Nota
El juez Ramos Padilla en el Parlamento: la máquina ilegal
Durante cuatro horas y media el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, expuso en el Parlamento los alcances de la investigación que está desarrollando sobre lo que definió como “una red de espionaje ilegal” que cometió delitos durante varios años y que involucra a la justicia y al periodismo. Cómo comenzó y en qué estado está hoy el caso que afecta al Estado de Derecho y a sus principales instituciones. Sus referencias a la prensa y sus relaciones con los servicios de inteligencia. Qué rol cumplían los medios en el proceso de ilícitos de esa organización. Las citas que realizó Ramos Padilla a los Códigos de Ética que recomiendan que el periodismo “sólo debe utilizar medios justos y honestos para obtener información”. La primicia que dio Carrió (y no Vertbisky), el rol de la Comisión Provincial de la Memoria y por qué está causa no se acota solo a un fiscal, un periodista o un juez, sino que involucra hasta “las relaciones con Estados Unidos, Venezuela, Israel y Uruguay”. La desgrabación completa de los primeros 45 minutos. Y el video con la intervención.
Por qué habló en el Congreso: “Apenas dictamos el procesamiento de la primera persona que había sido procesada y detenida, el señor Marcelo Dalessio, inmediatamente la Comisión Bicameral de Inteligencia me requirió por escrito que diera las razones por las cuales sostenía que había organismos estatales o para-estatales en la Argentina que estaban haciendo espionaje ilegal, político-judicial-periodístico. Informé por escrito a la Comisión Bicameral y, al mismo tiempo, como se trataba de documentos y de archivos y legajos que traían datos sensibles acerca de las personas a quienes esta organización menciona como “objetivos” –yo, en definitiva, creo que son víctimas-, consideré que el mejor modo de resguardar y de entender y de comprender la magnitud de esta organización y el modo en que actuaban era compartir verbalmente, junto con los Diputados, la visión y los cuidados que debía tener una investigación con información de estas características. Por otro lado, creo que los jueces tenemos la obligación de poner en conocimiento de la ciudadanía el contenido de una investigación de estas características, ya que fundamentalmente ellos, en este caso a través de sus representantes en el Congreso de la Nación, tienen derecho a estar informados, a participar y, fundamentalmente, a conocer los actos que lleva adelante el Poder Judicial. Esto va en sintonía con algunas de las acordadas que ha dictado la Corte Suprema acerca de la publicidad de los actos del Poder Judicial. Por otro lado, tengo que señalar que a esta altura de la investigación no hay afectación alguna a la ley de Inteligencia Nacional ya que la AFI y el Ministerio de Seguridad informaron que el imputado, a quien se le secuestraron gran cantidad de archivos de inteligencia no es agente ni funcionario público. Si tengo que aclarar que soy el juez de la causa y voy a tomar todos los recaudos necesarios para preservar la investigación, para preservar la integridad y los datos reservados de las víctimas y que no voy a hacer conclusiones, sino exponer la información recogida hasta el momento».
Víctimas sin protección: «En lo que hace a los datos sensibles, lo único que debo señalar es que el Ministerio de Justicia, a través del Programa Verdad y Justicia, a un pedido del tribunal acerca de la mención a las víctimas, dijo que la intervención solicitada excedía el marco de su capacidad o de su actuación y hoy por hoy quienes han sido objeto o víctimas de esta investigación no tienen ninguna clase de protección, por eso el énfasis que hay que tener en proteger cada uno de los datos que aparecen en estos legajos».
Proteger las instituciones democráticas: «Esta investigación, y creo que también el Congreso de la Nación y todas las instituciones, lo que busca fundamentalmente es proteger la actividad de los periodistas; proteger la actividad de los jueces; proteger la actividad de los fiscales y de la ciudadanía en general; pero digo de ellos porque ellos pueden haberse visto afectados por esta maniobra de espionaje ilegal llevado adelante por organizaciones de esta envergadura».
Prensa, espionaje y verdad: «El Poder Judicial tiene entre sus premisas la búsqueda de la verdad. Hay muchos artículos, en el caso del ámbito penal es el artículo 193, por eso si hay una organización de espionaje que afecta el conocimiento de la verdad, la trastoca, se ve afectado también el funcionamiento del Poder Judicial. Pero también la actividad de los periodistas tiene como fin último y principal la búsqueda de la verdad y en ese sentido el Código Internacional de Ética Periodística de la UNESCO –único organismo de las Naciones Unidas que tiene como mandato defender la libertad de expresión y la libertad de prensa- tiene como primer principio ‘el derecho del pueblo a una información verídica’. Y precisamente la información puede ser trastocada, cambiada, falseada, cuando hay maniobras de espionaje previo que afecta el funcionamiento de la prensa.
Los periodistas tienen responsabilidades, dice la UNESCO, de darle esa información verídica a la ciudadanía; una información que está vista como un bien social y no como un simple producto o mercancía. Y es por eso es que se debe cuidar al periodista, que tiene una alta responsabilidad, para que no se vea engañado por una maniobra de espionaje ilegal mucho más grande, que él puede desconocer».
