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Bailar la vereda: la potencia del movimiento, el goce compartido y los cuerpos que sueñan

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Una convocatoria de MU Trinchera Boutique reunió a tres intervenciones perfomáticas en la Plaza de los Dos Congresos bajo un llamado bello y potente: bailar la vereda. El cuerpo eléctrico de Caudal, los anhelos bailables de Siempre Listas y el hip hop visceral de Big Mama Laboratorio fueron parte de una movida que se repetirá el próximo sábado a las 18, también en Congreso: “Un cuerpo que baila es un cuerpo que lucha. Muchos cuerpos que bailan son la revolución. Abrimos los ojos, sacudimos las penas, sentimos la música y a bailar la vereda”.

Video: Bruno Ciancaglini.

Sobre una alfombra de florcitas amarillas caídas de los árboles que envuelven la semi-glorieta convertida durante poco más de una hora en anfiteatro, dos filas de sillas negras formaron la platea al aire libre en la Plaza del Congreso. El espacio que parece un balcón-terraza al ras del suelo con columnas de cemento, fue el escenario de tres intervenciones performáticas que participaron de la convocatoria de Mu Trinchera Boutique: “Bailar la vereda”.

Mientras llegaban les participantes de la muestra de danza y se hacían pruebas de sonido, las sillas se iban ocupando. Una chica le comentaba a otra: “La danza es maravillosa. Con tu cuerpo, ya es suficiente. Bueno, necesitás música, pero podés imaginarla o cantar y acompañar tu danza. No hace falta nada más para bailar”. A las seis y media de la tarde, la actriz Virginia Silva Finguer de la Compañía Teatral Ver Llover, dio inicio con la lectura del texto de bienvenida:

Bailar la vereda: la potencia del movimiento, el goce compartido y los cuerpos que sueñan
Foto: Martina Perosa

Un cuerpo que baila es un cuerpo que sueña. Muchos cuerpos que bailan pueden desatar la catarata del sueño colectivo.

Con zapatillas, zapatos de taco, calzado lustroso, raído o descalzos, los pies portan la información del ritmo y ese registro es tan antiguo como el fuego.

Los pies conectan con la tierra y sus historias. Y así, levantan vuelo y sacuden el aire.

Un cuerpo que baila es un cuerpo que lucha. Muchos cuerpos que bailan son la revolución.

Abrimos los ojos, sacudimos las penas, sentimos la música y a bailar la vereda

Bailar la vereda: la potencia del movimiento, el goce compartido y los cuerpos que sueñan
Foto: Martina Perosa.

Cómo escuchar un cuerpo

La primera intervención fue Caudal. Piezoeléctrico sobre sangre, de Casandra Velázquez, Violeta García y Carlos Quebrada. Casandra desliza por su cuerpo la punta de un cable que, como un sensor emite los sonidos que produce su anatomía. Descarga eléctrica continua propagada por un cuerpo que es piel, huesos, músculos y órganos. Y más. ¿Cómo escuchar un cuerpo? ¿Qué sonidos irradia un cuerpo en reposo? ¿Y en movimiento? Mientras tanto, Violeta toca el violonchelo. Sus acordes parecen chirridos que delatan lo que no se nombra. ¿Solo un corazón que late imprime la esencia de la vida?

“La obra está en proceso de creación –cuenta Casandra-. Inicié una investigación en torno al silencio, en principio, a hacer prácticas de silencio y empecé a percibir mucha pregnancia en los sonidos internos del cuerpo y a hacer un intento de microfonear los sonidos del cuerpo. Hubo algo de este trabajo en particular que fue en contexto de pandemia, en un silencio aturdidor, todo lo que late, todo lo que pulsa, todo lo que golpea, en la quietud, en el silencio, se abre la escucha. Ahí estamos, tratando de ampliar el borde, el limite de la piel para transmutar hacia otros lugares, por eso también incorporamos un recorte de un texto de Paul Preciado y la necesidad de tocar la temática del aborto, en este lugar, frente al Congreso”.

Bailar la vereda: la potencia del movimiento, el goce compartido y los cuerpos que sueñan
Foto: Martina Perosa.

