Nota
Tres semanas de lucha: por qué #SomosTélam en cinco historias y cinco retratos
La permanencia pacífica de las trabajadoras y los trabajadores de Télam cumple tres semanas en medio del fallo de la Justicia que cuestiona los 357 despidos porque la empresa no cumplió con el procedimiento preventivo de crisis. “Estamos esperando a ver si se notifica a la empresa del fallo para saber si apelan o si cumplen con el procedimiento, que implicaría la reincorporación inmediata de los trabajadores”, explican la situación. En ese marco, Lavaca cuenta qué significan estos 21 días a través de cinco historias y cinco retratos. El trabajo que busca ser deslegitimado. Los ataques del Gobierno. El cuidado del archivo como patrimonio histórico de la Nación. Las respuestas a Lombardi. El sostenimiento de la lucha entre ofrecimientos e indemnizaciones. Y por qué, entre abrazos y cantos, afirman que la lucha la van a ganar.
1. “No sólo te despiden sino que te ensucian, te tiran y te hacen descartable”
Soy María Aguirre, tengo 47 años y hace 23 que trabajo en Télam. Estuve en varias secciones: Sociedad, Policiales, Portal, Política, y en el último tiempo estuve acreditada en el Congreso. Fui parte del equipo que cubrió el primer juicio del atentado a la AMIA y, en los últimos años, me incorporaron en un grupo de temas de mayor profundidad. Podíamos trabajar temáticas, como el déficit habitacional en la Ciudad de Buenos Aires, personas en situación de calle, adolescentes detenidos en todo el territorio argentino. Podías hablar con mucha gente y sacar seis o siete notas por tema. Era un laburo que no se podía contar en el día a día porque llevaban semanas producir la investigación: por eso es gracioso cuando Lombardi habló en el Congreso sobre la cantidad de notas que hace uno por semana o por mes. No se puede cuantificar todo de la misma manera. Nuestro trabajo no era lo mismo que hacer una gacetilla. El equipo se desarmó cuando renunció uno de los jefes que vino con esta gestión. Luego, a los que siguieron no les interesó continuar. Volví a Política.
Cuando tenés muchos años y pasaste varias gestiones, una es profesional y sabe que en todos los trabajos hay límites y una determinada línea que no te impide hacer profesionalmente tu trabajo. Las ideas de cada uno son de cada uno, pero a la hora de encarar una noticia o una crónica, o de cubrir una sesión, no tiene nada que ver con lo que uno piensa.
Todas las gestiones establecen, más o menos, una línea editorial, pero nunca ocurrió algo como lo que estamos viviendo: esto es un avasallamiento a los trabajadores. No sólo fue nefasto porque te despiden sino que te ensucian, te tiran y hacen descartable lo que uno fue durante muchos años. Te desprestigian. Con categorías que no te pertenecen. Es horrible.
Nosotros, además, tenemos el anonimato porque trabajamos en una agencia de noticias donde los nombres no son importantes. Acá somos letras, somos siglas, y es más difícil defenderte así. Pero nuestros colegas nos conocen e hicieron un aporte muy importante a la pelea. Fue clave la empatía de otros colegas con los que nos hemos encontrado en la calle.

