Nota
¿Y Julio López?
Adriana Calvo contó a lavaca algunos pormenores políticos y judiciales de lo que define como Monumento a la impunidad: la causa que investiga la desaparición de Julio López. Y los absurdos: las visiones de una “mujer pájaro” o la incriminación de la Cámara de Apelaciones al perro Kintín. Hay un procesado por pedir por López, pero ninguno por la responsabilidad de su secuestro. ¿Por qué el gobierno no impulsa a fondo la investigación? La percepción de una actitud diferente y positiva de la sociedad.
Varios integrantes del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia se sorprendieron al salir a repartir volantes invitando a la marcha que, desde Congreso a la Plaza de Mayo, reclamaría por Jorge Julio López, a dos años de su desaparición. “Tengo años de repartir volantes” dice Adriana Calvo a lavaca “y esta vez la reacción fue impresionante: sorpresa, consternación, solidaridad y bronca. Te preguntaban ¿y qué hizo el gobierno? Nos agradecían que alguien esté haciendo algo”. El volante tenía la pregunta que nadie responde: “¿Y Julio López?”
Adriana integra el Encuentro que desde hace años viene coordinando con cientos de organizaciones las marchas de los 24 de marzo, aniversario del golpe militar. “Pero además hemos tomado este tema desde la desaparición de Julio. Este es un caso que va a ser estudiado a futuro como un ejemplo de todo lo que pueden hacer el poder judicial y el poder político para entorpecer una investigación: es un monumento a la impunidad”.
Adriana agrega otra cuestión, ¿un posible punto en común?: “Este es un momento de fragmentación del campo popular, con el llamado conflicto del campo y demás. Nos parece importante dejar de lado diferencias fuertes que todos podemos tener, pero unirnos para reclamar por la aparición con vida de Julio y denunciar la complicidad y encubrimiento alrededor de esta causa.
¿Por qué el caso Etchecolatz fue histórico?
Adriana Calvo misma fue secuestrada y desaparecida durante la dictadura, parió a su beba en un móvil policial, y desde siempre (CONADEP y juicio a las juntas militares de 1985) ha sido una de las testigos centrales con respecto al accionar de la Policía Bonaerense, comandada por el general Ramón Camps secundado por el Comisario Miguel Etchecolatz, responsables de convertir a la provincia de Buenos Aires en una carnicería que no obvió el homicidio, la desaparición, la tortura sistemática, y el robo de bebés.
A su vez el juicio a Etchecolatz hace dos años tuvo a Jorge Julio López como uno de sus principales testigos. “Y no es casualidad que hayan apuntado al testigo de una causa que fue un enorme triunfo, un hecho inédito en la historia de la humanidad. La cadena perpetua a Etchecolatz por delitos cometidos en el marco de un genocidio. Fue la primera vez que un juez, un tribunal, reconoce la existencia de un genocidio en su propio país. Nunca había ocurrido. Siempre los reconocimientos de genocidio estuvieron dados por tribunales extranjeros. La desaparición de Julio se da justamente en el marco de un enorme impulso y aprobación popular sobre estos juicios, y para frenar ese avance. Lo que debió ser una profundísima discusión alrededor del al figura del genocidio, se desplazó a centrar la atención en la búsqueda de Julio”.
Cómo se construye el monumento
Así puede contarse sintéticamente el estado de las cosas, según Adriana Calvo: “En el poder judicial provincial, se dedicaron centralmente a no hacer nada. ninguna línea de investigación, permitir todas las irregularidades habidas y por haber de la policía Bonaerense, la Policía Federal, la SIDE (a la que siempre se nombra en femenino pero es el Servicio de Inteligencia del Estado) o el Servicio Penitenciario”.
