Sigamos en contacto

CABA

Prendidas fuego: Asuntos que queman, de Jimena Pérez Salerno

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Una obra de teatro protagonizada por tres mujeres explora a través de la danza y los cuerpos la era digital, la sobreinformación, la virtualidad y los sentidos. El resultado es un reflejo de época y una línea de fuga hacia las preguntas que no tenemos tiempo para hacernos, pero que nos definen. Por Lucía Aíta

Prendidas fuego: Asuntos que queman, de Jimena Pérez Salerno

Jimena López Salerno.
Foto: Martina Perosa


Cuando hablamos de una mutación podemos pensar en X-Men o en alguien con muchos brazos. Lo mutante suena a monstruoso o algo que da miedo, y cuando algo da miedo la primera reacción suele ser tomar una postura dicotómica moral: es bueno o malo. Y, más generalmente, lo que da miedo está mal.
Sin embargo, en tiempos de pelos de colores y acciones performativas que tiñen de verde las calles, una posición negativa sobre todo lo que se transforma o muta en la actualidad queda bastante anacrónica. Jimena Pérez Salerno (performer, bailarina, coreógrafa y directora) dirá que aburre. Desde su sensibilidad radicalmente contemporánea, Pérez Salerno no toma ninguno de los dos caminos moralizantes, sino que crea un tercero: habitar la era digital desde los cuerpos femeninos.
Asuntos que queman no es sólo una obra de danza, sino una mirada que resulta necesaria y urgente, porque experimenta con cuerpos situados que desbordan vitalidad y arden al ritmo de un shock informativo que parece quemarnos, pero que también nos enciende.
La mirada de Jimena es mutante porque puede detener el tiempo digital y ver a través del humo que generan las falsas respuestas y certezas apocalípticas sobre nuestro presente y nuestro futuro.

Futuro primitivo

¿Qué es lo que muta? “Todo: hoy estamos en plena transformación de la erótica, la sensibilidad, los vínculos y los gestos”, responde Jimena y cuenta que la obra surge de proponerse el encuentro del cuerpo con ese mundo digital que hoy coloniza nuestras prácticas.
Jimena tiene 33 años y las bailarinas-perfomers (Laila Gelerstein, Quillen Mut, Luna Schapira) cuentan veinti pocos. No es un dato menor. Es una generación que habita la era de la web pero que se crió sin ella. Conocen el antes y el después, y la velocidad de los cambios. Desde esos cuerpos jóvenes femeninos, los mismos que hoy invaden las calles y las redes peleando por sus derechos y un mundo más justo, aparece la posibilidad de una mirada sobre la época distinta a la habitual, que aburre.
Durante la obra dos mundos posibles y paralelos se entrecruzan y forman uno solo. En uno, tres chicas jóvenes se acompañan alrededor de un fuego. Se miran, se tocan, comparten. Escuchan atentas y juntas lo que pasa alrededor. Se mueven en forma que parece primitiva y en sus movimientos se notan dos cosas claras: contacto y fuerza. Parece un mundo onírico y lejano y, sin embargo, el link mental y sensitivo que se genera con las movilizaciones, acciones y vigilias feministas es inmediato.
Atrás de las jóvenes, el otro universo: un domo formado por pantallas comienza a descargar información que se vincula y asocia a la velocidad de los meteoritos. Frente al bombardeo, la actitud de las protagonistas de este nuevo cosmos imaginado no es esconderse ni refugiarse, sino bailar. Y no es un baile naif, ni desentendido ni alienado. Es un baile con furia que por momentos parece un juego y, por otros, una pelea. Los movimientos muestran acción intensa, una acción muy distinta a la apatía y a la parálisis profetizada por las visiones críticas al mundo online. “En la obra creamos una especie de futuro primitivo. Nos gusta jugar mucho con esta medida de tiempo inexacta que trae la virtualidad”, dice Jimena. “La virtualidad para nosotras tiene algo increíble que es que nos propone otros modos de pensar el presente, lo real y el tiempo. Desde que Internet creció se empezó a correr todo lo que una sabía o creía que se sabía y más o menos manejaba. Por eso percibimos que hay que volver a inventar modos para existir, para estar. Hay algo de eso que nos fue transformando y nos sigue transformando a nosotras mismas. Y en vez de renegar de ello empezamos a inventar con eso un nuevo mundo. Es lo que la ficción permite. La ficción es con lo que podemos jugar, pensar, reflexionar. Me parece una zona muy necesaria, muy vital”.

