Sigamos en contacto

Nota

Ganar perdiendo

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

La remontada oficialista en provincia de Buenos Aires. La pérdida del quórum en Senado. El crecimiento de la derecha, pero también de la izquierda. Las sorpresas mutuas y las incógnitas de dos festejos cruzados: miradas desde el político oficialista para entender lo que deja un nuevo resultado electoral, mientras se esperan otro tipo de resultados.

La estrategia del oficialismo en suelo bonaerense dio resultado y obtuvo lo que quería: paridad legislativa. No es poco, luego de la “sorpresa” de las PASO y de las últimas semanas de una campaña electoral en la que la oposición buscó desgastar su histórico bastión de votos. Ese dato, sumado al porcentaje del 25% que arañó en CABA, permitió hoy el festejo oficialista negado en la previa.

La victoria de la oposición, en cambio, se afianza en la derrota que sufrió el oficialismo en 16 provincias que les otorgaron el trofeo de poner en jaque la presidencia del Senado, a cargo de Cristina Fernández de Kirchner. Cómo impacta esta nueva coreografía del poder político representativo en la interna de la coalición de gobierno es la cuestión. Y eso es algo que la oposición hoy valoró tanto o más que los votos.

El éxito de la izquierda está representado por lograr por primera vez constituir un bloque de cuatro integrantes en la Cámara de Diputados: dos por provincia de Buenos Aires – Nicolás Del Caño y Romina del Plá- uno por Jujuy –Alejandro Vilca- y Myriam Bregman por CABA.

La gran derrota está representada por la salida del closet del fascismo, que cosechó 17 puntos en Capital. Un porcentaje suficiente para otorgarle fueros a Javier Milei y convertir en diputada a Victoria Villarroel, una abogada de 46 años, familiar de un genocida acusado de delitos de lesa humanidad, militante de la autodenominada “memoria completa” , quien ya adelantó qué intereses defenderá desde su banca: “Si votar la Ley Micaela (de capacitación obligatoria para funcionarios públicos en perspectiva de género) y la Ley Yolanda (de educación en cuidado del medio ambiente con especial énfasis en el cambio climático) es ser de izquierda, yo soy de derecha”.

Del cachetazo a la realidad

“El peronismo es un partido con vocación de poder: no hay con que darle a eso”, resume una funcionaria para graficar cómo fueron los días que siguieron a las PASO y que culminaron la semana pasada en una reunión en el CCK con todos los sectores que integran la coalición de gobierno. Todos.

Ni el más optimista creyó posible “dar vuelta” el resultado de esta elección; todos coincidieron en la lectura errónea de la realidad que las PASO les reveló, y coincidieron también en la falta de gestión y en que «para que nos vaya mejor, hay que hacer las cosas mejor”.

Se consolaron recordando que el kirchnerismo nunca ganó una elección de medio tiempo y se preocuparon por lo evidente: la falta de diálogo entre el presidente Alberto Fernández y su vice, Cristina Fernández. “Todos saben que Alberto y Cristina no se hablan desde las PASO. Pero si parás a una persona que votó al Frente y le preguntás quién gobierna, te dice Alberto. Si le preguntás a los de la oposición, te contestan que gobierna Cristina. La sensación es esa. Los costos siempre los va a pagar Cristina”, resume un dirigente gremial oficialista.

La pregunta, entonces, es si a esa falta de diálogo en la cima se puede atribuir esta derrota. La respuesta: “¿Por qué la gente votó a Alberto Fernández? Porque venía de una situación económica terrible con el macrismo. Venía cada vez peor. Y lo votan a Alberto Fernández no para hacer el socialismo ni para vivir en comunidad, ni porque se hicieron de izquierda o autonomistas… Querían volver a los doce años de consumo kirchnerista. Eso era el “vamos a volver”. Te voto para que vuelvan a gobernar y así puedo comprar celular nuevo. No sé qué van a hacer con los dólares, pero los que compré en el kirchnerismo los tuve que vender porque me quedé sin laburo. Entonces vuelvan, y organicen este desastre”. En resumen, la paradoja: «Votaron a Alberto para volver a Garbarino”.

Dos días antes de las elecciones Garbarino –que ya no tiene locales abiertos y supura una quiebra irremontable- despidió a 1.800 empleados.

