Portada
¿Dónde está Julio López? Desaparición en democracia y por qué su testimonio es pura actualidad

Se cumplen 15 años de la desaparición de Julio López. Las dimensiones y los detalles de un crimen ante el cual el Estado sigue sin dar respuesta.
Entre la noche del domingo 17 y el día del lunes 18 de septiembre, Julio López fue desaparecido por segunda vez. Corría 2006, plena democracia. López tenía 77 años y el 28 de junio de ese mismo año había dado un testimonio histórico.
Ante el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata, explicó detalladamente su propio secuestro y torturas en tiempos del régimen dictatorial, pero además el modo en el que habían sido sometidos y asesinados Patricia Dell’Orto y Ambrosio De Marco. Fue testigo y uno de los tres querellantes en la causa, junto a la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos y a otra sobreviviente del terrorismo de Estado, Nilda Eloy.
Lo más importante: identificó entre sus torturadores al excomisario Miguel Etchetolaz. “Etchecolatz personalmente dirigió esa matanza», aseguró López en aquella declaración. Etchecolatz había sido director de investigaciones y mano derecha del jefe de la Policía Bonaerense Ramòn Camps durante la dictadura.
López no llegó a ver el efecto de su testimonio: fue desaparecido la madrugada del día anterior al que se leerían los alegatos del juicio: un mensaje.
Su familia y los organismos de derechos humanos denuncian que el ideólogo del secuestro no es otro que Etchecolatz y sus ejecutores, en connivencia o participación directa, miembros o ex miembros de la Policía Bonaerense, de sostenida relación con el genocida.
Finalmente, el Tribunal condenó a Etchecolatz a reclusión perpetua por el delito de genocidio. Pero López nunca más fue encontrado hasta hoy, ni la causa que investiga su desaparición forzada pudo echar luz sobre qué pasó.
Al contrario, como supo decir Nila Eloy, el expediente por su segunda desaparición es “un manual de la impunidad”.
El caso de Julio López simboliza los mecanismos de encubrimiento estatal sobre crímenes de diverso tipo, y los nexos de esa impunidad desde tiempos de la dictadura hasta hoy.
Causa López
La responsabilidad del Estado en el empantanamiento de la investigación judicial es la mayor evidencia del expediente por la segunda desaparición de López. Un breve racconto:
López, pese a haber señalado a uno de los genocidas más peligrosos y con tentáculos aún en la Bonaernese, no contaba con tipo alguno de protección o cuidado estatal.
Durante los primeros meses, la jueza de Garnatías Marcela Garmendia y los fiscales Marcelo Martini y Javeir Berlingieri investigaron las hipótesis de que Julio podría haber tenido “un shock emocional que pudiera causarle pérdida de memoria, o alguna forma de extravío”; también sugirieron que decidiera esconderse en alguna parte ante la exposición que significaba la condena de Etchecolatz.
La nota de lavaca de ese mismo año:
Mientras tanto, la querella fue la que hizo mover la causa, trazándose tres objetivos. Primero, que el expediente saliera de la justicia provincial y pasara a la federal; que se cambiara la carátula a desaparición forzada; y que tuviera personal especial para la investigación.
Tres meses llevó conseguir lo primero: que se dejara de investigar la desaparición de López como un extravió implicaba profundizar la hipótesis del secuestro, de la desaparición forzada por sectores policiales o “bolsones” de represores en actividad. Así se pasó al fuero federal, a manos de los jueces Manuel Humbreto Blanco, Arnaldo Corazza y Ernesto Kreplak.
Se tardó un año y medio hasta que esto ocurrió formalmente y la procuración designó personal para la causa.
Fue entonces que el juez Arnaldo Corazza se declaró incompetente, alegando una denuncia que había le hecho la familia de López dos meses atrás, planteando que el propio juez podía estar entre los responsables de falta de cuidado a testigos como Julio López.
La Cámara de Casación resolvió, a fines de 2009, que el caso debe ser investigado por el fiscal Sergio Franco. Sin embargo, Franco apeló alegando falta de personal y desconocimiento de la causa. Otro ida y vuelta que por entonces Adriana Calvo – militante gremial docente, secuestrada en febrero de 1977 por la dictadura- relataba a lavaca sin metáforas: la causa corría en un carrito, de una fiscalía a otra.
