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Coronavirus y pensamiento decolonial: Educación, Estado y Democracia. Por Walter Mignolo

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Coronavirus y pensamiento decolonial: Educación, Estado y Democracia. Por Walter Mignolo

¿Cómo interpreta esta época la mirada decolonial? ¿Cómo analiza la cuestión de la educación, el Estado y la democracia? El argentino Walter Mignolo comienza a publicar en lavaca una serie de artículos sobre el presente pandémico, y lo que viene. En esta primera entrega aborda el tema educativo. La des-occidentalización del mundo, el pasaje de la noción liberal de educar a la neoliberal del entrenamiento. La emancipación o la alienación como horizontes. La mercantilización de la vida, y las opciones que se van generando con tecnologías cada vez más desarrolladas que pueden servir tanto para el control social como para preservar una pedagogía que define como de “memorias colectivas”. 

A partir del peruano Aníbal Quijano en los años 90, el proyecto decolonial ha generado múltiples trabajos e hipótesis que parten de un análisis crítico de la matriz colonial del pensamiento. Por eso plantea la “desobediencia epistémica” o del conocimiento, frente a esos esquemas tantas veces convertidos en dogmas. Walter Mignolo es cordobés, semiólogo, profesor de literatura en la Universidad de Duke y autor de los artículos que comienzan con Educación.   

Educación

Coronavirus y pensamiento decolonial: Educación, Estado y Democracia. Por Walter Mignolo
Walter Mignolo

De todo lo que se puede leer, escuchar y conversar hay consenso: la pandemia lo cambia todo, para bien o para mal; tenemos que pensar todo de nuevo; es la oportunidad para cambios radicales. Lo que se escucha menos son las opiniones de quienes dirigen el orden mundial financiero, corporativo y los Estados neo-liberales que acompañan y promueven las doctrinas neoliberales. En lo que toca a Argentina y América Latina lo que más leemos y escuchamos ocurre en la ex Europa occidental (nada sobre la ex Europa del este), en Estados Unidos y en América Latina. Un poco sobre China, pero nada sobre el sur y sureste asiático. Ocurre que en un círculo imaginario que integre estas tres regiones, ahí vive más de la mitad del mundo. Y ocurre también que el vuelco económico y político del orden mundial se está desplazando hacia el este desde hace dos décadas. En el 2008 Kishore Mahbubani publicó el diagnóstico: El nuevo hemisferio asiático. El irresistible desplazamiento del poder global hacia el oriente. La traducción al castellano es del 2015 (https://let.iiec.unam.mx/node/334).

Coronavirus y pensamiento decolonial: Educación, Estado y Democracia. Por Walter Mignolo
Imagen del libro Primera Nueva Crónica y Buen Gobierno, un hallazgo que aporta a una decolonialidad del pensamiento (ver https://www.lavaca.org/mu44/ultimas-noticias-de-colon/)

En esta y las próximas notas me voy a ocupar de tres temas interrelacionados: la educación, el Estado y la democracia. En la segunda nota me referiré a los estado-nación, al orden global y al desplazamiento hacia el hemisferio asiático. En la tercera examinaré el fracaso del concepto liberal de democracia y de su aprovechamiento en la filosofía política neo-liberal. Una cuarta nota será una reflexión en torno a lo que ya estaba en juego desde el ascenso y descenso del orden neo-liberal, por un lado, y el ascenso de las políticas des-occidentalizantes donde afinca el irresistible desplazamiento del poder global.

La educación primero. Cuando se trata de educación, la derecha, la izquierda y el centro están de acuerdo que es importante. Cuál es la importancia para cada uno de los proyectos no es claro. Y ese es el propósito: mantener el significante “educación” como un universal abstracto. Y aunque se llene el significante vacío de muchos significados, el significante continúa bajo el control de la episteme (cosmología en verdad) occidental. La cuestión decolonial no es la de poner un contenido más en el significante vacío sino desprenderse de la ilusión que los significantes vacíos “Estado”, “democracia”, “desarrollo,” “ciencia”, etc.) crearon y mantienen. La educación tuvo una función importante en la occidentalización del mundo desde el siglo XVI. La corona de España y la iglesia católica construyeron, escuelas y universidades en el Nuevo Mundo. Con el tiempo, ingleses, franceses y estados unidos en la segunda mitad del siglo XX, continuaron el proceso educativo. No eliminaron las educaciones locales, en sus lenguas, en sus memorias, pero la destituyeron de la modernidad que la occidentalización proponía. La educación cristiana proponía la salvación de las almas y la educación humanista la difusión de los saberes griegos y latinos. Luego la educación pregonó el progreso y la misión civilizatoria. Luego el desarrollo y la modernización y últimamente la democracia de mercado y la tecnologización de “contenidos” y “habilidades técnicas” a transmitir.

