Sigamos en contacto

Nota

La toma del Mariano Acosta: «Para que la educación pública no sea una utopía»

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

El Colegio Mariano Acosta de Buenos Aires funciona en un edificio de 1889, bello y enclenque: no se sabe si es más peligroso su deterioro, o las obras oficiales para refaccionarlo. Los alumnos decidieron tomarlo, apoyados por sus padres, azorados todos ante lo que describen como negligencia y torpeza de las autoridades. Conflictos y reivindicaciones cruzados por la crisis económica, la decadencia educativa, Cromañón, y una generación dispuesta a cuidarse. Datos sobre el centro de estudiantes más extraño del que se tengan noticias.

Florencia es una pelirroja de ojos celestes, 16 años y voz decidida, que cursa 3º año del Colegio Mariano Acosta y es vocera de sus compañeros. El colegio está tomado. El lunes 27 de junio los chicos hicieron un abrazo alrededor de la manzana, con cascos amarillos y barbijos para denunciar el riesgo de las refacciones que se realizan como si no hubiera 1500 integrantes de la comunidad educativa soportando mamposterías que se caen (o con riesgo de hacerlo) y nubes de polvo de obra flotando en sus narices.
La toma –apoyada por la comisión de padres- fue decidida por los alumnos a través del Centro de Estudiantes, que tiene un tipo de organización y de ejercicio de la democracia acaso inédito: una especie de centro descentrado, según se verá.
En todo caso, no hay sociólogos o politólogos revoloteando la zona de Urquiza y Moreno, ni estudiando a Florencia, que abre sus grandes ojos celestes y dice:
-Hicimos el abrazo y ahora organizamos la toma, para ver si esto se soluciona. Las autoridades no cumplen con el plan de obra que habían prometido. El patio tenía que estar habilitado antes de que empiecen las clases, y no está. Hay techos que se caen, y obreros que trabajan mientras estamos nosotros. Todo es peligroso. Hay un plan alternativo que preparó la comisión técnica de la asamblea de padres. Queremos que se cumpla ese plan.

Ranking elástico

Todo es peligroso. Los chicos vienen reclamando por las obras de reparación del edificio desde comienzos del año lectivo, reivindicación que fusionaron con el pago de becas a estudiantes de las familias más pobres.
Esteban, alto, guardapolvo, 16 años:
-Pedíamos 220 becas. No entregaban ninguna. En mayo tomamos el colegio dos días, y ahí dieron 152. Dijeron que las otras 68 iban a estar para el 16 de junio. Pero no entregaron ninguna. Bah, fue peor: entregaron una.
-Una.
-Sí, como que se te burlan en la cara. Con el abrazo a la escuela, conseguimos 20 más. Decían que estas 67 no entraban en el ranking de pobreza que ellos hacen.
-¿Qué es ese ranking?
-Miden a quién le corresponde y a quién no. Demostramos que el gobierno mentía. Porque cuando hicimos el abrazo hubo 20 que de golpe entraron en el ranking.
-Eso se llama elasticidad.
-Con la toma vamos a pelear por las otras 47 que faltan.

A unos metros, en la vereda, está Patricia, mamá de Ayelén e Ivo, de 15 y 17 años, conversando con otras madres en grupo aparte (es sabido que las y los adolescentes –gente prudente- prefieren que sus madres no anden excesivamente cerca).
Dice Patricia: “Lo de las becas es terrible. Como gran dádiva les otorgaron una, y los chicos lo sintieron como una humillación. No creo que los funcionarios sean inútiles, sino que simplemente no les interesa hacer las cosas. Además toman las medidas de manera grosera, torpe. ¿Una beca? Es un chiste. Era preferible decirles que por ahora no pueden hacer nada”.

Las becas corresponden a toda familia con ingresos debajo de 1.200 pesos mensuales. Andrés, 17 años. “La mayoría pide media beca, de 250 pesos anuales. Con el empobrecimiento bruto de los últimos años y la inflación, los que se presentan son todos los que no pueden afrontar el gasto de mandar a los pibes a la escuela”.

