Nota
Quién tiene más derechos: ¿los pueblos originarios o las mineras?
En México, la comunidad Júba Waijín ya cosechó una victoria: logró frenar la entrada de dos empresas mineras a la exploración de sus territorios. Ahora van por la inconstitucionalidad de la ley de minería. Por Eliana Gilet, en Desinformémonos.
En México, la comunidad Júba Waijín ya cosechó una victoria: logró frenar la entrada de dos empresas mineras a la exploración de sus territorios. Ahora plantea el tema un debate que debe resolver la justicia: la ley de minería es inconstitucional porque atenta contra derechos fundamentales de pueblos originarios. Por Eliana Gilet, en Desinformémonos.

Integrante de la comunidad indígena Me’phaa al ganar amparo en 2015
Las comunidad Júba Waijín, de la montaña de Guerrero ya cosechó una victoria. Lograron frenar la entrada de dos empresas mineras a la exploración de sus territorios y de otros 6 municipios, hogar de otras 240 comunidades de la montaña, que también forman parte de las 168 mil hectáreas que quedaban comprometidas para minería a cielo abierto.
El juzgado primero de distrito de Chilpancingo había fallado a favor de la comunidad originaria, una sentencia inédita señalan, que consideró que se habían violado los derechos establecidos en el Convenio 169 de la Organización Internacional del Comercio, que establecen que toda comunidad debe ser consultada ante el avance de cualquier proyecto en su territorio.
Como el Gobierno Federal, por parte de la Secretaría de Economía impugnó el fallo, en febrero de 2015, el asunto fue asumido por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia. La pretensión de los comunitarios, campesinos en su amplia mayoría, y del Centro de Derechos humanos Tlachinollan, que los acompaña en el proceso legal, era que la máxima autoridad judicial analizara la Ley de Minería mexicana, a la luz de la Constitución y los tratados internacionales suscritos por el país.
“Antes de que la Suprema Corte de Justicia se dispusiera a analizar el conflicto de fondo, que es la constitucionalidad de la ley, la comunidad fue informada de que las concesiones a las mineras Hochschild y Zalamera habían caído, porque ambas desistieron de los permisos obtenidos sin consulta a la población de Júba Wajiín – el nombre en lengua Me’phaa para San Miguel del Progreso -” explicó Maribel González, una de las abogadas del centro que acompaña el proceso.
Sin embargo, explican, a los 30 días de la caída de esas concesiones, la Secretaría de Economía publicó en el diario Oficial de la Federación, las declaraciones de libertad de esos terrenos, para que una nueva empresa pueda plantar en ellos sus proyectos extractivos.
“Entendemos que la Suprema Corte de Justicia debe pronunciarse sobre el fondo de la cuestión, que es la incosntitucionalidad de 4 artículos de la Ley de Minería. La nulidad ganada por la organización y lucha del pueblo es aún relativa, ya que obligaría a que ante nuevas concesiones, el pueblo deba impugnar nuevamente todo el proceso. De no entrar la Suprema Corte a un estudio de fondo del asunto, estaría dejando a la comunidad Júba Wajiín desprotegida y sometida a una sistemática presentación de amparos para defender su territorio”
No se trata en este caso de un reclamo de consulta pública, sino la declaración de inconstitucionalidad y de inconveniencia de los artículos 6, 10, 15 y 19 de la Ley de Minería.
Nota
Proyecto Litio: un ojo de la cara (video)

En un video de 3,50 minutos filmado en Jujuy habla Joel Paredes, a quien las fuerzas de seguridad le arrancaron un ojo de un balazo mientras se manifestaba con miles de jujeños, en 2023. Aquella represión traza un hilo conductor entre la reforma (in) constitucional de Jujuy votada a espaldas del pueblo en 2023, y lo que pasó un año después a nivel nacional con la aprobación de la Ley Bases y la instauración del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones).
Pero Joel habla de otras cuestiones: su pasión por la música como sostén. El ensayo artístico que no se concretó aquella vez. Lo que le pasa cada día al mirarse al espejo. La búsqueda de derechos por los hijos, y por quienes están siendo raleados de las tierras. Y la idea de seguir adelante, explicada en pocas palabas: “El miedo para mí no existe”.
Proyecto Litio es una plataforma (litio.lavaca.org) que incluye un teaser de 22 minutos, un documental de casi una hora de duración que amplía el registro sobre las comunidades de la cuenca de las Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, una de las siete maravillas naturales de Argentina, que a la par es zona de sequía y uno de los mayores reservorios de litio del mundo.
Además hay piezas audiovisuales como la que presentamos aquí. La semana pasada fue Proyecto Litio: el paisaje territorial, animal y humano cuando el agua empieza a desaparecer.
Esos eslabones se enfocan en la vida en las comunidades, la economía, la represión y la escasez del agua en la zona.
Litio está compuesto también por las noticias, crónicas y reportajes que venimos realizando desde lavaca.org y que reunimos en esta plataforma.
Un proyecto del que podés formar parte, apoyando y compartiendo.
El video de 3,50 minutos
Nota
Orgullo