Prensa y servicios de inteligencia: «Hay muchos artículos y muchos códigos que hablan acerca del funcionamiento del periodismo y también del funcionamiento del Poder Judicial. Me llamó la atención el Código de Ética del Colegio dominicano, que en el artículo 47 dice: “se consideran actos violatorios a la ética profesional, además del soborno y las extorsiones, la actuación confidencial para los servicios secretos y organismos de inteligencia”. (largo silencio) Y también considera que el periodismo debe utilizar solamente justos y honestos medios para conseguir la información y dar a conocer noticias. Y si está siendo objeto de engaños o aquel que recibe la información –y pongo en igualdad de paridad a un juez o a un fiscal que tal vez tenga un fin loable, que es conocer la verdad, pero puede estar siendo engañado por una organización de estas características sin saberlo, ese juez, ese fiscal o ese periodista, puede estar consolidando una maniobra de espionaje ilegal. O peor aún, mucho más grande, si esto se difunde a mayor escala, lo que se llama una operación de acción psicológica, que es cuando determinadas agrupaciones o bandas delictivas pretenden inocular una forma de pensar, un sentimiento, sobre la población a través de este espionaje ilegal».
Cómo comenzó: «Tengo la obligación de contar cómo fue iniciado este expediente e, incluso, cómo fue informado durante un largo tiempo. Esta causa se inicia con una presentación el día 28 de enero de este año, del señor Pedro Etcheves, donde daba cuenta de una extorsión en curso, una exigencia de dinero y la acompañó con 14 horas de audios, videos e imágenes y formuló una querella donde indicaba directamente a un juez y a un fiscal en el pedido de extorsión, en el pedido de dinero.
Quiero decirles que nunca creí que un juez o un fiscal de la Nación pudiera estar pidiendo dinero por quien decía públicamente que era un agente de la DEA, pero en la investigación –la extorsión estaba en curso, reitero- se dispusieron inmediatamente medidas de prueba que tenían que ver con conseguir filmaciones de distintos hoteles, corroborar una reunión en el balneario de Pinamar, escuchar las 14 horas de grabaciones y, al mismo tiempo dispusimos, en ese mismo momento, la intervención telefónica del señor Marcelo D’Alessio. Poco a poco se fueron consolidando distintas fuentes de prueba y en los pocos días que duró esa intervención telefónica –no me estoy refiriendo a la prueba aportada por la querella- del teléfono de línea –no de las conversaciones por WhatsApp- pudimos ver -solamente con 10 días- varios hechos que nos daban cuenta de la posibilidad de que esta organización cometiera varios delitos de manera simultánea. Y de todo tipo».
Los audios: «Esta escucha que duró aproximadamente 10 días por ejemplo decía el señor D’Alessio junto a otra persona que supuestamente había sido víctima de un delito:
-‘Yo no los quiero meter en cana a los chabones. Yo los quiero hacer desaparecer ‘.
Y el señor D’Aessio contestaba:
-‘Yo me dedico a eso. Escuchame bien lo que te digo: yo me dedico a estas cosas’.
(El juez sigue leyendo otra parte de la desgrabación. El que habla es Dalessio)
-‘Lo primero que tenés que hacer cuando querés pasar un mensaje es esperar una semana o 10 días. Te explico por qué: cómo le van a cagar la vida hoy y mañana a otra persona, entonces no van a pensar que sos vos porque van a tener 600 danmificados. Lo primero que tenés que hacer es saber jugar al ajedrez. Cuando nadie lo piense, vas a caer vos, si querés, en persona. ¿Listo? ¿Me entendiste? Lo primero que hay que hacer es saber contar hasta 10. Manejar los tiempos. Lo segundo, tenerlo en el radar para que no se vaya del barrio; lo tercero: hay que hacer un listado de todo. Vamos a ponerle un rastreador al dinero. Es lo que yo hubiera hecho. Y después, yo le pongo 3 kilos de merca, a lo cual tiene 9 años de prisión. Y después, yo le voy a explicar a todos los familiares que con ustedes no se jode’.
(Otra conversación vinculada a los servicios de inteligencia de Córdoba. D’Alessio habla con otra persona)
-‘Yo voy a hablar con la gente de la AFI, con el director general’.
(Otra conversación, vinculada con una usurpación. Habla D’Alessio)
-‘Bueno, empecemos a ver la plancheta, de quién carajo es. ¿No es de nadie? La usurpamos, hacemos un juicio de escrituración, porque ojo: en una de esas nos manoteamos 4 hectáreas y que se vayan todos… Instalamos a los morochos adentro, ponemos una mina embarazada’”.
La primera filtración: «En una de estas conversaciones, la gente de Prefectura que estaba interviniendo nos hizo saber que se podía haber filtrado el allanamiento que nosotros estábamos previendo, así que se libraron órdenes a distintos jueces, a jueces de Mar del Plata, porque el encuentro podía ocurrir en un restaurante de ahí –Viento en Popa- , también a Capital porque el encuentro podía ocurrir en una galería de Capital y también se le reclamó al juez Villegas que se autorice al tribunal a hacer un allanamiento entre los días 6 y 8 de febrero. Esa información se habría filtrado, lo que motivó que directamente que fuera yo a hacer el allanamiento, junto con dos secretarios, y una pequeña comisión de Prefectura. Y ahí es donde cambia el objeto de la investigación 180 grados: 180 grados» (repite).