Teoría del gas

El conflicto en el Mariano Acosta no es reciente. Ya en el 2002, frente a los derrumbes de mampostería, los estudiantes tomaron la escuela y los padres efectuaron toda clase de reclamos, que derivaron en la aprobación de una obra de refacción de la escuela valuada en 8.000.000 de pesos.
Otro Esteban, (15 años): “El gobierno pone la obra como un regalo a nosotros, pero eso se consiguió con toda una lucha”.
En el grupo de madres, Patricia sostiene: “La obra fue consecuencia de todo un reclamo. Es bueno que se haya empezado porque el edificio se venía abajo. Pero queremos una obra segura, no una obra que genere inseguridad e insalubridad. Hay chicos que no pueden venir a la escuela por asma o alergia y el permanente polvillo que vuela”.

Esteban, el alto, se agarra la cabeza: “¡Ocho millones!”. Y el otro Esteban (15) agrega: “A uno le da para pensar que algo raro pasa si invierten tanto, y la obra está como está”. Nacho (16, otro de los voceros): “Encima a los obreros, por lo que cuentan, no les pagan un mango”.

Las autoridades de la escuela comenzaron a tomar decisiones curiosas. Una chica de 4º año sufrió la caída de un matafuegos sobre su talón, por lo que tuvieron que darle cinco puntos de sutura.
En el grupo de madres cuenta Victoria, la mamá de esa nena: “El problema es que los matafuegos estaban mal instalados. ¿Qué hicieron entonces? Los sacaron a todos”.
Patricia: “Los retiraron para pensar bien cómo ponerlos. Se están tomando un tiempo un poco largo. Ahora avisaron que lo van a solucionar después de las vacaciones de invierno”
-¿Y si hay un incendio?
Patricia arquea las cejas: “Matafuegos, no hay. Los tienen guardados”.

Los estudiantes, en cierto momento, percibieron que algo olía mal en la escuela.
Gas.
Esteban (15): “Hicimos un petitorio y lo llevamos a la Secretaría de Educación. Nos contestaron que de eso se tenía que hacer cargo la Cooperadora”.
Ajena a estos vaivenes, la pérdida de gas continuó imperturbable. Finalmente, ante las denuncias y ante esa bomba de tiempo, se hizo presente la empresa Metrogas, que cortó el servicio a la escuela, hasta que se efectúen los arreglos correspondientes.

En el grupo de madres, Victoria: “Ahora no tienen calefacción. En algunas aulas pusieron caloventores así chiquitos, que no calientan nada. Pero por lo menos cortaron el gas antes de que hubiera un desastre”.
(Cualquier incendio hubiera tenido el agregado de la falta de matafuegos, lo cual confirma la Argentina-Cromañón, además de descerebrada, es una tierra sin metáforas).

La pérdida de gas no alcanzó a provocar un desastre, pero evocó Cromañón, por si alguien andaba amnésico. Victoria: “Es que continuamos con lo mismo. Los chicos se sienten totalmente desprotegidos, y sin ningún tipo de contención por parte de los adultos. Por eso estamos los padres acompañándolos. Ellos tienen razón al exigir protección”.
Patricia: “Los chicos decían en una asamblea que el gobierno no los cuida, las autoridades no los cuida. Tenemos que cuidarnos nosotros, dijeron. Son de la generación afectada por el tema Cromañón. Y tomaron el tema mucho más que los adultos, creo”.
Victoria: “Fue muy loco a comienzos del año. Iban a empezar las clases, la escuela estaba destruida y le pedimos al gobierno de la ciudad una habilitación. Después de Cromañón era lo mínimo que podíamos pedir. Nos dijeron que el gobierno no extiende habilitación a las escuelas estatales. Sólo a las privadas porque son empresas”.
Patricia: “Se tenía que encargar Infraestructura Escolar, que es la que está haciendo la obra y entonces no va a decidir nada. Conclusión: si esta fuera una escuela privada, estaría clausurada”.

