Nota
Petinari: las cosas que hay que hacer para trabajar
Unos 50 policías sitiaron a 25 obreros de la fábrica de carrocerías Petinari, de Merlo, quienes decidieron abandonar pacíficamente la fábrica que habían tomado para preservar sus fuentes laborales dos semanas atrás. Estaban retomando la producción, pero ante el desalojo volvieron a quedarse en la puerta para resistir en busca de lo obvio: poder seguir trabajando. Son cooperativa y esperan una ley de expropiación para hacerse cargo de lo que no se hizo cargo la patronal.
Unos 50 policías sitiaron a 25 obreros de la fábrica de carrocerías Petinari, de Merlo, quienes decidieron abandonar pacíficamente la fábrica que habían tomado para preservar sus fuentes laborales dos semanas atrás. Estaban retomando la producción, pero ante el desalojo volvieron a quedarse en la puerta para resistir en busca de lo obvio: poder seguir trabajando. Son cooperativa y esperan una ley de expropiación para hacerse cargo de lo que no se hizo cargo la patronal.

Trabajadores de la ex Petinari. Fotos: Néstor Saracho
“Estábamos empezando a producir las carrocerías”, dice Luis Becerra, obrero, 32 años, 9 en la fábrica, cuando este miércoles 19 de agosto vio a las personas que ingresaban a la fábrica Petinari. Eran cerca de las 10 de la mañana cuando llegaron dos fiscales de las Unidades Funcionales (UFI) N°8 y N°5 de Morón.
Una tenía la orden de desalojo en sus manos. Afuera había casi 50 efectivos de Infantería y la policía bonaerense. Los trabajadores decidieron salir pacíficamente para evitar choques y que alguien fuera herido. De todos modos, no quedó nadie dentro de la empresa y los trabajadores volvieron al sitio donde resistieron durante seis meses previos a la toma: la calle.
“Vamos a volver a entrar, tenemos todo”, asegura a lavaca Alejandro Espinoza, 34 años. Estuvo haciendo changas durante el transcurso del conflicto. Dice que se ilusiona con un reingreso a la fábrica, que ya tiene matrícula provincial para constituirse como cooperativa.
Su nombre: Acoplados del Oeste. Aún tramitan la matrícula nacional, y esperan por el tratamiento de una ley de expropiación en el congreso bonaerense.
Ya con los obreros en la calle, aflojó la presencia policial. Cerca de las 14, un móvil de la Bonaerense (patente KAL 071) se estacionó en la puerta de Petinari. No llegó a estar 20 minutos y partió.
En la carpa, Becerra comenta que vio a Silvana Petinari, una de las dueñas que figura al mando de la empresa, en una estación de servicio cercana.
El diálogo fue escueto.
-La cooperativa no va a salir porque la empresa no está quebrada. Además, no son más que 30 vagos- insultó la señora Petinari.
-Si querés hacer algo, metenos a todos a laburar- contestó Becerra.
La lógica del perro
Los más de 30 rostros que desfilaron por la carpa durante el mediodía y la tarde no reflejaban desesperación. Había buen clima, más allá de las miradas cruzadas cuando un teléfono sonaba, cuando alguien se alejaba para atenderlo, cuando alguien volvía, cuando alguien les hablaba. Hacían chistes y no faltó el guiso caliente de cada día. Los autos, colectivos y camionetas que pasaban (inclusive una de Gas Natural) tocaban bocina y animaban a los trabajadores que rompían con la monotonía de la ruta 200, a 10 minutos de la estación de ferrocarril de Merlo.
“Vamos a volver a entrar”, era el shock que se repetían mutuamente entre los obreros, muchos de ellos arriba de los 40 años, muchos con dolores de años de trabajo, y sin posibilidad real de encontrar otro empleo. Por el medio de las charlas, de las gomas quemadas, del humo y de las piernas circulaba Negro, el perro negrísimo que no paraba de mover la cola y con los ojos pedía galletitas. Negro se convirtió en una pieza más de la lucha de los trabajadores de Petinari, porque estuvo desde el primer día en la calle y acompañó la toma. Este miércoles le agregó una épica única.
“Le mordió la mano a uno de los policías que nos desalojó”, cuentan.
Negro no para de recibir abrazos.

