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#DíaDelPeriodista: últimas noticias sobre el trabajo de informar

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El día del periodista. El día que cerró la revista Veintitrés. Un día después de la sentencia del juicio por la represión con balas de plomo en la Sala Alberdi en 2013, en la que tres fotógrafos resultaron heridos. Tres días después de que Alelí Acuña, periodista de la agencia Telam, fuera agredida por la policía con gas pimienta en la desconcentración de la marcha del 3J. Hoy, una conferencia reunió en MU a integrantes del sindicato de prensa Sipreba y del Centro de Estudios Legales con periodistas agredidas en contextos de protesta para reflexionar sobre los derechos vulnerados en la profesión y reclamar garantías. Un dato que lo dice todo: en el último año y medio se perdieron 2.500 puesto de trabajo en todo el país.
La conferencia conectó algo que parece notarse sólo ante cada caso: las y los trabajadores de prensa son hoy objetivos concretos para los operativos policiales en contextos de protesta.¿Por qué? Una respuesta posible: son un blanco porque muestran lo que pasa.

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Foto: Ramiro Domínguez

Sin protocolos

Un grupo de mujeres organizadas vio el futuro el día previo al 3J, cuando presentó un habeas corpus en el que se reclamaba el cumplimiento de los protocolos policiales en contexto de protesta: que actúe identificada y por orden judicial, que haya efectivos mujeres, que no porte armas ni arroje indiscriminadamente gases lacrimógenos, etc. Buscaban con este habeas proteger el cuerpo de todas las manifestantes de Ni Una Menos.

Habeas Corpus para todas


“Presentamos habeas corpus para que el Estado respete el Estado de Derecho”, comenzó la conferencia Claudia Acuña, periodista de MU y parte del grupo que presentó la medida: “Y reclamaba al Ministerio que se abstenga de portar armas de fuego y de utilizar gases lacrimógenos, que fue justamente lo que hicieron el 3J”.
El habeas corpus fue aceptado. Es decir, estaba vigente al momento de la desconcentración, momento en el que ocurrieron las agresiones policiales. Balas de goma, chorros de agua y gas pimienta fueron parte del kit que utilizaron efectivos de la Federal para supuestamente responder, desde adentro de la Catedral, a un grupo muy pequeño que tenía una particularidad: eran hombres. En ese contexto, fue cuando  Alelí Acuña, trabajadora de prensa de Télam, se acercó para registrar lo que allí pasaba: “Tengo una lente de 50 mm. y eso me obliga a acercarme a la valle para poder hacer una toma de lo que pasaba del otro lado, donde estaba la policía arrojando gases y balas de goma. Cuando enfoco, me tiran gas pimienta, directo a los ojos y la boca. El objetivo puntual era que no sacara fotos”, detalló en la conferencia.
Ana Laura Torna, también de Sipreba y también presente en el sábado en el momento del gaseo policial, agregó: “La policía no actúa sola, sino con una orden. Queremos saber por qué este ataque y por qué a las mujeres. Queremos que se investigue no sólo responsables materiales, sino a los responsables políticos”.
Manuel Tufró, representante del CELS resaltó: “Estamos otra vez frente a una misma  situación de mucha confusión sobre quiénes son las fuerzas responsables: no están identificadas, no sabemos si son de la Federal o de la Ciudad, tampoco quién dio la orden. Es decir, que es difícil determinar a simple vista quién ejecutó y quién ordenó ese operativo. No es casual. Esa situación de confusión garantiza impunidad”.

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Alelí Acuña, la fotógrafa de Télam agredida el 3J.
Foto: Ramiro Domínguez

Quien filma a quién

El sindicato SiPreba, por su parte, sintetizó: “No es la primera vez que las fuerzas de seguridad se ensañan contra manifestantes y particularmente contra trabajadoras de prensa- señaló Tomás Eliaschev- Esto tampoco es casualidad: ni bien asumió el actual gobierno, anunciaron un supuesto protocolo de actuación policial en movilizaciones públicas. En realidad, se trató de un mero posteo en Facebook de la ministra de Seguridad. No tiene, por lo tanto, ningún valor legal, pero sí es un claro mensaje a la fuerza policial, de vía libre”.