Violencia

El caso del Mariano Acosta fue uno de los que en mayo mostró a estudiantes secundarios de diversas escuelas movilizándose a partir del reclamo inicial de los chicos del Normal 9, que cortaron la avenida Callao ante la falta de respuestas de la ciudad frente a los derrumbes en el edificio. (Las autoridades de la escuela, debe recordarse, solicitaron la presencia de la Guardia de Infantería para reprimir a los estudiantes).
En otros casos hubo marchas, clases públicas y tomas, como en el Mariano Acosta. En todos los casos la protesta fue pacífica además de legítima, y ocurrió después de agotar todas las instancias y pedidos institucionales de soluciones. La justicia terminó dándole la razón a los estudiantes, por ejemplo, clausurando el Normal 9.
Sin embargo, frente al reclamo estudiantil, se produjo una reacción violenta en parte del establishment político y periodístico. Algunos ejemplos tomados de un informe del Normal 9:
· Aníbal Ibarra dijo que “son grupos de izquierda que fogonean a los estudiantes secundarios”.
· Roxana Perazza, secretaria de Educación, acusó en cambio al macrismo.
· Aníbal Fernández (ministro del Interior) dijo: “Lo que hacen los chicos es una animalada”.
· Magdalena Ruiz Guiñazú (del Grupo Clarín): “Los estudiantes no saben nada de democracia”.
· Nancy Pazos (periodista radial): “Son unos pendejos de mierda”.
· Samuel Gelblung, de Radio 10: “Son como terroristas iraquíes”. Una más: “Hicieron su mayo francés”.

El centro horizontal

Los chicos del Mariano Acosta se mueven ajenos a tales exabruptos acaso seniles, y se preparan para pasar la noche en la escuela. Lo han decidido en asamblea, y los padres han decidido acompañarlos por turnos.
El CESMA (Centro de Estudiantes Secundarios del Mariano Acosta) es una experiencia novedosa: no se trata de una organización con presidente, secretarios, consejos o mesas directivas ni ninguno de los organigramas habituales en estos casos.
Andrés: “El centro es horizontal. Hay dos delegados por curso, un coordinador por turno, y voceros para hablar con las autoridades o con la prensa, si hace falta”.
Esteban: “Por turno hay un vocero y un coordinador, y después de clase hay comisiones de prensa, de derechos humanos, de recreación, de seguimiento de la obra. El delegado lleva la opinión del curso a la reunión de delegados. El coordinador coordina las reuniones o las actividades. Y el vocero lleva la opinión de los estudiantes adonde se tenga que llevar”.
(En momentos complicados, como la toma, agregan voceros para que la responsabilidad sea más compartida).
Andrés: “Cada discusión se debate en los cursos y ahí deciden los alumnos. No hay nadie que represente o sea elegido para decidir por los alumnos”.
Florencia: “Nadie tiene más poder que otros. Y todos vamos cambiando. Yo soy vocera pero después de las vacaciones de invierno no soy más, y elegimos a otra”.
Esteban: “El delegado no es un dirigente, es el que dice y transmite en la reunión de delegados lo que decidió su curso”.
Nacho: “Y es responsabilidad del curso asegurarse que el delegado esté cumpliendo con lo que tiene que hacer”.
Andrés: “No es solo una forma de organización, sino que es el modo en el que se expresa la voz de todos los estudiantes del colegio”.
Nacho: “Muchos centros tienen presidentes, secretarios, cargos, pero poca participación. Acá es al revés. Para el gobierno, la secretaría de Educación, nosotros tenemos el centro mal hecho. Ellos dicen que tenemos que ser verticalistas”.
Más que un centro, parece una red de estudiantes. ¿De dónde salió la idea de un centro horizontal y descentrado?
Esteban: “Antes había un centro vertical pero en el 2001 hubo una asamblea y se presentaron distintos estatutos para decidir no qué agrupación ganaba una elección, sino cómo organizarnos. Y ganó este estatuto”.
Andrés: “Es que es el sistema de más participación a cada uno. Los alumnos lo leyeron, se dieron cuenta, y lo votaron”.
Por eso no hay elecciones sino votación de los delegados de cada curso.
Esteban: “Puede haber burocracia, pero es muy fácil revocar a esa burocracia”.
¿Responden a agrupaciones políticas?
Andrés: “No. Tenemos ideas políticas, ideología, pero no de un partido. Cada uno podrá tener su simpatía, o no, pero acá decide la asamblea”.
Nacho: “Los partidos políticos se creen que son la vanguardia del movimiento estudiantil. Nada que ver. Se meten como si fueran legítimos acá, y no son legítimos. Lo único legitimo acá es la asamblea”.
Esteban: “Hay algunos partidos políticos que quieren manipular lo que se dice en la asamblea. En el normal 9 me acuerdo que apareció un joven de la UCR y lo echaron a patadas. Nosotros tomamos esta decisión: recibimos el apoyo de quien sea, pero eso no va a influir en las decisiones que tomemos”.

