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Mataderos es trans: una jornada histórica a pura feria, folklore y baile

En el día de la Visibilidad Travesti Trans, una crónica sobre una jornada inédita en la escena cultural porteña: por primera vez artistas de la comunidad LGBTQ+ se subieron al escenario de la histórica Feria de Mataderos. Ferni de Gyldenfeldt, Lorena Carpanchay e Invisibl3s aportaron con sus voces, danzas y letras de la diversidad un aire fresco a uno de los espacios más tradicionales del folclore local. Las reacciones. Los comentarios. Las charlas en la calle y en los colectivos. Y la danza que refleja que el mundo cambia y lo recibimos a puro baile.
¿Cuándo empieza el show? Pregunta una chica en la parte de atrás del escenario montado en la Feria de Mataderos. “Ya empieza. Arranca Ferni”, responde Ari Lorenzo, quien escribe las letras del grupo Invisibl3es, baila, toca el tambor y un instrumento de percusión llamado kazoo. El show que está a punto de comenzar en la soleada tarde es un hecho inédito para esta tradicional feria: por primera vez van a hacerse presentes en su escenario artistas de la comunidad LGBTQ+. La cantante Ferni de Gyldenfeldt, la coplera salteña Lorena Carpanchay y el grupo folclórico Invisibl3s son quienes están a punto de inaugurar una nueva etapa en este espacio emblemático para la música popular argentina.
Minutos después de las tres de la tarde, Julio “El Chelco” Rodriguez, gaucho que desde hace décadas es el anfitrión de la Feria, anuncia el show que dará comienzo a la música en vivo. “Las fronteras que la chacarera va borrando son fronteras de tabúes, estigmas que la sociedad, como cualquier otra, tiene. La Feria de Mataderos siempre da esos lugares. Hoy ella viene desde una percepción nueva, que la sociedad ha tomado, y se muestra como tal. La escuché en el Pre Cosquín y es deslumbrante, extraordinaria. Vamos a recibirla por primera vez en el escenario de la Feria de Mataderos. Nuestro aplauso sincero a esta conmovedora artista: Ferni”.
De vestido negro largo, con brillos en la parte superior y una chalina blanca, Ferni ocupa el escenario junto al guitarrista Nahuel Quipildor. “Es una gran emoción estar hoy aquí en este escenario. Por primera vez, disidencias sexogenéricas nos hacemos presentes en la Feria de Mataderos. Y esto hay que celebrarlo”. Apenas empieza su canto, alguien del público dice: “¡Qué hermosa voz tiene!”- Zambas, chacareras y la ofrenda final: “Canción con todes”, así con la e, de César Isella.
“La conozco del Pre Cosquín”, grita una mujer señalando a Ferni. Es probable que esa mujer no sepa lo que le costó estar en enero en el Pre Cosquín. En la competencia previa en el Centro Cultural San Martín, una vez que cantó e impactó al jurado compuesto por Marián Farías Gómez, Franco Luciani y Mónica Abraham, le comunicaron que había un problema. Se había anotado en el rubro Solista Vocal Femenina sin haber hecho el cambio registral. Le ofrecieron participar en el rubro masculino y su respuesta fue: “No. Y lo que están haciendo es ilegal”. Dos días más tarde hizo la denuncia en el INADI y logró que el Festival de Cosquín modificara su reglamento unificando el rubro en Solista Vocal. Así pudo participar en el Pre Cosquín y muchas personas que estaban ese domingo en la Feria la conocían por haberla escuchado cantar allí.

Buena vida
En esta Feria, se baila, y mucho. Chacarera, zamba, gato, lxs habitués se lucen con sus danzas y este domingo no fue la excepción. La voz de Ferni se escuchaba y los cuerpos seguían el ritmo. “Vamos a bailar chacarera”, su pollera ondeaba con los movimientos circulares. Llegó el momento de presentar a la invitada: la coplera salteña Lorena Carpanchay, quien estaba de paso en Buenos Aires y su visita coincidió también con el primer programa de “Brotecitos”, conducido por Susy Shock, Valen Bonetto y Ferni de Gyldenfeldt en Radio Nacional Folclórica, del que participó el miércoles 23 de marzo. “Muy buenas tardes. Gracias al público, gracias a Ferni por invitarme a cantar unas coplas del valle”, y así Lorena tocó la caja y soltó su voz. “Ya vienen las maricas cantando la tonada, ya vienen las mariposas derribando las miradas”, entonó esta copla de su autoría, con música de Ferni. “Diaguitas, también travas, y no nos van a derribar, sus insultos, sus miradas, nos van a respetar”. Volvió Ferni al escenario y al despedirse lo hizo con la frase de Susy Shock: “Buena vida y poca vergüenza”.
Para cerrar esta jornada que hizo historia, subió al escenario el grupo folclórico Invisibl3s, compuesto por Bebo Chacoma, Ari Lorenzo, Marcelo Lapido y Fer Borquez. “El folclore es el saber del pueblo —dijo Ari al micrófono— Es mi forma de contar el mundo que me rodea. ¿Por qué no podría bailar? Soy el nuevo folclore, siempre estuvimos acá. La diferencia es que no vamos a escondernos más. Y sí, esto es político, el folclore siempre ha sido político. Lo ha usado el poder para imponer su `ser nacional`. Yo soy las plumas y el folclore. Y vos, ¿sos lo que querés ser o sos lo que te enseñaron a ser?”.