Los años siguientes no fueron más auspiciosos, pese a que las pruebas del secuestro surgían de llamadas anónimas al 0800 abierto para aportar información sobre López (la principal involucraba a Carlos Falcone, “íntimo amigo de Etchecolatz”, capitán retirado de la Bonaerense, médico forense, que se escondió en Pehuajó tras la desaparición); una nota de un periodista alemán que llevó a un tal Sobrado, ex jefe de Policía bonaerense; cruce de llamadas que vinculaban a Etchetolatz con otros presos; una agenda del represor que ostentaba sus tentáculos y anotaciones de Etchecolatz y su chofer, Hugo Guallama, escritas en la cárcel de Marcos Paz que tenían especial interés en Jorge Julio López: escrito de puño y letra por el ex director de Investigaciones de la Policía provincial podía leerse “pedir todas las declaraciones del Sr. López”. Y en mayúsculas: “Urgente”.
Entre muchas otras, la mayoría de las líneas que conectan a Etchetolatz se encuentran sintetizadas en el libro Los días sin López, una investigación que desnuda la causa judicial que durante una década se dedicó a no buscar a un testigo clave desaparecido en democracia.
El loop de cambios de jueces –dos de ellos, fallecidos durante el proceso- y fiscales fue la característica: “Es una causa abandonada, donde se aparenta hacer cosas, pero en realidad se cambian personas y funcionarios, ponen un empleado nuevo que vuelve a mirar la causa desde el principio, y así todo queda siempre en la nada”, decía Nilda Eloy a lavaca antes de fallecer en 2017.
Los años siguientes, según fue siguiendo esta agencia, la investigación no continuó pero sí las intimidaciones a otros testigos involucrados en el juicio: llamados sospechosos, grabación de reuniones privadas, etc.
En resumen, la causa no contó con apoyo político ni decisión judicial para avanzar en firme sobre las pistas que apuntaban hacia la propia Policía Bonaerense o el Servicio Penitenciario o a los policías de la bonaerense, retirados y en actividad, del entorno de Etchecolatz.
Hoy no hay imputados ni línea de investigación. Tampoco una política de Estado fuerte para esclarecer el caso, así como tampoco voluntades de asumir el rol en las desapariciones de personas del Estado en general.
La otra Corte
Fue por eso que, ya sin esperanza en la justicia argentina, en 2014 el colectivo Justicia Ya! presentó una denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de los Estados Americanos (OEA). Denunciaron allí el estancamiento de la investigación, solicitando se investigue la responsabilidad y aquiescencia del Estado argentino en el caso de Julio López.
Recién el 5 de septiembre de 2017 la CIDH dio traslado de la denuncia al Estado argentino: pidió una “solución amistosa” en el marco del artículo 48 (inciso 1,F) de la Convención Americana sobre los Derechos Humanos; una especie de mediación, en la cual se puede arribar a algún acuerdo entre las partes. El colectivo Justicia Ya! –querellante en la causa de López- rechazó esta propuesta resumiendo los últimos años de impunidad: “Durante la gestión de (Mauricio) Macri aceptamos ese ámbito pero sólo para denunciar frente a frente a los funcionarios del ministerio de Justicia que ellos eran los responsables por la impunidad del caso López. El macrismo jamás se presentó a dar la cara. Llegado ya el gobierno de Alberto Fernández la Comisión insistió con el mecanismo de la ‘solución amistosa’ a lo que respondimos que no vamos a negociar con ningún funcionario la vida del compañero y vamos a seguir interpelando al Estado Argentino para que dé una respuesta a tantos años de impunidad y retardo de justicia. No puede haber solución amistosa cuando no sabemos qué pasó con López y cuando sus verdugos de ayer y de hoy siguen libres e impunes”, señalaron desde Justicia Ya! Al Pulso Noticias.
Según explicó la abogada Pía Garralda al mismo medio, ahora “la Comisión decidirá si toma resoluciones, que son indicaciones para el Estado Argentino, o envía el caso a la Corte para que se sancione al Estado Argentino por incumplimiento de los tratados internacionales de Derechos Humanos”.
El pedido: que se sancione al Estado argentino por el incumplimiento de los tratados internacionales y que sea un impulso para que se investigue seriamente.
El nuevo juicio
No fue ese el único juicio que debió enfrentar Etchecolatz como resultado del testimonio de Julio. Mientras era juzgado por delitos de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino de La Cacha se lo vio escribir y exhibir desafiante un papel donde se leía «Jorge Julio López».