María Aguirre fue parte del equipo que cubrió el primer juicio del atentado a la AMIA. Foto: Nacho Yuchark para lavaca.
2. “Buscaban que agarráramos la plata y nos fuéramos, pero consiguieron el efecto contrario”
Soy Jorge Garmendia, redactor especial de la sección Turismo, 55 años. Recibí un telegrama de despido después de estar trabajando 7 años. Arranqué en el gremio en el ´89 en Diario Popular, pasé por Perfil y El Día. Me llegó como a todos un telegrama que no esperaba: el sábado anterior había estado trabajando con el jefe de redacción de la mejor manera. El mismo que después me echó. No vi la liquidación, no me explicaron nada. Ahora estoy luchando para recuperar mi puesto de trabajo. Soy viudo con dos hijos. En Turismo éramos cuatro: quedó uno solo.
Soy Rodrigo Gadano, redactor especial de Deportes, acreditado en Independiente: viajé a cubrir la Recopa, y cuatro meses después me echaron. Entré en 2010. Más allá de todo lo que se dice, no soy ñoqui. Si bien tengo mi ideología, no es la que ellos denuncian o tal vez la que a ellos les gustaría. Ninguno pone la ideología ante el laburo. Yo entré por administración de ventas, después por el área de Publicidad que desguazó este Gobierno y, después, a periodismo. Por eso la descripción que hacen es mentira, es falsa y es injusta. Y no puede pasar esto.
Creo que si hubieran querido hacer otro tipo de ajuste, habría pasado. En Deportes somos 34 y echaron a 16: dejaron en la calle al acreditado en San Lorenzo, en AFA, en River. Dejaron a 18 compañeros: dos se jubilan este año y seis, en los próximos 5 años. Es una sentencia de muerte anticipada. ¿Cómo vas a cubrir los partidos? Laburamos de lunes a lunes de seis de la mañana a una de la mañana: salen 90 cables por día. ¿Cómo los vas a cubrir con 10 personas? Por eso es destacable también la lucha que están haciendo los que quedaron. Muchos están en la calle con nosotros, en la permanencia. Saben que quieren matar a la agencia.
Yo tengo 28 años. Recién, cuando justo nos sacaron la foto, le decía a Jorge: lo más importante es que todo lo que pasó nos cambió el sentimiento. Nos reavivó pasiones y compromisos. No sé qué buscaban, pero consiguieron eso. No creo que lo quisieran: buscaban que agarráramos la plata y nos fuéramos, pero consiguieron el efecto contrario. Con los que están adentro, con los que están afuera, todos y todas, vamos a trabajar por lo que hacemos siempre: no estamos en contra de nadie, pero sí la política se tiene que hacer cargo que se equivocó. ¿Cómo puede ser que haya un montón de argumentos y a todos nos despidan sin causa?

Jorge Garmendia y Rodrigo Barano, trabajadores de Télam, abrazados en la marcha a la agencia tras el fallo de la justicia laboral. Foto: Nacho Yuchark para lavaca.
3. “Lombardi no tiene idea de lo que está haciendo”
Me llamo Gabriela Suárez y hace 14 años que trabajo en la web. Cargo notas, le doy formato y también escribo artículos sobre salud. Quiero decir que no entro en ninguna de las categorizaciones de Lombardi: no hago núcleo duro ni operaciones de prensa ni fake news. Es todo mentira, todo calumnia. ¿Y sabés qué? Todavía no recibí telegrama: me di por despedida porque recibí una indemnización. Pedí un aclare de situación laboral pero no recibí nada. Es una injusticia y Lombardi no tiene idea de lo que está haciendo. No hay argumentación válida: somos trabajadores. Nadie sobra en Télam. Nadie es ñoqui. Pero fue un baldazo de agua fría. Nos empezamos a enfermar. Fue catastrófico. Pero te sentís muy acompañada, porque la unión de los compañeros es increíble. No sólo somos los despedidos, sino los que hicieron quedar del lado Disney de la empresa. Por allí iremos logrando cada paso.

Gabriela Suárez, 14 años en Télam, apoyada en el hombro de su compañera. Foto: Nacho Yuchark para lavaca.
4. “Es un ataque directo al gremio de prensa y a la libertad de expresión”
Soy Matilde Suárez, tengo 30 años, trabajo en el archivo periodístico desde 2015. Entré en el marco de un proyecto de puesta en valor y digitalización del archivo histórico. La idea original, que se vio interrumpida con la gestión de Cambiemos, era poner a disposición del pueblo todas las notas y cables que salieron en Télam, en tanto patrimonio del país. Hablamos de la cobertura de la Guerra de Malvinas, el Juicio a las Juntas, el juicio de María Soledad Morales, de Elisa Muñiz. La idea era ordenar y digitalizar todo ese material. Quisimos tener formaciones específicas para esto pero la gestión la negó. También tuvimos muchos momentos de tensión porque la mayoría de los jefes son hombres y se generaron incomodidades a partir de que empezamos a participar del movimiento sindical de mujeres. El 8M, por ejemplo, hicimos actividades, y después sumariaron a compañeras por agarrar bidones para hacer ruido.
A todos los que entramos entre 2014 y 2015, nos echaron. Somos pibes y pibas de 30 años. Nunca me consideré despedida ni desempleada: siempre como trabajadora de Télam porque entendimos que todo lo que ocurrió es ilegal, una salvajada de este Gobierno. Es un ataque directo al gremio de prensa y a la libertad de expresión, sin ningún tipo de fundamento ni sustento alguno: eso quedó claro en la interpelación de Lombardi en el Congreso.
Pero el fallo de reincorporación sienta un precedente.
Vamos a volver a la agencia.
Y vamos a volver distintos.