La foto y la película

¿Cuál fue el efecto pandemia en el resultado electoral?

Respuesta de un dirigente oficialista: “El gobierno estuvo bien con la pandemia. No hubo ni un hospital colapsado, es uno de los países bien vacunados en el mundo. Pero doña Porota de Santos Lugares no tiene otra pandemia para comparar. Le decís que en Nueva York se moría la gente en la calle y ella no tiene cómo compararlo. Le parece que lo que se hizo era lo que había que hacer. No por eso te va a votar”.

Sigue el análisis: “Pero si el gobierno hizo eso bien, por otro lado se dedicó a abandonar a los sectores vulnerables y a someterlos a las situaciones más extremas. Fijate que las primeras rupturas del aislamiento y la cuarentena fueron las de la gente que salía a vender, a buscar una changa, a pedir plata en la calle. Y el mismo mes que sacaron el IFE, la inflación de alimentos fue monstruosa. Toda la guita que puso el Estado se la llevaron los grupos concentrados de la industria alimentaria. Entonces hiciste un esfuerzo grande, pusiste la plata, pero se la llevaron por la canaleta de los supermercados. Las empresas nunca dejaron de ganar. Repartieron más dividendos entre sus ejecutivos en pandemia que antes. No solo no perdieron, sino que ganaron. Entonces, ponés esa guita, pero no generás nada para que vaya a donde tiene que ir. Y es claro: esa plata tendría que haber sido para la gente.”

Lo que sí tuvo efecto pandémico: “Internamente pegó muy mal, pero muy mal, lo de la foto en Olivos y lo del vacunatorio VIP. Pegó mal, y sigue pegando mal. La gente que trató de apoyar y bancar todo este tiempo se quedó muy mal con esas cosas, y tiene toda la razón. Y de eso, de esas agachadas que le hiciste a los tuyos, ¿cómo te recuperás?».

Era por abajo

A las seis de la tarde se cerraron las urnas y en Chacarita, donde el oficialismo arma su bunker, se prueba sonido en el escenario. No hay nadie en la calle y las plazas están llenas: no hay clima electoral: hay clima de domingo. Tampoco hay banderas. Ni militantes. Ni parrillas encendidas. El puesto de panchos está listo, pero todavía sin bebidas frías.

Una hora después asoman las primeras banderas: Frente Patria Grande, Corriente Militante Lealtad y Movimiento Evita, únicos grupos que desde temprano hacen sonar bombos y trompetas. Los que están ni siquiera saben si va a haber oradores en el escenario; tampoco esperan mucha gente.

La escena cambia con la llegada de los primeros resultados. Hay sorpresa, pero esta vez lo que desata es alegría.

¿Qué cambió de las PASO hasta acá? Responde Victoria Freire, del Frente Patria Grande: “Poner en el centro la escucha”, dice. “Tenemos que hacer mucho más ese ejercicio”.

¿Qué escucharon? “Aparece fuertemente la demanda de trabajo. Apareció también muy fuerte el tema de la inseguridad, que es un tema para abordar de una manera que atienda a quienes viven en condiciones más difíciles y que más expuestos se ven al deterioro de las condiciones de vida. Y también hay demanda del acceso a servicios, a vivienda, a vivir mejor”.

Otra respuesta: Victoria se presenta como socióloga y feminista. Y dice: “Nuestra agenda tiene que comprometerse a fondo con la hoja de ruta de lograr mayores derechos y de lograr políticas redistributivas; tenemos pendiente de construir desde nuestro movimiento, pero también desde los recursos que existen en el Estado”. ¿Es posible con Manzur como jefe de gabinete? “Creo que es posible porque nuestro movimiento ha logrado cosas importantes en momentos y coyunturas muy difíciles, y creo que eso es lo fundamental: saber que nuestra fuerza no puede ponerse en duda por un funcionario, sino que la tenemos que construir en ese diálogo en las calles, con un movimiento activo. Y siempre ir por más. No hay que retroceder”.

