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Pintando la época: artistas visuales por #AbortoLegalYa
La marea verde sumó un nuevo capítulo: 218 artistas visuales y gestoras culturales firmaron su Carta Abierta a diputados y diputados para exigir la legalización del aborto. Es parte de un movimiento que en menos de seis meses logró organizar miles de personas para firmar Nosotras Proponemos (NP), un compromiso de práctica feminista para erradicar el machismo. También aplaudieron y abrazaron a la actriz Florencia de la V, que frente al plenario de comisiones de Congreso contó que su mamá murió por un aborto clandestino. Nuestra crónica y reportaje fotográfico de otra jornada para la historia.
Después de contar en el plenario de comisiones del Congreso que su madre murió desangrada por un aborto clandestino cuando ella tenía dos años, la actriz y conductora Florencia de la V ingresa con el pañuelo verde al lugar en el que 218 artistas visuales están firmando su Carta Abierta para apoyar el proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo.
Las artistas la aplauden y le agradecen la valentía de haber puesto el cuerpo en una nueva jornada de debates en el Congreso. “Desde que yo me enteré estuve buscando la cara del femicida que mató a mi mamá. Hoy lo sé: el femicida de mi madre fue el Estado”, dijo la actriz, que no leyó ni presentó ningún PowerPoint, sino que habló mirando de frente y a los ojos a los diputados. “En sus manos está la responsabilidad, si quieren tenerlas llenas de sangre, de seguir cargando con millones de argentinas que mueren por abortos clandestinos”
Florencia de la V dice que esas muertes se producen porque no existe ninguna ley. “Es un debate que la sociedad se merecía. Se habían escuchado muchas voces, pero no la de los hijos. En este caso tuve la triste realidad de perder a mi madre de esta forma espantosa. Cuando se habla de vida, que todos ponen en sus argumentos en primer lugar, deberíamos respetar la vida de estar mujeres. Con la legalización, ella no habría muerto: estaría hoy acá”.
Usted eligió hablarle a los diputados que están en contra o indecisos. ¿Por qué?
Porque siento que hay mucha confusión. Quieren ensuciar la cancha y quieren generar confusión en el debate. Acá no está en discusión la vida. Estamos discutiendo otra cosa. La discusión tiene que ver con el derecho que tiene cada ser humano. Abortar o no abortar no puede ser un debate público: es una decisión privada de cada mujer. El verdadero debate es la legalización de esta práctica quirúrgica que depende del Estado. Esa es la verdadera discusión.
¿Cómo llegó al concepto de “Estado femicida”?
Después de escuchar las diferentes campanas y analizarlo. Fue muy difícil pararme ahí, no es para lo que estoy preparada. Y desde mi humilde lugar poder acompañar este debate para lograr la legalización es algo que me llena de orgullo. Por mi madre: no quiero que la muerte de ella haya sido en vano.
Luego, Florencia de la V devuelve ese abrazo.
Ahora es ella quien aplaude y agradece a las 218 artistas visuales y gestoras culturales que, en este momento, están firmando su Carta Abierta por la legalización del aborto.
La potencia imparable
La Asamblea Permanente de Trabajadoras del Arte es un espacio que se formó en noviembre del año pasado luego de la muerte de la artista Graciela Sacco. El nacimiento de ese colectivo tuvo como punto de partida la redacción de un compromiso de práctica feminista que reunió 37 puntos y reunió mil firmas en menos de doce horas. El texto se llamó “Nosotras proponemos” y fue punta de lanza de una estrategia que luego tomaron las escritoras tras firmar su Carta Abierta por el derecho al aborto (https://www.lavaca.org/notas/compromiso-de-practica-artistica-feminista-para-firmar-poner-en-practica-y-pensar/). De ese texto que sintetizó una búsqueda de compromisos para erradicar prácticas machistas cotidianas, permanentes y sostenidas en el campo cultural, las artistas llamaron a firmar su Carta Abierta a diputadas y diputados para apoyar el proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo.
“Nosotras proponemos surge de un grupo de investigadoras, curadoras y artistas que intentamos poner en texto un compromiso para una práctica feminista específica en nuestro contexto de trabajo”, dice a lavaca Karina Granieri, una de las impulsoras. El texto desbordó los límites nacionales y trepó por Brasil, Chile y Puerto Rico, entre otros países. “Tiene muchos puntos que se practicaban con bastantes silencios y tabú, y era la manera de poner en evidencia conversaciones íntimas que teníamos. Eso fue su potencia”.
