Sigamos en contacto

Nota

Oligarcas sin fronteras: quiénes dominan la comunicación

Una investigación de la organización Reporteros sin Fronteras revela un panorama: cómo está armado hoy el tablero que denominan “guerras de información” y cuál es el rol de los “oligarcas”: los empresarios millonarios que apuestan a los medios como instrumento de negocios, proyección política y especulación financiera.

Publicada

el

Una investigación de la organización Reporteros sin Fronteras revela un panorama: cómo está armado hoy el tablero que denominan “guerras de información” y cuál es el rol de los “oligarcas”: los empresarios millonarios que apuestan a los medios como instrumento de negocios, proyección política y especulación financiera.

Oligarcas sin fronteras: quiénes dominan la comunicación
El nuevo informe de Reporteros Sin Fronteras (RSF) no ahorra adjetivos.
Dice que los empresarios mediáticos son “oligarcas”.
Y explica por qué usan esa palabra: “Reporteros sin Fronteras la eligió para llamar a esos magnates que adquieren o construyen imperios mediáticos para ponerlos al servicio de sus intereses económicos o políticos”.
Esta definición es la columna vertebral de una nueva investigación de RSF, titulada Medios de comunicación: los oligarcas se van de compras, que en 11 capítulos expone cuáles son los principales negociados y las principales figuras repetidas a lo largo y ancho del mundo que controlan los diversos emporios mediáticos, generalmente asociados a otros sectores o burbujas económicas y financieras, como bancarios, telefónicas, inmobiliarias, construcción y muchos etcéteras.
¿Un ejemplo? Dice el Informe en su capítulo 8: “En 1983 unas 50 compañías controlaban 90% de los medios de comunicación estadounidenses. En 2011 no eran más de seis. Existe una tendencia mundial a una concentración aún mayor que ahora llega a Europa, donde observamos un gran movimiento en el mercado mediático: operadoras nacionales que cambian de manos, medios de comunicación emblemáticos que son comprados a bajo precio, grupos que se fusionan… El hilo conductor de estas grandes maniobras: una carrera desenfrenada por el control de los procesos de producción y de la difusión de los medios de comunicación de mañana”.
El informe advierte que el interés de los “oligarcas” en el periodismo pasó a ocupar un rol secundario respecto a sus propios intereses, y que los conflictos de interés comenzaron a contaminar la independencia de los periodistas al mismo tiempo que al derecho de cada persona de contar con información honesta. El informe precisa: “Desenredar la madeja de las inversiones de capital en los medios de comunicación, encontrar los contactos familiares o políticos, mostrar los cambios súbitos en las líneas editoriales y demostrar el uso deshonesto del poder mediático, es el trabajo que emprendió RSF, quien investigó a estos propietarios riquísimos, que poseen un gran talento para velar por su propio beneficio y el de sus amigos. Defender el ejercicio del periodismo frente a estas amenazas, incluidas las del dinero, es la razón de ser de nuestra organización”.
Algunos casos.

India y Turquía: la TV no es democrática

El segundo capítulo tiene un nombre de intriga: El rostro oculto de los oligarcas. Abre con una foto de Jack Ma, el empresario chino presidente del grupo Alibaba, en el Foro Económico Mundial de Davos, en enero de 2015. Jack Ma realizó para RSF una de las últimas “hazañas” de estos oligarcas mediáticos: el gigante chino del comercio online compró el South China Morning Post de Hong Kong, uno de las últimas trincheras de la “prensa libre”, que según el informe no dudaba en criticar el gobierno chino. Jimmy Lai, otro propietario de medios de comunicación de Hong Kong, “aún resiste”: apoyó las manifestaciones del otoño de 2014, conocidas como la “Revolución de los Paraguas”, pero estas protestas irritaron de sobremanera a las autoridades chinas. Según RSF, Jimmy Lai lo pagó caro: “Lo agredieron varias veces, atacaron su casa con cócteles molotov, sabotearon su imprenta y se impidió que sus diarios circularan”. En una entrevista que concedió a la Agence France-Presse en junio de 2015 aseveró: “Mientras siga vivo, Next Media no cambiará”.
El informe subraya que de Turquía a China, pasando por India y Rusia, surgen nuevos “imperios mediáticos”, varios de ellos “con la bendición del poder”. Los califica como “oleada”, y afirma que ningún país ni continente “parece escapar al apetito mediático de estos nuevos oligarcas”. En su libro Detrás de un billón de pantallas: qué nos dice la televisión sobre la India moderna, el historiador Nalin Mehta recuerda que en su país, “la democracia más grande del mundo”, había unos 800 canales de televisión, “pero que aquellos que difunden información son propiedad de multimillonarios en la sombra”, y que algunos de ellos se usan para intereses personales, aun para blanquear dinero: “Cierta cantidad de personas que no lleva la democracia en su corazón se ha apropiado de la mayoría de las cadenas de televisión del país”.
El periodista y escritor Manu Joseph agrega: “En India, es un verdadero golpe de Estado”.
Sobre Turquía, el periodista Yavuz Baydar escribe: “Mientras que el mundo entero se concentra en la cuestión de los periodistas encarcelados en Turquía (en su mayoría kurdos), son estos propietarios de medios de comunicación los que dan el beso de la muerte a nuestra profesión, pues destruyen deliberadamente la independencia editorial, despiden a periodistas críticos e impiden que se realice cualquier investigación sobre el poder”. El informe especifica que Baydar fue despedido “al igual que decenas de periodistas que el gobierno de Recep Erdogan consideraba demasiado críticos”.
Parte del nuevo entramado mediático/empresarial se expresa en este ejemplo turco: “Entre los «mejores amigos del presidente» Erdogan se encuentran oligarcas como: Ferit F. Şahenk, presidente del poderoso Dogus Group (que controla la televisión NTV); el multimillonario Turgay Ciner (presente en el sector energético), propietario de la televisión Haberturk y del diario del mismo nombre; Yildirim Demiroren, director ejecutivo de un holding que tiene el mismo nombre (petróleo, gas, turismo y construcción), que compró en 2012 el prestigioso diario de gran tiraje Milliyet”.
La autocensura, en medio de una imposición de agenda económica, es diaria.

