Nota
Poné la fecha: un día que marca la historia de la CGT
En el masivo acto de la CGT había una coincidencia generalizada: la necesidad de un paro frente a las medidas de ajuste y empobrecimiento económico. Pero la marcha tuvo su contramarcha: en los discursos no se fijó fecha del paro, y la gente empezó a reclamar: “Poné la fecha”. Algunos saltaron al palco e insultaron a los dirigentes cegetistas. La calle movilizada, las voces y las descripciones del presente.
Carlos estaba entre una columna de la Federación Gráfica Bonaerense y otra de Aceiteros, en medio del ritmo ensordecedor de los bombos y redoblantes. Es un vendedor ambulante de unos gatitos de plástico hechos en China con los que se hacen pompas de jabón. Soplando pompas que estallaban sobre la Avenida de Mayo, y rodeado por las columnas sindicales, ante la consulta dijo a lavaca algo premonitorio: “Ojalá todo lo de hoy no termine en una burbuja”.
El acto de la CGT fue una movilización tan imponente como la del 29 de abril del año pasado. La calle dejó de ser simplemente un lugar de tránsito, para convertirse en un espacio público en el que la multitud pudo verse y escucharse. En cada charla había una certeza: el llamado a un paro nacional con fecha concreta. Algunos imaginaban el 30 de marzo, a 35 años del paro de la CGT contra el gobierno de Leopoldo Galtieri. Los cegetistas ya habían negado esa posibilidad en declaraciones previas: insinuaban comienzos de abril.
Los discursos del triunvirato cegetista (Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña) fueron nerviosos y veloces. Ante las ambigüedades, contradicciones y la falta de una fecha concreta, un joven en una columna de la siempre dialoguista UPCN dijo fastidiado: “Mirá cómo patinan. ¿Por qué no se dejan de joder?”.
Héctor Daer confirmó ante el micrófono: “Vamos a hacer una medida de fuerza de 24 horas antes de fin de año… de fin de mes”, se corrigió. Las columnas de los sindicatos industriales (Unión Obrera Metalúrgica, Cerveceros, Asociación Obrera Textil, entre otras) empezaron a entonar: “Poné la fecha la puta que te parió”.
Terminados los discursos comenzaron algunos forcejeos, empujones, insultos, sillazos y dirigentes haciendo el clásico mutis por el foro detrás del palco. Empezaron a correr las hipótesis sobre internas, externas y conspiraciones. Un dirigente de la CTA de los Trabajadores dijo a lavaca: “El paro estaba maduro, pero si seguís frenándolo, lo maduro se pudre. Sin fecha, no hay paro. Eso que decían de que ya iban a poner la fecha son pelotudeces. Para mí no fue ninguna cosa de una organización, ni una interna, sino de tipos que estaban ahí que se cansaron de oír pavadas”.
Hugo Godoy, Cachorro, secretario general de ATE: “Había una angustia legítima frente a la política de este gobierno. Pero no pusieron fecha, y la gente expresó su indignación. Es muy difícil creerles a dirigentes que negocian a la baja todos los conflictos con el gobierno. El año pasado el acto fue enorme y después se pinchó todo porque les dieron las obras sociales. La gente ya pescó cómo es la cosa, le dieron tiempo al gobierno, y todo sigue peor. Ese es el caldo para esto. Vi que decían que había algunos comercios rotos: en ese caso ya deben ser los servicios, para dejar la imagen de que no hay que movilizarse porque rompen cosas”.
CGT light
El día tuvo una música de fondo: bombos y redoblantes, que pueden ser oídos como un latido, un signo de vida, y también como el inquietante tic-tac de un reloj. Desde el mediodía se empezaron a instalar las columnas sindicales, con más de 40 enormes globos de gas y zeppelines de Alimentación, Aceiteros, ATSA, UOCRA, UDA, Judiciales, Dragado y balizamiento, UOM, AOT, UTA. Un señor disfrazado de esqueleto llevaba una pancarta: Macri = hambre.