«Cuando se vio a Etchecolatz con ese papel, en el 2014, no se hizo nada. Yo le pregunté al fiscal: ´No lo va a llamar para preguntarle?, ¿quiere que le pregunte yo? ´Y nunca se hizo nada con eso«, reclama su hioj Rubén. Hasta el día de hoy, nadie le pidió explicaciones al represor: https://www.eldestapeweb.com/politica/derechos-humanos/hijo-de-jorge-julio-lopez-todavia-espero-a-que-llamen-a-etchecolatz-para-que-diga-que-quiso-hacer-con-ese-papel–20219177430
El testimonio de López sigue siendo clave, hoy.
El pasado 13 de septiembre el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata comenzó a juzgar por delitos de lesa humanidad cometidos en el excentro de «Pozo de Arana» al expolicía Julio César Garachico y al genocida Miguel Etchecolatz,
El juicio se lleva adelante en los Tribunales Federales de 8 y 50 y se realiza de manera semipresencial; tiene su punto de partida desde las propias declaraciones de López, el 28 de junio del 2006, tres meses antes de su secuestro, en aquel juicio que se realizó en el salón del Palacio municipal. Garachico había sido mencionado por López en aquel año pero fue detenido 6 años después.
Garachico afronta acusaciones como “coautor inmediato de los delitos de privación ilegal de la libertad y torturas en perjuicio de siete personas” – entre ellas López-, y como “responsable en calidad de partícipe necesario en los delitos de homicidio agravado” en perjuicio de tres de ellas.
Mientras Etchetolatz espera el juicio en prisión, Garachico lo hace gozando de prisión domiciliaria.
En la última audiencia, se volvió a emitir la última declaración de López a través de video: https://www.diariocontexto.com.ar/2021/09/13/volvieron-a-transmitir-los-testimonios-de-jorge-julio-lopez-de-2006-en-el-juicio-a-etchecolatz/ El testimonio de Nilda Eloy también fue retransmitido. Nilda, quien dio su testimonio seis días antes que López, el 22 de junio del 2006 y fue una incansable luchadora para desarmar la impunidad de la causa, falleció en 2017.
En aquella oportunidad Eloy contó cómo fue secuestrada a los 19 años, el 1 de octubre de 1976 cuando estudiaba Medicina en La Plata. También describió su cautiverio en los centros clandestinos de La Cacha, el Pozo de Quilmes, el destacamento de Arana, el Vesubio, El Infierno y la comisaría de Valentín Alsina, tras lo cual fue “blanqueada” como prisionera y alojada en el penal de Devoto.
Los testimonios de Nilda Eloy y el de Jorge Julio López fueron clave para condenar por genocidio a Etchecolatz en el 2006 y todo indica que impulsarán una nueva condena en este juicio.
Etchetolatz acumula ocho sentencias por genocidio.
Mientras ocurre todo esto, López sigue sin aparecer.
Nota
El silencio no es salud: Un encuentro en el Garrahan para denunciar las enfermedades causadas por los agrotóxicos

Mercedes Méndez trabaja en el Hospital Garrahan como enfermera de pacientes oncológicos, niños y niñas, que muchas veces provienen de pueblos fumigados. Desde 2011 organiza charlas junto a médicos, científicos y víctimas que asocian las enfermedades que se atienden en ese hospital con el modelo agroindustrial y contaminante.
En una nueva edición de estos encuentros que no cuentan con apoyo institucional sino sindical (junta interna de ATE), participaron el médico legista Damián Verzeñassi, director de la práctica final de Salud Socioambiental de la Facultad de Medicina de Rosario, y Anabel Pomar, vecina de Exaltación de la Cruz, miembro de la asamblea de esa localidad que denuncia la contaminación por agrotóxicos. Verzeñassi compartió los hallazgos realizados en zonas fumigadas junto a estudiantes («la primera causa de muerte en estos pueblos es de cáncer y todos los tipos de cáncer, salvo el de próstata, están por encima del promedio nacional»), y preguntas cuyas respuestas apelan tanto a esa evidencia como al sentido común: «¿Alguien puede pensar que venenos que fueron diseñados para matar a seres con los cuales compartimos carga genética, no nos hagan nada a nosotros?».
Carteles, pacientes y agrotóxicos
Anabel Pomar planteó otra pregunta desde las entrañas: «¿Desde cuándo naturalizamos ser el país más pulverizado del mundo?». El recuerdo de Kili, Nicolás y Celeste, y las advertencias a los propios profesionales de la salud para cambiar la mirada, y el silencio, sobre un modelo enfermo.