Oligarcas sin fronteras: quiénes dominan la comunicaciónChina: “Patada en el trasero a Google”

¿Qué pasa, por ejemplo, en China?
“Con la emergencia de las redes sociales, y el peso cada vez mayor de los medios de comunicación en línea, durante mucho tiempo se ha creído poder romper con esta censura que no se llama por su nombre. En vano. En un país como China, las autoridades parecen haber logrado superar un reto a priori imposible: explotar las ventajas económicas de la Internet suprimiendo la libertad de expresión que ésta ofrece. ¿Cómo? En este caso también, gracias a la complicidad de estos «tycoons» que velan por no ofender –e incluso alaban– al régimen encargado del bienestar de sus actividades económicas. Un ejemplo: Li Yanhong, director ejecutivo del motor de búsqueda chino Baidu (sexta fortuna del país), se jacta de haber «dado una patada en el trasero a Google para echarlo del país» a petición del Partido Comunista chino. Actor favorable a la «autorregulación» propuesta por Pequín, el motor de búsqueda bloquea el acceso a la pornografía, así como a temas relacionados con la independencia de Taiwán, el Dalai Lama o la masacre de la plaza Tiananmen, cometida en 1989. «En la Red, Baidu ejerce un monopolio apadrinado por el Estado», indica la agencia Bloomberg. Al igual que Google, las grandes empresas de la Web –Facebook, Twitter y Amazon– nunca han logrado atravesar la muralla de la censura china. Así, sus equivalentes locales (Weibo, Tencent, Sina, Alibaba), propiedad de riquísimos hombres de negocios cercanos al poder, pueden reinar sin problema en el mercado virtual más grande del mundo”.

Italia, Francia, Canadá, Brasil: el modelo Berlusconi

El cuarto capítulo se pregunta si un político puede ser un propietario más de medios de comunicación y abre con una foto de Silvio Berlusconi, ex Primer Ministro italiano, uno de los hombres más ricos de Italia con una fortuna que trepa hasta los 7,4 millones de dólares. Si bien ya no ocupa ningún cargo gubernamental y fue condenado en 2013 por fraude fiscal, el informe subraya el peso de su figura en el casting y la programación de la televisión público: “El aislamiento y las purgas se multiplicaron en la RAI ; algunos de sus periodistas denunciaron el clima nocivo de autocensura”.
De todos modos, RSF aclara que Italia no es el único país en el oeste europeo donde un empresario millonario, que además ejerce la función pública, posee un emporio mediático. “Los Dassault –quinta fortuna de Francia– han dirigido por generaciones el grupo que lleva el mismo nombre (que tiene un rol decisivo en la industria de las armas y de la aviación, tanto civil como militar). Desde 2004, Serge Dassault también es el presidente de Socprensa, empresa editora de diversos diarios, cuya carta fuerte es Le Figaro. Desde entonces, a menudo se plantea la cuestión de la independencia editorial de este gran diario francés. Aún más, puesto que su director, Serge Dassault, no es sólo un gran industrial, sino también un militante político que no oculta su simpatía por la derecha conservadora, que fue electo alcalde (1995-2009) y después senador de Essonne, en la región de París”.
En Canadá, el panorama es similar: “El carismático Pierre Karl Péladeau se convirtió en dirigente de un grupo soberanista, el Partido Quebequés (los ‘pequistas’), en mayo de 2015. El año anterior había sido elegido como diputado, lo que significa que su carrera política fue fulgurante. Hasta entonces, el «PKP» (como se le llama en Quebec) era conocido sobre todo por ser el principal heredero del grupo de prensa Québecor, fundado por el padre de Pierre Karl Péladeau”. Pero fue bajo el liderazgo del PKP, que Québecor (hoy controla unos 50 diarios regionales) “dio un giro de 180 grados adquiriendo el grupo Vidéotron, el principal operador de cable en Quebec”. En 2007 el magnate ya había a Osprey Media, editor de publicaciones en lengua inglesa.
RSF subraya que el modelo Berlusconi sirve para describir “las relaciones incestuosas que pueden existir entre la política, la economía y los medios de comunicación”. Ese modelo, afirma, se ve en Brasil. Según cálculos de la oficina de RSF en Río de Janeiro, “unos cuarenta parlamentarios brasileños (diputados y senadores) controlan directa o indirectamente al menos un canal de radio o de televisión en su estado de origen, fenómeno también conocido como «coronelismo eletronico”. Entre ellos se encuentra el senador Aécio Neves, acérrimo opositor de Dilma Roussef, accionista –junto con su madre y su hermana– de la radio Arco Iris, en Belo Horizonte (capital de Minas Gerais). Otros miembros de su familia también son propietarios de medios de comunicación.

Oligarcas sin fronteras: quiénes dominan la comunicaciónEstados Unidos, Francia: los “nuevos emperadores”

RSF puntualiza que hay una serie de “nuevos emperadores” en los medios que no tienen la intención de mezclarse de lleno en la política, sino ser “inmensamente ricos”. Dice el informe: “La mayoría de estos nuevos propietarios de medios de comunicación sólo habla de rentabilidad económica. Su lógica parece puramente capitalista. Sólo somos hombres de negocio, dicen en esencia, y explican que su interés por los medios de comunicación se debe la necesidad de «convergencia”, una estrategia que está en boga y consiste para los grandes industriales en poseer a la vez contenidos (información, así como eventos deportivos y musicales, producción de películas, de juegos, etc.) y el canal para distribuirlos (diarios, telecomunicaciones, canales de televisión, servicios de video a la carta)”.
Uno de ellos es John Malone, que en mayo de 2015 dio un golpe maestro: compró Time Warner Cable (TWC), el segundo operador de cable de Estados Unidos, por unos 55 mil millones de dólares. Apodado el “rey del cable”, el magnate estadounidense controla ahora un imperio inmenso que abarca ambos lados del Atlántico, en el que se mezclan los medios de comunicación de su grupo Liberty (Discovery, Virgin Media, Unity Media) y los operadores de cable (TWC, Charter, Bright House). RSF especifica que se trata de un modelo económico que también quiere romper con los esquemas tradicionales de gestión de medios: “Algunas empresas de medios existen para garantizar un control de generación en generación. No es el caso de Liberty: estamos aquí por el rendimiento de las inversiones de los accionistas”, dijo Greig Maffei, director de Liberty.
En Francia, en sólo dos años Patrick Drahi ha consolidado –a base de adquisiciones y de importantes participaciones– un imperio mediático inédito, presente en la televisión (BFM-TV, i24news), la radio (RMC) y la prensa escrita (Libération, Estrategia y el grupo L’Express). Según las estimaciones de RSF, por un desembolso de entre 50 y 70 millones de euros hoy el grupo genera unos 650 millones por año. En 2014 se convirtió en el principal accionista de Libération invirtiendo 18 millones de euros. Bajo este esquema, la información crítica juega otro rol, ya que compite con el entretenimiento. “Hay que insistir en lo que nos une, más que en lo que nos divide y dirigirse a un público mundial”, indicó Dominique Delport, el nuevo presidente del Grupo Canal+. Enseguida se hizo el pedido de las marionetas de Kim Kardashian y de Justin Bieber, en lugar de las de políticos o dirigentes religiosos.
Otros dos modelos lo representan Jeff Bezos y Xavier Niel. Bezos, fundador de Amazon, es una de las quince primeras fortunas del mundo (47,5 mil millones de dólares) y Niel, también se convirtió en una “historia de éxito” de la web en Francia, que con más de 10,3 mil millones en su cuenta, hoy es la 9ª fortuna de Francia. Niel comenzó por comprar en 2010 el grupo Le Monde (que además del diario aglutina Télérama, Courrier International, La Vie y Le Huffington Post); en 2014, adquirió Le Nouvel Observateur. Bezos dio de qué hablar en 2013 comprando por 250 millones de dólares The Washington Post. “¿Cómo explicar el repentino interés de los “tecnos” multimillonarios en estos emblemas de la prensa? ¿Ven en ellos un medio de influencia, proyectos de desarrollo o se trata de un simple capricho de rico?”. Según la prensa, son filántropos que destinan su dinero “a proteger un bien público”.
Esa perspectiva fue cuestionada cuando en agosto de 2015 The New York Times lanzó una investigación -luego de seis meses de reportajes y una centena de entrevistas- sobre las pésimas condiciones laborales en Amazon. La “polémica” cruzo los medios e instaló una pregunta: ¿hablaría Bezos desde The Washington Post sobre su propia empresa? “Por su silencio en este caso, el diario pasó completamente de lado de un debate importante sobre una de las principales empresas estadounidenses”, señaló en octubre de 2015 la red estadounidense de información alternativa Alternet. Dice RSF: “Pero a decir verdad, el diario no permaneció pasivo en este escándalo. El 17 de agosto, en un artículo titulado “¿Es realmente tan duro trabajar para Amazon?” The Washington Post retomó las acusaciones formuladas por The New York Times, y luego las numerosas reacciones que suscitó su reportaje, tanto positivas como dubitativas”.