Otra: Matías Gallastegui, militante de El Hormiguero. “Como había mucha gente que no había ido a votar, había que llegar a esa gente, no con actos o grandes eventos masivos sino que había que desarrollar una campaña subterránea. La militancia salió a hablar cara a cara. Y rescato que hayamos hecho esa campaña porque lo más importante es que nuestra fuerza política siempre esté de cara a la gente, que la gente nos acompañe, nos vote, y que cuando no nos vote, también estemos. Y que con lo que escuchamos podamos nutrir al gobierno de los insumos que no es más ni menos que la realidad. La pandemia dejó un momento de mucho dolor. Es una sensación de muchísimo dolor, de muchísima pérdida humana, de muchas pérdidas económicas, gente que no pudo trabajar por mucho tiempo, que se endeudó. Va a haber que hacer una tarea fina en materia económica. Hay muchos argentinos que entendieron que la política no les estaba resolviendo su problema y que por lo tanto no valía la pena acercarse a las urnas y hacerse escuchar”.

La participación creció con respecto a las elecciones primarias y para Matías eso es una celebración, aunque se le encienden alertas con Milei como tercera fuerza en el distrito. “Candidatos como Milei ofrecen un abanico de respuestas rápidas, a mi entender fáciles, y supieron dibujar un futuro posible para el sector más golpeado de la ciudad que en este momento son los jóvenes. En los sectores más pobres de la ciudad de Buenos Aires la juventud padece por dos o por tres la situación de la pobreza: ahí Milei en algún punto viene a dar respuesta a un futuro incierto”. Un ejemplo: en la comuna 8, en el sur de la ciudad, donde el Frente de Todos resultó ganador, el partido de Milei sacó casi el 20%.

“La tarea central es poder conectar a ese gran movimiento subterráneo que está en la sociedad, y donde anida el futuro. Si logramos que el Frente de Todos sea catalizador de las luchas hay un futuro mejor para nosotros y nosotras. La mejor manera de defender derechos es avanzando. Y eso es lo que la militancia y las organizaciones tenemos que empujar: tener un gobierno que todos los días se levante proponiendo un futuro distinto y no atajando penales”.

Mientras chillan los bombos y resuenan las tensiones que siembran las preguntas que dispara esta elección, un veterano operador recurre a un clásico apotegma peronista para delinear el horizonte que se divisa desde esta vereda: “Cuando el carro camina, los melones se acomodan”.

Nota

Escritos sobrevivientes: Un nuevo libro escrito por ex detenidos desaparecidos

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Este 24 de marzo, a 49 años del golpe, la editorial lavaca publica Escritos sobrevivientes, un libro creado junto a un grupo de personas que estuvieron secuestradas y desaparecidas en distintos centros clandestinos de represión durante la última dictadura militar. Se presenta el próximo viernes 28, pero ya podés pasar a buscarlo por MU (Riobamba 143) desde hoy. En este texto, Claudia Acuña cuenta qué representa esta obra parida en colectivo y en medio de aires negacionistas.

Por Claudia Acuña

Este libro representa muchas cosas y todas y cada una nos parecen decisivas para estos tiempos desesperados.

Ni sé por dónde comenzar a enumerarlas, así que sin orden de importancia ni cronológico enumero algunas, aunque sin duda me faltarán otras que invito a que completen quienes lo lean.

Lo primero, para mí, es reconocer el valor social, político, histórico y ético que merecen las personas detenidas-desaparecidas por la dictadura cívico militar que azotó este país desde el 24 de marzo de 1976. No olvidamos esa fecha gracias a ellas, pero no siempre se las nombra con la relevancia que han tenido para construir verdad, justicia y memoria.

A algunas de ellas he tenido el honor de escucharlas y verlas testimoniar en los juicios de lesa humanidad, pero también en los diferentes procedimientos contra la impunidad que crearon y sostuvieron para que esos juicios sucedan.

Una y otra vez.

Una y otra vez.

Una y otra vez.

Hasta lograrlo.

Solo a una pude agradecerle con palabras y lágrimas el esfuerzo, el coraje y el legado que recibíamos por su esfuerzo, pero fundamentalmente por sus vidas consagradas a hacer posible lo imposible. Fue en la puerta de los tribunales de Comodoro Py, mientras los altoparlantes transmitían la primera condena a los genocidas responsables del centro de detención clandestino y de tortura que funcionaba en la Esma. Ahora, con este libro queremos extender esas gracias a cada una, a cada uno.