Los aplausos no tardan en llegar. Un cuarentón de boina dice: “Antes algunos se escandalizaban con esto, pero no se escandalizaban cuando los gauchos llegaban a casa y le pegaban a nuestras abuelas”. Una chica agrega: “El folclore es lucha y esto también es lucha”. Ari baila una zamba junto a Ramiro Ramboriana. Luego cambia su vestuario: una remera que dice “Gauche”, una pollera corta y medias de red negras. Casi llegando al fin de la presentación, su pollera es más larga, negra con un volado multicolor. El presentador Julio “El Chelco” Rodriguez repitió varias veces, como si fuera un mantra: “Abriendo la noche, borrando fronteras, en la feria de Mataderos seas quien seas bailas la chacarera”.
La gestación
Este show se viene gestando desde hace tiempo. Cuenta Ari que el primer acercamiento se hizo desde la danza. “Empezamos a bailar en la Feria saliendo del binarismo, éramos poques y costó bastante”. Propusieron que se convoque a otres artistas, bailar como invitades de otros grupos, pero no prosperó. Durante la pandemia no hubo artistas en vivo. “Ya a fin del año pasado con el cierre de la Marcha del Orgullo, los temas sonando, les artistas folclóriques de la comunidad ocupando espacios y, principalmente, la irrupción de Ferni en el Pre Cosquín y un cambio en la dirección de la Feria, todo hizo que esto se dé. Debemos agradecer a la Feria de Mataderos ya que la decisión de que estuviéramos este año fue clara y hasta querían que abriéramos la temporada, esa decisión era muy fuerte para el ambiente tradicionalista”.

Cuando la música en vivo terminó y les artistas de la tarde se mezclaron entre el público, se les podía ver posando para cientos de fotos. Relata Ferni: “Los gauchos y las paisanas nos abrazaron de una manera tan amorosa, besos, abrazos, una hora estuve sacándome fotos, abrazándome con gente, intercambiando palabras de elogio, compartiendo pensamiento con el pueblo. No hay una mano que señala, ni una mirada que juzga, los focos de luces no son de un patrullero, sino los de un escenario y nos están alumbrando. Podemos cantar y eso es triunfar desde la belleza”.
Luego del primer programa de “Brotecitos” en Radio Nacional Folclórica, Ferni invitó a Lorena Carpanchay a participar del evento de la Feria de Mataderos. “Fue muy lino que Ferni me invitara —se emociona Lorena— porque para mí es un lugar emblemático, tengo recuerdos de que mi madre, mi tío, venían siempre a la feria a vender sus artesanías hace como treinta años atrás, en los 90. Conocía la Feria pero en ningún momento pensé en cantar acá, antes era un público machista. Cuando canté la copla ´Ya vienen las maricas…´ , fue muy fuerte, aplaudieron mucho, fue un honor, me gustaría volver pronto. Vamos derribando barreras, vamos derribando al patriarcado, vamos haciendo lo nuevo, esto es para toda la diversidad”.

El cantante de Invisibl3s, Bebo Chacoma preguntó desde el escenario dónde está Tehuel. Una señora reflexionó: “Es cierto, nadie se acuerda de Tehuel, nadie dice nada”. Ari le dice a lavaca unas horas después: “Pudimos nombrar a Tehuel, hablamos sobre el clima con una chacarera anticapitalista, hicimos un recitado cuestionando la construcción del ´ser nacional´y tocamos visibilizando nuestras identidades. Pudimos hacer lo que queríamos y la repercusión fue increíble, mil veces mejor de lo que esperábamos. En las transmisiones en vivo aparecieron les insultadores de siempre, pero en la vida real no había trolls”.
Con su arte, Ferni, Lorena y el grupo Invisibl3s sembraron semillas de libertad. Esta siembra arrancó hace tiempo. “Para que algo se dé hay una lucha de muchas personas y organizaciones —reconoce Ari—por años y años. La lucha de les invisibles es la que lleva a que muches tengamos las posibilidades que hoy tenemos y nuestras luchas presentes, más las pasadas harán que tengamos muchas más posibilidades. Falta muchísimo y todos los actos de nuestra comunidad son históricos, desde el más pequeño al más grande, no somos les primeres o les uniques, somos parte de muches más. Queremos ir a todos los espacios: los de la comunidad, los tradicionales, a los festivales, a todos lados. Tenemos algo que gritar y queremos que nos escuchen”.
A las seis de la tarde, dos muchachos que se iban de la Feria en el colectivo 92 se sentaron en la escalera de la puerta de atrás para terminar su cerveza.
Uno de ellos dijo: “Y cuando creías que ya lo habías escuchado todo, aparece esto”.
El otro respondió: “Sí, y encima hermoso”.
El mundo se sigue moviendo.
Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.
Por María del Carmen Varela
La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.
La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario. Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.
El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.
Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.
Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.
La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.
Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA
Domingos 18 y 25 de mayo, 20 hs
Más info y entradas en @perlaguarani
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