Otra vez en el grupo de madres: ¿qué opinan de este modo de organización horizontal del centro?
Victoria: “Es asombroso y maravilloso verlos participar en las asambleas. Es increíble el nivel democrático de respeto por la opinión del otro a pesar de las diferencias. Y funciona perfectamente. A nosotros nos cuesta pensarlo porque estamos acostumbrados a otro sistema. Pero para ellos es algo muy natural, que pueden llevar a cabo muy bien”.
Los padres han ido aprendiendo y reproduciendo el modo de organizarse de sus hijos.

La toma

Durante la toma de la escuela no se le impide el acceso a ningún maestro, profesor ni autoridad. La escuela primaria y la terciaria continúan sus clases normalmente, y los secundarios reemplazan las clases habituales por charlas, talleres, mesas redondas y actividades diversas. El primer día de toma hubo talleres referidos a derechos humanos.
La Comisión Técnica de la asamblea de padres del colegio presentó una propuesta de planificación de las obras para garantizar la seguridad de los estudiantes.
Proponen.
1) Suspender las tareas en el llamado “edificio Histórico” (la parte más antigua) hasta las vacaciones de invierno.
2) Instalar matafuegos. (Sugieren nichos embutidos para evitar que los matafuegos sigan cayendo sobre los niños presentes).
3) Cerrado provisorio de boquetes en aulas para evitar la contaminación sonora y la pérdida de calor (habría que agregar: cuando haya calefacción, y calor que conservar).
4) Revisión del Edificio Histórico por parte de Defensa Civil, para desprender todo elemento que presente riesgo de caída.
5) Controlar la caída de polvillo con la colocación de telas o media sombras en los cielorrasos.
6) Provisión de agua (faltaba el dato: durante muchas horas por día, no hay agua en la escuela).
7) Continuación de los trabajos (retomar las tareas en el Edificio Histórico durante las vacaciones).
8) Provisión de gas (tal vez fuera posible garantizarla en condiciones no homicidas).
9) Calefacción: proveer los medios de calefacción adecuados a las dimensiones de las aulas y demás espacios de la Escuela (una sutil crítica a los caloventores).
10) Seguimiento (la comisión realizará una revisión semanal para evaluar las condiciones de seguridad dada la dinámica de la obra).

La propuesta fue firmada por Pablo Echart, ingeniero en Seguridad Ambiental y la arquitecta Mercedes Rillo.
No se conocen respuestas oficiales.
Los estudiantes, mientras tanto, elaboraron un comunicado en el que piden que se ejecute este plan de la comisión técnica y exigen el pago de 67 becas, además de normalizar el pago de las ya entregadas. Cuentan que durante la toma se realizarán charlas, debates, talleres, proyección de películas y demás actividades culturales, de concientización y de recreación.
Terminan diciendo:
“Por último queremos dejar en claro que no respondemos a ningún partido político sino que somos un Centro de Estudiantes independiente. Contamos con el apoyo de nuestros padres y de los padres de primaria.
“Por la legitimidad de los reclamos y porque luchamos por mejores condiciones educativas pedimos ser escuchados y respetados.