Sé, porque comprendí la lección que nos daban, que no puedo afirmar que lo hicieron solo ellas, ellos. Esa es otra de las cosas que representa este libro: el saberse parte – y reconocerlo siempre- de algo más grande, más importante y más trascendente no solo del yo, sino incluso del núcleo colectivo en el que nos organizamos, reflexionamos y tomamos fuerza para resistir. Nuestras fuerzas individuales y nuestras construcciones políticas suman, activan, empujan, pero alcanzan sus objetivos cuando sincronizan con la necesidad social, con la época y con la Historia. Tienen alas porque tienen raíces y mueven al mundo hacia lugares mejores porque se sabe más grande y más poderosa que lo que nos rodea.

Eso que aquí las y los autores definen como “subjetividad sobreviviente” nos advierte eso: somos nuestros cuerpos y la sombra que proyectan, lo que hacemos y lo que soñamos, nuestras obras y nuestra imaginación, nuestros saberes y nuestra intuición, pero también y además aquellos cuerpos, proyecciones, hechos, batallas ganadas y perdidas, que nos anteceden y desbordan para fortalecernos y sostenernos de pie. Aquello que ilumina la oscuridad es la memoria sensible: de eso se trata este libro, además.

Otra: el valor de las utopías. En los momentos más aterradores hemos gritado “Aparición con vida y castigo a los culpables”. Bueno: la noticia es que hemos tenido éxito y aquí están las personas que cuando pronunciábamos esas palabras mágicas no podíamos abrazar. Algunas de ellas son las que el tercer sábado de cada mes vimos ingresar a nuestra trinchera durante el largo y desalentador año 2024. Para nosotros ese taller de escritura significó una cita con la esperanza, cada vez. Y una comprobación: el futuro se construye con el hacer colectivo, cada vez.

Por último: este no es un libro de testimonios sobre el horror de la dictadura, sino su contracara o quizá, lo que se puede pensar después de cruzar el abismo de la impunidad.

Quizá.

Me falta todavía superar la alegría de haberlo logrado, de sostener con las manos esta pequeña utopía realizada en tiempos de saqueo de recursos simbólicos y materiales, en las cuales sólo proponerlo sonaba casi irresponsable, para poder encontrar las palabras certeras, que expresen lo que representa que personas empobrecidas y violentadas podamos hacer lo que querramos financiadas sólo por el deseo y la convicción, que siempre es política.

Quizá la palabra exacta sea una sola: Argentina.

La presentación

Escritos sobrevivientes y compila una serie de textos producidos en un taller de escritura que tuvo lugar en MU durante 2024. Estos relatos abordan historias marcadas por lo que el grupo denomina «subjetividad sobreviviente». El resultado es un conjunto de textos poéticos, políticos y filosóficos, de una potencia y belleza conmovedoras.

Participan: Rufino Almeida, Margarita Fátima Cruz, Graciela Daleo, Lucía Fariña, Mercedes Joloidovsky, Eduardo Lardies, Susana Leiracha, María Alicia Milia, Claudio Niro, Silvia Irene Saladino, Stella Maris Vallejos e Inés Vázquez.

Así lo resumen sus autoras y autores: «Un grupo de compañeras y compañeros, ex detenidos desaparecidos por el terrorismo de Estado, nos reunimos en un taller de escritura para crear textos enfocados en la subjetividad sobreviviente, mientras la voz del poder alimenta el negacionismo y la reiteración del sufrimiento popular por variados medios».

El libro se presentará el próximo viernes 28 de marzo a las 20 horas en Mu Trinchera Boutique, Riobamba 143.

Podés conseguirlo desde hoy, 24 de marzo, también en MU.

Escritos sobrevivientes: Un nuevo libro escrito por ex detenidos desaparecidos
Seguir leyendo

Nota

La Justicia esquiva la causa por el disparo a Pablo Grillo: “Hasta ahora no se investigó nada”

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

La recuperación de Pablo “es muy rápida” pero la investigación sobre su intento de asesinato, muy lenta, o directamente inexistente. Qué dijo el padre hoy frente al Hospital Ramos Mejía donde Pablo sigue pelando por su vida, aún en terapia intensiva pero con avances prometedores, y las abogadas del caso que presentaron ante la Justicia: primero Servini de Cubría y luego el candidateado a la Corte Ariel Lijo rechazaron la causa, y ahora se sortea en la Cámara Federal de Casación a qué juez le tocará investigar a quien le disparó y a sus superiores jerárquicos. Los dichos de Adorni en conferencia de hoy, y quién cortó el diálogo con la familia; las pruebas que se pidieron y las que se aportaron; y el texto de la presentación judicial en la que la familia pide ser querellante, con las pruebas que aportamos desde decenas de medios, fotoperiodistas y organizaciones sociales.