El acto se organizó en un lugar atravesado: Diagonal Sur y Moreno, frente al Ministerio de Producción que conduce Francisco Cabrera, ex directivo del HSBC y del Grupo Roberts. Las columnas llenaron desde ahí la Diagonal hasta Belgrano, doblaban hacia la 9 de Julio, otros grupos marchaban por calles adyacentes, y también ocuparon la Avenida de Mayo. La idea de no hacer el acto en Plaza de Mayo ya le iba dando un tinte a la convocatoria.
Adrián Pérez, de la UOM Quilmes: “La situación es alarmante, en las últimas semanas hubo 100 despidos y nosotros ya tenemos 9.000 despidos en total y 15.000 suspendidos. La realidad es que la gente y hasta muchos dirigentes decían que a Macri había que darle tiempo, se le dio tiempo, y lamentablemente teníamos razón los que decíamos que no iba a hacer nada. Pero bueno, llegó al gobierno por el poder popular y ahora tenemos que salir a la calle para que no nos sigan hundiendo”. Adrián, antes de los discursos, estaba convencido de que se le iba a poner fecha al paro. “Por supuesto, tienen que lanzar el paro general. Si no va a ser una decepción muy grande, por lo menos para mí”.
Un poco más allá, con su hija de 13 años, estaba Raúl Ríos, auxiliar de educación de la Escuela 30 de Longchamps: “Todas las medidas del gobierno son para la gente del campo, las mineras, los que tienen plata. A nosotros nos ponen tarifazos y nos aplastan en las paritarias”. A su espalda pasaba una señora con una pancarta: “Si a la paritaria le ponen techo, nosotros les movemos el piso”. Raúl: “Esta movilización es enorme. Yo tengo una mirada crítica con la CGT porque ha sido muy light con el gobierno que garca mucho a los trabajadores. Hasta con la Ley antidespidos la CGT no hizo nada. Pero con el paro de los docentes y esta marcha, me parece que a los dirigentes cada vez más les va a costar hacerse los tontos”, dijo Raúl, aunque los dirigentes luego lograron contradecirlo.
Filosofía de la basura
“La basura es un indicador del consumo social. Y te digo que estamos muy mal. No menos 10: menos 20. Casi no hay cartones, ni botellas de plástico, y cada vez menos comida. ¿Sabés qué creció? La yerba. La gente come menos y toma más mate. Acá ves clarito cómo está cambiando la cosa”.
Lorena Pastoriza es una de las pioneras del barrio 8 de Mayo construido en José León Suárez sobre la basura, y es fundadora también de la cooperativa La Bella Flor, de reciclado de residuos. Lorena no fue a la marcha, pero sus percepciones explican mucho de lo que pasa con el casi 50% de la economía que no tiene trabajo formal ni representación sindical.
“Acá vivimos como en otro planeta, no entendemos las roscas de la CGT ni todo eso, y la verdad es que esos compañeros nunca se acercaron solidariamente a ver cómo estamos. Yo comparto y valoro todas las luchas por salarios dignos y todo eso. Pero los más postergados no entramos en ninguna discusión, en ninguna agenda”.
La situación: “Acá se busca la moneda para llegar al final del día. En la Cooperativa vemos que hay cada vez menos basura, o sea menos consumo. De 180.000 kilos diarios de basura que recibimos se sacaban 15 o 18 fardos por día de material para reciclar. Hoy el promedio es 3 o 4 fardos. Como no hay trabajo, y la cooperativa tiene 103 personas, aceptamos una changa para limpiar una empresa que tuvo un incendio. No nos pagan con plata sino con productos: lavandina, detergente. Nosotros limpiamos esos envases y salimos a venderlos, para juntar plata para la cooperativa”.
Lorena es una dirigente social en el sentido genuino del término, alejado de las caricaturas que suelen mostrar los medios. Desde ese lugar plantea otra novedad: “Se desmayaron dos compañeros. Cuando les preguntamos resulta que hacía un día que estaban solo a mate. Entonces pusimos una olla popular en la cooperativa para garantizar que todos coman. Y en el centro comunitario del barrio 8 de Mayo abrimos el comedor cuando vimos quee había cada vez más gente pidiendo comida. Empezamos con 30 familias en noviembre, pero ya son 90”.