Hay 76 carteles que van pegando, uno por uno, médicos y enfermeras, médicas y enfermeros, que envuelven las paredes de una de las salas del segundo piso del Hospital Garrahan. Son muchos más carteles que trabajadoras y trabajadores de salud. Se trata de una lucha que la enfermera Mercedes Méndez viene dando casi en soledad desde 2011, en las mismísimas entrañas del hospital, contra el uso de agrotóxicos y la implicancia que tienen en la salud humana.
Meche vio morir a muchas nenas y a muchos nenes provenientes de pueblos fumigados; entendió múltiples enfermedades vinculadas al sistema de venenos; escribió decenas de cartas escritas a la institución donde trabaja que jamás fueron contestadas; y en esas no respuestas, sigue sin haber estadísticas ambientales ni laboratorio para medir las pulverizaciones que ingresan y enferman y matan a los cuerpos.
Los carteles abrazan una nueva actividad organizada por Mercedes Méndez para seguir debatiendo y pensando las complicidades que llevan al agronegocio a profundizarse más y más, a la par del deterioro de la vida. Esta vez, los invitados son Damián Verzeñassi y Anabel Pomar. Damián es médico legista y Director del Instituto de Salud Socioambiental de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Rosario. Anabel es vecina de Exaltación de la Cruz, activista de la organización ambiental Exaltación Salud y periodista. Hablan en una charla cuyo nombre es “Agroindustria y Territorios de sacrificio”. Y rodeados de carteles, de dibujos de infancias, de notas periodísticas, que dicen cosas como “Basta de Cáncer”, “Paren de fumigarnos”, “Sí a la vida, no a los agrotóxicos”, “No son empresarios, son operarios de la muerte”, “El vaso de agua está fumigado”, “Hallan glifosato en la orina de alumnos de una escuela rural”, “Si mata y envenena no es agricultura”.



La evidencia de sobra
Meche Méndez arranca: “Desde 2011 realizamos este tipo de encuentros porque en el Garrahan atendemos a niños fumigados con enfermedad crónica y aguda y eso es responsabilidad de las empresas extractivistas y la complicidad del Estado. Los damnificados portan la evidencia en sus cuerpos». Y da pie a un video desde Lavalle, Corrientes, donde el protagonista es un damnificado que ya no porta evidencia en el cuerpo. Un nene fumigado y asesinado por agrotóxicos, en 2012. Dice Eugenia Sánchez, la mamá de Kili Rivero, envenenado cuando tenía 4 años: “Exigimos que paren de matarnos”, sintetiza. Recién el próximo 1 de junio comenzará el juicio contra el productor tomatero Oscar Candussi, a 11 años del crimen.
Expresa Damián al respecto: “El camino es entender lo que viven los territorios. Hay pruebas científicas, pero los pueblos son la prueba viva de la emergencia sanitaria”.
Y cita a Gianni Tognoni, epidemiólogo y sanitarista italiano: “Las comunidades son las productoras del conocimiento. La narración de la vida de las comunidades es más importante que la medición de la contaminación”. Retoma Damián sobre uno de los ejes principales a atacar: “El problema está en los espacios de formación, que están cooptados y homogeneizados desde el siglo XIX, que no habilita preguntas ni dudas. Hay que cambiar desde esos espacios la visión de que los problemas de salud se originan solo por una causa, cuando refieren a procesos construidos temporalmente y espacialmente. Hay que reconocer el contexto para conocer los resultados”. Y plantea algo tan obvio, como desestimado: “En qué cabeza cabe que en un sistema biocida que afecta a especies que compartimos gran parte de la carga genética, no nos hará daño al ser humano”.
A las evidencias corporales, Verzeñassi le suma estadística, surgidas de su trabajo de campo: “El 61% de la gente que visitamos en los pueblos donde hicimos campamentos sanitarios, aseguró tener alguna enfermedad relacionada a la contaminación. Y el 90% de esa población lo atribuye a los agrotóxicos».


Hay cifras escalofriantes: «La primera causa de muerte en estos pueblos es de cáncer y todos los tipos de cáncer, salvo el de próstata, están por encima del promedio nacional». Puntualiza: «Mientras que el promedio nacional de muertes de cáncer es de 18.7%, en las ocho localidades relevadas es de 29.2%«. Y sentencia: «Se trata de una geopolítica de la enfermedad, o dicho de otra manera, la enfermedad como estrategia de dominación».
Anabel Pomar, a su lado, lo escucha y alza la voz: «En Argentina no hay quien no esté fumigado, porque nosotros nos comemos los venenos desde la primera fila como pueblos fumigados, pero esto le llega al resto también».