Educar-entrenar-adiestrar

Para las doctrinas políticas liberales la misión pedagógica es educar a la ciudadanía en pro del buen funcionamiento del estado nación. Para doctrinas neo-liberales, en ejercicio del estado o en la oposición, la misión pedagógica es la de entrenar a la ciudanía en las habilidades prácticas que contribuyan al buen funcionamiento de la economía de acumulación y al desarrollo y en la destitución de los valores civilizatorios liberales; y aún, más evitar todo asomo de valores socialistas. A mediados de los 80, la agudeza y sensibilidad de Iván Illich percibió lo que ya ocurría y que hoy es abierto y explícito. En uno de sus libros cásicos, La sociedad desescolarizada (1985) Illich amontona con lucidez la inversión de valores en las políticas educativas:

  • Muchos estudiantes, en especial los que son pobres, saben intuitivamente qué hacen por ellos las escuelas. Los adiestran a confundir proceso y sustancia. Una vez que estos dos términos se hacen indistintos, se adopta una nueva lógica: cuanto más tratamiento haya, tanto mejor serán los resultados.
  • Al alumno se le “escolariza” de ese modo para confundir enseñanza con saber, promoción al curso siguiente con educación, diploma con competencia, y fluidez con capacidad para decir algo nuevo. A su imaginación se la “escolariza” para que acepte servicio en vez de valor.
  • Se confunde el tratamiento médico tomándolo por cuidado de la salud, el trabajo social por mejoramiento de la vida comunitaria, la protección policial por tranquilidad, el equilibrio militar por seguridad nacional, la mezquina lucha cotidiana por trabajo productivo.
  • La salud, el saber, la dignidad, la independencia y el quehacer creativo quedan definidos como poco más que el desempeño de las instituciones que afirman servir a estos fines, y su mejoramiento se hace dependiente de la asignación de mayores recursos a la administración de hospitales, escuelas y demás organismos correspondientes.

No voy a comentar estos párrafos y en su lugar le pido a quien lea una lectura pausada y reflexiva de cada afirmación. En lugar de comentarios voy a entrar en ellos desde las bambalinas, aquello que la audiencia en la sala no ve. Y adelanto este punto: ¿Qué educación quiere y promueve quién, y para qué?  ¿Conocimiento para la reflexión o información para la alienación? ¿Conocimiento y reflexión para la emancipación (y estoy recordando a Immanuel Kant) o para la automatización de las personas al servicio de las corporaciones, que propone el Observatorio Argentinos por la Educación (https://argentinosporlaeducacion.org)? [1]Así desplazamos la atención de lo enunciado (la educación) a la enunciación (¿quién educa, dónde, cuándo, para qué, por qué, para quiénes?), Si no hacemos estas preguntas nos quedamos en el imaginario moderno/colonial llenando significantes vacíos sin preguntar quién controla el significante vacío. Si ponemos el acento en las preguntas sobre la enunciación nos desprendemos del significante vacío y del imaginario moderno/colonial. Entramos así en terreno decolonial.

En el Incanato (mal llamado imperio Inca) Yachay (conocimiento) Wasi (casa) era la institución en la que se preparaba a los jóvenes para la administración y el gobierno. Amauta es el nombre de la persona sabia en las culturas andinas. En Grecia se les llamó filósofos.  En el idioma kichwa de Ecuador Amawtay (sabio, sabiduría, conocimiento) Wasi (Casa) es un caso de resurgencia de la educación indígena para “aprender a desaprender para aprender a ser.” Es decir, ello implica reconstruir a través de la educación la red de conversaciones que desde la invasión hispánica fue quebrada y destituida. El propósito en la creación de la casa de la sabiduría fue la necesidad de los Pueblo Originarios de reconstruir su propia educación, destituida desde la colonia por la educación cristiana. El gobierno de Rafael Correa implementó principios neo-liberales. Forzó la clausura de Amawatay Wasi y en su lugar fundó cuatro universidades de educación neo-liberal en los cuatro puntos cardinales de Ecuador; a una de ellas, en el norte, la más importante, el título Yachay (conocimiento).

La vida como mercancía

En los años 30 en Bolivia la Escuela-Ayllu de Warisata (https://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/Bolivia/cides-umsa/20120903103257/torre2.pdf) plantea que Ayllu es equivalente al oykos de la antigua Grecia, la unidad comunal de familia extendida compartiendo la tierra en la que viven. La experiencia duró una década (1930-1941) y dejó semillas, pero el estado boliviano la convirtió en una escuela liberal para la formación de maestros en 1942, y desde entonces continúa en funciones adaptándose a las modulaciones del estado boliviano. (https://www.la-epoca.com.bo/2019/04/15/la-escuela-superior-de-formacion-de-maestros-de-warisata-recibio-catalogacion-e-inventario-de-96-obras/).  La política de las Primeras Naciones en lo que es hoy Canadá marchan en la misma dirección: la reconstitución de sus praxis de vida, destituidas y quebradas desde las invasiones francesas e inglesas. La filosofía de la educación está ligada a la tierra, la tierra es la fuente de la pedagogía. En todos estos casos, y en su diversidad, la educación tiene un horizonte en común: aprender a desaprender para aprender a ser. El sudafricano Steve Biko lo dijo de otra manera en su confrontación con el apartheid: la política de la conciencia negra (black consciousness) es la reconstitución del ser que nos negaron.