Internet: los GAFA

En cuanto a Internet, RSF habla del “Monopoly Europeo”, donde las cartas se están jugando para quedarse con un negocio cada vez más enredadado.
“Operadoras nacionales que cam bian de manos, medios de comunicación emblemáticos que son com prados a bajo precio, grupos que se fusionan… El hilo conductor de estas grandes maniobras está en la competencia por controlar a la vez el proceso de producción y el de difusión de los medios de comunicación de mañana. Este frenesí de adquisiciones también se explica por el deseo de consolidar su posición frente al éxito de los nuevos actores mundiales de la Web, los llamados “GAFA»: Google, Appel, Facebook y Amazon. Los GAFA se saltan a los medios de comunicación tradicionales, dirigiéndose directamente al consumidor sin pasar por una red o una programación de televisión, como la empresa de Netflix”.

El Cairo en Europa

En julio de 2015 la cadena de televisión Euronews, la “voz de Europa”, pasó a formar parte de las filas egipcias. “El feliz nuevo propietario es un multimillonario venido directamente de El Cairo: Naguib Sawiris, quien está a la cabeza de Orascom –la principal operadora telefónica egipcia–, y también está presente en los sectores de: las minas de oro, la hotelería y la construcción. Este hombre de 62 años, que posee la tercera fortuna de su país, desembolsó 35 millones de euros en la compra de 53% de la cadena de información continua. El otro 47% sigue en manos de sus fundadores: las principales televisiones públicas europeas (France Télévisions, RAI, RTBF, RTS, etc.) y la Comisión Europea, que a través de diversos contratos también financia el funcionamiento de Euronews”.
La cadena transmite en 13 lenguas, llega a unos 420 millones de hogares en 158 países. En Europa su audiencia es mayor que la de CNN y la BBC World. “El problema es que en Egipto, Sawiris no se contenta con hacer negocios. Además de ser el propietario de varios medios de comunicación nacionales (los canales ONTV y Ten), es un actor importante en la escena política local. En 2011, este hombre de religión copta fundó el partido Egipcios Libres, una formación liberal y laica: su principal objetivo es impedir el ascenso de los Hermanos Musulmanes en su país. El partido Egipcios Libres tiene el viento a favor: tras las elecciones legislativas de finales de 2015, constituye con sus políticos electos el primer partido en el Parlamento. Estos forman parte de la «gran coalición» buscada por el presidente Al Sissi, cuyos objetivos coinciden, hasta ahora, con los de Naguib Sawiris: acabar con los Hermanos Musulmanes”.

Estados Unidos: “La ilusión de elegir”

Al comienzo de esta nota se dijo que, en 2011, no son más de seis las empresas que controlan el 90% de los medios de comunicación estadounidenses. En 1983, eran 50 compañías. Dice RSF: “Existen imperios mediáticos que modelan la información y el entretenimiento a escala mundial. En Estados Unidos los llaman los “Big 6”. Se trata de las seis compañías que controlan 90% de los medios de comunicación estadounidenses: Comcast, Walt Disney, News Corporation, Time Warner, Viacom y CBS. “La ilusión de elegir” es el título que dio el bloguero estadounidense Frugal Dad a una infografía que representa el reino de los “seis”. “Como padre (y bloguero), estoy preocupado por el origen de la información y el entretenimiento que mi familia y yo consumimos todos los días. ¿Quién produce realmente, posee y difunde los programas que mis hijos miran cada noche? ¿Cuáles son las empresas que seleccionan los textos que leo fielmente todas las mañanas? Siempre he pugnado por un consumo responsable y para ello, ¿qué hay más importante que estar también conscientes de los orígenes de nuestro régimen cotidiano de información e imágenes?”, cuestionaba.
Reporteros sin Fronteras no deja de nombras a Rupert Murdoch, quizá la figura más conocida de los “Big Six” con News Corporation. “A pesar de algunas turbulencias, debido a un escándalo de escuchas a ciertas personalidades, realizadas por News of the world (uno de los tabloides británicos del conglomerado), su grupo va bien. Incluso acaba de poner un pie en Francia (a finales de noviembre de 2015) invirtiendo 2 millones de euros en el diario L’Opinion a través de su agencia financiera estadounidense Dow Jones . Es tan sólo una primera adquisición del magnate en Francia, quien no descarta incrementar su capital en este diario, fundado por Nicolas Beytout en 2013. 1 Con una fortuna de 13,5 mil millones de dólares, Murdoch se mantiene como el arquetipo del emperador de los medios de comunicación, un magnate de la prensa que comenzó de nada –o casi– para conquistar el mundo. Ésta, es también la historia de una continuidad familiar: en junio de 2016 el veterano de los medios de comunicación nombró a sus dos hijos, Lachlan, de 43 años, y James, de 42, en puestos claves de su imperio”.

Los nuevos desafíos de la independencia

“La edición 2015 de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa mostraba que sólo uno de cada cuatro seres humanos tiene acceso a una prensa libre. Entre las vicisitudes que los periodistas enfrentan, la violencia (asesinatos, tortura, encarcelamiento) y la censura son las más visibles. No obstante, en todas partes del mundo, tanto en las dictaduras como en las democracias, están surgiendo medios inéditos para influir en las conciencias, manipulaciones sutiles, interferencias políticas y económicas discretas, pero reales. Cada vez es más difícil para los ciudadanos distinguir la comunicación patrocinada o dictada por intereses particulares, de la información independiente, establecida conforme a las reglas de la honestidad, cercana al ideal del periodismo”.
La preocupación de Reporteros sin Fronteras es clara. “La información independiente es la base para que los ciudadanos tomen decisiones individuales y colectivas lúcidas. La humanidad y las sociedades necesitan de un «tercero de confianza» que les permita hacer elecciones colectivas e individuales basadas en «la libre búsqueda de su verdad objetiva», como lo expresa el acta de constitución de la Unesco”, afirma RSF, que lanzó su campaña Save journalistic independe (Salvar la independencia periodísticia), donde este informe sobre los “oligarcas” contribuye a un análisis sobre las “guerras de información”.