Anabel tiene muchas preguntas y las exterioriza: «¿Cuándo naturalizamos que para producir hay que envenenar? ¿Cuándo permitimos ser el país más pulverizado del mundo? ¿Cuándo naturalizamos decir agua potable si no se mide los agrotóxicos que contiene? ¿Se espera que sigamos contando muertes? ¿Cuánto vale un pibe?».


Responde la última pregunta: «No tiene precio». De fondo, un cartel con las caras de Kili Rivero y de Nicolás Arevalo, también de cuatro años, también de Lavalle, también muerto envenenado por agrotóxicos, en 2011.
¿Dónde ve luz Damián Verzeñassi? «En seguir resistiendo para construir un mundo diferente. Los médicos no debemos ser meros arregladores de cuerpos sino coproductores junto al pueblo en la búsqueda de una sociedad más libre». ¿Dónde ve luz Anabel Pomar? «Esto va a empezar a cambiar cuando el pueblo argentino se reconozca como nación fumigada. En ese momento, no le va a gustar, y ahí reaccionará».

Nota
Daniel Solano: la Corte confirmó la detención de los 7 policías condenados por homicidio

Los siete policías condenados a prisión perpetua por el asesinato de Daniel Solano, el joven salteño de 27 años desaparecido en Choele Choel el 5 de noviembre de 2011, fueron detenidos tras el rechazo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación a un recurso de queja de los efectivos, y así deberán empezar a cumplir la pena en prisión por primera vez desde la sentencia. El juicio concluyó el 1 de agosto de 2018, pero desde entonces los oficiales Sandro Berthe, Pablo Bender, Juan Barrera, Pablo Albarrán Cárcamo, Pablo Quidel, Diego Cuello y Héctor Martínez estaban en libertad, a la espera de la resolución de la Corte. “Nunca los sacaron de la policía: tenían libertad, cobrando sueldo y portando armas”, dice Leandro Aparicio, uno de los abogados de la familia Solano, que subrayó su “satisfacción” por el fallo: “Uno está golpeado, pero esto da energías para poder avanzar. No hay muchos casos en los que se detengan a 7 policías”.
La desaparición de Daniel se produjo tras un episodio de violencia policial en la vereda de un boliche de la ciudad. Antes había reclamado por su sueldo y el de sus compañeros como trabajadores rurales de la empresa Agrocosecha, tercerizada de Expofrut Argentina. Aparicio: “Fue un homicidio más allá de la desaparición, y fue un homicidio en un contexto de trata de personas, que está denunciada en la justicia federal de Roca, como está denunciado el narcotráfico, pero la causa no se mueve como se debería. Está parada. Pero esto va a servir para darle un impulso a toda esas cuestiones pendientes”.

Entre esas cuestiones, en abril habrá audiencias por la acusación a otros cuatro policías, entre ellos Tomás Vega, a quien la familia lo señala como el “nexo” con la empresa: “Vega estuvo cuando le pegaban a Solano en el boliche. Vio todo eso. Y fue el que estuvo a cargo de la investigación los primeros día de la desaparición”.
Daniel sigue desaparecido. Gualberto, su papá, murió en medio del juicio, sin poder llegar a la sentencia por homicidio, y fue el principal motor de la causa que denunció la desaparición forzada y la connivencia judicial y estatal bajo un reclamo concreto que repitió una y otra vez a lo largo de seis años y medio: “Quiero encontrar el cuerpo y llevarlo”. No se detuvo un día: hizo huelgas de hambre, inició acampes y se encadenó al juzgado para exigir respuestas. Así reveló la trama de explotación laboral en Río Negro, la corrupción judicial que cubrió el caso y logró la detención de los oficiales que hoy están presos. Aparicio lo recuerda: “Nosotros tenemos esperanza de que el cuerpo aparezca. Algún policía capaz que se puede quebrar, o Vega mismo, sabiendo lo que se viene, puede dar información. Hemos hecho lo imposible para que aparezca el cuerpo”.
