CABA
La miga del modelo: trigo transgénico
Como en ningún país del mundo, ya existen 25 mil hectáreas sembradas de trigo transgénico en Argentina, promocionado por empresarios locales del agronegocio y avalado por el gobierno. Un experimento a cielo abierto que implica, además, el uso de un peligroso agrotóxico: glufosinato de amonio. Empresarios de Brasil, el principal potencial comprador, ya pusieron reparos al asunto. Europa lo rechaza. El perjuicio económico para quienes producen, y la ignorancia sobre los efectos ambientales y en la salud humana. Propuestas hacia un paradigma que no enferme. Por Lucas Pedulla.

A mediados de agosto, una decena de organizaciones y movimientos socioambientales se nuclearon en la llamada Platafoma Socioambiental y promovieron una acción llamada Panazo, en Plaza de Mayo, Baradero, Tandil, Rosario y ciudad de Santa Fe, donde regalaron panes, facturas, tortas fritas y trigo agroecológico en rechazo a la autorización del trigo transgénico que el gobierno aprobó en octubre de 2020 . “Ya hay sembradas alrededor de 25.000 hectáreas del trigo HB4 de Bioceres en 7 provincias”, denuncian en uno de sus comunicados públicos. “Este es el primer trigo transgénico que tiene posibilidades de comercializarse en el mundo y así estar presente en nuestro pan y muchos de nuestros alimentos básicos junto con los agrotóxicos con los que será fumigado”.
Entre fiebres pandémicas e internas electorales, el ingeniero agrónomo Fernando Frank publicó en Acción por la Biodiversidad una serie de datos para dimensionar qué significa hablar del trigo transgénico:
- En el último año la superficie cultivada de trigo tradicional en Argentina fue de 6,73 millones de hectáreas.
- Según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario, el 40% de la exportación es a Brasil.
- Todas las fichas especulativas están puestas a ese negocio: Brasil. Sin embargo, en agosto, la Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad brasileña (CNTBio) postergó la aprobación del transgénico. También expresó su rechazo la Asociación Brasilera de la Industria del Trigo (Abitrigo).
- En Argentina, el consumo del trigo supera los 85 kilos anuales por persona, una media muy por encima de la mayoría de los países.
- El agrónomo Frank recuerda además una noticia de 2016 publicada por la agencia Reuters, que rezaba que Corea del Sur había rechazado un cargamento de trigo argentino por ser transgénico. “A esa fecha no existía ningún trigo transgénico aprobado en ningún país del mundo, por lo que no cabía ninguna duda: el trigo del cargamento era ilegal”.
¿Qué significa que el trigo sea transgénico? Se crea una variedad genéticamente modificada para que resista al herbicida glufosinato de amonio, que de ese modo puede matar toda vida del suelo, y no al trigo. Los efectos en los humanos del consumo de esa modificación genética recién se están estudiando, aunque se sospechan. Y ese producto va a tener además incorporado el glufosinato, un veneno más peligroso que los que se vienen usando. La incorporación en pequeñas dosis cotidianas de todo este cóctel se va acumulando en el cuerpo, facilitando la aparición de enfermedades como el cáncer, entre otras que ha denunciado un reciente informe de la Sociedad Argentina de Pediatría.
Como publicó MU en su edición 135, el trigo transgénico no está impulsado por Monsanto-Bayer, ni Syngenta-ChemChina, ni Corteva (fusión de Dow y Dupont). La impulsora es Bioceres, un emporio presentado como “nacional” conformado por medio centenar de empresarios del agro, entre ellos los millonarios Hugo Sigman (presidente del Grupo Insud, con presencia en cuarenta países, desde laboratorios farmacéuticos hasta medios de comunicación), Gustavo Grobocopatel (el llamado “rey de la soja”) y Víctor Trucco (presidente honorario de Aapresid, cámara que reúne a empresarios referentes del agronegocio e impulsores de los transgénicos en Argentina). Bioceres está radicada en Rosario, cotiza en la Bolsa de Nueva York, y publicita que cuenta con “alianzas estratégicas con líderes mundiales, tales como las semilleras Syngenta, Valent Biosciences, Dow AgroSciences, Don Mario y TMG”.