Trabajadores de la ex Petinari. Fotos: Néstor Saracho
Planes de plata, planes de vida
Habían tomado la fábrica el 3 de agosto. Lo primero fue limpiarla. Encendieron las máquinas durante el último fin de semana y el silencio ensordecedor se quebró. Cuentan orgullosos que produjeron dos cajas y había un remolque listo para vender. El desalojo llegó en pleno resurgir de la producción. “En lo personal, era algo buenísimo lo que estábamos haciendo”, dice Félix León, 59 años, 7 en la empresa, 4 hijos. “Por todo lo que veníamos padeciendo, que por fin apareciera el laburo era algo buenísimo. Eso te hace bien y te reconforta. Incluso no hacés planes de plata, hacés planes para decir: ´Bueno, ya vamos a estar mejor´. Servía para ir mejorando. Pero sabíamos que el desalojo era algo que podía pasar. Lo teníamos previsto. Pero no importa: vamos a volver a entrar”.
Luis Blasetti, 35 años, 7 en la fábrica, tampoco decae. “La toma fue una esperanza que tuvimos después de seis meses de estar afuera y de todos los problemas que uno pudo tener en la casa. La fábrica la encontramos en pésimas condiciones, Hicimos tareas de limpieza, de todo. Encendimos las máquinas. Fue como darle vida. Y nos reencontramos con nuestros puestos de trabajo. Ahora nos encontramos otra vez en la calle. Es una pelea día a día y vamos a seguir hasta cumplir nuestro objetivo: volver a trabajar”.
Lanzamiento de personas
Varias son las denuncias que acumularon los trabajadores. “En la fiscalía general se comprometieron a unificar todas en un fiscal”, dice el abogado Luis Coronado, uno de los representantes de los obreros. “Si no, no sabemos cuál es la liebre que corre”. Al menos dos liebres asistieron el miércoles a Petinari. Una fue en representación de la UFI N°5 de Morón, que instruye una denuncia de los clientes de la empresa contra Petinari, por camiones que quedaron dentro de la fábrica. Por esa razón, su tarea era inspeccionar que estuviera todo “en orden”.
Sin embargo, la agente fiscal Adriana Suárez Corripio, de la UFI N°8, se presentó para “efectivizar el lanzamiento (sic) de los ocupantes del inmueble” y la restitución del predio a la firma Pedro Petinari e Hijos “sin perjuicio de la salvaguarda de los derechos laborales de los afectados”. La orden llevaba la firma del juez de garantías de Morón Ricardo Fraga. Todo se produjo en el mismo momento en el que los abogados estaban realizando las presentaciones legales ante los propios tribunales de Morón. “Lo importante es que nos reunimos en la fiscalía general y los agentes judiciales entendieron, por primera vez en este conflicto, y con documentación, que los trabajadores no violentaron ninguna puerta y que las condiciones de la fábrica son impecables”, señala Coronado.

