Nota
#ChauLombardi: lxs trabajadorxs responden las mentiras del Titular de Medios Públicos
Hernán Lombardi volvió a cargar ayer en el Congreso contra los 357 despedidos de Télam, que ya llevan dos semanas de permanencia pacífica exigiendo la reincorporación. En esta nota, los trabajadores responden seis de las principales falsedades del funcionario: la incorporación de trabajadores como parte del crecimiento de la agencia, las medidas de fuerza por incumplimiento de los derechos laborales y cómo la actual gestión incorporó cargos jerárquicos afines al Gobierno. “No hacemos propaganda ni somos una usina para ningún gobierno”, dicen a lavaca. “Pasamos muchos gobiernos: ninguna gestión hizo lo que hizo esta de copar la totalidad de la redacción y designar jefes en todos los puestos de control”.

Foto: Nacho Yuchark para lavaca.
Si bien la cita era el martes de la semana pasada, el titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, Hernán Lombardi, acudió ayer al plenario de comisiones de Trabajo y Libertad de Expresión del Congreso para responder sobre las causas y consecuencias de los 357 despidos de Télam. Lo acompañó el presidente de la agencia, Rodolfo Pousá, el mismo funcionario que en el 2000, durante el gobierno de la Alianza, estuvo al frente del servicio estatal de noticias y propuso su cierre. Lombardi también es un ex Alianza: ministro de Turismo de Fernando De La Rúa, estuvo junto al expresidente la tarde del helicóptero en la Casa Rosada. En su exposición en el Congreso, también acudieron el vicepresidente de la agencia, Ricardo Carpena, y el gerente de Relaciones Laborales, Carlos Villoldo, entre otros miembros del directorio. Si bien Lombardi dio la primicia de los despidos en el programa de Jorge Lanata y declaró ante distintos medios, es la primera vez que ofreció una explicación formal.
Desde adentro del edificio de la avenida Belgrano al 200, el delegado del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) y periodista de Télam desde 1996, Mariano Suárez, habló con lavaca y respondió con datos seis falsedades que Lombardi manifestó frente a las diputadas y los diputados.
1) “Los despidos en Télam no son un fenómeno descontextualizado, ni un arbitrio caprichoso. Son la consecuencia lamentable de un problema estructural de larga data. Entre 2003 y 2015 la agencia cuasi duplicó su plantilla de empleados, de 479 a 926. Más de 50 ingresaron en un solo día de noviembre de 2015”.
Suárez: “Falso. El promedio histórico de empleados de la agencia es de 650, aproximadamente. Y tuvo variables: por ejemplo, en 1975 éramos 972 trabajadores. Pero el promedio histórico fue de 650 trabajadores para lo que era el servicio tradicional de la cablera. En los últimos años, obviamente Télam sumó servicios, tuvo una reconversión tecnológica para competir con agencias internacionales, sumó el servicio de la página web, el del sector audiovisual y el sector de la radio. Eso explica los 878 trabajadores que había antes del conflicto, que nos parece un tamaño saludable para el desarrollo necesario que tiene que tener Télam en todo el país, único medio que tiene una estructura federal en todas las provincias. Eso explica la cantidad de trabajadores. Y sobre el número inicial que toma Lombardi para decir que hay una duplicación de la planta, hay que recordar que Télam tenía 650 empleados antes de la gestión anterior de Pousá, en el 2000 y 2001: cuando llegó, quiso cerrar el área publicitaria, se revirtió, hubo un programa de retiros voluntarios, se fueron 150 personas y ahí quedó ese número. Pero esa cifra, hay que remarcar, fue posterior al desguace de la anterior gestión de Pousá”.
2) “Durante estos dos años y medio, Télam ha cumplido con todas sus obligaciones laborales e invirtió en capacitación y tecnología. Sin embargo, sufrió 61 medidas de fuerza”.
Suárez: “El número es falso. No llegan a 30 las medidas de fuerza que hubo en estos años. El cumplimiento de la normativa laboral es bastante cuestionable: tuvimos diversos conflictos previos al actual, entre ellos, la persecución de las trabajadoras de la agencia que participaron en la movilización del 8M: fueron ocho trabajadoras que fueron sumariadas. Tenemos varios que fueron suspendidos y sancionados por negarse a hacer tareas que no se correspondían con el Estatuto del Periodista. Un ejemplo: un compañero del sector audiovisual que se negó a editar una nota de un material que no pertenecía a la agencia y fue sancionado. Vivimos hace dos años y medio en un progresivo clima sancionatorio y de hostilidad, previo a los despidos. El discurso de la empresa al día anterior era que la agencia estaba creciendo en modos extraordinario, que estábamos en proceso formativo, que estaba en expansión y hubo una renovación importante de equipamiento del sector audiovisual. Hubo un cambio brusco en la política de empresa”.
3) “Lamentablemente Télam pasó de ser una usina de periodismo a un espacio de militancia partidaria. Es obligación de las autoridades de Télam proteger el interés de todos los argentinos haciendo a la empresa sustentable y viable”.
