Nota
Rosario: una nueva autopsia revela lesiones en el cuerpo de la bibliotecaria
María de los Ángeles Paris falleció en extrañas circunstancias el 3 de Mayo dentro de la comisaría 10° de Rosario. Su familia, organismos de derechos y humanos y organizaciones rosarinas señalaban que la autopsia hecha en primera instancia era «incompleta» y pidieron una nueva que halló lesiones en el brazo, tobillo y pie izquierdo. La perito de parte de la querella analizó que dichas contusiones «son compatibles con las que se observan en víctimas de tortura y malos tratos policiales». Mientras se aguarda el informe final, en la causa no se encuentra imputado ninguno de los efectivos policiales que participaron ese día.
El cuerpo María de los Ángeles Paris, fallecida el 3 de mayo en la Comisaría 10° de Rosario, presenta lesiones “compatibles con las que se observan en víctimas de tortura y malos tratos policiales”. Esa es la conclusión a la que llegó la perito de la familia y organismos de derechos humanos sobre los resultados preliminares de una nueva autopsia. Según el informe elaborado por la forense Cristina Bustos, médica forense de la Morgue Judicial de la Nación, el cuerpo presenta “cambios cromáticos en la piel”, que en la autopsia caracteriza como “zonas amarronadas” que se presumen “lesiones contusas”, es decir, golpes. Esas contusiones se concentran fundamentalmente el costado izquierdo de Paris: brazo, tobillo y pie. “La perito de parte (Virginia Creimer) nos adelantó que ese tipo de lesiones son compatibles con la tortura”, dice el abogado de la familia, Sebastián Sancevich a lavaca. “Y que estas lesiones junto con la posición del cuerpo en que se presume estuvo María de los Angeles, acostada, con los brazos hacia atrás, pudo haberle producido el paro cardiorespiratorio”.
¿Qué pasó con la bibliotecaria que fue a denunciar y terminó muerta en la comisaría?
Esta nueva autopsia sobre el cuerpo no es un informe definitivo, ya que la forense Bustos requirió informes complementarios para completar el diagnóstico final. Tampoco es la primera autopsia que se realiza sobre el cuerpo de María de los Ángeles: una previa, firmada por el forense Lucas Matías Kuverling, no encontró las evidencias que sí halló ahora la forense de la Corte. Cuenta el abogado Sancevich: “La fiscalía se había opuesto a hacer esta reautopsia, pese a la cantidad de pruebas que presentamos sobre las irregularidades de la primera autopsia”. Los organismos de derechos humanos y las organizaciones que acompañan el caso señalaban así el círculo de la impunidad. “El juez aceptó hacerla. Esta reautopsia constató lesiones que en la primera autopsia no habían sino encontradas porque no se respetaron los protocolos internacionales. Eso deja como consecuencia que el doctor Kuverling no procedió como debía proceder, por lo que debe investigarse su responsabilidad”.
La familia de María de los Angeles denunció penalmente al forense Kuverling, reclamando que se investigue si existió negligencia o impericia, o se trató de un actuar “doloso” tendiente a encubrir lo sucedido.
María de los Ángeles Paris, bibliotecaria del Complejo Educativo Francisco de Gurruchaga y de la Técnica 464, llegó el miércoles 3 de mayo a la Comisaría 10 del barrio Alberdi, en Rosario, para denunciar un intento de robo. A partir de ahí la secuencia de hechos sigue siendo difusa. “Todavía no tenemos una reconstrucción de lo que pasó. Lo que sí es claro es que María entró viva y sana, y salió muerta”, dice el abogado. La familia aclara que Paris no tenía ningún problema de salud. “Luego, con la sospecha de que no nos dejan ver el cuerpo y se oponen a una reautopsia, sospechamos que había una actitud de encubrimiento”.
Por la causa no se encuentra imputado ninguno de los efectivos que estuvieron ese día en la comisaría. Sancevich: “Seguimos sosteniendo que el Estado debe esclarecer los hechos, que es necesario que el Ministro (de Seguridad, Maximiliano) Cullardo y el gobernador que dijeron que no había violencia institucional, que revean sus dichos, porque esta autopsia realizada encuentra que hubo lesiones. Necesitamos que se ponga la investigación en el esclarecimiento de los hechos y no la culpabilización de la víctima”.
Nota
Proyecto Litio: un ojo de la cara (video)