La cooperativa y las vecinas del barrio si se movilizarán, en cambio, para el Paro de Mujeres. “Es que ahí hay algo concreto, y muchas ganas de participar. En lo laboral, la crisis es terrible pero no se habla de los dirigentes, de las roscas. Simplemente la gente está dando pelea para comer. Hace un par de años nadie iba a la montaña de la quema (del CEAMSE) a buscar basura. Hoy son al menos 150 personas por día que van ahí a cirujear”.
Simpson presente
El acto tuvo un tono casi sepia, por el humo de los puestos de choripán y hamburguesas (40 pesos cada uno). Otro merchandising: remeras a 100 pesos con imágenes como la de Homero Simpson diciendo: “Yo no lo voté”.
Horacio Arreceygor, secretario general del Sindicato de Televisión e integrante de la Corriente Federal (junto a gremios como La Bancaria y la FGB) fue al acto y antes explicó a lavaca: “Es inevitable convocar a un plan de lucha. Hace un año venimos planteando confrontar con este modelo, y el tiempo nos da la razón. Hay organizaciones que pueden opinar distinto. Pero dijimos que el esquema de importaciones conducido por gerentes de empresas aumenta la desocupación y empobrece a la gente, y eso es lo que está ocurriendo. Hubo gremios que se acercaron al macrismo y hoy están sufriendo las consecuencias. La gente se está cansando de la recesión, de los salarios bajos, de los aumentos de tarifas. Es todo cuestión de tiempo”, dijo como anticipando lo que ocurriría apenas un rato después. “El neoliberalismo es una ideología. Actúan creyendo que lo que hacen es la salida para el país. Nosotros creemos lo contrario”.
Desde Rosario, el secretario general de la CTA de Santa Fe, Gustavo Martínez, había planteado a lavaca: “Es positivo el paro docente, el acto, el Paro de Mujeres del cual somos convocantes. Es mostrar capacidad de movilización en defensa de derechos democráticos y sociales. Nosotros podemos tener diferencias con un dirigente como Roberto Baradel (SUTEBA) pero cuando se ve un gobierno que se mete hasta con los hijos de los dirigentes sociales, hay que acusar recibo del mensaje”.
Martínez no es partidario de las unificaciones ni unidades impuestas. “No queremos unificarnos con sectores que plantean que el sujeto de cambio de la historia son los Estados o los gobiernos. Pero en la calle marchamos con esos sectores. O sea: la unidad es la acción, no pretender hacer una organización que nos rejunte. Ni tampoco una construcción que se hace en un piso de televisión. Lo que tenemos que hacer es refundar un movimiento, que contenga también al 50% de trabajadores que están en negro o en una economía totalmente informal. Y además es reconocerles una identidad”. Sobre la convocatoria a un paro nacional: “Para mí la fecha nos la pone la historia: el 30 de marzo, a 35 años de aquel paro de 1982 que se hizo pese a las burocracias sindicales, durante la dictadura militar”.
Zombies
Eduardo Murúa, del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas e IMPA decidió no ir al acto: “Nos están llevando a mayor desempleo y suspensiones y la política de importaciones va a destrozar el tejido industrial. Creo que nos llevan a un caos de acá a un año. A una industria en un 40% de su capacidad productiva. Es un plan sistemático de destrucción de empleos, de industria y del salario. Pero actos como el de la CGT ya sabemos lo que representan: movilizarte para que la CGT maneje el clima y el descontento para no molestar al sistema. Jamás van a dar una pelea en serio contra el establishment”.
El año pasado, 29 de abril, hubo otra movilización enorme: “Pero los mismos de la CGT se asustaron ante la cantidad de gente que fue, y se tiraron para atrás. No hay que hacer marchitas. Hay que hacer paros, resistir en la calle. De lo contrario lo que nos espera es la barbarie. Ya veníamos mal con el otro gobierno, este profundiza quitándole un 50% de capacidad de compra a los más vulnerables y entonces: ¿qué hacemos? ¿Marchitas? ¿Discutimos si la paritaria es 18 o 17%?”.
