos jubilados, sino también a ustedes, los más jóvenes”.
–¿Vos aportás? –me pregunta.
–Sí.
–Bueno, te acaban de afanar.
Un pasacalle grita: “30.000 razones contra el FMI”; un cartel pegado con engrudo sigue la línea: “Basta de extorsiones del FMI”; desde arriba del escenario, en el documento que leen los organismos de derechos humanos, se agita: “El Poder económico es el gran ausente de este proceso, y su impunidad la seguimos pagando como pueblo, porque nos siguen sometiendo a la miseria, buscando un enriquecimiento sin límites y sin importar los costos”. Abajo, la inflación arrasa. Alberto es de Avellaneda y atiende una parrilla que instaló en la esquina de Avenida de Mayo y Carlos Pellegrini: “En la marcha pasada, el chori estaba 150 pesos, cobrándolo caro; hoy, yo lo tengo 700, como barato; en otros puestos está hasta 900”. A 50 metros, Viviana está sentada en un banquito. En el piso, sobre una lona, expone pañuelos blancos y azules, con la consigna “Nunca Más”. “El año pasado estaban 250 pesos, hoy 500”. Agrega: “Fue muy floja la venta, hoy se vendió mucho menos que en 2022”.



La primera actividad que arranca el 24, a media mañana, y la que cierra, a eso de las 20, se da en Plaza de los Dos Congresos. Es un festival por la memoria donde cantan bandas de heavy metal, que se organiza desde hace 16 años. Quien presenta a las bandas se llama Fernando Ricart, tiene 52 años, un pelo larguísimo y un padrino que estuvo detenido desaparecido: “Se lo llevaron por ser delegado, como si eso fuera un delito. Estuvo un mes y medio desaparecido, pero el daño que le hicieron fue para siempre. Se lo llevaron siendo uno, y me devolvieron a otra persona. Nunca se recuperó”. Andrés, 39 años, escucha la música pesada junto a su hijo de 6. Lleva una remera que se pregunta qué hicieron con Santiago Maldonado. Le pregunto qué ideas de la militancia de los 70 serían importantes que hoy sean prioridad: “Se perdió la perspectiva de un cambio revolucionario real; el peronismo tiene su eje en la Justicia, como si no fuera parte de este sistema que hay que cambiar de raíz; mientras que la izquierda partidaria sigue en la pelotudez, discutiendo en el Congreso sobre concepciones marxistas de hace tiempo, sin pensar en el cambio social actual”.

Rocío y Darío viajaron desde Tandil junto a su hijo Amadeo, de un año recién cumplido, para sentir en vivo y en directo la marcha que tantos años recorrieron cuando vivían en Buenos Aires. “La memoria se construye desde la cuna y las Madres y las Abuelas son la escuela”, recuerda ella. “La mejor manera de reivindicar a las y los desaparecidos es seguir su camino: el trabajo de base que se hacía en esos años”, recuerda él, que al igual que su bebé lleva puesta una remera de Diego Maradona. A su lado está Belén, una amiga de la pareja que por primera vez es parte de esta movilización: “En Tandil es diferente; hay un espacio fuerte y comprometido con los derechos humanos, pero es una ciudad mayormente oligarca; para mí es muy fuerte estar acá. Más que nunca debemos mantener viva la memoria y para eso hay que movernos”.
Memoria en este momento
Hay un graffiti recién pintado en la estación de subte Lima, de la línea A, que reza: “Memoria en este momento”.
Aparece también en paredes, en carteles y en diversos reclamos. Elizabeth tiene 70 años y lleva colgado un cartel que pide “Libertad a Assange, una verdad sin mordaza”. Lo relaciona con el 24 de marzo: “En el caso de Julian, se condena la libertad de expresión, no hay derecho a la información de la población y se expone cómo se persigue a la gente cuando se descubren los secretos de los gobiernos”. Detrás de ella, un stencil negro exhorta: “Abran los archivos secretos de la Dictadura”. Elizabeth tiene tres compañeros desaparecidos: Mónica Epstein, Hernán Abriata y Klaus Zleschank. “De ellos, además de recordarlos, hay que seguir su ejemplo: militar por una mejor redistribución de los ingresos”.
El recorrido desde la 9 de Julio hasta la Plaza de Mayo está acompañado por afiches de la organización La Poderosa con un encabezado: “40 años alimentando la democracia”. Se da en el marco de un proyecto de ley que impulsa el conglomerado de asambleas villeras para que se reconozca con un salario a las más de 70 mil cocineras comunitarias que trabajan en el país sin percibir un salario. ¿Qué implica el reconocimiento laboral? “Un salario ligado al Mínimo Vital y Móvil como base; acceso al aguinaldo, vacaciones, seguridad social, cobertura contra riesgos en el trabajo por enfermedades y maternidad, por invalidez y vida, retiro, acceso a la jubilación y guarderías”, expresan desde el movimiento.
Uno de esos afiches lo tiene a su lado Francisca, que vive en la calle y ahora está delante de un kiosco de diarios cerrado. Tiene una bandeja de arroz por la mitad y una voz que pide escucha: “Se la pasa muy difícil acá”. Y en un puñado de palabras, esgrime una deuda sustancial de la democracia: “Pensemos, ¿cuántos políticos en los últimos años hablaron de la situación de calle, de las villas? Eso dice mucho de cómo estamos”.