Matilde Suárez es una de las encargadas del mantenimiento y digitalización de material histórico de Télam. Foto: Nacho Yuchark para lavaca.
5. “Quieren que haya una sola voz, la de Clarín, pero no van a poder”
Soy Rodolfo Luna. 64 años. 14 en Télam. Entré en 2004 convocado para hacer el Reporte Nacional: hace dos meses lo liquidaron, un ratito antes de los despidos. Era un diario de ocho páginas, un tabloide, que salía para todos los pequeños diarios de las provincias de todo el país. Estos medios, que tienen tirajes chiquitos pero están arraigados en su comunidad, tuvieron una voz cuando antes, por sus propias limitaciones económicas, replicaban todo lo de los grandes medios concentrados: Clarín, La Nación, La Voz del Interior, El Tribuno, Los Andes. Logramos tener muchos abonados de diarios de pequeños ciudades, que sumaban decenas de miles de ejemplares. Diseñé suplementos literarios, de deportes, de chicos, agrario, de ciencia y pase hace un año al área que era Infografía.
Fui despedido.
Tengo 47 años en el gremio, la primera redacción la pisé a los 17 y es la primera vez que me despide un resumen de cuenta bancaria. No recibí ningún telegrama a 21 días del conflicto. Me despidieron de La Razón, de Clarín junto con 116 compañeros, el 4 de noviembre de 2000, por el delito de tratar de organizar a los compañeros en una democracia sindical. Estuve cuatro años sin conseguir trabajo. De todos estos lugares me despidieron por un telegrama firmado por el jefe de personal. Acá no, y es simbólico: somos los primeros despidos del FMI. El gobierno acordó la entrega del país en un pacto que determina cuántos empleados públicos debe tener el Estado, cuánto tiene que valer el dólar, la paritaria. Ellos lo manejan todo. Lo decimos porque el jueves que entró el primer tramo de Fondo Monetario nos depositan la plata de supuestas indemnizaciones, porque ni nos dicen qué son.
Hace 21 días permanecemos pacíficamente en las dos plantas de Télam. Estamos, también, resguardando el patrimonio del Estado argentino. Millones de pesos en máquinas, computadores, equipos de filmación, edición, equipos de radio. Y, sobre todo, en la memoria. Télam fue fundada el 14 de abril de 1945 por Perón con una visión continental. Es la primera agencia que tiene América en su nombre: Télam es el acrónimo de Telenoticiosa Americana. La fundó con la intención de contrarrestar a Associated Press y United Press. Y casi 80 años después la quieren liquidar. Por eso es simbólico que hayamos sido despedidos por un banco: ellos abandonaron los edificios como abandonan el estado.
La lucha no es sólo por la reincorporación sino por defender la agencia de bandera. Aquí está la información de los últimos 80 años del Estado argentino. Lo primero que hizo la dictadura fue destruir el archivo. No quedó nada, no hay fotos, y lo poco que se salvó fue porque lo defendieron los trabajadores. Es por el mismo sentido que vienen a vaciarnos la memoria: liquidaron 6 corresponsalías y otras 9 están trabajando con una sola persona.
Quieren que haya una sola voz, la de Clarín, a la que han dado la fusión con Telecom el mismo día que los despidos.
Le traemos una muy mala noticia: no van a poder.
Logramos una pequeña victoria y que el juzgado declare que los despidos son ilegales y nos tengan que reincorporar a todos. Esto significa que no pueden atropellar con todo. Nos da fuerzas para seguir luchando. Seguro la patronal, que actuó de manera violenta y perversa, va a apelar, como apeló la reincorporación de Marcelo Bartolomé, despedido con tratamiento oncológico. De esta gente no se puede esperar más nada salvo lágrimas.
Pero los que se van a tener que ir son ellos, no los trabajadores.