El impacto de la inflación: “Una cosa es para el que gana 30 o 40 mil pesos. Pero al que venía ganando menos de 12 mil le han quitado la mitad de su poder adquisitivo. La verdad es que a nadie le interesan los pobres. Con el gobierno anterior y con éste pasa igual: la política es determinada para los sectores formales, incluidos, y el resto que sea una sociedad de zombies. Nosotros aceptamos ir a luchar por el trabajo. Pero a luchar en serio”.
Algo similar, pero en el acto, planteaba Juan Littwiller, de la Federación Gráfica Bonaerense: “Desde un principio planteamos un paro nacional. En nuestro caso la situación es clara: la industria gráfica está trabajando a un 55% de su capacidad. Hay casos de empresas grandes como Clarín, con casi 400 trabajadores, pero también enorme cantidad de talleres con 10 o 15 personas”.
Carlos el vendedor ambulante de máquinas de pompas de jabón, cuenta que es peruano: “Pero me la busco y trabajo honradamente”, se ve obligado a decir, atajándose de una posible reacción xenófoba. Vendió 45 de sus gatitos. “Aquí se trabaja duro, pero ahorita mucha gente la pasa mal porque el gobierno debería concientizarse para pensar en las personas. Piensan como empresarios, no como gente del pueblo. El pueblo los eligió para un cambio. Pero el cambio no es estar a favor de los ejecutivos. No se trata sólo de que las empresas ganen, sino de que la gente viva mejor. Si no hacen eso, ¿qué es lo que hacen?”, dijo cuando ya la gente se estaba volviendo sin saber cuál es el resultado de todo lo ocurrido un extraño 7 de marzo.
Nota
La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
Entradas por Alternativa Teatral

Nota
Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.
Por María del Carmen Varela
La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.
La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario. Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.
El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.
Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.
Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.
La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.
Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA
Domingos 18 y 25 de mayo, 20 hs
Más info y entradas en @perlaguarani
Nota
Fin de campaña de Adorni: crónica de un país olvidado
Todo lo que se narra a continuación sucedió mientras, en el Congreso, la policía reprimía a mansalva a jubilados, periodistas –incluido Lucas Pedulla, integrante de lavaca– y personas que se acercan a movilizarse cada miércoles. Fin.
Crónica de Franco Ciancaglini. Fotos de Sebastian Smok.


La historia comienza así: el partido del gobierno La Libertad Avanza organizó un acto de cierre de la campaña del vocero presidencial y candidato a legislador porteño Manuel Adorni, en Plaza Mitre, Recoleta.
El montaje del escenario afirma: “Adorni es Milei”.
Se espera que ambas personalidades estén y hablen hoy.
Pero falta para eso.
Media hora antes de la convocatoria, en distintas esquinas de la avenida Libertador, hay grupos de personas que, muy organizadas, esperan.
En las esquinas la mayoría va vestida de negro pero, en un acto de magia política, luego se las verá llegar a la plaza con la misma remera violeta, puesta arriba de sus verdaderas remeras o incluso de buzos y camperas.
Un notero de TN primero y luego de C5N hablaron con estas personas, que confesaron haber sido convocadas para trabajar en “prevención” bajo la promesa de una paga de 25 mil pesos.
El Whatsapp de la convocatoria, revelado a cámara por uno de ellos, decía: “Ahy (sic) un acto político de 17 a 21. 25 mil pesos. El que quiere se anota”.
Finalmente no era para prevención, sino para “presencia”.
Pero lo peor no es nada de esto, sino que finalmente no les pagaron los 25 mil, sino que quisieron darles 10 mil; ante la presión, algunos recibieron 20 y otros, nada: “Porque no me quiero poner la remera esa sucia no me quieren pagar”, denunció el más sincero ante las cámaras.
Fin.


Lo cierto es que estas columnas de unas 50 personas cada una fueron las que lograron ocupar una plaza Mitre que estaba semivacía.
Temprano, los remera violeta se negaban a hablar con la prensa, aún disciplinados por la promesa de la paga. Luego, ante la deflación de lo prometido descargaron su bronca ante las cámaras dejando en evidencia cómo trabaja el puntero Sebastián Pareja en la provincia de Buenos Aires, de donde provenían estas personas, para el cierre de una campaña porteña.