Trabajadores de la ex Petinari. Fotos: Néstor Saracho
30 millones adeudados
El abogado Coronado reconoce que recién en esa reunión los funcionarios judiciales se enteraron de que los trabajadores no cobran hace meses. “Además garantizamos dos cosas. Primera: los camiones del cliente están ahí, intactos. Segunda: los obreros están cuidando su propio trabajo. Son entre 120 y 130 trabajadores a los que se les debe entre 20 y 30 millones de pesos”, dice Coronado. “Y, por si fuera poco, pudimos conseguir un contrato de compra y venta, donde figura que las autoridades de la empresa estaban vendiendo toda la parte inmobiliaria a otra sociedad anónima. Pero la situación parece ficticia: tanto en una u otra la mayoría de los accionistas son los mismos”.
Este tipo de maniobras fue el que quedó al descubierto en el proceso de vaciamiento de fábricas de fines de los años 90, cuya mejor respuesta fueron las fábricas sin patrón, gestionadas por las cooperativas de sus trabajadores.
Coronado subraya que la escritura para tal maniobra se iba a hacer entre fines de julio y principios de agosto, pero no se concretó ya que los trabajadores presentaron una medida cautelar para frenar esa jugada. “Había créditos laborales muy grandes: no pagaban desde enero. Pero propusimos no hacer juicios laborales porque, hoy por hoy, una sentencia tarda 2 o 3 años”, dice. “Por otro lado, pedimos la quiebra. Ellos, en reacción, presentaron un concurso preventivo en Capital Federal, pero hasta hoy no avanzò por falta de requisitos y documentación”.
Los obreros ya cuentan con la matrícula provincial de cooperativa, y están tramitando la nacional. Además, un proyecto de expropiación presentado por el diputado Miguel Funes (FpV) espera ser tratado en las próximas semanas en el congreso bonaerense.
¿A quién creerle?
Fernanda Lizarraga hace 18 años que trabaja en Petinari. Entró como pasante a los 16. Tiene un hijo de 3 años, y era administrativa hasta el momento del conflicto. Fernanda será la futura secretaria de la cooperativa de trabajadores.
Pero su historia es singular: al comienzo no estaba de acuerdo con el reclamo de sus compañeros. “Nos manteníamos al margen”, dice. “Pensábamos que tenía algo que ver con SMATA (el sindicato, al que los trabajadores critican por su falta de apoyo). Pero, como siempre, salió perdiendo la gente. Nuestro sindicato de administrativos también nos pedía mantenernos al margen”.
Lizarraga intentó hasta último momento ingresar a la fábrica, trabajar y recuperar el dinero. De hecho, denunció que los trabajadores no la dejaban ingresar cuando la fábrica la citaba a trabajar. “Pero me di cuenta de que la empresa nos utilizaba como conejitos de indias para el conflicto”, apunta. El quiebre fue una frase de uno de los abogados del SMATA tras una de las decenas de audiencias: “Olvidate, Petinari no va a abrir más”. Lizarraga: “No sabía a quién creer: si a la empresa, al SMATA, a mi sindicato o a los trabajadores. Pero en un momento vimos que la plata estaba, pero no se pagaba, y todo cambió”.
En ese momento supo a quién creerle.
“Es injusto lo que nos han hecho a todos”, concluye. “No voy a regalarle 18 años de mi vida a esa gente”. Fernanda es la única mujer que quedó para conformar la Cooperativa Acoplados del Oeste, de la que es secretaria.
Luis Becerra, en medio del humo de las gomas y las llamadas constantes por celular, advierte: “Pasó en Brukman, pasó en Zanon: lo que les digo a mis compañeros es que puede haber ley de expropiación o puede haber cooperativa, pero si nosotros realmente nos queremos quedar, eso es lo único que vale”.
Lo vale para estos trabajadores.
Lo vale para esta mujer.
Negro, el perro, sigue paseando triunfal entre los obreros.
Hoy, mañana y pasado, adentro y afuera, esta historia continuará.
CABA
Super Mamá: ¿Quién cuida a las que cuidan?