Listas para bailar

Luego fue el momento de salir a la pista para “Siempre Listas”, de Camila Conte Roberts, Bernardita Epelbaum y Eugenia Fontaba. Camila y Bernardita se fueron turnando para leer una lista de deseos: lo que anhelan que vuelva, lo que prefieren que no, lo que necesitan, lo que les sobra, lo que les deben y lo que deben. Mientras una leía, la otra bailaba y sus movimientos respondían a las consignas de la lista. “Este fue un año medio perdido, nos interesó participar para generar un proyecto realizable”, dice Camila. “Surgió de una lista que hicimos con mi novia en la que mezclamos varias cosas que teníamos ganas de hacer, así que bailamos esas listas. Fue pensado para esta participación”, agrega Bernardita.

¿Qué proponen esas listas?

  • Que vuelvan los abrazos y los besos, las casualidades, las marchas, las fiestas, la bici todos los días y todas las noches, las plazas y los parques abiertos, las caricias a perrites que no conozco, la ternura de les desconocides, el café con leche en la esquina, las reuniones con amigues, las caminatas a la noche por el barrio, las muchedumbres, los picnics por ahí, el placer de estar en casa, la mugre, la vagancia, la pepsi twist, la libre circulación, bailar pegados, respirarnos cerquita, la piel, los osteópatas, los chapes colectivos, el diego, los lentos.
  • Que no vuelvan los trámites en persona, el individualismo acérrimo, el subte en hora pico, los paraguas en el ojo, el tráfico y los bocinazos, los empujones y los insultos, los fuegos artificiales, los mosquitos y el dengue, los baños públicos sucios, el macrismo, el hiperconsumo, la contaminación en Venecia, las contracturas, las fronteras, la indiferencia social, el barbijo, el horario laboral regular, el aburrimiento, el hambre, el aislamiento social, la moda de los canutillos, las toreritas y el tiro bajo, tinelli, aquel que fue un cobarde, el celu, carlos saúl.
  • Necesito un paisaje nuevo, plata, amigues, un sentido, comer, coger, mirar y ver, confiar, pensar, hablar, ahorrar, gastar, tocar, concretar, silencio, helado, romanticismo, memoria, gigas, trabajo, que mi gato me dé bola, cobrar lo que valgo, followers, caprichos, canjes, herramientas, mear ahora o me muero, dejarme de joder un poco, reggaetón.
  • Me sobra facha, simpatía, mugre en el piso, las monedas, las cositas, las boludeces, los billetes de 2, el tono muscular, la onda, un poco de acá, un poco de allá, gordofobia, filtro, photoshop, capital afectivo, coraje, juventud, ganas, optimismo, buen humor, voluntad, buena vibra, suerte, bienaventuranza, dicha, glamour, sex appeal, plástico, la ropa (mucha ropa), pelo, deudas, vitaminas, colonialismo.
Bailar la vereda: la potencia del movimiento, el goce compartido y los cuerpos que sueñan
Foto: Martina Perosa.
  • Me deben el 2020, el aborto legal, un homenaje, una canción, guita, un libro, varias disculpas, tener bronca por algunas cosas, la vida, haber visto ya, una explicación, la justicia social, la posibilidad de andar tranqui cuando me pongo un escote, un lugar en las estadísticas, el futuro, la ilusión, la lista de navidad, los deseos de cumpleaños, la vacuna, la ESI, la 125, un subsidio, vacaciones, el aguinaldo.
  • Debo hacer cosas útiles, entrenar más, la luz y el agua, avisar que llegué, relajarme, las expensas, el ABL, la tarjeta, cocinarme más, pagar el monotributo, comprar frutos secos, comer más legumbres, ir al ginecólogo, combatir la injusticia, separar la paja del trigo, llamar al 107, calmarme, cortarme las uñas, nostalgiar menos, tener obra social, lavar los alimentos antes de guardarlos, ponerme alcohol en gel, madrugar, agradecer, gustar, crecer, correr, saludar, soltar, sanar, elongar, resistir, renacer, limpiar los vidrios, llevar adelante mi economía, estar turgente, cambiar las sábanas, haber parecido una idiota, saber si es verdad que en algún lado estás, irme, mi planeta me necesita.

Al compás del cuarteto que sonaba de fondo, Camila y Bernardita, concluyeron su participación saltando al otro lado de las columnas y dejando estampada en las baldosas la tibieza de sus zapatillas imparables.