La última frase es el lema del Centro: “Para que la educación pública no sea una utopía”.

CABA

Super Mamá: ¿Quién cuida a las que cuidan?

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

¿Cómo ser una Super Mamá? La protagonista de esta historia es una flamante madre, una actriz a la que en algún momento le gustaría retomar su carrera y para ello necesita cómplices que le permitan disfrutar los diferentes roles que, como una mamushka, habitan su deseo. ¿Le será posible poner en marcha una vida más allá de la maternidad? ¿Qué necesitan las madres? ¿Qué necesita ella?

Por María del Carmen Varela

Como meterse al mar de noche es una obra teatral —con dirección y dramaturgia de Sol Bonelli— vital, testimonial, genuina. Un recital performático de la mano de la actriz Victoria Cestau y música en vivo a cargo de Florencia Albarracín. La expresividad gestual de Victoria y la ductilidad musical de Florencia las consolidan en un dúo que funciona y se complementa muy bien en escena. Con frescura, ternura, desesperación y humor, abordan los diferentes estadíos que conforman el antes y después de dar a luz y las responsabilidades en cuanto al universo de los cuidados. ¿Quién cuida a las que cuidan?

La escritura de la obra comenzó en 2021 saliendo de la pandemia y para fines de 2022 estaba lista. Sol incluyó en la última escena cuestiones inspiradas en el proyecto de ley de Cuidados que había sido presentada en el Congreso en mayo de 2022. “Recuerdo pensar, ingenua yo, que la obra marcaría algo que en un futuro cercano estaría en camino de saldarse”. Una vez terminado el texto, comenzaron a hacer lecturas con Victoria y a inicios de 2023 se sumó Florencia en la residencia del Cultural San Martín y ahí fueron armando la puesta en escena. Suspendieron ensayos por atender otras obligaciones y retomaron en 2024 en la residencia de El Sábato Espacio Cultural.

Se escuchan carcajadas durante gran parte de la obra. Los momentos descriptos en escena provocan la identificación del público y no importa si pariste o no, igual resuenan. Victoria hace preguntas y obtiene respuestas. Apunta Sol: “En las funciones, con el público pasan varias cosas: risas es lo que más escucho, pero también un silencio de atención sobre todo al principio. Y luego se sueltan y hay confesiones. ¿Qué quieren quienes cuidan? ¡Tiempo solas, apoyo, guita, comprensión, corresponsabilidad, escucha, mimos, silencio, leyes que apoyen la crianza compartida y también goce! ¡Coger! Gritaron la otra vez”.

¿Existe la Super Mamá? ¿Cómo es o, mejor dicho, cómo debería ser? El sentimiento de culpa se infiltra y gana terreno. “Quise tomar ese ejemplo de la culpa. Explicitar que la Super Mamá no existe, es explotación pura y dura. No idealicé nada. Por más que sea momento lindo, hay soledad y desconcierto incluso rodeada de médicos a la hora de parir. Hay mucho maltrato, violencia obstétrica de muchas formas, a veces la desidia”.

Durante 2018 y 2019 Sol dio talleres de escritura y puerperio y una de las consignas era hacer un Manifiesto maternal. “De esa consigna nació la idea y también de leer el proyecto de ley”. Su intención fue poner el foco en la soledad que atraviesan muchas mujeres. “Tal vez es desde la urbanidad mi mayor crítica. Se va desde lo particular para hablar de lo colectivo, pero con respecto a los compañeros, progenitores, padres, la situación es bastante parecida atravesando todas las clases sociales. Por varios motivos que tiene que ver con qué se espera de los varones padres, ellos se van a trabajar pero también van al fútbol, al hobby, con los amigos y no se responsabilizan de la misma manera”.