Estado de pregunta

Cada vez que Jimena responde cómo fue el proceso de investigación hace un mismo gesto: aprieta sus puños y simula que abre algo en el aire. La intensidad con la que lo hace es como si desgarrara una carne dura para ver qué hay detrás. Y mientras mueve así sus manos una y otra vez, lee en voz alta de su cuaderno las preguntas que se hizo y se sigue haciendo en cada puesta: “¿Qué nos pasa como generación? ¿Cuáles son nuestros síntomas? ¿Cómo nos afecta la información? ¿Qué hace posible hoy al afecto entre las personas? ¿Qué tipo de afectos produce la actualidad, internet mediante? ¿Qué sucede con el cuerpo?”. Y, como si hiciera falta, agrega: “Con todas estas preguntas y más tratamos de ir de lo general a lo particular, observando cómo Internet atraviesa ya toda nuestra vida cotidiana. No tenemos tiempo de pensar y todo el tiempo hay que tomar una decisión sobre algo con una opinión formada al respecto. Mi propuesta fue:  ‘quiero estar en el medio y pensar’. ¿Podemos hacernos preguntas y no responderlas permanentemente? ¿Cómo es manternernos en un estado de pregunta?”.
Frente a esas preguntas, Jimena cuenta que el trabajo no fue sólo corporal, sino que hubo mucha lectura. La mixtura que resultó en apoyo teórico tuvo una particularidad que cuando una ve la obra, se nota: los grandes pensadores fueron un punto de partida y no de llegada, a la inversa de como suelen ser tomados en el mundo académico. Entre las muchas referencias Jimena señala, por un lado, a Pablo Maurette y sus ensayos bajo el título El sentido perdido. Maurette habla del tacto como un sentido fundamental y justamente cuestiona que la virtualidad nos puede llevar a perderlo. “Maurette analiza toda la información que entra en el cuerpo a partir del tocar. Hicimos muchos ejercicios a partir de eso, probar tocarnos con otras partes del cuerpo y sentidos. Entender que todo el cuerpo toca, la mirada también. Exploramos múltiples formas de estar en contacto”, dice Jimena y cuenta que, por otro lado, también leyeron al teórico italiano Franco Bifo Berardi, su Fenomenología del Fin, y los blogs de Mark Fisher, dos autores profundamente críticos con respecto al capitalismo cibernético. “La aceleración de la infoesfera nos expone a una masa creciente de estímulos que no podemos elaborar intensivamente o percibir y conocer profundamente. Más información, menos significado. Más estímulos, menos placer”, dice Bifo en su libro, por ejemplo.
Habiendo leído frases tan estimulantes como preocupantes, las mujeres de Asuntos que queman no se paralizaron: se animaron a linkear con sus cuerpos esas lecturas y a unir las preguntas para encontrar una nueva forma explorar vínculos y placeres, a pesar del exceso de estímulos.

Prendidas fuego: Asuntos que queman, de Jimena Pérez Salerno

Laila Gelerstein, Quillen Mut y Luna Schapira, las actrices de Asuntos que queman.
Foto: Martina Perosa

Reciclar la web

imena denomina a su obra “ensayo escénico digital”, tres palabras que dan en la tecla. Asuntos que queman es claramente un ensayo porque aborda una temática con profundidad reflexiva y desde una forma libre y experimental.  Es también un trabajo escénico porque reúne perfomance y danza, poesías, visuales, experimentos sonoros y de programación desde una mirada coreográfica. Para Jimena todo ese material es coreografiable, y no sólo las acciones de los cuerpos vivos. Es decir: lo virtual también baila.
Por eso, la obra también es digital. Las jóvenes trabajaron a partir de residuos de Internet encontrados en la deep web (la web profunda), comentarios en foros, páginas de error y memes, entre otras cosas. Lo que hicieron fue reciclar según una de las mejores claves del mundo hacker: tomar lo que no sirve de algo, para construir otra cosa nueva. Las imágenes, sonidos y movimientos de la obra surgen entonces del trabajo curatorial del mismísimo shock de estímulos.
¿Cómo lo lograron? Algunas de las experimentaciones fueron:
Bailar una lluvia de comentarios. “Cuando pasaba algo importante políticamente entrar al chat y bailar lo que sucede en esa cadena de comentarios que viene uno abajo del otro. Una de las chicas trataba de atrapar todos los comentarios bailando, por ejemplo. Eso después se convirtió en una escena”.
Trabajar mucho con memes, humor digital y emoticones. “Hay una nueva forma de humor que despierta otros imaginarios. Y para mí hay algo muy bueno que es el imaginario colectivo que se genera. El meme no es algo suelto que lo inventó internet, el meme es un humor colectivo. Es algo que salió de nosotras y vuelve a nosotras no es algo externo. Es algo popular porque lo entendés muy rápidamente. Es la síntesis de la idea hecha imagen. Otra forma de comunicarnos”.
Investigaron las conexiones de sus propios historiales de navegaciones. “Íbamos grabando nuestro camino de navegación. Al principio de formas  más aleatorias y  después fuimos creando un guión de navegación”.
Hicieron un guión con perfiles de aplicaciones de citas. Una escena de la obra es una gran sonrisa en la pantalla que los escupe uno a uno y refleja el auto-diseño de sí que implican esos espacios de encuentros.