Descargar el informe “Los oligarcas se van de compras” en formato .pdf

Nota

La imagen proyectada: La Ronda en la mirada de Lina Etchesuri

Publicada

el

Séptima entrega del registro colaborativo de la ronda de las Madres de Plaza de Mayo, realizada por la fotógrafa de lavaca Lina Etchesuri.

Toda la producción será entregada a ambas organizaciones de Madres y al Archivo Histórico Nacional. Invitamos a quienes tengan registros de las rondas realizadas estos 40 años a que los envíen por mail a [email protected] para sumarlos a estos archivos. Esta iniciativa es totalmente autogestiva.

Ese jueves hacía 38 grados de calor pero parecían 43. El calor quemaba y picaba.

Faltaba el aire, el que había estaba caliente y la humedad pegoteaba.

El día que acompañé a la Ronda haciendo fotos para este proyecto, fui descubriendo imágenes a medida que los pasos y las sillas de ruedas daban vuelta como siempre, hace 2392 jueves.
La ronda siempre me emociona. Mucho. Las miro a las madres y veo proyectada las fotos de sus hijxs en su mirada, hacia delante, repitiendo Presente como un mantra de presencia y resistencia. Lxs veo a ellxs en imagen, mirando de frente en su juventud detenida. Veía a Elia, que ronda en silla de ruedas, con la foto de su hijo Hugo Meidan, desaparecido el 18 de febrero de 1977, hace 47 años, y pensaba si ese día hizo tanto calor, si la luz tenía esta misma inclemencia.

En las rondas transcurre un tiempo extraño, persistente y atemporal. Las hermanas abrazan las fotos de sus desaparecidxs, gritan sus nombres con contundencia, caminan junto a las madres, junto a nosotrxs.

Transforman el tiempo y la imagen en un futuro posible.

Sobre Lina

Soy Lina Etchesuri. Fotógrafa, editora y docente

Soy parte de la cooperativa Lavaca desde hace más de 12 años donde hago todo lo que me describe y más. Me hace sentir muy orgullosa y feliz.

Estudié con Filiberto Muganini en el Rojas durante los 90s. Hice la carrera de fotógrafa en la Escuela de foto y artes visuales de Avellaneda, durante el 2001 y los años siguientes. 

Me seguí formando en talleres visuales con mi querida Julieta Escardó y muchxs más.

Viajé haciendo fotos durante algunos años: conocí al subcomandante Marcos y le saqué una foto en la que se está riendo. Estuve en Cisjordania, Palestina, durante 3 meses, viviendo retratando la vida bajo la ocupación. 

Junto con algunas personas y amigxs fundamos MAFIA en 2012, un colectivo de fotógrafxs que sigue hasta hoy.

Coordino talleres de foto e imagen.

Soy mamá de Fermin.

Y me encanta hacer todo lo que hago.

Seguir leyendo

Nota

Un abrazo contra la motosierra

Publicada

el

Sin presupuesto actualizado (“cada 10 pesos del año pasado, hoy tenemos 2” informa el rector de la UBA) las universidades y los hospitales en “modo ahorro” deben cortar la luz, los ascensores, reducen cirugías, no tienen insumos. La imagen del Clínicas, uno de los más importantes del país: “Los pacientes se están quedando sin comida”. Hoy una gran concentración frente a ese hospital escuela simbolizó un abrazo en defensa de la salud y la educación pública, mientras el gobierno nacional juega a pelearse con las prepagas, y el de la Ciudad a subvencionar a quienes mandan a sus hijxs a colegios privados. ¿Qué pasa con lo público? ¿Cuándo comenzó el desastre? Distintas voces (directores de hospitales, rectores de universidades, trabajadorxs) relatan la realidad y los datos motosierra; la organización como única salida; y el canto “la UBA no se vende”, mientras la realidad, o los números, parecen indicar otra cosa.

Por Francisco Pandolfi

Un abrazo contra la motosierra

“Se defiende, la UBA se defiende”, fue uno de los hits / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Clarisa y Caetana acaban de salir de cursar dermatología. Clarisa tiene 24 años y lleva puesto un ambo azul marino. Caetana, de 23, uno verde oscuro. Son alumnas desde hace seis años de la Facultad de Medicina y hace tres caminan por los pasillos del Hospital de Clínicas, ya en la etapa de las prácticas. “Hace un rato terminamos una clase en la que no teníamos vendas”, dice Clarisa. Su compañera agrega: “El otro día, en un práctico, nos faltaba vaselina para curar las úlceras; sí, vaselina, probablemente el producto más básico y barato que se necesita”.

Alrededor de ellas hay una multitud, con ansias de visibilizar la gravedad de la situación.

Clarisa, Caetana y la marea contra el ajuste / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

“Estamos funcionando al 30%”, comparte Marta, médica desde hace 38 años en el Clínicas.

“Los pacientes se están quedando sin comida”, cuenta Susana, auditora. 

“Soy empleado de limpieza del hospital, monotributista, trabajo cinco días por semana, siete horas por día y mi sueldo no supera los 150 mil pesos”, confiesa Diego Ruiz.

“Ya debimos reducir las cirugías y no atender a algunos pacientes”, expresa Marcelo Melo, el director del Hospital de Clínicas.

“Estamos económicamente por debajo de un 80% sobre el presupuesto que deberíamos tener. Cada 10 pesos del año pasado, hoy tenemos 2”, precisa Ricardo Gelpi, rector de la Universidad de Buenos Aires.

Un abrazo contra la motosierra

Susana Dionisio, y la esperanza que genera el juntarse / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Tiempos de abrazos

“La biblioteca destinada a la educación universal es más poderosa que nuestro ejército”.

José de San Martín.

Al libertador de la patria se lo homenajea con su nombre en calles y avenidas; clubes deportivos, teatros y centros culturales; plazas y parques; hospitales y universidades.

Y también en un hospital-escuela: el Hospital de Clínicas José de San Martín, dependiente de la Universidad de Buenos Aires y dedicado a tres ejes clave para el desarrollo de cualquier sociedad: la asistencia, la docencia y la investigación.

Son tiempos de clases abiertas; de paros y movilizaciones; de una marcha nacional universitaria a realizarse el próximo martes 23 de abril. Son tiempos de contar en cuántos meses y en cuántos días las universidades se quedarían sin presupuesto hasta cerrar sus puertas.

Son tiempos de abrazos.