Ivan Illich nos legó el diagnóstico, citado más arriba, de la inversión neo-liberal del horizonte liberal constituido, en Occidente, desde la Paz de Westfalia (1648), la Revolución Gloriosa en Inglaterra (1688) y la Revolución Francesa. El horizonte liberal, hegemónico en Europa occidental, US y América Latina a partir de 1973 global fue desafiado durante casi todo el siglo XX por el horizonte socialista/comunista liderado por la Unión Soviética. Hacia finales de los 70, del horizonte liberal sostenido por los ideales fundamentales de progreso y misión civilizadora, mutó al neo-liberalismo. Dos principios fundamentales sostienen el horizonte neo-liberal:

  • la homogeneización de las relaciones inter-estatales en el planeta guiada por el liderazgo occidental-norteamericano, y secundado por ex Europa occidental o el corazón de la Unión Europea;
  • b) la conversión de todas las áreas de experiencia y de vida en mercancía, incluidas por cierto la educación y la salud.

¿Liberalismo vs. Neoliberalismo?

Coronavirus y pensamiento decolonial: Educación, Estado y Democracia. Por Walter Mignolo
Henry Kissinger, liberalismo y neoliberalismo

Esta mutación creó una fractura entre el horizonte civilizatorio liberal y el horizonte mercadológico neo-liberal. Joseph Stiglitz y Paul Krugman, economistas galardonados con el Premio Nobel, critican las políticas neo-liberales a la vez que proponen la restauración de valores liberales. Igual ocurre con el conocido diplomático Henry Kissinger, ex secretario de Estado y consejero de seguridad de Richard Nixon, atento a las transformaciones que genera la pandemia, retoma su crítica a los excesos neo-liberales formulada en sus últimos libros y argumenta en favor de la necesidad de preservar el “orden liberal del mundo.” (https://sputniknews.com/us/202004041078836074-henry-kissinger-advises-how-to-deal-with-coronavirus-crisis-help-fix-global-economy/).

Los republicanos pueden también ser liberales y los demócratas también pueden ser neo-liberales En la medida en que el horizonte liberal constituye un desafío al horizonte neo-liberal, podríamos arriesgar que el gobierno de Alberto Fernández instaló una fuerte política liberal en Argentina (ni republicana, ni demócrata, sino tercermundista) para subsanar el desorden, la desigualdad, la deuda y poner el Estado al servicio de la nación en el control de la pandemia.

Ahora bien, el horizonte filosófico y político del liberalismo, que el neo-liberalismo le arrebató desde finales de los 70, ya no puede ser hoy lo que era en aquel entonces cuando Estados Unidos detentaba el liderazgo del “mundo libre amenazado” por la Unión Soviética. En pleno ascenso de las doctrinas neo-liberales en los 90, George Bush, padre, anunció el “Nuevo Orden Mundial” (https://www.youtube.com/watch?v=fBIZcnmuolI). [2]

Frases triunfales como “el fin de la historia” circulaban de boca en boca, y el boom financiero arrebató las subjetividades de esa década. En las computadoras distribuidas en el campus de la universidad de Duke, en las bibliotecas y dormitorios, los estudiantes jugaban en la Bolsa de valores. El atentado contra las Torres Gemelas (11/09/2001) justificó una segunda vuelta de tuerca para asegurar el nuevo orden mundial. Puesto que la Unión Soviética ya no era una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos, fue necesario inventar otra amenaza: el terrorismo y una vuelta más de tuerca en la vigilancia en los aeropuertos y en varias capitales del “mundo libre”, con reglas de seguridad que se aplicaron hasta en las estaciones ferroviarias.

El dilema tecnológico

Coronavirus y pensamiento decolonial: Educación, Estado y Democracia. Por Walter Mignolo

El impacto tecnológico del 3G (3º Generación en la transmisión de datos por telefonía móvil), instalado en el 2001 (casualmente el mismo año del derrumbe de las Torres Gemelas), incrementó la vigilancia de maneras muy sutiles. Por ejemplo, los mensajes que recibimos en nuestras computadoras ofreciéndonos “ventajas” en el interés de nuestras tarjetas de crédito, o magníficas vacaciones en lugares de sueño que pagamos con nuestras tarjetas; o cuál artefacto podemos comprar para remplazar al que tenemos a precios que no se pueden rechazar. La intensificación de la publicidad para gastar en lo que no nos hace falta, es una dimensión de la vigilancia y control de la población con poder adquisitivo incrementado desde la revolución 3G. Imaginen lo que se puede hace con la 5G. Lo cual tiene dos caras, como todo. Puede ser empleada para vigilar, pero puede emplearse también como ocurrió en China, Japón, Corea del Sur, Taiwán y Singapur para controlar efectivamente la pandemia. Puede estar al servicio de la escolaridad neo-liberal abarrotada de contenidos para bloquear el pensamiento y acelerar el entrenamiento en habilidades prácticas que mantengan la prioridad de la individualidad sobre la comunalidad; puede emplearse para promover la reflexión, el pensamiento y preservar lo que queremos preservar de las memorias colectivas, que la pedagogía basada en principios neo-liberales intenta borrar.

Cuáles de las opciones disponibles elegir y promover, depende de la filosofía política que guía la administración del Estado. Este es el tema de la próxima entrega.

[1] Gonzalo Basualdo y Matias Woiciechowski, El Cohete a la luna, Mayo 24, 2020, https://www.elcohetealaluna.com/educacion-virtual-y-neoliberalismo/) Gracias a Graciela Baum por compartir esta información.