Un caso: los presos policiales (Etchecolatz y compañía) supieron en el penal de Marcos Paz sobre una inmediata requisa, tema que sólo conocían el propio juez y el ministro de justicia de la Nación, Alberto Iribarne: “La responsabilidad de Iribarne fue directa. Los presos escondieron todo, casi le tomaron el pelo al juez Arnaldo Corazza dejando tarjetas de celulares, pero ningún teléfono. Fue tan grosero, que la segunda vez el juez no le avisó a Iribarne, y así se pudo encontrar el libro de guardia falsificado, ingresos de personas con distinto nombre y el mismo DNI, visitas no asentadas, y la comprobación de que tenían computadoras, celulares y toda clase de prerrogativas”. Puede recordarse que los que participaron en esas investigaciones salieron diciendo –sin darse a conocer- que “si algún lugar es bueno para pergeñar un secuestro, es el penal de Marcos Paz”. Allí, además, los funcionarios judiciales observaron que Etchecolatz principalmente, y otros 40 policías procesados por delitos de lesa humanidad eran tratados por sus guardianes como héroes. “Por esas cosas hablamos de monumento a la impunidad”.
Sala VIP
Adriana relata que se abrió una causa por esa situación VIP para personas condenadas en el marco de un genocidio. “Quisimos imputar al propio Iribarne, pero hace poco se declaró la falta de mérito de todos los imputados. No hay ningún funcionario que haya pagado por toda la serie de irregularidades. Ahí se ve la responsabilidad del poder político, que no ha hecho nada al respecto”. Otro dato: “La causa estuvo mucho tiempo en manos del comisario Oscar Farinelli, que entró a la policía en 1973, a la Dirección de Inteligencia, justamente durante la dictadura”. Los avances logrados por Farinelli pueden ser imaginados por cualquier lector.
¿A quién le conviene la impunidad?
El razonamiento de Adriana apunta a responsabilidades del gobierno, pero el gobierno puede ser visto como una víctima más de la desaparición de López. “Depende de lo que tenga que pagar a cambio. Por supuesto que el gobierno no fue el que secuestró a Julio, sería absurdo pensarlo. Pero sí pensamos que el gobierno sabe hace mucho tiempo que fue la policía, y debe saber quiénes de la policía, pero decidió en algún momento que esos autores quedaran impunes, a cambio de la así llamada gobernabilidad de la fuerza”. Los que ven esta perspectiva, aseguran que son demasiados los implicados potenciales, y todos en actividad. Por otra parte el tema de la “gobernabilidad” forma parte de la historia argentina de las últimas décadas, donde la Bonaerense funcionó en un marco de negociaciones con el ámbito político, intercambiando libertad para negocios varios, por cierta tranquilidad pública. (El crimen del reportero gráfico José Luis Cabezas fue un botón de muestra de lo que se puede esperar de estos representantes de la ley).
Adriana: “El primero que habló de eso fue Felipe Solá, todavía como gobernador. Julio desapareció un lunes. El viernes ya estábamos haciendo una marcha multitudinaria en La Plata bajo una lluvia torrencial. Solá nos recibió y dijo una frase que me resonó como una cuchillada pero no logré entender en su integridad. Dijo: ‘Está en peligro la gobernabilidad de la fuerza’. Ahí ya lo tenían claro. Dos años después lo tenemos claro todos. Mucha gente dice: ¿cómo puede ser que el ‘gobierno de los derechos humanos’ –por favor poné comillas- no quiera llegar a fondo con el caso de Julio López? Y bueno, parecería que el gobierno prefiere aceptar ese costo y garantizar así el funcionamiento de la bonaerense. Y desde mi punto de vista eso incluye tenerla en disponibilidad para la represión de los reclamos, las huelgas, las marchas y cualquier forma de protesta”.
¿No hay avances en la justicia?
Adriana Calvo considera que los juicios que se están llevando adelante representan un triunfo, “pero un triunfo de las luchas, las movilizaciones, la constancia, lo justo de los reclamos. Kirchner no impulsó la anulación de las leyes de impunidad porque sí, ni porque le preocupara de antes, porque busqué y busqué y no encontré una sola manifestación previa suya sobre estos temas. Hay que valorar ese logro de la movilización y la constancia. La desaparición de Julio se da en el marco de un enorme triunfo popular por esa cadena perpetua en el marco de un genocidio”.
