No podrán los inviernos del olvido Ni los cuerdos disfrazados de hechicerosÂ
No podrán pájaros de mal agüero Ni los chismes de las viejas cuida muertos
No podrán generales ni enemigos Ni los cuentos heredados y pequeños No podrán, aunque escupan nuestros pasos Ni aunque llenen de vidrios los canteros
No podrá la censura de derecha Ni la mirada prejuiciosa de los posmos Ni las transas, ni las tasas de interés Ni monedas acuñadas con martirio
No podrán los que vomitan experiencia Ni los que invocan a cada rato un genocidio No podrán, no podrán, no podrán…
No podrán olvidadizos, proxenetas, corrompidos niños bien, ni la crisis, ni la bronca, ni la lluvia, ni pandemias ni el Fondo, ni ninguna indiferenciaÂ
No podrán fracasados ni amarguetes Ni el silencio de un dolor enmascarado
Ni delirios ni corazas ni serpientes ni burguesesÂ
Ni el ocaso de un sol enamoradoÂ