En una escena que desata las risas, Victoria se convierte en la Mami DT y desde el punto de vista del lenguaje futbolero, tan bien conocido por los papis, explica los tips a tener en cuenta cuando un varón se enfrenta al cuidad de un bebé. “No se trata de señalarlos como los malos sino que muestro en la escena todo ese trabajo de explicar que hacer con un bebé que es un trabajo en sí mismo. La obra habla de lo personal para llegar a lo político y social”.

Sol es madre y al inicio de la obra podemos escuchar un audio que le envió uno de sus hijos en el que aclara que le presta su pelota para que forme parte de la puesta. ¿Cómo acercarse a la responsabilidad colectiva de criar niñeces? “Nunca estamos realmente solas, es cuestión de mirar al costado y ver que hay otras en la misma, darnos esa mirada y vernos nos saca de la soledad. El público nos da devoluciones hermosas. De reflexión y de cómo esta obra ayuda a no sentirse solas, a pensar y a cuidar a esas que nos cuidan y que tan naturalizado tenemos ese esfuerzo”.

NUN Teatro Bar. Juan Ramirez de Velazco 419, CABA

Miércoles 30 de julio, 21 hs

Próximas funciones: los viernes de octubre

Seguir leyendo

CABA

Sacate la careta y ponete el antifaz: una caravana para defender al teatro con color y calor

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

“Vestite de gala y salí a la calle. Sacate la careta, ponete el antifaz”. Con esa consigna trabajadorxs de las artes escénicas salieron a exigir la derogación del decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro y pone en serio riesgo al sector teatral independiente. Hubo color y calor, pese a los tiempos oscuros y fríos. El apoyo de la gente en la calle, el fondo del planteo, y la inesperada reacción de Pluto.

Por María del Carmen Varela. Fotos: Sebastián Smok

Sacate la careta y ponete el antifaz: una caravana para defender al teatro con color y calor

El público en la calle, sumándose al reclamo en favor del Instituto Nacional del Teatro.

La cita fue en la puerta del cine Cacodelphia, en Diagonal Roque Saenz Peña 1150, desde donde partió la colorida y ruidosa caravana que dobló por 9 de Julio y continuó por Av. Corrientes, hasta llegar a Rodriguez Peña. A las dos de la tarde el tramo de la Diagonal entre Lavalle y Corrientes fue punto de encuentro para actores, actrices, músicxs, bailarinxs, cirquerxs y zanquistas que engalanadxs con trajes de colores, vestidos de puntillas, tapados simil piel y elegantes sombreros le pusieron alegría y movimiento a una lucha que viene desde hace tiempo y se agudizó con el decreto que pone fin a a la autonomía y financiamiento del INT, entre otros organismos afectados. Una de las consignas: “Vestite de gala y salí a la calle. Sacate la careta, ponete el antifaz”.

Sacate la careta y ponete el antifaz: una caravana para defender al teatro con color y calor

¿Quién dijo que hace frío?

Al grito de “Señor, señora no sea indiferente, estamos defendiendo el teatro independiente” la caravana de la cultura logró su objetivo. Irrumpieron sobre el carril peatonal de una Avenida Corrientes poblada de gente en plenas vacaciones de invierno y nadie quedó indiferente. Aplausos, bocinazos, brazos en alto y muchas gargantas se unieron al canto. El reparto de volantes con el logo de ENTRÁ –Encuentro  Nacional de Teatro en Resistencia Activa– puso palabras al reclamo:

Sacate la careta y ponete el antifaz: una caravana para defender al teatro con color y calor

¿Te imaginás la calle Corrientes sin teatros?

Las luces apagadas, las pizzerías vacías

Los artistas callejeros sin público

¡Esta peatonal es orgullo nacional!