Bailar la vereda: la potencia del movimiento, el goce compartido y los cuerpos que sueñan
Foto: Martina Perosa.

La esencia de la resistencia

Para el cierre del evento de danza, sonidos, palabras y encuentro, se hizo presente Big Mama Laboratorio, con Laura Zapata, Melisa Patriarca y Juliana Rezzano. Con ritmos de cumbia y hip hop, Big Mama es una experiencia musical que germinó en la villa La Cava, de San Isidro. Laura Zapata, su creadora, contaba a revista MU en el 2013: “Big Mama viene de la Pachamama. Las Big Mamas son las abuelas, las figuras sagradas en las familias negras. Y como en un principio fusionábamos hip hop, un ritmo que es re foráneo, pensé en la Pachamama, que es lo más autóctono y latinoamericano. Son dos extremos que tratamos de unir”.

Bailar la vereda: la potencia del movimiento, el goce compartido y los cuerpos que sueñan
Foto: Martina Perosa.

Ayer, en Plaza Congreso, encendieron la mecha con canto y baile a puro ritmo. Laura contó: “Me discriminaron en la danza por ser gorda. Pará, pará, yo también canto, tengo mis herramientas y compuse este tema que se llama XXXL”. Y se puso a cantar y a menear. Letra: “Marcando tendencia, no me importa mi apariencia, Soy la resistencia, lo llevo en mi esencia, Nadie me lo va a quitar”

Desde el inicio de la pandemia, esta fue la primera vez que se presentaron en vivo ante público. “Nos enteramos de la convocatoria por Instagram, veníamos con muchas ganas de activar, de hacer algo, si bien los vínculos presenciales se pararon, la construcción de crear no paró. Estuve componiendo muchas canciones, afilando ideas, conociendo a otres artistxs, terminé de crear un disco que se llama Engendro, que tiene un laburo musical con artistxs y activistxs, y a la vez el audiovisual va a ser con organizaciones sociales que están vinculadas al arte”. Se puede ver por Alternativa Teatral, “Big Mama Laboratorio (Un movimiento XXXL)”, un streaming que dura diez minutos y es a la gorra, los próximos miércoles 16 y 30 de diciembre a las 21 hs.

Para el último tema musical, Laura invitó a que les presentes de pie y sentades en las sillas, subieran el escalón para bailar juntes. Y así fue. Se armaron coreografías espontáneas, con barbijos y con disfrute Más de dos decenas de pares de pies inquietos sacudieron soledad, aislamiento, miedo y desconcierto.

Y mientras escuchamos qué nos dicen los cuerpos e imaginamos nuestras propias consignas para agregar a las listas propuestas por Camila y Bernardita, volvemos a invocar: Que vuelvan los abrazos, Nos deben el 2020.

Que sea contagioso el fervor infinito de los cuerpos que bailan, de los cuerpos que sueñan.

El sábado 19 de diciembre a las 18 hs, nueva edición de “Bailar la vereda”, en Plaza del Congreso, Hipólito Yrigoyen y Solís.

Bailar la vereda: la potencia del movimiento, el goce compartido y los cuerpos que sueñan
Foto: Martina Perosa.

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Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”

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Los feminismos siguen siendo el único movimiento que tiene la capacidad de transversalizar la unidad, amplia, y poner en Avenida de Mayo, de cara a Plaza Congreso, cuadras y cuadras de columnas que van desde el sindicalismo, a los movimientos sociales, a la izquierda, al kirchnerismo. 

Aún cuando por Hipólito Yrigoyen ingrese la enorme columna de la intersindical feminista seguida por poco del oficialismo; y por el otro costado, por Avenida de Mayo, ingrese la izquierda; todos los espacios comparten plaza a menos de un mes de elecciones generales que definen quién presidirá el país. 

Esa es la noticia: seguimos transversalmente en la calle. 

Video: Sebastián Smok.

De la economía popular a la formal

“Creían que el movimiento había desaparecido porque no estaba en la calle, pero estábamos en cada uno de nuestros territorios, ahí también damos la batalla y la lucha”, dice Leonor Cruz, Secretaria de Géneros y Diversidad de la CTA Autónoma, frente a la enorme columna de trabajadoras que son protagonistas de esta marcha. Las tres banderas que encabezan: UTEP, CTA y CTA Autónoma. De la economía popular a la economía formal, todas adentro.

Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”
La cabeza de la marcha de este 28 S. (Foto: Sol Tunni).

Junto a ellas también marchan familias de víctimas de femicidios: Marta y Guillermo, mamá y papá de Lucía Pérez; y Daniel y Susana, papá y mamá de Cecilia Basaldúa, que salieron desde la sede de MU junto a un grupo de mujeres que les siguen con los pañuelos blancos que bordan dos palabras: Nunca Más. 

Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”
Foto: Sebastián Smok.

No con el FMI

Dice Leonor: “La derecha más fascista de nuestro país tiene una agenda muy clara contra el feminismo, quieren ir contra cada uno de los derechos que hemos conquistado con sangre y a fuerza de lucha; pero no lo vamos a permitir. Estamos en la más amplia y diversa unidad de vuelta en la calle porque a la derecha la vamos a enfrentar, pero también vamos a decir: no es con el FMI, porque somos las trabajadoras, las precarizadas, las compañeras del barrio, las que más sufren el ajuste”. 

Leonor llegó a Plaza Congreso desde Tucumán, trayendo lo que se ve fuera del centro porteño: “En nuestra Argentina profunda lo que se ve es la pobreza, en todas sus dimensiones, pero el movimiento feminista en la provincia es lo más fuerte que hay, es donde está la unidad y donde nosotras resistimos”.

Sobre la transversalidad habla también Silvia León, referente de ATE Nacional: “Hoy el objetivo tiene que ser que las derechas no avancen en nuestro país. Los 30 mil compañeros desaparecidos y muertos no murieron en vano, y las víctimas de femicidio tampoco”. 

Silvia, rodeada de pañuelos verdes, sostiene junto a las familias de víctimas de femicidios, que tienen las fotos de sus hijas colgando en el pecho, los pañuelos blancos. Los feminismos honran el legado que los derechos humanos construyeron en la calle, con los pies. Dice Silvia: “Nosotras peleamos por soberanía, por educación, por salud, y también seguimos el camino de las Madres, las Abuelas, de los 30 mil, pero también de los familiares. Hay un tiempo que se termina, el de la verticalidad, el del verticalismo y del patriarcado, ahora toca construir transversal y federalmente”

Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”
Foto: Sol Tunni.

Significado de la libertad

Marta y Guillermo, llegaron desde Mar del Plata a las siete de la mañana; junto a Susana y Daniel, se colgaron las fotos de sus hijas en el pecho: Lucía Pérez y Cecilia Basaldúa, dos femicidios territoriales emblemáticos, donde las tramas narco barriales marcaron como alerta una emergencia que traen las periferias.  

¿Por qué recorrer la Ruta 2 durante toda la noche para marchar? Contesta Marta Montero, mamá de Lucía: “Para gritar que no vamos a permitir perder nuestros derechos, lo que hemos conquistado en este tiempo de lucha que no es solo el reciente, me voy más lejos: en este tiempo de democracia que es el tiempo en el que podemos salir, podemos luchar, y también decir lo que pensamos. Todo esto está en peligro, no podemos permitir que venga alguien a decirnos lo que tenemos o lo que podemos hacer, que corten nuestros derechos y lo conseguido: por ejemplo un ministerio. Todas las mujeres no tenemos la suerte de que nos acompañen los gremios, las organizaciones; hay muchas mujeres que están solas, pero vos sabés que hay una puerta que podés golpear y que se va a abrir. Ahora corremos el peligro de que todo eso se termine».

Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”

Marta Montero y Guillermo Pérez, los padres de Lucía (Foto: Sebastián Smok)

¿Por qué creés que quieren que se termine?

Porque somos muchas, hemos tomado la calle, hemos salido, y nuestra palabra se ha hecho escuchar. Y así hemos logrado cambios: el más importante fue el aborto legal. Es imposible no pensar hoy en día que una mujer no tiene derecho de poder decidir sobre su vida.Yo soy una persona de fe, creo en dios, en la virgen, pero no creo en que alguien pueda decirnos que esto tiene que ser de una sola manera porque creo en la libertad de las personas, y si alguien no quiere tener un hijo es respetable. 