Alicia es jubilada pero no está marchando alrededor del Congreso, sino que está acá, colándose entre los violetas para saltear unas vallas y pasar más rápido hacia el sector del escenario. Hace un año y medio que se afilió al partido en la Comuna 13 Belgrano, Núñez. Habla de Milei como obnubilada, apurando su paso como ansiosa por la posibilidad de verlo en vivo. Faltan, al menos, dos horas.
Describe a Milei como un “bocho en economía” y se ríe al recordar que en la última elección, hace dos años, votó al actual jefe de gobierno, Jorge Macri. Está claro que no repetirá voto: “Está la ciudad muy abandonada. Mucho linyera, ratas por todos lados. En mis 82 años nunca había visto ratas en la ciudad”. Voto cantado: Adorni, a quien define como “alguien muy correcto”.
Sobre el otro Macri, el Mauricio, dice que “en su momento gobernó bien” pero ahora lo ve fuera de escena. No está al tanto de sus últimas apariciones contra Caputo, Karina y al propio Presidente, o no le interesan.
Alicia prefiere no hablar más y busca un lugar cerca del escenario para ver a su Presidente.


Lucía y Paula, también jubiladas, vinieron de Vicente López y prefieren mirar la escena desde atrás de todo. Es que llevan dos perritos de raza, o de diseño: Coca y Cola. ¿Qué les gusta de Milei? “Te puede gustar o no pero él habla desde el sentimiento. De lo que sentimos muchos”, dice Paula. Lucía suma: “Me gusta porque va a fondo”.
Sobre Mauricio Macri: “Yo lo voté. Ahora, de política no entiendo mucho, pero me da un poco de tristeza porque creo que tienen (con Milei) más coincidencias. Pero tiene que haber una oposición con responsabilidad. Tal vez Macri sea la oposición”.
Marta también es jubilada de 87 años bien llevados. Por qué vino acá (y no al Congreso): “Porque quiero escuchar quiero informarme quiero saber. Son tantos años de lo otro, que esto merece una oportunidad”.
Sigue sola: “El tono no me gusta. Cuando dice malas palabras es un mal ejemplo para la juventud”.
Qué le pedirías al gobierno a nivel Ciudad: “Por favor que saque las villas. La 31 es infernal”. Se pregunta y se responde: “¿Porque avanzaron tanto? Porque les han dado plata”.

¿Marra? “Sí, me gusta. Qué paso ahí, no sé. Me gusta, te soy sincera, pero ahora hay que unir fuerzas”.
¿Está de acuerdo con la medida anti-inmigratoria? “¿Vos te podés hacer ciudadano dinamarqués, o paraguayo? Acá entran todos. Los chorros, los burros. Y si no les gusta que se vuelvan a sus países”.
¿Y la pobreza? Marta cambie el eje: “Basta de decir ‘hagan lío’. Francisco se terminó. Basta de decir la iglesia de los pobres. Pepe Mujica era comunista. Se han hecho ricos con los pobres”.
Precisamente Mujica pareciera que no. Ella: “No sé. Déjame dudar. Pero basta”.
¿Qué representa para vos Mujica y qué Milei? “Apoyo a Milei y lo nuevo. Y que dios nos ayude”.
¿Y si sale mal? “Creo que ya no voy a estar con vida. Que se arreglen los que quedan”.
Fin.

A su lado hay un joven con una pala gigante. Posa sonriente para decenas de cámaras. Parece haber logrado su objetivo: llamar la atención.
Se llama Santiago y se tomó dos colectivos desde “la zona más fea de la provincia”, Florencio Varela, donde vive. Tiene 21 años, camisa manga larga a cuadros y una enorme mochila roja sobre la que ató un pañuelo celeste.
Cuenta sobre el sentido de la pala: “Hay que trabajar en este país. Nada se puede conseguir gratis. Todo es trabajo en la vida”.