Qué encontraron: «Encontramos documentación, legajos de inteligencia, cuadernos con datos sensibles acerca de los hijos, de las esposas, de los allegados, de las personas que eran ‘objetivos’. Elementos de espionaje, tales como cámaras ocultas en llaveros, o drones. Quiero decir que era tal nuestro grado de ingenuidad que dejamos algunas cámaras ocultas que no percibimos que eran tales, y después nos dimos cuenta. Un arma, que llamó la atención de todos los que estaban ahí, con 16 cartuchos de repetición –yo de armas no conozco mucho- que para ingresarla seguramente hay que tener algunos permisos especiales».
Bullrich, Arribas y Macri: «Tal vez, la explicación más clara de por qué había cambiado el objeto de la investigación la puedo resumir muy sencillamente porque la dio el propio D’Alessio, cuando fuimos, confundido con que yo era el juez de Lomas que había dictado el exhorto para autorizarnos a nosotros a hacer el allanamiento, él fue a resistir el allanamiento de este modo: (hace escuchar dos audios de su teléfono celular que registran lo dicho por D’Alessio en el momento del allanamiento donde le dice que hable con Patricia Bullrich, el titular de la AFI Gustavo Arribas y el presidente Mauricio Macri). Quiero demostrar con esto que el primero que dijo que realizaba investigaciones de inteligencia vinculadas con el terrorismo y el tráfico (de drogas) fue D’Alessio. Hay otro audio donde dice también que llevaba investigaciones para un fiscal. Y a partir de ese momento, de un allanamiento que duró 12 horas, decidimos correr vista al fiscal, que amplió la investigación y requirió que se investigue la asociación ilícita».
La primera fue Carrió: «Inmediatamente dispusimos el secreto de sumario., pero la investigación y el expediente empezó a discutirse en los medios de prensa a partir de la primera publicación que se conoce y está en la resolución, que es un tuit de la diputada Carrió, que señalaba que esta investigación era una operación. Y luego, a las pocas horas, una publicación –El cohete a la luna– publicó una nota. Esto ocurre al día siguiente (al allanamiento), el día 7. Sin embargo la causa siguió en secreto de sumario y, al menos, hasta el 25 de febrero, se siguió discutiendo o hablando en los medios de comunicación de que esto era un pedido de dinero de un fiscal, juntamente con un agente o alguien que lo había girado., cuando en realidad desde ese momento estábamos investigando una red de espionaje político-judicial de magnitudes. Insisto: durante todos esos días se discutía otra cosa y es lógico, porque la causa estaba en secreto de sumario».
Estados Unidos, Venezuela, Israel y Uruguay: Y es lógico también que algún medio de prensa, que tiene contacto con la querella, subiera (a su portal) y conversara sobre esos testimonios, pero lo cierto es que el caso que puede involucrar a un fiscal, ya sabemos que no es un único fiscal, sino que hay varios fiscales, el caso que puede involucrar a un periodista, el caso que puede involucrar a un juez, es ínfimo: lo que estamos viendo puede perjudicar las relaciones con los Estados Unidos, con Venezuela, con Israel y con la República del Uruguay, porque esta organización tuvo incidencia en distintos ámbitos de incumbencia de estos países. Por eso desde un primer momento fue intención de este juez de Dolores darle institucionalidad».
La respuesta del Procurador y el pedido de Ercolini: «Le reclamé al Procurador General de la Nación (Eduardo Casal) que intervenga cuando la causa estaba en secreto de sumario, le pedí por favor que no quería inmiscuirme en las investigaciones que llevaba adelante el fiscal de la Capital, pero que tenía que avanzar en la averiguación de la verdad y que era necesario determinar si este agente había participado en otras maniobras del ámbito judicial. En todos los casos tratando de respetar la investidura y las investigaciones que llevan adelante mis colegas. No tuve respuesta… no tuve la respuesta esperada. Insistí luego y tuve respuestas similares. El doctor (Julián) Ercolini (juez federal) , en ese momento, a instancias de uno de los denunciantes de la causa de Dolores que pidió que me inhiba y le dé la causa de manera urgente porque según sostenía, él tenía el mismo objeto procesal que tenía yo, que estaba investigando en Dolores. Nunca supe cómo pudo conocer el objeto procesal si la causa estaba en secreto de sumario. Y, al mismo tiempo, siempre tuve dudas acerca de cuál era el hecho que quería que le remitiera, si solamente aquel vinculado a Etchebest, si todos los que podían incluir al fiscal denunciante, si todos los que podían incluir a Comodro Py o incluíamos también Penal Económico, el caso de los hechos de Mercedes, de Santa Fe, de Necochea o incluso las operaciones que se realizaron en Uruguay y de las cuales después voy a hablar. Por eso no era y no es sencillo resolver este incidente de competencia en el cual todos quieren la investigación y ni siquiera delimitan el objeto procesal».
La Comisión Provincial de la Memoria es parte: «Para darle institucionalidad le di intervención a la Comisión Provincial por la Memoria que es un organismo creado por ley que ha investigado y administra el mayor archivo de inteligencia obtenido y secuestrado de las dictaduras en toda Latinoamérica. Hace peritajes judiciales y decidí remitirle la información secuestrada. Ayer presentó el primer informe preliminar en torno a las tareas de inteligencia efectuadas».