Libertad es una palabra hoy disputada, ¿qué significa?

Libertad significa levantarme, salir a la calle y decir lo que pienso sin censura de nadie, poder acompañar a alguien, poder hablar, poder estar. El libertario es otra cosa: son los que nos quieren vender que vamos a estar mejor por cosas que no terminamos ni de entender, es un juego de palabras siniestro que termina en opresión. 

Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”

Foto: Sol Tunni.

¿Qué tienen que hacer los movimientos feministas?

No los tenemos que dejar avanzar. A mí no me representa una persona que esté con una agresividad tal que se le nota, en su manera de hablar, de moverse, a mi no me representa esa violencia, pero estamos viviendo en un momento muy difícil que hoy todo es violencia. El enojo hoy está peor que nunca, o tal vez tenga otra visibilidad, antes se tapaba más, hoy lo ves en un medio, en una red social, es más visible, por eso parece que pasa más. 

¿Cómo volvemos para volver a ser marea?

Es muy importante creer en nosotras mismas, en el valor que nosotras tenemos, valorar quienes somos. Es muy importante no tener miedo, no tener miedo al ridículo, estar seguras de lo que hacemos, de lo que queremos y si tenemos que salir a defender a una compañera, a una hermana, salir y hacerlo con convicción propia. Lo más libre que una puede hacer es salir. Si no es con cada una de nosotras, hasta acá no se hubiese llegado, sin las mujeres luchando por su propia vida, las más grandes ayudando a las más chicas, y las más chicas, por ellas mismas. Esa es la hermandad, todas nos necesitamos, yo sola no puedo, te necesito a vos, a otra, a la hermana, sola es imposible. Necesitamos la confianza en nosotras mismas, evitar la competencia. Nosotras luchamos por la vida, por eso luchamos por todas. Solas no llegamos a nada, pero juntas llegamos a todo.

Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”

Daniel y Susana (padres de Cecilia Basaldúa), Guillermo y Marta. Foto Sebastián Smok.

Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”
Foto: Sebastián Smok.
Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”
Foto: Sebastián Smok.
Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”

Foto Sol Tunni.

Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”

Foto: Sol Tunni

Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”

Foto: Sebastián Smok

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Resultados en la Cumbre Científica de Naciones Unidas: Argentina con agrotóxicos al 100%

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El total (100%) de participantes argentinos en una investigación internacional sobre agrotóxicos “presentó un rango de 6 a 13 plaguicidas en orina, un rango de 2 a 10 plaguicidas en sangre y un rango de 0 a 18 plaguicidas en materia fecal”. El problema incluye a personas que viven lejos de las fumigaciones, por lo que se consideró a estos plaguicidas como «omnipresentes». Se encontraron además los venenos en los alimentos, el polvo del hogar, los granos de cultivos, animales, alimentos para animales, suelos y agua.

A través de una conferencia virtual desde Nueva York, durante más de 3 horas, el proyecto SPRINT reveló este miércoles 27 -Día de la Salud Ambiental- los resultados del estudio realizado en Europa y en la provincia de Buenos Aires (como principal exportadora de soja para alimentación animal).

Entre los venenos detectados están obviamente el glifosato (genotóxico y probable cancerígeno) y el clorpirifos (que pese a estar prohibido en Argentina se sigue vendiendo hasta en los supermercados). El informe señala además los “cócteles”, que mezclan químicos para aumentar la potencia de cada veneno, reuniendo hasta 120 plaguicidas.

La dirección del INTA prohibió a la doctora Virgina Aparicio (que integró en la investigación) participar en cualquier instancia actual del proyecto, y hablar con la prensa, siendo que se trata de un tema de salud pública.

Algunos de los datos que, pese al silencio y a la mordaza oficial, se revelaron en el marco de la Cumbre Científica de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

En alimentos: “el total de participantes argentinos presentó un rango de 6 a 22 plaguicidas en la muestra de alimentos”.

En el polvo del hogar: “el total de muestras analizados en Argentina presentó un rango de 43 a 86 plaguicidas en polvo del hogar”.

Granos de cultivos: “el total de muestras analizadas en Argentina presentó un rango de 0 a 8 plaguicidas en grano”.