Por Francisco Pandolfi

Pablo Grillo todavía no está fuera de peligro, pero la mejoría día a día, paulatina y constante, le permite a la familia hablar ya no sólo de su estado de salud. Hasta hoy, el único foco era la supervivencia de este fotógrafo de 35 años impactado por una granada de gas lacrimógeno, fuera de toda legalidad, por las fuerzas de inseguridad comandadas por la ministra Patricia Bullrich.

La pérdida de masa encefálica y la fractura de cráneo con la que llegó de urgencia al Hospital Ramos Mejía –el miércoles 12 de marzo, cuando se desató la represión en la marcha por las paupérrimas condiciones en las que viven las y los jubilados–; la primera operación esa misma noche en la que se bajó la presión intracraneal y se le reconstruyó algo del tejido. Las pupilas que empiezan a reaccionar bien. La merma en la sedación. Los primeros movimientos – prematuros e inesperados por los propios médicos–. Otra operación por un derrame que es revertido a tiempo. La baja de los glóbulos blancos como síntoma de la baja en la infección. Y a solo una semana del disparo, Pablo abre los ojos. Y le sacan el respirador para ver cómo reacciona y lo hace agarrándole la mano a la mamá. Y por si fuera poco le susurra las palabras más hermosas a su papá: “Hola, viejo”. 

Pablo continúa en terapia intensiva, en estado crítico, pero respondiendo bien neurológica y físicamente. “Es asombroso el nivel de avance que tuvo”, dice Fabián, su viejo, con los ojos emocionados e incrédulos por la mejoría impensada en tan poco tiempo. Esa sucesión de buenas noticias las que posibilitan a la familia convocar este viernes a una conferencia de prensa «para contar novedades en la causa judicial».

Primero, habla Fabián, su papá, sobre la salud de Pablo: “Las novedades son que está estable, por lo tanto es bueno. Está con los ojos abiertos y sigue sin respirador”.

En la conferencia de prensa convocada por la familia de Pablo Grillo, fotógrafo que fue impactado por una granada de gas lacrimógeno lanzada por las Fuerzas comandadas por Patricia Bullrich, Fabián, su papá, habló sobre la salud de su hijo.

www.lavaca.org (@revistamu.bsky.social) 2025-03-21T19:35:39.538Z

Fabián lleva puesta una remera azul, con letras blancas que dicen: “Justicia por Pablo Grillo”. Se lo nota cansado, pero más distendido. Se ríe cuando cuenta: “Tengo un video con saludos de (Ricardo) Bochini, veremos si los médicos nos permiten que se lo pasemos. Si lo escucha al Bocha, va a volver a hablar seguro Pablo”. Mantiene los pies sobre la tierra: “Todavía la situación es grave: está en terapia y con riesgo de vida. Pero en ese marco todo lo que estuvo ocurriendo es favorable. A todos nos sorprendió su evolución. Incluso los médicos manifiestan que la evolución que está teniendo es asombrosa. Es muy rápida”.

Este jueves, el vocero presidencial Manuel Adorni dijo que el diálogo con la familia quedó roto desde que el padre de Pablo acusó a Bullrich de ser cómplice. Fabián le responde: “Nosotros no cortamos nada porque nunca existió el diálogo. Lo mío fue una respuesta a una declaración mentirosa de Bullrich, por tanto si es que alguien cortó el diálogo fueron ellos. Yo estoy dispuesto a escuchar, si alguien me llama”. Y agregó: “A esta altura no lo espero (ese llamado). Espero poco. Pero demostraría que tienen todavía un grado de humanidad”. 

En relación a las mentiras de Bullrich sobre el trayecto del proyectil, expresó: “Me da vergüenza la forma en que fue acomodando la mentira. La va acomodando a medida que la realidad se lo desmiente, es hasta absurdo, burdo, grotesco: no sé que palabra utilizar”. Cuando le preguntaron si le diría algo al gendarme que, según los elementos reconstruidos hasta el momento, sería quien disparó (presuntamente, el cabo Guerrero), afirmó: “Personalmente no le diría nada. Sí lo vamos a decir de forma jurídica. El mejor diálogo que podemos tener con esta gente es en lo judicial”.