[2] El discurso ante el Congreso fue pronunciado en Setiembre de 1991. La corta presidencia de Mikhail Gorbachev en el tramo final de la Unión Soviética fue desde marzo 15 de 1990 al 25 de diciembre de 1991.

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4 años sin Cecilia Basaldúa, sin fiscal y sin respuestas

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La familia de la joven asesinada en Capilla del Monte volvió a viajar de Buenos Aires a Córdoba para reclamar que se asigne urgentemente un fiscal en la causa y que se investigue su femicidio. Hace 4 años el cuerpo de Cecilia fue encontrado luego de estar 20 días desaparecido; su familia denuncia una trama local que involucra a la última persona que la vio con vida, el ex boxeador Mario Mainardi, jamás investigado, y la complicidad de la justicia de Cruz del Eje, representada por Paula Kelm, que buscó inculpar a un perejil. Gracias a la lucha familiar se logró anular esa línea de investigación, que culminó en un juicio nulo, pero desde entonces no se retomó la instrucción; y pese a que en diciembre se anunció que un nuevo fiscal tomaría la causa, eso no sucedió, y las dilaciones siguen. Crónica de una nueva reunión con promesas y sin hechos, cuando la impunidad se hace cada vez más grande y el reclamo, también: “Verdad y justicia para Cecilia Basaldúa”.

Por Bernardina Rosini

Daniel y Susana, padre y madre de Cecilia Basaldúa ya perdieron la cuenta de las veces que han viajado desde la ciudad de Buenos Aires a Córdoba con el único objetivo de lograr justicia por su hija. Han perdido esa cuenta pero no la cantidad de días que contabiliza la impunidad: 1460, es decir, cuatro años. 

En efecto, hace cuatro años (el 25 de abril de 2020) encontraron el cuerpo de Cecilia Gisela Basaldúa en un codo del Río Calabalumba en Capilla del Monte, luego de veinte días de estar desaparecida. Cuando Daniel y Susana llegaron ayer a los Tribunales en Córdoba Capital, se los ve invadidos por la bronca y el hartazgo. Son cuatro años sin Cecilia y a la par sostienen que las líneas de investigación han sido deliberadamente manipuladas y el material probatorio  de contundencia, ignorado

La última vez que estuvieron parados sobre esa vereda fue el pasado 7 de diciembre, tras reunirse con el Fiscal General Juan Manuel Delgado. Celebraban la noticia: “Tenemos fiscal, vinimos con 3.000 firmas de apoyo pidiendo fiscal y lo tenemos. Es el Nelson Lingua y comienza el 1° de febrero, después de la feria judicial”. Cinco meses después, otra vez viajan 700 kilómetros para golpear la puerta del Palacio de Justicia pues tal designación no sucedió y la causa acumula once meses sin fiscal a cargo de la instrucción.

4 años sin Cecilia Basaldúa, sin fiscal y sin respuestas
Daniel Basaldúa y Susana Reyes, papá y mamá de Cecilia: viajaron desde Buenos Aires para mantener una reunión y reclamar justicia por su hija.

El baile del fiscal

Mientras los Basaldúa llegaban el 25 de abril nuevamente a Córdoba para pararse frente a Tribunales y exigir justicia, fueron notificados que la Fiscal General Adjunta Bettina Croppi los convocaría a una reunión. 

Antes de ingresar al edificio Daniel comparte la situación actual de la causa “Nos vienen diciendo que no designan fiscal porque falta una firma: me cuesta creerlo. No puedo hacer nada más que venir y reclamar. Hasta ahora la única justicia que logramos fue que no metan preso a un inocente”. 

Hoy le cuesta hablar; tiene un nudo en la garganta y el rostro de su hija estampado sobre el pecho. “Sólo espero que esta investigación vaya tras los verdaderos sospechosos, tras Mario Mainardi, última persona que vio a Cecilia con vida, quien tenía pertenencias de ella y las regaló; la policía y la fiscal Paula Kelm contaban con ésta y más información y nunca lo investigaron. No podemos creer que Mainardi, que dijo trabajar en Uber porque no podía acreditar ingresos, tenga más poder que Diego Concha, quien fue durante décadas Director de Defensa Civil de la provincia y sin embargo hoy está preso”. 

Daniel pasa lista de todos los uniformados que participaron del caso y que hoy se encuentran desplazados, procesados o presos por distintas causas: el común denominador es la violencia de género. 

Mientras las abogadas ingresan junto a los padres de Cecilia a la reunión, afuera les esperan periodistas, agrupaciones feministas, trabajadores de la Secretaría de Derechos Humanos y familiares víctimas de violencia institucional. Repiten el colgado de banderas, los carteles con rostros de otras víctimas, y los cantos que se recitan como mantras: “¡¡Queremos fiscal, queremos fiscal, queremos fiscal!!” y “¡¡Justicia, justicia, justicia!!”.

Al salir, Giselle Videla -una de las abogadas de la familia- comparte lo conversado en la reunión: “Para iniciar nos han pedido disculpas puesto que en noviembre nos dieron la seguridad que tendríamos fiscal apenas finalizada la feria judicial. Como hoy no hay fiscal, y están subrogando fiscales de otros territorios que toman la causa por un plazo corto de tiempo, el avance es mínimo. Nos informaron en relación a esta situación que la designación de Nelson Lingua espera la firma del gobernador, Martín Llaryora. Ahora bien, nos enteramos que será designado como Fiscal reemplazante, y no como Fiscal titular puesto que Lingua no ha rendido el concurso que lo habilita para ese cargo; debe rendirlo ahora y recién en julio- agosto podremos saber si será finalmente el fiscal titular de la causa”. 