Rodolfo Luna, 47 años como trabajador de prensa, se enteró de su despido cuando le depositaron la indemnización. Foto: Nacho Yuchark para lavaca.
Nota
Alerta: pretenden dejar impune el femicidio de la periodista Griselda Blanco en Corrientes

La fiscal María José Barrera Sahagun dejó abierta la puerta por la que ingresó la defensa del único imputado para solicitar un juicio abreviado y así quedar libre a pesar de haber confesado un crimen atroz cuyas imágenes conoce todo Curuzú Cuatiá ya que fueron filtradas las fotos de la escena del crimen. El caso no fue caratulado como femicidio ni la fiscal consideró que fuese un delito con un componente de violencia de género. Ahora es César Sotelo, fiscal general de Corrientes, quien tiene en su poder la impunidad o la justicia.
En otro escandaloso giro judicial, la fiscal María José Barrero Sahagún, quien debe investigar el crimen de la periodista correntina Griselda Blanco, dio curso al pedido de la defensa de un juicio abreviado, considerando que el delito que se le imputa a Darío Holzweissigl –único detenido en esta causa– contempla una pena de ocho años de prisión. Berrero Sahagún solicitó al fiscal general César Sotelo que resuelva el pedido de audiencia para formalizarlo.

El pedido de juicio abreviado fue posible dado que la fiscal calificó de homicidio simple ese crimen, ya que no dio por acreditado el vínculo entre la víctima y el homicida, aunque en todas las declaraciones públicas aseguró que habría entre ambos una relación que calificó como “tóxica”. Tampoco tuvo en cuenta las evidencias de violencia que presentaba el cuerpo de la víctima –fue ahorcada con tres vueltas de hilo celeste en su cuello, le clavaron dos veces un cuchillo tramontina en su herramienta de trabajo: su garganta– y no consideró esa saña como agravante. La acusación de la fiscal quedó entonces debilitada como un homicidio simple, lo que abrió el camino para que la defensa realizara este pedido. Al no ser tampoco calificado por la fiscal como un delito con componente de violencia de género, la pena no es de cumplimiento efectivo, por lo cual el imputado puede quedar libre en menos de dos años.
Así la persona que acepta haber cometido ese crimen atroz –cuyas imágenes se filtraron a la prensa y se hicieron virales– estará pronto en las calles de Curuzú Cuatiá: ese es el motivo que desespera a los hijos de la periodista, que fueron expuestos por la fiscal, ya que informó a los medios que fueron ellos quienes aportaron la pista que concluyó con su detención, lo cual tampoco se ajusta a la investigación que realizó la Policía Federal, que analizó cámaras de seguridad y contenidos de celulares, además de las muestras que cotejaron con el ADN del imputado.
El abrupto cierre que quiere darle la justicia correntina a este caso, a menos de diez días de cometido el crimen, deja sin indagar las otras líneas de investigación que deberían profundizarse: las denuncias de amenazas y presiones que realizó Griselda por su tarea periodística y, en particular, las que mencionan la connivencia policial con los boliches bailables por el no pago de adicionales de los agentes que debían cumplir tareas de seguridad en esos locales. El imputado era dueño de uno.
Nota
Las Blondis: la película debut de Dolores Fonzi como guionista, directora y protagonista