La causa, sin avances

Fabián estuvo acompañado por Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos, y a Paula Litvachky, del CELS, organismos que patrocinarán legalmente a la familia, que este 21 de marzo se presentó ante el Juzgado Criminal y Correccional Federal Nº 1 para ser tenida en cuenta como querellante en la investigación judicial.

Lo más importante de la causa hasta ahora: desde el 12 de marzo “no se investigó nada y reclamamos que se empiece a investigar urgente”. Las abogadas cuentan el por qué: “La causa iniciada por la denuncia de la Procuvin (Procuraduría de Violencia Institucional) que dio inicio a la instrucción estaba presentada en el Juzgado 12 de Ariel Lijo, quien se la devolvió a la Jueza Servini de Cubría, que otra vez la rechazó. Ninguno de los dos quiere hacerse cargo de la investigación. Ahora irá a sorteo para definir quién la sigue. La Cámara Federal de Casación Penal tiene que resolver”. Agregan: “Hasta ahora el Ministerio de Seguridad dijo que no hará sumarios internos por el accionar de su Fuerza, lo que refleja el encubrimiento”. 

La causa aún no tiene carátula porque no está radicada en ningún juzgado. La denuncia presentada es por tentativa de homicidio agravado, por abuso de autoridad e incumplimiento de funcionario público.

Dice Paula Litvachky, del CELS: “Es muy importante que la causa salga de este limbo judicial y se inicie el pedido de pruebas antes de que pase más tiempo”.

Dice Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos: “Esperamos que en estos primeros 9 días en los que no se hizo nada, no haya ninguna prueba que se haya destruido, modificado, alterado. Hay cámaras del Gobierno de la Ciudad que tienen un tiempo de duración determinado, o de negocios que también se van borrando y si no las pedís inmediatamente después ya no están. Es vergonzoso que un hecho así no lo esté investigando nadie”.

Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos, es junto a Paula Litvachky, del CELS, la abogada que representa a la familia jurídicamente. En este video cuenta los avances de la causa judicial:

www.lavaca.org (@revistamu.bsky.social) 2025-03-21T19:54:48.310Z

Las abogadas pidieron una serie de pruebas. Las más relevantes: “Quién dio las órdenes, cómo se manifestaron esas órdenes y cuáles fueron, antes y después del impacto; cuál fue el protocolo que se aplicó, quienes integraban el equipo donde estaba incluido el cabo Guerrero y qué órdenes se le impartió a ese grupo en particular; qué armas utilizaron”. También exigen que se lo llame a indagatoria a Guerrero. “Ya hay suficientes elementos para hacerlo”.

Completa Paula Litvachky: “Hicimos una presentación con los hechos, tenemos un montón de pruebas para que se reconstruya ese tramo del operativo de modo tal que se pueda tener la responsabilidad de quién disparó y de toda la cadena jerárquica”.

Concluyen ambas: “Las pruebas están. Nunca hubo tanto registro fotográfico y audiovisual. Necesitamos el acompañamiento social para empujar a que se haga justicia y que no quieran desviar el foco de la investigación”.

Seguir leyendo

Nota

La causa de la caída: la denuncia de Beatriz Blanco, la jubilada gaseada y golpeada por la Policía

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Traumatismo encéfalo craneano, herida cortante e irritación ocular: las heridas causadas a Beatriz Blanco (81 años) ya forman parte de una causa judicial que inició ella misma y también la Procuraduría de Violencia Institucional, y apunta contra dos efectivos que la gasearon y le pegaron, provocando su caída. También apunta a la responsable del operativo, la ministra Patricia Bullrich, que se desplegó el miércoles de manera feroz, pero que -plantea la denuncia- es parte de un “plan sistemático”. Beatriz fue golpeada a las 16:10, antes de los principales incidentes, mientras se manifestaba en una esquina: cómo fue el momento, según relata ella misma en la denuncia y cuenta su hija. Quién es esta jubilada que trabajó de todo. Cómo está: recuperándose, enojada y “con más fuerza que nunca”. La voz de una de sus hijas junto a quienes lucha por justicia, y paz.