Otro avance logrado en esta causa fue el cambio de carátula: “Con la causa en la Justicia Federal, se logró caratularla como Desaparición forzada de personas, lo cual significa que hay participación estatal”. (Un secuestro producido por extorsionadores no es desaparición forzada de personas, figura focalizada en la represión ilegal cometida por el Estado). Otro avance fue separar a la Bonaerense de la investigación. “Los jueces lo aceptaron pero con otros argumentos, la separan por inoperante, cuando para nosotros es cómplice”.
La mujer águila
El caso siempre fue contaminado de pistas falsas plantadas por los que pueden plantar pistas falsas, y además por toda clase de mediums y supuestos videntes cuyas pistas las fuerzas del orden siguieron con el mismo ahínco, o la misma hipocresía. En los primeros meses de búsqueda, una persona de nacionalidad peruana denunció que se comunicó telefónicamente con una amiga que vive en Perú. La “declarante” dijo que su amiga “por las noches se convierte en águila” y en uno de sus vuelos reconoció a Julio López en un campo cercano a La Plata. La declaración movilizó a tres comisarías y generó traslados, móviles, identificación de personas y declaraciones testimoniales. Mientras el águila volaba sobre América y la policía esperaba noticias, no se investigaba a los policías denunciados por López en sus declaraciones.
Primicia: los únicos acusados
Adriana Calvo cree que es casi un secreto que nadie conoce, pero hay dos imputados alrededor del caso. Un perro llamado Kintín, y el joven Fernando Grenno que pintó “Aparición con vida de Julio López” y fue procesado, por pintar, por “daño a la propiedad” y está esperando juicio oral. La pintada fue en 2007 en Río Bamba y Marcelo T. De Alvear de Buenos Aires, pero la inoxidable presteza policial permitió la captura del joven estudiante y militante de la agrupación Plan B de Ciencias Sociales (que hacía campaña por la aparición con vida de López). Fernando fue interrogado, requisado y quedó detenido durante diez horas en la comisaría 17º, lo dejaron ir por falta de antecedentes, y ahora debe esperar el juicio oral y público.
Kintín en cambio es un ovejero alemán. “Y es uno de los elementos que a través de parrafadas enteras utiliza la Cámara Federal de La Plata para demostrar la inoperancia policial”, cuenta Adriana. En el fallo firmado por los jueces Julio Reboredo, Alberto Durán y Alicia María Di Donato se lee, textual:
“Pero, si de hechos insólitos se trata, resulta de una manifiesta apatía que contraría el principio de rapidez inmerso en toda instrucción, la injustificada demora de casi un año y medio en descubrir que el can que «persiguió» las huellas y rastros de la víctima de autos aún desaparecida, se trata de una ejemplar de la raza Ovejera que solo cuenta con el instinto propio de su raza, mas no con el de la especialidad «búsqueda y rastreo», en tanto no se adoptó ninguna medida para tal logro; evidenciando una grosera negligencia que torna en utópica la tarea del can y su guía, merecedor del mayor de los reproches, ya que a partir de la pericia recientemente agregada surge nítidamente que no eran idóneos para haber descubierto los pasos seguidos por la víctima desaparecida de autos.
“Que sobrada elocuencia de la inoperancia investigativa en este proceso, surge del resultado de la pericia practicada por la Asociación Civil Escuela Canina de Catástrofe obrante a fs. 5017/5018 cuando efectúa el estudio sobre can «Kintin», y de su guía el agente policial Adrián Badano. Para infortunio de la investigación, para desilusión de la familia López y de la comunidad toda, el broche de la actividad policial en esta causa se encuentra coronado con una desafortunada realidad.
“Ni el can, ni el guía policial demostraron ser aptos para cumplir eficazmente con la medida ordenada oportunamente, frustrándose el seguimiento de la pesquisa «Atalaya».
