CABA
Télam duele: nueva marcha para evitar el vaciamiento
Cientos de personas marcharon al CCK para exigir respuestas al titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, Hernán Lombardi, por los 354 despidos en Télam. Es el segundo día de un conflicto que continúa con paros y con la ocupación pacífica de los dos edificios de la agencia. Recibieron el apoyo de Madres de Plaza de Mayo y de sindicatos como CTA, CTERA y Metrodelagados, entre otros. En la calle, entre lágrimas y abrazos, trabajadoras y trabajadores afirman que las cesantías no corresponden a una “reestructuración” sino al vaciamiento del servicio estatal de noticias. Matrimonios con más de 20 años de trayectoria que quedaron sin trabajo. También pacientes oncológicos y con problemas cardíacos. El recuerdo del intento de cierre en el 2000 y cómo se ganó esa batalla. Voces y fotos desde una calle que a gritos y cantos exige la reincorporación.

Foto: Nacho Yuchark
Vanina Alfonso trabaja en el sector de administración en venta de la agencia oficial Télam desde hace 20 años. Su marido, Rodolfo Ávila, hace 25. Ambos están en la calle, de frente al edificio tomado en el que entran a trabajar todos los días, y observan que mientras sus compañeros están organizando la asamblea para comunicar cómo continuarán las medidas de fuerza luego que el titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, Hernán Lombardi, anunciara que 354 familias se quedarían en la calle, sobre el cartel electrónico en el que desfilan los títulos de los cables informativos hay uno que despierta rabia:
- «9AM | La agencia Télam tiene futuro».
Es el nombre del comunicado que la empresa lanzó en la web para dar el marco a la ola de telegramas y cartas documento que cientos de trabajadoras y trabajadores recibieron a lo largo de un martes negro. Entre ellos, están Vanina y Alfonso. “Es un dolor inmenso”, dice ella. “Pero acá estamos, como en el 2000, cuando ocupamos la empresa luego que quisiera cerrar y recuperamos nuestras fuentes de trabajo. Luchamos y salimos. Y acá estamos, viendo que el comunicado que sacaron es una vergüenza. Estamos hablando del 40 por ciento de la agencia en la calle. Eso es vaciamiento. Y acá nos vamos a quedar. Así la vamos a seguir luchando. Tenemos tres hijos, uno discapacitado. Pero todavía no saben: todavía no tuve el coraje de decirles que a su papá y a su mamá los dejaron sin trabajo”.
Rodolfo entró en Télam en 1993. Tenía 21 años. Fue su primer trabajo. Hoy tiene 47, y el martes se despertó como todas las mañanas para ir al archivo administrativo cuando les llegó la notificación a su casa. “A mí me mataron. Pasaron muchos administradores pero nunca se vio algo así. Es un desguace, no hay criterio de nada: echaron a trabajadores con enfermedades, otros a punto de jubilarse, matrimonios como el nuestro. Yo tengo una hipoteca, me quedan ocho años: es para que mis hijos, por lo menos, tengan el techo que yo no tuve. ¿Y ahora? Mi mujer es fuerte como toda mujer. El hombre es más débil: yo estoy hecho mierda. Pero lucharemos. No vamos a bajar los brazos. Para nada”.

Foto: Nacho Yuchark
El desguace de punta a punta
Las trabajadoras y los trabajadores de Télam van hacia el segundo día de ocupación pacífica dentro de los dos edificios de las calles Bolívar y Belgrano, en la Ciudad de Buenos Aires, luego de la oleada de telegramas y cartas documentos. Por el micrófono que pasa de mano en mano en una mañana fría, anuncian que muchos de ellos eran pacientes oncológicos y con problemas cardíacos. Todes tienen en sus manos un cartel que exige «No a los despidos en Télam», y lo sostienen entre lágrimas que se secan con abrazos, mientras otro trabajador propone cambiar la consigna a «No al desguace de Télam» porque “los despidos ya fueron”.
Daniel Segal, secretario gremial del Sindicato de Trabajadores de Prensa (Sitrapren), uno de los gremios que nuclea a lxs trabajadorxs de Télam, explica a lavaca el panorama: “Es un plan de desguace del gobierno nacional, personificado en las figuras de Lombardi y Pousa (Rodolfo, presidente de la agencia). Buscan que los trabajadores no tengan derechos laborales, que el Estado controle la pauta oficial y que no haya una agencia estatal que pueda competir con los grandes medios monopólicos. Ellos dicen que es una reestructuración, pero en realidad se están ahorrando cuatro horas de intereses de Lebacs: son 250 millones de pesos”.