El verdadero objeto de la investigación: «Decía que el día del allanamiento, pero fundamentalmente a partir de que se hizo pública la resolución, porque tuve que levantar el secreto de sumario a pedido del juez Ercolini y dictar una resolución lo más rápido posible, el objeto de la investigación ya era claro y distinto de la posible –como dicen en términos llanos- no era que se había girado a un fiscal: estábamos analizando la actividad de agentes o ex agentes de inteligencia orgánicos o inorgánicos, pertenecientes o con vínculos con agencias nacionales e internacionales, que estaban llevando adelante operaciones de espionaje e ilícitos vinculados con actividades judiciales y los poderes de los ministerios públicos nacionales y provinciales, las fuerzas de seguridad nacionales y provinciales, los poderes políticos y los medios de prensa».
Una organización ilegal que opera hace años: «Tal vez repasar la Ley de Inteligencia nos permita entender que las agencias de inteligencia no llevaron adelante las acciones de contra inteligencia para evitar que se lleven a cabo estas operaciones por parte de una organización de estas características actúe en Argentina. (lee el artículo 11). Está claro que han dicho que el señor Marcelo D’Alessio no pertenece a ninguna agencia de seguridad nacional, pero esta organización –que hay datos de los cuales demuestran que viene funcionando hace muchos años, tal vez el dato más concreto que tenemos de los últimos días es el procesamiento que dictó el juez Rodríguez en torno a un hecho del 2016, pero la información que tenemos a través de los datos y la documentación recogida es que funciona desde hace muchísimos años atrás».
Lo que no se puede hacer: «Los organismos de inteligencia, y obviamente, las organizaciones paraestatales mucho más lo tienen prohibido, no pueden obtener información sobre opinión política, adhesión o pertenencia a organizaciones partidarias, sociales y sindicales. No pueden influir, de cualquier modo, en la situación política, en la opinión pública, en los medios de difusión».
D’Alessio y los medios: «Vamos a observar que este falso abogado al mismo tiempo tenía una actividad muy intensa dentro del ámbito de la prensa y es precisamente la condición de abogado y la condición de vínculo con la prensa la que le permitía que sus operaciones de acción psicológica sean mucho más intensas, mucho más profundas, y en algunos casos vamos a verificar cómo, con un detalle increíble, hay por parte de D’Alessio una planificación acerca de que primero tenía que ir a determinado medio de prensa y luego tenía que ir a la justicia a relatar exactamente lo mismo una persona que, en términos de ellos, antes había sido ‘ablandado’ o puesto en pánico. Por eso no era casual que el señor D’Alessio tuviera esta relación permanente con agentes de prensa, con medios, pero insisto: eso no quiere decir que aquel periodista o aquel juez que recoge ese testimonio sea parte de ese espionaje ilegal. Lo que lo va a ser parte es el conocimiento de que formaba parte de ese engranaje ilícito y que estaba consolidando la maniobra de espionaje iniciada anteriormente. Hay muchos jueces, fiscales, periodistas que seguramente fueron engañados en su buena fe. Fueron víctimas también de las maniobras de espionaje. Y agrego legisladores. Y agrego funcionarios públicos».
El modus operandi: «Hemos comprobado los modus operandi de esta organización a través de la documentación. La metodología era la recopilación de información, la producción de inteligencia y el almacenamiento de datos sensibles de distintas personas, de manera paralela a las causas judiciales, sin requerimiento específico formal de las autoridades competentes, para luego llevar a cabo acciones coactivas, intimidatorias y extorsivas. Todo ello, en muchos casos, con la finalidad de influir en causas judiciales. Eso no quiere decir que la actividad de espionaje ilegal que realizaba no tuviera también otros fines como los de obtener dinero, apropiarse de dinero de empresarios, de empresas nacionales o extranjeras».
Nota
Escritos sobrevivientes: Un nuevo libro escrito por ex detenidos desaparecidos
Este 24 de marzo, a 49 años del golpe, la editorial lavaca publica Escritos sobrevivientes, un libro creado junto a un grupo de personas que estuvieron secuestradas y desaparecidas en distintos centros clandestinos de represión durante la última dictadura militar. Se presenta el próximo viernes 28, pero ya podés pasar a buscarlo por MU (Riobamba 143) desde hoy. En este texto, Claudia Acuña cuenta qué representa esta obra parida en colectivo y en medio de aires negacionistas.
Por Claudia Acuña
Este libro representa muchas cosas y todas y cada una nos parecen decisivas para estos tiempos desesperados.
Ni sé por dónde comenzar a enumerarlas, así que sin orden de importancia ni cronológico enumero algunas, aunque sin duda me faltarán otras que invito a que completen quienes lo lean.
Lo primero, para mí, es reconocer el valor social, político, histórico y ético que merecen las personas detenidas-desaparecidas por la dictadura cívico militar que azotó este país desde el 24 de marzo de 1976. No olvidamos esa fecha gracias a ellas, pero no siempre se las nombra con la relevancia que han tenido para construir verdad, justicia y memoria.