La conclusión de los jueces, una página más tarde, es: “Dichas circunstancias comprobadas de la causa nos convence que los errores por negligencia manifiesta que ha cometido la Policía de la Provincia de Buenos Aires en sus distintas etapas investigativas debe culminar con su apartamiento en el rol de investigadora, ya que no ha demostrado un desempeño convictivo, eficiente y profesional en este proceso”.
Conclusión: la Bonaerense fue apartada de la causa por la cuestión de Kintín.
La otra enseñanza de Kintín: la ficción de que se está haciendo algo, investigando e informando a la sociedad. El simulacro como estilo de desinformación y mentira.
De Julio López sigue sin saberse nada a dos años de su desaparición. Puede deducirse que las autoridades competentes seguirán investigando hasta las últimas consecuencias, para detectar quizá no a los culpables, pero sí al menos a los que pinten reclamando por la vida, o a los que crean estar oliendo cosas raras.
Nota
Imágenes de la marcha a Plaza de Mayo: los jubilados siguen haciendo lío

Jubilados y jubiladas se movilizaron desde el Congreso de la Nación hasta Plaza de Mayo en una nueva jornada de reclamos y denuncia por los ingresos de pobreza que perciben y el fin de la moratoria previsional, cuya prórroga sigue durmiendo en Diputados. Como siempre, los carteles manuscritos fueron una forma de expresión y creatividad. En uno se leía: «Francisco está feliz. Jubilados haciendo lío!!!»
La marcha comenzó nuevamente con un operativo desproporcionado con las cuatro fuerzas federales -PFA, Gendarmería, Prefectura y PSA- que reprimió la protesta pacífica: la Comisión Provincial por la Memoria contabilizó una persona detenida y 13 heridos por efectos de los gases lacrimógenos, entre ellos jubilados y trabajadores de prensa.
Frente a la Rosada, realizaron un acto donde distintas agrupaciones de jubilados se manifestaron contra el acuerdo con el FMI y cantaron por la salud de Pablo Grillo.
«Hasta el próximo miércoles», saludaron los jubilados y jubiladas.
La próxima semana, la marcha contará con la participación de los gremios de la CGT como previa al Día del Trabajador y la Trabajadora del 1 de mayo.

Foto: Juan Valeiro para lavaca

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.
Nota
Escritos sobrevivientes: Un nuevo libro escrito por ex detenidos desaparecidos
Este 24 de marzo, a 49 años del golpe, la editorial lavaca publica Escritos sobrevivientes, un libro creado junto a un grupo de personas que estuvieron secuestradas y desaparecidas en distintos centros clandestinos de represión durante la última dictadura militar. Se presenta el próximo viernes 28, pero ya podés pasar a buscarlo por MU (Riobamba 143) desde hoy. En este texto, Claudia Acuña cuenta qué representa esta obra parida en colectivo y en medio de aires negacionistas.
Por Claudia Acuña
Este libro representa muchas cosas y todas y cada una nos parecen decisivas para estos tiempos desesperados.
Ni sé por dónde comenzar a enumerarlas, así que sin orden de importancia ni cronológico enumero algunas, aunque sin duda me faltarán otras que invito a que completen quienes lo lean.
Lo primero, para mí, es reconocer el valor social, político, histórico y ético que merecen las personas detenidas-desaparecidas por la dictadura cívico militar que azotó este país desde el 24 de marzo de 1976. No olvidamos esa fecha gracias a ellas, pero no siempre se las nombra con la relevancia que han tenido para construir verdad, justicia y memoria.
A algunas de ellas he tenido el honor de escucharlas y verlas testimoniar en los juicios de lesa humanidad, pero también en los diferentes procedimientos contra la impunidad que crearon y sostuvieron para que esos juicios sucedan.
Una y otra vez.
Una y otra vez.
Una y otra vez.
Hasta lograrlo.