En animales: “el total de animales analizados en Argentina presentó un rango de 1 a 12 plaguicidas en orina, un rango de 0 a 16 plaguicidas en materia fecal”. (Los de sangre continúan pendientes).

En alimento para animales: “un rango de 5 a 25 plaguicidas en alimento animal”.

En suelos: “el total de muestras analizados en Argentina presentó un rango de 0 a 12 plaguicidas en suelo”.

Agua superficial: en “el total de muestras analizadas presentó un rango de 10 a 28 plaguicidas en agua superficial”.

Por Anabel Pomar

Resultados en la Cumbre Científica de Naciones Unidas: Argentina con agrotóxicos al 100%

Resultado global presentado sobre las concentraciones de glifosato en seres humanos. Argentina lidera esa tabla con absoluta comodidad.

En el día de la celebración del día de la salud ambiental, miércoles 27 de septiembre, en Nueva York, EE. UU., en el marco de la Cumbre Científica de la Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGA78) por primera vez para grandes audiencias pudieron conocerse parte de los resultados del proyecto europeo SPRINT (siglas en inglés de Transición Sostenible de Protección Vegetal: Un Enfoque de Salud Global 2020/2025).

¿Qué es el SPRINT? Es un proyecto financiado por La Unión Europea (UE) que busca identificar los residuos de los agrotóxicos, en ecosistemas y en humanos, y analizar el peligro de la sinergia (la combinación o mezcla) entre los plaguicidas hallados. Esto último, algo jamás contemplado a la hora de aprobar esos peligrosos venenos en el mercado, ni en el llamado “viejo continente”, ni en nuestro país.

En 2021 los muestreos en el marco de ese proyecto además de realizarse en los 10 países europeos participantes se ampliaron a la provincia de Buenos Aires. 

¿Por qué se incluyó a nuestro país?  Por ser el principal exportador de soja para alimentación animal al mercado europeo.

Entre las principales conclusiones del evento de este miércoles en NY, pudieron escucharse las voces de expertas y académicos participantes de ese proyecto. Contaron, basados en rigurosa información, cómo los agrotóxicos usados en la agricultura veneno-dependiente están contaminándolo todo. Cuerpos, comida y ambientes. Una de las palabras que más se repitió en las presentaciones, fue “omnipresente”. Los agrotóxicos están en todos lados: incluso en donde no son utilizados.

Entre los cuadros con centenares de nombres de moléculas químicas usadas en la agricultura, destacan algunos de los agrotóxicos más fumigados en nuestro país. El herbicida glifosato, y su metabolito AMPA, en los primeros puestos. Y para los muestreos en Argentina, en cantidades hasta tres veces superiores en algunas matrices. También el clorpirifos, recientemente prohibido en el país pero que se puede seguir comprando en cualquier góndola de supermercado en el sector de insecticidas.

Resultados en la Cumbre Científica de Naciones Unidas: Argentina con agrotóxicos al 100%

Resultados de plaguicidas en las muestras en orina.

El momento de la presentación es importante ya que este próximo 13 de octubre la Unión Europea deberá votar si decide re-autorizar el uso del glifosato. Desde la coordinación del SPRINT aseguraron que a la brevedad la información –que ya fue presentada en la euro-cámara– será publicada y distribuida al público general para lograr mayor difusión. También aseguraron que esperan que tales resultados impidan que se concrete la renovación del peligroso herbicida.

Omnipresentes

 Ver la presentación de esos estudios que respaldan una afirmación que muestra la magnitud del daño, estremece. Hasta las personas que consumen o producen alimentos sin usar agrotóxicos tienen sus cuerpos contaminados. Y aquellas que consumen alimentos libres de agrotóxicos, también. El cuadro completo muestra que la exposición ambiental llega a todas las personas, no solo a quienes producen con venenos o viven en zonas rurales. Y por todas las rutas de exposición.

Resultados en la Cumbre Científica de Naciones Unidas: Argentina con agrotóxicos al 100%

Los resultados de los venenos en materia fecal.