Hoy se estrena la ópera prima de Dolores Fonzi: Blondi narra la relación entre una madre y su hijo varón, entre la crianza en soledad, el cannabis, el humor y el amor. En esta nota para la revista MU contamos cómo la filmó: el equipo, los trucos, la tecnología de la sororidad, las inspiraciones, los actos de fe, en medio del desfinanciamiento del cine argentino. Ahora compartimos la mirada de Claudia Acuña sobre qué representa ser una Blondi.
Por Claudia Acuña
1.La primera escena de Blondi es una patada que desordena todo. Entre otras cosas, lo que pensábamos que íbamos a ver y lo que creíamos que sabíamos del cine argentino, que hoy por hoy es el único noticiero que nos muestra la actualidad. Así, con un perfecto trailer que va de la cama hasta el auto –dos escenarios centrales de esta historia- Dolores Fonzi nos lleva de la mano por los caminos de Blondi. Y no nos suelta más.
2.Lo que nos atrapa es una red tejida con puntadas sensibles. La primera es el guión, escrito por Fonzi y Laura Paredes, con diálogos precisos y escenas que hacen hablar a la cámara. Es esa conversación entre textos e imágenes uno de los mayores logros de esta película que hace reir –mucho- y también llorar –un poco- a un ritmo que no es ni vertiginoso ni moroso: Blondi fluye. Es cierto que el tema se centra en formas de maternar que hasta ahora nunca había sido registradas en la pantalla, que nos hace ver modos de ser y de criar que son otros, nuevos para la industria de la imagen y cotidianos para las personas, y que eso es, de por sí, un mérito, un aporte y un hallazgo en términos de qué novedad nos representa que una directora tome por primera vez el mando. Pero lo que hace que esta historia no sea letra, sino música, aquello que nos mueve los pies de la mirada –que es alma- es la precisión, la secuencialidad. El humor hace explícita la exigencia de sincronizar exactamente la velocidad mental del interlocutor para saber qué hace falta decirle y qué no. Un chiste explicado aburre, síntoma de lo que ofende. Lo contrario, lo que entretiene, es lo exacto. Y para alcanzarlo es necesario crear para quien ve, necesitarlo y creerle. El revés de Flaubert: Blondi no es Fonzi. Sos vos. No como espejo, sino como universo.
3.Aquello que podríamos llamar “la mujer y el cine” (odio esta etiqueta, pero así estamos) nos hace ver cosas invisibles. Una es la cama. Vemos en el cine camas, por supuesto, pero las camas que nos hace ver Lucrecia Martel en La Ciénaga no son las que habíamos mirado en la pantalla hasta su gloriosa llegada. Recordé esas escenas –tan distintas a estas, tan distintivas con respecto a otras, a cualquiera: Martel es única- cuando la cama de Blondi apareció en esa primera escena, perfecta. Me esforcé, luego, para encontrar algo en común, eso que nos señala la mirada femenina como síntoma de su imaginario. ¿El nido? Es pregunta.
4.Criar películas a partir de sueños y pesadillas: quizá sea ese un punto de partida. En Blondi sin duda lo es, aunque su protagonista no sueñe. Ella es toda realidad, sin tiempo para agobiarse. Blondi actúa. Hace lo que hay que hacer como puede. No juzga ni se juzga, y si alguien se atreve a hacerlo, no lo entiende. Como si le hablaran en chino: no conoce ese idioma.
5.Si Miss Mary –gloria y honor a María Luisa Bemberg- es la pampa, si La ciénaga – me pongo de pie para teclear Martel- es Salta; Blondi es Liniers, el borde. ¿Territorializar las historias biográficas es otro eslabón en común? Es pregunta.


6.El nido tiene raíces en cartografías precisas, de clase, de culturas y de destinos pre anunciados para las mujeres que allí habitan. El de Blondi registra esos barrios de la periferia urbana con masculinidades ausentes o desteñidas, en donde las mujeres solas o aburridas deben criar…¡varones! Y así como una generación tuvo que ponerse a escribir manuales de crianzas masculinas más divertidas y menos violentas, así es como Blondi inscribe una forma de hacer crecer sexos más creativos y menos soberbios, mostrándonos otras formas de cuidados menos trillados y por eso mismo, menos esclavos. No recuerdo muchas películas que registren lo que significa para estas maternidades amorosas dejar volar a sus pichones. ¿Star Wars quizá? Es pregunta. Si así fuera esta película es su antítesis: no hay guerra entre las luces y las sombras, se convive con ambas, siempre, y en continuado. Hay vida.
7.Blondi termina como comienza (no es spoliler: es la cama) y al terminar la función del Bafici en donde pude verla antes de su estreno en cines, Fonzi sintetizó ese final con una frase que dice mucho sobre ella y sobre su película: “Blondi no se empodera sola”. Aplica, entonces, a ese guión que transformó en cine un equipo de artistas. Javier Juliá, a cargo de la dirección de fotografía –el mejor, sin duda de este “nuevo cine argentino (sí: también odio esta etiqueta)-, Micaela Saiegh a cargo de la dirección de arte (el cuarto de Blondi es un delicadísimo cuadro pintado con objetos, texturas, matices y más), además de un elenco (Rita Cortese –de pie, again- Carla Peterson, Leonardo Sbaraglia y –atenti con este nombre- Toto Rovito) que funciona como una coreografía sincronizada al milímetro y que mereció la excepción de que el Bacifici en la categoría Mejor Actuación premiara por primera vez a todas y cada una, lo cual habla de lo que representa el debut de Fonzi como directora: brilla y hace brillar.