Solo a una pude agradecerle con palabras y lágrimas el esfuerzo, el coraje y el legado que recibíamos por su esfuerzo, pero fundamentalmente por sus vidas consagradas a hacer posible lo imposible. Fue en la puerta de los tribunales de Comodoro Py, mientras los altoparlantes transmitían la primera condena a los genocidas responsables del centro de detención clandestino y de tortura que funcionaba en la Esma. Ahora, con este libro queremos extender esas gracias a cada una, a cada uno.
Sé, porque comprendí la lección que nos daban, que no puedo afirmar que lo hicieron solo ellas, ellos. Esa es otra de las cosas que representa este libro: el saberse parte – y reconocerlo siempre- de algo más grande, más importante y más trascendente no solo del yo, sino incluso del núcleo colectivo en el que nos organizamos, reflexionamos y tomamos fuerza para resistir. Nuestras fuerzas individuales y nuestras construcciones políticas suman, activan, empujan, pero alcanzan sus objetivos cuando sincronizan con la necesidad social, con la época y con la Historia. Tienen alas porque tienen raíces y mueven al mundo hacia lugares mejores porque se sabe más grande y más poderosa que lo que nos rodea.
Eso que aquí las y los autores definen como “subjetividad sobreviviente” nos advierte eso: somos nuestros cuerpos y la sombra que proyectan, lo que hacemos y lo que soñamos, nuestras obras y nuestra imaginación, nuestros saberes y nuestra intuición, pero también y además aquellos cuerpos, proyecciones, hechos, batallas ganadas y perdidas, que nos anteceden y desbordan para fortalecernos y sostenernos de pie. Aquello que ilumina la oscuridad es la memoria sensible: de eso se trata este libro, además.
Otra: el valor de las utopías. En los momentos más aterradores hemos gritado “Aparición con vida y castigo a los culpables”. Bueno: la noticia es que hemos tenido éxito y aquí están las personas que cuando pronunciábamos esas palabras mágicas no podíamos abrazar. Algunas de ellas son las que el tercer sábado de cada mes vimos ingresar a nuestra trinchera durante el largo y desalentador año 2024. Para nosotros ese taller de escritura significó una cita con la esperanza, cada vez. Y una comprobación: el futuro se construye con el hacer colectivo, cada vez.
Por último: este no es un libro de testimonios sobre el horror de la dictadura, sino su contracara o quizá, lo que se puede pensar después de cruzar el abismo de la impunidad.
Quizá.
Me falta todavía superar la alegría de haberlo logrado, de sostener con las manos esta pequeña utopía realizada en tiempos de saqueo de recursos simbólicos y materiales, en las cuales sólo proponerlo sonaba casi irresponsable, para poder encontrar las palabras certeras, que expresen lo que representa que personas empobrecidas y violentadas podamos hacer lo que querramos financiadas sólo por el deseo y la convicción, que siempre es política.
Quizá la palabra exacta sea una sola: Argentina.
La presentación
Escritos sobrevivientes y compila una serie de textos producidos en un taller de escritura que tuvo lugar en MU durante 2024. Estos relatos abordan historias marcadas por lo que el grupo denomina «subjetividad sobreviviente». El resultado es un conjunto de textos poéticos, políticos y filosóficos, de una potencia y belleza conmovedoras.
Participan: Rufino Almeida, Margarita Fátima Cruz, Graciela Daleo, Lucía Fariña, Mercedes Joloidovsky, Eduardo Lardies, Susana Leiracha, María Alicia Milia, Claudio Niro, Silvia Irene Saladino, Stella Maris Vallejos e Inés Vázquez.
Así lo resumen sus autoras y autores: «Un grupo de compañeras y compañeros, ex detenidos desaparecidos por el terrorismo de Estado, nos reunimos en un taller de escritura para crear textos enfocados en la subjetividad sobreviviente, mientras la voz del poder alimenta el negacionismo y la reiteración del sufrimiento popular por variados medios».