A algunas de ellas he tenido el honor de escucharlas y verlas testimoniar en los juicios de lesa humanidad, pero también en los diferentes procedimientos contra la impunidad que crearon y sostuvieron para que esos juicios sucedan.
Una y otra vez.
Una y otra vez.
Una y otra vez.
Hasta lograrlo.
Solo a una pude agradecerle con palabras y lágrimas el esfuerzo, el coraje y el legado que recibíamos por su esfuerzo, pero fundamentalmente por sus vidas consagradas a hacer posible lo imposible. Fue en la puerta de los tribunales de Comodoro Py, mientras los altoparlantes transmitían la primera condena a los genocidas responsables del centro de detención clandestino y de tortura que funcionaba en la Esma. Ahora, con este libro queremos extender esas gracias a cada una, a cada uno.
Sé, porque comprendí la lección que nos daban, que no puedo afirmar que lo hicieron solo ellas, ellos. Esa es otra de las cosas que representa este libro: el saberse parte – y reconocerlo siempre- de algo más grande, más importante y más trascendente no solo del yo, sino incluso del núcleo colectivo en el que nos organizamos, reflexionamos y tomamos fuerza para resistir. Nuestras fuerzas individuales y nuestras construcciones políticas suman, activan, empujan, pero alcanzan sus objetivos cuando sincronizan con la necesidad social, con la época y con la Historia. Tienen alas porque tienen raíces y mueven al mundo hacia lugares mejores porque se sabe más grande y más poderosa que lo que nos rodea.
Eso que aquí las y los autores definen como “subjetividad sobreviviente” nos advierte eso: somos nuestros cuerpos y la sombra que proyectan, lo que hacemos y lo que soñamos, nuestras obras y nuestra imaginación, nuestros saberes y nuestra intuición, pero también y además aquellos cuerpos, proyecciones, hechos, batallas ganadas y perdidas, que nos anteceden y desbordan para fortalecernos y sostenernos de pie. Aquello que ilumina la oscuridad es la memoria sensible: de eso se trata este libro, además.
Otra: el valor de las utopías. En los momentos más aterradores hemos gritado “Aparición con vida y castigo a los culpables”. Bueno: la noticia es que hemos tenido éxito y aquí están las personas que cuando pronunciábamos esas palabras mágicas no podíamos abrazar. Algunas de ellas son las que el tercer sábado de cada mes vimos ingresar a nuestra trinchera durante el largo y desalentador año 2024. Para nosotros ese taller de escritura significó una cita con la esperanza, cada vez. Y una comprobación: el futuro se construye con el hacer colectivo, cada vez.
Por último: este no es un libro de testimonios sobre el horror de la dictadura, sino su contracara o quizá, lo que se puede pensar después de cruzar el abismo de la impunidad.
Quizá.
Me falta todavía superar la alegría de haberlo logrado, de sostener con las manos esta pequeña utopía realizada en tiempos de saqueo de recursos simbólicos y materiales, en las cuales sólo proponerlo sonaba casi irresponsable, para poder encontrar las palabras certeras, que expresen lo que representa que personas empobrecidas y violentadas podamos hacer lo que querramos financiadas sólo por el deseo y la convicción, que siempre es política.
Quizá la palabra exacta sea una sola: Argentina.
La presentación
Escritos sobrevivientes y compila una serie de textos producidos en un taller de escritura que tuvo lugar en MU durante 2024. Estos relatos abordan historias marcadas por lo que el grupo denomina «subjetividad sobreviviente». El resultado es un conjunto de textos poéticos, políticos y filosóficos, de una potencia y belleza conmovedoras.
Participan: Rufino Almeida, Margarita Fátima Cruz, Graciela Daleo, Lucía Fariña, Mercedes Joloidovsky, Eduardo Lardies, Susana Leiracha, María Alicia Milia, Claudio Niro, Silvia Irene Saladino, Stella Maris Vallejos e Inés Vázquez.
Así lo resumen sus autoras y autores: «Un grupo de compañeras y compañeros, ex detenidos desaparecidos por el terrorismo de Estado, nos reunimos en un taller de escritura para crear textos enfocados en la subjetividad sobreviviente, mientras la voz del poder alimenta el negacionismo y la reiteración del sufrimiento popular por variados medios».
El libro se presentará el próximo viernes 28 de marzo a las 20 horas en Mu Trinchera Boutique, Riobamba 143.
Podés conseguirlo desde hoy, 24 de marzo, también en MU.

Nota
La Justicia esquiva la causa por el disparo a Pablo Grillo: “Hasta ahora no se investigó nada”

La recuperación de Pablo “es muy rápida” pero la investigación sobre su intento de asesinato, muy lenta, o directamente inexistente. Qué dijo el padre hoy frente al Hospital Ramos Mejía donde Pablo sigue pelando por su vida, aún en terapia intensiva pero con avances prometedores, y las abogadas del caso que presentaron ante la Justicia: primero Servini de Cubría y luego el candidateado a la Corte Ariel Lijo rechazaron la causa, y ahora se sortea en la Cámara Federal de Casación a qué juez le tocará investigar a quien le disparó y a sus superiores jerárquicos. Los dichos de Adorni en conferencia de hoy, y quién cortó el diálogo con la familia; las pruebas que se pidieron y las que se aportaron; y el texto de la presentación judicial en la que la familia pide ser querellante, con las pruebas que aportamos desde decenas de medios, fotoperiodistas y organizaciones sociales.