En los hogares

Como ejemplo se puede mencionar lo que se encontró al medir el polvo de hogares, presentado por Daniel M. Figueiredo, de la Universidad de Utrecht de Países Bajos. Los resultados indican que los agrotóxicos llegan a impactar en los organismos más por los ambientes que por la dieta misma: también son una ruta de exposición directa. El más detectado es el glifosato y su metabolito AMPA, en un cóctel de sustancias químicas peligrosas en un rango de entre 25 y 120 plaguicidas.

Otra constante: los cócteles de agroquímicos. No hay una sola sustancia sino decenas o cientos, mezcladas para aumentar la  potencia del veneno. En el caso presentado impactaban tanto a los vecinos de producciones convencionales cómo orgánicas.

A su turno, Hans Mol de la Universidad de Wageningen de Países Bajos, en la presentación de lo hallado en muestras de fluidos humanos –en los que el glifosato vuelve a estar entre lo más detectado. Los resultados señalan que hay presencia del herbicida genotóxico y probable cancerígeno en orina en el 86,1% de los argentinos muestreados y en el 35,2% de los europeos, mientras al analizar las heces humanas se detecta ese plaguicida en el 70,5% de las personas residentes en Europa y en el 100% de los bonaerenses.

Para el caso del clorpirifos, el 3,7% de europeos tiene en sus heces ese tóxico, mientras que para la Argentina el número asciende a 37,7%. Nuevamente salimos campeones, esta vez de otro podio tóxico.

La mordaza

En la conferencia virtual –toda en inglés– que  duró tres horas y a la que asistió lavaca y aproximadamente un centenar de personas conectadas desde distintas partes del mundo, no estuvo la investigadora a cargo del proyecto en Argentina, la doctora Virginia Aparicio.

Lavaca consultó a la investigadora del INTA el porqué de su ausencia que para la decena de personas conectadas desde Argentina no pasó desapercibida. Aparicio no tiene autorizado por orden directa de la dirección de ese organismo estatal participar de ninguna instancia del SPRINT, ni hablar con la prensa.

Lavaca se comunicó con el INTA (socio número 16 identificado como CSS11-Buenos Aires dentro del proyecto SPRINT) pero nuevamente, como sucede desde hace meses, no hubo respuesta oficial.

El organismo público impidió que hasta el día de hoy los resultados de lo muestreado en nuestro país se difunda. En julio de este año, pese a esa censura oficial, la vaca pudo conocer los resultados de ese muestreo en territorio y población bonaerense y publicarlo.

Del muestreo en Argentina participaron 73 personas. De las 73, 1/3 consumidoras, 1/3 habitantes de pueblos pequeños y “vecinos de productores”. Y 1/3 productores agropecuarios de los cuales la mitad usa plaguicidas y la otra mitad trabaja agroecológicamente. También se incluyó un monitoreo en 14 establecimientos rurales. Se tomaron pruebas en ambiente, alimentos, grano y muestras biológicas en animales.

“El total de participantes argentinos presentó un rango de 6 a 13 plaguicidas en orina, un rango de 2 a 10 plaguicidas en sangre y un rango de 0 a 18 plaguicidas en materia fecal” es una de las revelaciones de la  investigación.   

En los ambientes en los que esas personas se mueven a diario, “el total de participantes argentinos presentó un rango de 7 a 53 plaguicidas en las pulseras” de detección.

La vida cotidiana asediada

En las consideraciones preliminares de esos estudios personales que trascendieron se consigna: “Las mezclas de residuos de plaguicidas están presentes en los cuerpos humanos. Las personas se exponen a los plaguicidas en su vida cotidiana (datos de pulseras). La mayoría de los residuos son peligrosos para el ecosistema y los humanos”.

En alimentos, “el total de participantes argentinos presentó un rango de 6 a 22 plaguicidas en la muestra de alimentos”.

En el polvo del hogar, en “el total de muestras analizados en Argentina presentó un rango de 43 a 86 plaguicidas en polvo del hogar”.

Granos de cultivos, en “el total de muestras analizadas en Argentina presentó un rango de 0 a 8 plaguicidas en grano”.

En animales, en “el total de animales analizados en Argentina presentó un rango de 1 a 12 plaguicidas en orina, un rango de 0 a 16 plaguicidas en materia fecal”. (Los de sangre continúan pendientes).

En alimento para animales, en “un rango de 5 a 25 plaguicidas en alimento animal”.