Foto: Nacho Yuchark
-¿Cómo se explica esta situación?
-Comenzó con persecución sindical. Los que nos oponíamos a que se incumplan los derechos, éramos perseguidos: a mí me hicieron un juicio que perdieron en primera instancia pagando abogados externos a Télam. Luego, vino el vaciamiento de áreas: sacaron publicidad y dejaron sin contralor de la pauta oficial al Estado argentino. Luego, el vaciamiento informativo: cerraron portales de idiomas como portugués e inglés, el portal de deportes en pleno mundial, el reporte nacional y le siguió el achicamiento de horarios de trabajo del sector audiovisual. Después, nos negaron la paritaria y echaron a dos personas. Allí comenzó el rumor de que serían muchos más, hasta este fin de semana. Echaron a la mitad del personal que trabaja acá. Hablan de una agencia nueva, pero nada nuevo pueden hacer. Vamos a tener menos caudal informativo, menos gente administrativa, secciones vacías: hoy en Infografía no hay nadie, y era la estrella de los medios gráficos. La vaciaron de punta a punta.
La vida en un telegrama
“Nuestro objetivo es profesionalizar la agencia. Hubo un núcleo duro que no se sumó a esto y decidió mantenerse con un perfil muy ideológico”, dijo el presidente de Télam, Rodolfo Pousá, eje de los insultos junto a Lombardi, en declaraciones a Radio Berlín.
354 despidos en Télam: del llanto a la lucha, en medio del Mundial
En la calle, sin embargo, lo que hay es rabia. “Y desconcierto total”, dice Anabella Luna, 26 años en Télam en el sector de Publicidad. “No me lo imaginaba. El atropello en estos dos años fue muy grande. Se te viene todo encima, y resumen tu vida a un telegrama. Nos entristece a todos, y por la cabeza se te pasa la plata, el FMI, el recorte, y el qué hacemos después”.
Vanina Sepúlveda, del área técnica audiovisual, entró en 2007. “Estoy muy shockeada. Todavía no entiendo lo que pasa, y lo terrible es lo que ponen en el portal, diciendo cosas que no son ciertas. Una de las áreas que más creció fue la audiovisual. Era lo más visible. Y acá estoy”.

Foto: Nacho Yuchark
El criterio precarizador
La asamblea votó en la calle una marcha hacia el Centro Cultural Kirchner (CCK) para exigir una respuesta de Lombardi. En la previa, recibieron la vista de la titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, y sumaron el apoyo de los dirigentes docentes Sonia Alesso, Roberto Baradel y Daniel López (CTERA, SUTEBA y UTE). También de Hugo Cachorro Godoy, secretario general de ATE Nacional, y Roberto Pianelli, de Metrodelegados. En la cabecera, además, estuvo Hugo Yasky, secretario general de la CTA de los Trabajadores, entre otros.
Mientras, sobre una Avenida Belgrano cortada, circulaban preguntas y respuestas sobre cómo distribuirían las guardias de cara a un fin de semana dentro de la agencia para continuar la permanencia pacífica. Un trabajador que tomó el micrófono propuso apelar a la experiencia de las trabajadoras y los trabajadores de Tiempo Argentino para realizar “una Agencia de lxs trabajadorxs”. También, de utilizar sus herramientas laborales para seguir haciendo periodismo y denunciar así a los responsables de los despidos.
Por el cartel electrónico que da a la calle, mientras tanto, siguen circulando los títulos de los cables y se repite otra vez el comunicado oficial.
A su lado, hay una gigantografía de Lombardi con una palabra: “Vaciador”.

Foto: Nacho Yuchark
Una de las que inicia la marcha hacia el CCK es Natalia Concina, 37 años, periodista de Sociedad. Ingresó a Télam hace 13 años, y se enteró que estaba despedida mientras hacía su trabajo. El martes entró a las 7 de la mañana y mandó dos cables: uno informaba sobre el estado de tránsito, otro sobre un tweet de Patricia Bullrich sobre su deseo de importar el Fan ID del Mundial de Rusia para controlar “a los violentos” en las canchas de Argentina. Al mediodía le llegó la carta documento: “La situación fue muy desprolija: algunos recibimos telegramas, otros recibieron un mail que les daba la bienvenida a la nueva Télam. Yo estoy oficialmente despedida, pero muchos no recibieron ni una cosa ni la otra”.
Concina apunta que no hubo ninguna respuesta oficial más allá del comunicado. “Nadie vino a dar la cara. Nuestros jefes directos no tienen idea, los jefes de redacción no están acá, los de recursos humanos no nos reciben. Así es la situación. Y hasta ayer hacían algo perverso: te decían que no te preocuparas si vos laburabas, porque no ibas a tener problemas. Es una locura, el criterio ´bueno´ o ´malo´ no corre: sabíamos que iba a ser una lista arbitraria y caprichosa. ¿Cuál es el criterio para dejar 354 personas en la calle en este contexto de país?”.
La pregunta, aún, no tiene respuesta.










Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
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