Por su parte, más de 1.400 científicxs argentinxs publicaron una Carta Abierta al Gobierno Nacional alertando sobre los peligros que trae aparejado este nuevo transgénico: el glufosinato de amonio que, según la FAO, es 15 veces más tóxico que el glifosato, en un país donde ya se usan más de 525 millones de kg/litros de agrotóxicos por año (alrededor de 12 litros por habitante, la tasa más alta del mundo).
Carlos Vicente, de la organización Grain, relata a MU su propia experiencia: “En el sitio web de Bioceres había un apartado donde hablaban del trigo HB4 como agricultura regenerativa, como sustentabilidad, y te ofrecían sembrar 20 hectáreas. Yo llené el listado a ver qué decían: puse 20 hectáreas en Marcos Paz. Y cuando seguías completando datos te decía que necesitabas equis cantidad de semillas y, luego, equis cantidad de litros de glufosinato de amonio. Cuando empezamos con la campaña, el glufosinato desapareció de la oferta de la web, y ahora hablaban de insumos biológicos. Una mentira descarada”.
Otro detalle no menor: la producción sojera concentra la contaminación masiva durante el verano. El trigo extendería las fumigaciones de venenos a todo el año.
Mientras el rechazo crecía, la nueva variedad transgénica iba permeando en Santa Fe, de la mano de Raquel Chan, docente de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral y el Conicet, quien tomó notoriedad pública cuando desarrolló una soja resistente a la sequía. La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner y el entonces ministro de Ciencia, Lino Barañao (luego mutado a ministro macrista), la mencionaban como ejemplo de la “ciencia productiva” para el país. Hoy también es una de las principales impulsoras del trigo transgénico.
Rosario y Santa Fe fueron dos de las ciudades donde se realizó el Panazo. Carlos Manessi es integrante del Centro de Protección a la Naturaleza (Cepronat) y la multisectorial Paren de Fumigarnos, y se sorprendió por la cantidad de medios presentes en la cobertura: “Estamos acostumbrados a que cuando hacemos cosas nos dan muy poca bolilla”.
Manessi piensa que la cobertura se debe a que la discusión está atravesando varias instancias en la provincia, corazón del modelo sojero: “Es una continuidad del modelo de transgénesis, porque con el trigo venían intentando hace años, pero nunca habían conseguido técnicamente transformarlo: en Santa Fe lo hicieron. Esto pega mucho más que las otras cosas: con la soja hay una discusión por el glifosato, pero con el trigo la discusión pasa por nuestra comida”.
Y cuenta una escena de la cobertura rosarina: “La entrevistadora de Canal 3 cerró la nota con una cara de horror y miedo, preguntando: ‘¿Todavía no comemos trigo transgénico, no?’”.
Teniendo en cuenta la agilidad del lobby corporativo que logró que Argentina sea el único país del mundo con ese trigo, y que ya están sembrándolo, la duda de la presentadora es más que razonable.
Hippies, el ministro y la papa
La Unión de Trabajadoras y Trabajadores de la Tierra (UTT) es otra de las organizaciones que participó del Panazo. Uno de sus referentes nacionales, Lucas Tedesco, remarca que el actual es un gobierno al menos contradictorio: reconocer avances como la creación de una Dirección de Agroecologia en el Ministerio de Agricultura, pero señalan que el modelo agroindustrial se sigue profundizando. “Es muy triste que durante el transcurso de un gobierno que comenzó hablando de soberanía alimentaria y agroecología en lo que respecta al modelo productivo, veamos que ahora se quieran imponer estas cuestiones. Hoy estamos hablando de megagranjas porcinas, de trigo transgénico, modelos que no generan trabajo, que concentran la tierra en pocas manos, que van a provocar enfermedades y contaminar el agua”.
Tedesco subraya que hay discusiones ya saldadas: “El glufosinato de amonio es 15 veces más letal que el glifosato. ¿Hace falta que estemos explicando cada vez que hablamos, que los pueblos están con un índice de cáncer y enfermedades tremendo? Toda la comunidad europea le dijo que no al trigo transgénico: no es que hay hippies y ambientalistas rechazándolos, sino que las consecuencias de ese modelo están claras”.