8.No recuerdo films de mujeres que escribieran, protagonizaran y dirigieran una comedia. ¿Barbra Streissand? Es pregunta.
9.Pienso que quizá, por motivos que van desde el humor hasta la contemporaneidad, pasando por lo urbano y lo transgresor, Fonzi represente algo así como Wooda Allen, la hija feminista de Allen, pero quizá esta asociación es producto de un deseo personal y re-sentido. Lo que sí estoy segura es que siempre, siempre, el cine de las directoras que admiro nos transmitieron a nosotras, sus espectadoras, algo de la época, una actualidad política y social imprescindible que solo se hizo evidente luego, en el después del temblor. Miss Mary se estrenó el 31 de julio de 1983, dos días después de que Argentina ganara el Mundial y meses antes de que se desatara el debate sobre el divorcio legal, que fue aprobado un año después. La ciénaga iluminó las pantallas el 12 de abril de 2001 y ya esbozaba las tensiones sociales, el derrumbe de una forma de estar juntas, lastimadas. ¿Qué nos anticipa Blondi? Es pregunta.
10. Nos nos empoderamos solas. Nunca, y menos ahora. Quizá eso nos está anunciando Blondi.

Nota
Femicidio de Griselda Blanco: el informe de la comitiva de Periodistas Argentinas de su misión a Curuzú Cuatiá

La primera delegación de Periodistas Argentinas que viajó a Curuzú Cuatiá entrevistó a los jefes de la Policía Federal y Provincial a cargo de las investigaciones y a la fiscal, y se encontró con los hijos de la víctima. El resultado de la información que chequearon con varias fuentes pone en duda las declaraciones que hizo ante la prensa la fiscal de la causa, que estigmatizan a la víctima y exponen a su familia. ¿Por en una causa con secreto de sumario, y a una semana del crimen, no puede la funcionaria a cargo de investigar afirmar hechos que todavía no están probados? Los tres giros que en cinco días tomó la causa, y las tres pruebas que justificaron la detención e incomunicación del periodista que más conocía las amenazas que recibía Griselda. El rol de la prensa en un crimen que se informa con más respuestas que preguntas.
El pasado viernes 26 de mayo, una delegación de Periodistas Argentinas compuesta por las periodistas Claudia Acuña y Nancy Pazos lleg a Curuzú Cuatiá, Corrientes, a las 10 de la mañana, tal como había acordado con la fiscal de la causa, María José Barrero Sahagún. Se encontraron entonces que a esa misma hora la funcionaria había convocado a los hijos de la víctima a una audiencia en la cual liberó a Armando Jara, al que había detenido e incomunicado cinco días antes bajo la acusación de femicidio, y a informar la detención de Darío Alfredo Holzweissig, un empresario dueño de boliches bailables de Curuzú Cuatiá.
Luego de esa audiencia y esa noticia la fiscal recibió a la comitiva de PA en una reunión formal, en la que además estuvieron presentes las máximas autoridades de la Policía Federal a cargo de la investigación y el comisario y subcomisario de la Comisaría n.º 1 de Curuzú Cuatiá. La primera pregunta la hizo la periodista Nancy Pazos: “¿Qué hace acá la policía provincial, cuando tenemos entendido que está apartada del caso?”. Sentado estaba Nicolás Romero, el comisario denunciado por Griselda como presunto autor de abusos sexuales.
Justamente la policía provincial, a pedido del Sindicato de Periodistas de Corrientes, había sido separada de la investigación ya que la víctima había denunciado que estaba siendo amenazada para revelar sus fuentes, y que había recibido la misma mañana del crimen una carta documento del comisario Romero.
La respuesta a la pregunta de Pazos llegó de parte del jefe departamental: explicó que le habían pedido ayuda para los rastrillajes que se habían realizado a la mañana, “ya que conocían la zona”; y que además estaban siguiendo una pista que ya no involucraba a la policía.
Pazos repreguntó: “¿Y si en el rastrillaje encontraban una prueba que los comprometiera?”
El comisario de la Federal respondió: “Estuvieron todo el tiempo bajo mi supervisión”.
La fiscal aclaró además que ella había dirigido al operativo.