El libro se presentará el próximo viernes 28 de marzo a las 20 horas en Mu Trinchera Boutique, Riobamba 143.
Podés conseguirlo desde hoy, 24 de marzo, también en MU.

Nota
La Justicia esquiva la causa por el disparo a Pablo Grillo: “Hasta ahora no se investigó nada”

La recuperación de Pablo “es muy rápida” pero la investigación sobre su intento de asesinato, muy lenta, o directamente inexistente. Qué dijo el padre hoy frente al Hospital Ramos Mejía donde Pablo sigue pelando por su vida, aún en terapia intensiva pero con avances prometedores, y las abogadas del caso que presentaron ante la Justicia: primero Servini de Cubría y luego el candidateado a la Corte Ariel Lijo rechazaron la causa, y ahora se sortea en la Cámara Federal de Casación a qué juez le tocará investigar a quien le disparó y a sus superiores jerárquicos. Los dichos de Adorni en conferencia de hoy, y quién cortó el diálogo con la familia; las pruebas que se pidieron y las que se aportaron; y el texto de la presentación judicial en la que la familia pide ser querellante, con las pruebas que aportamos desde decenas de medios, fotoperiodistas y organizaciones sociales.
Por Francisco Pandolfi
Pablo Grillo todavía no está fuera de peligro, pero la mejoría día a día, paulatina y constante, le permite a la familia hablar ya no sólo de su estado de salud. Hasta hoy, el único foco era la supervivencia de este fotógrafo de 35 años impactado por una granada de gas lacrimógeno, fuera de toda legalidad, por las fuerzas de inseguridad comandadas por la ministra Patricia Bullrich.
La pérdida de masa encefálica y la fractura de cráneo con la que llegó de urgencia al Hospital Ramos Mejía –el miércoles 12 de marzo, cuando se desató la represión en la marcha por las paupérrimas condiciones en las que viven las y los jubilados–; la primera operación esa misma noche en la que se bajó la presión intracraneal y se le reconstruyó algo del tejido. Las pupilas que empiezan a reaccionar bien. La merma en la sedación. Los primeros movimientos – prematuros e inesperados por los propios médicos–. Otra operación por un derrame que es revertido a tiempo. La baja de los glóbulos blancos como síntoma de la baja en la infección. Y a solo una semana del disparo, Pablo abre los ojos. Y le sacan el respirador para ver cómo reacciona y lo hace agarrándole la mano a la mamá. Y por si fuera poco le susurra las palabras más hermosas a su papá: “Hola, viejo”.
Pablo continúa en terapia intensiva, en estado crítico, pero respondiendo bien neurológica y físicamente. “Es asombroso el nivel de avance que tuvo”, dice Fabián, su viejo, con los ojos emocionados e incrédulos por la mejoría impensada en tan poco tiempo. Esa sucesión de buenas noticias las que posibilitan a la familia convocar este viernes a una conferencia de prensa «para contar novedades en la causa judicial».
Primero, habla Fabián, su papá, sobre la salud de Pablo: “Las novedades son que está estable, por lo tanto es bueno. Está con los ojos abiertos y sigue sin respirador”.
Fabián lleva puesta una remera azul, con letras blancas que dicen: “Justicia por Pablo Grillo”. Se lo nota cansado, pero más distendido. Se ríe cuando cuenta: “Tengo un video con saludos de (Ricardo) Bochini, veremos si los médicos nos permiten que se lo pasemos. Si lo escucha al Bocha, va a volver a hablar seguro Pablo”. Mantiene los pies sobre la tierra: “Todavía la situación es grave: está en terapia y con riesgo de vida. Pero en ese marco todo lo que estuvo ocurriendo es favorable. A todos nos sorprendió su evolución. Incluso los médicos manifiestan que la evolución que está teniendo es asombrosa. Es muy rápida”.