Para que se entienda: desde que el tribunal absolviera a Lucas Bustos en julio del 2022 reconociendo su inocencia y su no vinculación al crimen, y ordenara una nueva instrucción para dar con los responsables del femicidio, la causa demoró meses en ser asignada a un fiscal. Luego recaería en el Dr Raymundo Barrera de Cruz del Eje, fiscal que, hábil con el calendario, entre feria judicial y licencias llegó a junio del 2023, mes en el que se jubiló. 

Por la presión de la familia Basaldúa, en diciembre el mismísimo Fiscal General anunció la designación del Lingua el 3 de febrero; eso no sucedió y no hay certeza de que Lingua resulte el fiscal que definitivamente dirigirá la instrucción, puesto que no cumple con los requisitos.

4 años sin Cecilia Basaldúa, sin fiscal y sin respuestas

Preguntas sin respuesta

Es mediodía y el cielo se refleja en las ventanas del edificio neoclásico de la calle Caseros; da la impresión que adentro estuviera vacío, que sólo es una fachada. “Hoy, 25 de abril se cumplen cuatro años de la aparición del cuerpo sin vida de Cecilia Gisela Basaldúa” lee Susana de la pantalla de su celular; ella también lleva una remera con el rostro sonriente de su hija. Sigue:

Cuatro años de impunidad y de violencia sistemática por parte del Poder Judicial a quienes pedimos y exigimos justicia por ella. La causa volvió a foja cero en el 2022 luego de pasar por un juicio vergonzoso.

El tiempo pasa y los asesinos de Cecilia siguen libres e impunes. No tenemos fiscal ni respuestas” y continúa “¿Cómo vamos a llegar a la verdad? ¿Qué fue lo que pasó con Cecilia? ¿Por qué tardó tanto en aparecer? ¿Dónde está Mario Mainardi? ¿Por qué la fiscal Paula Kelm ordenó tan rápidamente detener a un joven sin tener pruebas? Todas estas preguntas nos conducen una y otra vez a un círculo cerrado de impunidad entre funcionarios judiciales que se jactan en demostrar un abuso de poder constante”. 

La carta leída en la vereda, casi sobre la calle, concentra todas las preguntas que la investigación del femicidio debiera responder. 

Y la carta también cierra como se espera que cierre la investigación: “Verdad y Justicia para Cecilia Basaldúa”.

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La imagen proyectada: La Ronda en la mirada de Lina Etchesuri

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Séptima entrega del registro colaborativo de la ronda de las Madres de Plaza de Mayo, realizada por la fotógrafa de lavaca Lina Etchesuri.

Toda la producción será entregada a ambas organizaciones de Madres y al Archivo Histórico Nacional. Invitamos a quienes tengan registros de las rondas realizadas estos 40 años a que los envíen por mail a [email protected] para sumarlos a estos archivos. Esta iniciativa es totalmente autogestiva.

Ese jueves hacía 38 grados de calor pero parecían 43. El calor quemaba y picaba.

Faltaba el aire, el que había estaba caliente y la humedad pegoteaba.

El día que acompañé a la Ronda haciendo fotos para este proyecto, fui descubriendo imágenes a medida que los pasos y las sillas de ruedas daban vuelta como siempre, hace 2392 jueves.
La ronda siempre me emociona. Mucho. Las miro a las madres y veo proyectada las fotos de sus hijxs en su mirada, hacia delante, repitiendo Presente como un mantra de presencia y resistencia. Lxs veo a ellxs en imagen, mirando de frente en su juventud detenida. Veía a Elia, que ronda en silla de ruedas, con la foto de su hijo Hugo Meidan, desaparecido el 18 de febrero de 1977, hace 47 años, y pensaba si ese día hizo tanto calor, si la luz tenía esta misma inclemencia.

La imagen proyectada: La Ronda en la mirada de Lina Etchesuri

En las rondas transcurre un tiempo extraño, persistente y atemporal. Las hermanas abrazan las fotos de sus desaparecidxs, gritan sus nombres con contundencia, caminan junto a las madres, junto a nosotrxs.

Transforman el tiempo y la imagen en un futuro posible.

La imagen proyectada: La Ronda en la mirada de Lina Etchesuri

Sobre Lina

Soy Lina Etchesuri. Fotógrafa, editora y docente

Soy parte de la cooperativa Lavaca desde hace más de 12 años donde hago todo lo que me describe y más. Me hace sentir muy orgullosa y feliz.

Estudié con Filiberto Muganini en el Rojas durante los 90s. Hice la carrera de fotógrafa en la Escuela de foto y artes visuales de Avellaneda, durante el 2001 y los años siguientes. 

Me seguí formando en talleres visuales con mi querida Julieta Escardó y muchxs más.

La imagen proyectada: La Ronda en la mirada de Lina Etchesuri

Viajé haciendo fotos durante algunos años: conocí al subcomandante Marcos y le saqué una foto en la que se está riendo. Estuve en Cisjordania, Palestina, durante 3 meses, viviendo retratando la vida bajo la ocupación. 