¿Cómo ser una Super Mamá? La protagonista de esta historia es una flamante madre, una actriz a la que en algún momento le gustaría retomar su carrera y para ello necesita cómplices que le permitan disfrutar los diferentes roles que, como una mamushka, habitan su deseo. ¿Le será posible poner en marcha una vida más allá de la maternidad? ¿Qué necesitan las madres? ¿Qué necesita ella?
Por María del Carmen Varela
Como meterse al mar de noche es una obra teatral —con dirección y dramaturgia de Sol Bonelli— vital, testimonial, genuina. Un recital performático de la mano de la actriz Victoria Cestau y música en vivo a cargo de Florencia Albarracín. La expresividad gestual de Victoria y la ductilidad musical de Florencia las consolidan en un dúo que funciona y se complementa muy bien en escena. Con frescura, ternura, desesperación y humor, abordan los diferentes estadíos que conforman el antes y después de dar a luz y las responsabilidades en cuanto al universo de los cuidados. ¿Quién cuida a las que cuidan?
La escritura de la obra comenzó en 2021 saliendo de la pandemia y para fines de 2022 estaba lista. Sol incluyó en la última escena cuestiones inspiradas en el proyecto de ley de Cuidados que había sido presentada en el Congreso en mayo de 2022. “Recuerdo pensar, ingenua yo, que la obra marcaría algo que en un futuro cercano estaría en camino de saldarse”. Una vez terminado el texto, comenzaron a hacer lecturas con Victoria y a inicios de 2023 se sumó Florencia en la residencia del Cultural San Martín y ahí fueron armando la puesta en escena. Suspendieron ensayos por atender otras obligaciones y retomaron en 2024 en la residencia de El Sábato Espacio Cultural.
Se escuchan carcajadas durante gran parte de la obra. Los momentos descriptos en escena provocan la identificación del público y no importa si pariste o no, igual resuenan. Victoria hace preguntas y obtiene respuestas. Apunta Sol: “En las funciones, con el público pasan varias cosas: risas es lo que más escucho, pero también un silencio de atención sobre todo al principio. Y luego se sueltan y hay confesiones. ¿Qué quieren quienes cuidan? ¡Tiempo solas, apoyo, guita, comprensión, corresponsabilidad, escucha, mimos, silencio, leyes que apoyen la crianza compartida y también goce! ¡Coger! Gritaron la otra vez”.
¿Existe la Super Mamá? ¿Cómo es o, mejor dicho, cómo debería ser? El sentimiento de culpa se infiltra y gana terreno. “Quise tomar ese ejemplo de la culpa. Explicitar que la Super Mamá no existe, es explotación pura y dura. No idealicé nada. Por más que sea momento lindo, hay soledad y desconcierto incluso rodeada de médicos a la hora de parir. Hay mucho maltrato, violencia obstétrica de muchas formas, a veces la desidia”.
Durante 2018 y 2019 Sol dio talleres de escritura y puerperio y una de las consignas era hacer un Manifiesto maternal. “De esa consigna nació la idea y también de leer el proyecto de ley”. Su intención fue poner el foco en la soledad que atraviesan muchas mujeres. “Tal vez es desde la urbanidad mi mayor crítica. Se va desde lo particular para hablar de lo colectivo, pero con respecto a los compañeros, progenitores, padres, la situación es bastante parecida atravesando todas las clases sociales. Por varios motivos que tiene que ver con qué se espera de los varones padres, ellos se van a trabajar pero también van al fútbol, al hobby, con los amigos y no se responsabilizan de la misma manera”.
En una escena que desata las risas, Victoria se convierte en la Mami DT y desde el punto de vista del lenguaje futbolero, tan bien conocido por los papis, explica los tips a tener en cuenta cuando un varón se enfrenta al cuidad de un bebé. “No se trata de señalarlos como los malos sino que muestro en la escena todo ese trabajo de explicar que hacer con un bebé que es un trabajo en sí mismo. La obra habla de lo personal para llegar a lo político y social”.
Sol es madre y al inicio de la obra podemos escuchar un audio que le envió uno de sus hijos en el que aclara que le presta su pelota para que forme parte de la puesta. ¿Cómo acercarse a la responsabilidad colectiva de criar niñeces? “Nunca estamos realmente solas, es cuestión de mirar al costado y ver que hay otras en la misma, darnos esa mirada y vernos nos saca de la soledad. El público nos da devoluciones hermosas. De reflexión y de cómo esta obra ayuda a no sentirse solas, a pensar y a cuidar a esas que nos cuidan y que tan naturalizado tenemos ese esfuerzo”.
NUN Teatro Bar. Juan Ramirez de Velazco 419, CABA
Miércoles 30 de julio, 21 hs
Próximas funciones: los viernes de octubre


CABA
Sacate la careta y ponete el antifaz: una caravana para defender al teatro con color y calor

“Vestite de gala y salí a la calle. Sacate la careta, ponete el antifaz”. Con esa consigna trabajadorxs de las artes escénicas salieron a exigir la derogación del decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro y pone en serio riesgo al sector teatral independiente. Hubo color y calor, pese a los tiempos oscuros y fríos. El apoyo de la gente en la calle, el fondo del planteo, y la inesperada reacción de Pluto.
Por María del Carmen Varela. Fotos: Sebastián Smok

El público en la calle, sumándose al reclamo en favor del Instituto Nacional del Teatro.
La cita fue en la puerta del cine Cacodelphia, en Diagonal Roque Saenz Peña 1150, desde donde partió la colorida y ruidosa caravana que dobló por 9 de Julio y continuó por Av. Corrientes, hasta llegar a Rodriguez Peña. A las dos de la tarde el tramo de la Diagonal entre Lavalle y Corrientes fue punto de encuentro para actores, actrices, músicxs, bailarinxs, cirquerxs y zanquistas que engalanadxs con trajes de colores, vestidos de puntillas, tapados simil piel y elegantes sombreros le pusieron alegría y movimiento a una lucha que viene desde hace tiempo y se agudizó con el decreto que pone fin a a la autonomía y financiamiento del INT, entre otros organismos afectados. Una de las consignas: “Vestite de gala y salí a la calle. Sacate la careta, ponete el antifaz”.

