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Voces de los crímenes sin castigo

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(Nota y audios) Por iniciativa de César Antillanca – papá de Julián, asesinado el 5 de septiembre de 2010 en Trelew por cuatro efectivos policiales- se está realizando una serie de conferencias de prensa itinerantes que buscan dar a conocer hechos de represión estatal en el sur del país, y la impunidad de la investigación judicial. La primera de estas experiencias ocurrió el 21 de septiembre. Desde la Patagonia hasta el salón del hotel Bauen de Buenos Aires también viajaron Julieta Vinaya – mamá de Atahualpa Martínez, asesinado por la espalda en 2008 en Viedma-, Roberto Uriarte – papá de Otoño, joven desaparecida y encontrada muerta 6 meses después en un canal de riego cercano a Cipoletti- , María Cabrera – hermana de Jorge Pilquimán, asesinado por la policía barilochense el 6 de febrero de 2005-  y Susana Díaz, fundadora de la Asociación Civil Pro-derechos de los niños de Comodoro Rivadavia, además de la presencia otros familiares que fueron llegando a escuchar la conferencia y terminaron tomando el micrófono y replicando los casos del sur en todo el país.
Voces de los crímenes sin castigo
Investiguen al asesinado
Desde temprano las paredes de la sala del BAUEN se fueron llenando de carteles, pancartas, nombres, lugares, fechas y pedidos de justicia que recordaban a más de 15 jóvenes muertos por policías en distintas provincias. La ambientación estuvo a cargo de los propios familiares que llevaron las mismas banderas que ondean en manifestaciones, marchas, juzgados, fiscalías y comisarías desde que sus hijos o hermanos fueron muertos. El caso de Atahualpa Mártinez Vinaya, en 2008, simboliza uno de los asesinatos más antiguos del panel, y el hecho más reciente data de hace apenas tres semanas: estuvieron presentes Walter y Norma Chanta, papás de Cristián, “un pibe asesinado por un policía de la Federal. Cristián cumplía 23 años. Lo mataron por la espalda y desarmado”, introduce la historia la coordinadora de CORREPI María del Carmen Verdú, como para perfilar la charla.

María del Carmen Verdú
[audio:https://media.lavaca.org/audios/2012/correpi-mariadelcarmenverdu.mp3]

“El policía alega que quiso ser asaltado, y no sólo está en libertad sino que la Fiscalía investiga el robo y no el homicidio”, remata la historia, acaso un espejo de lo que se escuchará en la conferencia.
Voces de los crímenes sin castigo
Otoño, 16 años
Una bandera atraviesa la sala y recuerda la cara, los ojos celestes y la belleza de Otoño Uriarte. Su padre la mira (a la bandera, a ella) antes de empezar la charla, toma aire y asegura que será breve. Relata primero la historia de la desaparición de su hija y el posterior encuentro fatal: “Fue en 2006. Después de una actividad deportiva ella estaba volviendo a la chacra donde vivimos, pero nunca llegó, y fue encontrada 6 meses después en un canal de riego muerta en Fernández Oro, cerca de Cipoletti”. Sus palabras pueden escucharse en el siguiente audio:

Roberto Uriarte
[audio:https://media.lavaca.org/audios/2012/correpi-robertouriarte.mp3]

Roberto Uriarte aportó las piezas de un mapa que explica muchas cosas:
-“Hubo una desidia total por parte de la asesoría de menores, la fiscalía, del juzgado de turno y obviamente de la policía”.
-“La policía lo único que hizo fue tomarle declaraciones a los compañeros de Otoño, luego la investigación se enfocó en la familia”.
-“Hubo un operativo gubernamental para minimizar la situación, y el periodismo alimentó estas versiones. Dijeron que Otoño se había ido por sus propios medios, porque tenía problemas familiares. Esto lo dijo Néstor Cufré, un personaje bastante siniestro en nuestra provincia, uno de los que maneja la corrupción en el Valle”.
-“Se imputó a 4 o 5 personas que rápidamente fueron desprocesadas porque no había elementos suficientes”.
-“Seguimos esperando el análisis de ADN de los vellos púbicos  que estaban en la bombacha de Otoño”.
-“Es necesario un cambio de fondo que básicamente se reduce a una política social”.
Voces de los crímenes sin castigo
Jorge, 24 años
Luego fue el turno de María Cabrera, la hermana de Jorge Pilquimán, quien adelantó que era la primera vez que hablaba en público. Su hermano tenía 24 años en 2005.

María Cabrera
[audio:https://media.lavaca.org/audios/2012/correpi-mariacabrera.mp3]

-“Según las pericias mi hermano se suicidó, pero estaba todo golpeado y eso no sale en la autopsia”.
-“En la rueda de conocimientos pusieron a los policías de espaldas, ¿Cómo los van a reconocer de espaldas y uniformados?”
-“Cuando fui a ver al juez Losada me dijo que la causa era contra la policía no podía hacer nada, que iban a pasar 10 años y me la iban a tirar a la basura”.
-“Para pasar a ser parte querellante tuvimos que pagar 5 mil pesos. Nosotros somos una familia muy humilde”.
-“No sé expresarme bien, no sé de leyes, no sé de nada, entonces por eso necesito que me ayuden a reabrir la causa”.
El Bauen pareció entrar en un espeso silencio.
 