Compartimos la investigación de MU sobre este caso:
#NiUnaMás
Las claves de la causa Lucía Pérez: un análisis del expediente y los dos juicios orales
Lucía Pérez: las pruebas que figuran en la causa por el femicidio y complican a Farías y Offidani

Un expediente de seis cuerpos y dos juicios orales basados en las mismas pruebas y los mismos testigos serán sentenciados este jueves 23 de marzo, a las 14.30, por los jueces Gustavo Fissore, Alexis Simaz y Roberto Falcone. del Tribunal N°2 de Mar del Plata. Ese día, con la lectura del fallo, responderán la pregunta que desde hace casi siete años espera respuesta: ¿quién mató a Lucía Pérez? Las pruebas clave que complican a Farías y a Offidani en el femicidio. Revisitando hoy todo lo leído y escuchado durante el seguimiento y análisis de las tres etapas de este larguísimo proceso (investigación procesal, primer y segundo juicio) estas son las evidencias que se han reiterado.
Uno
Los imputados son Juan Pablo Offidani (49) y Matías Farías (30), pero en Mar del Plata se atribuye al apellido del primero que este proceso se convierta en una clásica investigación judicial de un crimen del poder: Offidani padre es un influyente escribano local, con fluidas relaciones con el Poder Judicial local y la policía bonaerense desde, al menos, los tiempos de la dictadura hasta la actualidad.
Dos
Offidani Hijo se define en la causa como el “compadre” de Farías: es el padrino de su segundo hijo, nacido apenas unos meses antes del crimen de Lucía.
Tres
Farías tuvo dos parejas y con ambas un hijo. Así describió Offidani Hijo a la primera, sin atribuirle a su compadre ninguna responsabilidad: ”La mujer de él era media loca,cuando estaban juntos les sacaron los hijos, tenía 6 hijos la mujer, y vivían en Serena, a media cuadra de la salita y no iban a hacerle los controles ” (foja 414). La segunda era una chica muy joven, que Farías también llevó a parir a esa salita, sin ningún control previo al parto, según declaró en el segundo juicio la enfermera que la atendió y quedó impresionada por su vulnerabilidad.
Cuatro
En esa salita de emergencias de Serena descargó Offidani Hijo el cuerpo de Lucía aquel sábado 8 de octubre de 2016. Si la primera impresión es la que vale, esta es la causó en un testigo que estaban en la puerta:
Declaración de Testigo en foja 142 (sic)
“Ve al más joven (Farías) juntándose en la vereda de la sala con los dos sujetos que quedaran afuera (Offidani Hijo y Maciel) comenzando a entablar algún tipo de conversación, murmurando entre los mencionados, es allí donde el dicente logra escuchar que el sujeto más joven (Farías), el mismo que momentos antes saliera de la sala de primeros auxilios manifiesta "SIC... COMO LO EXPLICO, QUE DIGO, QUE HAGO... ", mientras el sujeto que conducía la camioneta (Offidani Hijo) le responde "SIC... TRANQUILO... LO VEMOS...". Allí cuando el dicente observa el ambo de un efectivo policial a pie, el cual se dirigía hacia la salita, adentrándose a la misma, momento en donde los tres sujetos se observan entre si y comienzan a hablar en voz baja y de manera inmediata, el conductor de la camioneta y el acompañante se suben al rodado, con actitud de apremio según criterio del declarante, y se retiran del lugar a bordo del rodado a gran velocidad.”
Cinco
El primer policía que interrogó a Offidani Hijo y a Farías sobre qué le había pasado a Lucía dejó asentado en un acta las contradicciones que detectó (foja 37):
“ Se iniciaron actuaciones de Oficio en el marco de autos caratulados "AVERIGUACION CAUSAL DE MUERTE", por lo que en primer instancia recepcione declaración testimonial a Farias Matias Gabriel, y como segunda medida recepcione declaración testimonial a Offidani Juan Pablo, ello dado 'a que son las dos personas que llevaron a Lucia Perez Montero, a la Salita de Emergencia del Barrio Playa Serena, de la cual luego de haber tomado ambas declaraciones, surge que entre ambas persona existe una relación a los que ellos llaman compadre, que en la mayoría de lo relatado surge que se encontraban juntos, pero también surge una gran contradicción entre la declaración de uno y de otro, un ejemplo clara es que FARIAS, manifiesta que Lucia Perez Montero arribo a su domicilio siendo las 14:00hs del Sabado 08 del corriente, y manifestó desconocer dondeviviría Lucía, sin embargo OFF!DANI, manifiesta que junto a Farias, el Sabado 08, del corriente, siendo aproximadamente las 10:00hs, fueron a buscar a Lucia a su domicilio, encontrándola en la esquina de la casa, y que dejo a Farias Matías junto a Lucia siendo las 11:00hs, en el domicilio de calle Diagonal Centra y Racedo, asimismo otra cosa que llamo mi atención fue que Farias Matias, una vez finalizada su declaración manifiesta verbalmente que no podía regresar al domicilio dado a que la llaves de su vivienda la tenía su compadre Offidani Juan Pablo, quien al llegar a la salita se retiró del lugar rápidamente, manifestando que su pareja se encontraba sola, y en mal estado de salud”.