Participar.com

a obra no es sólo lo que pasa en el teatro sino que crearon un espacio virtual (www.asuntos.com.ar) al que denominan Laboratorio Transmedia y al que puede acceder gente que vio la obra y gente que no. Ese espacio permanece en actualización constante. ¿Qué quiere decir? Mucho de lo que pasa en la obra se vuelca a la página y viceversa. La página es en sí otra obra de arte que recibe a sus invitadxs con un cartel: “Este lugar no está en ninguna parte y es para siempre”, con pixeladas titilantes. La web invita a participar en distintas propuesta interactivas bajo distintos títulos:
Opinar: una secuencia para votar en forma binaria entre dos respuestas sobre algo.
Mirar: espacio para ver lo que las creadoras vieron para hacer la obra. Videos que van desde propuestas en Ucrania, videos de Trump y compilados de performances de La Ribot.
Hablar: un chat en el que se puede escribirle a las integrantes del grupo.
Espejo: para que los participantes puedan autofilmarse.
Los textos de la obra también son estados, posteos, comentarios ficcionados que la gente dejó en este espacio en red. Un ejemplo es que el público fue invitado a escribir sus propios “sueños con fuego” en la página, relatos pasaron a la obra. “El fuego también es sanación”, va a decir Jimena como al pasar. Y una de las performers lo muestra en escena cuando narra esos sueños e invita a soñar con imágenes de naturaleza, fuego y volcanes.

La mejor posible

n la maratónica tarea de abordar nuestra nueva realidad, Jimena no estuvo sola. Un equipo la acompañó a crear a partir de otra característica de la época como es el cruce entre disciplinas. Son  parte del grupo especialistas de distintas áreas: literatura, artes performativas, audiovisuales, programación, música y tecno-artes. La problemática necesitaba ser pensada con esa mixtura. “Era un riesgo necesario el formato transdicsiplinar para un tema así. Fue lanzarse al abismo pero lo hicimos. Comenzamos siendo cuatro mujeres de cuatro de mundos totalmente diferentes”, dice y agrega que un elemento principal en relación a ocupar la dirección de un proceso creativo grupal es el cuidado. “Si bien es un trabajo colectivo, asumir la dirección es como ser un timón. Para que se vea el trabajo colaborativo realmente tiene que haber un eje, una guía, porque se tira mucha información de todo tipo y puede ser infinito. Es un trabajo minucioso y de mucho cuidado”.
Su primera experiencia como directora tuvo dificultades que trajo la coyuntura real. No pudieron terminar sus funciones en el CC Recoleta porque en esa nave insignia del gobierno macrista, como en otras, se le deben sueldos a los trabajadores. Paro mediante, Jimena decidió no irse a otro teatro oficial, como le ofrecían para acallarlas, sino volver al calor fogonero del circuito independiente.  Como chica de época supo navegar la tempestad y eso, repite, requiere mucho cuidado: “Lo principal es el cuidado a todo nivel: con las personas, con los materiales, con entender qué estás diciendo o tomar estas decisiones políticas. El cuidado fue irnos para cuidar nuestro propio entusiasmo después de tanto trabajo”, dice Jimena y comenta que el gran aprendizaje de dirigir era darse cuenta que la obra tenía que ser no la idealizada sino “la mejor posible”.
Asuntos que queman también es una frase presente de la canción de Charly García: “Yo no quiero volverme tan loco”. Las chicas de Asuntos demuestran tanto afuera como adentro de la escena que explorar e intentar todo para no volverse locas es antes que nada una decisión ética, cuidadosa y profundamente política.

Prendidas fuego: Asuntos que queman, de Jimena Pérez Salerno

Directora y actrices.
Foto: Martina Perosa

Portada

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.

Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.

Fotos: Juan Valeiro.

Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos. 

“Pan y circo”, dice. 

Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro. 

Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.

Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.

Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.

Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

El poco pan

La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:

“Si no hay aumento, 

consiganló, 

del 3% 

que Karina se robó”. 

Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”. 

Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”. 

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

El mucho circo

Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes. 

Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena. 

“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial. 

Silencio. 

“¿Me pueden decir sí o no?”. 

Silencio.  

Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.

Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”

“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.

La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival. 

Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:

  • “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
  • “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
  • El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.

El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.

Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Seguir leyendo

Artes

Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.

Por María del Carmen Varela.

«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).

En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.

El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.

Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.

“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.

Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro
Seguir leyendo

CABA

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.

Por María del Carmen Varela

Fotos Lina Etchesuri para lavaca

Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.

Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.

Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.

Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.

El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.

Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.

Continuará.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Seguir leyendo

Lo más leido

Anticopyright lavaca. Todas nuestras notas pueden ser reproducidas libremente. Agradecemos la mención de la fuente. ©2025 Agencia lavaca.org. Riobamba 143, Ciudad Autónoma de Buenos Aires - Argentina - Editor responsable: Cooperativa de Trabajo Lavaca ltda. Número de propiedad intelectual: 50682265 - [email protected] | Tel.: +54 9 11 2632-0383

Vistas el día de hoy: 37.810