Investiguen a la familia del asesinado
La tercera en hablar fue Julieta Vinaya, mamá de Atahualpa, asesinado cuando tenía 19 años, en 2008:

Julieta Vinaya
[audio:https://media.lavaca.org/audios/2012/correpi-julieta1.mp3]
[audio:https://media.lavaca.org/audios/2012/correpi-julieta2.mp3]

-“El mismo día que enterramos a Atahualpa recibimos una llamada del comisario Rivero que nos daba información a cambio de que paráramos lo que pensábamos hacer: la marcha”.
-“La hicimos igual, y empezamos a hacer marchas todos los martes cada 15 días, pegamos volantes 15 mil, afiches, empapelamos desde La Quiaca a Ushuaia, trabajábamos con las universidades, tratábamos de difundir porque la causa no avanzaba”.
-“La fiscal Daniela Sagari lo único que hizo fue investigar a la familia, a Atahualpa, si tenía novia o no, si tenía peleas… en eso se nos fueron meses, se nos fueron años”.
-“El gobernador puso una recompensa de 100 mil pesos, pero nadie hablaba. Entonces había miedo, ¿a quién? Ahí es cuando sospechamos de la policía”.
-“Yo sola no podía hacer anda, lo único que quedaba era juntarme con otras mamás, pedir juntas. Quizá un grito solo no puedan escuchar, pero muchos gritos sí”.
-“Dentro de la investigación nuestra estuvo trabajando Omar Sosa junto a la fiscal Sagari, y después descubrimos que era la mano derecha de Cufré. Por eso cuando se hacía un avance había un policía que venía con pescado podrido que desviaba la investigación”.
 
Madres del siglo 21
Últimamente en la causa de Atahualpa detuvieron a tres personas vinculadas a través de una campera con rastros de ADN.
-“Estas tres personas han estado en cada una de las marchas que hemos hecho. Entonces nos llama la atención. ¿Cómo puede ser que después de 4 años encuentren una prenda de uno de ellos?”
-“No voy a parar hasta encontrar al autor intelectual del asesinato de mi hijo. Las madres estuvieron más de 35 años pidiendo justicia, yendo a la plaza y haciendo la ronda de los jueves. Quizá tenga que esperar 35 años más, pero no importa, vamos a seguir, y quizá de acá a 35 años seamos muchas las madres que nos estemos organizando y estemos en este pedido de justicia”.
 
Con este mensaje encara la charla uno de sus protagonistas, César Antillanca, para relatar brevemente la historia de la muerte de su hijo. Cuenta que se enteró por teléfono, a través de la policía, la cual le dijo que Julián había muerto por un coma alcohólico; lo mismo publicaron los medios. Al llegar a Trelew, lo vio en el cajón todo golpeado; en ese momento comenzaría a caminar un camino incansable en búsqueda de justicia que tuvo en marzo de este año un golpe que César llama “la segunda muerte” de Julián: por su caso absolvieron a los cuatro policías detenidos argumentando que “sobre la base de la duda y la probabilidad no se puede condenar a cuatro personas a prisión perpetua”. Sin embargo, en la causa constan testimonios y análisis de ADN efectuados en los laboratorios de la Corte Suprema que vinculan la golpiza con el chofer Jorge Abraham, los suboficiales Pablo Morales y Martín Solís y la oficial Laura Córdoba.
Sobre la mesa de la conferencia César señala una carpeta de 70 páginas, doble carilla, que representa la impugnación del fallo que presentó junto a abogados de CORREPI y apoyado por el CELS. Adelantó que para diciembre de este año la Corte debe pronunciarse sobre la denuncia que considera al fallo de la absolución como “arbitrario” y según lo plantea César, producto de la corrupción.

El sentido de la felicidad 
En una charla interrumpida por algunos llantos, recuerdos densos e historias con el peor final, César retoma las palabras alentadoras de Julieta Vinaya, invoca a seguir luchando juntos los familiares y propone: “No perdamos la felicidad”.
La idea de estas conferencias es que vayan girando por distintas provincias dando a conocer la situación de represión e impunidad en el sur argentino  -enfocado en las provincias de Chubut, Río Negro y Neuquén- para que en cada lugar se vayan complementando las historias, completando el panorama, para que los familiares conjuren el dolor y lo transformen en estrategias concretas para hacer justicia, jurídica y social, y no perder la felicidad.
Para comunicarse con César, [email protected],  Y la información en la página oficial de CORREPI.
Fotos: gentileza Correpi

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83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

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Pablo Grillo
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83 días.

Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.

83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.

83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.

83 días y seis intervenciones quirúrgicas.

83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo. 

83 días hasta hoy. 

Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro. 

Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”. 

Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).

Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca. 

El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”. 

La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».

La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería. 

Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.

Esta es parte de la vida que no pudieron matar:

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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

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Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.

Por María del Carmen Varela.

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia. 

La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.

Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.

La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional.  A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.

Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.

Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro. 

MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA

Viernes 30 de mayo, 20.30 hs

Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

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Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.

Por María del Carmen Varela

La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.

La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro
Gabriela Pastor en escena. Detrás, Juan Zuberman interpreta a un ciego que toca la guitarra.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario.  Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.

El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.

Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.

Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.

La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.

Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA

Domingos 18 y 25 de mayo, 20  hs

Más info y entradas en @perlaguarani

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