Junto con algunas personas y amigxs fundamos MAFIA en 2012, un colectivo de fotógrafxs que sigue hasta hoy.

Coordino talleres de foto e imagen.

Soy mamá de Fermin.

Y me encanta hacer todo lo que hago.

La imagen proyectada: La Ronda en la mirada de Lina Etchesuri

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Un abrazo contra la motosierra

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Sin presupuesto actualizado (“cada 10 pesos del año pasado, hoy tenemos 2” informa el rector de la UBA) las universidades y los hospitales en “modo ahorro” deben cortar la luz, los ascensores, reducen cirugías, no tienen insumos. La imagen del Clínicas, uno de los más importantes del país: “Los pacientes se están quedando sin comida”. Hoy una gran concentración frente a ese hospital escuela simbolizó un abrazo en defensa de la salud y la educación pública, mientras el gobierno nacional juega a pelearse con las prepagas, y el de la Ciudad a subvencionar a quienes mandan a sus hijxs a colegios privados. ¿Qué pasa con lo público? ¿Cuándo comenzó el desastre? Distintas voces (directores de hospitales, rectores de universidades, trabajadorxs) relatan la realidad y los datos motosierra; la organización como única salida; y el canto “la UBA no se vende”, mientras la realidad, o los números, parecen indicar otra cosa.

Por Francisco Pandolfi

Un abrazo contra la motosierra

“Se defiende, la UBA se defiende”, fue uno de los hits / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Clarisa y Caetana acaban de salir de cursar dermatología. Clarisa tiene 24 años y lleva puesto un ambo azul marino. Caetana, de 23, uno verde oscuro. Son alumnas desde hace seis años de la Facultad de Medicina y hace tres caminan por los pasillos del Hospital de Clínicas, ya en la etapa de las prácticas. “Hace un rato terminamos una clase en la que no teníamos vendas”, dice Clarisa. Su compañera agrega: “El otro día, en un práctico, nos faltaba vaselina para curar las úlceras; sí, vaselina, probablemente el producto más básico y barato que se necesita”.

Alrededor de ellas hay una multitud, con ansias de visibilizar la gravedad de la situación.

Clarisa, Caetana y la marea contra el ajuste / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

“Estamos funcionando al 30%”, comparte Marta, médica desde hace 38 años en el Clínicas.

“Los pacientes se están quedando sin comida”, cuenta Susana, auditora. 

“Soy empleado de limpieza del hospital, monotributista, trabajo cinco días por semana, siete horas por día y mi sueldo no supera los 150 mil pesos”, confiesa Diego Ruiz.

“Ya debimos reducir las cirugías y no atender a algunos pacientes”, expresa Marcelo Melo, el director del Hospital de Clínicas.

“Estamos económicamente por debajo de un 80% sobre el presupuesto que deberíamos tener. Cada 10 pesos del año pasado, hoy tenemos 2”, precisa Ricardo Gelpi, rector de la Universidad de Buenos Aires.

Un abrazo contra la motosierra

Susana Dionisio, y la esperanza que genera el juntarse / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Tiempos de abrazos

“La biblioteca destinada a la educación universal es más poderosa que nuestro ejército”.

José de San Martín.

Al libertador de la patria se lo homenajea con su nombre en calles y avenidas; clubes deportivos, teatros y centros culturales; plazas y parques; hospitales y universidades.

Y también en un hospital-escuela: el Hospital de Clínicas José de San Martín, dependiente de la Universidad de Buenos Aires y dedicado a tres ejes clave para el desarrollo de cualquier sociedad: la asistencia, la docencia y la investigación.

Son tiempos de clases abiertas; de paros y movilizaciones; de una marcha nacional universitaria a realizarse el próximo martes 23 de abril. Son tiempos de contar en cuántos meses y en cuántos días las universidades se quedarían sin presupuesto hasta cerrar sus puertas.

Son tiempos de abrazos.

Uno de ellos se forma con un montón de brazos, este jueves por la mañana, en la puerta del Hospital de Clínicas. Médicos, docentes y no docentes, estudiantes, le brindan un espaldarazo simbólico al Hospital de Clínicas, ubicado en el límite de los barrios porteños de Recoleta y Balvanera. Sobre la Avenida Córdoba, miles de personas se reúnen en la puerta principal para reclamar por el recorte presupuestario en todas las universidades del país, y en particular de las universidades escuelas.

Hay equipo en el Hospital de Clínicas /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Los cuerpos aplauden. Están vestidos con guardapolvo blanco; con ambos celestes y azules; con chaquetas bordós y verdes. De fondo, un telón negro enorme sirve de súplica para estos momentos. Es un ruego a la sociedad toda; y una exigencia, también, puertas adentro: “Defendamos la UBA”. Delante de la banderota se sostienen grandes letras blancas, hechas con cartulina, a mano, a pulmón, a necesidad de que el reclamo se vea un poco más. “La salud se defiende”, se lee, mientras se canta al unísono: “No se vende, la patria no se vende”. Minutos después, se cambia sólo una palabra: “No se vende, la UBA no se vende”.

Pero la realidad no parece indicar lo mismo. 