Por Francisco Pandolfi
Pablo Grillo todavía no está fuera de peligro, pero la mejoría día a día, paulatina y constante, le permite a la familia hablar ya no sólo de su estado de salud. Hasta hoy, el único foco era la supervivencia de este fotógrafo de 35 años impactado por una granada de gas lacrimógeno, fuera de toda legalidad, por las fuerzas de inseguridad comandadas por la ministra Patricia Bullrich.
La pérdida de masa encefálica y la fractura de cráneo con la que llegó de urgencia al Hospital Ramos Mejía –el miércoles 12 de marzo, cuando se desató la represión en la marcha por las paupérrimas condiciones en las que viven las y los jubilados–; la primera operación esa misma noche en la que se bajó la presión intracraneal y se le reconstruyó algo del tejido. Las pupilas que empiezan a reaccionar bien. La merma en la sedación. Los primeros movimientos – prematuros e inesperados por los propios médicos–. Otra operación por un derrame que es revertido a tiempo. La baja de los glóbulos blancos como síntoma de la baja en la infección. Y a solo una semana del disparo, Pablo abre los ojos. Y le sacan el respirador para ver cómo reacciona y lo hace agarrándole la mano a la mamá. Y por si fuera poco le susurra las palabras más hermosas a su papá: “Hola, viejo”.
Pablo continúa en terapia intensiva, en estado crítico, pero respondiendo bien neurológica y físicamente. “Es asombroso el nivel de avance que tuvo”, dice Fabián, su viejo, con los ojos emocionados e incrédulos por la mejoría impensada en tan poco tiempo. Esa sucesión de buenas noticias las que posibilitan a la familia convocar este viernes a una conferencia de prensa «para contar novedades en la causa judicial».
Primero, habla Fabián, su papá, sobre la salud de Pablo: “Las novedades son que está estable, por lo tanto es bueno. Está con los ojos abiertos y sigue sin respirador”.
Fabián lleva puesta una remera azul, con letras blancas que dicen: “Justicia por Pablo Grillo”. Se lo nota cansado, pero más distendido. Se ríe cuando cuenta: “Tengo un video con saludos de (Ricardo) Bochini, veremos si los médicos nos permiten que se lo pasemos. Si lo escucha al Bocha, va a volver a hablar seguro Pablo”. Mantiene los pies sobre la tierra: “Todavía la situación es grave: está en terapia y con riesgo de vida. Pero en ese marco todo lo que estuvo ocurriendo es favorable. A todos nos sorprendió su evolución. Incluso los médicos manifiestan que la evolución que está teniendo es asombrosa. Es muy rápida”.
Este jueves, el vocero presidencial Manuel Adorni dijo que el diálogo con la familia quedó roto desde que el padre de Pablo acusó a Bullrich de ser cómplice. Fabián le responde: “Nosotros no cortamos nada porque nunca existió el diálogo. Lo mío fue una respuesta a una declaración mentirosa de Bullrich, por tanto si es que alguien cortó el diálogo fueron ellos. Yo estoy dispuesto a escuchar, si alguien me llama”. Y agregó: “A esta altura no lo espero (ese llamado). Espero poco. Pero demostraría que tienen todavía un grado de humanidad”.
En relación a las mentiras de Bullrich sobre el trayecto del proyectil, expresó: “Me da vergüenza la forma en que fue acomodando la mentira. La va acomodando a medida que la realidad se lo desmiente, es hasta absurdo, burdo, grotesco: no sé que palabra utilizar”. Cuando le preguntaron si le diría algo al gendarme que, según los elementos reconstruidos hasta el momento, sería quien disparó (presuntamente, el cabo Guerrero), afirmó: “Personalmente no le diría nada. Sí lo vamos a decir de forma jurídica. El mejor diálogo que podemos tener con esta gente es en lo judicial”.
La causa, sin avances
Fabián estuvo acompañado por Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos, y a Paula Litvachky, del CELS, organismos que patrocinarán legalmente a la familia, que este 21 de marzo se presentó ante el Juzgado Criminal y Correccional Federal Nº 1 para ser tenida en cuenta como querellante en la investigación judicial.
Lo más importante de la causa hasta ahora: desde el 12 de marzo “no se investigó nada y reclamamos que se empiece a investigar urgente”. Las abogadas cuentan el por qué: “La causa iniciada por la denuncia de la Procuvin (Procuraduría de Violencia Institucional) que dio inicio a la instrucción estaba presentada en el Juzgado 12 de Ariel Lijo, quien se la devolvió a la Jueza Servini de Cubría, que otra vez la rechazó. Ninguno de los dos quiere hacerse cargo de la investigación. Ahora irá a sorteo para definir quién la sigue. La Cámara Federal de Casación Penal tiene que resolver”. Agregan: “Hasta ahora el Ministerio de Seguridad dijo que no hará sumarios internos por el accionar de su Fuerza, lo que refleja el encubrimiento”.
La causa aún no tiene carátula porque no está radicada en ningún juzgado. La denuncia presentada es por tentativa de homicidio agravado, por abuso de autoridad e incumplimiento de funcionario público.