Texto de Claudia Acuña. Fotos de Juan Valeiro.
Es cortita y tiene el pelo petiso, al ras en la sien. La bandera se la anudó al cuello, le cubre la espalda y le sobra como para ir barriendo la vereda, salvo cuando el viento la agita. Se bajó del tren Sarmiento, ahí en Once. Viene desde Moreno, sola. Un hombre le grita algo y eso provoca que me ponga a caminar a su lado. Vamos juntas, le digo, pero se tiene que sacar los auriculares de las orejas para escucharme. Entiendo entonces que la cumbia fue lo que la protegió en todo el trayecto, que no fue fácil. Hace once años que trabaja en una fábrica de zapatillas. Este mes le suspendieron un día de producción, así que ahora es de lunes a jueves, de 6 de la mañana a cuatro de la tarde. Tiene suerte, dirá, de mantener ese empleo porque en su barrio todos cartonean y hasta la basura sufre la pobreza. Por suerte, también, juega al fútbol y eso le da la fuerza de encarar cada semana con torneos, encuentros y desafíos. Ella es buena jugando y buena organizando, así que se mantiene activa. La pelota la salvó de la tristeza, dirá, y con esa palabra define todo lo que la rodea en el cotidiano: chicos sin futuro, mujeres violentadas, persianas cerradas, madres agotadas, hombres quebrados. Ella, que se define lesbiana, tuvo un amor del cual abrazarse cuando comenzó a oscurecerse su barrio, pero la dejó hace apenas unas semanas. Tampoco ese trayecto fue fácil. Lloró mucho, dirá, porque los prejuicios lastiman y destrozan lazos. Hoy sus hermanas la animaron a que venga al centro, a alegrarse. Se calzó la bandera, la del arco iris, y con esa armadura más la cumbia, se atrevió a buscar lo difícil: la sonrisa.
Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Al llegar al Congreso se pierde entre una multitud que vende bebidas, banderas, tangas, choripán, fernet, imanes, aros, lo que sea. Entre los puestos y las lonas que cubren el asfalto en tres filas por toda Avenida de Mayo hasta la Plaza, pasea otra multitud, mucho más escasa que la de otros años, pero igualmente colorida, montada y maquillada. El gobierno de las selfies domina la fiesta mientras del escenario se anuncian los hashtag de la jornada. Hay micros convertidos en carrozas a fuerza de globos y música estridente. Y hay jóvenes muy jóvenes que, como la chica de Moreno, buscan sonreír sin miedo.
Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Sobre diagonal norte, casi rozando la esquina de Florida, desde el camión se agita un pañuelazo blanco, en honor a las Madres, con Taty Almeyda como abanderada. Frente a la embajada de Israel un grupo agita banderas palestinas mientras en las remeras negras proclaman “Nuestro orgullo no banca genocidios”. Son quizá las únicas manifestaciones políticas explícitas, a excepción de la foto de Cristina que decora banderas que se ofrecen por mil pesos y tampoco se compran, como todo lo mucho que se ofrece: se ve que no hay un mango, dirá la vendedora, resignada. Lo escaso, entonces, es lo que sobra porque falta.
Y no es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Nota
Cómo como 2: Cuando las marcas nos compran a nosotros

(Escuchá el podcast completo: 7 minutos) Coca Cola, Nestlé, Danone & afines nos hacen confiar en ellas como confiaríamos en nuestra abuela, nos cuenta Soledad Barruti. autora de los libros Malcomidos y Mala leche. En esta edición del podcast de lavaca, Soledad nos lleva a un paseíto por el infierno de cómo se produce, la cuestión de la comida de verdad, y la gran pregunta: ¿quiénes son los que realmente nos alimentan?
El podcast completo:
Con Sergio Ciancaglini y la edición de Mariano Randazzo.

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