Uno de ellos se forma con un montón de brazos, este jueves por la mañana, en la puerta del Hospital de Clínicas. Médicos, docentes y no docentes, estudiantes, le brindan un espaldarazo simbólico al Hospital de Clínicas, ubicado en el límite de los barrios porteños de Recoleta y Balvanera. Sobre la Avenida Córdoba, miles de personas se reúnen en la puerta principal para reclamar por el recorte presupuestario en todas las universidades del país, y en particular de las universidades escuelas.

Hay equipo en el Hospital de Clínicas /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Los cuerpos aplauden. Están vestidos con guardapolvo blanco; con ambos celestes y azules; con chaquetas bordós y verdes. De fondo, un telón negro enorme sirve de súplica para estos momentos. Es un ruego a la sociedad toda; y una exigencia, también, puertas adentro: “Defendamos la UBA”. Delante de la banderota se sostienen grandes letras blancas, hechas con cartulina, a mano, a pulmón, a necesidad de que el reclamo se vea un poco más. “La salud se defiende”, se lee, mientras se canta al unísono: “No se vende, la patria no se vende”. Minutos después, se cambia sólo una palabra: “No se vende, la UBA no se vende”.

Pero la realidad no parece indicar lo mismo. 

Problemas de fondos

Luego del abrazo, se rodea al hospital y en otra de las puertas de la institución, sobre la calle Paraguay, se lleva a cabo una conferencia de prensa. Marcelo Melo, el director del Hospital de Clínicas, va al hueso: “Ya tuvimos que optimizar los recursos, que son insuficientes; no podemos comprar insumos, ni hacer transferencias porque no hay licitaciones de presupuesto que avalen las compras. Mientras, tenemos un montón de pacientes internados”. Sigue: “Es muy difícil no usar la luz en un hospital; no usar los ascensores cuando los pacientes necesitan usarlo… Lo mismo pasa con la calefacción. El año pasado estábamos orgullosos de haber comprado y cambiado la caldera, y este año no sabemos si va a funcionar, porque el modo de ahorro va a estar en el gas, en la luz, en todo”.

Le cambia la cara. Se tensa, aún más. “Poner a un hospital en modo ahorro es una agresión al médico. Es muy difícil mi lugar, el tener que decirle a mis colegas si pueden atender o no a alguien. No estamos haciendo una buena medicina con estas cosas”.

Un abrazo contra la motosierra

Marcelo Melo y Ricardo Gelpi en conferencia de prensa /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

A su lado está el rector de la UBA, Ricardo Gelpi, acompañado por el Secretario de Hacienda Matías Ruiz. Juntos, definen lo terrible: “La UBA tiene dos partes principales en las que se divide el presupuesto. Una es la salarial, que consume entre el 85% y el 90%; y después está el gasto de funcionamiento, que consume entre el 10 y el 15%”. Desmenuzan: “En lo salarial hubo un recorte en términos reales ajustado por inflación del 35%, lo que significa que si en noviembre un docente o un trabajador cobraba 100 pesos, hoy cobra 65”. 

Sobre los gastos para el funcionamiento: “Lo dividimos en salud y en educación. En educación este año las partidas arrancaron congeladas al presupuesto del año 2023; hubo una actualización parcial del 70% desde marzo; pero en términos interanuales eso significa un 58% de actualización, comparado con una inflación de casi un 300% interanual. Por el lado de la salud, empezamos el año sin presupuesto, ya que la partida devengada del año 2023 no había sido asignada hasta esta semana”.

Tomar la calle en defensa propia / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Peligro de cierre

¿La partida ya firmada –pero aún no depositada–, es un remedio? “No, para los hospitales universitarios será de la misma magnitud nominal del año pasado. O sea, no es una actualización, ni un incremento”. Subraya el rector: “Estas partidas no están ajustadas por inflación, lo que significa que sólo podrán estirar un tiempo esta situación, pero estamos lejos de estar conformes. Si se mantiene esa partida, podremos funcionar como venimos dos o tres meses más. Y después, así las cosas, la UBA cierra, porque si no hay plata, no hay plata”.

El Secretario de Hacienda suma un dato, que agudiza el cuadro: “El pago de la energía eléctrica en el último año se multiplicó por siete. Y si comparamos con febrero de este año, sólo los últimos dos meses, se multiplicó por cuatro”. Y ejemplifica con una cuenta que no cierra: “El crecimiento del gasto, sumado a las partidas congeladas, hace que crezca más rápido el gasto que tenemos la universidades y empeorando cada vez más el funcionamiento”. 

Un abrazo contra la motosierra

La educación, la salud y la ciencia, en juego; en venta / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

“El mal funcionamiento es de hace años”

La falta de recursos no empezó en la era Milei. Marta, médica desde hace 38 abriles, describe: “El mal funcionamiento viene de años, como consecuencia de malas administraciones anteriores. Y ahora, este recorte presupuestario es el tiro de gracia”. ¿En qué se venía mal? “De 12 quirófanos funcionan 5 y hay numerosas salas cerradas; cada vez se va achicando más la estructura, deteriorando y no hay presupuesto para mantenerlo”. 

Clarisa, alumna, añade: “El edificio tiene un montón de falencias, es muchísima la cantidad de arreglos que harían falta y esto viene desde hace años. Con este recorte, el único futuro que veo es que se caigan las paredes… Me da mucho miedo e impotencia”.

Florencia trabaja hace 10 años y el amor que siente por la entidad viene de familia: “Mi mamá trabajó ahí; mis dos hijos fueron a ese jardín; le salvaron la vida dos veces a mi mejor amiga; curaron a mi papá, a mi abuela”.

Admite que el hospital “siempre tuvo pocos recursos; siempre hubo carencia de insumos”. Profundiza: “La situación no viene bien hace mucho; las personas que deben hacer el presupuesto no valoran la calidad humana ni la cantidad de atenciones que se realizan por día. El hospital siempre tuvo lo básico, y en muchas oportunidades debimos conseguir insumos por fuera, siempre tardó en llegar el material que se necesitaba”.

Carteles, ruido, sonrisas: estrategias contra el recorte / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Orgullo nacional 

El Hospital de Clínicas es considerado uno de los hospitales más importantes de la Argentina y de América Latina. Se fundó en 1881 y allí se realizaron varios procedimientos por primera vez. Algunos hitos que nacieron entre sus paredes que hoy yacen descascaradas: la aplicación de la insulina, el cateterismo cardíaco, las residencias médicas, las punciones de riñón, las operaciones filmadas. Dice la médica y hoy auditora Susana Dionisio: “En este hospital se formaron la mayor parte de los médicos de renombre que hay en toda la medicina prepaga”. Suma otro caso testigo: “Hay que acordarse de acontecimientos como el de la AMIA, cuando sucedió el atentado este hospital recibió a la mayoría de los heridos, y fue gracias a este hospital que se salvó a muchísima gente. Entonces, podés hacer un comité de crisis, pero si al mismo tiempo desfinanciás a la educación, está muy mal. El presidente se merece un juicio político y la oposición tiene que pararse y ser una oposición real, sino perdemos la democracia”.