En suelos, “el total de muestras analizados en Argentina presentó un rango de 0 a 12 plaguicidas en suelo”.

Agua superficial (en la zona de trabajo de SPRINT) en “el total de muestras analizadas presentó un rango de 10 a 28 plaguicidas en agua superficial”.

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Tucumán: condenan a un funcionario judicial y en el fallo recomiendan colgar placas en Tribunales que digan «un ambiente violento de trabajo afecta el servicio de justicia»

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Un funcionario judicial de Tucumán fue condenado por abuso sexual: 4 años, obligación de reparación económica, capacitación y placas en Tribunales. El hecho no es aislado: el Observatorio Lucía Pérez lleva adelante un registro que incluye 420 funcionarios (integrantes del Poder Ejecutivo, Poder Legislativo, Poder Judicial, de las cúpulas de las Fuerzas de Seguridad y de la Iglesia Católica) denunciados por violencia de género. Los argumentos e implicancias de un fallo ejemplar.

Jorge Edmundo Mistretta, exjefe de despacho de la Secretaría Electoral del Juzgado Federal N° 1 de Tucumán, jubilado desde 2019, fue condenado a cuatro años por abuso sexual contra dos de sus empleadas. Los abusos ocurrieron en 2013 y 2015: incluye tocarle los pechos a una de ellas y querer besarla, comentarios sexuales groseros, e intento de tocar a otra de las denunciantes. 

En el fallo del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Tucumán, compuesto por la jueza María Noel Costa, y los jueces Carlos Enrique Jiménez Montilla y Enrique Lilljedhal, se ordenó: 

  • La inmediata detención, aunque cumplirá prisión domiciliaria por su estado de salud.
  • Una indemnización de $4.4 millones de pesos y 3.6 millones de pesos para cada una de las víctimas.
  • La realización de un programa de capacitación sobre perspectiva de género y en política de prevención, sanción y eliminación de la violencia contra la mujer.
  • Se solicitó a Recursos Humanos de la Corte Suprema de Justicia Nacional que “se arbitren los mecanismos administrativos necesarios por una medida restaurativa que contemple la incorporación a una de las oficinas judiciales de esa jurisdicción -de la Cámara o del Tribunal Oral -, debiendo garantizar la ‘no revictimización’ de una de las víctimas”.
  • Además se recomendó que se coloquen placas en tribunales donde sucedieron los hechos que digan: “Un ambiente violento de trabajo afecta el servicio de justicia. No a la violencia ni al acoso”.

Los fundamentos se conocerán el próximo 29 de septiembre.

El “caso” no es aislado. El Observatorio Lucía Pérez lleva adelante un registro de denuncias por violencia de género contra integrantes del Poder Ejecutivo, Poder Legislativo, Poder Judicial, de las Fuerzas de Seguridad y de la Iglesia Católicas. 

El registro incluye ya 420 funcionarios denunciados, entre intendentes, diputados, fiscales, sargento, jueces, asesores, concejales, cabos, decano, sacerdotes y un largo etcétera. De todos los denunciados 99 son del Poder Judicial, al igual que Jorge Edmundo Mistretta; 139 del Poder Ejecutivo; 62 del Poder Legislativo; 67 de la Iglesia Católica; y 53 de las cúpulas de las fuerzas de seguridad.  

El padrón de funcionarios denunciados se puede ver acá

Tucumán: condenan a un funcionario judicial y en el fallo recomiendan colgar placas en Tribunales que digan «un ambiente violento de trabajo afecta el servicio de justicia»
El Poder Judicial es el segundo del Estado con más denuncias. Datos de Observatorio Lucía Pérez.

El Estado argentino se comprometió en 2020 a llevar un registro público de funcionarios judiciales denunciados por violencia de género como parte de un acuerdo amistoso alcanzado en el marco de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Hasta el momento lo hizo de forma incompleta y escasa, por ello comenzó a realizarlo, de manera autogestiva, el Observatorio Lucía Pérez que sumó además otros poderes para completarlo y con esa información reflexionar acerca de qué relación hay entre la ausencia de políticas públicas de contención y prevención y estas prácticas impunes.

Lo que se ve: la consigna “El Estado es responsable” se hace carne en la sistematización de esta información. No lo es solamente por omisión, o ineficaz: es un Estado violento. 

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