La artista Karina Al Azem, otra de las firmantes, habla que esa potencialidad se encuentra en el momento histórico que atraviesa está discusión. “Es extraordinario. Es un momento bisagra de lo que significa el reconocimiento de nuestras diferencias. Esta unión que estamos haciendo está logrando reconocimiento a partir de lo que propiciamos: cantamos poemas en la puerta del MALBA, nos vestimos de colorado, nos llamamos a iluminar solo obras de mujeres para hacer visible, por ejemplo, que la gran mayoría de las muestras son de varones”.
Nosotras Proponemos, sin embargo, es un espacio que apenas tiene seis meses. ¿Qué había de latente? “Llevamos años de políticas culturales que incluyen a una escasa cantidad de mujeres. Esto se nota en los grandes premios, una actividad que siempre estuvo adjudicada a los varones. El pintor era el varón y las mujeres hacíamos un pasatiempo para conseguir marido”.
Imágenes para ganar la ley
Otra de las firmantes es la artista Adriana Bianchi: “Venimos a hacer cuerpo. Es una cuestión de salud pública esta ley. No podemos seguir así: es siniestro. Tiene que salir. Son momentos también. Hay mucho movimiento de mujeres muy jóvenes que están sosteniendo esto y que son las que lo han puesto en movimiento. Como ha pasado en otros momentos, como el divorcio: fue impresionante, hubo mucha movilización y se consiguió todo lo que se consiguió. Y fue casi el mismo escandalo: decían que se iban a divorciar todos. Como dicen ahora”.
Granieri: “Este presente nos está dejando imágenes de organización, de lucha. Estamos en un momento donde hay que aprovechar esa red de visibilización que se está gestando por todo este tema. E ir por todo. Y ganar la ley”.
El cambio de ángulo
La artista plástica Magdalena Jitrik –que lleva el pañuelo verde atado a su brazo- recuerda dos imágenes de cuando era coordinadora en un grupo de mujeres desocupadas de la Ciudad de Buenos Aires. Ubicación: eran mediados de los ´90: “Charlábamos mucho, se debatía todo. En un momento se habló del aborto y una chica jovencita dijo que había quedado embarazada, que tenía dos bebitas y que no quería tenerlo. Llorando pidió que la ayudemos. Era desesperante. Todas estaban en contra, pero todas pusieron plata para que aborte. Y otro dato: todas habían abortado por sus propias razones. Otra chica habló solo conmigo y dijo que estaba embarazada pero si tenía otro hijo se suicidaba. Tenia un marido volento”.
¿Qué significan ahora esas historias bajo este presente?
Representa una oportunidad para cambiar el ángulo de cómo somos vistas las mujeres en la sociedad, para liberarnos del mandado de la maternidad, en un sentido en que la oposición al aborto es muy agresiva, muy acusatoria contra la mujer. “Asesinas”, nos dicen. Pero es la oportunidad de que las que hemos tomado una decisión de no seguir con el embarazo pasemos de la ilegalidad a ser sujetos de derecvho. Eso va a aliviar tanto trauma que tenemos las mujeres que hemos abortado. Espero que triunfemos y que se jodan
¿Qué representa ese cambio de ángulo?
Me emociona mucho las chicas muy jóvenes dando esta batalla. Seria la voz de la mujer joven, que también es el sujeto del acoso sexual. Legalizar le quita valor simbólico al nacimiento, desacralizar la cuestión de la maternidad para que el cuerpo pase a ser exclusivamente un uso nuestro. Si el embarazo es nuestro, el aborto también. Es tan central como el embarazo en la vida de una mujer. Cambiemos el eje: puede ser traumática la maternidad y no el aborto. Lo hemos usado en silencio, pero no como grupo humano que decide. Es interesante, porque al aborto, una palabra que es fea, hay que dejarla de ver como fea, porque es tan fea o tan linda como la palabra embarazo. La diferencia es este empoderamiento de la mujer. Y hace falta, porque si no andamos por la vida pidiendo perdón.
Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.
Por María del Carmen Varela
La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.
La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario. Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.
El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.
Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.
Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.
La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.
Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA
Domingos 18 y 25 de mayo, 20 hs
Más info y entradas en @perlaguarani
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