Marta Cora Eliseht es médica de obstetricia del hospital de Clínicas y docente de la Facultad de Medicina. “El Clínicas es fundamental, un orgullo nacional; no sólo cumple funciones asistenciales, sino también de docencia en áreas de pregrado y postgrado; esta es la sede de infinidad de carreras. Somos especialistas en obstetricia y atendemos muchos embarazos de alto riesgo, casos que no se atienden en otros lados”. 

Un abrazo contra la motosierra

Marta es médica en el Clínicas desde hace 38 años /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

En el hospital trabajan más de 3.200 empleados y se atienden alrededor de 365 mil personas al año. En lo educacional, cursan por año cerca de 1500 alumnos. “Hay cinco cátedras y estudiamos 300 personas promedio en cada una. Este es el hospital escuela más grande del país”, explican Clarisa y Caetana, estudiantes de medicina. 

Las palabras de Sofía, que integra la comisión interna, laten: “El hospital-escuela literalmente es el corazón de la UBA, donde se retroalimenta la ciencia, la investigación, la educación, pero sobre todas las cosas la salud pública, con todo lo que conlleva ese concepto de gratuidad e inclusión. Queremos seguir brindando la atención de calidad a los y las pacientes, pero sobre todas las cosas contar con un financiamiento que nos permita que nuestra casa, como así consideramos al hospital, siga funcionando. No queremos tener el privilegio de pisar la UBA, sino el derecho de seguir en ella”.

Un abrazo contra la motosierra

Una que pedimos (casi) todxs /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Un dolor inenarrable

El hit se vuelve a cambiar: “Universidad de los trabajadores, y al que no le gusta se jode se jode”, se vocifera con angustia y con firmeza, en un clamor popular que hiela la sangre. Las y los laburantes le dan magnitud al problema. La obstetra Marta Cora Eliseht dice: “En el sector no tenemos espéculos, vidrios para hacer papanicolaou, guantes, gasas, algodón, lo básico. Los profesionales de la salud estamos intentando conseguir donaciones de entidades privadas para suplir las faltas”. Sintetiza: “Estamos sufriendo un ataque artero a la universidad pública”.

Susana Dionisio es médica desde hace 49 años. Quince los trabajó en el Clínicas, donde ahora es auditora. “Sentimos un dolor que no se puede narrar. Los pacientes se están quedando sin comida y solidariamente se intenta ayudar entre sindicatos, médicos y administrativos, pero los insumos médicos no los podemos comprar. Ya se está cortando la luz a cierta hora, no se puede creer”. 

Un abrazo contra la motosierra

La potencia de Elsa Carrizo, la potencia de lo colectivo /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Elsa Carrizo es delegada general de la comisión interna del Hospital de Clínicas. Tiene puesto un guardapolvo blanco, que lleva el logo de la institución. Se lee: “Fundado en 1881”. Dice: “Trabajamos con obras sociales, pero es impresionante la cantidad de gente sin obra social que viene, alcanza con ver las colas que se forman a la mañana. Ya no tenemos insumos ni para el mantenimiento, ¿con qué vamos a limpiar? Hay un combo de muchísimas necesidades en el hospital”.

“Últimamente no nos estuvieron entregando secadores”, detalla Diego Ruiz, empleado de maestranza. Cobra menos de 150 mil pesos por mes y sólo el monotributo para facturar (no está en planta permanente) le cuesta alrededor de 18 mil. “Estamos en una situación de mierda, personalmente para mí es imposible llegar a fin de mes”.

Un abrazo contra la motosierra

Diego cobra menos de $150 mil por mes. Y no es una joda / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Tomás trabaja en el área de personal hace 5 años y es delegado de la comisión interna. “No hay paritarias y los sueldos quedan muy bajos. Tenemos poco más de 300 contratos que salen del bolsillo del hospital y son los que más corren peligro. Estamos hace un par de meses sin aumento y no hay respuesta del gobierno ni comunicación. Estamos estancados, no da para más”.

Carolina Nadal es empleada desde hace 30 años. Hoy es la jefa del departamento de Trabajo Social. “El presupuesto que se está ejecutando es el del año pasado y esto es inviable en términos de sostenimiento, de todo lo que se necesita para que funcione el hospital de manera integral. El gobierno va a tener que responder de una manera diferente a la que está respondiendo ahora. Siento mucha bronca e indignación, pero al mismo tiempo tengo la esperanza de que en las calles, con la resistencia, haya otro desenlace que no sea cerrar las puertas”.

“Cuando la patria está en peligro, todo está permitido, excepto no defenderla”.

José de San Martín.

Clases abiertas, presupuestos cerrados / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Seguir leyendo

Nota

Gabriel García Márquez: periodismo, ambiente, el nudo de la soledad, y las victorias sobre la muerte

Gabriel García Márquez había abierto mis ojos, neuronas y corazón sin proponérselo con sus libros y sus artículos, pero cuando por una carambola yo estaba por cumplir una especie de sueño despabilado, el de poder entrevistarlo ahí, en Cartagena de Indias, hace exactamente 30 años, me dijo: -No estoy aceptando entrevistas, porque debo escribir. Pero además, me duele una muela.

Publicada

el

Una muela, zapatos blancos y un charco. Un edificio llamado Máquina de escribir. Flores amarillas frente al mar, un dibujo de puño y letra. Lo narco las drogas. Su paso por Buenos Aires y la señora que venía de la verdulería. La memoria, lo real, las mujeres, el ambiente, el fin de la humanidad. El Nobel, los diluvios, las pestes, las guerras eternas. Las respuestas de la vida frente a los sordos poderes de la muerte. La cordialidad, la generosidad, el humor. Hace diez años murió Gabriel García Márquez, dicen. Lavaca publicó esta nota -estos recuerdos- aquel día, cuando se conoció la última noticia sobre ese escritor que nunca dejó de sentirse cronista, y decía que el periodismo es el mejor oficio del mundo.

Texto: Sergio Ciancaglini, lavaca.org
El señor Gabriel García Márquez había abierto mis ojos, neuronas y corazón sin proponérselo con sus libros y sus artículos, pero cuando por una carambola yo estaba por cumplir una especie de sueño despabilado, el de poder entrevistarlo ahí, en Cartagena de Indias, hace exactamente 30 años, me dijo:
-No estoy aceptando entrevistas, porque debo escribir. Pero además, me duele una muela.