Por Franco Ciancaglini.

La imagen de Beatriz Blanco cayendo en seco al suelo -tras ser gaseada y empujada por dos efectivos de la Policía Federal- dio la vuelta al mundo. 

En el video se ve el fin de una secuencia más larga que inicia cuando la Policía Federal empuja de manera violenta a jubiladas y jubilados que se encontraban haciendo el clásico semaforazo de todos los miércoles en el Congreso. 

“Ella lo que cuenta es que estaba con el grupo de jubilados, cortando Entre Ríos, para mostrar sus carteles. Y cuando el semáforo se pone verde se vuelven a la esquina. Y en ese momento vino la policía, apurando a todos los viejos a subirse a la vereda”.

La que habla es una de sus hijas, Paula.

El relato coincide con la temprana decisión de las fuerzas de abalanzarse sobre personas que hacen lo mismo todos los miércoles -un semaforazo, y luego una movilización que da la vuelta al Congreso-: Beatriz fue atacada a las 16:10. 

Esta vez, por lo especial de la fecha, los Policías iban además con el gas apretado y el palo suelto. Cualquiera que estuvo en la manifestación pudo apreciar cómo apenas una persona se acercaba a los efectivos, o incluso estando a metros, sin hacer nada, podía ser gaseado. Incluso teniendo 81 años.

La causa de la caída: la denuncia de Beatriz Blanco, la jubilada gaseada y golpeada por la Policía

Los camiones hidrantes fueron parte de la cacería desatada. Foto: Lina Etchesuri.

El arma y la palabra

Beatriz Blanco no está afiliada a ninguna barrabrava ni milita en ningún partido político.

Es jubilada.

Trabajó toda su vida como empleada en cooperativa de fletes, empleada cuidando niños, costurera, y de casera hasta los últimos tiempos.

Tiene tres hijas.

Una de ellas, Paula Ippolito, cuenta que junto a su madre Beatriz y su hermana Paula suelen ir juntas a las marchas. “Esta vez fue sola porque justo yo estaba operada de la rodilla. Suele ir, no va todos los miércoles pero cuando puede va”.

Beatriz ya conocía a varios y por eso se acercó al grupo de jubilados que realiza los miércoles el semaforazo. Luego de que la empujaran a la vereda, se puso a hablarle a un cordón policial, una práctica habitual de jubilados anodados ante la violencia sin sentido que ejercen las fuerzas: “Ella siempre es de ir y hablar, de decir qué están haciendo, cómo no les da vergüenza; mi mamá siempre como que quiere hacer conciencia. Ella le debería estar gritando al policía que estaba de espaldas y lo toca con el bastón como diciendo ´mirame´. Ahí el chabón se da vuelta y le tira el spray, y el otro que le pega con el palo en la cabeza”.

Ese combo, que representa un ataque, de gaseo, empujón y golpe, hace que Beatriz pierda el equilibrio instantáneamente, y caiga al suelo.

La primera pregunta es cómo está: “Se está recuperando. Está en reposo, en observación por el golpe que recibió en la cabeza. Está con mucho dolor en todo el cuerpo, con un poco de inestabilidad, con el dolor en los ojos por el gas que le tiraron. Tiene los ojos muy hinchadas: le tiraron gas directo en la cara”.

Este dato del gas directo a sus ojos explica a la vez la pérdida del equilibrio, desechando por tierra las mentiras del Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, que aseguró que se “cayó sola”. También el título de la empresa La Nación que habló de que la jubilada “atacó” a la policía previo a su “caída”: “Ella le tocó con su bastón para que se diera vuelta, para que la escucharan, no golpeó a nadie. Habría que mostrar los videos enteros donde la Policía increpa primero a los jubilados para que se suban a la vereda, con la agresividad que suelen tener”.

La causa de la caída: la denuncia de Beatriz Blanco, la jubilada gaseada y golpeada por la Policía

Beatriz Blanco, tras los gases recibidos y el golpe posterior. Foto: Lina Etchesuri.