¿Quién dijo que hace frío?
Al grito de “Señor, señora no sea indiferente, estamos defendiendo el teatro independiente” la caravana de la cultura logró su objetivo. Irrumpieron sobre el carril peatonal de una Avenida Corrientes poblada de gente en plenas vacaciones de invierno y nadie quedó indiferente. Aplausos, bocinazos, brazos en alto y muchas gargantas se unieron al canto. El reparto de volantes con el logo de ENTRÁ –Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa– puso palabras al reclamo:

¿Te imaginás la calle Corrientes sin teatros?
Las luces apagadas, las pizzerías vacías
Los artistas callejeros sin público
¡Esta peatonal es orgullo nacional!
Y eso es gracias a nuestro teatro
Hoy, nuestro teatro llena la calle de música y color
en este desfile en defensa del Instituto Nacional del Teatro
que para quienes se pregunten ¿qué es y de qué sirve?
Para fomentar y garantizar que el teatro llegue a todo el país
Hace dos meses, el gobierno firmó el decreto 345 que vacía al Instituto
con argumentos falsos sobre su funcionamiento y financiación
¡Al INT, que con los impuestos que pagan los medios de comunicación y los juegos de azar,
produce obras, abre salas, genera trabajo y construye cultura e identidad federal!
¡El Instituto no solo implica poco gasto, sino que genera tanto valor!
¡Defendámoslo!

Las familias y el apoyo a la creación, al arte y al significado del teatro.
El teatro que habla y Pluto en marcha
Nora es una de las mujeres que no resultó indiferente. Mientras paseaba por Corrientes se topó con la caravana y se sumó con canto y aplauso. “Me resulta muy conmovedor porque están defendiendo lo más precioso que tenemos, nuestra posibilidad de seguir creando. Esta puesta en escena me emociona, es poner en escena el deseo”.
¿Vas al teatro? “Todo lo que puedo, cuando puedo pagarlo”.

Los besos vuelan.
Las niñeces se sintieron muy atraídas por la caravana y no dudaban en acercarse a saltar y aplaudir. Frente al Teatro General San Martín, hicieron una parada y allí el Teatro habló:
- Ay, ay, ay, me duele todo
- Teatro, ¿qué pasa?
- ¡Me dieron una piña en la cara! Y en la panza y en las piernas. ¡Me tiembla todo!
- ¿Por qué?
- ¡Quieren desmembrarme!
- ¿Quién?

- El teatro explicándo por megáfono la situación.
- El decreto 345 quiere vaciar mi instituto
- ¿Al instituto que produce obras y abre salas en todo el país? ¿Al instituto que genera trabajo y construye cultura e identidad?
- Sí. (El Teatro llora y casi se desvanece)
- ¡Cuidado el teatro se desmaya!

- Al teatro le da un soponcio.
- Yo les juro, no hice nada, el instituto recauda los impuestos que pagan los medios de comunicación y los juegos de azar, pero parece que no sirvo para nada
- ¿Qué serían las noches sin tus risas y tus lágrimas? ¿Sin tu forma de imaginar? ¿Sin que nos animes a encontrarnos?
- ¿Alguien vio un teatro? (Señalan a los distintos teatros de calle Corrientes y gritan: ahí, ahí)
- ¡Quiero vivir! (grita el Teatro).
- Si, acá estamos y nos organizamos– replican todas la voces.

Pluto junto a las familias en la calle, observando y aplaudiendo.
La escena de un Teatro golpeado pero en resistencia, revitalizado por la suma de voluntades que lo quieren vivo, se repitió en la puerta del Teatro Astral, donde mucha gente salía de una función infantil. Una vez más, muchxs se acercaron y acompañaron. Pluto, o la persona con el disfraz del famoso perro creado por Walt Disney, saludaba niñxs a su paso aprovechando la alta concurrencia del Astral.
Una vez finalizada la performance del Teatro que quiere seguir contando historias, la caravana emprendió el regreso hacia el lado del Obelisco. Y hasta Pluto decidió abandonar el teatro comercial y se sumó a la fiesta del teatro independiente, mientras otra mujer con su familia se hacía oír con cuatro palabras: “¡Que viva el teatro!”

