Nota
Garrafa a precio justo. 6,10: el resto es abuso
Las principales denuncias y consultas que recibe la Defensoría del Pueblo de la Nación están relacionadas con la imposibilidad de pagar los 24 o 25 pesos necesarios para comprar una garrafa de gas de diez kilos –que en menos de un año y medio aumentó el 140 por ciento– cuando el precio del productor es de 6,10 pesos, según los estudios técnicos realizados por el propio organismo. Fueron justamente esos informes –que aquí se detallan- los que tomaron las siete agrupaciones de desocupados que esta semana marcharon hasta las oficinas centrales de Repsol YPF con la consigna
En la Argentina, hay cuatro millones y medio de consumidores de gas licuado de petróleo (GLP) que van desde casas particulares, a industrias, hoteles y escuelas: el 39% se destina al uso doméstico e industrial, otro 18% corresponde a las petroquímicas y el 43% restante se exporta. En general, los usuarios son familias de escasos recursos económicos, que no tienen acceso a la red de gas natural que – a su vez- redujo la tasa de incorporación de usuarios residenciales de un 7,11 % anual en 1993 al 2,44 % a fines de 2001.
Según puntualiza uno de los trabajos de la Defensoría el gasto en garrafas representa en esos hogares entre el 52% y el 60% del gasto total en servicios públicos elementales.
Cuadro N°1: Estructura de gastos en Servicios Públicos
FUENTE: INDEC y elaboración propia de la Defensoría del Pueblo de la Nación
La incidencia sobre la canasta básica, estimada en unos 500 pesos, es enorme, tal como demuestra este cuadro discriminado por regiones:
Cuadro N°2: Canasta Básica de Alimentos y Servicios Públicos.
FUENTE: INDEC y elaboración propia de la Defensoría del Pueblo de la Nación
Pero, lo más preocupante, es que el 40% de los hogares de la Argentina no tiene los ingresos suficientes para adquirir esta canasta básica.
Cuadro N°3: Deterioro de la Canasta Básica de Alimentos.
FUENTE: INDEC y elaboración propia de la Defensoría del Pueblo de la Nación
Muchas veces, entonces, las familias prescinden de los alimentos para mantener los servicios públicos elementales y de pago obligatorio». El hogar tipo argentino que no llega a lo mínimo ve deteriorada su canasta de alimentos en un 37% para poder adquirir la totalidad de servicios públicos, ascendiendo esta proporción al 41% en el caso del Gran Buenos Aires. Esto implica una contracción en el consumo de kilocalorías y proteínas imprescindibles para el ser humano», denuncia la Defensoría.
Cuadro N°4: Proporción de hogares con ingresos inferiores a la CBAySP (línea de subsistencia)
FUENTE: INDEC y elaboración propia dela Defensoría del Pueblo de la Nación
Cuando, tras la marcha del lunes pasado, dos representantes de las organizaciones de desocupados (Movimiento Teresa Rodríguez, Movimiento Popular 29 de Mayo, Movimiento Unidad Popular 20 de Diciembre, Frente de Desocupados Unidos Unidad y Lucha, Centro Popular Agustín Tosco y Tendencia Clasista 29 de mayo) fueron recibidos por tres gerentes de Repsol/YPF ellos en lal que pedían una rápida negociación acerca de dos cuestiones:
– El precio de la garrafa de gas
– La forma de pago.
Porque entre diciembre de 2001 y mayo de 2003, el precio de las garrafas de 10 kg se vincrementó ieron incrementadas en un 140% (de 10 pesos a 24) mientras que el precio promedio de exportación de los últimos 12 meses a países como Brasil, Chile y Paraguay fue de 0,26 pesos por kilo. E incluso fue vendido a China a 0,15 por kilo. Paradójicamente, los consumidores domésticos de gas licuado de un país exportador como la Argentina lo pagan más caro que los consumidores de los países que lo importan.
Eduardo Mondino- a cargo de la Defensoría- denunció públicamente que esta distorsión de precios es posible porque no existe la competencia real de mercado garantizada por el artículo 43 de la Constitución Nacional:
– «Los consumidores y usuarios de bienes y servicios tienen derecho en la relación de consumo, a la protección de su (…) seguridad e intereses económicos; a una información adecuada y veraz»
– «Las autoridades proveerán a la protección de esos derechos, a la educación para el consumo, a la defensa de la competencia contra toda forma de distorsión de los mercados, al control de los monopolios naturales y legales»
Se produce un «abuso de posición dominante» porque el mercado está en manos de pocas empresas (Repsol/YPF, Total Gaz y Shell Gas) que controlan prácticamente toda la cadena de producción, fraccionamiento, distribución y comercialización del gas. Y de ellas, Repsol/YPF tiene el 55,3% de la producción total del país, el 64,2% de la capacidad de transporte, y el 78,2% de la capacidad de almacenamiento.
De las investigaciones de la Defensoría,-basadas a su vez en informes de la Secretaría de Energía de la Nación, en los estados contables de las empresas y en los datos de distribuidoras- se desprende que los 18 pesos con los que se comercializa la garrafa social, más que un precio de subsidio es el valor razonable para la garrafas de 10 kilos. Las organizaciones de trabajadores desocupados sostienen que incluso ese número -el 300 % más del costo básico- es excesivo y proponen convocar a una auditoría ciudadana a cargo de organizaciones de la sociedad civil, con derecho a monitorear los procesos de formación de precios en los bienes y servicios básicos y capacidad para determinar un precio justo para un derecho humano.
Nota
Darío y Maxi: el presente del pasado (video)

Hoy se cumplen 23 años de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki que estaban movilizándose en Puente Pueyrredón, en el municipio bonaerense de Avellaneda. No eran terroristas, sino militantes sociales y barriales que reclamaban una mejor calidad de vida para los barrios arrasados por la decadencia neoliberal que estalló en 2001 en Argentina.
Aquel gobierno, con Eduardo Duhalde en la presidencia y Felipe Solá en la gobernación de la provincia de Buenos Aires, operó a través de los medios planteando que esas muertes habían sido consecuencia de un enfrentamiento entre grupos de manifestantes (en aquel momento «piqueteros»), como suele intentar hacerlo hoy el gobierno en casos de represión de sectores sociales agredidos por las medidas económicas. Con el diario Clarín a la cabeza, los medios mintieron y distorsionaron la información. Tenía las imágenes de lo ocurrido, obtenidas por sus propios fotógrafos, pero el título de Clarín fue: “La crisis causó 2 nuevas muertes”, como si los crímenes hubieran sido responsabilidad de una entidad etérea e inasible: la crisis.

Darío Santillán.

Maximiliano Kosteki
Del mismo modo suelen mentir los medios hoy.
El trabajo de los fotorreporteros fue crucial en 2002 para desenmascarar esa mentira, como también ocurre por nuestros días. Por aquel crimen fueron condenados el comisario de la bonaerense Alfredo Franchiotti y el cabo Alejandro Acosta, quien hoy goza de libertad condicional.
Siguen faltando los responsables políticos.
Toda semejanza con personajes y situaciones actuales queda a cargo del público.
Compartimos el documental La crisis causó 2 nuevas muertes, de Patricio Escobar y Damián Finvarb, de Artó Cine, que puede verse como una película de suspenso (que lo es) y resulta el mejor trabajo periodístico sobre el caso, tanto por su calidad como por el cúmulo de historias y situaciones que desnudan las metodologías represivas y mediáticas frente a los reclamos sociales.
Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
Nota
La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
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