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Chubut: seis detenciones y denuncias de torturas en medio de las protestas contra la megaminería
La policía chubutense reprimió una manifestación de vecinas y vecinos que reclamaban contra la minería a cielo abierto frente a la Legislatura provincial, en Rawson. Fueron detenidas dos mujeres y cuatro hombres quienes, tras ser liberados, denunciaron haber sido sometidos a torturas y vejámenes por parte de las llamadas fuerzas del orden. El episodio ocurrió tras la sesión legislativa en la que se aprobó una Ley de Ministerios que, según las asambleas, intenta reinstalar y legitimar los proyectos de minería. La actividad está prohibida desde 2003 en Chubut como consecuencia del rechazo social que genera. Una postal de la andanada extractivista sobre territorios y comunidades.
“Quieren meter el extractivismo a cualquier lugar” explica a lavaca Pablo Lada, integrante de las asambleas por el No a la Mina en Chubut, antes de detallar la información sobre la reacción policial ante los asambleístas. “A los seis detenidos los llevaron a la comisaría provincial de Rawson. Allí sucedieron vejaciones: a las mujeres las golpearon y les taparon la cara para que no vean lo que les hacían a los varones, que gritaban. Les pegaron. Algunos salieron ensangrentados. Les metieron un perro en la celda, como una forma de tortura”.
Noelia Silva, una de las manifestantes detenidas y liberada después de las 4 de la madrugada, dijo a Radio 3: “No se quisieron identificar. Nos pusieron contra la pared y nos decían que no miráramos, nos agarraban de los pelos y los pies. Yo me sujeté a mi hermano (Leonardo Silva, otro de los detenidos) para que no se lo llevaran, pero me redujeron, me tiraron al piso, tengo golpes y heridas por todos lados. La Policía siguió golpeando a nuestros compañeros adentro de la comisaría, al menos a Salvador (Juan, otro de los detenidos), porque escuchamos sus gritos y lo vimos sangrando cuando salió a lavarse las manos para la toma de huellas. Estaba muy lastimado en la cara”.
El propio Juan Salvador denunció en la Oficina Judicial de Rawson que le inyectaron anestesia en las manos «para que no sintiera dolor y me dijeron que me iban a matar y que iba a ser el segundo Santiago Maldonado».
El contexto
La represión ocurrió luego de una semana repleta de incertidumbre por la posible aprobación sobre tablas de un proyecto de zonificación que reglamentaría la megaminería en toda la provincia. El avance es también parte de la crisis que paralizó a Chubut durante muchos meses mientras se aprovechaba esa conflictividad para reinstalar la idea de imponer la minería como supuesta salvadora de las finanzas provinciales.
“La Ley de Ministerios creaba una cartera de Hidrocarburos y Minería, que si bien no era la habilitación, significaba un paso más. Se lo tomó como una afrenta porque en su fundamento reglamenta toda la actividad minera”, explica Lada. “Hubo una fuerte manifestación. La sesión duró hasta las 12:30 de la noche y allí las asambleas ingresaron a los palcos. En una jugada amplia los legisladores dijeron que si lo que molestaba era la palabra ‘minería’, la sacaban, pero dejaron todos los fundamentos. Luego, los diputados se fueron tan rápido en sus autos que casi atropellan a la gente en la calle. Allí comenzaron los choques que terminaron con la policía deteniendo muy violentamente a seis personas”.
Los efectivos dispararon postas de goma y arrastraron a las mujeres por el suelo.
El cuento minero
Las asambleas ya se habían manifestado el martes frente a la Legislatura debido a la amenaza por la posibilidad de aprobación sobre tablas de la llamada Ley de Zonificación. El proyecto reglamentaría la actividad minera en la provincia, prohibida por la ley 5001, sancionada luego de la lucha de vecinos y vecinas de Esquel en 2003 que, a través de un plesbiscito, votaron contra la instalación de un proyecto minero en el municipio.
Lada dice a lavaca: “Es un proyecto que tenían escondido en el bolsillo. Lo que era una sospecha, en estas últimas sesiones, se tornó realidad. Varios diputados, y hasta el exvicegobernador Gustavo Mac Karthy, que no es precisamente antiminero, nos reconocieron que estaba en despacho y que algunos querían tratarlo sobre tablas”.
A través de un comunicado, las asambleas denunciaron que había millones de dólares en juego por parte de las corporaciones para que el proyecto se tratara. Finalmente, la sesión no lo trató, lo que fue festejado por los vecinos, pero aún quedaba la sesión del jueves.
A las 12:30 de la noche, los diputados terminaron aprobando la Ley de Ministerios. Lada se pregunta: “¿Un Ministerio de Minería en una provincia donde está saldada la discusión? Lo que estaba latente era el proyecto de Zonificación, que tiene 70 artículos y los propios diputados nos contaban que iban por los despachos. Hasta Mac Karthy sostuvo que no podía aprobarse de esa manera. Se pasaron todo el año hablando de que iban a hacer una ley con debate amplio. Todo un cuento. Lo que quieren es meterla. Y de cualquier manera”.
La resistencia de las asambleas de Chubut se enmarca en el lobby de las corporaciones mineras por impulsar proyectos de estas características en el país, como también lo refleja la Asamblea por el Agua Pura de Mendoza: como contó lavaca, en las últimas semanas redoblaron su actividad por las presiones empresarias para derogar la Ley 7722 que prohíbe el uso de cianuro, mercurio y otras sustancias tóxicas en la minería metalífera.
En Chubut, las asambleas están alertas porque el gobernador Mariano Arcioni convocó a sesiones extraordinarias, ya con la nueva composición parlamentaria. “Hay una fuerte tensión de las mineras para la aprobación”, dice Lada. “Y rumores sobre mucho dinero que circula. Quieren meter el extractivismo a cualquier lugar. Van a venir batallas muy duras en ese sentido. Va a ser duro. Y es un panorama muy complejo”.
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83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.
Por María del Carmen Varela
La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.
La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario. Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.
El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.
Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.
Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.
La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.
Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA
Domingos 18 y 25 de mayo, 20 hs
Más info y entradas en @perlaguarani