CABA
Más allá de tu vereda: un documental sobre personas en situación de calle en CABA

Más allá de tu vereda.
Así, a secas, es el nombre del documental que acaba de estrenarse.
No es un documental más. Así se llama el programa de radio de y para personas que viven o vivieron en la calle, que se realiza semanalmente en la organización Sopa de Letras. Esta cobija y aborda la problemática así como la salud mental, desde hace más de 10 años en el barrio porteño de Parque Patricios.
El documental explicita la importancia de la radio, el valor de la comunicación, la potencia de lo colectivo, la necesidad de comunicarse, y que alguien escuche del otro lado, o mejor aún: al lado. Y también refleja la historia de Víctor Rodríguez Lizama, su director, que tiene 64 años y vivió varios en situación de calle.
El Cuervo, como le dicen a Víctor por su fanatismo por San Lorenzo, visibiliza en primera persona junto a otrxs protagonistas lo que se ve a diario, pero no tanto. Lo que se sabe, pero no tanto.
En Más allá de tu vereda, Víctor entrevista a muchos de los integrantes del programa que se emite en Radio Parque Vida (105.9) desde hace más de tres años.
Marcela dice que antes sólo escuchaba. Y que ahora se animó a decir.
Luciana dice que perdió un poco la timidez. Y que, quizá, eso la ayudó a crear la sección “la música que nos hizo”.
Cata dice que encontró un espacio para hacer arte. Para animarse a leer sus poesías.
Alicia dice que antes hablaba “poquito”. Y que ahora “habla un poquito más”.
Lautaro habla cuando llora, emocionado. Dice que no tenía experiencia. Y que ahora se sorprende de sí mismo.
Juan Bautista dice que es el encargado de informar las noticias. Y que ahora sí, alguien escucha su punto de vista.
Cristian dice que está más atento a su alrededor. Tanto, que ahora se anima a opinar.
Víctor dice que hasta no hace mucho, había personas que no agarraban el micrófono. Y que ahora no lo quieren soltar.



Termina el documental, con una última imagen; pantalla en blanco y una sola línea en letras negras.
«A todos los que estuvieron en situación de calle y ya no están».
Hay aplausos, hay felicidad, hay valoración.
Hay orgullo.
Luego, se abre el micrófono para que quien quiera diga lo que quiera.
Jorgelina: “Hagamos más radios”.
Adrián: “Podría estar en cualquier otro lado, haciendo cualquier otra cosa en este momento y gracias a ustedes estoy acá, me ayudaron un montón desde lo emocional”.
Cierra Víctor Rodríguez Lizama, con la remera puesta de su San Lorenzo querido y su pelo repleto de canas:
“La finalidad de este documental es mostrar cómo a través de la salud mental podemos llegar a la gente invisibilizada, que está ignorada. Ojalá que se reproduzca en otros lugares, que sirva de herramienta para salir adelante. Hoy hay mucha más gente viviendo en situación de calle. Además de haber vivido mucho tiempo, participé de los censos populares. Recientemente censamos en la comuna 1 (Retiro, San Nicolás, Puerto Madero, San Telmo, Monserrat y Constitución) y sólo acá contamos 1480 personas, por donde vos camines están. En la olla popular que hacemos en el Parque Lezama se ve algo similar al 2001. Más personas en calle y más hambre”.
Detrás del Cuervo hay un pizarrón donde se completa al nombre de su documental:
“Más allá de tu vereda,
hay otra realidad,
atrás de tu puerta”.
Al costado, un mural con un puñado de palabras escritas en letra cursiva:
“Hasta que no quede ni una sola persona en situación de calle,
allí seguiremos estando”.
- Revista MuHace 3 semanas
Mu 205: Hay futuro
- CABAHace 2 semanas
Villa Lugano: una movilización en contra del “Máster Plan”
- #NiUnaMásHace 2 semanas
Femicidios en julio: la noticia es el horror
- ActualidadHace 2 semanas
Mendoza movilizada: sábado de caravanazo contra la minera San Jorge
- ActualidadHace 3 semanas
Mapuches en Neuquén: 10.000 personas movilizadas contra la represión y en apoyo a las comunidades originarias