Suárez: “Nosotros no hacemos propaganda ni somos una usina para ningún gobierno: ni para éste ni los anteriores. Ha sido natural que tengamos situaciones de confrontación con los gobiernos de turno por la línea editorial. No es nuevo que venga una gestión y crea que estamos para reproducir una gacetilla de algún diputado o ministro. Es una demanda histórica que siempre tuvimos los trabajadores de Télam. Permanentemente tenemos asambleas, denuncias, con todos los gobiernos, porque defendemos la integridad de nuestro trabajo. La única diferencia es que ese mismo debate que tuvimos siempre en todas las gestiones, en ésta se castiga con el despido. El que no se acopla a la línea editorial, es despedido. Cuando llegó esta gestión designó personal propio en todas las áreas con control en el proceso de publicación de materiales, periodistas que responden a esta gestión, todos los jefes de secciones temáticas son nuevos jefes designados por esta gestión. Tienen un control absoluto de la línea editorial. Yo entré en 1997, hace 21 años. Pasé muchos gobiernos: desde que estoy ninguna gestión hizo lo que hizo esta de copar la totalidad de la redacción y designar jefes en todos los puestos de control. En general, se hacía pero en sectores sensibles, como política y economía, pero el resto seguían funcionando con personal histórico. Todo el que entró es personal jerárquico, son prosecretarios generales y están en puestos de edición y control de la agencia. Es el mismo personal que no está viniendo a la agencia desde el día de los despidos».
4) “Pasaron dos años y medio y en todos los argumentos escuchados nadie pudo decir que fue discriminado ideológicamente en una Argentina que tiene una brecha enorme, y eso para nosotros es un orgullo enorme”.
Suárez: “Se contradice con el propio discurso de Lombardi que dio en estas últimas semanas en todos los medios y la afirmación anterior de que Télam era una usina de propaganda y de operaciones de prensa, y que ellos quieren hacer una suerte de corrección de limpieza ideológica. Los despidos, además de su carácter de producir un ajuste, estuvieron dirigidos y están a todos los activistas de la redacción, de la asamblea, a todos los compañeros que tienen lugares protagónicos que promueven la vida sindical dentro la agencia y fueron despedidos. Evidentemente hubo interés de disciplinar contenidos y apagar las vida gremial de la agencia».
5) “Resultan inadmisibles el nivel de ausentismo, la cantidad de francos no justificados, los cobros de adicionales injustificados y la bajísima productividad comparada con cualquier agencia internacional. Todos estos desmanejos mellaron el atributo más importante de una agencia de noticias: su credibilidad con la correspondiente pérdidas de abonados”.
Suárez: “La existencia o no de ausentismo o de francos y su control dependía del funcionario y de los periodistas afines a la gestión. Si alguien estaba enfermo, lo autorizaba un médico de una empresa tercerizada contratada por una empresa privada bajo esta gestión. Si alguien se tomaba un compensatorio era, primero, producto de horas extras no pagadas, y segundo, lo autorizaba un personal periodístico jerárquico designado por esta gestión. Nos imputan como presuntas faltas, porque no conocemos si es así ni tenemos las estadísticas de las enfermedades de los trabajadores, lo que fueron faltas del control y la supervisión de cuyos responsables no fueron sancionados, ni castigados ni sumariados”.
6) “Había corresponsalías con cuatro redactores y un promedio de diez cables por mes. Había corresponsales que no respondían el teléfono, pagado por la empresa. Descubrimos un corresponsal cuya esposa tenía un portal de noticias abastecido irregularmente por Télam. Estas situaciones eran moneda corriente y el servicio se veía resentido”.
Suárez: “Hay corresponsalías hay con dos trabajadores, otras con cuatro, otras con 14 según la envergadura y la importancia estratégica de esas corresponsalías. Los números que hablan de la supuesta productividad son falsos: están manipulados por la empresa y además los corresponsales hacen el trabajo que le piden desde la redacción central y el secretario de redacción, Daniel Capalbo. Supuestamente durante dos años no hicieron ningún trabajo y los responsables de verificar esta situación son los que están despidiendo a los corresponsales. Entre los periodistas hay compañeros con enorme trayectoria, en algunos casos también trabajan en medios locales en otros horarios y tienen antecedentes intachables. Hay una estigmatización general de los corresponsales. Estamos dispuestos a revisar los corresponsales tanto los periodistas uno por uno, si hay una irregularidad, no la defendemos».
Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
Nota
La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
Entradas por Alternativa Teatral

Nota
Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.
Por María del Carmen Varela
La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.
La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario. Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.
El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.
Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.
Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.
La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.
Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA
Domingos 18 y 25 de mayo, 20 hs
Más info y entradas en @perlaguarani
- Revista MuHace 6 días
Mu 204: Creer o reventar
- Derechos HumanosHace 4 semanas
Memoria, verdad, justicia y Norita
- MúsicasHace 2 semanas
Susy Shock y Liliana Herrero: un escudo contra la crueldad
- #NiUnaMásHace 4 semanas
Caso Lucía Pérez: matar al femicidio
- Mu202Hace 4 semanas
Comunicación, manipulación & poder: política del caos