En un video de 3,50 minutos filmado en Jujuy habla Joel Paredes, a quien las fuerzas de seguridad le arrancaron un ojo de un balazo mientras se manifestaba con miles de jujeños, en 2023. Aquella represión traza un hilo conductor entre la reforma (in) constitucional de Jujuy votada a espaldas del pueblo en 2023, y lo que pasó un año después a nivel nacional con la aprobación de la Ley Bases y la instauración del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones).
Pero Joel habla de otras cuestiones: su pasión por la música como sostén. El ensayo artístico que no se concretó aquella vez. Lo que le pasa cada día al mirarse al espejo. La búsqueda de derechos por los hijos, y por quienes están siendo raleados de las tierras. Y la idea de seguir adelante, explicada en pocas palabas: “El miedo para mí no existe”.
Proyecto Litio es una plataforma (litio.lavaca.org) que incluye un teaser de 22 minutos, un documental de casi una hora de duración que amplía el registro sobre las comunidades de la cuenca de las Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, una de las siete maravillas naturales de Argentina, que a la par es zona de sequía y uno de los mayores reservorios de litio del mundo.
Además hay piezas audiovisuales como la que presentamos aquí. La semana pasada fue Proyecto Litio: el paisaje territorial, animal y humano cuando el agua empieza a desaparecer.
Esos eslabones se enfocan en la vida en las comunidades, la economía, la represión y la escasez del agua en la zona.
Litio está compuesto también por las noticias, crónicas y reportajes que venimos realizando desde lavaca.org y que reunimos en esta plataforma.
Un proyecto del que podés formar parte, apoyando y compartiendo.
El video de 3,50 minutos
Nota
Orgullo

Texto de Claudia Acuña. Fotos de Juan Valeiro.
Es cortita y tiene el pelo petiso, al ras en la sien. La bandera se la anudó al cuello, le cubre la espalda y le sobra como para ir barriendo la vereda, salvo cuando el viento la agita. Se bajó del tren Sarmiento, ahí en Once. Viene desde Moreno, sola. Un hombre le grita algo y eso provoca que me ponga a caminar a su lado. Vamos juntas, le digo, pero se tiene que sacar los auriculares de las orejas para escucharme. Entiendo entonces que la cumbia fue lo que la protegió en todo el trayecto, que no fue fácil. Hace once años que trabaja en una fábrica de zapatillas. Este mes le suspendieron un día de producción, así que ahora es de lunes a jueves, de 6 de la mañana a cuatro de la tarde. Tiene suerte, dirá, de mantener ese empleo porque en su barrio todos cartonean y hasta la basura sufre la pobreza. Por suerte, también, juega al fútbol y eso le da la fuerza de encarar cada semana con torneos, encuentros y desafíos. Ella es buena jugando y buena organizando, así que se mantiene activa. La pelota la salvó de la tristeza, dirá, y con esa palabra define todo lo que la rodea en el cotidiano: chicos sin futuro, mujeres violentadas, persianas cerradas, madres agotadas, hombres quebrados. Ella, que se define lesbiana, tuvo un amor del cual abrazarse cuando comenzó a oscurecerse su barrio, pero la dejó hace apenas unas semanas. Tampoco ese trayecto fue fácil. Lloró mucho, dirá, porque los prejuicios lastiman y destrozan lazos. Hoy sus hermanas la animaron a que venga al centro, a alegrarse. Se calzó la bandera, la del arco iris, y con esa armadura más la cumbia, se atrevió a buscar lo difícil: la sonrisa.
Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Al llegar al Congreso se pierde entre una multitud que vende bebidas, banderas, tangas, choripán, fernet, imanes, aros, lo que sea. Entre los puestos y las lonas que cubren el asfalto en tres filas por toda Avenida de Mayo hasta la Plaza, pasea otra multitud, mucho más escasa que la de otros años, pero igualmente colorida, montada y maquillada. El gobierno de las selfies domina la fiesta mientras del escenario se anuncian los hashtag de la jornada. Hay micros convertidos en carrozas a fuerza de globos y música estridente. Y hay jóvenes muy jóvenes que, como la chica de Moreno, buscan sonreír sin miedo.
Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Sobre diagonal norte, casi rozando la esquina de Florida, desde el camión se agita un pañuelazo blanco, en honor a las Madres, con Taty Almeyda como abanderada. Frente a la embajada de Israel un grupo agita banderas palestinas mientras en las remeras negras proclaman “Nuestro orgullo no banca genocidios”. Son quizá las únicas manifestaciones políticas explícitas, a excepción de la foto de Cristina que decora banderas que se ofrecen por mil pesos y tampoco se compran, como todo lo mucho que se ofrece: se ve que no hay un mango, dirá la vendedora, resignada. Lo escaso, entonces, es lo que sobra porque falta.
Y no es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Nota
Cómo como 2: Cuando las marcas nos compran a nosotros

(Escuchá el podcast completo: 7 minutos) Coca Cola, Nestlé, Danone & afines nos hacen confiar en ellas como confiaríamos en nuestra abuela, nos cuenta Soledad Barruti. autora de los libros Malcomidos y Mala leche. En esta edición del podcast de lavaca, Soledad nos lleva a un paseíto por el infierno de cómo se produce, la cuestión de la comida de verdad, y la gran pregunta: ¿quiénes son los que realmente nos alimentan?
El podcast completo:
Con Sergio Ciancaglini y la edición de Mariano Randazzo.

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