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Silvia Federici sobre coronavirus y capitalismo: “Es importante que desde abajo empecemos a recuperar el control de nuestra vida”

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La feminista italiana Silvia Federici difundió por redes sociales un video realizado por la editorial Traficantes de Sueños en el que propone otra forma de pensar las relaciones en este escenario de coronavirus y capitalismo. Las mujeres campesinas, indígenas y urbanas en la “primera línea de lucha” por una sociedad diferente. La contaminación y los alimentos industrializados como fuente de enfermedades. La reproducción de la vida como el terreno estratégico por la construcción de otro futuro. Y el miedo actual como herramienta de aislamiento y desmantelamiento de la protesta. “Es importante como mujeres y feministas ver que tenemos una mirada clara de la importancia de la discusión de la vida, de cuáles son nuestras vulnerabilidades, de cuáles son las necesidades que tenemos, y que podemos ver que necesitamos una lucha muy amplia. Una lucha que conecte mujer del área urbana con área rural, para crear nueva estructura, nuevo lazo de solidaridad y nuevas forma de reproducción. Toda inspirada para el concepto de que la reproducción de la vida y la finalidad de la sociedad debe ser el bienestar, el buen vivir y no el lucro privado”. La desgrabación y el video completo, en esta nota.

Por Silvia Federici, entrevistada por Traficantes de Sueños.

Nosotras, como feministas y movimientos de mujeres de todo el mundo de muchísimos años, vamos repitiendo que este sistema no garantiza nuestro futuro, no garantiza nuestra vida.

Que este sistema nos está matando de tantas formas diferentes, pero todas conectadas.

Que nos está matando con la agricultura industrializada, con la comida.

En el 2019, mas de 4 millones de personas murieron en el mundo de diabetes o de esta comida fast food tan venenosa. También la contaminación de las aguas, los pesticidas. Y estamos denunciando que las mujeres del mundo -campesinas, indígenas, urbanas- son la primera linea en la lucha por una reproduccion y por una sociedad diferente. Por una reproduccion que nos da vida, que nos da futuro. Entonces esta epidemia, es muy importante decirlo, hace muy visible y muy evidente lo que está pasando cada dia, con la guerra, con la dislocación y la expropiaciones de la gente que son expulsadas de su campo, con la contaminacion del medio ambiente, la destrucción de la naturaleza, el aumento y el incremento de la desesperacion. Por ejemplo, una estadistica breve: hoy en Estados Unidos se habla que 20 mil personas han muerto por el coronavirus, que es terrible. Todavia el año pasado solamente 48 mil personas se suicidaron porque esta vida siempre es más triste y dificil. Como siempre, las que sufren más en esta situación son las mujeres: hoy podemos ver que las que están en primera linea como trabajadoras de cuidado son las enfermeras, todas las mujeres que trabajan en negocio o tienda para vender, son sobre todos mujeres. También en los hospitales. Y en la casa, el incremento de trabajo: tener los hijos en casa, sin darle miedo, protegerlos de esta amenaza.

Y pone en el centro, y nos hace muy visible de la impotancia de la reproduccion, porque la reproduccion es el cuidado, la crianza, el cocinar, la comida, el limpiar y la crianza de los enfermos. Es también el cuidado de la naturaleza, la agricultura. Las mujeres son las primeras trabajadoras de agricultura de subsistencia, una agricultura que no es al lucro, sino al sustento de su familia. Al cocinar. Es asi que pueden controlar lo que se pone en el cuerpo, que no te va a matar, porque esta agricultura industrializada nos ha dado los cánceres, muchísimas enfermedades que son completamente construidas, completamente derivadas del hecho que esta agricultura es mucho más profitable (del profit, que significa lucro), que da mucho mas lucro, y no la agricultura de pequeñas dimensiones, campesina, donde la gente trabajaba con una relación muy directa y muy estrecha con la naturaleza. Y también esta globalización y esta división internacional de la produccion que, de nuevo, está causada por el profit: no tiene ningún sentido de buscar la manzana que llegan de la china o de las manzanas que llegan de miles y miles de kilómetros.

Silvia Federici sobre coronavirus y capitalismo: “Es importante que desde abajo empecemos a recuperar el control de nuestra vida”

Entonces yo creo que podemos ver que el terreno de la reproducción es el terreno estratégico fundamental por la construcción de un futuro, de una sociedad. Porque reproduccion significa vida, significa futuro. Más que vivimos en un sistema capitalista, que su problema fundamental, lo que lo hace insustentable, es que sistemáticamente se basa sobre la subordinación de la reproducción de la vida. La subordinacion de nuestra vida, de nuestro futuro, al profit individual, al profit de la compañia de las grandes corporaciones. Entonces esto es el capitalismo, que se funda sobre la explotación del trabajo humano y la subordinación de nuestra reproducción. Porque se puede ver que toda la medida económica y política que buscan y ponen en acción es conformada por esta finalidad. Entonces creo que la lucha hoy es una lucha que las mujeres ya están haciendo, y por eso los movimientos de las mujeres a nivel internacional hoy son tan estratégicamente importantes. Podemos ver que es la lucha para recuperar la medida más básica de nuestra reproducción. Que sea la riqueza social que hemos producido, que sea la tierra, el control sobre el agua, sobre la foresta, etc.