Surge una pregunta que se hace Tedesco: “¿En qué momento el gobierno va a plantarse a decir que vayamos construyendo una línea pensada en la agroecología? Porque además, está comprobado que el trigo, sin esta metodología agroindustrial, es más rentable. Pero con el lobby de las grandes multinacionales hay interés en imponer en Argentina los agrotóxicos que no están pudiendo vender en el mundo, porque se les empiezan a cerrar puertas. No podemos ser el laboratorio de estas multinacionales hasta el último día”.
A principios de agosto el ministro de Medio Ambiente, Juan Cabandié, planteó un sincericidio en una entrevista televisiva: “Conseguir dólares para el vencimiento de la deuda no podemos hacerlo sin contaminar”. Tedesco: “Que un ministro diga eso nos preocupa mucho. Es poco serio. Para hablar de soberanía decimos que es necesario descalzar la producción del dólar, y la agroecología es una alternativa que el gobierno debería abrazar porque es la única que propone que todo lo que producimos salga de nuestro país. Entendemos que no podemos de la noche a la mañana dejar de producir soja, pero la reaidad es que ya sería hora de ir empezando a hacer otra cosa”.
Menemismo reciclado
Hay otro tipo de producción que se viene sembrando hace años y que en el Panazo se expresó a través del trigo agroecológico. “Estamos nacionalizando nuestros almacenes con productos cooperativos y agroecológicos –explica Tedesco–. Este es el ejemplo que hay que fomentar, pero el Estado mira para otro lado. En Cañuelas hay trigo agroecológico y es rentable: no lo decimos nosotros solamente, lo dice también el INTA. Nuestro modelo refuerza las economías regionales. ¿El trigo HB4 de Bioceres y estas empresas es para haya pan más barato en los barrios? No. ¿Es para que haya más harinas? No. Es para la exportación”.
Uno de los principales impulsores es el canciller Felipe Solá, también responsable de la turbia aprobación de la soja transgénica en 1996, cuando era secretario de Agricultura del menemismo. Lo que sobrevino fue el boom del modelo extractivo: “Si hay algo claro sobre lo que creció desde los 90 para acá, es el hambre. Es un modelo que siempre nos viene con este verso, como si no tuviéramos memoria y como si no supiéramos lo que genera la contaminación”.
La UTT es un gremio de campesinos y agricultores instalado en 18 provincias. “Venimos haciendo un trabajo de muchísimos años para que las familias productoras abandonen el modelo atado a las químicas. De a poco estamos logrando producir nuestras propias semillas. Es un camino largo, pero cuando hacés los números no lo pueden creer: pierden más del 40 por ciento de su rentabilidad en químicos. ¿Cómo puede ser que nos hayan engañado así? Es la muestra del experimento final de las grandes empresas: tratar de que seamos totalmente dependientes de ese modelo”.
Desde el Foro Ecologista de Paraná y la Coordinadora Basta es Basta, saben que la nueva variedad de trigo implicaría sumar un nuevo evento transgénico a la dieta diaria. Daniela Verzeñassi: “Por eso cobra aún más fuerza la idea de declarar la emergencia en la provincia. Entre Ríos es una de las 7 provincias donde ya se está sembrando. No sabemos dónde, ni siquiera si la superficie es más de lo que dicen: ¿cómo aseguramos que la contaminación genética no llegó al pan que ya estamos hoy consumiendo?”. La pregunta sigue flotando, en un país en el que las corporaciones parecen tener piedra libre mientras los funcionarios muchas veces justifican, o se desentienden del tema.
¿La pandemia no iba a traer un mundo mejor, más volcado al cuidado de las personas y del medio ambiente? Daniela: “En realidad ha habido una avanzada corporativa en este año y medio que estuvimos paralizados en el espacio público. Pero algo es nuevo: el impacto de este modelo de producción lo solemos sentir de cerca en nuestras regiones. Para el resto del país es algo que ocurre en otro lado, un problema ajeno, aunque estemos hablando de comunidades atacadas y enfermas. En cambio con el trigo, quizá no lo tengas sembrado en la puerta de tu casa, pero va a llegar hasta tu mesa. El tema es cómo hacer para que conozcan esto millones de personas que serán afectadas”.
Y cierra: “No hablamos de la soja que va para el alimento de los cerdos en China: es el trigo con el que hacen tu harina, pan, tu factura, tu pizza. Acá no se juega solamente el futuro de un territorio en algún lugar del país, sino la salud de todos sus habitantes”.
Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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