El caso de Beatriz es uno de los dos -junto al del fotógrafo Pablo Grillo- denunciados por la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin) ante la Cámara del Crimen. En esas denuncias a las que accedió lavaca, el organismo que se encarga de monitorear a las fuerzas -en estos tiempos, con menos entusiasmo- presenta como “pruebas” distintos recortes periodísticos alrededor del ataque a Beatriz. Y solicita a la justicia que requiera al Ministerio de Seguridad el personal policial afectado a los lugares de ambos ataques, así como los datos de la “sala de operaciones” a la que reportaban los agentes a cargo del operativo.

Por otro lado, la propia familia de Beatriz presentó una denuncia contra los dos agentes de la Policía Federal y contra la propia ministra Bullrich. Narra en su presentación lo mismo que refiere su hija en esta nota: “Siendo aproximadamente las 16:10 hs me encontraba en las inmediaciones de la esquina de las avenidas Entre Ríos y Rivadavia de esta ciudad (…) cuando fui rociada con una sustancia lacerante por un efectivo de la Policía Federal. Inmediatamente después, y también a manos de un efectivo de la PFA, recibí un golpe en la cabeza, con un elemento que creo se denomina ‘tonfa’, lo que provoca mi caída al piso”.

Tras el golpe, Beatriz fue derivada al Hospital Argerich, donde diagnosticaron lo producido por el ataque: traumatismo encáfalo craneano, herida cortante e irritación ocular.

Por eso, por un lado, reclama la identificación de los dos efectivos que la atacaron, plausibles de ser responsables de “delitos de lesiones leves” agravadas por tratarse de personal de la fuerza. Y por otro, califica a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich como “autora mediata” por ser responsable del operativo y algo más: la valiente presentación habla de que estos hechos son parte de un plan sistemático.

La causa de la caída: la denuncia de Beatriz Blanco, la jubilada gaseada y golpeada por la Policía

Una síntesis del plan sistemático. Foto: Juan Valeiro.

“Como en los momentos más aciagos de nuestra historia, desde el Poder Ejecutivo se ha montado un Programa de Miseria Planificada cuya consecuencia natural es la Protesta Social. Y sabido es que este tipo de políticas socioeconómicas sólo resultan aplicables cuando se pone a disposición de las mismas al aparato represor del Estado”.

Firma toda esta historia la propia Beatriz, acaso poniendo en contexto lo que representan los golpes que sufrió, su historia y el futuro por el que pelea junto a sus hijas. “Nosotras somos fieles a las marchas que son para los derechos del pueblo”, cuenta Paula, una de ellas. “No militamos en ningún partido político, siempre vamos independientes y solas”, aclara por si hiciera falta.

Paula habla siempre en plural femenino, pensando en su madre y su hermana. Desde ese lugar cuenta: “Nos están sacando todo. Nos están metiendo miedo para que no salgamos a las calles. Están imponiendo todo lo que quieren imponer. Siempre estamos atentas a todas las luchas. Esto va a por todos, no es solamente por los jubilados. A mi me han robado plata con la AFJP a pesar de que ya tengo 30 años de aportes. Estos vienen por todo, por todo lo que conquistamos”.

Junto a Natalia, las jóvenes militan tocando tambores en Batuka, uno de los conjuntos que lleva el ritmo a la calle y es la banda de sonido de la protesta social y la lucha. Hoy, del lado de la víctima, Paula asegura: “Estamos luchando para que esto no vuelva a suceder. Para que tengamos memoria y el pueblo no se duerma. No tenemos miedo. Ya la verdad que queda poco por perder”.

Esta lucha incluye, claro, a Beatriz: “Está más fuerte que nunca. Está enojada, muy enojada. Pero está fuerte para seguir la lucha”.

La lucha, ahora, es por justicia: “Solamente queremos que los responsables tengan justicia, sean los policías o la ministra de Seguridad: que la justicia trabaje a favor del pueblo. Y que no salga nadie más impune”. 

¿Tenés esperanzas? “Y no. Pero hay que hacerlo igual: nos corresponde”.

La esperanza tal vez siga estando en la calle, mientras estas jóvenes sin contención psicológica ni asistencia estatal de ningún tipo enfrentan los golpes: “Estamos nosotras, las hijas, para cuidarla y para que se reponga de esto”.

¿Necesitan algo? “Sí: paz”.

Seguir leyendo

Lo más leido

Anticopyright lavaca. Todas nuestras notas pueden ser reproducidas libremente. Agradecemos la mención de la fuente.