Este jueves, el vocero presidencial Manuel Adorni dijo que el diálogo con la familia quedó roto desde que el padre de Pablo acusó a Bullrich de ser cómplice. Fabián le responde: “Nosotros no cortamos nada porque nunca existió el diálogo. Lo mío fue una respuesta a una declaración mentirosa de Bullrich, por tanto si es que alguien cortó el diálogo fueron ellos. Yo estoy dispuesto a escuchar, si alguien me llama”. Y agregó: “A esta altura no lo espero (ese llamado). Espero poco. Pero demostraría que tienen todavía un grado de humanidad”.
En relación a las mentiras de Bullrich sobre el trayecto del proyectil, expresó: “Me da vergüenza la forma en que fue acomodando la mentira. La va acomodando a medida que la realidad se lo desmiente, es hasta absurdo, burdo, grotesco: no sé que palabra utilizar”. Cuando le preguntaron si le diría algo al gendarme que, según los elementos reconstruidos hasta el momento, sería quien disparó (presuntamente, el cabo Guerrero), afirmó: “Personalmente no le diría nada. Sí lo vamos a decir de forma jurídica. El mejor diálogo que podemos tener con esta gente es en lo judicial”.
La causa, sin avances
Fabián estuvo acompañado por Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos, y a Paula Litvachky, del CELS, organismos que patrocinarán legalmente a la familia, que este 21 de marzo se presentó ante el Juzgado Criminal y Correccional Federal Nº 1 para ser tenida en cuenta como querellante en la investigación judicial.
Lo más importante de la causa hasta ahora: desde el 12 de marzo “no se investigó nada y reclamamos que se empiece a investigar urgente”. Las abogadas cuentan el por qué: “La causa iniciada por la denuncia de la Procuvin (Procuraduría de Violencia Institucional) que dio inicio a la instrucción estaba presentada en el Juzgado 12 de Ariel Lijo, quien se la devolvió a la Jueza Servini de Cubría, que otra vez la rechazó. Ninguno de los dos quiere hacerse cargo de la investigación. Ahora irá a sorteo para definir quién la sigue. La Cámara Federal de Casación Penal tiene que resolver”. Agregan: “Hasta ahora el Ministerio de Seguridad dijo que no hará sumarios internos por el accionar de su Fuerza, lo que refleja el encubrimiento”.
La causa aún no tiene carátula porque no está radicada en ningún juzgado. La denuncia presentada es por tentativa de homicidio agravado, por abuso de autoridad e incumplimiento de funcionario público.
Dice Paula Litvachky, del CELS: “Es muy importante que la causa salga de este limbo judicial y se inicie el pedido de pruebas antes de que pase más tiempo”.
Dice Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos: “Esperamos que en estos primeros 9 días en los que no se hizo nada, no haya ninguna prueba que se haya destruido, modificado, alterado. Hay cámaras del Gobierno de la Ciudad que tienen un tiempo de duración determinado, o de negocios que también se van borrando y si no las pedís inmediatamente después ya no están. Es vergonzoso que un hecho así no lo esté investigando nadie”.
Las abogadas pidieron una serie de pruebas. Las más relevantes: “Quién dio las órdenes, cómo se manifestaron esas órdenes y cuáles fueron, antes y después del impacto; cuál fue el protocolo que se aplicó, quienes integraban el equipo donde estaba incluido el cabo Guerrero y qué órdenes se le impartió a ese grupo en particular; qué armas utilizaron”. También exigen que se lo llame a indagatoria a Guerrero. “Ya hay suficientes elementos para hacerlo”.
Completa Paula Litvachky: “Hicimos una presentación con los hechos, tenemos un montón de pruebas para que se reconstruya ese tramo del operativo de modo tal que se pueda tener la responsabilidad de quién disparó y de toda la cadena jerárquica”.
Concluyen ambas: “Las pruebas están. Nunca hubo tanto registro fotográfico y audiovisual. Necesitamos el acompañamiento social para empujar a que se haga justicia y que no quieran desviar el foco de la investigación”.
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