Dice Paula Litvachky, del CELS: “Es muy importante que la causa salga de este limbo judicial y se inicie el pedido de pruebas antes de que pase más tiempo”.
Dice Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos: “Esperamos que en estos primeros 9 días en los que no se hizo nada, no haya ninguna prueba que se haya destruido, modificado, alterado. Hay cámaras del Gobierno de la Ciudad que tienen un tiempo de duración determinado, o de negocios que también se van borrando y si no las pedís inmediatamente después ya no están. Es vergonzoso que un hecho así no lo esté investigando nadie”.
Las abogadas pidieron una serie de pruebas. Las más relevantes: “Quién dio las órdenes, cómo se manifestaron esas órdenes y cuáles fueron, antes y después del impacto; cuál fue el protocolo que se aplicó, quienes integraban el equipo donde estaba incluido el cabo Guerrero y qué órdenes se le impartió a ese grupo en particular; qué armas utilizaron”. También exigen que se lo llame a indagatoria a Guerrero. “Ya hay suficientes elementos para hacerlo”.
Completa Paula Litvachky: “Hicimos una presentación con los hechos, tenemos un montón de pruebas para que se reconstruya ese tramo del operativo de modo tal que se pueda tener la responsabilidad de quién disparó y de toda la cadena jerárquica”.
Concluyen ambas: “Las pruebas están. Nunca hubo tanto registro fotográfico y audiovisual. Necesitamos el acompañamiento social para empujar a que se haga justicia y que no quieran desviar el foco de la investigación”.
Nota
La causa de la caída: la denuncia de Beatriz Blanco, la jubilada gaseada y golpeada por la Policía

Traumatismo encéfalo craneano, herida cortante e irritación ocular: las heridas causadas a Beatriz Blanco (81 años) ya forman parte de una causa judicial que inició ella misma y también la Procuraduría de Violencia Institucional, y apunta contra dos efectivos que la gasearon y le pegaron, provocando su caída. También apunta a la responsable del operativo, la ministra Patricia Bullrich, que se desplegó el miércoles de manera feroz, pero que -plantea la denuncia- es parte de un “plan sistemático”. Beatriz fue golpeada a las 16:10, antes de los principales incidentes, mientras se manifestaba en una esquina: cómo fue el momento, según relata ella misma en la denuncia y cuenta su hija. Quién es esta jubilada que trabajó de todo. Cómo está: recuperándose, enojada y “con más fuerza que nunca”. La voz de una de sus hijas junto a quienes lucha por justicia, y paz.
Por Franco Ciancaglini.
La imagen de Beatriz Blanco cayendo en seco al suelo -tras ser gaseada y empujada por dos efectivos de la Policía Federal- dio la vuelta al mundo.
En el video se ve el fin de una secuencia más larga que inicia cuando la Policía Federal empuja de manera violenta a jubiladas y jubilados que se encontraban haciendo el clásico semaforazo de todos los miércoles en el Congreso.
“Ella lo que cuenta es que estaba con el grupo de jubilados, cortando Entre Ríos, para mostrar sus carteles. Y cuando el semáforo se pone verde se vuelven a la esquina. Y en ese momento vino la policía, apurando a todos los viejos a subirse a la vereda”.
La que habla es una de sus hijas, Paula.
El relato coincide con la temprana decisión de las fuerzas de abalanzarse sobre personas que hacen lo mismo todos los miércoles -un semaforazo, y luego una movilización que da la vuelta al Congreso-: Beatriz fue atacada a las 16:10.
Esta vez, por lo especial de la fecha, los Policías iban además con el gas apretado y el palo suelto. Cualquiera que estuvo en la manifestación pudo apreciar cómo apenas una persona se acercaba a los efectivos, o incluso estando a metros, sin hacer nada, podía ser gaseado. Incluso teniendo 81 años.

Los camiones hidrantes fueron parte de la cacería desatada. Foto: Lina Etchesuri.
El arma y la palabra
Beatriz Blanco no está afiliada a ninguna barrabrava ni milita en ningún partido político.
Es jubilada.
Trabajó toda su vida como empleada en cooperativa de fletes, empleada cuidando niños, costurera, y de casera hasta los últimos tiempos.
Tiene tres hijas.
Una de ellas, Paula Ippolito, cuenta que junto a su madre Beatriz y su hermana Paula suelen ir juntas a las marchas. “Esta vez fue sola porque justo yo estaba operada de la rodilla. Suele ir, no va todos los miércoles pero cuando puede va”.
Beatriz ya conocía a varios y por eso se acercó al grupo de jubilados que realiza los miércoles el semaforazo. Luego de que la empujaran a la vereda, se puso a hablarle a un cordón policial, una práctica habitual de jubilados anodados ante la violencia sin sentido que ejercen las fuerzas: “Ella siempre es de ir y hablar, de decir qué están haciendo, cómo no les da vergüenza; mi mamá siempre como que quiere hacer conciencia. Ella le debería estar gritando al policía que estaba de espaldas y lo toca con el bastón como diciendo ´mirame´. Ahí el chabón se da vuelta y le tira el spray, y el otro que le pega con el palo en la cabeza”.
Ese combo, que representa un ataque, de gaseo, empujón y golpe, hace que Beatriz pierda el equilibrio instantáneamente, y caiga al suelo.