De qué trabaja: “Soy Rappi y Pedidos YA”. ¿Cuánto gana? “Un poco, mi mamá me decía: muy bien Santiago, ese dinero lo sacaste de tus esfuerzos”. No dice números. Y finalmente revela que ahora ya no trabaja.
Al joven de la pala lo interrumpe Franco, otro joven, vestido de traje, que quiere sacarse una foto con el instrumento. Me da la cámara y posa de mil maneras para fotos que luego subirá a su Instagram. Franco Vera, sabré después, es un joven militante que ha irrumpido hace pocos meses en el colegio Nicolás Avellaneda de Palermo –estando él domiciliado en el conurbano- para postularse como Presidente del centro de estudiantes de la institución.
Franco Vera es de estatura pequeña pero en el debate del centro de estudiantes miró a sus contendientes de la lista oficialista, asociada al peronismo, y al ver que eran 8 personas dijo: “Yo estoy solo pero me la aguanto”. Primera gran ovación del público que recién lo conocía en un debate que ganó con comodidad con palabras clave como fútbol, Messi, Dios, diversidad.
Su lista, hasta antes del debate compuesta por él solo, se llama Ruge el cambio.

Ahora tiene una decena de seguidores, más después de su segunda jugada: hacerle una cámara oculta a la directora. En la cámara, subida a las redes, se ve cómo la mujer lo apercibe por una serie de hechos difíciles de entender desde afuera, supuestas actitudes de Franco desde que llegó al colegio. Es cierto, se lo nota sobre excitado y concentrado en su carrera estudiantil. Y si bien el video no lo muestra, él asegura que el objetivo de la directora es censurar a Ruge el Cambio para que no se presente –y gane- las elecciones del centro.
Así utilizó la cámara oculta para denunciar la censura institucional.
Su historia merece un documental aparte, que no entra en esta nota. Sobre la elección porteña, él no puede votar. Y pese a las preguntas sobre la actualidad él hablará como representante de los jóvenes de LLA en tono candidato y pedirá que sea a través de videos: “Menos Estado es menos peso al sector público. O sea… Si una persona no capacitada no nos sirve, ¿para qué lo vamos a tener como empleado? Necesitamos tener personas capacitadas. Hay que aprender en esta batalla cultural que los que nos gobiernan son personas normales, no son entes superiores, no tienen título de nobleza”.
¿Los Menem no serán parte? A Franco no le entra una bala: “Los jóvenes somos el cambio” responde en casete y mostrando su sonrisa de dientes con aparatos. Corta la charla para seguir sacándose fotos que subirá tanto a su Instagram como al de la agrupación Ruge el cambio, actividad que le sale muy bien: durante la tarde noche logrará cosechar selfies con personajes como el Gordo Dan o el diputado Martín… Menem.
Fin.




Otras celebridades que se llevan las miradas:
El Zorro con la bandera de Argentina.
Mickey Mouse con un cartel que dice “Aguante Adorni”.
Lila Lemoine vestida como playera de YPF.
Una mujer que tiene tatuada en la cara, justo arriba de su ceja, la palabra “Castrate”. Hay que acercarse bien para entender bien de qué va… o no tanto. En su cachete izquierdo amplía las siguientes consignas:
- Castrá
- Adoptá callejeritos
- Educá
- No compres
- No + piroctenia
Son tatuajes.
En la cara.
Fin.

Franco Carcedo es autor de un libro recién salido del horno que se llama Milei: Conexiones filosóficas. Lo escribió junto a su esposa en La Pampa, donde vive, de donde llegó hoy 7AM y a donde vuelve hoy mismo a las 22. Vino, además de para ver a Adorni y Milei con el objetivo concreto de vender su libro. Lleva 5 ejemplares en la mano, y cuenta que ya vendió otros 5. “Es un camión”, anuncia. Y cuenta sobre su contenido: “El libro relaciona distintos acontecimientos que sucedieron durante la vida de Javier Milei, lo que hizo y muchas veces lo que dijo y dice”. ¿Un ejemplo?