Detrás de su lente, la mirada de Oswald, colombiano de 41 años que hace 14 vive en Argentina, fotografía a un pueblo que recuerda sin parar. “Es imposible estar acá y no compararlo con mi país. Allá, pese a que no hubo una dictadura tan marcada, la serie de gobiernos de derecha y los paramilitares han desaparecido a más gente que en cualquier dictadura del cono sur”. Añade: “Por eso es tan importante valorar lo que se consiguió acá. En mi país, el miedo y la violencia aún imposibilita la unión de familiares de víctimas para reclamar en conjunto. En el último tiempo la juventud comienza a jugar un rol clave y para esto la Argentina es un ejemplo a seguir”.
Sobre Avenida de Mayo, un gazebo contiene a un grupo de “peruanos autoconvocadxs” que vocifera por la “dictadura que vive Perú”. Más de 60 caras se alternan con cintas de luto negro, en un antimemorial que estremece. Son las “víctimas del Estado Peruano”. Merly tiene 36 años, nació en Parcona Ica y hace 20 vive en Argentina. “Estamos acá porque también queremos decir Nunca Más. Las muertes tienen rostro y la mayoría son de pueblos originarios, del sur del país”.
Carolina, de 23, muestra su juventud caminando rápido, para no perderle pisada a sus amigos que van un poco más adelante. “Recordar a los desaparecidos de la dictadura es luchar por los desaparecidos de hoy. La derecha sigue avanzando y no lo podemos permitir”. A pocos metros de la Plaza de Mayo, donde desemboca la enorme movilización, Daniela, de 35, vende hamburguesas veganas. En el frente de su heladerita de telgopor está pegado un cartel con los colores de la diversidad, que se pregunta: ¿Dónde mierda está Tehuel? “No se puede aceptar tener desaparecides en democracia. El Estado define de quién se ocupa y de quién no, discriminando a las identidades trans. El racismo sigue, nunca se fue”.

Pablo está a pasos de la Pirámide de Mayo. Tiene 36 años, una militancia desde la juventud y un miedo que le recorre el cuerpo: “La democracia vuelve a estar en riesgo; las voces que la amenazan vuelven a tener más peso, que se traducen en persecución, en proscripción, en prohibición”. Suma: “Sufrimos salarios de miseria que sólo lo podremos dar vuelta con una transformación obrera y un pacto social que resguarde un piso que la derecha busca perforar. Para esto, hay que poner el cuerpo como en los 70, porque salvo en determinados momentos como el 2001 o la reforma jubilatoria del macrismo, no pudimos hacerlo en unidad”. A su lado, lo escucha Fidel, su hijo de 8 años.
–¿Por qué estás acá? –le pregunto a Fidel.
–Por la desaparición de los compañeros.
La tarde empieza a caer, la multitud a desconcentrarse y, mientras las paredes siguen pintando preguntas, también se escuchan versos que alimentan la memoria.
Se que algún día dejaré de pertenecer al mundo,
“Poema para no morir”, de José Beláustegui, desaparecido.
y nunca más podré escribir,
ni hacer el amor,
ni disfrazar la naturaleza con un poema,
ni viajar en los libros,
ni exponer mis ideas.
Por eso en este poema dejo, mar, cielo y luna
mariposas, besos y sirenas,
y me dejo a mí,
porque cuando muera seguiré viviendo en estos
versos.

-
MU180Hace 3 semanas
La barbarie de la civilización: Lorena Cañuqueo
-
NotaHace 2 semanas
Punitivismo y feminismo en el caso de Lucía Pérez: una mirada sobre esa falsa dicotomía
-
#NiUnaMásHace 4 semanas
El contexto de la amenaza a Messi en Rosario: narco Estado, violencia, femicidios y extractivismo
-
MU180Hace 3 semanas
El juicio del Nunca Más: Qué se juega en el fallo por el femicidio de Lucía Pérez
-
NotaHace 2 semanas
Mía: Cuando el arte abraza
-
NotaHace 3 semanas
Quién es Garello, el jefe de los fiscales de Mar del Plata, juzgado por crímenes de lesa humanidad
-
MU180Hace 3 semanas
La salida autogestiva: Ley de Recuperación de Unidades Productivas
-
#NiUnaMásHace 1 semana
Las claves de la causa Lucía Pérez: un análisis del expediente y los dos juicios orales