La primera pregunta es cómo está: “Se está recuperando. Está en reposo, en observación por el golpe que recibió en la cabeza. Está con mucho dolor en todo el cuerpo, con un poco de inestabilidad, con el dolor en los ojos por el gas que le tiraron. Tiene los ojos muy hinchadas: le tiraron gas directo en la cara”.
Este dato del gas directo a sus ojos explica a la vez la pérdida del equilibrio, desechando por tierra las mentiras del Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, que aseguró que se “cayó sola”. También el título de la empresa La Nación que habló de que la jubilada “atacó” a la policía previo a su “caída”: “Ella le tocó con su bastón para que se diera vuelta, para que la escucharan, no golpeó a nadie. Habría que mostrar los videos enteros donde la Policía increpa primero a los jubilados para que se suban a la vereda, con la agresividad que suelen tener”.

Beatriz Blanco, tras los gases recibidos y el golpe posterior. Foto: Lina Etchesuri.
El caso de Beatriz es uno de los dos -junto al del fotógrafo Pablo Grillo- denunciados por la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin) ante la Cámara del Crimen. En esas denuncias a las que accedió lavaca, el organismo que se encarga de monitorear a las fuerzas -en estos tiempos, con menos entusiasmo- presenta como “pruebas” distintos recortes periodísticos alrededor del ataque a Beatriz. Y solicita a la justicia que requiera al Ministerio de Seguridad el personal policial afectado a los lugares de ambos ataques, así como los datos de la “sala de operaciones” a la que reportaban los agentes a cargo del operativo.
Por otro lado, la propia familia de Beatriz presentó una denuncia contra los dos agentes de la Policía Federal y contra la propia ministra Bullrich. Narra en su presentación lo mismo que refiere su hija en esta nota: “Siendo aproximadamente las 16:10 hs me encontraba en las inmediaciones de la esquina de las avenidas Entre Ríos y Rivadavia de esta ciudad (…) cuando fui rociada con una sustancia lacerante por un efectivo de la Policía Federal. Inmediatamente después, y también a manos de un efectivo de la PFA, recibí un golpe en la cabeza, con un elemento que creo se denomina ‘tonfa’, lo que provoca mi caída al piso”.
Tras el golpe, Beatriz fue derivada al Hospital Argerich, donde diagnosticaron lo producido por el ataque: traumatismo encáfalo craneano, herida cortante e irritación ocular.
Por eso, por un lado, reclama la identificación de los dos efectivos que la atacaron, plausibles de ser responsables de “delitos de lesiones leves” agravadas por tratarse de personal de la fuerza. Y por otro, califica a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich como “autora mediata” por ser responsable del operativo y algo más: la valiente presentación habla de que estos hechos son parte de un plan sistemático.

Una síntesis del plan sistemático. Foto: Juan Valeiro.
“Como en los momentos más aciagos de nuestra historia, desde el Poder Ejecutivo se ha montado un Programa de Miseria Planificada cuya consecuencia natural es la Protesta Social. Y sabido es que este tipo de políticas socioeconómicas sólo resultan aplicables cuando se pone a disposición de las mismas al aparato represor del Estado”.
Firma toda esta historia la propia Beatriz, acaso poniendo en contexto lo que representan los golpes que sufrió, su historia y el futuro por el que pelea junto a sus hijas. “Nosotras somos fieles a las marchas que son para los derechos del pueblo”, cuenta Paula, una de ellas. “No militamos en ningún partido político, siempre vamos independientes y solas”, aclara por si hiciera falta.
Paula habla siempre en plural femenino, pensando en su madre y su hermana. Desde ese lugar cuenta: “Nos están sacando todo. Nos están metiendo miedo para que no salgamos a las calles. Están imponiendo todo lo que quieren imponer. Siempre estamos atentas a todas las luchas. Esto va a por todos, no es solamente por los jubilados. A mi me han robado plata con la AFJP a pesar de que ya tengo 30 años de aportes. Estos vienen por todo, por todo lo que conquistamos”.
Junto a Natalia, las jóvenes militan tocando tambores en Batuka, uno de los conjuntos que lleva el ritmo a la calle y es la banda de sonido de la protesta social y la lucha. Hoy, del lado de la víctima, Paula asegura: “Estamos luchando para que esto no vuelva a suceder. Para que tengamos memoria y el pueblo no se duerma. No tenemos miedo. Ya la verdad que queda poco por perder”.
Esta lucha incluye, claro, a Beatriz: “Está más fuerte que nunca. Está enojada, muy enojada. Pero está fuerte para seguir la lucha”.
La lucha, ahora, es por justicia: “Solamente queremos que los responsables tengan justicia, sean los policías o la ministra de Seguridad: que la justicia trabaje a favor del pueblo. Y que no salga nadie más impune”.
¿Tenés esperanzas? “Y no. Pero hay que hacerlo igual: nos corresponde”.
La esperanza tal vez siga estando en la calle, mientras estas jóvenes sin contención psicológica ni asistencia estatal de ningún tipo enfrentan los golpes: “Estamos nosotras, las hijas, para cuidarla y para que se reponga de esto”.
¿Necesitan algo? “Sí: paz”.