Lo que sigue es literal y no está trucado ni escrito maliciosamente: es parte del libro editado por la editorial Dunken, que cualquiera puede comprar. Dice Franco: “Cuando habla de la felicidad él sin saberlo está hablando de algo que dijo Oscar Wilde en 1888”. ¿Cómo? “Cuando Milei dice que la felicidad es no tenerle miedo a la muerte. Oscar Wilde dice algo parecido”.
La pido mejor hojear el contenido; al inicio hay dos citas. Una de Napoleón que dice: “Los hombres excepcionales son parte de un momento excepcional”. Y otra de Javier Milei: “No seré reconocido como economista sino como rockstar”. Ahí nos vamos entendiendo.

En el libro, profundiza Franco, “hay referencias a Nietzche, Maquiavelo, hay cosas de Spinoza… y la frutilla del postre”. Atención: “La cita de Wilde de la felicidad es de 1888. Milei en 1998 funda una banda que se llama Everest. ¿Sabés cuantos metros tiene el Everest? 8848.88”. Ante mi mirada atónita, Franco Carceda prosigue: “Pero hay más. El día que nació Milei se jugó un partido amistoso para homenajear a Arsenio Erico (futbolista paraguayo muy querido en Independiente). En ese partido debutan Bianchi, Carrascosa y César Laraignée. Ese día nació Milei”.
¿Y entonces? Franco Carceda repite: “El día que nació Milei ellos debutan con la casaca argentina”.
¿Pero cuál sería la conexión filosófica: “Es algo piola porque Milei es fanático de Boca y Bianchi es casi el máximo ídolo de Boca, con Riquelme y Palermo, ponele”.
Vuelvo a pedirle el libro. Sobre el nacimiento de Milei, se informa también que nació el mismo día que el guardameta ruso «Araña» Yasín (¡dos arqueros!) y que se editó un álbum del conjunto Jackson 5 de donde saltaría a la fama Michael Jackson.
Fin.


Equivalencias y bebidas.
Una señora envía videos a un grupo y le responden “como quisiera estar ahí”, “cuidate” y le ponen emojis de un león.
Una nena con la careta de Milei y una motosierra posa para las fotos mientras la mamá, al lado, tiene una careta de Adorni, un caniche y muchos pañuelos celestes atados a la mochila, como si los hubiera llevado para hacerse unos pesos.
Un remera violeta grita “viva la libertad” y otros remera violeta, alrededor, lo miran y estallan en carcajadas. Él también.
Franco Vera me contará luego, orgulloso y dolorido, que le tocó la mano a Milei pero que eso le costó que, literalmente, que los seguridad lo tiraran al piso y le pisaran la cabeza: “Estoy bendecido”.
Suena en el escenario un tema con acordes punk cuya letra asegura que Milei es “el último punk” y “el último superhéroe de la libertad”; eso significa que están al caer el Presidente y también Adorni, a quien nadie parece esperar demasiado. Menos que nadie, los remera violeta.
Aparece más allá otro contingente de remeras violetas que ahora llevan bengalas violetas y tocan bombos violetas, siguiendo a una bandera sostenida por jóvenes prolijos y sonrientes sin remera violeta.
La inscripción de la bandera en la cabecera dice «Jóvenes LLA» y otra atrás “Lugano”. La entrada es de cancha: se canta “el domingo cueste lo que cueste” y “un minuto de silencio para Macri que está muerto”.
Otro de los hits son “El que no salta es radical” y uno que cambia la palabra “Perón” por “León”.

Un hombre de 40 y pico, vestido de traje, es el que saca las canciones y agita.
Lidera a la barra hasta meterla en el centro mismo del escenario.
Mientras este cronista anota otras cosas, como la presencia de francotiradores en las terrazas de Recoleta y al lado del escenario, se ve que el hombre sale del tumulto, ofuscado.
Le han robado el celular.
Habla con una persona de seguridad, que abre las manos en señal de “no puedo hacer nada”.
El hombre está visiblemente afectado, dice “no lo puedo creer” y pide un celular para “dar de baja las tarjetas”.
Consigue una cómplice, a quien le confesará lo que él cree es la razón del robo:
-Es que está lleno de negros.
Fin.