Seis
Offidani Hijo declaró que conocía a Farías desde hacía 7 años. Pocos días antes de la muerte de Lucía gestionó para él el alquiler de una pequeña construcción ubicada detrás de un chalet en el coqueto barrio de El Alfar: así llegó Farías al almacén que por las tardes atendía la compañera de escuela de Lucía. Su declaración (foja 38):
“La dicente conoció a una persona de nombre Matías quien le refirió que ella le gustaba, que le gustaría que le pasara su número telefónico, a lo que la deponente accedió, e intercambiaron número, fue entonces cuando Matías le manifestó que el vendía porro. En ese momento le pasó a Lucía el número telefónico de Matías, que ese mismo día momentos más tardes Lucia le manifiesta a la deponente que al salir del colegio iba a venir Matías a buscarla y le pide que no la deje sola porque tenía miedo, que por favor la acompañe, al salir de la escuela siendo las 14.00hs, en la esquina de dicha institución se encontraba Matías esperándolas, al llegar la dicente junto a su amiga se suben a una camioneta de color gris, y observa que en su interior había otra persona quien conducía el rodado (Offidani Hijo) a quien Matías lo presento como su compadre, desde ese lugar se dirigieron a la parada del colectivo de línea 523. en rotonda del faro, sito en calle Diagonal Velez Sarfield y la costa. lugar donde Lucia le entrega a Matías cien pesos, y a cambió recibe una bolsa de nylon que en su interior poseía una sustancia como porro, en ese momento Matías invito a su casa a Lucia, y la deponente dijo que no porque se iban juntas, insistentemente Matías invito a las dos, a lo que nuevamente rechazaron la invitación”.
Siete
Aquel día Farías le entregó a Lucía una bolsita con marihuana que costaba 200 pesos. Lucía le entregó 100. Fiar droga es una práctica poco común, pero eso fue lo que sucedió. Fue entonces cuando Farías comenzó a enviar mensajes a Lucía y su amiga, incluso durante la madrugada, insistiendo en un encuentro con la excusa de la deuda. A la mañana del sábado Lucía acordó pagarle y Farías pasó a buscarla por su casa en la camioneta que manejaba Offidani Hijo.
Ocho
El policía que indagó luego a los vecinos sobre la casa a donde Farías llevó a Lucía escribió en su informe (foja 39):
“Offidani resulta ser nombrado por la vos popular como vendedor de drogas actividad que realizaría en forma conjunta que los mismos se movilizarían en una camioneta marca Fiat, modelo Estrada color verde oscuro, hago constar que habiendo realizado una compulsa el mencionado FARIAS posee antecedentes Penales por el delito Robo en Vía Publica, de fecha 27/11/2012, en jurisdicción Comisaria Quinta, de fecha 29/06/2013 Portación Ilegal de Arma de Uso Civil, en Comisaria Quinta y de fecha 10/07/2013 Portación ilegal de Arma de Fuego de Uso Civil, Comisaria Quinta. Se hace mención que tanto en la Declaración Testimonial de FARIAS como la de OFIDANI, existe contradicciones en ambos testimonios”.

Nueve
Son varios los testigos que en el expediente denuncian la complicidad policial con este puesto de venta de drogas, señalando que por esa notoria impunidad no se atrevían a denunciarlo.
Diez
En los allanamientos realizados en los domicilios de los imputados se secuestraron balas y drogas. Pero fue en la construcción alquilada por Farías donde se incautaron, además, blister de pastillas, una cámara de video sin la tarjeta de memoria y cinco celulares. En todos las conversaciones entre los imputados fueron borradas.
Once
Lo que pasó dentro de ese aguantadero lo cuenta el cuerpo de Lucía. La primera en analizarlo fue la médica forense de la policía bonerense a cargo de la autopsia. Esta es su declaración (foja 120):
“En la zona anal había una importante dilatación no propia de la relajación post-mortem sino que obedecía a maniobras de penetración. No tenía pliegues, para mí era una dilatación atónica y mandé a periciar el esfínter para ver si estaba roto. La dilatación atónica es cuando se produce un ingreso brusco y violento. Claramente el sexo anal consentido no deja lesiones, mucho menos como las que presenta la joven."”.