Entonces es crear formas de organización, redes de mujeres, que ya se están formando, para fortalecer los lazos y nuestra capacidad no solo de resistencia sino de enfrentarse al Estado y enfrentar otro tipo de sociedad. Como se dice en españa y en América Latina, una sociedad donde la vida es al centro.

Y también crear formas de reproducción más solidarias. Desde hace muchos años, con otras compañeras del todo el mundo, hablamos de la política de los comunes: nunca se ha verificado cómo es importante estos conceptos de la política de los comunes. No de pensar individualmente sino colectivamente, de pensar nuestra cotidianeidad, nuestro trabajo y el futuro. Pensarlo colectivamente. No aislados. Y ahora lo que están haciendo es intentar ailarnos en nombre de esta epidemia. Debemos tener mucho cuidado porque el miedo es que van a usar la epidemia y el miedo de morir, que es muy fuerte y legítimo, para continuar aislarnos, para desmantelar nuestras protestas.

Es importante que desde abajo empecemos a recuperar el control de nuestra vida, y a tomar decisiones colectivas. Y esto significa también que parte de nuestra lucha debe ser imponer al Estado como parte de recuperar de la riqueza social, de relocalizar los lugares donde se puede cuidar nustra salud. Ahora muchisima gente tiene miedo de ir al hospital, porque saben que se pueden infectar, que no es solo un lugar de cuidado de salud, que te cura. Es también hoy un lugar donde hay hoy una sidtuacion increible, porque no hay lo que sirve. Porque la persona que trabaja ella misma está en peligro. Entonces fijate la importancia de relocalizar, de tener estructuras de la comunidad como una vez estaban en muchisimos paises. Antes de la vuelta neoliberal hubo pequeñas clínicas y lugares donde una persona podía ir si tenía un problema, sin necesidad de ir al hospital. Entonces en esta estructura se podía también ejercitar un mayor control sobre el tipo de cuidado que nos dan, que necesitamos. Se podía establecer un intercambio entre la gente del barrio, de la comunidad, de los que trabajan de instituciones. Necesitamos revitalizar esta estructura, porque ahora no es solo el Estado o no el Estado: es claro que tenemos la necesidad de usar estructuras que llegan de las instituciones, pero una alternativa es empezar a reflexionar colectivamente sobre lo que necesitamos, nuestra salud, la comida, el territorio, situaciones que afectan nuestra vida, pero, en el mientras, relocalizar la agricultura, la salud, crear formas de control colectivo, de hacer decisiones, de buscar decisiones colectivas, de comprender.

Creo que es importante reflexionar sobre la que es la lealtad cotidiana antes del coronavirus. Aquí hablo sobre todo de los Estados Unidos, por ejemplo del período 2017-2018, donde más de 60 mil personas han muerto de la influenza, y cerca de mitad de un millón de personas han muerto de cáncer. Hay miles que mueren de diabetes. Entonces es una estadística que es increible. Es una lealtad que demuestra que estos sistemas crean condiciones de muerte permanente. Sin hablar de la guerra. Por años de años los Estados Unidos, la comundidad europea, en complicidad, están creando una situacion de guerra permanente que ha destruido el Medio Oriente y el norte de África.

Silvia Federici sobre coronavirus y capitalismo: “Es importante que desde abajo empecemos a recuperar el control de nuestra vida”

Entonces, es importante como mujeres y feministas ver que tenemos una mirada particularmente clara de la importancia de la discusión de la vida, de cuáles son nuestras vulnerabilidades, de cuáles son las necesidades que tenemos, y que podemos ver que necesitamos una lucha muy amplia. Una lucha que conecte mujer del área urbana con área rural, para crear nueva estructura, nuevo lazo de solidaridad y nuevas forma de reproducción. Toda inspirada para el concepto de que la reproducción de la vida y la finalidad de la sociedad debe ser el bienestar, el buen vivir y no el lucro privado.

Silvia Federici sobre coronavirus y capitalismo: “Es importante que desde abajo empecemos a recuperar el control de nuestra vida”
Silvia Federici. Foto: Nacho Yuchark para lavaca

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83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

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Pablo Grillo
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83 días.

Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.

83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.

83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.

83 días y seis intervenciones quirúrgicas.

83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo. 

83 días hasta hoy. 

Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro. 

Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”. 

Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).

Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca. 

El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”. 

La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».

La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería. 

Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.

Esta es parte de la vida que no pudieron matar:

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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

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Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.

Por María del Carmen Varela.

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia. 

La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.

Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.

La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional.  A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.

Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.

Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro. 

MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA

Viernes 30 de mayo, 20.30 hs

Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

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Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.

Por María del Carmen Varela

La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.

La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro
Gabriela Pastor en escena. Detrás, Juan Zuberman interpreta a un ciego que toca la guitarra.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario.  Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.

El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.

Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.

Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.

La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.

Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA

Domingos 18 y 25 de mayo, 20  hs

Más info y entradas en @perlaguarani

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