Y eso es gracias a nuestro teatro

Hoy, nuestro teatro llena la calle de música y color

en este desfile en defensa del Instituto Nacional del Teatro

que para quienes se pregunten ¿qué es y de qué sirve?

Para fomentar y garantizar que el teatro llegue a todo el país

Hace dos meses, el gobierno firmó el decreto 345 que vacía al Instituto

con argumentos falsos sobre su funcionamiento y financiación

¡Al INT, que con los impuestos que pagan los medios de comunicación y los juegos de azar,

produce obras, abre salas, genera trabajo y construye cultura e identidad federal!

¡El Instituto no solo implica poco gasto, sino que genera tanto valor!

¡Defendámoslo!

Sacate la careta y ponete el antifaz: una caravana para defender al teatro con color y calor

Las familias y el apoyo a la creación, al arte y al significado del teatro.

El teatro que habla y Pluto en marcha

Nora es una de las mujeres que no resultó indiferente. Mientras paseaba por Corrientes se topó con la caravana y se sumó con canto y aplauso. “Me resulta muy conmovedor porque están defendiendo lo más precioso que tenemos, nuestra posibilidad de seguir creando. Esta puesta en escena me emociona, es poner en escena el deseo”.

¿Vas al teatro? “Todo lo que puedo, cuando puedo pagarlo”.

Sacate la careta y ponete el antifaz: una caravana para defender al teatro con color y calor

Los besos vuelan.

Las niñeces se sintieron muy atraídas por la caravana y no dudaban en acercarse a saltar y aplaudir. Frente al Teatro General San Martín, hicieron una parada y allí el Teatro habló:

  • Ay, ay, ay, me duele todo
  • Teatro, ¿qué pasa?
  • ¡Me dieron una piña en la cara! Y en la panza y en las piernas. ¡Me tiembla todo!
  • ¿Por qué?
  • ¡Quieren desmembrarme!
  • ¿Quién?
Sacate la careta y ponete el antifaz: una caravana para defender al teatro con color y calor
  • El teatro explicándo por megáfono la situación.
  • El decreto 345 quiere vaciar mi instituto
  • ¿Al instituto  que produce obras y abre salas en todo el país? ¿Al instituto que genera trabajo y construye cultura e identidad?
  • Sí. (El Teatro llora y casi se desvanece)
  • ¡Cuidado el teatro se desmaya!
Sacate la careta y ponete el antifaz: una caravana para defender al teatro con color y calor
  • Al teatro le da un soponcio.
  • Yo les juro, no hice nada, el instituto recauda los impuestos que pagan los medios de comunicación y los juegos de azar, pero parece que no sirvo para nada
  • ¿Qué serían las noches sin tus risas y tus lágrimas? ¿Sin tu forma de imaginar? ¿Sin que nos animes a encontrarnos?
  • ¿Alguien vio un teatro? (Señalan a los distintos teatros de calle Corrientes y gritan: ahí, ahí)
  • ¡Quiero vivir! (grita el Teatro).
  • Si, acá estamos y nos organizamos– replican todas la voces.
Sacate la careta y ponete el antifaz: una caravana para defender al teatro con color y calor

Pluto junto a las familias en la calle, observando y aplaudiendo.

La escena de un Teatro golpeado pero en resistencia, revitalizado por la suma de voluntades que lo quieren vivo, se repitió en la puerta del Teatro Astral, donde mucha gente salía de una función infantil. Una vez más, muchxs se acercaron y acompañaron. Pluto, o la persona con el disfraz del famoso perro creado por Walt Disney, saludaba niñxs a su paso aprovechando la alta concurrencia del Astral.

Una vez finalizada la performance del Teatro que quiere seguir contando historias, la caravana emprendió el regreso hacia el lado del Obelisco. Y hasta Pluto decidió abandonar el teatro comercial y se sumó a la fiesta del teatro independiente, mientras otra mujer con su familia se hacía oír con cuatro palabras: “¡Que viva el teatro!”