Acuña preguntó por qué consideraban que la nueva línea de investigación no estaba relacionada con el trabajo periodístico de Griselda, ya que la periodista había dedicado varios programas a denunciar la connivencia de la policía local con los boliches bailables de los que el nuevo detenido era propietario. Fue entonces cuando la fiscal aseguró que por el contenido de las conversaciones de Whatsapp reveladas del teléfono de la víctima, existía un “vínculo personal” con el empresario detenido. Vínculo que calificó como una “relación tóxica”.
Sin embargo, dos días después, cuando formuló la imputación contra Darío Alfredo Holzweissig pidió procesar al sospechoso por homicidio simple “ya que no se había probado el vínculo personal”. Tampoco lo calificó como agravado, ya que consideró que no había “alevosía”. Griselda tenía tres vueltas de cinta en la garganta y dos cuchilladas con Tramontina en el cuello; un diente roto y la cara notablemente golpeada.
Consultada por qué no calificó como “femicidio” el crimen de Griselda en esta nueva imputación, la fiscal respondió que “no tenía evidencia de violencia de género”.
No son éstas las únicas contradicciones que asoman en las declaraciones públicas de la fiscal.
La principal: la forma intaxativa en que habla de extorsión. Tres fuentes de la investigación aseguraron que en las conversaciones encontradas en el chat, la víctima y el ahora acusado “hablan de plata y él le propone relaciones sexuales, pero no hay una sola conversación en la que se diga taxativamente: si no me das plata, te escracho”.
Según confirmó la comitiva de PA, Griselda Blanco hace años que tenía como auspiciante al empresario, quien hacía tiempo que no abonaba la pauta, por lo cual hay que investigar si esa conversación sobre dinero no estaba relacionada con el vínculo comercial que tenía la víctima. Es decir: todavía resta mucho de la investigación como para que la fiscal descalifique a la víctima como “amante y extorsionadora”.
Otro punto conflictivo de la actuación fiscal es en relación a la detención del periodista Jara. Consultada sobre en qué pruebas basó su detención, incomunicación e imputación por cargos de “femicidio”, la fiscal respondió:
1) Que se habían encontrado pertenencias de él en la casa de Griselda; cuándo se le preguntó que pertenencias, respondió: “Una campera”;
2) que había una relación preexistente;
3) que el perito forense indicó que el asesino tenía un vínculo con la víctima por el tipo de violencia hallada en el cuerpo.
Jara no quedó desvinculado de la investigación ya que la fiscal espera el resultado del ADN; consideró que iban a estar listos “entre miércoles y jueves” de esta semana.
Así, este caso tuvo en menos de cinco días su tercer giro en la investigación fiscal: comenzó considerándolo un suicidio, siguió caratulándolo como “femicidio” – deteniendo arbitariamente a un periodista- y ahora lo califica de “homicidio simple” queriendo por dar cerrada la causa.
Ni las amenazas, ni las presiones que Griselda dejó grabadas en su audio fueron nunca una línea a investigar para la fiscal.
Ese es justamente el reclamo de todas las organizaciones de periodistas a las que la Comitiva de Periodistas Argentinas envió un informe detallado.
- NotaHace 4 semanas
Doctrina Bullrich: 5 gendarmes condenados por reprimir a una murga de Bajo Flores en 2016
- Mu182Hace 1 día
Corrientes: las vidas que valen menos que un tomate
- Mu182Hace 2 semanas
La república de las brujas. Dolores Reyes, escritora, y su nuevo libro
- NotaHace 2 semanas
El silencio no es salud: Un encuentro en el Garrahan para denunciar las enfermedades causadas por los agrotóxicos
- NotaHace 4 semanas
Murió Florencia Morales, una de las vecinas de Pergamino enferma de cáncer que denunciaba a los agrotóxicos
- NotaHace 17 horas
Alerta: pretenden dejar impune el femicidio de la periodista Griselda Blanco en Corrientes
- Mu182Hace 2 semanas
Humor tullido
- NotaHace 2 semanas
La marcha del hambre: piquete para la cacerola