Problemas de fondos

Luego del abrazo, se rodea al hospital y en otra de las puertas de la institución, sobre la calle Paraguay, se lleva a cabo una conferencia de prensa. Marcelo Melo, el director del Hospital de Clínicas, va al hueso: “Ya tuvimos que optimizar los recursos, que son insuficientes; no podemos comprar insumos, ni hacer transferencias porque no hay licitaciones de presupuesto que avalen las compras. Mientras, tenemos un montón de pacientes internados”. Sigue: “Es muy difícil no usar la luz en un hospital; no usar los ascensores cuando los pacientes necesitan usarlo… Lo mismo pasa con la calefacción. El año pasado estábamos orgullosos de haber comprado y cambiado la caldera, y este año no sabemos si va a funcionar, porque el modo de ahorro va a estar en el gas, en la luz, en todo”.

Le cambia la cara. Se tensa, aún más. “Poner a un hospital en modo ahorro es una agresión al médico. Es muy difícil mi lugar, el tener que decirle a mis colegas si pueden atender o no a alguien. No estamos haciendo una buena medicina con estas cosas”.

Un abrazo contra la motosierra

Marcelo Melo y Ricardo Gelpi en conferencia de prensa /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

A su lado está el rector de la UBA, Ricardo Gelpi, acompañado por el Secretario de Hacienda Matías Ruiz. Juntos, definen lo terrible: “La UBA tiene dos partes principales en las que se divide el presupuesto. Una es la salarial, que consume entre el 85% y el 90%; y después está el gasto de funcionamiento, que consume entre el 10 y el 15%”. Desmenuzan: “En lo salarial hubo un recorte en términos reales ajustado por inflación del 35%, lo que significa que si en noviembre un docente o un trabajador cobraba 100 pesos, hoy cobra 65”. 

Sobre los gastos para el funcionamiento: “Lo dividimos en salud y en educación. En educación este año las partidas arrancaron congeladas al presupuesto del año 2023; hubo una actualización parcial del 70% desde marzo; pero en términos interanuales eso significa un 58% de actualización, comparado con una inflación de casi un 300% interanual. Por el lado de la salud, empezamos el año sin presupuesto, ya que la partida devengada del año 2023 no había sido asignada hasta esta semana”.

Tomar la calle en defensa propia / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Peligro de cierre

¿La partida ya firmada –pero aún no depositada–, es un remedio? “No, para los hospitales universitarios será de la misma magnitud nominal del año pasado. O sea, no es una actualización, ni un incremento”. Subraya el rector: “Estas partidas no están ajustadas por inflación, lo que significa que sólo podrán estirar un tiempo esta situación, pero estamos lejos de estar conformes. Si se mantiene esa partida, podremos funcionar como venimos dos o tres meses más. Y después, así las cosas, la UBA cierra, porque si no hay plata, no hay plata”.

El Secretario de Hacienda suma un dato, que agudiza el cuadro: “El pago de la energía eléctrica en el último año se multiplicó por siete. Y si comparamos con febrero de este año, sólo los últimos dos meses, se multiplicó por cuatro”. Y ejemplifica con una cuenta que no cierra: “El crecimiento del gasto, sumado a las partidas congeladas, hace que crezca más rápido el gasto que tenemos la universidades y empeorando cada vez más el funcionamiento”. 

Un abrazo contra la motosierra

La educación, la salud y la ciencia, en juego; en venta / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

“El mal funcionamiento es de hace años”

La falta de recursos no empezó en la era Milei. Marta, médica desde hace 38 abriles, describe: “El mal funcionamiento viene de años, como consecuencia de malas administraciones anteriores. Y ahora, este recorte presupuestario es el tiro de gracia”. ¿En qué se venía mal? “De 12 quirófanos funcionan 5 y hay numerosas salas cerradas; cada vez se va achicando más la estructura, deteriorando y no hay presupuesto para mantenerlo”. 

Clarisa, alumna, añade: “El edificio tiene un montón de falencias, es muchísima la cantidad de arreglos que harían falta y esto viene desde hace años. Con este recorte, el único futuro que veo es que se caigan las paredes… Me da mucho miedo e impotencia”.

Florencia trabaja hace 10 años y el amor que siente por la entidad viene de familia: “Mi mamá trabajó ahí; mis dos hijos fueron a ese jardín; le salvaron la vida dos veces a mi mejor amiga; curaron a mi papá, a mi abuela”.

Admite que el hospital “siempre tuvo pocos recursos; siempre hubo carencia de insumos”. Profundiza: “La situación no viene bien hace mucho; las personas que deben hacer el presupuesto no valoran la calidad humana ni la cantidad de atenciones que se realizan por día. El hospital siempre tuvo lo básico, y en muchas oportunidades debimos conseguir insumos por fuera, siempre tardó en llegar el material que se necesitaba”.