Doce
Tiempo después y ya realizadas las pericias complementarias, el perito de la Corte Suprema Bonaerense determinó (foja 864):
“Las lesiones descriptas en la autopsia son compatibles con relación sexual forzada, esto según interpretación de este perito y basado en la presencia de las lesiones que se describen en el informe de autopsia "Equimosis en labios menores del laclik izquierdo y en paredes de la vagina, Equimosis en margen anal izquierdo", y que han sido corroboradas en el estudio anatomo patológico informando en región vaginal descongestiona, extravasación de glóbulos rojos a nivel de planos profundos, así como en submucosa y planos profundos de la piel de la región anal. En casos de dilatación anal forzada, es evidente la existencia de dolor en la victima y es una de las causas que se pueden describir que ocasionarían un reflejo vaso vagal. Por lo expuesto este perito estima como causal de muerte, en base a los hallazgos de los estudios complementarios, sobre todo el Anatomopatologico un mecanismo asfictico, y dado la ausencia de otro tipo de lesiones, podría deberse a una asfixia por sofocación ( obstrucción de los orificios respiratorios), en una persona que ha consumido cocaína, y que pudiera estar disminuida su conciencia, por lo tanto no se considera factible una muerte por causas no violentas”.
«No se considera factible una muerte por causas no violentas”.
Perito de la corte suprema bonaerense
Trece
Al día siguiente (9 de octubre) Offidani Hijo, como era habitual, fue a la casa donde estaba la construcción donde estaba Farías. La dueña, testigo de la defensa, recordó así cómo se comportaron ( foja 163):
“Al rato cae Juan Pablo, que siempre está exacerbado, porque siempre está bajo el consumo de alcohol, el padre siempre se hacía problemas por él porque incluso lo había querido internar, estuvo en tratamiento, siempre tuvo problemas de adicción. Juan Pablo comentaba como había sido la secuencia de bajar a la chica de la escalera, de cuando la llevaron en el auto a la salita que se le cayó en la vereda a Juan Pablo. En todo éste momento Matías estaba mal y me pedía perdón, ya desde el día anterior me pedía perdón, desde que salí de testigo, me pedía disculpas por lo que me había hecho pasar. Por eso no entiendo, comieron como si nada y se fueron como si nada, pusieron música desde la casa de él como si nada, meta cumbia”.
Catorce
Ya en la cárcel la personalidad de Farías fue analizada por una psicóloga y psiquiatra, perito de la Corte bonaerense. El resultado (foja 733) :
“Presenta un trastorno de Personalidad, con rasgos ya descriptos ut supra, como egocéntrico; retentivo de sus emociones y sentimientos; con tendencia a la petulancia y fanfarronería, que en sí enmascaran sentimientos más profundos de inseguridad y necesidad de estimación, (aparentar más de lo que se es) y también presenta rasgos antisociales, con embotamiento afectivo, frialdad frente a los otros, con tendencia a la impulsividad marcada, manifiesta en el consumo compulsivo de tóxicos, preferentemente benzodiacepinas a modo de dependencia, y a la comisión de conductas desadaptativos. En torno a los hechos que se le imputan, su discurso es coherente y ordenado, sin alteraciones cronomnésicas que impresionen alteración del estado de conciencia, por lo que se infiere que tuvo capacidad de delinquir. Se sugiere que el mismo realice un tratamiento psicofarmacológico y psicoterapéutico en forma ambulatoria, para lograr la deshabituación del tóxico en el tiempo y así mismo aprovechar el espacio para reflexionar de sus conductas, no obstante por la ausencia de demanda y escasa capacidad de autocrítica, se evidencia pronóstico sombrío”.
- Revista MuHace 2 semanas
Mu 182: Verdad o consecuencia
- NotaHace 4 días
Femicidio de Griselda Blanco: el informe de la comitiva de Periodistas Argentinas de su misión a Curuzú Cuatiá
- Mu182Hace 3 semanas
Vin Up: alcohol & vegetales
- #NiUnaMásHace 2 semanas
Condenan a cadena perpetua al ex sargento de la Bonaerense Ricardo Panadero por el femicidio de Natalia Melmann
- NotaHace 4 días
Las Blondis: la película debut de Dolores Fonzi como guionista, directora y protagonista
- Mu182Hace 3 semanas
Catalina Briski: La danza de la isla
- NotaHace 2 semanas
Un pedacito de realidad: la renuncia de Cristina en dos cuadras
- Mu182Hace 3 días
Corrientes: las vidas que valen menos que un tomate