En la mesa se recordó que aún está pendiente saber quiénes fueron los responsables de la cacería de mujeres: “No sabemos quiénes hicieron las detenciones del 7  y qué paso el 8, cuando en la cacería policial se demostró, además, un perfil lesbofóbico que no podemos tolerar de ninguna manera”.
Manuel Tufró del CELS – organismo que patrocina a tres de las mujeres detenidas arbitrariamente el 8 de marzo- detalló que hay dos causas en curso. Una  tiene como procesadas a las mujeres por resistencia a la autoridad. Otra, es la denuncia sobre el accionar de la fuerza policial ese 8 de marzo, y tiene a estas mismas mujeres como protagonistas, pero en carácter de querella.

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Manuel Tufró, del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS).
Foto: Ramiro Domínguez


Claudia Acuña retomó: “Tenemos también que tener en cuenta el contexto: son muchas situaciones de criminalización, represión, infiltración y ataques a la prensa en contexto de movilizaciones de mujeres. Se trata, además de movilizaciones protagonizadas por mujeres víctimas de violencias, que salen a la calle a denunciar la inacción estatal. Necesitamos garantizar que en estas marchas el Estado respete el Estado de Derecho, pero también que sus operativos sean claros, precisos, acordes a los protocolos vigentes. No podemos permitir que se vuelva a repetir un hecho así en un contexto de responsabilidades sobre el operativo de seguridad tan poco claras”.
También señaló que en ocasión de entregar en la cancillería argentina el petitorio con 600 firmas exigiendo el fin de la masacre de periodistas mexicanos «fuimos filmados si pudor por la policía. Y en cada marcha notamos lo mismo: policías con cámaras de filmación y fotos. ¿Qué destino tienen esas imágenes? ¿A quién se las entregan? ¿Qué hace con ellas? No lo sabemos. No podemos naturalizar que nos filmen, que haya policías sin identificación, que nos tiren gas en la cara. Y que no nos dejen a las y los trabajadores de prensa, filmar, sacar fotos y registrar lo que pasa en la calle sin poner en riesgo nuestros cuerpos».

Contexto

La charla retomó el eje inicial: “Con el habeas corpus le advertimos al Estado: no nos toquen. Y nos tocaron. Y eso venimos a señalar hoy: tocaron a una trabajadora de prensa”, dijo Claudia señalando a Alelí. “Venímos a denunciar este ataque en un día especial, que es el Día del Periodista, pero también el día que cerró la revista Veintitrés. Y cada vez que se cierra un medio, se apagan derechos. Cada vez que se cierra un medio están sacando de circulación voces”.
El sindicato SiPreBA denunció que hay un total de 2500 puestos de trabajos perdidos desde que asumió la alianza Cambiemos, a los que hoy se sumaron  los 14  que están en peligro, tras el cierre de la revista Veintitrés por parte del grupo Crónica.
En este contexto, se realizará mañana 8 de junio una movilización, a las 14, desde el Obelisco al Ministerio de Trabajo (sede Callao), bajo las consignas «Basta de despidos. Sin trabajo no hay libertad de expresión».

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83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

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Pablo Grillo
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83 días.

Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.

83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.

83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.

83 días y seis intervenciones quirúrgicas.

83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo. 

83 días hasta hoy. 

Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro. 

Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”. 

Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).

Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca. 

El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”. 

La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».

La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería. 

Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.

Esta es parte de la vida que no pudieron matar:

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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

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Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.

Por María del Carmen Varela.

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia. 

La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.

Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.

La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional.  A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.

Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.

Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro. 

MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA

Viernes 30 de mayo, 20.30 hs

Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

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Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.

Por María del Carmen Varela

La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.

La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro
Gabriela Pastor en escena. Detrás, Juan Zuberman interpreta a un ciego que toca la guitarra.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario.  Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.

El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.

Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.

Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.

La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.

Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA

Domingos 18 y 25 de mayo, 20  hs

Más info y entradas en @perlaguarani

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