Sacate la careta y ponete el antifaz: una caravana para defender al teatro con color y calor
Seguir leyendo

CABA

Más allá de tu vereda: un documental sobre personas en situación de calle en CABA

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Más allá de tu vereda.

Así, a secas, es el nombre del documental que acaba de estrenarse. 

No es un documental más. Así se llama el programa de radio de y para personas que viven o vivieron en la calle, que se realiza semanalmente en la organización Sopa de Letras. Esta cobija y aborda la problemática así como la salud mental, desde hace más de 10 años en el barrio porteño de Parque Patricios.

El documental explicita la importancia de la radio, el valor de la comunicación, la potencia de lo colectivo, la necesidad de comunicarse, y que alguien escuche del otro lado, o mejor aún: al lado. Y también refleja la historia de Víctor Rodríguez Lizama, su director, que tiene 64 años y vivió varios en situación de calle.

El Cuervo, como le dicen a Víctor por su fanatismo por San Lorenzo, visibiliza en primera persona junto a otrxs protagonistas lo que se ve a diario, pero no tanto. Lo que se sabe, pero no tanto. 

En Más allá de tu vereda, Víctor entrevista a muchos de los integrantes del programa que se emite en Radio Parque Vida (105.9) desde hace más de tres años.

Marcela dice que antes sólo escuchaba. Y que ahora se animó a decir.

Luciana dice que perdió un poco la timidez. Y que, quizá, eso la ayudó a crear la sección “la música que nos hizo”. 

Cata dice que encontró un espacio para hacer arte. Para animarse a leer sus poesías.

Alicia dice que antes hablaba “poquito”. Y que ahora “habla un poquito más”. 

Lautaro habla cuando llora, emocionado. Dice que no tenía experiencia. Y que ahora se sorprende de sí mismo.

Juan Bautista dice que es el encargado de informar las noticias. Y que ahora sí, alguien escucha su punto de vista.

Cristian dice que está más atento a su alrededor. Tanto, que ahora se anima a opinar.

Víctor dice que hasta no hace mucho, había personas que no agarraban el micrófono. Y que ahora no lo quieren soltar.

Termina el documental, con una última imagen; pantalla en blanco y una sola línea en letras negras.

«A todos los que estuvieron en situación de calle y ya no están».

Hay aplausos, hay felicidad, hay valoración. 

Hay orgullo.

Luego, se abre el micrófono para que quien quiera diga lo que quiera. 

Jorgelina: “Hagamos más radios”.

Adrián: “Podría estar en cualquier otro lado, haciendo cualquier otra cosa en este momento y gracias a ustedes estoy acá, me ayudaron un montón desde lo emocional”.

Cierra Víctor Rodríguez Lizama, con la remera puesta de su San Lorenzo querido y su pelo repleto de canas:

“La finalidad de este documental es mostrar cómo a través de la salud mental podemos llegar a la gente invisibilizada, que está ignorada. Ojalá que se reproduzca en otros lugares, que sirva de herramienta para salir adelante. Hoy hay mucha más gente viviendo en situación de calle. Además de haber vivido mucho tiempo, participé de los censos populares. Recientemente censamos en la comuna 1 (Retiro, San Nicolás, Puerto Madero, San Telmo, Monserrat y Constitución) y sólo acá contamos 1480 personas, por donde vos camines están. En la olla popular que hacemos en el Parque Lezama se ve algo similar al 2001. Más personas en calle y más hambre”.

Detrás del Cuervo hay un pizarrón donde se completa al nombre de su documental: 

“Más allá de tu vereda,

hay otra realidad,

atrás de tu puerta”.

Al costado, un mural con un puñado de palabras escritas en letra cursiva: 

“Hasta que no quede ni una sola persona en situación de calle, 

allí seguiremos estando”.

Seguir leyendo

Lo más leido

Anticopyright lavaca. Todas nuestras notas pueden ser reproducidas libremente. Agradecemos la mención de la fuente.

Vistas el día de hoy: 37.051