Carteles, ruido, sonrisas: estrategias contra el recorte / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Orgullo nacional 

El Hospital de Clínicas es considerado uno de los hospitales más importantes de la Argentina y de América Latina. Se fundó en 1881 y allí se realizaron varios procedimientos por primera vez. Algunos hitos que nacieron entre sus paredes que hoy yacen descascaradas: la aplicación de la insulina, el cateterismo cardíaco, las residencias médicas, las punciones de riñón, las operaciones filmadas. Dice la médica y hoy auditora Susana Dionisio: “En este hospital se formaron la mayor parte de los médicos de renombre que hay en toda la medicina prepaga”. Suma otro caso testigo: “Hay que acordarse de acontecimientos como el de la AMIA, cuando sucedió el atentado este hospital recibió a la mayoría de los heridos, y fue gracias a este hospital que se salvó a muchísima gente. Entonces, podés hacer un comité de crisis, pero si al mismo tiempo desfinanciás a la educación, está muy mal. El presidente se merece un juicio político y la oposición tiene que pararse y ser una oposición real, sino perdemos la democracia”.

Marta Cora Eliseht es médica de obstetricia del hospital de Clínicas y docente de la Facultad de Medicina. “El Clínicas es fundamental, un orgullo nacional; no sólo cumple funciones asistenciales, sino también de docencia en áreas de pregrado y postgrado; esta es la sede de infinidad de carreras. Somos especialistas en obstetricia y atendemos muchos embarazos de alto riesgo, casos que no se atienden en otros lados”. 

Un abrazo contra la motosierra

Marta es médica en el Clínicas desde hace 38 años /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

En el hospital trabajan más de 3.200 empleados y se atienden alrededor de 365 mil personas al año. En lo educacional, cursan por año cerca de 1500 alumnos. “Hay cinco cátedras y estudiamos 300 personas promedio en cada una. Este es el hospital escuela más grande del país”, explican Clarisa y Caetana, estudiantes de medicina. 

Las palabras de Sofía, que integra la comisión interna, laten: “El hospital-escuela literalmente es el corazón de la UBA, donde se retroalimenta la ciencia, la investigación, la educación, pero sobre todas las cosas la salud pública, con todo lo que conlleva ese concepto de gratuidad e inclusión. Queremos seguir brindando la atención de calidad a los y las pacientes, pero sobre todas las cosas contar con un financiamiento que nos permita que nuestra casa, como así consideramos al hospital, siga funcionando. No queremos tener el privilegio de pisar la UBA, sino el derecho de seguir en ella”.

Un abrazo contra la motosierra

Una que pedimos (casi) todxs /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Un dolor inenarrable

El hit se vuelve a cambiar: “Universidad de los trabajadores, y al que no le gusta se jode se jode”, se vocifera con angustia y con firmeza, en un clamor popular que hiela la sangre. Las y los laburantes le dan magnitud al problema. La obstetra Marta Cora Eliseht dice: “En el sector no tenemos espéculos, vidrios para hacer papanicolaou, guantes, gasas, algodón, lo básico. Los profesionales de la salud estamos intentando conseguir donaciones de entidades privadas para suplir las faltas”. Sintetiza: “Estamos sufriendo un ataque artero a la universidad pública”.

Susana Dionisio es médica desde hace 49 años. Quince los trabajó en el Clínicas, donde ahora es auditora. “Sentimos un dolor que no se puede narrar. Los pacientes se están quedando sin comida y solidariamente se intenta ayudar entre sindicatos, médicos y administrativos, pero los insumos médicos no los podemos comprar. Ya se está cortando la luz a cierta hora, no se puede creer”. 

Un abrazo contra la motosierra

La potencia de Elsa Carrizo, la potencia de lo colectivo /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Elsa Carrizo es delegada general de la comisión interna del Hospital de Clínicas. Tiene puesto un guardapolvo blanco, que lleva el logo de la institución. Se lee: “Fundado en 1881”. Dice: “Trabajamos con obras sociales, pero es impresionante la cantidad de gente sin obra social que viene, alcanza con ver las colas que se forman a la mañana. Ya no tenemos insumos ni para el mantenimiento, ¿con qué vamos a limpiar? Hay un combo de muchísimas necesidades en el hospital”.

“Últimamente no nos estuvieron entregando secadores”, detalla Diego Ruiz, empleado de maestranza. Cobra menos de 150 mil pesos por mes y sólo el monotributo para facturar (no está en planta permanente) le cuesta alrededor de 18 mil. “Estamos en una situación de mierda, personalmente para mí es imposible llegar a fin de mes”.

Un abrazo contra la motosierra

Diego cobra menos de $150 mil por mes. Y no es una joda / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Tomás trabaja en el área de personal hace 5 años y es delegado de la comisión interna. “No hay paritarias y los sueldos quedan muy bajos. Tenemos poco más de 300 contratos que salen del bolsillo del hospital y son los que más corren peligro. Estamos hace un par de meses sin aumento y no hay respuesta del gobierno ni comunicación. Estamos estancados, no da para más”.

Carolina Nadal es empleada desde hace 30 años. Hoy es la jefa del departamento de Trabajo Social. “El presupuesto que se está ejecutando es el del año pasado y esto es inviable en términos de sostenimiento, de todo lo que se necesita para que funcione el hospital de manera integral. El gobierno va a tener que responder de una manera diferente a la que está respondiendo ahora. Siento mucha bronca e indignación, pero al mismo tiempo tengo la esperanza de que en las calles, con la resistencia, haya otro desenlace que no sea cerrar las puertas”.

“Cuando la patria está en peligro, todo está permitido, excepto no defenderla”.

José de San Martín.

Clases abiertas, presupuestos cerrados / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

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