Yo sabía que García Márquez había rechazado contactos con un enviado de Times, con periodistas de la televisión japonesa, y con suecos indescifrables. Un humilde cronista argentino quedaba naturalmente fuera de juego. Le respondí que lo compadecía, y que frente a un dolor de muelas no había argumento, clemencia, ni ruego que esgrimir de mi parte. Cuando me estaba despidiendo desolado, me detuvo:
-Pero a las 3 de la tarde puede ser. Voy antes al dentista, a ver si lo soluciona.
Esa historia revolotea en mi cabeza desde hoy, cuando estaba con Osvaldo Bayer grabando el programa de radio Decí Mu, y nos interrumpió el teléfono. Osvaldo atendió, dio media vuelta, anunció: “Murió García Márquez”, y me dejó alborotados los ojos, las neuronas y el corazón.
Revolotea la historia porque aquella tarde me encontré con un escritor que cambió la historia de la literatura, que había ganado el Nobel, pero que fue capaz de decirme: “Todo eso está muy bien, pero yo me siento periodista”. Quisiera contar lo que aún no he olvidado de aquel encuentro para mí inolvidable.
García Márquez volvió efectivamente a las 3 de la tarde, bajó de su Mercedes, y miró preocupado el charco oceánico que un aguacero de Cartagena de Indias, Colombia, le había instalado en la playa de estacionamiento. Llevaba zapatos blancos, pantalones blancos y guayabera blanca, como cantante de sábado televisivo. Cruzó el charco apoyándose en los tacos. Al llegar a la otra orilla nos dijo “pasen por favor” a mí y al fotógrafo, enviados por una de las autodenominadas “revistas de actualidad” a cubrir las noticias sobre un asunto entonces llamativo, letal para los colombianos e incomprensible para nosotros: el narcotráfico.
No existían los celulares ni Internet, o sea que todo esto se ubica en la prehistoria de 1984, con la carambola de estar en el charco correcto, y de que un dentista providencial había rescatado del dolor a su paciente. García Márquez nos hizo subir. El edificio tenía balcones escalonados hacia la playa: lo llamaban Máquina de escribir. El departamento tenía dos ambientes, con vista al mar, una verdadera máquina de escribir (¿Olivetti, Remington, dónde estará la revista donde publiqué la nota?). El escritorio miraba al mar. Y había flores amarillas que siempre conviene tener a mano, explicó, para ahuyentar a la mala suerte.
Me planteó que no aceptaba hablar si lo grababa o si tomaba notas. Me dijo algo más o menos así: “No me gustan los grabadores, prefiero que conversemos con libertad, y que todo dependa de tu atención. Luego tú escribirás lo que te parezca, y eso es un beneficio para mí: los periodistas me mejoran. La memoria mejora a la realidad”.

Gabo en Argentina
La publicación original de Cien años de soledad ocurrió en Argentina gracias a una editorial llamada Sudamericana, que ya no existe. Fue en mayo de 1967, plena dictadura de Juan Carlos Onganía, y el lanzamiento fue acompañado por una entrevista realizada por Ernesto Schóo, editada por Tomás Eloy Martínez y publicada en tapa por la revista Primera Plana que dirigía Jacobo Timerman.
García Márquez me contó que el éxito del libro fue inmediato. “Ahí, en Buenos Aires, empezó todo”, me dijo. Sudamericana había dispuesto editar 5.000 ejemplares, lo que para Gabo era un despropósito y el augurio de un fracaso para el libro de un desconocido escritor colombiano. Pero esa primera edición se vendió en 15 días, y la segunda fue de 10.000 ejemplares. En junio Gabo llegó a Buenos Aires. Me contó que viajó con Mercedes Barcha, su esposa: “Estábamos en un café y vimos pasar a una mujer que llevaba la bolsa de sus compras, con lechugas y tomates y Cien años de soledad”. La pareja fue al Instituto Di Tella a ver una obra de Griselda Gambaro, y el público los ovacionó de pie. Mientras él me lo contaba, todavía asombrado, yo recordaba que eran tiempos de The Beatles, revolución cubana, hippies, peronismo clandestino, rebeliones nacientes y todos los embriones de cambio, desventuras y utopías que se desplegarían en los años siguientes.
Cien años de soledad fue el libro de la época, y de varias generaciones. Tengo las dos ediciones que mis padres compraron para poder leerlo en simultáneo. Macondo era una patria. Entre la feria y la intelectualidad, miles de libros seguían vendiéndose y además se exportaban. El éxito se contagió en Europa, esto avivó el interés por otros autores (Juan Rulfo, Mario Vargas Llosa) y estalló el llamado boom de la literatura latinoamericana. “Buenos Aires fue generosa conmigo. Nunca volví. No sé por qué. Tal vez por una superstición: a un lugar donde todo fue tan perfecto, quizás convenga no volver” me dijo, o creo que me dijo, mirando el Caribe.

Periodismo, droga y entusiasmo
Aquel día de 1984 García Márquez me contó una novela que estaba intentando escribir. No tenía título. Al año siguiente la reconocí ya publicada: me había anticipado El amor en los tiempos del cólera. Pero me dijo que pese a todo se seguía sintiendo fundamentalmente un periodista. “Escribo literatura como periodismo, con método. Todos los días intento tener dos páginas listas” me dijo sobre algo que hoy habría que traducir a unos 5.000 caracteres. “Tienen que estar impecables, sin tachaduras. Y tengo un truco: siempre dejo escrito el comienzo de lo que pienso escribir al día siguiente, para que me resulte más fácil comenzar”. Pero varias veces explicó esa idea de no diferenciar ambos oficios. “La crónica es como un cuento o una novela sobre algo real”. Algo más: “Tanto en la literatura como en el periodismo hay que ganarse al lector, capturarle el interés para que se quede leyendo”.
Planteó una teoría sobre las redacciones de periódicos y revistas: para él están puestas de cabeza, invertidas. El staff de las publicaciones ubica en el rol principal a directores y jefes que engordan junto a un escritorio y editorialistas que monologan desde su propia jaula.
“Pero ese esquema debería ser exactamente a la inversa. Los cronistas son quienes cumplen la labor principal porque son los que están afuera, donde las cosas ocurren”. En vista del contexto colombiano le pregunté si alguna vez se había drogado para escribir y me contestó: “No me hace falta. Yo nací drogado”.
Un detalle: fue la única vez en mi vida que pedí un autógrafo. En Cartagena sólo conseguí un ejemplar de El coronel no tiene quien le escriba. Le expliqué que no era para mí sino para mi novia. “¿Se llama la señorita?” Se lo dije. Dibujó un tallo, cinco pétalos, y escribió: “Para Claudia, con una flor. Gabo 84”.

Gabriel García Márquez: periodismo, ambiente, el nudo de la soledad, y las victorias sobre la muerte

Aquel día, además, me regaló los seis tomos de su obra periodística, publicados por la editorial Oveja Negra. Y organizó todo para que, una vez en Bogotá, un auto con su chofer fuera a buscarnos al hotel para llevarnos al aeropuerto. “Así van más tranquilos” dijo, y nunca supe si se le había cruzado alguna sombra para disponer ese viaje. Nunca pude evitar recordarlo como una persona amable, entusiasta, alegre, generosa.
Con el tiempo entendí que esa cordialidad, ese entusiasmo, ese interés por el otro, era un modo ético y hasta político de pararse frente a la vida.

Ideas
En sus obras periodísticas pude leer las primeras crónicas que publicó en El Universal, de mayo de 1948, cuando era un chiquilín de 21 años. La primera celebra que se suspendió el toque de queda militar, al que define como símbolo de una decadencia. “Con este mundo materializado donde los peces de colores tienen que abrirle agua a los submarinos, con esta civilización de pólvora y clarines, ¿cómo se nos puede pedir que seamos hombres de buena voluntad?” y plantea que quizás ahora la gente pueda ir a dormir mansamente “antes de que los relojes doblen la esquina de la medianoche”. Luego escribe sobre indios, negras, retratos de la ciudad y de la época. Escribió sobre cine, sobre deportes, sobre todo. La pasión por conocer y por contar lo que el mundo estaba desplegando ante sus ojos.
A fines de los 50 García Márquez participó en Cuba con los argentinos Jorge Massetti, Rodolfo Walsh y Rogelio García Lupo en los primeros pasos de Prensa Latina, idea que puso en marcha Ernesto Guevara, hasta que el lado soviético de la vida isleña desplazó a este elenco por otro más dócil.
García Márquez nunca perdió la afinidad con el propio Fidel Castro. El director argentino Eduardo Mignogna contaba que cierta vez, invitado a La Habana, estaba comiendo con García Márquez cuando el propio Fidel cayó de improviso y comenzó a hablar con sabiduría de crítico sobre la historia del cine argentino, mientras Gabo se quedaba irremediablemente dormido en un rincón. Pero más allá del sueño o de los discursos de Fidel, García Márquez se plantó en defensa de Cuba como una cuestión cultural y estratégica frente a los Estados Unidos y la densa idea de controlar vida y obra del resto del continente.

Las ventajas de la vida
Cuando me contó la noticia, le pregunté al propio Osvaldo Bayer sobre Gabo: “Tenía mi edad, pero yo aprendí de él. Es el mejor escritor que ha tenido Latinoamérica. Aprendí con él a amar la literatura, ver las cosas que se pueden hacer y crear. Para mí fue un hombre que luchó por la libertad, o sea un libertario, y cumplió la misión que tiene un intelectual: escribir para todos, para mejorar la sociedad, y para seguir soñando”.
De todas las ideas y escritos de Gabo, frecuentemente abominados por las academias, no resulta demasiado conocida su exposición al recibir el Nobel de Literatura en 1982, llamado La soledad de América Latina, que resulta un manifiesto por la descolonialidad, para usar términos actuales. “La independencia del dominio español no nos puso a salvo de la demencia” dijo ante la academia sueca. Repasa los golpes de Estado, crímenes y matanzas ocurridos en el continente. “Me atrevo a pensar que es esta realidad descomunal, y no sólo su expresión literaria, la que este año ha merecido la atención de la Academia Sueca de la Letras. Una realidad que no es la del papel, sino que vive con nosotros y determina cada instante de nuestras incontables muertes cotidianas, y que sustenta un manantial de creación insaciable, pleno de desdicha y de belleza, del cual éste colombiano errante y nostálgico no es más que una cifra más señalada por la suerte. Poetas y mendigos, músicos y profetas, guerreros y malandrines, todas las criaturas de aquella realidad desaforada hemos tenido que pedirle muy poco a la imaginación, porque el desafío mayor para nosotros ha sido la insuficiencia de los recursos convencionales para hacer creíble nuestra vida. Este es, amigos, el nudo de nuestra soledad”.
Al recibir el Nobel de Literatura, García Márquez hacía periodismo sobre la realidad del continente, incluyendo la situación argentina: “Ha habido 5 guerras y 17 golpes de estado, y surgió un dictador luciferino que en el nombre de Dios lleva a cabo el primer etnocidio de América Latina en nuestro tiempo. Mientras tanto, 20 millones de niños latinoamericanos morían antes de cumplir dos años, que son más de cuantos han nacido en Europa desde 1970. Los desaparecidos por motivos de la represión son casi 120 mil, que es como si hoy no se supiera donde están todos los habitantes de la cuidad de Upsala. Numerosas mujeres encintas fueron arrestadas dieron a luz en cárceles argentinas, pero aun se ignora el paradero y la identidad de sus hijos, que fueron dados en adopción clandestina o internados en orfanatos por las autoridades militares. Por no querer que las cosas siguieran así han muerto cerca de 200 mil mujeres y hombres en todo el continente, y más de 100 mil perecieron en tres pequeños y voluntariosos países de la América Central, Nicaragua, El Salvador y Guatemala. Si esto fuera en los Estados Unidos, la cifra proporcional sería de un millón 600 muertes violentas en cuatro años”.
Otro concepto: “La interpretación de nuestra realidad con esquemas ajenos sólo contribuye a hacernos cada vez más desconocidos, cada vez menos libres, cada vez más solitarios”.
Y otro: “Sin embargo, frente a la opresión, el saqueo y el abandono, nuestra respuesta es la vida. Ni los diluvios ni las pestes, ni las hambrunas ni los cataclismos, ni siquiera las guerras eternas a través de los siglos y los siglos han conseguido reducir la ventaja tenaz de la vida sobre la muerte”.
Se preguntó por qué le habrían dado a él semejante distinción, y postuló que se trató de un homenaje a la poesía: “En cada línea que escribo trato siempre, con mayor o menor fortuna, de invocar los espíritus esquivos de la poesía, y trato de dejar en cada palabra el testimonio de mi devoción por sus virtudes de adivinación, y por su permanente victoria contra los sordos poderes de la muerte”.

Mujeres, aborto y ambiente
Cuando le preguntaron sobre las prioridades de la humanidad para las próximas décadas, propuso que las mujeres asuman el manejo del mundo. “Alguien dijo: ‘si los hombres pudieran embarazarse, el aborto sería casi un sacramento’. Ese aforismo genial revela toda una moral, y es esa moral lo que tenemos que invertir. Sería, por primera vez en la historia, una mutación esencial del género humano, que haga prevalecer el sentido común –que los hombres hemos menospreciado y ridiculizado con el nombre de intuición femenina- sobre la razón –que es el comodín con que los hombres hemos legitimado nuestras ideologías, casi todas absurdas o abominables”.
Y luego plantea: “La humanidad está condenada a desaparecer en el siglo XXI por la degradación del medio ambiente. El poder masculino ha demostrado que no podrá impedirlo por su incapacidad de sobreponerse a sus intereses. Para la mujer, en cambio, la preservación del medio ambiente es una vocación genética. Es apenas un ejemplo. Pero aunque sólo fuera por eso la inversión de poderes es de vida o muerte”.
Son solo ideas sueltas para pensar, discutir, y leer, ahora que el reloj dobló no sé qué esquina, tras la malparida noticia sobre la muerte de Gabriel José de la Concordia García Márquez, hace unas cuantas horas de soledad.  

Seguir leyendo

LA NUEVA MU. La vanguardia

La nueva Mu
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Lo más leido